Introducción
El trabajo de investigación que hiciera el fallecido Mtro. Luis Reyes García en los pueblos tlaxcaltecas durante varias décadas del siglo XX clarificó enormemente la comprensión del mundo colonial de esta zona, ya que en las pesquisas en los archivos de las fiscalías -campo desconocido hasta ese entonces- mostró el mundo indígena desde adentro; nos presentó las formas de organización comunitarias y, desde luego, invitó a reconocer a los herederos materiales e intelectuales de la documentación localizada.
El códice que aquí se estudia es la genealógica de Tlotli (‘Gavilán’) y el espacio geográfico de las tecalhuan (‘casas señoriales’) que dominan el área territorial representada. Este documento ha esperado a ser estudiado, analizado e interpretado por varias décadas y nos retrata un mundo precolonial, en el cual lo que priva es la imagen y la representación simbólica del entorno, con algunas visas del cambio cultural que se presentaba en el tiempo en que fue confeccionado.
Este códice se puede datar como de mediados del siglo XVI, por el análisis interno, que más adelante revisaremos. Cabe hacer la aclaración de que la única referencia sobre la procedencia del documento es una nota realizada en el siglo XX en la esquina inferior derecha que dice: «San Damián Tlacocalpan».1 El códice poco a poco nos devela sus secretos, desde la materialidad y la técnica con el que fue confeccionado hasta la familia a la que perteneció en el siglo XVI.
Es, sin duda, un documento de una extraordinaria belleza. Los trazos en las representaciones humanas, además de la flora y fauna, fueron hechas por manos expertas que conocían muy bien el mundo precolonial tlaxcalteca.
El códice tiene glosas en náhuatl y en castellano que denotan temporalidades diferentes a su hechura, lo cual nos lleva a pensar que, por un tiempo largo, se encontró bajo la custodia de la familia principal de Tlacocalpan.2
Por otro lado, nos relata la existencia de familias poderosas en la provincia tlaxcalteca, similares a las Maxixcatzin o Xicohtencatl, ya que estas ocupaban los títulos de «regidores perpetuos, y sin ellos no podía sesionar el cabildo» (Rodríguez 2014, 10). Estas luchaban ante los poderes coloniales para que se les reconocieran privilegios de noble descendencia, tal es el caso de las peticiones que varios pilhuan (‘nobles’)3 tlaxcaltecas le hicieran a Felipe II durante los años 1562-1563, tiempo en el cual les fueron donadas cédulas y escudos de armas. «El resultado son cuatro blasones cuartelados en cruz y orlados con una frase de contenido religioso escrita en latín. Y mientras uno de los cuarteles siempre se destinó a incluir la divisa de la casa señorial a la que pertenecía el solicitante, en los otros se incorporaron escenas históricas y otros tlahuiztli que combinaron con elementos de la tradición heráldica española» (Castañeda de la Paz 2013, 82).4
Uno de los pilhuan que viajó a España y al que se le concedió un escudo de armas fue don Pablo de Castilla. Las fuentes con las que contamos hoy en día nos permiten reconstruir el nombre completo de este personaje, ya que llevaba los apellidos Galicia y Castilla, pilli de Ocoteluco y Tizatlan.5 En la cédula real que le fue otorgada se menciona que don Pablo fue hijo de don Francisco Aquiahualcateuhtli, señor fundador de la casa Galicia y Castilla.
Materialidad
El códice mide 68 x 41 cm según datos proporcionados por el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (AHET). El personal del archivo realizó una fotocopia en blanco y negro y es la que he consultado para este trabajo. El material que fue usado para elaborar el códice es un lienzo de tela, similar al que se puede ver en la Genealogía de una familia de Tepeticpac,Tlaxcala (s. f.), o en el mapa de San Simón Tlatlauhquitepec (Macuil Martínez 2012, 42). «Hoy, conocemos más de treinta genealogías tlaxcaltecas… Estos documentos pictóricos, la mayoría realizada en papel europeo, con solo unos cuantos ejemplares ejecutados en papel nativo, amate, o en lienzos de algodón, varían en cuanto a tamaño y contenido» (Cosentino 2006, 206). Hasta el día de hoy se han localizado más documentos como estos, por ejemplo, la genealogía de Tetzinin y don Couatli (Macuil Martínez 2017, 89), elaborada en amate.
El códice de Tlacocalpan presenta deterioros, fisuras y pérdidas, las cuales dejan ver las fibras del soporte.6 Los deterioros se encuentran en los márgenes del documento y las pérdidas del material abarcan una línea horizontal que lo atraviesa, indicativa de que el documento estuvo doblado por un tiempo prolongado. El estado de conservación al momento de tomar la fotocopia era bueno, en general. Hoy en día, se desconoce si aún se conserva tal y como se presenta la imagen (véase fig. 1).
Con gran maestría, un tlacuilo (‘pintor’)7 delineó en tinta negra los bordes de las figuras humanas, así como la flora, fauna y las casas que se encuentran representadas. La copia en blanco y negro nos impide saber si el documento contiene color.
Pero lo que sí se puede observar es que el tlacuilo conservaba en la memoria las técnicas precoloniales en la elaboración y escritura de los códices.
El códice de Tlacocalpan
El códice se lee de derecha a izquierda, los nombres de los personajes y espacios geográficos fueron representados con glifos. Cuando las glosas no clarifican de quiénes se trata, se describirán los elementos que componen los glifos en náhuatl, ya que la región en la que fue confeccionado este documento es una zona en la que aún hay hablantes de esta lengua.8
El códice tiene la intervención de al menos cinco manos, que anotaron glosas en español y en náhuatl en distintos tiempos. Algunas de estas son difíciles de leer por el tipo de letra -de una persona no ejercitada en la escritura-, otras se confunden con el follaje de un cerro representado en el documento y hay otras más que no presentan problemas para su lectura.
Existen comentarios en español que aclaran el nombre y parentesco de algunos personajes representados. La mayoría de las tlacamecayotl9 (‘hombre-lazo’) que unen a las tecalhuan (‘casas señoriales’) fueron repintadas con una línea más gruesa, como las que unen a los personajes del espacio inferior.
En este documento se representaron 38 figuras humanas: 26 hombres y 12 mujeres -identificadas por las trenzas anudadas sobre la cabeza, axtlacuilli o neaxtlahualli (Olko 2014, 37); además, portan quechquemitl (‘cuello-flecha’), cueitl (‘nagua’) y faja-. Cinco hombres tienen la yacaxapotla (‘perforación en la nariz’) para colocar el ixiuhyacamiuh (‘flecha preciosa de la nariz’),10 también conocida como xiuhyacamitl o teoxiuhyacamitl (74).
Los señores portan un tocado que combina plumas de garza con plumas de quetzal, también llamado aztaxexelli quetzalmiahuayo (Olko 2014, 57), visten una tilma anudada al hombro y todos se encuentran sentados en bancos pequeños;11 hay otro hombre que tiene tilma y se encuentra sentado en un banco, pero sin tocado de plumas. Estos elementos indican que los personajes pertenecían a la nobleza tlaxcalteca, que son teteuhtin (‘principales’ o ‘nobles’) y las mujeres, cihuapiluan (‘mujeres nobles’).
Hay que notar que ninguno de los personajes representados porta la banda trenzada en color rojo y blanco, elemento que formaba parte de los atributos que caracterizaban a la nobleza tlaxcalteca durante la época precolonial (véanse figs. 2 y 3).
En el códice se dibujaron veinte casas principales que dominan el espacio representado. En la parte inferior se encuentra la genealogía de Tlotli (‘Gavilán’)13. Además, se dibujó un cerro y tres casas señoriales que se encuentran en la cima y a las laderas de este.
En la cima se pintó un gran árbol con raíces que se anclan al cerro y un ave con las alas extendidas, una escena similar se encuentra en la Matrícula de Huexotzinco, foja 43: sobre un cerro de proporciones considerables, se dibujó un gran árbol con raíces gruesas.14
En la parte superior del códice, se encuentran 21 figuras humanas y 17 casas principales. El tlacuilo no dibujó caminos, ríos, cerros o barrancas; en lugar de ello, se representan los nombres toponímicos de las comunidades en donde se encuentran asentadas las casas, tal es el caso del paraje llamado Ayauhcalco (‘Casa de la Neblina’), o bien Tenextepec (‘Cerro de la Cal’). Cosentino (2006) nota que en las genealogías tlaxcaltecas se unen los elementos representados (figuras humanas, casas) con el fondo que sirve de marco (caminos, cerros, etc.), a todo ello lo llama «paisajes de linaje» (217).
Las figuras antropomorfas y zoomorfas del códice se trazaron de perfil. Se encuentran viendo hacia la izquierda, a excepción de la representación del glifo onomástico de Tecolotzin (‘Búho’), que mira hacia enfrente y se encuentra observando al espectador, en una convención estilística generalizada en Mesoamérica que se puede observar en los murales de la zona arqueológica de Cacaxtla, además de en documentos pictográficos del centro de México, como el Códice florentino (libro 11, fol. 50v)15 y en la genealogía de Chiquiatzin Tecuitli (Reyes García 1993), así como también en las pinturas murales del siglo XVI en la capilla abierta de Tizatlan, Tlaxcala. En todos estos casos se representó a un tecolote que observa al espectador. Véase el comentario en Macuil Martínez (2017, 62).
El tlacuilo utilizó las mismas características faciales para hombres y mujeres: nariz recta, ojos grandes y almendrados, y la mayoría con cejas. Los rostros presentan algunas sonrisas delineadas, otros tal parece que se encuentran enojados y otros más no muestran expresión alguna. El cabello de las figuras masculinas es crespo, algo similar a lo que se puede observar en el Lienzo de Tepeticpac 1: «su pelo es un tanto rizado, más largo y, en un caso, da la idea de que es rubio porque sólo se dibujó el contorno» -Aguilera 1998, 26- (véanse figs. 4 y 5).
Las semejanzas en los rostros tanto en el Códice de San Damián Tlacocalpan como en el Lienzo de Tepeticpac 1 son significativas, pero el volumen de los cuerpos y el diseño de las tilmas son diferentes.
En el códice de Tlacocalpan, se encuentran siete mujeres de cuerpo entero, visten quechquemitl (‘cuello-flecha’), faja y cueitl (‘nagua’). Se encuentran sentadas en una forma muy peculiar: la pierna derecha se cruza sobre la izquierda, quedando flexionada.
En los documentos pictográficos tlaxcaltecas conocidos hasta ahora, no se había visto algo similar, resulta un poco extraña la postura de las mujeres. En otras secciones del códice se observan solamente el torso y el peinado de algunas de ellas (véanse figs. 6 y 7).
Por otro lado, todos los elementos representados en el códice fueron ejecutados por una mano firme y entrenada que sabía lo que estaba haciendo. En las líneas no hay titubeos, pero sí un error significativo: el tlacuilo corrigió y representó a una de las hijas de Coyotzin con vestimenta reticulada. La equivocación consistió en que se había dibujado a un hombre en lugar de una mujer -de lo cual se hablará más adelante-.
El códice de Tlacocalpan no representa la típica estructura de las genealogías tlaxcaltecas, las cuales nos muestran al señor principal en la parte superior y el linaje unido por líneas en la sección inferior. En este códice se dibujó la descendencia en forma horizontal.
Orden de lectura
El códice se ha dividido en nueve secciones y se lee de derecha a izquierda, iniciando con los personajes fundadores, y termina con la casa señorial del señor Nelhuayotzin (‘Raíz’); esto a razón de hacer más comprensible la lectura que se ha hecho (véase fig. 8).
Sección 1
Se encuentra un teuctli (‘señor’) identificado como Tlotli (‘Gavilán’), ave que se encuentra unida por una delgada línea. Tlotli viste una tilma anudada al hombro, y con la mano izquierda sostiene una flor de alcatraz o huacalxochitl16 Él es el teuctli fundador de la casa de Tlacocalpan, ya que de su pecho sale la primera línea o tlacamecayotl (‘hombre-lazo’) que lo une con uno de sus hijos. Hay que observar que esta línea se torna más gruesa al llegar a Papalotzonco, primogénito de Tlotli, identificado como don Francisco Aquiahualcateuhtli.17 El tlacuilo no hace mención de la esposa del fundador de Tlacocalpan.
Tlotli tuvo tres hijos. El primero, Papalotzco, identificado por una glosa, además del glifo que es una mariposa estilizada, porta los elementos de la nobleza tlaxcalteca: la yacaxapotla (‘la perforación en la nariz’) -que sirve para colocar el ixiuhyacamiuh (‘flecha preciosa de la nariz’)- y la aztaxexelli quetzalmiahuayo; se encuentra sentado sobre un banco pequeño y viste una tilma anudada al hombro que le cubre los pies.
Los dos hijos restantes, Xochilmilli (‘Flor de Milpa’) y Quiauhtzin18 (‘Lluvia’), son identificados por sus glifos onomásticos. Xochilmilli viste un quechquemitl con un bies rectangular con decoración a la altura del pecho y porta su cueitl (‘nagua’) sujetada con una faja.19 Hay que notar que en esta sección las mujeres fueron representadas de cuerpo completo y se encuentran sentadas sobre su pierna derecha, quedando semiflexionada la izquierda, con sus manos guardadas bajo del quechquemitl.
La postura de las mujeres es ciertamente rara para representaciones estilísticas del centro de México.20 Quiahuitl es el hijo menor de Tlotli, se encuentra sentado en el suelo, no tiene banco, y, además, viste una tilma larga anudada al hombro que le cubre los pies. Quahuitl y Xochilmilli no tienen casa propia, y son protagonistas como el resto de los personajes (véase fig. 9).
Sección 2
Papalotzonco, hijo de Totli, tuvo dos hijos, las líneas que los unen son gruesas y bien definidas. El primero de ellos no tiene glosa ni glifo onomástico, sin embargo, tiene todos los atributos de la nobleza tlaxcalteca: sostiene con una mano la flor llamada huacalxochitl y se encuentra sentado frente a una casa señorial o tecalli ubicada en la cima de un cerro, la presencia de este personaje es protagónica por estar situado en medio de la escena.
Detrás de la casa, como ya se apuntó líneas arriba, se encuentra un gran árbol frondoso con algunas ramas rotas y con las raíces ancladas al cerro.21 Sobre las ramas rotas del árbol se encuentra posada un ave con las alas abiertas y una larga cola, este es el emblema utilizado por los descendientes de la casa de Tizatlan.22
En tiempos precoloniales, Tlacocalpan pertenecía a la cabecera de Ocotelulco.23 A los costados del ave, que bien puede ser identificada como una garza, podemos leer la siguiente glosa: hastal machia Oselotectede tecliypa («es el signo de la garza en el cerro de[l] Ocelote, [la madera] está rota»).24
Una de las tlacamecayotl que une a Papalotzonco con el segundo de sus hijos pasa por debajo de la casa señorial o tecalli y sobre la cabeza de este personaje se observa la glosa siguiente: no sobrino don Pablo de Galicia («mi sobrino don Pablo de Galiacia»). El tipo de letra es diferente al resto de las glosas. Es muy posible que uno de los descendientes de la casa de Totli tuviera en sus manos este documento y haya identificado a sus ancestros.
Don Pablo de Galicia porta los atributos de nobleza de sus ancestros: el glifo onomástico de este personaje es Chalchiuhcozcatl (‘Collar Precioso’). Él fue un personaje muy importante en las primeras décadas de la colonia castellana en Tlaxcala.25
Debajo de don Pablo hay una glosa más, el texto se confunde con el follaje del cerro y hace complicada la lectura (véase fig. 10).
Sección 3
Don Pablo de Galicia tuvo cinco hijos, cuatro mujeres y un varón. La línea que le sale del pecho es gruesa, al parecer el tlacuilo quiso enfatizar la pertenencia familiar. Las mujeres visten quechquemitl con un bies rectangular y todas portan la misma decoración a la altura del pecho; además, visten una nagua sujeta con una faja.
Los nombres de las mujeres se pueden reconstruir por los glifos onomásticos que los acompañan; la primera se llama Amatzin (‘Papel’), en seguida Ocelotzin (‘Jaguar’), Cuauhsoapilli26 (‘Noble Mujer Águila’) y Tilmaxochitzin (‘Manta con Flor’).
Sobre la cabeza de Cuauhsoapilli, podemos ver una glosa en español en la cual se puede leer lo siguiente: «doña Ysabel de galisia». Las proporciones físicas de doña Isabel son mayores en comparación con sus hermanas, lo cual es indicativo de que ella quizá haya tenido cierta importancia en la familia Galicia (véase fig. 11).
Sección 4
El hijo de Chalchiuhcozcatl es identificado con el nombre de Coyotzin (‘Coyote’). Él no porta, como su padre, insignias como el aztaxexelli quetzalmiahuayo y no tiene yacaxapotla (‘perforación en la nariz’) para colocar el ixiuhyacamiuh (‘flecha preciosa de la nariz’).
En la parte superior de la casa podemos leer una glosa: «don diego [de Gali] cia» y debajo se encuentra una anotación más: coiocame ychan (‘casa de los coyotes’). Don Diego de Galicia o Coyotzin (‘Coyote’) tuvo siete hijos, cinco varones y dos mujeres. Sus hijos portan tilma anudada al hombro, y se encuentran sentados en la tierra, porque no tienen bancos. Las hijas visten quechquemitl de diferentes características; la primera tiene el mismo diseño que sus tías, es decir, con un bies rectangular al pecho, y la segunda hija se distingue porque el quechquemitl y el liado son cuadriculados. Todos los hijos de don Diego de Galicia portan su glifo onomástico (véase fig. 12).
El primero de sus hijos se llama Tecolotzin (‘Búho’) y es el único con cabello largo. Esto da la ida de que él es un tlamatqui (‘sabio’). Aquellos que tenían el cabello largo y estaban pintados de negro eran tlamatinime -‘sabios’-27 (véase Motolinia 1995).
Hay que recordar, como fue dicho más arriba, que el tecolote que da nombre al personaje es el único de todos que está viendo de frente, lo cual es un recurso estilístico en las representaciones iconográficas del mundo mesoamericano; como las ya mencionadas representaciones de tecolotes en los murales de Cacaxtla y en el libro 11 del Códice florentino, entre otras (véanse figs. 13 y 14).
En seguida se encuentra Tozan (‘Tuza’), Cuauhtli (‘Águila’) y les sigue Tlalpiyatzin (‘Nudo’), identificada por una tira de tela anudada. Aunque en la Genealogía de los príncipes mexicanos (s. f.) se representó a una mujer llamada donya maria moyetztica Ecatepec28 cuyo glifo onomástico es una cuerda entrelazada y la cabeza de un ave. Esto se asemeja en gran manera a la representación del nombre de Tlalpiyatzin.
Después le sigue Zoyatetzin (‘Palma en Piedra’), sobre cuya cabeza se encuentra una glosa en la que se puede leer lo siguiente: «doña francisca de Galicia», quien porta un quechquemitl y falda a cuadros, y es ligeramente más grande en proporción que su hermana. El tlacuilo hizo una corrección al momento de realizar a doña Francisca. En los primeros trazos se logra observar el contorno de una figura masculina sentada, además de una tilma anudada al hombro, y para cubrir este error el tlacuilo decidió cuadricular la vestimenta de doña Francisca o Zoyatetzin; en seguida se encuentran Cozauhxochitl (‘Flor Amarilla’)29 y Axictli -‘Remolino de Agua’- (véase fig. 15).
Las tecalhuan vecinas
El espacio superior del códice representa un territorio sin accidentes geográficos visibles, ello da la idea de que los asentamientos humanos se encuentran en un gran valle. El tlacuilo se preocupó por reconocer los topónimos, mas no los personajes representados. Cabe hacer la observación de que ninguna de las casas en esta sección se encuentra unida a las de los señores fundadores de Tlacocalpan; además, el orden de lectura es de derecha a izquierda, como se propuso para la primera sección de este documento (véase fig. 16).
Sección 5
El primer conjunto lo conforman tres tecalhuan (‘casas señoriales’) que se encuentran unidas entre sí por una línea delgada. En la primera, podemos apreciar el busto de una mujer que porta un quechquemitl y, como adorno, un bies rectangular al pecho. El nombre de la señora es Xochicentli (‘Flor de Maíz’), por la mazorca y flor que están frente a ella. La casa se ubica en el lugar llamado Izhuacoliuhqui (‘Hoja Torcida’). El tlacuilo no anotó ninguna glosa que hiciera posible la identificación del espacio, y por eso se recurre a la descripción de la figura.
En la segunda casa, solamente se observa la cabeza de una mujer llamada Quetzalxochitl (‘Flor Preciosa’), ya que, frente a ella, el tlacuilo dibujó una flor y tres plumas de quetzal; sobre el dintel de la casa se puede leer «Ytzquentlan» (‘Lugar de la Manta de Obsidiana’).
En el extremo superior, casi en el límite del códice, podemos ver la última casa de este conjunto. Aquí se encuentra el busto de un señor que aparentemente porta un sobrero aplanado. La casa se ubica en un lugar llamado Ayauhcalco (‘Casa de la Neblina’), debajo de cuatro picos con puntas negras (véase fig. 17).
Sección 6
En el siguiente conjunto de tecalhuan, se localiza al centro un señor que porta los atributos de la nobleza tlaxcalteca. El glifo onomástico que lo acompaña es una especie de red que se puede leer como «Matlalitzin» (‘Red’) y el glifo toponímico es un nacimiento de agua en forma de remolino, donde se encuentra una glosa que dice: atzompan (‘Cabellera de Agua’). Aquí cabe hacer mención de que las proporciones de la tecalli es mayor a las que se encuentran unidas por el tlacamecayotl.
Matlalitzin tuvo cuatro hijos, tres varones y una mujer, ellos se encuentran en sus respectivas casas y solo se les ve el torso. El primero de ellos tiene como glifo onomástico unas hierbas de zacate, lo cual se lee como «Zacatzin» (‘Zacate’) y el paraje donde se ubica esta casa se llama Chiqualoapan (‘Sobre Chicualo’).30 El siguiente hijo de Matlalitzin se llama Acamatzin (‘Boca de Agua’) y debajo de la casa se dibujó una víbora emplumada, que se lee «Quetzalcohuacan» (‘Lugar de las Víboras Emplumadas’).
Le sigue su hija, la cual no cuenta con glifo onomástico que permita identificarla, el tlacuilo solamente anotó el nombre del lugar donde se encuentra la casa, Tenextepec (‘Cerro de la Cal’).
El último hijo se encuentra en la parte superior del códice. El glifo onomástico que identifica a este señor es una liebre, lo cual se puede leer como «Citli» (‘Liebre’). El tlacuilo anotó «Quapalantla», que da nombre al lugar, que bien se puede traducir como ‘Lugar de la Madera Podrida’ (véase fig. 18).
Sección 7
En el siguiente conjunto solo tenemos una casa y dos bustos de señores, el tlacuilo los representó con sus glifos onomásticos y toponímicos. En el dintel de la casa se lee: «Muñoz» y sobre este el tlacuilo dibujó una especie de palmilla que bien se puede leer como «Izotzin» (‘Palma’), y frente a la casa se representó un tlecuil con sus tenamaztle -que son tres piedras- y un comal.
Sobre la casa de este señor tenemos una glosa más que, al parecer, la hizo una persona que no dominaba la escritura, ya que la forma de las grafías es de una mano temblorosa, y por ello la lectura es ciertamente difícil. Lo que puede reconstruir es lo siguiente: Ydexc nitlelatelotl. Siguiendo el orden de lectura en la parte superior se observa el busto de un señor que lleva por nombre Cuaizhuaquetzalli (‘Árbol con Hoja Preciosa’) y a espaldas tenemos otro glifo: Chalchiuhmaitl (‘Mano Preciosa’), cuyo nombre se compone de una mano y cinco chalchihuites y debería ser el nombre del sitio, pero un tlacuilo diferente anotó «Tecama» (‘Boca de Piedra’), que hace referencia al nombre del lugar. El tipo de letra contrasta en gran medida con la glosa que se encuentra en la parte inferior.
Enseguida tenemos otro busto con dos glifos y una glosa que dice «Tequanipan» (‘En el lugar de las fieras’).31 Hay que advertir que el tlacuilo utilizó el mismo recurso estilístico para representar la forma de la ceja del ojo del felino y la de los señores representados en el códice. Frente a este señor se encuentra el glifo onomástico que bien se puede leer como «Totol» -‘Ave’-32 (véase fig. 19).
Sección 8
El siguiente conjunto lo componen cuatro tecalhuan (‘casas principales’), las líneas que las unen fueron repintadas para hacerlas más gruesas y visibles. Sobre la primera casa podemos leer una glosa que nos permite identificar el nombre del lugar: «Tlacomulco» (‘Pozo’),33 cuyo glifo representa la mitad de un muro y una corriente de agua bajando. Frente a esta tenemos la representación de un gavilán que da nombre al señor Tlotli.
En la parte superior se encuentra un señor de cabello largo, trenzado y anudado en la nuca, y lo remata un adorno de plumas de quetzal. Por lo regular, a los señores que tenían el cabello largo se les representaba con un nudo, como lo podemos observar en la figura 20, donde reciben el bautizo en Tlaxcala.
Sobre la casa se puede leer la siguiente glosa: «Tlatozcac», que se traduce como ‘Garganta de Monte’ (Molina [1571] 1969, fol. 65r) y también se puede interpretar como ‘cañón’.34 El nombre de este señor se encuentra compuesto por una hoja de palma y una bandera que juntos se pueden leer «Izopantli».
La siguiente casa es de un rango menor, pues es más pequeña y la construcción es diferente. En su parte se lee «Tlayacac» -‘Cosa Primera’- (Molina [1571] 1969, fol. 120v),35que da nombre al lugar. Debajo de la construcción se encuentra delineado de perfil un rostro humano, lo más prominente es la nariz, esto a razón de que yaca se traduce como ‘nariz’. Junto se encuentran dos elementos, una corriente de agua y un ojo, que forman el nombre del señor: Ameyalco -‘Lugar del Ojo de Agua’ o ‘Manantial’- (véase fig. 21).
En la parte superior encontramos la última casa de esta sección, sobre la cual se lee «Quapiaztla», nombre toponímico que se traduce como ‘Lugar donde Abundan los Árboles Largos’.36 El glifo se compone de un árbol de ramas largas; una de estas, rota. El nombre del señor se combina por una corriente de agua y un ramo de hojas, lo cual se lee como «Aizhuatl».
Sección 9
El siguiente conjunto se compone de cuatro casas. En la primera se representa a un señor llamado Nelhuayotzin (‘Raíz’), pues debajo de la casa se observan raíces. El nombre del lugar lo compone una palma gruesa cuya punta está curva, lo cual se lee como «Izhuacoliuhqui» (‘Hoja Torcida’).
La siguiente casa se encuentra al extremo izquierdo del códice, y está unida con una línea a Nelhuayotzin, sobre ella se puede leer «çilma» (‘mano-caracol’). No hay ningún otro elemento que permita identificar el nombre de este señor.37
La siguiente casa es pequeña, pero comparte las mismas características constructivas que la de los señores principales. En la glosa que nos permite identificar el nombre del lugar se lee «Tepan» (‘Sobre Algo’). Debajo del señor hay dos glifos: Coyotetl (‘Coyote de Piedra’), este es el nombre del señor.
Finalmente, tenemos la última casa, en cuyo interior se encuentra el busto de una señora, sobre esta se puede leer «Aticpac» (‘Sobre el Agua’), cuyo glifo es una cabeza de mujer y una corriente de agua que sale de su cuello. El glifo onomástico lo conforman un remolino de agua, y se lee como «Axictli». Cabe hacer la mención de que las líneas que unen a este conjunto de casas se encuentran remarcadas para hacerlas más visibles (véase fig. 22).
De los lugares que se mencionan en el códice, dos se pueden localizar hasta hoy en día: Cuapiaxtla -uno de los municipios que conforman el actual estado de Tlaxcala- y Aticpan -donde nace el río del mismo nombre y queda cerca del municipio de Apizaco-. Las distancias entre ambas zonas son considerables y eso da pie a pensar que los que vemos representado en el códice es la síntesis de un área geográfica importante.
Por otro lado, uno de los personajes que se encuentran representados en el códice es don Chalchiuhcozcatl, bautizado en tiempos coloniales como don Pablo de Galicia.
Chalchiuhcozcatl o don Pablo de Galicia
Como ya se apuntó líneas arriba, el códice estuvo bajo el resguardo de la familia de don Pablo de Galicia. La glosa «no sobrino Pablo de Galicia» (‘mi sobrino Pablo de Galicia’) indica que en algún momento sus descendientes trataron de identificar a sus ancestros, como lo vemos en la glosa que identifica a don Diego de Galicia o Coyotzin (‘Coyote’) y a doña Isabel y doña Francisca de Galicia. Gracias a esto, hoy podemos saber un poco sobre la vida de Chalchiuhcozcatl, bautizado como Pablo de Galicia.
Este personaje jugó un papel destacado en la vida política tlaxcalteca en el siglo XVI, ya que hacia 1547-1548 fue electo alcalde (Celestino Solís, Valencia y Medina Lima 1984, 237-38), y alcalde del cabildo tlaxcalteca en el año de 1560 (Zapata y Mendoza [ca. 1671] 1995, 161).38 Además, fungió como gobernador para 1561 y 1562, en este último año se embarcó junto con otros nobles tlaxcaltecas hacia España para entrevistarse con el rey Felipe II y poder obtener beneficios para los tlatoque tlaxcaltecas. Entre los señores que acompañaron a don Pablo de Galicia se pueden citar a «Antonio del Pedroso, [Alonso] Gómez y Lucas García y los pipiltin Gabriel Izcueyetzin y Lorenzo de Cabrera, en lugar de los tlahtoque de Quiahuiztlan […] Año 7 tecpatl [1564] Asimismo, entonces llegaron los que fueron a Castilla, pero no todos, allá murieron los tlahtoque. Solo vinieron los pipiltin, Gabriel Yzcueye y Lorenzo Tomás»39 (160-165).
Los señores se vieron favorecidos con el otorgamiento de escudos de armas y uno de ellos fue don Pablo de Castilla, que en realidad es Pablo de Galicia, y en cuya cédula se puede leer lo siguiente: «Armas Para pablo de castilla yndio. Don Felipe. Por quanto por parte de vos don pablo de castilla prinçipal de la provincia de tascalla hijo de d[o]n fran[cis]co Aquiyaualcatltechutle de la dicha proviçia que es en la nueba espala».40 En la legitimación de nobleza de la familia Sánchez Rodríguez elaborada hacia el año de 1759 se puede leer en la foja 5v lo siguiente:
Hago saber como por parte de Don Pablo de Galicia y Castilla, cacique y principal de la mía ciudad de Tlaxcala, y su provincia y por haber venido personalmente a ponerse a mi obediencia y haber servido su Padre a la nueva Conquista y pacificación de este Reino y haber continuado el dicho Don Pablo en mi servicio, como leal y servidor mío. Y así es mi voluntad darle este Escudo y Armas conocidas por suyas con las mías, sobre dicho escudo de Armas de el dicho Don Pablo las cuales están dividida en cuatro cuartiles y en el remate de arriba un murrión, con siete penachos de diferentes colores, y en el primero de arriba de la mano derecha una Águila coronada con una bandera colorado con su Lanza en campo rojo, y en el segundo cuartel una torre con dos bandas azules que le guarnecen en campo azul con dos Dragones asidos de dichas bandas, y el tercer cuartel un Navio sobre agua, y en el cuarto cuartel un León a el Brinco coronado en campo rojo, y en la guarnición unas letras Latinas sobre campo rojo o cortina. Las cuales Armas las tenga por suyas y de sus Ascendientes y Descendientes que sean de la Pública les ruego y encargo los tengan a los referidos de dicha Casa y que puedan traer sus Armas y ser ocupados en cargos honrosos, provechosos, que así es mi voluntad. YO EL REY. Dado en Valladolid en quince días del mes de marzo del año de nuestro Señor Jesucristo de mil quinientos y noventa y dos años…41
Por otro lado, a don Pablo de Galicia lo encontramos representado en algunos lienzos y mapas coloniales de Tlaxcala. Por ejemplo, en el mapa de San Simón Tlatlauhquitepec, del siglo XVIII, se pueden leer un par de glosas; la primera nos informa sobre el viaje que hicieron los nobles tlaxcaltecas a España: «los Caballeros que fueron a España de la Cabesera de tepeticpac son Pablo de Galicia, Don Alonzo Gomes, Don Antonio mano de Plata, Don Lucas García». En la siguiente glosa se informa que después del año de 1500 regresaron los que se fueron a España, lo cual es un error, evidentemente: «Cuatro años fue G[obernad]or don Pablo de Galicia se embarcó con los tres S[eño]res para España y no binieron el mismo año hasta despues año de 1500»42 (véase fig. 23).
Como se puede observar en el mapa de San Simón Tlatlauhquitepec, don Pablo de Galicia se encuentra ataviado a la usanza española, es decir, «con una capa en color café con borduras blancas, camisa blanca, y una especie de chaqueta en color verde, calzoncillos color anaranjado, medias blancas y calzado en color café, y tiene un sombrero negro. La postura de las manos es muy singular, ya que tiene los dedos cruzados hacia parte baja del estómago, como los demás personajes» (Macuil Martínez 2012, 47).
En otro documento, don Pablo de Galicia funge como testigo de la toma de posesión de las tierras de los pueblos de Santa Bárbara Acuicuizcatepec y San Lucas Tecopilco; esto se puede ver en la Pintura de San Lucas Tecopilco: «d[o]n Pablos de Castilla, d[o]n Sacarias [de Santiago], d[oñ]a beronica, d[o]n Felis Mexia» (Reyes García 1993, 255). Ellos se encuentran sentados alrededor de una mesa, y junto a don Pablo de Castilla (Galicia) se encuentra un escudo de armas (véase fig. 24).
Finalmente, tenemos una referencia más en la cual se menciona a don Pablo Galicia: el Manuscrito 5 (1763). En el folio 2r se pueden advertir dos señores de la nobleza tlaxcalteca sentados en bancos frente a frente, y en medio de ellos se erige una planta con tres flores. Los personajes son identificados por las glosas que se encuentran a espaldas de cada uno, el primero se llama Miguel Aquiahualcatl Tecpaneca Teuhtli y frente a él se encuentra Pablo Galicia Teuhtli, ambos se encuentran ricamente ataviados (véase fig. 25).
Conclusiones
Durante la época colonial, en la región tlaxcalteca, los padres y las madres de los pueblos dejaron parte de la memoria oral registrada en diferentes soportes. Uno de esos casos ha sobrevivido a los avatares del tiempo y las incertidumbres de las manos por las que pasó. Es el caso del Códice de San Damián Tlacocalpan, identificado por la anotación que tiene el documento en el extremo inferior derecho.
La maestría con el que fue realizado muestra la continuidad de la tradición pictográfica en la provincia tlaxcalteca en el siglo XVI, algo similar al Códice Añute: «técnicamente es colonial, porque se hizo entre 1556 y 1560, sin embargo, el estilo es completamente precolonial» (Snijders 2006, 1).
Por otro lado, el códice está estrechamente relacionado con la familia de don Pablo de Galicia, quien fuera alcalde y gobernador de Tlaxcala, además de haber ido en embajada hacia España para entrevistarse con el rey Felipe II. Producto de dicha reunión, el monarca español entregó escudos de armas a los tlatoque, como símbolo de nobleza y reconocimiento por la ayuda que otorgaron los tlaxcaltecas en la empresa militar en la toma de la ciudad de Mexico-Tenochtitlan.
El códice presenta la intervención de varios tlacuiloque (‘escribanos’) que realizaron anotaciones en algunas secciones al correr los años, lo cual se observa en los diversos tipos de caligrafía de cada glosa.
Por otro lado, este códice nos abre una ventana al mundo colonial temprano de Tlaxcala, ya que nos retrata un fragmento en la historia de esta zona. Vemos en el códice que aún se tenían fresca en la memoria las técnicas pictográficas de la época precolonial: las formas de representación de los señores y señoras, además de las insignias y atavíos, los cuales denotan la pertenencia a la antigua nobleza tlaxcalteca. Esto nos hace recordar que en la escenificación de la Conquista de Jerusalén del año de 1538 en Tlaxcala se menciona lo siguiente: «Luego entró por la parte contraria el ejército de la Nueva España repartido en diez capitanías, cada una vestida según el traje que ellos usaban en la guerra; estos fueron muy de ver, y en España, y en Italia los fueran a ver y holgarán de verlos. Sacaron sobre sí lo mejor que todos tenían de plumajes ricos, divisas y rodelas, porque todos cuantos en este auto entraron, todos ellos eran señores y principales, que entre ellos se nombraban tecutlis y piles» (Motolinia 1995, 68).
La presencia de trajes de guerra, escudos y tocados de plumas a la forma antigua en la escenificación de la conquista de Jerusalén permitió a los más jóvenes conocer lo que sus padres les contaban del mundo precolonial. No hay que olvidar que los hijos de la nobleza indígena pronto recibieron educación religiosa por parte de los franciscanos, en el convento de Nuestra Señora de la Asunción, ubicado en la actual capital tlaxcalteca.
El recuerdo de los ancestros se hace evidente en este códice, y ello es parte de la transmisión del conocimiento que se ha realizado durante generaciones enteras. El recuerdo constante de los ancestros, mediante las representaciones pictográficas en genealogías y mapas, permitía a los pueblos y comunidades mantener el sentido de identidad y pertenencia a la tierra, a su tierra.
Aún falta camino por recorrer, y desentrañar la historia de las comunidades tlaxcaltecas.
Tlazocamati miec nochi altepehuacan.