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Revista de filosofía Universidad Iberoamericana

versión On-line ISSN 2954-4602versión impresa ISSN 0185-3481

Rev. filos. Univ. Iberoam. vol.55 no.155 Ciudad de México jul./dic. 2023  Epub 17-Mayo-2024

https://doi.org/10.48102/rdf.v55i155.183 

Reseñas de libros

Aurora Georgina Bustos Arellano, Mayra Jocelin Martínez Martínez (coordinadoras), Las filósofas que nos formaron: Injusticias, retos y propuestas en la Filosofía

Bustos Arellano, Aurora Georgina; Martínez Martínez, Mayra Jocelin. Las filósofas que nos formaron. Injusticias, retos y propuestas en la Filosofía. Monterrey: Centro de Estudios Humanísticos, UANL, 2022. 199p.


Margaret Cavendish fue una de las filósofas más importantes del siglo XVII. Su esposo, William Cavendish, y el hermano de éste organizaban tertulias filosóficas a las cuales asistieron figuras tan distinguidas como René Descartes, Thomas Hobbes y Pierre Gassendi, entre otros. Aunque Margaret asistía a estos encuentros “ella no era una participante activa en las reuniones del Círculo Cavendish, pero es difícil saber a ciencia cierta hasta qué punto esto se debía a su timidez, a las normas según las cuales era impropio que las mujeres participaran en el debate público intelectual, o tal vez a ambas”.1 Precisamente por esta razón, Margaret publicó sus Cartas filosóficas en 1664, a manera de un diálogo consigo misma. Es decir, no se trata de una verdadera correspondencia, sino la forma como ella decidió introducirse a las discusiones filosóficas de la época. En el prefacio al lector, Cavendish nos advierte: “yo no puedo concebir por qué debería ser una desgracia para cualquier hombre el mantener sus propias opiniones o las de otros, contra [las opiniones de] una mujer, siempre que se haga con respeto y civilidad”.2

Mary Astell presentó treinta años después su texto Una proposición formal para las damas, para el progreso de su verdadero y más alto interés, en donde señala cómo se dice que las mujeres tienen por naturaleza una capacidad intelectual inferior a la de los hombres, cuando en realidad esto es sólo resultado de prohibirles el acceso a una educación formal. Ni Cavendish ni Astell recibieron una preparación en filosofía, a diferencia de sus contrapartes masculinas de la época. De ahí que Astell refiera: “En efecto, a los hombres debemos agradecer cómo nos dirigen y el afán por hacernos así, empleando todo el artificio a su alcance para malcriarnos y negarnos los medios para mejorar. De modo que en vez de preguntarnos por qué no son todas las mujeres sabias y bondadosas, hay que admirarse de que alguna llegue a serlo”.3

A 359 años de la publicación de Cavendish -y a 329 de la de Astell- es difícil afirmar que el campo de la filosofía ha dejado sus problemas de desigualdad de género en el pasado. Es cierto que ahora las mujeres podemos recibir una educación formal (académica) en filosofía, pero esto no elimina el hecho de que gran parte de la bibliografía revisada en las aulas es predominantemente masculina, y no siempre somos incluidas en diferentes actividades (seminarios, conferencias, congresos), en correspondencia con nuestros pares hombres. Precisamente por el reconocimiento de estos problemas, la aportación del libro Las filósofas que nos formaron: Injusticias, retos y propuestas en la filosofía se convierte en un referente imprescindible para seguir pensando nuestra disciplina.

Aurora Georgina Bustos Arellano y Mayra Jocelin Martínez Martínez son las coordinadoras de este volumen colectivo que, de manera retadora, nos invita a reflexionar sobre el papel que diferentes filósofas han tenido a lo largo de nuestra formación. Ambas autoras han estudiado filosofía desde un enfoque interdisciplinario, ya sea desde la filosofía de la ciencia, en el caso de la primera, o desde los estudios latinoamericanos y la filosofía de la cultura, en caso de la segunda. Bustos Arellano y Martínez Martínez se dieron a la tarea de recopilar diferentes voces de filósofas latinoamericanas, cuyas participaciones giran en torno a tres ejes: (1) Las filósofas que nos formaron, (2) Injusticias y desigualdad, y (3) Retos y posibilidades.

En su presentación, las coordinadoras indican que este proyecto “comienza con una pregunta tramposa: ¿Quiénes son las filósofas que te formaron? Tómate, como nosotras, un minuto -o cinco- para pensar antes de seguir con la lectura. Seguramente, te darás cuenta de que las respuestas generan más dudas e interrogantes. Así empezamos la empresa filosófica”4. Al recuperar este guiño y a sabiendas de que difícilmente podría hacer justicia aquí a todos los escritos contenidos en este volumen, presentaré las diferentes aportaciones que componen este libro a manera de preguntas tramposas.

La primera pregunta tramposa que encontré en estas páginas es: ¿la filosofía sólo puede hacerse desde las palabras? Las ilustraciones de Isabel Rentería, las cuales atraviesan e irrumpen entre los textos, nos acercan al lenguaje gráfico como un ejercicio filosófico. Hemos heredado una tradición que identifica al quehacer filosófico con los conceptos y argumentos, dando como resultado una disciplina muy logocéntrica. Este libro decide desafiar la cuestión sobre si la filosofía puede hacerse sólo desde las palabras, nos da la oportunidad de considerar el trabajo de Rentería como un diálogo que complementa y acompaña a sus contrapartes escritas.

El primer bloque, titulado “Las filósofas que nos formaron”, se compone de las siguientes cuatro preguntas tramposas. La primera: ¿pueden las mujeres hablar de intencionalidad? Para responderla, Erika Torres presenta una reflexión sobre cómo ciertas áreas de la filosofía (como la epistemología o la filosofía de la mente) siguen siendo espacios no tan amigables para las filósofas, para ello comparte una entrevista con una de las figuras más importantes sobre la intencionalidad: Ruth Garrett Millikan. Una segunda pregunta es: ¿para qué queremos a Angela Davis si tenemos a Léila González? Tal vez conviene recordar que es una pregunta tramposa. En realidad, no es que debamos dejar de leer a Davis. Más bien, Djamila Ribeiro nos invita a pensar el lugar desde el cual se enuncia la filosofía, mismo que normalmente da protagonismo a ciertas geografías más que a otras. Se trata de un texto que cuestiona desde dónde se enuncian los saberes que habitan en la academia y a qué voces escuchamos.

La tercera pregunta tramposa sería: ¿qué edad tenías cuando supiste que las mujeres somos las nepantleras de la filosofía? Mayra Jocelin Martínez reconstruye aquí la propuesta de Gloria Anzaldúa para pensar el Nepantla como un in between, en donde las filósofas son capaces de vivir entre las grietas de la filosofía académica para inventar nuevos mundos. La última pregunta de esta sección es: ¿qué filosofías podemos hacer como las mujeres que somos? En contra de pensar la disciplina como un trabajo solitario, Lia Pinheiro Barbosa habla de la “formación nosótrica como mujeres”, enfatiza cómo las mujeres indígenas exigen el reconocimiento de su existencia como un sujeto epistémico y político, que guarda un equilibrio importante entre el yo y el nosotros.

El segundo bloque se titula “Injusticias y desigualdad”, en él encontramos tres textos. En el primero de ellos, Itzel Mayans Hermida formula la interrogante: ¿en qué momento creímos que las tareas de cuidado son menos importantes? Este texto señala las dificultades de ser una mujer en la academia que, además, debe realizar las labores de cuidado no remuneradas que se esperan de ella sólo por su género. La injusticia señalada es aquella que pormenoriza y estigmatiza los trabajos de cuidado frente al mundo profesional. En el segundo texto de esta sección nos preguntamos de la mano de Melisa Vivanco: ¿cómo cancelar desacuerdos ideológicos con palabras? Recuperando la propuesta de Austin, Vivanco aborda el cómo la fuerza ilocutiva de ciertas expresiones como feminazi o chairo pueden cancelar y desacreditar argumentos de una ideología contraria, al impedir que más personas se identifiquen con ciertas ideas. Por último, el texto de María Esperanza Rodríguez Zaragoza encierra la pregunta tramposa sobre cuántos espacios de posibilidad epistémica pueden crearse en filosofía. La injusticia identificada en este artículo consiste en ese déficit de credibilidad que tenemos las mujeres como sujetos de conocimiento dentro de la filosofía. De la mano de Miranda Fricker, Rodríguez propone construir redes de apoyo y posibilidades epistémicas para hacer cara a esta injusticia.

El tercer y último apartado del libro tiene por nombre “Retos y posibilidades”. Aquí encontramos también tres artículos. En el primero de ellos, Atocha Aliseda y Erika Torres nos llevan a inquirir: ¿qué relación tienen el efecto pigmalion y la deserción de las estudiantes mujeres en filosofía? En este fascinante escrito encontramos una inquietud similar a la de quienes nos acercamos a las cartas de Cavendish: ¿las mujeres no participamos en la filosofía académica por timidez e inseguridad, por las normas no escritas que relegan nuestra participación o por todo lo anterior? Convendría preguntar también hasta qué punto la estructura misma de la academia produce una desconfianza en las capacidades filosóficas de las mujeres. En un segundo texto, Rita de Cássia Fraga Machado reflexiona sobre cómo crear espacios plurales y diversos de filosofía. Para ello, apunta su autora, es importante que regresemos a la historia “oficial” con una mirada crítica para visibilizar a las mujeres que, como Cavendish o Astell, han sido invisibilizadas. El texto que cierra este libro es de Moira Pérez, quien nos advierte: dime a quién citas y te diré qué filosofía haces. ¿Qué voces son consideradas suficientemente serias como para participar en el intercambio filosófico? ¿Con quiénes dialogamos al momento de escribir filosofía? Pérez nos recuerda que citar un texto es también reconocer a la persona que está detrás, legitimar a quien se identifica como capaz de participar en la conversación. De ahí que este apartado cierre con la exigencia de revisar nuestras prácticas de citación para diversificar y enriquecer la tarea misma de la filosofía.

Tras el recorrido que nos ofrecen estas tres secciones podemos volver al propósito del libro. Las coordinadoras puntualizan que su intención es “crear conversaciones en torno a nuestra formación teórica, profesional y humana desde un lugar equitativo y franco. Queremos construir con todas nuestras voces, un espacio abierto a nuevas ideas y propuestas”.5 Esta apertura se aprecia fácilmente, ya que el libro es accesible tanto para un público familiarizado con los debates filosóficos abordados (desde la epistemología hasta la filosofía política), como para aquellas personas interesadas en reflexionar sobre la filosofía como disciplina y sus prácticas académicas.

Al inicio de esta reseña recuperaba los ejemplos de Cavendish y Astell no sólo para ilustrar lo mucho (o poco) que ha cambiado la práctica filosófica desde el siglo XVII a nuestros días. También quería traer a estas filósofas a la mesa como una aceptación del desafío que este libro comparte, a saber, el de reivindicar a las autoras que, siendo parte de la historia de la filosofía, suelen no ser escuchadas. Si dentro de la academia no leemos el trabajo de las mujeres, si no las escuchamos en la misma proporción que a sus colegas hombres, si no continuamos con el esfuerzo de crear estos nuevos espacios de apoyo mutuo, como dice Astell, no deberíamos preguntarnos por qué no hay más mujeres filósofas, sino que debería sorprendernos el que, con todas estas dificultades de por medio, “alguna llegue a serlo”.

Referencias:

Astell, Mary. Escritos feministas. Madrid: Maia Ediciones, 2014. [ Links ]

Bustos Arellano, Aurora Georgina, y Mayra Jocelin Martínez Martínez, coordinadoras. Las filósofas que nos formaron: Injusticias, retos y propuestas en la filosofía. Monterrey: Centro de Estudios Humanísticos, UANL, 2022. [ Links ]

Cunning, David, ed. Margaret Cavendish: Essential writings. Nueva York: Oxford University Press, 2019. [ Links ]

1 David Cunning, ed., Margaret Cavendish: Essential writings (Nueva York: Oxford University Press, 2019), 6. La traducción, así como de los sucesivos de esta obra, son propios.

2 Cunning, ed., Margaret Cavendish, 59.

3 Mary Astell, Escritos feministas (Madrid: Maia Ediciones, 2013), 84.

4 Aurora Georgina Bustos Arellano y Mayra Jocelin Martínez Martínez (coords.), Las filósofas que nos formaron: Injusticias, retos y propuestas en la filosofía (Monterrey: Centro de Estudios Humanísticos, uanl, 2022), 13.

5 Bustos Arellano y Martínez Martínez, Las filósofas que nos formaron, 13.

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