“No hay documento de cultura que no sea a la vez un documento de barbarie.”
Walter Benjamin (1892-1940), Tesis VII de las Tesis sobre la Historia.
Se suele considerar que el juicio a Maurice Papon (1910-2007)1, cuadro político paradigmático de la colaboración, cerró una cierta confrontación con Francia con el pasado cercano y vergonzoso de la Segunda Guerra Mundial. Hubo que esperar una circular ministerial del Primer Ministro francés del 3 de octubre 1997, y eso a pocos días de iniciar el juicio en contra de Papon, para que Francia flexibilizará las reglas de consulta de los documentos relativos al periodo 1940-1945, recordando así que es un deber de la República perpetuar la memoria de los acontecimientos que se desarrollaron en esa época turbia de la historia.
Desde el 2011, La Federación Rusa decidió emprender un esfuerzo sin precedente, en esta misma dirección, con la digitalización de los documentos capturados por las tropas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial. El presidente de la Duma de la Federación Rusa Sergej J. Naryschkin, por otrosí encargado de la dirección del consejo de coordinación del proyecto, declaró recientemente, en ocasión del 70° aniversario de la victoria sobre el nazismo, que este proyecto fruto de la colaboración de historiadores alemanes y rusos “ha sido necesario para impedir la revisión de la Historia.”2 El presente artículo busca presentar unos archivos cuya puesta en línea está pensada para que cualquiera los pueda consultar, con la intención de colectivizar, de cierta manera, la escritura pero también el deber de memoria. Primero, presentaré aquí el archivo y luego algunos documentos referentes a América Latina que se encuentran en este fondo.
Los documentos trofeo
El trabajo sobre los archivos que cubren este periodo de la Unión Soviética no es tan novedoso. Empezó realmente a raíz del derrumbe de la Unión Soviética en 1991, y la paulatina apertura de la posibilidad de investigación en los archivos soviéticos para los investigadores occidentales. Una primera generación de pioneros como Bernhard H. Bayerlein,3 Mothes Jürgen o Waack William,4 se enfrentaron a un trabajo complicado, que a veces revestía todas las apariencias de un verdadero trabajo de Sísifo, para adentrarse en los dédalos de los archivos de la Comintern. Escribo dédalos en plural porque el problema no era solamente entender una lógica archivística hasta diferente, sino que representa también todo un reto lingüístico por la cantidad de idiomas utilizados en las actas.5 En los años 2000, empezaron a publicarse varios libros, resultado del trabajo sobre los archivos soviéticos como los de Daniela Spencer en el caso de México,6 Uliánova Olga y Alfredo Riquelme Segovia en el caso de Chile,7 así como los de los investigadores rusos Liázar y Víctor Jéifets.8
Pasaron unos veinte años desde entonces. La heredera de la URSS, la Federación Rusa, empezó en el 2011 un proyecto de digitalización de los documentos alemanes guardados en los archivos rusos. Como consecuencia de la victoria de los países integrantes de la coalición contra el Eje, varias actas y archivos del Tercer Reich cayeron durante y después de la Segunda Guerra Mundial en las manos de diferentes países. La URSS, que fue el principal artesano de la derrota definitiva de la Alemania nazi con la poco precipitada caída de Berlín el 8 de mayo de 1944,9 puso la mano sobre una suma considerable de documentos, los llamados “documentos-trofeo”. Son los mismos documentos que aparecen en la escena del desenlace final de La infancia de Iván (1962) del director soviético Andréi Tarkovsky (1932-1986), donde se ve a Galtsev, joven teniente del Ejército Rojo, recoger en el suelo de lo que uno adivina como el edificio berlinés de la Gestapo, carpetas con fotografías, cuando de repente aparece en la portada de una de esas carpetas la cara del joven Iván, prueba del destino final del niño, partisano ejecutado en las mazmorras nazis.10
El proyecto ruso-alemano de digitalización de esos documentos alemanes, presentes en los Archivos de la Federación Rusa, se encuentra en línea para cualquier investigador del tema o él que quiera curiosear y darse un chapuzón en la historia del siglo corto como lo llamó el historiador inglés Erik J. Hobsbawm.11 Los participantes del proyecto son la Agencia de Archivage Federal, el Ministerio de la Defensa de la Federación, la Asociación de Historia Rusa como el Instituto Histórico Alemán de Moscú y la Fundación Max Weber. Cabe subrayar que la colaboración entre los dos países cubre también otro aspecto que es la ubicación de los bienes culturales sustraídos a unos 154 museos rusos por el ejército nazi.12
Los documentos presentados y los que faltan, —hay que subrayar que el proyecto está en proceso y se evalúa que estaría terminado en el 2018—, se encuentran dispersos en varios archivos federales de Rusia: el Archivo Estatal de la Federación Rusa (GARF), el Archivo Estatal Ruso de Historia Social y Política (RGASPI),13 el Archivo Militar Estatal de la Federación Rusa (RGVA) y el Archivo Central del Ministerio de la Defensa de la Federación Rusa (CAMO). Las miles de páginas puestas a disposición se agrupan en tres bloques temáticos diferentes. El primero, sobre el cual volveremos más adelante en detalle es el Dokumentensammlung der deutschen Geheimpolizeien und Nachrichtendienste 1912-1945, es decir, la colección de documentos de la policía secreta alemana y el servicio secreto 1912-1945. El segundo es la Deutsche Beuteakten zum Zweiten Weltkrieg im Zentralarchiv des Verteidigungsministeriums der Russischen Föderation (CAMO). Originalmente eran archivos trofeo de guerra de las fuerzas armadas de la URSS que fueron integrados, a partir de los años 60, en el Archivo Central del Ministerio de la Defensa de la Unión Soviética. Es tal vez el archivo el más importante de los tres con 28 000 expedientes y cerca de 2 a 2,5 millones de hojas. Parte de los documentos fueron recuperados en el calor de las batallas o cuando la Wehrmacht intentaba destruirlos para que no cayeran en manos enemigas. De allí que se pueda ver las marcas del fuego en ciertos documentos. Todos estos documentos no habían estado hasta ahora a disposición de los investigadores sobre la Segunda Guerra Mundial, lo que en parte justifica la decisión de ponerlos en línea, en acceso libre y sin costo.
La tercera colección consultable es la Deutsche Dokumente zum Ersten Weltkrieg que agrupa documentos alemanes de la Primera Guerra Mundial. Menos importantes que la anterior, es comparable en tamaño, con 500 tomos de documentos, a la primera colección que reúne 458 tomos. Fue entregada al CAMO entre 1953 y 1961 por la Administración de la Ciencia Militar del Ministerio de la Defensa de la URSS y el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la URSS. La colección se compone de unas 36.000 hojas de actas del Estado Mayor General, el Alto Mando del Ejército, diferentes niveles de órdenes y unidades del Ejército, del Ministerio de la Guerra de Prusia, del Ministro del Interior del Reich y de otras administraciones. Gran parte de la documentación es fechada entre 1910 y 1919, y la calidad y la diversidad de la documentación son impresionantes, contando con diarios personales, reportes de guerras, estados financieros, entre otros.
La colección de documentos de la policía secreta alemana y los servicios de inteligencia
Ahora regresamos a la primera colección aludida, la que más nos interesa como latinoamericanistas: la que se encuentra en el Archivo Estatal Ruso de Historia Social y Política o RGASPI.14 Este acervo representa una colección de actas y documentos que originalmente fueron ordenados en los archivos administrativos del Reich alemán, de Austria, Francia y Polonia. Al final de la Segunda Guerra Mundial todos esos documentos fueron transferidos de Alemania a la Unión Soviética donde fueron traspasados, entre los años 40 y 60 del siglo pasado, por el Comité Central del Partido Comunista de la URSS al Archivo Central del Partido, que hoy en día más conocido como RGASPI. Las actas entregadas provenían del Archivo Central Estatal Especial de la Haute Administración del Archivo del consejo de ministros de la URSS, la División General del Comité Central del Partido Comunista de la URSS y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la URSS.
La gran parte del material está conformado por material de la Policía Secreta (Gestapo)15 y de los servicios de inteligencia alemanes, franceses, austriacos y polacos principalmente. Se enfocan en la observación de las actividades de la Comintern o Internacional Comunista (IC), las actividades de los partidos socialdemócratas así como organizaciones de la juventud, sindicatos, así como los movimientos de oposición al fascismo en diferentes partes del mundo. Cubren tres periodos de la administración alemana: el final del Segundo Imperio (1871-1918), la República de Weimar (1919-1933), el régimen nazi (1933-1944). Ciertos informes tratan de individuos específicos, como el dirigente comunista Ernst häleman (1886-1944),16 que pertenecen a las organizaciones o movimientos vigilados por su naturaleza política.
Por una parte, la primera impresión que uno se lleva es que hay una continuidad policiaca en la administración de la policía secreta entre Weimar y las labores de la Gestapo nazi, lo que confirman los estudios sobre el tema.17 Queda claro, a la luz del archivo, un hecho demasiado olvidado, en buena medida por el trato mediático que se da al nazismo en general que se concentra en ciertos aspectos como el holocausto: el principal y único enemigo político del nazismo es el movimiento comunista. Los nazis entendieron en un principio a comunistas los integrantes de la III° Internacional para después ir aplicando las teorías jurídicas de Carl Schmitt (1888-1985) sobre la definición de lo político como una línea de separación entre amigos y enemigos.18 Lo que hizo bascular con el tiempo todo oponente al fascismo en la metacategoria de comunista. Así pasa con muchos perseguidos, pienso por ejemplo en Ernesto Kroch (1917-2012),19 que lo son, no por su pertenencia a la comunidad judía, sino por su militancia comunista. La toma del poder por los nazis en 1933 conllevó una brutal destrucción de la organización de la clase trabajadora. Se estima que a finales de 1933 entre 150 000 y 200 000 izquierdistas fueron víctimas de arrestos y que entre 1933 y 1945 fueron no menos de 20 000 comunistas alemanes que fueron brutalmente asesinados.20 Por otra parte, se adivina la vida del archivo, su conformación el seguimiento de temas casi obsesivo y que el acervo al cual tenemos acceso es, en sí, el resultado del azar. Podemos consultar lo que sobrevivió a la destrucción de los funcionarios nazis y a la destrucción de la cuidad de Berlín. Por lo tanto, estamos más frente a un archivo puntillista y hasta impresionista, que nos da una imagen de la nebulosa cominternista tal cual la percibían los servicios secretos, que frente a un archivo kakaiano puntual y metódico como nuestro imaginario lo esperaría.
Los que trabajaron con los archivos del movimiento comunista internacional saben que uno de los desafíos es lingüístico. Aquí también nos enfrentamos al reto “internacionalista” con documentos en no menos de 15 idiomas: chino, danés, alemán, inglés, francés, italiano, holandés, noruego, portugués, ruso, sueco, serbio, español y checo. Hay que subrayar la extrema riqueza iconográfica y documental del acervo con panfletos, revistas, entre otros, material de primera mano del movimiento comunista y la resistencia al nazismo que a duras penas hubieran sobrevividos las condiciones de la clandestinidad y de la represión, si no fuera en un archivo de tal naturaleza policiaca y panóptica.
La presencia de muchas piezas me deja sin embargo pensativo. Si uno entiende que la lista de los nombres y fotos de los agentes polacos de la ic identificados por el gobierno polaco hayan ido a parar en el archivo después de la derrota de Polonia,21 la presencia de muchos documentos del Deuxième Bureau22 francés es muy extraña como en el caso del informe sobre los intentos para apresar a Georgi Dimitrov (1882-1949)23 entre 1935 y 1938, el cual posiblemente según las fuentes francesas, después de una estancia en Paris, donde “eventualmente hasta iba a tomar contacto con el movimiento trotskista”,24 se hubiera pasado a Barcelona. Si los documentos llegaron a manos alemanas después de la derrota, en todo caso habían perdido de su actualidad en 1940. Su muy poco interesante contenido, básicamente el reporte de la observación de los aviones llegando al aeropuerto del Bourget,25 no explican que hubieran sido confiscados y mandados a Berlín. A menos que, esos mismos documentos, hayan integrado el archivo de la policía secreta alemana, mucho antes de que la administración de París pasara en manos de las fuerzas de ocupación alemanas de la Kommandantur.
América Latina y la Península Ibérica en los archivos trofeo
Sorpresivamente encontramos varios documentos que tienen una relación con América Latina y la Península Ibérica. El cuadro, presentado a continuación, enlista las actas donde se pueden encontrar estos documentos. Fue hecho a partir de las herramientas de indexación de los documentes presentes en el sitio web.26
Países | Número de ocurrencias | Número de las Actas |
---|---|---|
España | 29 | 120,154,159,179, 186, 204,211, 216, 226, 240,241, 243, 250, 252, 256, 263, 264, 275,284, 311, 315, 318, 325, 340, 344, 381, 382, 383, 412 |
Portugal | 6 | 58,145,218,219,220,221 |
Brasil | 9 | 124, 164-170, 243, 283 |
México, Guatemala | 3 | 281,284,420 |
Jamaica, Trinidad, Barbados | 1 | 206 |
Cuba | 1 | 283 |
Venezuela, Argentina, Chile | 1 | 281, 144 |
Una lectura rápida de los datos podría resultar un poco engañosa y habría que matizarla. Primero, habría que efectuar un corte temporal. La gran parte de los documentos señalados son posteriores a la llegada de Adolf Hitler en el poder (1933) y a la consiguiente ayuda a los gobiernos ideológicamente emparentados como el Portugal de António de Oliveira Salazar (1889-1970) o la España franquista. Pareciera obvio que los resultados que conciernen a España son, a primera vista, los más numerosos y relejan la participación germánica al conflicto de la Guerra Civil Española (1936-1939) básicamente por medio de la Legión Cóndor. Pero al observar de más de cerca los documentos, muchos son relaciones de movilizaciones o apoyos al bando republicano en otros países. Los documentos relacionados con España no tienen que ver realmente con el conflicto pero con el final de éste y los primeros meses de la España nacionalista vencedora.
Brasil debe su segunda posición más que todo al caso de la militante comunista de origen judía, Olga Gutmann Benário (1908-1942), esposa del líder comunista brasileño el cavaleiro da Esperança Luiz Carlos Prestes (1898-1990). Olga Benário fue arrestada después del intento de golpe (1935) contra Getúlio Vargas (1882-1954) y fue expulsada por el gobierno brasileño hacia Alemania y entregada a la Gestapo. Después de dar a la luz en la cárcel a su hija, la historiadora Anita Leocadia Prestes,27 fue internada en el campo de concentración de Ravensbruck y ulteriormente en Bernburg donde fue víctima del programa T4 en 1942.28 De las nueve actas donde hay documentos relacionados con Brasil, 7 actas enteras tienen que ver solamente con el caso Benário. Por el volumen de los documentos y el seguimiento serial de los mismos, es seguramente el tema más interesante presente en los archivos trofeos.
Llama la atención, en cambio, la inexistente información en los archivos del caso del Salvador, quien con la supuesta insurrección comunista de 1932 bien hubiera podido igurar o el caso de la dictadura de corte fascista de José Félix Uriburu (1868-1932) en Argentina o la de José Luis Grabiel Terra (1873-1942) en Uruguay.29 El caso del Cono Sur está subrepresentado si tomamos en cuenta los esfuerzos del Reich para organizar “nacionalsocialistamente” la población alemana que había emigrado a esta parte de América Latina o el peso que adquiere Brasil para el Tercer Reich.30
Algunas piezas sueltas
A continuación presentaremos algunos documentos que nos parecieron interesantes por su contenido y que desvelan el interés por el comunismo, al nivel internacional y más específicamente en América Latina, por parte de los diferentes servicios alemanes. Los archivos cubren un periodo de tiempo anterior a la toma del poder por el NSDAP en Alemania. Por lo tanto podemos encontrar información relacionados a la IC y sus organizaciones satelitales. Sin embargo, preferimos presentar algunos documentos de los servicios consulares que nos permiten explorar e interrogar hermenéuticamente estos documentos que hay que interrogar desde el acto ilocutivo y perlocutivo que representan los enunciados.
Con el primer ejemplo, nos proyectamos directamente en 1936 y con el régimen nazi que sigue, interesado, la actividad comunista en América Latina. Damos a continuación la transcripción y la traducción31 entera de un documento del servicio diplomático alemán.
Qué tan serio el gobierno de Guatemala ve el peligro comunista que proviene de México, se desprende de que un emisario comunista, que estaba en camino hacia El Salvador y Uruguay ha sido sorprendido en posesión de 38 000 dólares, y ha sido fusilado después de un “procedimiento” [Vorfahren]. En la opinión pública no se supo, nada se ha dado a conocer. Según comunicaciones por partes informadas, el consulado mexicano y unos judíos apoyan en Centroamérica a los agentes comunistas.32
Una pieza suelta, —es la única referente a Guatemala— que resulta hasta extraña y levanta varias interrogaciones. Primero, llama la atención de la poca lógica de viaje del supuesto emisario. El Salvador, en plena dictadura de Maximiliano Hernández Martínez (1882-1966) y con un movimiento comunista aniquilado en 1932, no tiene mar en el Caribe para pasar directamente a Uruguay. Faltaba en todo caso una etapa en el viaje, lo que vuelve sospechosa la pretendida función de emisario. Segundo, la palabra Vorfahren33, seguramente es un eufemismo utilizado para fusilado sin juicio. No se utiliza la palabra correspondiente en alemán que se utilizaría para proceso. ¿Por qué el gobierno guatemalteco no vuelve público el caso? Hubiera sido una excelente oportunidad propagandística para poner al descubierto las actividades del comunismo internacional y hablar del oro de Moscú ¿Fue para quedarse con el dinero? ¿En base a qué la víctima se denuncia como comunista? El funcionario alemán se regocija que ciertos sectores políticos o influyentes, lastimosamente no aludidos, vislumbran el consulado mexicano como fuente de apoyo al comunismo en Centroamérica.34 En cuanto a la presencia de una comunidad judía en el país, debemos interrogarnos frente a la percepción de la realidad por parte de las elites, a menos que esa visión sea el fruto de la intoxicación producida por un funcionario que busca justificar actividad en una parte del mundo, que había ganado un interés geoestratégico para Alemania y el capitalismo germano. No es ninguna casualidad que uno de los primeros capítulos del NSDAP en el extranjero se haya organizado en el verano de 1931, justamente en Guatemala, bajo la férula de Otto Langmann (1898-1956).35
El siguiente documento hace eco al precedente.36 En efecto, vemos la preocupación por parte de la embajada alemana para seguir la conformación de un sector anticomunista en la elite chilena. Se trata de una comunicación confidencial de la Embajada alemana en Santiago de Chile del 4 de mayo de 1936:
Manda un embajador la copia de un informe que le fue compartido escrito por el embajador de Chile en Londres sobre el comunismo en LA [América Latina]. La información viene de un impreso en Ginebra. El escrito fue compartido por una carta circular confidencial de los círculos económicos interesados. El contenido no lleva grandes cosas nuevas pero demuestra el aumento de interés por parte de ciertos sectores sobre el peligro que sienten que les amenaza. Varios acontecimientos como los agravios a la bandera chilena (no solamente los reportados en el primero de mayo) muestran que tanto la propaganda se ésta desarrollando.
Es interesante en este contexto, que el presidente Alessandri, en ningún momento enemigo de los franceses, en su visita del primero de mayo en relación con la alianza franco-rusa me dijo que los franceses están locos. Se lo hubiera dicho también al representante francés. Von Schoen.
Resulta irónico que el folleto, conseguido en Suiza, haya sido seguramente obra de la Entente internationale anticommuniste (EIA) o Entente internationale contre la III° Internacionale, un oficina de propaganda internacional fundada en Ginebra en 1924 y financiada tanto por gobiernos (alemán, italiano…) como por particulares.37 Desde la primavera de 1925, la sección española de la EIA empezó a difundir noticias. Aunque lo más seguro, es que las elites chilenas afrancesadas tuvieron un acceso directo a numerosas publicaciones en francés de la EIA. En fin de cuenta, el propio trabajo propagandístico anticomunista afectó a los propios servicios consulares cuyo gobierno de tutela pagaba la producción de tal material.
Existen muchas más pruebas de la vigilancia paranoica del movimiento comunista por parte de las instancias nazis en el mundo entero. La publicación Narichtendienst der Antikomintern “informa” sobre las actividades de la izquierda cominternista en el mundo entero. En su número del 25 de febrero de 1936, reporta la creación en México y en la lógica del frente común, del sindicato de la CTM por socialdemócratas y comunistas. “El responsable de la CTM es un comunista y el objetivo del sindicato es la lucha contra toda religión y actuar contra el capitalismo a través del boicot y de la huelga”.38 Según la misma fuente, el 29 de febrero de 1936, el PCM pide a sus miembros entrar masivamente en el ejército. El mismo órgano de prensa anticomunista reporta que el 25 de mayo se dio una manifestación en la ciudad de México frente a la embajada brasileña para protestar contra los arrestos masivos de comunistas a raíz de la intentona de 1935.39 Los acontecimientos en Brasil, seguramente por la enorme población alemana presente en el sur del país, son el objeto de un seguimiento anterior al caso Benário. En un recorte de periódico del Völkischer Beobachter,40 aprendemos que la Comintern, que ya para esa época estaba en la táctica del Frente Popular, quiere la guerra civil en Brasil y que el jefe de la policía de São Paulo declaró que las instancias comunistas decidieron atacar a Brasil para instalar en el país “la dictadura de los soviet” [Rätediktatur, litt. dictadura de los consejos]. Según el periódico nada menos que Bela Kuhn (1886-1939)41 y Otto Braun (1900-1974)42 estarían en marcha para supervisar el golpe, noticias que obviamente no tienen ningún fundamento.
La propagación de una histeria anticomunista se extiende a las comunidades alemanes que no están presentes en el territorio del Reich. En una breve nota “Comintern en Alemania” en el diario en alemán Polonia, publicado en Kattowitz, se puede leer lo siguiente:
El éxito del comunismo y la extrema situación antireligiosa en México, España y al último en Francia es una prueba del alojamiento del socialismo. El socialismo y la masonería, los cuales nunca tuvieron el coraje de oponerse al comunismo, se rinden siempre más a él.43
La colaboración en la lucha en contra del comunismo va a subir en peldaño más en la ignominia. Como ya lo habíamos comentado, los documentos más numerosos en relación a América Latina en los archivos trofeo corresponden al caso Olga Benário. Sabido es que la militante comunista sería expulsada en compañía de Elise Saborowski-Ewert (1886-1939) por las autoridades brasileñas hacia Alemania y pasará bajo el poder de la Gestapo hasta ser ejecutada.44 Las complicidades entre el gobierno de Vargas y la Gestapo fueron demostradas de sobra.45 Las expulsiones extrajudiciales no eran sin embargo algo poco común. Hay por ejemplo el caso del salvadoreño Aquilino Salinas Martínez (1899-¿?) quien a su regreso de Rusia en 1933 fue detenido en Alemania. Sometido a la tortura, enloqueció y fue deportado hacia su país de origen, donde terminó al parecer su vida en un manicomio.46
Los documentos presentes en el archivo han sido en parte utilizados en recientes publicaciones,47 como es el caso del intercambio de cartas entre Olga Benário y su marido Carlos Prestes, quien al mismo tiempo se pudría en las viejas mazmorras del Ordem Novo de Vargas. Sin duda, la lectura del intercambio epistolario de la pareja de revolucionarios dan peso a las palabras del ilósofo esloveno Slavoj Žižek: “Quizá no haya mayor amor que el de una pareja revolucionaria en la que cada uno de los dos amantes está dispuesto a abandonar al otro en cualquier momento si la revolución lo exige.”48 El paralelo entre la pareja Benário-Prestes y los Gramsci-Shucht es inevitable. Y aunque es indudable que la correspondencia del revolucionario comunista sardo Antonio Gramsci (1892-1937) con su esposa rusa es un documento entrañable por su riqueza y las emociones que transpiran de su escritura, las cartas intercambiadas entre Olga Benário y su marido Carlos Prestes, cada uno encarcelado a miles de kilómetros y con un océano de por medio, quedan como un testimonio implacable de la fuerza del amor frente a la barbarie fascista que buscaba “volver la vida imposible”. No sin razón anotaba Antonio Gramsci en sus Cuadernos esas palabras de Eugenio d’Ors, sobre esta “forma lenta y oscura de asesinato consumada por una multitud de cómplices invisibles. Es un auto de fe sin coroza y sin llamas, perpetrado por una Inquisición sin juicio ni sentencia…”.49 En ambos casos, una de las maneras de resistir fue por medio de la escritura con el afán de dejar una huella que sobreviva.
Existen también documentos que funcionan como cabos sueltos y que podrían abrir cauces de investigaciones sobre la actuación de ciertos funcionarios como por ejemplo una carta del Consulado General de México en Hamburgo con fecha del 31 de agosto de 1939, firmado por el cónsul Alfonso Guerra. En esa época, Olga Benário ya está internada en el campo de concentración de Ravensbrück donde le mandan el documento. La informan que tienen a su “disposición un permiso de internación en México. Que puede pasar en las mañanas entre las 9 y la una y media o dos de la tarde, a la tarde entre las tres y las cuatro para la emisión de su documento de viaje. Necesitará 6 fotografías de cara y cuatro de perfil y también un documento que pruebe que fue vacunada contra la viruela en un límite de cinco años y un documento de viaje vigente. Los sábados a la tarde el consulado está cerrado.”50
Para ver cuán descabelladas y la falta de sensibilidad a la específica situación política vivida, basta con comparar este documento de la representación mexicana con un documento similar que emana de los servicios consulares británicos, los cuales proponen mandar el pasaporte por correo y nada más pagar los derechos de visa de 8,30 Reichmark.51
El director de Ravensbruck preguntó en varias ocasiones a la Gestapo si la emigración de Olga Prestes era deseada y si podía conseguir los papeles necesarios desde el campo, si una emigración en sí era pensable.52 Hay que recordar que, por esa fecha, el conflicto europeo ya había empezado. Queda claro que la Gestapo no tenía ninguna intención ni deseo de liberar a la “judía Benário”. Consideran que su emigración “en consideración de la tensa situación actual por razones de orden de seguridad de estado es indeseable. Le ruego poner al corriente la Benário de manera adecuada. Además debe ser en este momento casi imposible viajar hacia México.”53 Pero sabemos que el viaje hacia México en estas fechas, pasando por los puertos de Génova o de Marsella o los puertos portugueses o españoles, era totalmente posible, como lo pudieron hacer varios de los exiliados antifascistas alemanes como Bruno Frey (1897-1988), Rudolf Feistmann (1908-1950) o Gertrud Düby (1901-1933), unos de los futuros organizadores del grupo Alemania Libre /Freies Deutschland que editaron El libro negro del Terror Nazi en Europa en 1942. Hay que subrayar que estas huidas de la contienda europea fueron posibles gracias a la actividad excepcional del cónsul mexicano en Marsella, Gilberto Bosques Saldívar (1892-1995).
De hecho, la filial mexicana del Berlin Deutsch-Sudamerikanische Bank manda a Olga Benário un depósito de 450 dólares para cubrir los gastos de viaje y al mismo tiempo le transmite un mensaje, donde le indican, que con la suma, podrá cubrir un viaje en clase turista de Génova a Nueva York en el Conde Saboya o el Rex. En la ciudad de Nueva York le espera el Dr. Lekowitz.54 El Reichssicherheitshauptamt, es decir la más alta autoridad encargada de la seguridad de Alemania, reitera que Benário no debe insistir, y que su liberación por el momento no está considerada.55 Para 1942, es decir poco antes de su ejecución y después de varios años en los campos, la presa Olga Sara Benário Prestes, descrita como “una judía inteligente” y que “todavía no se ha liberado del comunismo”, como si fuese una enfermedad, y tenía todavía según las autoridades del campo de Ravensbrück, la esperanza de poder emigrar hacia Rusia o México poco tiempo antes de ser ejecutada.56
Un archivo, antes que todo, cuenta su propia historia y la de su tiempo. En este caso, se trata de un archivo de la barbarie paranoica que se desarrolló en Alemania y que, desde el principio, tuvo una intención panóptica trasnacional que se palpa en esta pequeña muestra del trabajo de los servicios de inteligencia alemanes entre 1912 y 1945 y en particular de la Gestapo. Cuando uno podría pensar que no encontraría documentos relativos a América Latina, es porque se olvida de que el nazismo, ante que todo, fue un movimiento dirigido a luchar contra la izquierda comunista y por antonomasia contra todo lo que, de lejos o de cerca, podía ser un enemigo potencial. Por lo tanto, en el fondo todo el mundo era candidato a integrar el archivo. La sospecha, reino y fundamento de este tipo de acervo policíaco, se vuelve paranoia inclusive en el momento de vigilar el movimiento comunista en América Latina, a tal punto de creer su propia propaganda. ¿Cuál sería la imagen del mundo y de su historia que tuviéramos, como historiador, si nada más tuviéramos este tipo de fuentes? Siempre hay que tener en mente el lugar de enunciación de la fuente. Creo que es una de las lecciones más interesantes que otorga el paseo por esos documentos resultado de una Weltanschauung histérica, que ve peligro y enemigos por doquier. Esta misma paranoia transforma cada uno de los documentos presentados en este archivo en el documento trágico de una barbarie hambrienta, al acecho de vidas humanas concretas, cuyo destino final dependió, a veces, de la conciencia de un simple funcionario frente a sus decisiones.