Introducción
La victimización es la experiencia de cualquier tipo de violencia: abuso sexual, físico, psicológico, negligencia, bullying, exposición a violencia familiar, etcétera.1 Una forma de victimización genera riesgo de victimizaciones posteriores; vivir más de cuatro tipos diferentes se denomina “polivictimización”.2
Existen factores de riesgo3 para victimización y polivictimización: experiencias previas de violencia, estar en el periodo de la vida de la primera infancia o inicio de la adolescencia,4-6 el sexo, vivir en familias monoparentales, la convivencia con padrastros6,7 y padecer problemas de salud mental (SM). Existe una fuerte asociación entre el comportamiento antisocial juvenil y la victimización; la coexistencia de ambos está relacionada con mala SM y un funcionamiento general deteriorado en etapas posteriores de la vida.8
La victimización repercute en la salud física, mental,9 las relaciones interpersonales y la replicación del fenómeno.1,6 Los niños, niñas y adolescentes (NNyA) con mayor exposición a diferentes tipos de violencia (abuso psicológico y maltrato infantil, principalmente) en la primera infancia tienen más probabilidades (1.9 y 3.8 veces más) de desarrollar estados de ánimo depresivos durante la adolescencia y la edad adulta;10 además, un mayor número de victimizaciones antes de los tres años de edad incrementa 15 % la gravedad de la depresión entre los nueve y 15 años de edad.11
Para la polivictimización haber sufrido una agresión física se asoció a una probabilidad 8.3 veces mayor de ser intimidado, 8.9 veces mayor de ser amenazado y 6.4 veces mayor a ser abusado sexualmente. La posibilidad de ser victimizado por un tipo de perpetrador también aumentó las probabilidades de ser victimizado por otros.12
En el mundo, anualmente uno de cada dos niños entre los dos a 17 años es víctima de algún tipo de violencia.13 En México, la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED) 20147 reportó que 44 % (2.8 millones de mexicanos) vivió alguna forma de victimización durante 2013. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 201814 encontró que la prevalencia de daños a la salud por violencia en adolescentes en 2017 fue de 3.98 %, mayor en hombres (5.68 %) que en mujeres (2.23 %); el principal tipo de violencia reportada fue la física (67.07 %).
En México, existen pocos estudios sobre victimización y polivictimización en NNyA, solo se identificó un trabajo sobre factores relacionados con la polivictimización en este grupo etario, por lo que el objetivo de este estudio fue describir la victimización y polivictimización en adolescentes e identificar los factores relacionados en una muestra de la Ciudad de México.
Métodos
El estudio fue aprobado por los comités de investigación y de ética en investigación institucionales, con registro 07/2018.
Se aplicó una encuesta sobre violencia y salud mental en nueve escuelas secundarias públicas de la Alcaldía Tlalpan, Ciudad de México, durante el primer semestre de 2018, con dos instrumentos de autorreporte validados en mexicanos (Casas-Muñoz A, Velasco-Rojano AE, González-García N, Benjet C, Caraveo-Anduaga JJ, Martínez-Vélez NA, Loredo-Abdalá A. ISPCAN Child Abuse Screening Tool for Children [ICAST-C]: translation and adaptation to Mexican Spanish, and psychometric properties tested in Mexico City adolescents. Child Abuse Negl, en prensa):
– ISPCAN Child Abuse Screening Tool-Chidren (ICAST-C), que tamiza, (a lo largo de la vida y el año anterior, cinco tipos de victimización: abuso físico, abuso psicológico, abuso sexual, negligencia, exposición a violencia, así como el bullying recibido y realizado a lo largo de la vida.
– Youth Self Report (YSR), que tamiza sintomatología de ocho problemas de SM: depresión-ansiedad, depresión-introversión, quejas somáticas, problemas sociales, problemas de pensamiento, problemas de atención, conducta para romper las reglas y conducta agresiva.
Se calcularon frecuencias y porcentajes de los tipos de victimización y la regresión logística binaria sirvió para identificar los factores relacionados con la polivictimización, entre los que se incluyeron sexo, edad, separación de los padres, bullying y ocho condiciones de SM. Se calculó la potencia estadística para regresión logística con el programa G*power, con 14 predictores, una probabilidad de cometer el error tipo I (α) de 0.05 y una potencia estadística (1-β) de 0.80,15 que dio como resultado 609 participantes.
Resultados
Participaron 888 adolescentes, se analizaron las respuestas completas de 638 cuestionarios, 49.37 % (n = 315) correspondió a hombres y 50.63 % (n = 323) a mujeres; la edad promedio fue de 13.39 ± 0.93 años, 30 % (n = 192) informó separación/divorcio de los padres y entre 2 y 4 %, sintomatología de problemas de SM (Tabla 1). El reporte de síntomas no constituye un diagnóstico categórico, ya que el instrumento utilizado solo tamiza y aunque es muy probable que quienes reportaron un problema de SM lo tengan, no hubo una confirmación.
Problemas de salud mental | Frecuencia relativa (%) | IC 95 % |
---|---|---|
Problemas de atención | 4.23 | 2.66-5.79 |
Conducta agresiva | 4.07 | 2.66-5.63 |
Quejas somáticas | 3.90 | 2.51-5.62 |
Depresión-introversión | 3.60 | 2.19-5.16 |
Problemas de pensamiento | 3.44 | 2.03-4.85 |
Depresión-ansiedad | 2.97 | 1.72-4.53 |
Problemas sociales | 2.97 | 1.72-4.38 |
Conductas para romper las reglas | 2.97 | 1.72-4.38 |
El tipo de victimización registrado con mayor frecuencia fue el abuso psicológico (96.39 %) (Tabla 2); 49.37 % de los participantes informó de una a tres experiencias a lo largo de la vida, 53.37 % antes del año anterior y 68.86 % durante el año anterior; en tanto, 47.65 % reportó cuatro o más experiencias, 21.75 % antes del año anterior y 17.53 % durante el año anterior (Tabla 3 y Figura 1).
Tipo de victimización | Frecuencia relativa (%). Antes del año anterior (n = 414) | IC 95 % | Frecuencia relativa (%). Año anterior (n = 224 ) | IC 95 % | Frecuencia relativa total (%). A lo largo de la vida (n = 638) | IC 95 % |
---|---|---|---|---|---|---|
Abuso psicológico | 71.21 | 67.45-74.49 | 81.53 | 78.41-84.51 | 96.39 | 94.67-97.65 |
Abuso físico | 63.54 | 59.63-67.45 | 43.19 | 39.59-47.10 | 77.00 | 73.40-80.10 |
Exposición a la violencia | 54.77 | 51.02-58.53 | 38.8 | 35.20-42.60 | 62.38 | 58.62-66.14 |
Negligencia | 43.66 | 39.91-47.73 | 35.05 | 31.14-38.49 | 50.00 | 45.77-53.91 |
Abuso sexual | 7.82 | 5.63-9.86 | 5.95 | 4.23-7.98 | 11.29 | 8.78-13.95 |
Bullying recibido* | NA | NA | NA | NA | 35.11 | 31.51-38.87 |
*Sobre el bullying, el instrumento solo pregunta a lo largo de la vida. NA: no aplica.
Número de experiencias diferentes reportadas | Frecuencia relativa (%). Antes del año anterior (n = 414) | IC 95 % | Frecuencia relativa (%). Año pasado (n = 224) | IC 95 % | Frecuencia relativa total (%). A lo largo de la vida (n = 638) | IC 95 % |
---|---|---|---|---|---|---|
0 | 11.27 | 8.92-13.62 | 13.62 | 10.95-16.12 | 2.98 | 1.72-4.39 |
1 | 17.06 | 14.24-20.18 | 24.57 | 21.28-28.01 | 8.62 | 6.43-10.97 |
2 | 20.97 | 18-24.26 | 26.76 | 23.16-30.51 | 15.36 | 12.70-18.03 |
3 | 24.41 | 21.13-27.70 | 17.53 | 14.71-20.65 | 25.39 | 21.95-29 |
4 | 22.69 | 19.56-25.67 | 13.77 | 11.27-16.59 | 26.49 | 23.04-30.09 |
5 | 3.60 | 2.19-5.16 | 3.76 | 2.35-5.16 | 16.30 | 13.48-19.12 |
6 | NA | NA | NA | NA | 4.86 | 3.29-6.58 |
NA: no aplica.
Los predictores de la polivictimización fueron tener una condición de SM (depresión introversión, déficit de atención o conductas para romper las reglas), bullying realizado y separación/divorcio de los padres (Tabla 4). Se obtuvo un modelo significativo (χ2(5)= 92.58, p < 0.01)que explicó 18 % de la varianza de polivictimización (R2 de Nagelkerke = 0.18), con adecuada bondad de ajuste (Hosmer y Lemeshow χ2(3) = 0.27, p = 0.97), como se describe en la Tabla 4.
Predictor | B | Wald** | p | Razón de momios | IC 95 % |
---|---|---|---|---|---|
Depresión-introversión | 3.10 | 8.91 | < 0.01 | 22.21 | 2.90-170.04 |
Déficit de atención | 1.68 | 6.86 | < 0.01 | 5.39 | 1.53-19.02 |
Conducta para romper las reglas | 1.64 | 4.49 | 0.03 | 5.18 | 1.13-23.65 |
Bullying realizado | 0.99 | 28.79 | < 0.01 | 2.71 | 1.88-3.90 |
Separación o divorcio de los padres | 0.48 | 6.91 | < 0.01 | 1.63 | 1.13-2.34 |
Constante | -0.71 | 37.38 | < 0.01 | 0.49 | 1.13-2.34 |
^Se obtuvo un modelo significativo (χ2 (5) = 92.58, p < 0.01), que explicó 18 % de la varianza de polivictimización (R2 de Nagelkerke = 0.18) con adecuada bondad de ajuste (Hosmer y Lemeshow χ2 (3) = 0.27, p = 0.97).
*≥ 4 experiencias de victimización.
**El estadístico de Wald refleja una relación estadística entre los datos, se utiliza en la regresión logística para determinar la significación de cada predictor en relación con la distribución de la χ2.
Discusión
La victimización y polivictimización reportadas por las y los adolescentes en esta muestra fue de 96.39 y 47.65 %, respectivamente, cifras superiores a las informadas en otros estudios.7 Méndez y Pereda señalaron que 85.5 % de los adolescentes (entre 12 y 17 años) había vivido al menos una experiencia de victimización;16 al igual que en esta investigación, el abuso psicológico fue la forma más frecuente. La frecuencia de polivictimización (47.6 %) también fue más alta que la reportada por Méndez y Pereda (35.9 %)16 y por Frías y Finkelhor (20 %),12 quienes analizaron la información recabada en la ECOPRED 2014. Es relevante mencionar que el primer estudio fue realizado en otro estado (puede existir variación en las formas de victimización) y que los instrumentos utilizados en cada trabajo fueron distintos, sin haber sido validados en población mexicana. Por lo anterior, se requieren más estudios en adolescentes mexicanos, con instrumentos validados de autorreporte (que reflejen una medición más real de la problemática), para disponer de datos comparables.16,17
Las formas de victimización más frecuentes identificadas en este estudio fueron abuso psicológico (71.2 %), abuso físico (63.5 %), ser testigo de violencia familiar (54.7 %) y bullying (35.1 %). En países desarrollados como Estados Unidos (52.6 %), Reino Unido (59.5 %), Canadá (30 %) y España (20.9 %), el bullying fue la forma más frecuente, con bajas frecuencias de las otras formas (≤ 17 %). Sin embargo, en Chile, los datos reflejan ambas tendencias: el bullying (60.4 %) y el abuso psicológico (52 %) fueron las formas más frecuentes,18-22 lo que muestra que algunos tipos de victimización pueden tener una mayor prevalencia en los países en desarrollo, por lo que se requiere mayor énfasis en la prevención y atención a estas problemáticas.
Respecto a los factores asociados a la polivictimización, el diseño de este estudio permitió detectar una relación y no asociación causal entre las variables, es decir, no fue posible identificar cuál generó el riesgo de experimentar la otra; sin embargo, se pudo observar que se presentaron en conjunto, como otros autores han descrito.8 Este hallazgo puede enriquecer los programas de prevención y atención de ambas problemáticas,5 al facilitar la identificación oportuna y posibles comorbilidades.
Tres problemas de SM se relacionaron con polivictimización: depresión-introversión, déficit de atención y conducta para romper las reglas. Se sabe que se puede desarrollar depresión secundaria a victimización a largo plazo;4,23,24 en este estudio se identificó que pueden estar presentes al mismo tiempo, lo cual cobra relevancia porque a mayor duración de la depresión sin identificación temprana, puede agravarse la sintomatología y la carga de la enfermedad.25
La relación entre la polivictimización y las conductas para romper las reglas puede ocurrir porque los adolescentes quedan en una condición de vulnerabilidad, que de no ser identificada oportunamente genera círculos viciosos.5,8,26,27 Algo similar sucede con el bullying, el cual puede ser percibido por otras personas como una conducta para romper las reglas, lo que favorece la victimización. Los NNyA que llevan a cabo este tipo de conductas reciben respuestas de sus pares víctimas, lo que retroalimenta y mantiene la violencia.28,29
El divorcio/separación, que incrementó 1.63 veces la probabilidad de polivictimización, se asocia a menor bienestar y mayor predisposición a sufrir abuso psicológico, negligencia, problemas de SM y de comportamiento, así como a afectación negativa en el rendimiento académico.27 Además, los hijos de padres separados muestran ajuste psicológico menor (capacidad de adaptación y funcionamiento psicológico) que quienes viven con ambos padres, y mayor probabilidad de desarrollar problemas de SM: depresión, ansiedad, soledad y peor autoconcepto.30
Las consecuencias de la victimización o polivictimización se reflejan a lo largo de la vida y muchas veces suelen ser irreversibles,9 por lo que identificar y atender los factores asociados6,27 es una pauta para prevenir, atender oportunamente y disminuir el impacto en la SM y salud física de NNyA. Involucrar a la familia es esencial y se le debe poner al tanto de las posibles condiciones de vulnerabilidad en sus hijos para no incrementarlas, brindarles atención multidisciplinaria y evitar secuelas a mediano y largo plazo.
Una de las fortalezas de este estudio estriba en que incluyó adolescentes y tanto las experiencias de victimización como sus posibles factores asociados se midieron al mismo tiempo. Por su parte, una limitante consistió en la selección de la muestra por conveniencia. Este tipo de estudios se ven limitados por la solicitud de consentimiento informado a los padres, lo que genera sesgos de selección y restringe la posibilidad de identificar riesgos y la autogestión de ayuda en los adolescentes. Sugerimos que se puedan hacer excepciones, como propone la pauta 10 del Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas.31 Otra limitante fue que se incluyeron principalmente adolescentes tempranos, por lo que es importante trabajar con otros grupos etarios.
Conclusiones
Este estudio es uno de los primeros sobre victimización y polivictimización en adolescentes mexicanos, cuyas frecuencias fueron más altas al compararlas con las reportadas en dos trabajos previos. Se identificó que los factores que se presentan con la polivictimización estuvieron relacionados con sintomatología relativa a problemas de salud mental (síntomas depresivos, conducta disruptiva, déficit de atención), bullying realizado y divorcio/separación de los padres.