Señor editor: La pandemia actual por Covid-19 ha llevado al límite los sistemas de salud a nivel mundial, debido a que aún no se cuenta con un tratamiento eficaz que haga frente a esta emergencia sanitaria. Ante ello, se han empleado distintas estrategias farmacológicas, muchas de ellas con base en resultados in-vitro o plausibilidad fisiológica. Al no demostrarse su efectividad en investigaciones clínicas, la mayoría de estos medicamentos han dejado de ser considerados como parte del manejo de esta enfermedad.1
A pesar de esto, existe un conjunto de fármacos que podrían controlar la infección por SARS-CoV-2. Dentro de este grupo, el antiviral más prometedor, y en el que se centra la presente carta, es el Remdesivir (GS-5734). Este medicamento es un profármaco que se metaboliza intracelularmente en un análogo de adenosín trifosfato (ATP), compitiendo con su contraparte natural e inhibiendo las ARN (ácido ribonucleico) polimerasas virales (NSP12); mediante este mecanismo podría inhibir la replicación de SARS-CoV-2 en el epitelio respiratorio. Investigaciones en modelos no clínicos han mostrado algunos beneficios como la reducción significativa de los títulos virales, disminución de la sintomatología, prevención de lesiones pulmonares y mejoras en la función pulmonar.2,3,4
En un ensayo clínico multinacional que abarcó más de 1 000 pacientes con Covid-19 confirmado y con compromiso pulmonar, Remdesivir mostró un tiempo de recuperación más corto al ser comparado con placebo (11 vs. 15 días), sin embargo, la mortalidad entre ambos grupos no mostró diferencias significativas.5 Otro ensayo que se hizo en China no mostró beneficios, aunque la confiabilidad de estos resultados pudo verse alterada por el uso de otras terapias asociadas, entre otros.6
Para concluir, le comento que la finalidad de esta carta es mostrar este agente farmacológico como una oportunidad potencial para enfrentar a la pandemia; sin embargo, es urgente realizar investigaciones que establezcan un mayor grado de evidencia clínica.