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México y la cuenca del pacífico

versión On-line ISSN 2007-5308

Méx.cuenca pac vol.3 no.8 Guadalajara may./ago. 2014

 

Reseña

Introducción a las Relaciones Internacionales: América Latina y la Política Global

Antonio López Mijares1 

1 Profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), México.

Introducción a las Relaciones Internacionales: América Latina y la Política Global. ., Legler, Thomas; Santa Cruz, Arturo; Zamudio González, Laura. México: Oxford University Press, 2013. 282p.


Aspectos editoriales

El libro Introducción a las Relaciones Internacionales: América Latina y la Política Global empieza por sa-tisfacer un requisito indispensable en un proyecto editorial destinado a “producir un libro de texto escrito en español y pensado para estudiantes de América Latina”, como señalan en el “Prefacio” Legler, Santa Cruz y Zamudio: el de estar bien escrito. A lo largo de las 282 páginas el lector -el estudiante, el especialista, el interesado en estas cuestiones- podrá leer en estilo llano y claro acerca de temas de suyo complejos: presentación y explicación de en-foques teóricos, argumentaciones elaboradas, análisis comparativos…

Estamos ante un proyecto editorial meditado y realizado a conciencia, que utiliza de manera apropiada y creativa los diversos recursos editoriales existentes (diagramación, tipografía, uso diferenciado de espacios y colores para distinguir o integrar, cuadros sinópticos, síntesis, etc.) y los despliega en el libro para propiciar estrategias de lectura centradas en la argumentación, en el cotejo de fuentes y en la revisión crítica de conceptos, en el conocimiento y el diálogo de teorías clásicas y contemporáneas.

Debe ser subrayado, por otra parte, un aspecto que da cuenta de la co-herencia del proyecto, y de cómo fue concebido de manera integral, aleján-dose de las consabidas recopilaciones de ensayos o artículos más o menos vinculados entre sí: en el conjunto de los 21 artículos (más la introducción) aparecen referencias eficaces y puntuales a temas y autores aparecidos en otros capítulos, de manera que la obra aparece como un conjunto intertex-tual de referencias temáticamente ligadas, que dan por resultado un diálogo cuyo epicentro son, precisamente, la teoría y la práctica de las denominadas “relaciones internacionales”.

Estructura del libro

En la “Introducción”, a cargo de Legler, Santa Cruz y Zamudio, se describen los criterios con que fue configurado el libro, y se explica cuáles son sus objetivos; entre éstos cito el de “ilustrar las teorías revisadas con ejemplos relevantes para América Latina” (p. 3), lo que da cuenta de la intención pedagógica de la obra, destinada a promover la difusión de ideas y propuestas sobre los es-cenarios internacionales y globales contemporáneos desde una perspectiva latinoamericana.

Asimismo en la introducción se describen los hilos conductores que arti-culan y dan sentido a los contenidos: los tipos de relaciones que se estudian; el conjunto de actores; las instituciones internacionales; la explicación de la acción social; las dimensiones de poder; el ámbito de acción; la dimensión geográfica o espacial. También se justifica la estructuración del libro en tres secciones (a leer de manera sucesiva o secuencial, como recomiendan los editores en la página 12): Teorías principales; Elementos fundamentales del análisis internacional; La agenda global y regional contemporánea.

Una cuestión importante. Dos son los objetivos principales del libro, el ya mencionado de una contextualización necesaria para el lector latinoamericano -largamente diferida en proyectos editoriales centrados en el análisis de las relaciones internacionales-, con ejemplos teóricos y empíricos tomados de las experiencias y realidades del subcontinente; el otro, entender y analizar los temas relativos a las relaciones entre Estados y sociedades a partir de la complementariedad de las relaciones internacionales (en buena medida interestatales) y la política global (articulada por los flujos migratorios, co-merciales, financieros, delictivos, culturales, etcétera), “dos énfasis distintos en el estudio de los estudios internacionales, transnacionales y globales” íntimamente relacionados pero también en una relación, si no de oposición, sí de tensión, aunque los autores hablan de que “el surgimiento de la pg (po-lítica global) no borra las ri (relaciones internacionales), sino que más bien las complementa” (p. 3).

Por otra parte cabe preguntarse si esta superposición u oposición de procesos internacionales y globales, crucial para el conocimiento del mundo contemporáneo, no hubiese podido ser incorporada como uno de los elemen-tos de análisis en la sección correspondiente, por su relevancia como soporte conceptual del libro que reseño, planteándola y desarrollándola con ejemplos específicos (por supuesto en contexto latinoamericano) que ilustraran a los ojos del lector este carácter complejo de oposición/vinculación entre ambas.

Teorías

Las teorías están bien representadas. Del realismo y las diversas vertientes analíticas provenientes del denominado “pesimismo antropológico” (o del optimismo liberal, cuyo potencial y límites interpretativos en América Lati-na son analizados con esmero por Federico Merke), a los diversos enfoques constructivistas, pos y decoloniales o pospositivistas, el libro repasa el largo y sinuoso camino de las teorías, siempre uncidas a la necesidad de comprender las consecuencias, previstas o no, de la acción humana.

El marxismo, por su parte, mantiene un lugar como referente crítico del que no es posible prescindir: aparece de manera más o menos explícita en la sección de las teorías, con “El estudio de la economía política internacional”, de Diana Tussie (pp. 51-61) y con “El pensamiento latinoamericano en las relaciones internacionales”, de Arlene B. Tickner (pp. 85-95).

Por lo que toca a “Elementos de análisis y agenda global y regional”, es de reconocerse que los autores incluidos supieron incorporar los rubros y temas, con casos alusivos, de mayor representatividad para ilustrar el amplio espectro temático de las relaciones internacionales y de la agenda global.

Tal vez hubiese sido una buena idea incluir los movimientos sociales de la era digital y/o una aproximación a la “economía criminal global” (conceptos ya consagrados por Castells, de realidades que surgen y adquieren sentido en el contexto de la “sociedad red”) en el último apartado del libro, “La agenda global y regional contemporánea”, para ofrecer una todavía más integral perspectiva de los problemas que caracterizan al conjunto de las realidades internacionales y globales.

“Puntos finos”: dos ejemplos

Me interesa destacar la pertinencia del libro a la hora de presentar y matizar las perspectivas analíticas prevalecientes. Destaco dos ejemplos: a) la relación entre interdependencia y paz, analizada críticamente en “La interdependencia como condición internacional” (Federico Merke, pp. 25-27), y b) paradigmas teóricos, relativizados y trastocados ante la especificidad de las sociedades latinoamericanas, en “América Latina como unidad de análisis” (Mariano Turzi, p. 185).

En el primer caso, Merke lanza la pregunta: “¿Es posible pensar en la paz de la región como resultado de sus niveles de interdependencia?” (p. 27) ha-ciéndose eco del paradigma teórico liberal sobre la correlación entre vínculos de interdependencia (transnacionales, supra o infrarregionales y que atañen a una gran diversidad de actores: empresas, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, agencias internacionales, etc.) y la paz, en la medida en que, como afirma el autor, se dificulta “identificar con claridad un interés nacional porque sus intérpretes son múltiples” (p. 26). En este sentido el ejemplo pa-radigmático sería la Unión Europea, pues como anota Merke: “[…] evolucionó de una dinámica conflictiva fundada en el balance de poder a una dinámica de coordinación entre unidades interdependientes que eliminó la guerra entre ellas del libreto de conductas externas” (p. 26).

Y, sin embargo, a estas argumentaciones persuasivas, avaladas además por la evidencia empírica, opone Federico Merke el contraejemplo de Amé-rica Latina, pues constata, primero, a través del análisis histórico y de las evidencias sobre la baja intensidad de los intercambios políticos, económicos y comerciales, migratorios y culturales entre sociedades y entre Estados lati-noamericanos, su escasa conflictividad militar, sin demeritar enfrentamientos bélicos como las Guerras del Pacífico en el siglo xix y la Guerra del Chaco en el xx: el horizonte histórico latinoamericano guarda escasa relación con el europeo en este aspecto específico de las guerras internacionales.

Así pues, la baja interdependencia, argumenta Merke, ha sido motivo de paz en América Latina, con lo que el paradigma teórico liberal queda relati-vizado: la Unión Europea se presenta así como una excepción y no como un ejemplo prestigioso de la tesis liberal. La explicación probable que sugiere el autor, con Miguel Ángel Centeno, es que la paz en América Latina pone de ma-nifiesto vínculos de dependencia y no de interdependencia (Merke, Centeno, p. 27) al darse como práctica dominante la bilateral entre Estados Unidos de América, nación hegemónica, y cada una de las repúblicas del subcontinente. En resumen, señala Merke, “América Latina muestra rasgos diferenciados por su evolución histórica, en particular la condición periférica y la forma en que se construyó el Estado en la región. Su trayectoria exhibe poca interconexión entre Estados. El comercio, la inversión, los flujos migratorios y la socialización de ideas se organizaron más en contacto con Europa, Estados Unidos y, más recientemente, China, que en el contacto entre los Estados de la región” (p. 26).

En el segundo caso Mariano Turzi problematiza la existencia de una supuesta realidad sociocultural y política denominada “América Latina”, a través de una argumentación organizada en torno a las características de cada sociedad nacional y a las relaciones entre éstas y con otros espacios geográficos; América Latina, argumenta el autor, no existe como unidad de análisis puesto que:

  • No es un actor colectivo unificado en el escenario global.

  • La cercanía geográfica, historia común, coincidencia política o intereses económicos convergentes no son condición suficiente para sostener una política exterior común.

  • América Latina no es una realidad política totalizadora ni una entidad con autoridad centralizada. “Las diferencias nacionales (y dentro de éstas, agrego, las diferencias regionales y locales) se encuentran en todo tipo de criterios que podrían utilizarse para (des)agregar a la región según diferentes categorías”, afirma Turzi (p. 185).

  • América Latina es un conjunto de Estados con intereses propios, visiones específicas y acciones independientes.

En otro capítulo del libro, el 14, “Regionalismo e integración regional”, Francisco Rojas Aravena complementa la caracterización de América Latina señalándola como:

  • Región heterogénea, democrática, pacífica en relaciones internacionales.

  • Con sociedades desiguales, heterogéneas, violentas.

  • Caracterizada en la última década por la reducción de la pobreza y la ampliación de las clases medias (gracias a la estabilidad política, a las políticas macroeconómicas sostenibles y al ciclo alcista de las materias primas, hoy al parecer terminado).

  • Región que goza de mayores márgenes de autonomía política en el siste-ma internacional que nunca antes en su historia, pero que sigue siendo marginal en términos geoestratégicos.

  • Región que enfatiza los proyectos de integración pese o por la todavía poco intensa interacción entre sociedades y Estados (véase argumento de Federico Merke en la primera parte de este apartado).

  • Región que pertenece al ámbito de dominio estadounidense, con las particularidades inherentes a cada relación bilateral.

En síntesis…

Introducción a las Relaciones Internacionales: América Latina y la Política Global, al tiempo que ofrece a sus lectores un sólido acercamiento al andamiaje teórico de las relaciones internacionales y globales, coloca en una perspectiva crítica las formulaciones y los conceptos de mayor influencia y difusión en la actualidad; por ello alcanza su objetivo de constituirse en un texto de referencia para los internacionalistas en formación, que encontrarán en esta propuesta argumentos coherentes y densidad conceptual para enriquecer su acervo teórico, así como para ampliar su comprensión acerca de la complejidad de los procesos interna-cionales y globales en los que estamos inmersos ahora mismo.

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