Introducción
El consumo de alcohol es una de las grandes problemáticas de la salud pública que se presenta en la actualidad, esto se ve reflejado en los indicadores de morbilidad y mortalidad mundial reportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2014, en los que se señala que cada año aproximadamente se producen 3.3 millones de muertes a nivel mundial, como consecuencia del consumo nocivo de alcohol, esto representa un 5.9% de todas las defunciones en general. Además, la OMS señala que el consumo nocivo de alcohol es un agente causal de más de 200 enfermedades, principalmente crónicas no transmisibles, tales como cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, esto sin dejar de lado los trastornos comportamentales, así como de traumatismos como consecuencia de la violencia y accidentes de tránsito ocasionados por personas en estado de embriaguez1.
En Colombia, según el Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas del año 2013, 87% de los encuestados declaró consumir alcohol alguna vez en su vida (consumo en hombres del 91% y 83% en mujeres), el 35.8% ingirió alcohol en los últimos 30 días (8.3 millones de personas, 46.2% hombres y 25.9% mujeres), lo cual refleja en este contexto, que el consumo es algo habitual, esta percepción de normalidad predispone a la ingesta nociva y posteriormente a enfermedades derivadas de esta o al agravamiento de situaciones clínicas preexistentes; en relación con la edad, la mayor tasa de uso de alcohol se presenta en jóvenes entre los 18 y los 24 años (proporción del 49.2%), seguido del grupo entre 25 y 34 años (proporción del 45.4%). Asimismo, se estima que 2.5 millones de colombianos presentan un consumo perjudicial de bebidas alcohólicas de los cuales 1.9 millones son hombres y 0.6 millones son mujeres2.
En México, se evidencia un aumento en el consumo excesivo de alcohol, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT, 2017), la edad de inicio de consumo para el 2016 se concentró entre los 18 y 25 años (41.3%), la prevalencia de consumo alguna vez en la vida es 77.3%, consumo en el último año es 53.3%; éstas se han mantenido estables con respecto al 2011, que presentaba 77.1% y 55.7%, respectivamente; sin embargo, la prevalencia de consumo en el último mes aumentó de 35% a 39.9% y el patrón de consumo excesivo de alcohol en el último mes reporta un incremento entre el 2011 y el 2016, que paso de 13.9% a 22.1%, en los hombres aumentó de 24.1% a 34.4%; en las mujeres de 4.5% a 10.8%3.
En relación a la atención de esta población, se estima que a pesar de la gravedad y el impacto mundial, aun cuando el consumo de alcohol está presente en el 20% a 50% de pacientes hospitalizados, sólo son diagnosticados un 5%, por tanto, el profesional de enfermería puede estar gran parte del tiempo al cuidado de personas con consumo nocivo de alcohol, sin tener conocimiento de ello, o sin asumirlo como una problemática importante4.
La presente investigación surge al considerar por una parte, la epidemiología del consumo de alcohol y por otra, el comportamiento del personal de enfermería con este tipo de población, y se plantea como objetivo principal comparar las actitudes, en relación al consumo de alcohol, el alcoholismo y hacia las personas con trastornos relacionados al abuso de alcohol; de estudiantes de enfermería inscritos en el último año de la carrera en universidades públicas en México y Colombia.
El principio teórico principal es que la construcción de actitudes se fundamenta en creencias y concepciones, así como en las experiencias y formación académica, con base en los hallazgos de la literatura y las propuestas teóricas, la formación termina por ser una variable predictora de la futura conducta de los profesionales5-9; los factores culturales también pueden influir en esta construcción10.
La comparación entre países puede ser de gran utilidad, ya que permite vislumbrar la influencia de la formación en contextos diferentes, además de que esta variable es susceptible de modificación para mejorar la atención a las personas consumidoras de alcohol y los trastornos relacionados a éste. Por otra parte, la caracterización y comparación del fenómeno en estudio en países latinoamericanos es necesaria, debido a que los estudios existentes en el área, en su mayoría se concentran en Brasil, por tanto se debe conocer y analizar en otros países, para observar su comportamiento y generar bases para estudios de intervención11.
Para determinar el tipo de actitud que tienen los estudiantes de enfermería frente al fenómeno del alcoholismo, es necesario analizar las diferencias existentes con respecto a las de los estudiantes de otras áreas, donde el contexto, los conocimientos y las experiencias previas, permiten identificar cómo se van generando y caracterizando las actitudes en los estudiantes de enfermería. Este hecho se evidencia en un estudio realizado en Croacia, en el cual se comparan las actitudes frente al alcoholismo en estudiantes de enfermería y mecatrónica, donde los primeros presentaron actitudes positivas hacia las personas con alcoholismo, mientras que los segundos actitudes más positivas hacia el consumo de alcohol. Se concluyó que aspectos tales como el ambiente, la aceptación social y los conocimientos sobre los diversos efectos del alcoholismo en la salud y el comportamiento, tuvieron una repercusión en las actitudes de los participantes12.
Así, investigar cómo son las actitudes de los estudiantes de enfermería en dos universidades latinoamericanas y si estas difieren entre países, permitiría entrever cómo se dará la relación terapéutica entre el profesional de enfermería y el paciente con problemas asociados al consumo nocivo de alcohol, ya que las actitudes son un componente fundamental para la toma de decisiones13, en este caso, decisiones de cuidado, de acuerdo a estas, el enfermero se decidirá por una conducta evasiva o por realizar acciones de intervención, que permitan una atención integral orientada a la prevención de nuevos episodios8,14-21, de ahí surge la pregunta ¿Son diferentes las actitudes sobre el consumo de alcohol, el alcoholismo y hacia las personas con trastornos relacionados al abuso de alcohol, en estudiantes de enfermería del último año de dos universidades, una de México y otra de Colombia? Con el propósito de identificar prácticas formadoras de actitudes positivas que se pueden mantener y desencadenantes de actitudes negativas que se pueden mitigar en las universidades.
Método
Se realizó un estudio cuantitativo comparativo transversal, la muestra se integró por estudiantes de enfermería matriculados en el último año de la carrera en dos universidades latinoamericanas públicas, una de Colombia y otra de México en 2016. Se utilizó para la recolección de la información el instrumento Escala de Atitudes frente ao Álcool, ao Alcoolismo e ao Alcoolista-EAFAA, versión español para América Latina11, herramienta que se originó en idioma portugués22 y debido a la alta población en América Latina cuyo idioma oficial es el español, se adaptó la escala a este idioma, se obtuvo así un instrumento fiable con un índice de validación de contenido de 0.97, un índice de kappa 0.80 y un índice de correlación interclases de 0.92. Su adaptación cultural se desarrolló en Colombia11. Cabe señalar que se desarrolló una validación aparente en el contexto mexicano para su uso en este estudio, a fin de asegurar la comprensión de la información contenida en el instrumento por la población.
La muestra estuvo constituida por 231 estudiantes de enfermería: 100 estudiantes pertenecientes a la universidad colombiana de una población de 135 y 131 estudiantes de la universidad mexicana de una población de 201. Estos representan el 74.1% y 65.2% de respuesta, respectivamente.
Los criterios de inclusión del estudio fueron aceptar participar voluntariamente en el estudio, ser mayor de edad, haber contestado en su totalidad el instrumento y ser estudiante de último año de enfermería; este criterio fue fundamental, ya que se consideró que ellos tendrían un mayor conocimiento y experiencia en el trabajo con personas que consumen alcohol. En relación a los criterios de exclusión se tuvo en cuenta a aquellas personas que no hubieran completado el instrumento de manera correcta o que no fueran parte de la población a estudiar.
La recolección de los datos contó con dos etapas principales, la primera fue llevada a cabo en México durante el primer semestre del año 2016 y la segunda recolección en Colombia durante el segundo semestre del mismo año. En cada universidad, al inicio se obtuvo el aval por parte del comité de ética, posteriormente se realizó una búsqueda institucional de los estudiantes que cursaban el último año de la carrera, se les expuso el propósito de la investigación, se aclararon dudas, conforme a ello resolvían participar o no voluntariamente, en seguida se entregaba y se recibía el consentimiento informado en un sobre, separado del instrumento y la encuesta de datos sociodemográficos y académicos a desarrollar, esto para proteger la identidad de las personas que participaron.
La variable evaluada a través del instrumento es la actitud, entendida esta como la Posición de una persona sobre una dimensión bipolar evaluativa o afectiva con respecto de un objeto, acción o evento y representa el sentimiento favorable o desfavorable de una persona hacia un objeto o estímulo5. La evaluación se realiza mediante una escala tipo Likert de cinco puntos donde los estudiantes expresan su opinión sobre cada afirmación, según el grado de concordancia que perciben de cada enunciado, cinco es lo más positivo. Esta escala define un punto de corte de 3.2 para establecer si es una actitud positiva (≥ 3.2) o negativa (< 3.2)11.
El instrumento utilizado: Escala de Actitudes Frente al Alcohol, el Alcoholismo y la persona con trastornos relacionados al uso del alcohol-EAFAA, consta de 49 ítems distribuidos en 4 dimensiones11:
El trabajo y las relaciones interpersonales con pacientes con trastornos relacionados al uso de alcohol. Evalúa si el estudiante experimenta sentimientos de inseguridad, miedo, apatía para el trabajo con personas con consumo nocivo de alcohol, ya que esto dificulta la relación terapéutica. Incluye 17 ítems relacionados a la percepción, opiniones, sentimientos y actitudes relativas a brindar cuidado en salud a pacientes con trastornos relacionados al uso del alcohol.
La persona con trastornos relacionados al uso de alcohol. Características que atribuye el estudiante a la persona con consumo nocivo de alcohol, como el irrespeto, irresponsabilidad, carácter débil, falta de autocuidado y adherencia al tratamiento. Abarca 13 ítems referentes a las concepciones, percepciones, opiniones y actitudes relativas al paciente con trastornos relacionados al uso de alcohol. Los ítems expresan concepciones sobre las características propias de esa población.
El alcoholismo (etiología). Posibles causas del alcoholismo según el estudiante, como problemas familiares, sociales, psicológicos. Agrupa 10 ítems relativos a las percepciones sobre las motivaciones y causas para el uso de alcohol y el alcoholismo; se basa en la explicación bio-psicosocial para los trastornos relacionados al uso de alcohol y abarca ítems relativos a factores psíquicos, sociales, biológicos y morales; los cuales son atribuidos como causa del uso de alcohol y de los trastornos relacionados.
Las bebidas alcohólicas y su uso. Concepción del estudiante sobre el consumo de alcohol, puede verse como algo normal, como un derecho o una decisión personal, o puede pensar que se debe beber con moderación y tener control personal del consumo. Reúne nueve ítems que hacen referencia a opiniones y actitudes relativas a las bebidas alcohólicas y el derecho de las personas a beber.
Para el análisis estadístico de la información recolectada, se realizó una base de datos en los programas Microsoft Excel® y SPSS 22. Para comparar las cuatro dimensiones y el total del instrumento EAFAA en los dos países, se aplicó la prueba de U de Mann Whitney23.
Se siguieron los principios de justicia, autonomía, beneficencia y no maleficencia y se contó con los avales de los Comités de Ética de las respectivas instituciones educativas, se diligenció un consentimiento con cada uno de los participantes24. La investigación salvaguardó la identidad de los participantes, quienes contestaron el instrumento de manera anónima.
Resultados
Las características sociodemográficas de los dos grupos de Colombia y México dejan ver en ambos grupos el predominio de las mujeres con 67%, y 61%, respectivamente, el estado civil mayoritario fue el de soltero con 91% y 87% y la edad promedio de ambos grupos fue de 23 años. Se realizó una comparación entre los grupos, se confirmó que eran similares en cuanto a sus características sociodemográficas; posteriormente se evalúo si las variables de estudio presentaban una distribución normal a través de la prueba de Kolmogórov Smirnov23, se determinó que las dimensiones 1, 3 y 4 no la tuvieron, se rechazó entonces la hipótesis de normalidad de la distribución, debido a esta razón se decidió utilizar estadística no paramétrica para los análisis posteriores.
En la Tabla 1a, es posible apreciar que en el total de la escala y en tres de las cuatro dimensiones, en ambos países, se obtuvieron promedios que indican actitudes positivas (≥3.2), sólo en la dimensión 3 relativa a etiología del alcoholismo el promedio fue menor; en lo cuanto a las características de la persona con trastornos relacionados al uso de alcohol la diferencia de promedios alcanzó significancia estadística (p=0.003), aunque ambos promedios reflejan actitudes positivas, el promedio de los estudiantes de Colombia es mayor. Esta dimensión abarca ítems referentes a las concepciones, percepciones, opiniones y actitudes de los estudiantes relativos a la persona con trastornos relacionados al uso de alcohol, asuntos que están muy influenciados por la cultura del lugar donde se vive, por lo tanto, en cada país los estudiantes perciben a la persona de manera diferente en relación a atributos como la responsabilidad, fuerza de voluntad, competencias de autocuidado, adherencia al tratamiento y la capacidad de relacionarse.
1a. Promedio total | 1b. Sexo (Colombia) | |||||||
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Dimensiones del instrumento EAFAA | Colombia | México | P | Hombre | Mujer | P | ||
1 | El trabajo y las relaciones interpersonales con pacientes con trastornos relacionados al uso de alcohol | 3.6 | 3.6 | 0.544 | 3.6 | 3.6 | 0.883 | |
2 | La persona con trastornos relacionados al uso de alcohol | 3.5 | 3.3 | .003* | 3.4 | 3.6 | 0.331 | |
3 | El alcoholismo (etiología) | 2.8 | 2.8 | 0.568 | 2.8 | 2.8 | 0.368 | |
4 | Las bebidas alcohólicas y su uso | 3.3 | 3.3 | 0.904 | 3.5 | 3.3 | .025* | |
5 | Todas las dimensiones | 3.3 | 3.3 | 0.093 | 3.3 | 3.3 | 0.634 |
Prueba estadística: U de Mann Whitney. Intervalo de Confianza 95%; Significancia estadística <0.05
* P<.05
Se realizó la comparación de las dimensiones del instrumento EAFAA entre hombres, así como entre mujeres según el país, no hubo diferencias estadísticamente significativas, es decir que los estudiantes de enfermería en ambos países, independientemente de si son hombres o mujeres, tienen actitudes similares frente a las bebidas alcohólicas, el alcoholismo o las personas con trastornos relacionados al uso de alcohol en el momento de la atención. Sin embargo, en un segundo análisis desarrollado por cada país según sexo, sólo en los estudiantes de Colombia (Tabla 1b), se encontró una diferencia estadísticamente significativa (p=0.025) entre hombres y mujeres en la cuarta dimensión (bebidas alcohólicas y su uso), específicamente en la pregunta 16 del instrumento que corresponde a ¿beber alcohol en cualquier cantidad causará siempre dependencia? Los hombres presentan un mejor promedio que las mujeres, lo que refleja una actitud de mayor aceptación en el uso/consumo de alcohol.
En la comparación entre México y Colombia respecto a la pregunta de la encuesta sociodemográfica y académica ¿Ha recibido preparación para trabajar con personas que presentan trastornos relacionados al uso de alcohol y otras drogas? se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la primera dimensión trabajo y las relaciones interpersonales con pacientes con trastornos relacionados al uso de alcohol (p=0.045) (Tabla 2), quienes han recibido formación en el área tienen mejores actitudes de acuerdo a sus promedios, en cambio este promedio disminuye en quienes no han recibido dicha formación. Esta dimensión abarca las percepciones, opiniones, sentimientos y actitudes relativas a brindar cuidado en salud a pacientes con trastornos relacionados al uso de alcohol. Esta diferencia permite observar la relación existente entre la formación y cómo el estudiante se relaciona con la persona con consumo nocivo de alcohol, en donde la formación le ayuda al estudiante a disminuir el miedo, la inseguridad, la frustración y sentimientos negativos, y lo capacita para brindar un mejor cuidado y establecer una relación terapéutica, habilidades que no podrá desarrollar cuando la formación es limitada o nula.
Formación en el área de alcohol | ||||||
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Dimensiones del instrumento EAFAA | Colombia | México | P | |||
Si | No | Si | No | |||
1 | El trabajo y las relaciones interpersonales con pacientes con trastornos relacionados al uso de alcohol | 3.6 | 3.5 | 3.6 | 3.4 | .045* |
2 | La persona con trastornos relacionados al uso de alcohol | 3.6 | 3.4 | 3.3 | 3.3 | 0.152 |
3 | El alcoholismo (etiología) | 2.8 | 2.8 | 2.8 | 2.8 | 0.534 |
4 | Las bebidas alcohólicas y su uso | 3.3 | 3.4 | 3.4 | 3.3 | 0.684 |
5 | Todas las dimensiones | 3.3 | 3.3 | 3.3 | 3.2 | .037* |
Prueba estadística: U de Mann Whitney. Intervalo de Confianza 95%; Significancia estadística <0.05
* P<.05
En la Tabla 3 se identifica que para los estudiantes de México que participaron en la investigación, hay una diferencia estadísticamente significativa (p=0.034), entre la pregunta de la encuesta sociodemográfica y académica ¿El alcoholismo es una enfermedad? y la cuarta dimensión Las bebidas alcohólicas y su uso, que hace referencia a opiniones y actitudes relativas a las bebidas alcohólicas y el derecho de las personas a beber, esto puede deberse a que los conceptos propios del derecho a beber, ve la bebida como algo normal, apreciación de beneficio o perjuicio para la salud y el control personal, sobre su uso se relacionan directamente con la percepción del alcoholismo como una enfermedad autoinflingida, que está mediada por la fuerza de voluntad y el control de la persona sobre el consumo. De manera comparativa, para los estudiantes de Colombia que participaron, hay una diferencia estadísticamente significativa (p=0.032) en esta misma pregunta ¿El alcoholismo es una enfermedad? con la segunda dimensión correspondiente a La persona con trastornos relacionados al uso de alcohol, que hace referencia a las concepciones, percepciones, opiniones y actitudes relativas a la persona con trastornos relacionados al uso de alcohol, es decir, los estudiantes de Colombia difieren si el alcoholismo es una enfermedad o no, relacionándolo con las características de la persona con consumo nocivo de alcohol, como la responsabilidad, fuerza de voluntad, autocuidado, recaídas, adherencia al tratamiento y capacidad de relacionarse con otros. En los cuatro constrastes de variables que se presentan, el promedio más bajo y que corresponde a mala actitud, se presentó en la 3ª dimensión referida a etiología del alcoholismo.
Reconocimiento del alcoholismo como una enfermedad | |||||||
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Dimensiones del instrumento EAFAA | Colombia | México | |||||
Si | No | P | Si | No | P | ||
1 | El trabajo y las relaciones interpersonales con pacientes con trastornos relacionados al uso de alcohol | 3.6 | 3.6 | 0.415 | 3.6 | 3.6 | 0.604 |
2 | La persona con trastornos relacionados al uso de alcohol | 3.5 | 3.8 | .032* | 3.3 | 3.4 | 0.365 |
3 | El alcoholismo (etiología) | 2.8 | 2.8 | 0.567 | 2.8 | 2.9 | 0.956 |
4 | Las bebidas alcohólicas y su uso | 3.3 | 3.5 | 0.648 | 3.4 | 3.0 | .034* |
5 | Todas las dimensiones | 3.3 | 3.4 | 0.175 | 3.3 | 3.2 | 0.846 |
U de Mann Whitney. Intervalo de Confianza 95%; Significancia estadística <0.05
* P<.05
Además de los análisis anteriores también se realizó la comparación de la pregunta académica ¿Ha tenido experiencia con personas con trastornos relacionados al uso del alcohol? en donde se observa que para ambos países la actitud cambia si han tenido o no experiencia, pero no se identificaron diferencias estadísticamente significativas entre los países.
Discusión
Las actitudes de los estudiantes entre los países evaluados mostraron diferencias en la segunda dimensión, estos resultados se explican, ya que las actitudes varían considerablemente por el contexto de desarrollo social y cultural entre las dos poblaciones. Este tema ha sido abarcado en diferentes estudios como en el artículo Estoy sola: la experiencia de las enfermeras en el cuidado del usuario de alcohol y drogas, donde a través de un estudio fenomenológico caracterizan a la persona que abusa del consumo de alcohol y es percibida como un usuario difícil, que justifica el consumo buscando pasar dificultades, evadir la realidad y calmar la angustia, lo catalogan en que disfruta el momento y pone poco esfuerzo para su recuperación; estas concepciones varían en función del grupo estudiado, de la formación y experiencias previas en el tema25.
Se encontró que para los estudiantes de Colombia hay una diferencia significativa entre hombres y mujeres, específicamente en la pregunta 16 que corresponde a ¿Beber alcohol en cualquier cantidad causará siempre dependencia?, los varones tienen actitudes más positivas que indican una tendencia más permisiva hacia el consumo de alcohol, esto puede deberse a que el consumo de sustancias psicoactivas es mayor en hombres de 18 a 24 años en la población colombiana, según el reporte de drogas de Colombia 2016, lo cual puede llevarlos a tener una conducta de mayor aceptación en comparación con las mujeres26; estos resultados concuerdan con el estudio realizado por Rocha et al., con estudiantes de pregrado de enfermería en el cual encontraron que el 55% de estos ve el consumo de alcohol como algo normal, y 54% están en desacuerdo de que cualquier cantidad de alcohol puede causar dependencia, sin embargo, no hace una especificación por sexo de esta variable. Los hallazgos en el grupo colombiano, probablemente pueden atribuirse a creencias culturales de la población masculina de una normalidad en el consumo que no causa dependencia. Es importante tener en cuenta que las creencias culturales previas son un componente importante en la formación de actitudes27.
En las siguientes dimensiones no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los dos países, no obstante, se rescatan aspectos importantes al realizar el análisis de las preguntas sociodemográficas y académicas y su relación con las dimensiones. Por ejemplo en la pregunta ¿Ha recibido preparación para trabajar con personas con trastornos relacionados al uso de alcohol y otras drogas? se relacionó con la primera dimensión “trabajo y las relaciones interpersonales con pacientes con trastornos relacionados al uso de alcohol”. Este hecho refleja que existe una diferencia entre la repercusión que tiene el nivel de formación entre los dos países y que se evidencia en la relación que se genera entre el estudiante de enfermería y los pacientes con este tipo de trastornos. Lo que concuerda con el estudio de Vásquez y Pillon, en 2005 en Colombia, concluyen que la formación es fundamental para brindar atención a las personas con problemas de alcoholismo28.
Las experiencias en cuanto a la relación entre la formación y desempeño con los pacientes en el estudio efectuado por Rocha et al., en estudiantes de pregrado de enfermería, revela que hay un predominio de neutralidad y actitudes negativas relacionadas con la formación frente a este tipo de pacientes27, aunque ello difiere del contexto en el que se desarrolla la investigación. La formación y preparación de los estudiantes de enfermería, para el abordaje de los pacientes con trastornos relacionados al alcohol es un aspecto fundamental y necesario para que se logre generar una actitud positiva, con la cual se alcancé una interacción y un cuidado adecuado, tal como es propuesto en estudios realizados por Vargas et al., en 201029, donde se estudia esta problemática, que revelan la gran necesidad y repercusión de los niveles de formación en el cuidado.
Para México, hay una diferencia estadísticamente significativa en relación de la pregunta sociodemográfica ¿El alcoholismo es una enfermedad? con la cuarta dimensión correspondiente a Las bebidas alcohólicas y su uso: que hace referencia a opiniones y actitudes relativas a las bebidas alcohólicas y el derecho de las personas a beber. Para Colombia, la diferencia se encontró en la misma pregunta, sin embargo, se relacionó con la segunda dimensión correspondiente a La persona con trastornos relacionados al uso de alcohol: que hace referencia a las concepciones, percepciones, opiniones y actitudes relativas al paciente con trastornos relacionados al uso de alcohol.
De lo anterior se puede discernir que el grupo de estudiantes de México relacionan el hecho de enfermedad con el libre albedrío de cada quien, para beber en exceso o no, por tanto, pueden conceptualizar el alcoholismo como una enfermedad autoinfligida, esta concepción tendrá una gran repercusión en el cuidado, ya que pueden verla como una enfermedad evitable y se buscará el cuidado del cuerpo en esencia y dar tratamiento solamente a los síntomas físicos.
Para el grupo colombiano si el alcoholismo es una enfermedad o no se relaciona con el carácter y la personalidad de quien consume, con la dimensión psicológica, puede ser positivo a la hora de brindar el cuidado, además tomar en cuenta esta dimensión e intervenir en ella, o negativo si por el contrario se piensa que por tener un componente tan profundo en la conducta humana estas personas no se pueden recuperar, o que no se cuenta con las herramientas terapéuticas necesarias para ayudar a la persona.
Vargas et al. en el 2010, relatan en su estudio debido a la formación médica que tienen los enfermeros, los cuidados brindados a este tipo de pacientes muchas veces se dirigen a controlar los síntomas físicos dejan de lado el componente psicológico, esto discrepa con los hallazgos en Colombia, ya que el 85% de este grupo consideran el alcoholismo una enfermedad, pero lo relacionan en gran medida con el carácter, personalidad y aspectos mentales de la persona30.
Finalmente, el que los promedios más bajos para las actitudes de los estudiantes de ambos países se ubiquen en la dimensión de la etiología del alcoholismo, indica una necesidad apremiante de mayor formación en esta área.
Conclusiones
Un mayor nivel de formación en el campo de atención a las personas con trastornos relacionados al uso de alcohol contribuye a la generación de actitudes más positivas ante estos pacientes.
Trabajar con las actitudes del personal de salud es un reto, pues puede determinar el actuar del profesional en un escenario, por tanto, es necesario enfatizar en una formación de calidad que brinde herramientas a los estudiantes para que se desempeñen adecuadamente en el mundo laboral.
Dentro de las limitaciones del estudio se encuentra la baja disponibilidad para responder a la invitación de los estudiantes por compromisos académicos y personales, lo cual se refleja en el porcentaje de respuesta.
La presente investigación aporta al conocimiento de enfermería debido a que muestra en qué dimensiones la actitud puede afectar el trato brindado al paciente, cómo esta relación puede mejorarse a través de la formación en el área y de experiencias exitosas. Da algunos elementos de juicio de cómo se está ofreciendo la formación en el área del profesional actualmente en dos universidades de América Latina, ya que es un pilar para proponer la inclusión de formación en el área para los estudiantes de enfermería. Asimismo, el presente estudio puede ser base de otros estudios comparativos sobre las actitudes de los estudiantes frente al alcohol, el alcoholismo y las personas con trastornos relacionados al uso de alcohol para reafirmar o reconsiderar los resultados obtenidos.
Por otra parte, gracias a la epidemiología del consumo de alcohol, se puede denotar que cualquier profesional de enfermería puede encontrarse en su práctica cotidiana con una persona con problemas de consumo de alcohol, esta investigación ratifica la necesidad de reconocer las particularidades que cada persona trae consigo al acto de cuidar; el brindar cuidados de forma integral, atender las necesidades físicas, emocionales, espirituales y demás que no estén satisfechas en este grupo de personas, puede ser modulado a través de la educación y los procesos formativos, así como la cultura de la cual se procede.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Declaran que en este artículo no aparecen datos de estudiantes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los sujetos referidos en el artículo.
Financiamiento: Convocatoria para proyectos de investigación de la Vicerrectoría de Investigación sede de la Universidad Nacional de Colombia, al macro proyecto Alcohol y otras drogas: consumo actitudes y desafíos. Convocatoria 2016-2017 del que se originó este estudio.
Conflicto de intereses. Los autores declaran no tener conflicto de intereses