No hace falta recordar la función estilística de las recurrencias y paralelismos de toda suerte en la creación poética. Entre este tipo de recursos figuran la aliteración y la armonía imitativa, procedimientos que se han reconocido en las fases más antiguas de las literaturas de la cultura indoeuropea. El empleo de toda suerte de repeticiones, fónicas, morfológicas, sintácticas y léxicas, se registra también en textos en prosa, de carácter próximo a una cultura literaria no profesional y basada en buena medida en los antiguos usos orales. El profesor García Teijeiro se ha referido a dichos recursos estilísticos como elementos que sobrepasan el ámbito de la creación de autor para insertarse entre los procedimientos al alcance de un amplio espectro de hablantes.1 Dichos usos poéticos comparten estos recursos con los de la lengua religiosa en rituales, profecías, invocaciones y fórmulas de imprecación, y con los de la literatura gnomológica y didáctica, sin faltar tampoco en la prosa literaria. De ahí que hallemos los mismos procedimientos estilísticos entre los usos de la prosa artística.2 Idéntica predilección por la repetición léxica y fónica hallamos, por supuesto, en las manifestaciones de la magia.3
Debido a que en las diversas lenguas indoeuropeas subyace un fondo religioso y cultural común, parece lógico que unos mismos usos estilísticos estén también compartidos por los testimonios más antiguos en cada una de las correspondientes literaturas, y en un alto grado de semejanza entre ellos.4
Algunos testimonios de la aliteración y diversos tipos de recurrencias en la lengua poética indoeuropea
Iniciaremos nuestro recorrido por los textos de los Vedas en atención a su encuadramiento cronológico, ya que se trata de obras datables entre 1500 y 900 a. C.5 Por su carácter solemne, propio de rituales altamente formalizados, son textos proclives al arcaísmo lingüístico y estilístico, y ajenos a los usos cotidianos de la lengua.6 El repertorio de recursos formales y de temas de estos himnos dista mucho de haber sido analizado con profundidad, por lo que ofrece aún numerosos aspectos por determinar con exactitud, de los que el de la tradición indoeuropea no es el menos interesante. El estudio de la aliteración cuenta de todos modos con un cierto recorrido.7 Pongamos un breve ejemplo del empleo de este recurso. En uno de los himnos del Rigveda leemos lo siguiente:
hiraṇyagharbhaḥ samavartatāghre bhūtasya jātaḥ patirekaāsīt |
sa dādhāra pṛthivīṃ dyāmutemāṃ. tasmai devāyahaviṣā vidhema?8
La frase tasmai devāyahaviṣā vidhema? se repite en todos los versos pares del himno -salvo el último-, lo que prueba su carácter formular. Pues bien, y si se nos admite el inciso, en nuestra opinión el perfecto correlato de esta invocación ritual se halla en los Himnos de Calímaco:
Πῶς καί µιν, Δικταῖον ἀείσοµεν ἢ Λυκαῖον;9
En ambos casos nos hallamos ante preguntas en cierto modo retóricas, que esperan respuestas conocidas o al menos esperadas. La persona loquens es la misma, el oficiante principal del ritual; los receptores de la pregunta, los mismos, sus ayudantes y el selecto público presente en la ceremonia; la fraseología, similar, centrada en el empleo del futuro -o del subjuntivo prospectivo.10
Hecho este breve apunte sobre las posibilidades de los Vedas desde el punto de vista de la literatura comparada, veamos un primer texto en el que la anáfora se combina con un tipo de repetición enclavada en el encabalgamiento:
aśvinā yajvarīriṣo dravatpāṇī śubhas patī |
purubhujācanasyatam ||
aśvinā purudaṃsasā narā śavīrayā dhiyā |
dhiṣṇyā vanataṃ ghiraḥ ||
dasrā yuvākavaḥ sutā nāsatyā vṛktabarhiṣaḥ |
ā yātaṃrudravartanī ||
indrā yāhi citrabhāno sutā ime tvāyavaḥ |
aṇvībhistanā pūtāsaḥ ||
indrā yāhi dhiyeṣito viprajūtaḥ sutāvataḥ |
upa brahmāṇi vāghataḥ ||
indrā yāhi tūtujāna upa brahmāṇi harivaḥ |
sute dadhiṣvanaścanaḥ ||
omāsaścarṣaṇīdhṛto viśve devāsa ā ghata |
dāśvāṃso dāśuṣaḥ sutam ||
viśve devāso apturaḥ sutamā ghanta tūrṇayaḥ |
usrā ivasvasarāṇi ||
viśve devāso asridha ehimāyāso adruhaḥ |
medhaṃ juṣanta vahnayaḥ || 11
Nuestro siguiente ejemplo nos presenta la figura de la anáfora, junto con la del políptoton:
indramid ghāthino bṛhadindramarkebhirarkiṇaḥ |
indraṃ vāṇīranūṣata ||
indra id dharyoḥ sacā sammiśla ā vacoyujā |
indro vajrīhiraṇyayaḥ ||
indro dīrghāya cakṣasa ā sūryaṃ rohayad divi |
vi ghobhiradrimairayat ||
indra vājeṣu no.ava sahasrapradhaneṣu ca |
ughra ughrābhirūtibhiḥ ||
indraṃ vayaṃ mahādhana indramarbhe havāmahe 12
Veamos, por fin, un manifiesto ejemplo de aliteración:
asmā u te mahi mahe vidhema namobhiraghne samidhota havyaiḥ | 13
Veamos, para dejar los textos védicos, un último ejemplo centrado también en la figura de la aliteración:
Queda probado, pues, el rendimiento del recurso de la aliteración en la poesía védica. Tampoco falta en ella un empleo sofisticado de dicho recurso, la llamada doble aliteración.15 Veamos a continuación un ejemplo de muy diferente carácter y de un dominio lingüístico en las antípodas del continuum indoeuropeo. Se trata de un texto procedente de un epitafio compuesto en lengua céltica:
A Máel Sechnaill, nít mes metchrainn;
airgfea Rechrainn rebthruim rúaid;
a chlíath chorrga tromda thogda,
dorrga thogla Temara túaid .16
El presente texto se debe sin duda a una persona con una formación cuidada, como era de esperar al tratarse del epitafio de un soberano. Aquí el recurso estilístico que vertebra el cuarteto consiste en sendas rimas internas encadenadas entre los versos 1 y 2, 3 y 4, que a su vez refuerzan la de los versos pares. Las secuencias fónicas funcionan de manera regular, ya que cada verso se divide en dos hemistiquios de cuatro sílabas, cuya cadencia subrayan las tres series de rimas. Que el origen de la estructura es popular lo demuestra la base de cuatro versos de la mayor parte de la poesía céltica.17
Continuaremos ahora con un ejemplo de la poesía germánica, en la que el procedimiento de la aliteración ha sido bien estudiado desde el trabajo pionero de Winfred Lehmann.18
Mæg þæs þonne ofþyncan ðeodne Heaðo-Beardna
ond þegna gehwam þara leoda,
þonne he mid fæmnan on flett gæð:
dryhtbearn Dena, duguða biwenede.19
En el Beowulf se ha apreciado también la presencia de la doble aliteración,20 a la que hacíamos referencia más arriba a propósito del Rigveda. Veamos un segundo ejemplo, ahora de origen escandinavo. Se trata de la primera estrofa de un muy conocido poema del skald Eyvindr Finnsson, Hákonarmál:
Göndul ok Skögul / sendi Gautatýr / at kjósa um konunga, / hverr Yngva
aettar / skyldi með Óðni fara / ok í Valhöll at vera .21
A continuación veremos algunos ejemplos de la poesía popular eslava, y en concreto de los llamados bylina, composiciones de carácter épico para las que se ha postulado tanto un origen aristocrático22 como uno popular, bien de herencia indoeuropea, como postulan los folkloristas, bien nacional ruso, como defiende la escuela historicista.23 En el texto siguiente observaremos la abundancia de las repeticiones de palabras o cláusulas, así como los juegos fono-morfológicos:
Три поездки и смерть Ильи
Как далече, далече во чистом поле
Не белы то снежки забелелися,
Не туманушки затуманилися,
Не былинка в поле зашаталася,
Зашатался в поле старый казак,
Старый казак Илья Муромец,
А забелелась у него головушка
Со частой со седой мелкой бородушкой,
А затуманился под ним его добрый конь.
А и ездил стар по чисту полю,
А он от младости ездил до старости,
А он от старости да до гробовой доски.
Хорош был у старого добрый конь,
А батюшко-бурушко косматенький:
А хвост-то у бурушки трех сажен,
А грива у бурушки трех локоть,
И А шерсть-то у бурушки трех пядей,
А он у рек перевозу не спрашивал,
А конь реки, ведь, озера перескакивал,
Он эти мхи, болота промеж ног пускал
И синие моря на окол скакал.24
Hasta en tres de las repeticiones de palabras o cláusulas se emplea el encabalgamiento, un recurso que anotábamos ya en la poesía védica: en el primero de los casos, la repetición se combina con el recurso del quiasmo: в поле зашаталася, / Зашатался в поле; la segunda, старый казак, / Старый казак, y la tercera, до старости, / А он от старости, repiten la cláusula en el mismo orden.
Veremos todavía un segundo ejemplo, ahora extraído de una sección posterior, en la que a las repeticiones se añade el recurso de la paronomasia:
Чурило Пленкович
Пол-середа одного серебра,
Стены, потолок - красна золота.
Печки-то были все муравленые,
Подики-то все были серебряные.
Все в терему по-небесному:
На небе солнце - и в тереме солнце,
На небе месяц - и в тереме месяц,
На небе звезды - и в тереме звезды,
На небе зори - и в тереме зори,
На небе звездочка покатится -
По терему звездочки посыплются.
Все в терему по-небесному.
Садился князь за дубовый стол.
В те поры были повара догадливы:
Носили яства сахарные
И питьица медвяные,
А питьица заморские.
Будет пир во полупире,
Будет стол во полустоле,
Весела беседа, на радости день,
И князь с княгиней весел сидит.25
Como puede fácilmente observarse, las repeticiones y paralelismos son constantes, tanto al nivel fonético, como al morfológico, al sintáctico y al léxico. No es este el lugar adecuado para comentar otras características de los bylina, tales como el empleo de la dicción formular, de los epítetos, del tipo de verso utilizado, las anomalías en la construcción del mismo, etcétera.
El caso de la poesía griega arcaica resulta paradójico, al menos si se tiene en cuenta la antigüedad y diversidad de su producción. Lo cierto es que tanto Jacob Wackernagel como Martin West concluyen que en la poesía griega sería más bien escasa la presencia de los recursos que estamos viendo, y el de la aliteración en particular.26 Los pocos ejemplos atestiguados parecen ir en la línea de una interpretación particular de la cultura griega en el seno de la familia indoeuropea, que tiende a minimizar, precisamente, todo aquello que la vincula a una herencia común.27
Frente a la opinión de West existen otras interpretaciones. Así, en su estudio, casi de corte sociolectal, sobre la lengua de los héroes en la épica homérica a partir del personaje de Aquiles, Richard Martin explica un determinado pasaje como muestra de una dicción elevada, más próxima a la de un canto que a la del uso coloquial de la lengua.28 Posteriormente, su observación ha sido corregida por Mario Cantilena, que apunta cómo el empleo de la aliteración no se vincularía con un propósito estilístico en sí mismo a fin de lograr la poetización del texto, su alejamiento del uso habitual de la lengua, sino, justo a la inversa, con el interés del poeta por reflejar la realidad del habla coloquial.29 Más recientemente, Françoise Bader ha reconocido en el catálogo de las naves el empleo de la aliteración, la repetición, el quiasmo y la asociación de ideas y números.30 Otros recursos han sido también objeto de estudio en autores de la lírica arcaica.31
El uso de la aliteración, en combinación con otros recursos, no es ajeno al arte de Hesíodo. Veamos un ejemplo de la Teogonía:
Observemos un nuevo ejemplo, basado ahora en la repetición de la oclusiva velar sorda:
Καὶ γὰρ νῦν, ὅτε πού τις ἐπιχθονίων ἀνθρώπων
ἔρδων ἱερὰ καλὰ κατὰ νόµον ἱλάσκηται,
κικλήσκει Ἑκάτην.33
El siguiente pasaje nos parece de mayor interés aún:
τοὺς δὲ πατὴρ Τιτῆνας ἐπίκλησιν καλέεσκε
παῖδας νεικείων µέγας Οὐρανὸς οὓς τέκεν αὐτός̇
φάσκε δὲ τιταίνοντας ἀτασθαλίῃ µέγα ῥέξαι
ἔργον, τοῖο δ᾿ ἔπειτα τίσιν µετόπισθεν ἔσεσθαι.34
Tal como hemos explicado en otro lugar,35 la aliteración se combina con otros recursos, en especial con el de la paretimología, ya que Hesíodo asocia semántica y lexicalmente los términos Τιτῆνες, τιταίνω y τίσις, que en realidad pertenecen a diferentes raíces. Para ello el poeta se vio obligado a escandir el verbo τιταίνω con una vocal inicial larga en lugar de la etimológica, que es breve. Tras cuanto se ha dicho, no insistiremos en la importancia del procedimiento de la aliteración en la obra hesiódica.36
Veamos como ejemplo de artificio más complejo el siguiente fragmento de la Teogonía:
οὕτω τοι καὶ µουνογενὴς ἐκ µητρὸς ἐοῦσα
πᾶσι µετ᾿ ἀθανάτοισι τετίµηται γεράεσσι.
θῆκε δέ µιν Κρονίδης κουροτρόφον, οἳ µετ᾿ ἐκείνην
ὀφθαλµοῖσιν ἴδοντο φάος πολυδερκέος Ἠοῦς.
οὕτως ἐξ ἀρχῆς κουροτρόφος, αἳ δέ τε τιµαί.37
El texto merece un comentario inicial: se trata del epílogo del llamado Himno a Hécate,38 una sección (vv. 411-452) dotada de una cierta autonomía en el conjunto del poema, sin que nos afecte ahora la cuestión de la autoría, función y lugar del pasaje en la obra. El carácter clausular -en los dos sentidos del término- de estos cinco versos les confiere un papel singular, que la técnica poética ayuda a realzar. En los versos 448-450 se produce la mención de cuatro elementos, que tras el paréntesis que supone la oración de relativo reaparecen, casi en el mismo orden, en el verso final, el 452: se trata de las palabras o sintagmas οὕτω y οὕτως, ambos en la misma posición versal, ἐκ µητρὸς ἐοῦσα y ἐξ ἀρχῆς -único par en que no se da una perfecta equivalencia-, κουροτρόφον y κουροτρόφος, y τετίµηται y τιµαί. No estamos, pues, ante una simple repetición léxica, sino ante otro tipo de procedimiento, en el que el efecto de la recurrencia se reserva, a manera de serie, para el final. No lo entendió así West, que se limita a denunciar los que para él son repeticiones viciosas propias de un poeta torpe.39
Por último, se ha subrayado la asociación de ideas y cifras tanto en el detenido comentario a los líricos griegos de Francesco de Martino y Onofrio Vox, publicado en el año 1996,40 como en un trabajo de Françoise Bader de 1998.41 Se han aducido para ello ejemplos tomados del género épico.42 No estamos en condiciones de aseverar que estemos aquí ante un recurso heredado, pero sí que dicho recurso se registra en etapas posteriores, si bien no se acierta a apreciar una clara continuidad de empleo.43
Conclusiones
Desde el punto de vista de la herencia literaria indoeuropea, parece por de pronto fuera de lugar la bipartición operada hace ochenta años por Wackernagel, en la idea de que se opondrían una tradición occidental, celto-germánica-itálica, a otra oriental, indogriega. Unos mismos recursos aparecen a lo largo de las diferentes culturas literarias del continuum indoeuropeo, sin que se aprecie la menor fractura en la herencia recibida por todas ellas ni exista la menor necesidad de postular una lengua poética greco-india.44 Por otra parte, dichos recursos suelen aparecer asociados entre sí gracias a una técnica compositiva que ofrece indicios de partir de una herencia común, criterio más económico que el de pensar en un desarrollo paralelo para cada una de las literaturas indoeuropeas.