SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.27 número80Jóvenes en Nochevieja: Una observación participante de Patamban, MichoacánLos irredentos parias: Los yaquis, Madero y Pino Suárez en las elecciones de Yucatán, 1911 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Nueva antropología

versión impresa ISSN 0185-0636

Nueva antropol vol.27 no.80 México ene./jun. 2014

 

Reseñas Bibliográficas

 

Patricia Ravelo Blancas, Miradas etnológicas. Violencia sexual y de género en Ciudad Juárez, Chihuahua. Estructura, política, cultura y subjetividad

 

Célica Esther Cánovas Marmo

 

México, CONACYT/CIESAS/UAM-I/University of Texas Press/EÓN, 2011

 

GENERALIDADES

"El llanto, el dolor, la impotencia, la incertidumbre y la indignación han agravado la vulnerabilidad de las mujeres heridas debido a la violencia estructural en que viven la mayoría de estas madres y familiares, esto es: la pobreza, la discriminación, la desigualdad y la violación a sus derechos" (p. 38). Este párrafo sintetiza el propósito de abordar un tema complejo y álgido del México contemporáneo: las muertas y desaparecidas de Ciudad Juárez; así como también lo es recuperar la movilización de la sociedad civil que reclama el esclarecimiento de tal situación. Ambos constituyen los ejes centrales del libro de Patricia Ravelo Blancas, en el cual se da a conocer un proceso de investigación en la zona fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas, en el periodo 2001-2006. La publicación forma parte de la serie "Diversidad sin violencia", coeditada por el CONACYT, la UAM-I, el CIESAS y el Departamento de Estudios Chicanos de la Universidad de Texas en El Paso; respaldos institucionales que manifiestan la trascendencia de su contenido, el cual se estructura con una introducción, seis capítulos, reflexiones finales, referencias y un anexo estadístico.

 

LA VIOLENCIA COMO REALIDAD CONTEXTUAL

La doctora Ravelo Blancas centra su atención en la violencia como una manifestación del sistema patriarcal que, en todas las épocas, ha justificado el ejercicio de poder de los hombres sobre las mujeres mediante la autoridad y el dominio masculino sobre el cuerpo, la sexualidad y la subjetividad femenina. De ese modo ellos han demostrado la fuerza, la virilidad, la agresividad y la hombría, que ha encontrado su contrapartida en la sujeción de ellas, dada la condición de "debilidad innata" con que se identifica a las mujeres (p. 22). Violencia masculina en la que coadyuva la violencia estructural del neoliberalismo que, sometiendo toda actividad humana a la ley de la oferta y la demanda, "subordina con fines de lucro los espacios sociales, culturales y políticos" (p. 26).

La autora, investigadora tenaz del feminicidio en la frontera norte de México, especialmente en Ciudad Juárez -cuya larga y triste historia ha ganado el reconocimiento mundial de hallarse inmersa en un contexto de violencia constante contra las mujeres-; aborda una situación extrema que la lleva a enfatizar que "No se conoce ningún lugar como Ciudad Juárez donde exista, de manera tan exacerbada, el vínculo entre asesinato misógino e impunidad, fenómeno conceptualizado como feminicidio, debido a que las mujeres han sido constantemente asesinadas desde hace más de una década, sin que el Estado haya resuelto mínimamente tal situación, tanto procurando e impartiendo justicia como aplicando políticas sociales que garanticen seguridad" (p. 22). Dicha realidad la han pretendido minimizar quienes intentan hacer creer que tales hechos se han magnificado debido a la búsqueda inquisitiva y crítica de las y los investigadores, así como de las y los denunciantes. Tal reacción se debe a que estas acciones emprendidas ponen en lugar incómodo a los grupos hegemónicos, y en especial al Estado, cuya inoperancia ha dado lugar a que se le identifique coludido con el crimen organizado.

La autora explica:

Nuestro trabajo no pretendió estudiar las vidas de las mujeres asesinadas y desaparecidas, pues ya se ha hecho. Hay una vasta información, investigaciones, estadísticas [...], los cuales nos ofrecieron elementos suficientes para entender los principales aspectos de la realidad en la que se produjeron estos asesinatos y desapariciones [...] nuestro interés fue explorar qué estaban haciendo las madres, familiares y grupos organizados para enfrentar la violencia, lo que implicó construir diversas estrategias metodológicas que integraran distintas fuentes y técnicas de investigación (p. 41).

En Ciudad Juárez la violencia ha llegado a cifras extremas, cambiando "el modo de vida de estas madres y [a sus] familias, provocándoles sentimientos de fuerza, dignidad, justicia y resistencia, y se han convertido en sujetos políticos capaces de pensar, cuestionar, actuar y transformar. Estos sentimientos están escindidos y forman parte de una estructura emocional común, por el dolor que las une" (p. 38).

 

IDEAS SIGNIFICATIVAS DE LA OBRA

Los seis capítulos que estructuran el libro se originaron en distintos momentos, como productos de la investigación. El objetivo de compilarlos fue la inquietud de mostrar "una diversidad de aspectos estructurales, políticos, socioculturales y subjetivos que hemos integrado en una propuesta dialógica de análisis, para entender esta dimensiones de la violencia sexual en la frontera de Ciudad Juárez / El Paso, Texas" (p. 20).

Con esa intención, la Introducción enuncia los temas que se profundizan en los distintos capítulos: la violencia contra las mujeres en la historia; la sociedad civil como proceso constructivo; cómo construyen una subjetividad violentada las mujeres heridas; los sentimientos de las madres, de mujeres asesinadas o desaparecidas; consideraciones metodológicas; la magnitud del problema, entre otros. También se señala que la investigación partió del supuesto de que

la constante histórica que se observa en la vinculación sociedad civil/Estado es una relación contradictoria, ambivalente e incluso ambigua de conveniencia o perversidad que creemos se ha establecido a partir de los sistemas sexo/género, de la condición de ciudadanía, de los vínculos de poder político y económico, de los valores culturales y sociales, de las imbricaciones religiosas, del sentido de comunidad o colectividad interiorizado, así como de la eticidad o rectitud con la que se conduce la ciudadanía y sus representantes en todos los ámbitos de la vida pública, de la política, la cultura y la economía (p. 25).

En Ciudad Juárez dicha relación se manifiesta como conveniencia y/o perversidad, a la vez que se vincula con la impunidad; ésta como elemento estructural del sistema político, del modelo económico y cultural de la realidad actual, en salvaguarda de los intereses de grupos hegemónicos mexicanos.

Resulta de interés cómo la autora enfatiza la redimensión aún inacabada del feminicidio, pues para ella el término ha pasado de ser un asunto policíaco del gobierno juarense a ser un asunto político y jurídico que ha permitido reconocer la violencia feminicida (p. 74). Sin embargo, dista de ser atendido plenamente en una legislación que establezca una política pública regularizada y aplicada conforme a la normatividad establecida como respuesta a las recomendaciones internacionales dirigidas al gobierno mexicano (p. 75).

La investigadora evidencia el contexto social juarense describiendo su sentir: "La primera sensación que tuvimos cuando llegamos a Ciudad Juárez fue la de peligro. La mayoría de la gente que sabe, ha escuchado o tiene algo de información sobre los crímenes de mujeres en esta frontera lo percibe [...] mucha gente la ha llamado "la ciudad de la muerte [...]" (p. 86). Luego describe el lugar como una tierra fronteriza, de paso, de tráfico de armas, de culto que exalta la virilidad masculina y castiga la sexualidad femenina, de distribución y consumo de drogas, de empresas maquiladoras que, al igual que los capitales golondrinas, son aves que en cualquier momento se van y dejan a la gente sin ingresos mínimos para subsistir. Ciudad Juárez, lugar que "al fin y al cabo a nadie le importa la vida" (pp. 87-93).

En ese contexto geográfico, económico y social la autora explica cómo el sistema patriarcal y los dispositivos socioculturales operan en el proceso de victimización, explicando que dichos "dispositivos socioculturales creados en los sistema sexo-genéricos, como señala Rubin (1986), permiten que las mujeres y los hombres asuman de manera naturalizada una construcción genérica basada en la violencia, el miedo, la opresión y la victimización [...]. La sociedad dispone de imágenes que estructuran un 'ser mujer' y un 'ser hombre' en figuras estereotipadas, que tienden más a la victimización que a conformar una fuerza social transformadora" (p.121). La mentalidad fraguada por estos dispositivos culturales han promovido ideas generalizadas que explican los crímenes de mujeres, así como las manifestaciones de la violencia homicida: "Unas sostienen que son perpetrados por delincuentes comunes o por psicópatas; [...] o son de autoría de un grupo criminal para desestabilizar el orden social y la tranquilidad en un lugar de frontera donde se ponen en juego intereses económicos y políticos; [...] o por la descomposición social producto de las maquiladoras y el narcotráfico; [...] o por el desplazamiento de la mano de obra masculina en un mercado donde tiene preferencia el contrato de mujeres [...]" (p.136).

Para saber qué de cierto podían tener dichas interpretaciones la doctora Ravelo Blancas y el equipo de investigadores que colaboró en la investigación se dieron a la tarea de revisar 213 notas periodísticas, cientos de reportes forenses, datos de la Fiscalía de Homicidios de Mujeres de la Procuraduría de Justicia del Estado de Chihuahua, información proporcionada por varias ong's, entre otros muchos documentos, lo cual dio lugar a tipificar 32 hipótesis que "[...] implican toda gama de intereses políticos y económicos que expresan una cultura discriminatoria y excluyente, [permitiendo] establecer que la violencia feminicida no [es] atendida como corresponde [...]" (p.139).

Los estudios evidenciaron que, ante la inoperancia de las autoridades, surgieron organizaciones no gubernamentales; algunas de ellas han entablado relaciones perversas con el Estado, con el fin de tener subvenciones. Sin embargo otras, junto con sectores amplios de la sociedad civil, asumen la lucha contra la violencia sexual y se manifiestan en acciones colectivas ciudadanas, así como a las acciones subjetivas de las mujeres heridas, quienes así transforman el dolor en acción.

En el apartado de "Reflexiones finales" la autora expresa: "Los procesos de victimización que se viven en la frontera norte de nuestro país [...] son constitutivos y constituyentes de una realidad donde elementos como la estructura, la cultura y la subjetividad de los sujetos están en constante movimiento. Las víctimas, los victimarios y la violencia forman parte de estos elementos inmersos en sistemas sexo-genéricos donde los dispositivos socioculturales [...] configuran relaciones sociales, de clase y de género, las cuales transforman cotidianamente la sexualidad biológica en productos de la actividad humana [Rubin, 1986, p. 97]" (p. 243).

Todo lo expuesto confluye en una exhortación de la autora que, recuperando una propuesta de Marcela Lagarde, enfatiza la necesidad de "pensar en un proyecto feminista de autonomía de las mujeres y hombres como alternativa para alcanzar la democracia de género, la participación ética y la justicia social" (p. 246).

El resto del libro, cuyo valioso contenido sirve para seguir conociendo un fenómeno social cuestionable para aquellas personas humanamente sensibles, puede responder las interrogantes de otros lectores.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons