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Península

versión impresa ISSN 1870-5766

Península vol.19 no.1 Mérida ene./jun. 2024  Epub 04-Jun-2024

https://doi.org/10.22201/cephcis.25942743e.2024.19.1.87301 

Presentación

Presentación. Experiencias migratorias en el caribe, siglos XVII-XX

María Fernanda Valencia Suárez1 

Antonino Vidal Ortega2 

1Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, fernanda.valencia@cephcis.unam.mx.

2Centro de Estudios Caribeños de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. República Dominicana, antoninovidal@pucmm.edu.do.


Durante los siglos XVII al XX, las migraciones hacia el Caribe conformaron el perfil social, político y económico de la región. Miles de migrantes -europeos, asiáticos, africanos y americanos de otras regiones del continente- buscaron en tierras caribeñas escapar a la persecución religiosa y política, dejar atrás el estigma social, ser libres, empezar de nuevo, enriquecerse, ascender, en fin, mejorar sus condiciones de vida. Este número especial de la Revista Península reflexiona en torno a esas experiencias migratorias -el contexto en el que sucedieron, sus particularidades, sus repercusiones y efectos, etcétera-, con el fin de enriquecer nuestra comprensión de las sociedades caribeñas, y de los múltiples vínculos que las unen con otras regiones americanas, europeas y asiáticas, pero, sobre todo, que las relacionan entre sí. En este sentido, con el presente dosier esperamos contribuir a un mayor entendimiento de la historia compartida de la región.

El Caribe estuvo habitado originalmente por muchas etnias diversas. En las islas vivían los arahuacos -tainos en las Antillas Mayores y Bahamas; los nepoyas y suppoyos en Trinidad y los iñeris en las Antillas Menores- y los caribes -que habían llegado a las Antillas menores desde la costa de América del Sur-; y en el continente -lo que es hoy la península de Yucatán, Centroamérica y el norte de Sudamérica-, había distintos grupos mayas, así como xincas, lenca, chibchas, sumu-miskitos, nahuas y los diferentes pueblos cunas del Darién y los wayuu de lo que se denominó la Tierra Firme, actuales costas de Colombia y Venezuela. En los siglos anteriores a la llegada de los europeos, estos pueblos, ligados al mar, llevaron a cabo diversas migraciones poblacionales: algunos mayas -itzaes, quichés y cakchiqueles- expandieron su territorio en el siglo xv (Hall y Pérez 2003,

61 y 65), y pueblos nahuas llegaron a la región desde el norte de Mesoamérica (hoy Valle de México).

En 1492, el “descubrimiento” de un nuevo continente por Cristóbal Colón dio paso al inicio de la migración proveniente de Europa y África al Caribe, facilitada por el Imperio Español. El Caribe se erigió entonces como una región estratégica para la exploración y conquista del resto del continente. Los primeros migrantes europeos fueron quizás los 39 españoles que dejó Colón en el fuerte de Navidad, en la costa norte de La Española (hoy República Dominicana) durante su primer viaje. A ellos les seguirían muchos más -conquistadores, misioneros, mercaderes y aventureros de todo tipo- españoles y de otras nacionalidades, junto con piratas, comerciantes, plantadores, naturalistas y exploradores. El Caribe fue el escenario de las primeras disputas imperiales entre España, Inglaterra, Holanda y Francia por las riquezas americanas.

Para la segunda mitad del siglo xvii varias naciones europeas estaban establecidas en la región, y la población originaria había sido exterminada o subyugada casi en su totalidad. En las islas, los tainos fueron aniquilados y los caribes que quedaron se desplazaron huyendo de los europeos; en el Caribe continental, algunos pueblos fueron conquistados, otros cooperaron en sus propios términos y otros huyeron a las montañas o hacia el interior. Para suplir la mano de obra necesaria para el desarrollo de las colonias europeas, comenzaron a transportarse europeos y más tarde, de forma forzada, grandes grupos de africanos esclavizados. Así pues, la movilización humana, voluntaria y forzada, entre el Caribe y el resto del mundo fue voluminosa y en ella estuvieron involucrados muchos actores.

En el siglo XIX, el reacomodo de los límites geográficos y las luchas por la independencia, causaron importantes oleadas de inmigración a la región y desde aquí a otros lugares. En los siglos xix y xx ocurrió un desplazamiento de trabajadores en búsqueda de empleos y de mejores condiciones laborales, y se convirtió en una época signada por la aparición de las bananeras y de la construcción de grandes infraestructuras como el canal de Panamá y los ferrocarriles y que por primera vez estuvo marcada por numerosas migraciones intracaribeñas. En el siglo XX, el surgimiento del turismo, así como el auge del petróleo y el narcotráfico detonaron la movilidad poblacional. Desde entonces, hubo periodos en los que la creciente demanda de mano de obra en América del Norte y, en menor medida, en Europa, abrió nuevas posibilidades para los caribeños. Sin embargo, también la violencia, las guerrillas, los desastres naturales y la pobreza han dejado a muchos habitantes de algunas regiones del Gran Caribe, en las islas y en el continente sin otra opción que abandonar su hogar y migrar. Este dosier se aproxima a casos específicos sobre las migraciones al, en y desde el Caribe, con un enfoque amplio que va desde el siglo xvii hasta finales del XX.

Consideramos que, aunque los conceptos de “migrante” y “migración” no surgieron sino hasta el siglo XIX, estos términos son hoy la mejor forma de referirnos a quienes, desde siglos anteriores y hasta ahora, han dejado su tierra de origen de forma voluntaria o involuntaria, temporal o permanente, por cualquiera que sea el motivo. Con esto en mente, nos hemos concentrado en el estudio de migraciones en el Caribe, considerándolas movimientos de población o “desplazamiento geográfico de individuos o grupos” hacia, desde y en la región.

Hasta ahora en la historiografía, algunos grupos migratorios y sus experiencias han recibido mayor atención que otros. Este dosier da a conocer experiencias migratorias que han sido poco estudiadas y que, sin embargo, dejaron una huella significativa en la región caribeña, y que incluyen grupos tan diversos como escoceses, catalanes y otros españoles (particularmente los no castellanos ni andaluces), árabes, mujeres que migraron solas, élites blancas y esclavos europeos. Además, se incluyen fenómenos muy interesantes como la migración de los habitantes de un territorio caribeño controlado por un imperio a un territorio vecino controlado por otro imperio, o de ciertos grupos al interior de un mismo imperio cruzando el Atlántico en distintas direcciones. Asimismo, este conjunto de artículos ofrece al lector una aproximación a las diversas estrategias usadas -según el caso de cada grupo migracional- ya fuera para la supervivencia, la asimilación, la aculturación, la preservación cultural, el distanciamiento o acercamiento social, o la participación en las esferas de poder político y económico. Se observa también, la relación de cada grupo con otros colectivos poblacionales a corto, mediano y largo plazo.

Sin duda, todas las investigaciones que aquí se presentan ofrecen, desde la perspectiva de la migración, una mirada novedosa sobre regiones pertenecientes o temas relativos al Caribe, incluso sobre aquellos que han sido más trabajados; como las economías de plantación y de extracción, las rivalidades imperiales y el comercio de población esclavizada proveniente de África. Este último tema -el referente a la esclavitud- sale a relucir en mayor o menor medida en la mayoría de las contribuciones, sin duda es un hecho sin el cual no es posible comprender la historia del Caribe, que ha dejado una dolorosa e imborrable marca en la historia de todos los involucrados y que, a la vez, ha llenado a la cultura caribeña de riquezas inmensas.

En fin, quienes contribuimos a este dosier esperamos que, al asomarnos al pasado colonial caribeño, al pasado más reciente, y a algunos problemas que persisten hoy en día en la región, podamos sembrar en el lector una chispa de curiosidad y reflexión, una luz que permita un mayor discernimiento sobre el Caribe y motive la construcción de un mejor presente para todos los que vivimos en la región, así como para los que hoy -en todo el mundo- buscan oportunidades y un mejor futuro a través de la migración.

Bibliografía

Hall, Carolyn y Hector Pérez Brignoli. 2003. Historical Atlas of Central America. Norman: University of Oklahoma Press. [ Links ]

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