Introducción
La producción de alimentos cultivados, recolectados y otros bienes y servicios se encuentran en una situación crítica que afecta directamente a las comunidades más vulnerables, reflejo de la salud del planeta, la subsistencia y el cambio climático (Jansen et al., 2020; Steel et al., 2022). Los sistemas socioambientales que sostienen los productos forestales no maderables (PFNM) y su conexión con los bosques nativos, es esencial para la subsistencia de millones de personas que viven y dependen de una amplia diversidad de ecosistemas, paisajes, culturas y climas (Sheppard et al., 2020; Shackleton et al., 2017).
Los PFNM se ubican en diversos sistemas de manejo forestal tradicional (SMFT), los cuales se definen como un conjunto de procesos que comprenden acciones para la ordenación, el cultivo y la conservación integral de los recursos presentes en un bosque o selva, basado en el conocimiento tradicional (Wiersum, 1997). Los SMFT se caracterizan por presentar diferentes estratos que mantienen la composición, la estructura y los procesos ecológicos de la vegetación original nativa, misma que se reconstituye por efecto de la recolección y la protección selectiva de especies vegetales particulares (Wiersum y Gómez-González, 2000; Peters, 2000). Lo anterior permite asegurar y aumentar la disponibilidad y calidad de las poblaciones o fenotipos individuales con las características deseables para las personas (Blancas et al., 2013). Los SMFT se clasifican en varios gradientes intermedios o categorías de manejo, estos comprenden desde la recolección en ambientes más o menos conservados hasta el cultivo de especies vegetales, que pueden ocurrir en una o más categorías (Michon, 2005; Wiersum, 1997; Wiersum y Gómez-González, 2000); algunos ejemplos son los sistemas agrosilvopastoriles, bosques secretos, enriquecidos y la arboricultura mezclada como los huertos y los sistemas agroforestales (Wiersum, 1997).
La recolección se define como la sustracción de organismos terrestres y acuáticos, en el caso de las plantas puede ser toda o partes de ellas. La sostenibilidad de la población depende del momento, la frecuencia y la intensidad de la cosecha, estrechamente relacionada con las prácticas de manejo y de subsistencia, aunque también puede abastecer al mercado mundial (Fromentin et al., 2022). La recolección de los PFNM se complica en las áreas naturales protegidas (ANP), debido a que, dependiendo de cada país, se regula y restringe ese acceso, lo que limita a los habitantes los derechos de usufructo de las tierras forestales para su sustento (Sunderland et al., 2011). Las ANP a menudo no consideran los intereses, la estructura, la cultura y la participación de los actores implicados, lo que, sumado a la imposición de restricciones de las actividades humanas y la presión de las comunidades que viven cerca o dentro, conduce a conflictos entre la conservación y el desarrollo (Hensler y Merçon, 2020; Montes de Oca-Hernández y Castillo-Nonato, 2019; Jiao et al., 2019). Lo anterior repercute negativamente en la producción, organización territorial, propiedad de la tierra y saberes asociados a formas particulares para el uso y acceso en determinados espacios geográficos (Velázquez y Ramírez, 2020; Vallejo Román y Rodríguez Torrent, 2020; Anastacio-Martínez et al., 2016). Pineda-López et al. (2016) señalan que en los parques nacionales de México habitan pequeñas comunidades que realizan actividades productivas que tienen una historia previa a su nombramiento como ANP, por lo que es importante promover prácticas productivas y de conservación que permitan mejorar la calidad de vida, especialmente para las mujeres.
Productos forestales no maderables en áreas naturales protegidas
El análisis de los estudios de PFNM en el mundo dentro de las ANP requiere un trabajo aparte. En Latinoamérica hay una larga tradición de estudios etnobotánicos para identificar las plantas utilizadas por los habitantes, con la finalidad de desarrollar estrategias para su uso sostenible y la formulación de políticas públicas, entre otros aspectos, debido a los cambios ambientales que están ocurriendo. La importancia de las ANP en la provisión de PFNM para los habitantes es evidente, solo por citar algunos ejemplos, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul en el Noreste del Perú, Bager (2005) registra 138 especies de plantas; Figueroa et al. (2010) en la Reserva Forestal Imataca en Venezuela, 94 especies arbóreas; Ariza Cortés et al., (2010) en Colombia en el Corredor de Conservación Guantiva-La Rusia-Iguaque, 347; Godoy (2010) en la Zona de Uso Múltiple de la Reserva de la Biósfera Maya en Guatemala, siete.
Antecedentes de uso y manejo de PFNM en ANP en México
En México se cuenta con un sistema consolidado de 182 ANP, de las cuales 67 son parques nacionales, 44 reservas de la biósfera, 40 áreas de protección de flora y fauna, 18 santuarios, 8 áreas de protección de recursos naturales y 5 monumentos naturales, que representan 90 839 522 ha. Dichas áreas son administradas por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de carácter federal, que también apoya a 354 áreas destinadas voluntariamente a la conservación (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas [Conanp], 2021).
Los estudios orientados al uso, conservación y manejo de los PFNM relacionados con las ANP en México muestran un amplio espectro de temas como el tratamiento de una especie y su relación con la transformación del uso del suelo, registro de especies útiles, propuestas de manejo, prácticas de recolección y restauración, por ejemplo, Pío-León et al. (2017) en la Reserva de la Biósfera Sierra La Laguna; Pérez-Farrera et al. (2012) en la Reserva de la Biósfera El Triunfo y La Sepultura; y Torres et al. (2013) en la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán. Otros estudios han versado sobre el acceso a los recursos comunes, deterioro forestal, debilitamiento de las instituciones comunitarias y propuestas de gestión de políticas públicas, como Merino y Hernández (2004) en la Reserva de Biósfera Mariposa Monarca y de la Cruz Hernández et al. (2016) en el Área de Protección de Flora y Fauna en el Estado de México. La relación entre abundancia de una especie, comercio y turismo fue abordada por Ortega-Meza, Pulido, Gómez Aiza, et al. (2021) en el Parque Nacional El Chico. En el tema de recolección y producción de hongos y su impacto social, económico y fragmentación del hábitat destacan Jasso et al. (2016) y Rodríguez Álvarez (2015), así como Anastacio-Martínez et al. (2016) en el Área de Protección de Flora y Fauna Nevado de Toluca, antes Parque Nacional Nevado de Toluca. Barahona y García (2009) presenta un estudio de tipo diagnóstico sobre el Parque Nacional La Malinche. Asimismo, resaltan los estudios con orientación etnobotánica, manejo tradicional, diversidad florística en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, como, por ejemplo, Casas et al. (2001), Dávila et al. (2002), Lira et al. (2009) y Blancas et al. (2010). Finalmente, se encuentra el estudio demográfico por efecto de la cosecha de Chamaedorea ernesti-augustii en la Reserva de la Biosfera Lacantún de Hernández‐Barrios et al. (2015).
En particular, en el estado de Veracruz existen 72 ANP (26 de competencia estatal, 15 federal, 852 áreas privadas de conservación y nueve sitios Ramsar) que representan 15.89% de la superficie estatal (Gobierno del Estado de Veracruz, 2016; Conanp, 2021). Los estudios particularmente relacionados con el aprovechamiento de los PFNM en ANP de Veracruz todavía son insuficientes, entre ellos destacan los realizados en la Reserva de la Biósfera Los Tuxtlas, por ejemplo, acerca de la recolección de la palma mayán (Chamaedorea hooperiana) y el cambio de extracción a cultivo (Ramírez, 2005; Velázquez y Ramírez, 2020), en la zona de amortiguamiento sobre la bromelia Aechmea magdalenae (Ticktin et al., 2002) y en torno al aprovechamiento de epífitas vasculares (Francisco-Ventura et al., 2018).
Parque Nacional Cofre de Perote (PNCP)
El presente estudio se llevó a cabo en el PNCP, una de las 24 ANP que superan los 2500 m s.n.m. con un número variable de habitantes y como principal rasgo están conformadas por comunidades de bosques de coníferas (Conanp, 2022). Esta misma fuente de consulta considera siete áreas naturales protegidas de alta montaña (entre ellas el PNCP), que cuentan con una superficie de 183 736 ha y 59 012 habitantes (dos de ellas no habitadas).
El PNCP o Nauhcampatépetl (cerro de cuatro lados, en náhuatl) se localiza en la zona centro-oeste del estado de Veracruz, donde confluye el Eje Neovolcánico con el extremo sur de la Sierra Madre Oriental; comprende de los 3000 m a los 4250 m s.n.m., con una superficie de 11 531 ha. El PNCP fue decretado el 4 de mayo de 1937, con el objetivo de asegurar la preservación de la biodiversidad, la continuidad evolutiva de las especies y procesos ecológicos -como el ciclo hidrológico- y proporcionar un campo propicio para la investigación científica. Para lograr sus objetivos tiene un polígono con una zona denominada de amortiguamiento, la cual está dividida en tres subzonas: uso tradicional, uso público y recuperación y; además, una zona de influencia que rodea al parque, que no está incluida en el decreto de establecimiento (Conanp, 2015). Durante años, el PNCP fue objeto de extracción de madera para abastecer a las poblaciones y ciudades cercanas -en muchos casos realizada de manera ilegal- desde 1750 (Vázquez-Ramírez et al., 2014).
En México aún son escasos los estudios orientados a la recolección de PFNM en un ANP, en especial en los parques nacionales de alta montaña. Por lo anterior, en una porción del ejido Tenextepec y Sus Anexos donde se encuentra la localidad de El Escobillo (ubicada dentro del PNCP), se identificaron los sitios de recolección de PFNM, los sistemas de manejo -y su relación con el uso de suelo y vegetación-, las zonas del parque establecidas en el programa de manejo y los ingresos económicos. La hipótesis planteada en este estudio fue que las personas realizan actividades de recolección de PFNM, principal-mente con fines alimenticios de importancia económica y de autoconsumo en bosques de oyamel y pino, dentro y fuera del parque.
Objetivos
Los objetivos de este estudio fueron registrar los PFNM recolectados y aprovechados por los habitantes de El Escobillo en el PNCP y zonas adyacentes, ubicar los sitios de recolección e identificar los sistemas de manejo y su relación con el uso de suelo y vegetación, así como con la zonificación del programa de manejo del PNCP.
Materiales y métodos
Área de estudio
El estudio se realizó en la localidad de El Escobillo, congregación perteneciente al ejido Tenextepec y Sus Anexos, en el municipio de Perote, Veracruz, localizado en la vertiente occidental del PNCP. El Escobillo se ubica en las coordenadas geográficas 19° 30' 50" latitud N, 97° 11' 51" longitud O a 3036 m s.n.m. (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi], 2020) dentro del polígono del PNCP (Fig. 1). El clima dominante es el semifrío-subhúmedo Cb´(w2) con precipitación promedio anual de 1000 mm a 1200 mm, y la temperatura media anual oscila entre 10 °C y 12 °C, con menos de 40 mm de precipitación en el mes más seco y un porcentaje de lluvia invernal de 5% a 10.2% del total anual (García, 1981; Soto y Angulo, 1990). La unidad edafológica con mayor distribución es el Andosol Ócrico (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias [Inifap] - Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad [Conabio], 1995). Los habitantes de El Escobillo recolectan diversos PFNM en la ladera occidental del PNCP, de los 3000 m a los 4000 m s.n.m., en ocho tipos de vegetación y usos del suelo: agricultura de temporal anual (1219.1 ha), bosque de oyamel (981.9 ha), bosque de pino (928.5 ha), vegetación secundaria arbustiva y arbórea de bosque de pino (920.2 ha), matorral desértico rosetófilo (347.8 ha), pastizal inducido (148.2 ha), pradera de alta montaña (30.6 ha) y asentamientos humanos (27.8 ha) (Inegi, 2021b).
El Escobillo cuenta con 1133 habitantes; 199 familias y viviendas; un centro de salud, escuelas de nivel preescolar, primaria, secundaria y telebachillerato; servicios de agua potable, drenaje, energía eléctrica, telefonía fija y celular, y recolección de basura (Secretaría de Salud [SS] - Servicios de Salud de Veracruz, [Sesver], 2019). El poblado, se dice, se fundó en 1930 con personas oriundas de San Antonio de Tenextepec, Oriental y Chignahuapan, Puebla, quienes se trasladaron al sitio para facilitar la extracción de madera en ese paraje (Briones A., O., comunicación personal, 7 de octubre de 2019). Al pueblo le denominaron El Escobillo por la abundancia del escobo (Baccharis conferta), cuyos tallos son utilizados para fabricar escobas y varas para cohetes; además, las hojas se usan con fines medicinales (Fuentes C., J. G., comunicación personal, 13 de diciembre de 2019).
Entrevistas semiestructuradas
Previo a la aplicación de entrevistas y recorridos de campo con los habitantes de El Escobillo, se llevaron a cabo diversas reuniones con las autoridades locales, como el agente municipal y los guardaparques de la Conanp, con la finalidad de exponer los objetivos del estudio, contar con su consentimiento a participar voluntariamente, así como a gestionar el uso confidencial de la información (International Society of Ethnobiology [ISE], 2006).
De acuerdo con el Censo de Salud 2019, de la Jurisdicción Sanitaria V, de Xalapa (SS - Sesver, 2019), la localidad de El Escobillo está conformada por 199 familias, se calculó un tamaño mínimo de muestra aleatoria de 22 familias, con una confianza de 95% y una precisión de ± 15 unidades porcentuales, ello para para registrar la presencia de la actividad de recolección, mediante la siguiente fórmula:
N: total de la población
Zα: constante = 1.96 (si la seguridad es del 95%)
p: proporción esperada (en este caso, 5% = 0.05)
q: 1 - p
d: precisión (5%)
El muestreo se realizó mediante la técnica no probabilística de bola de nieve (Bernard, 2006), donde cada entrevistado remitió a otras personas que son recolectoras de diversos PFNM. Las entrevistas se llevaron a cabo de abril de 2019 a marzo de 2020, practicadas a un miembro de cada hogar de El Escobillo: 11 mujeres y 11 hombres, de entre 29 años y 89 años. Se utilizó una entrevista semiestructurada con los siguientes temas: nombres comunes y usos de las plantas vasculares, briofitas y hongos; sistemas de manejo; recolección (cantidad recolectada, número de salidas por recolecta y sitios); y venta (precios y unidades de medida). Se contó con el apoyo de informantes clave de El Escobillo para los recorridos de campo (Martin, 1995; Bernard, 2006) en diferentes sistemas de manejo como parcelas, traspatios y bosques, con el propósito de comprender cómo se llevan a cabo las prácticas de aprovechamiento de plantas, hongos y musgos, además de realizar colectas botánicas y ubicar geográficamente los sitios de recolección. En ocasiones se utilizó la cartografía oficial del programa de manejo del PNCP para que las personas ubicaran los sitios donde acuden a recolectar diversos PFNM.
Se obtuvieron ejemplares de las plantas vasculares y briofitas registradas en las entrevistas, los cuales fueron debidamente procesados y depositados en el Herbario xal del Instituto de Ecología, A.C.; la verificación de la nomenclatura se hizo mediante la consulta a la base de datos de Tropicos.org. Missouri Botanical Garden. Las especies fueron determinadas por especialistas del Instituto de Ecología, A. C. y de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural, del estado de Chiapas.
Análisis con Sistemas de Información Geográfica Se utilizó información cartográfica digital en formato de datos vectoriales, obtenida de fuentes oficiales (Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad [snib] - Conabio, Inegi, Registro Agrario Nacional [RAN] y Conanp). El análisis se basó principalmente en el conjunto de datos vectoriales de uso de suelo y vegetación, serie VII (Inegi, 2021b), edafología (Inifap - Conabio, 1995), locali-dades rurales y urbanas (Inegi, 2019), municipios (Inegi, 2021a), poligonales de ejidos y tierra de uso común (RAN, 2021) y la zonificación del Programa de Manejo del PNCP (Conanp, 2015). Asimismo, a partir de la información georreferenciada en campo, principalmente de los puntos de recolecta en parajes de la localidad de El Escobillo, se generaron capas vectoriales para su análisis. Se utilizó el software de código abierto QGIS, con el cual se realizaron operaciones geométricas con los datos vectoriales prove-nientes de fuentes oficiales; principalmente se usaron las herramientas básicas de corte, intersección y disolución, además, se calcularon áreas de cobertura y generación de zonas buffer de los puntos de muestreo. Los resultados se exportaron a hojas de cálculo para su procesamiento en tablas de datos. Las visualizaciones en formato de mapas se realizaron en QGIS.
Resultados
Los habitantes de El Escobillo recolectan 70 especies: 45 son plantas vasculares que corresponden a 37 géneros y 22 familias, además de 23 especies de hongos que pertenecen a 16 géneros y 13 familias (Tabla 1).
Nombre común | Taxa | Familia | Forma biológica | Uso | Origen |
Plantas vasculares | |||||
Árnica | Heterotheca inuloides Cass. | Asteraceae | H | M | S |
Azumiate cenizo, azumiate blanco | Senecio cinerarioides Kunth | Asteraceae | Ar | M | S |
Azumiate verde | Barkleyanthus salicifolius (Kunth.) Rob. & Bretell. | Asteraceae | Ar | M | S |
Berros | **Rorippa nasturtium-aquaticum (L.) Hayek | Brassicaceae | H | A | N |
Capulín | Prunus serotina subsp. capuli (Cav.) McVaugh | Rosaceae | A | A | S |
Capulín | Ribes ciliatum Humb. & Bonpl. ex Roem. & Schult. | Grossulariaceae | Ar | A | S |
Chichicastle | Urtica chamaedryoides Pursh | Urticaceae | H | M | C |
Cola de caballo | Equisetum arvense L. | Equisetaceae | H | M | S |
Epazote de zorrillo | Dysphania graveolens (Willd.) Mosyakin & Clemants | Amaranthaceae | H | M | S |
Escobo | Bacharis conferta Kunth | Asteraceae | Ar | M, DL | S |
Gordolobo | Gnaphalium attenuatum DC. | Asteraceae | H | M | S |
Gordolobo | Senecio petasitis (Sims) DC. | Asteraceae | Ar | M | S |
Hierba mora | Solanum nigrescens M. Martens & Galeotti | Solanaceae | H | A, M | S |
Hierba del golpe | Oenothera rosea L’Hér. ex Aiton | Onagraceae | H | M | S |
Ilite | Alnus jorullensis Kunth subsp. jorullensis | Betulaceae | A | M, L, DL | S |
Ítamo | Potentilla candicans Humb & Bonpl. ex Nestl. | Rosaceae | H | M | S |
Jaltomate | Jaltomata procumbens (Cav.) J. L. Gentry | Solanaceae | H | A | S |
Jarilla | Ageratina ligustrina (DC.) R.M. King & H. Rob. | Asteraceae | Ar | M | S |
Lengua de vaca | **Rumex obtusifolius L. | Polygonaceae | H | M | N |
Llanté | Plantago australis Lam. | Plantaginaceae | H | M | S |
Madroño | Arbutus xalapensis Kunth | Ericaceae | Ar | L | S |
Magarza | Helenium integrifolium (Kunth) Benthe & Hook f. ex. Hemsl. | Asteraceae | H | M | S |
Marrubio | **Marrubium vulgare L. | Lamiaceae | H | M | N |
Mirto cimarrón | Salvia elegans Valh | Lamiaceae | Ar | M | S |
Mora | Rubus pringlei Rydb. | Rosaceae | Ar | A | S |
Ocoxóchitl | Dydimaea alsinoides (Schtdl. & Cham.) Standl. | Rubiaceae | H | A, M | S |
Oyamel | Abies religiosa (Kunth) Schltdl. & Cham. | Pinaceae | A | L, DL, C | S |
Palma chimale | *Dasylirion acrotrichum (Schiede) Zucc. | Asparagaceae | Ar | C | S |
Pino colorado | Pinus patula Schltdl. & Cham. | Pinaceae | A | L, DL | S |
Pino negro | Pinus hartwegii Lindl. | Pinaceae | A | L, DL | S |
Pino chamaite, ocochal | Pinus montezumae Lamb. | Pinaceae | A | Ar, L, DL | S |
Quelite cenizo | Chenopodium berlandieri Moq. | Amaranthaceae | H | A | S |
Quentonile | Amaranthus hybridus L. | Amaranthaceae | H | A | S |
Quelite borreguito, pajaritos | Calandrinia ciliata (Ruiz & Pav.) DC. | Montiaceae | H | A | S |
Raíz del manzo | Iostephane heterophylla (Cav.) Benth. | Asteraceae | H | M | S |
Saúco | Sambucus nigra L. | Caprifoliaceae | A | A, M | C |
Siempreviva | *Echeveria nebularum Moran & Kimnach | Crassulaceae | H | O | S |
Siempreviva | *Sedum obcordatum R.T. Clausen | Crassulaceae | H | O | S |
Siempreviva | Sedum aff. jerzedowskii E. Pérez-Calix | Crassulaceae | H | M, O | C |
Soapa | Ageratina aschenborniana (S. Schauer) R. M. King & H. Rob. | Asteraceae | Ar | M | S |
Suncpantle | Budleja cordata Kunth | Scrophulariaceae | Ar | M | S |
Tejocote | Crataegus mexicana DC. | Rosaceae | A | M | C |
Toronjil | Agastache mexicana (Kunth) Lint & Epling | Lamiaceae | H | A, M | S |
Zacatón | Muhlenbergia macroura (Kunth) Hitch. | Poaceae | H | DL | S |
Zarzamora, mora | Rubus trilobus Ser. | Rosaceae | Ar | A | S |
Briofitas | |||||
Lama | Bryum billardieri Schwaegr. | Bryaceae | BE | C | S |
Lama | Hypnum cupressiforme Hedw. | Hypnaceae | BE | C | S |
Hongos | |||||
Caca de luna | Enteridium lycoperdon (Bull.) M. L. Farr | Reticulareiaceae | Ho | A | S |
Censo | Clitocybe clavipes (Pers.) P.Kumm. | Tricholomataceae | Ho | A | S |
Chipocle, carbonera | Morchella sp. | Morchellaceae | Ho | A | S |
Chivos | Russula cyanoxantha Fr. | Russulaceae | Ho | A | S |
Choletes | Lyophyllum sp. | Lyophyllaceae | Ho | A | S |
Cochinito | *Cantharellus cibarius Fr | Cantharellaceae | Ho | A | S |
Cornetas | Turbinellus floccosus (Schwein) Earle ex Giachini& Castellano | Gomphaceae | Ho | A | S |
Coyolito | Amanita sp. | Amanitaceae | Ho | A | S |
Enchilado | Lactarius salmonicolor R. Heim & Leclair | Russulaceae | Ho | A | S |
Escobetas | Ramaria botrytis (Pers.) Ricken | Gomphaceae | Ho | A | S |
Faroles, farolitos | Clitocybe gibba (Pers.) P. Kumm | Tricholomataceae | Ho | A | S |
Gallito blanco | Helvella crispa (Scop.) Fr. | Helvellaceae | Ho | A | S |
Gallito colorado | Helvella sp. | Helvellaceae | Ho | A | S |
Gallito negro | Helvella lacunosa Afzel | Helvellaceae | Ho | A | S |
Hongo de oyamel | Ganoderma sp. | Ganodermataceae | Ho | A | S |
Hongo de perfume, hongo blanco | *Tricholoma magnivelare (Peck) Readhead | Tricholomataceae | Ho | A | S |
Hongo de pino | Phellinus sp. | Hymenochaetaceae | Ho | A | S |
Pananaca, panzas, chivo de toro | *Boletus edulis Bull., Fr. | Boletaceae | Ho | A | S |
Pechuga | Ganoderma sp. | Ganodermataceae | Ho | A | S |
Pedos de coyote | Lycoperdon perlatum Pers. | Agaricaceae | Ho | M | S |
Queshques | Cantharellus sp. | Cantharellaceae | Ho | A | S |
Tecomates, tecomatito amarillo | Amanita caesarea (Scop.) Pers. | Amanitaceae | Ho | A | S |
Trompa blanca, trompeta | Russula brevipes Peck | Russulaceae | Ho | A | S |
*NOM-059-SEMARNAT-2010 (Semarnat, 2010). Forma biológica: H, hierba; Ar, arbusto; A, árbol; BE, briofita epilítica; Ho, hongo. Uso: M, medicinal; A, alimenticio; DL, doméstico y limpieza; L, leña; C, ceremonial; O, ornamental. Origen: S, silvestre; C, cultivada; N, naturalizada; **E, exótica.
La forma biológica de las plantas vasculares se distribuye de la siguiente manera: 25 hierbas, 12 arbustos, ocho árboles y dos briofitas epilíticas, la mayoría son americanas, excepto tres consideradas exóticas y natura-lizadas en México (lengua de vaca, marrubio y berro).
Usos de los PFNM de El Escobillo
Las 70 especies de plantas, hongos y briofitas que recolectan los habitantes de El Escobillo se agruparon en siete categorías de uso: 31 alimenticias, 21 medicinales, tres ceremoniales, dos ornamentales, uno doméstico y de limpieza y uno de leña. Se registraron 11 especies que presentan de dos a tres usos combinados: escobo, hierba mora, ilite, ocoxóchitl, oyamel, pino colorado, pino negro, pino chamaite, saúco, siempreviva (Sedum aff. jerzedowskii) y toronjil (Fig. 2).
Sistemas de manejo de los PFNM
A partir de las entrevistas se identificaron cinco sistemas de manejo de donde las personas obtienen los PFNM: 1) “Matorral” conformado por matorral desértico rosetófilo, incluye una especie utilizada en la comunidad con fines ceremoniales. 2) “Huertas” comprenden localmente a la milpa y otros cultivos de gran importancia para la subsistencia, especialmente incluye a las plantas comes-tibles. 3) El “traspatio” es un espacio ubicado alrededor de la casa, que contiene por lo general plantas comestibles, medicinales y ornamentales. 4) El “monte” corresponde al sistema de vegetación secundaria arbustiva y arbórea del bosque de pino. 5) Las personas señalaron que la “montaña” es un sistema de bosques de pinos y oyamel, con alta incidencia de especies útiles y que presenta el mayor número de usos: 37 silvestres, de las cuales 23 son hongos (Tabla 1).
Sitios de recolección de PFNM
Los entrevistados y los informantes clave identificaron 33 sitios de recolección, 21 (63.6%) en el PNCP y su zona de influencia, ocho (24.2%) en el ejido y dentro del PNCP, dos (6.1%) se encuentran tanto dentro del ejido como en la zona de influencia del PNCP, uno (3%) se ubica solamente dentro del ejido y uno más (3%) fuera del PNCP y del ejido. Todos ellos ubicados de la siguiente manera según la zonificación del área natural protegida (Conanp, 2015): 14 (42.4%) en la subzona de recuperación, 13 (39.4%) en la de uso tradicional, cuatro sitios (12.1%) en la zona de influencia y un punto (3%) que se ubica dentro del ejido, pero fuera de la zonificación del parque. Además, en el punto de recolecta denominado ejido Victoria (3%), las mujeres artesanas de El Escobillo recogen ocochal, y se encuentra fuera del ejido Tenextepec y Sus Anexos, del área del PNCP y su zona de influencia. Con base en la serie vii de uso de suelo y vegetación (Inegi, 2021b) los 33 sitios de recolección se ubican en las siguientes coberturas: 11 (33.3%) bosque de oyamel, nueve (27.2%) agricultura de temporal anual, cinco (15.1%) bosque de pino, cinco (15.1%) vegetación secundaria de bosque de pino, dos (6%) asentamientos humanos y uno (3.3%) matorral desértico rosetófilo (Fig. 3).
Volumen recolectado de los PFNM
El producto anual recolectado, estimado a partir de las entrevistas realizadas, para las 70 especies que se registraron en El Escobillo se presenta en la Tabla 2. Las plantas vasculares sumaron 70 367 kg, el mayor volumen corresponde a leña, en especial de ilite y oyamel, con 57 200 kg; el resto concierne a diversas formas de uso, principalmente para la elaboración de arcos y altares en El Escobillo, con 13 167 kg; las dos especies de briofitas se estimó en 13 200 kg. La recolección de hongos sumó 8732 kg, principalmente de carbonera (872.4 kg), pananaca (845 kg) y tecomate (825.6 kg).
Grupo biológico | Volumen anual recolectado | Ingreso anual | ||||
Total (kg) | Autoconsumo (kg) | Venta (kg) | Total (MXN) | Autoconsumo (MXN) | Venta (MXN) | |
Plantas Vasculares | 70 367 | 63 798 | 6 569 | 446 572 | 180 813 | 265 759 |
Hongos | 8 732 | 418 | 8 314 | 406 385 | 17 497 | 388 888 |
Briofitas | 13 200 | 200 | 13 000 | 90 667 | 4 000 | 86 667 |
Total | 92 299 | 64 416 | 27 883 | 943 624 | 202 310 | 741 314 |
Precios y unidad de medida de los PFNM para la venta
Con base en las entrevistas, se hizo una estimación anual respecto al precio unitario original (valor bruto) de los ingresos económicos de cada recolector, mediante el volumen total (kg) de cada especie (organizado por grupo biológico) multiplicado por el precio unitario (MXN). En El Escobillo se comercializan 36 especies (12 plantas vasculares, 22 hongos y dos briofitas). Los usos que contribuyen de manera importante a los ingresos de la localidad son el alimenticio y el artesanal. Entre las plantas vasculares destaca el uso del ocochal por 16 mujeres que conforman la organización “Mujeres Artesanas de El Escobillo Parque Nacional Cofre de Perote”. Ellas recolectan al año hasta 100 kg para elaborar cerca de 1500 piezas de artesanías, con precios que varían de MXN 50 a MXN 300. Por otra parte, el escobo se vende al ayuntamiento de Perote cada 15 días, durante seis meses al año; el rollo de 40 kg se vende a MXN 150, dos personas de El Escobillo se dedican a esta actividad. Tres personas venden siete plantas medicinales (árnica, azumiate verde, hierba del golpe, marrubio, mirto, raíz del manzo y soapa) en rollo, entre 250 g y 2 kg, el precio oscila de MXN 15 a MXN 40, también en pieza de 250 g a MXN 50. El quelite más vendido es el borreguito: un rollo de 1 kg a MXN 10; cabe mencionar que una persona se dedica a esta actividad. La recolección de briofitas la realizan dos o tres familias en pacas de 3 kg a MXN 20. Aproximadamente 20 personas se dedican a la recolección y venta de hongos, el precio depende de la especie (desde MXN 15 hasta MXN 500 por kilogramo). El hongo de perfume se vende en MXN 200 por kilogramo “abierto” y MXN 500 en “botón”, dos o tres personas se dedican a su comercialización.
Discusión
Este estudio demuestra que entre las 70 especies de PFNM que recolectan los habitantes de El Escobillo destacan, por número de especies, las de uso comestible y medicinal; por volumen, la leña y uso ceremonial; y por beneficios económicos, el comestible y artesanal. Se han realizado diversos estudios similares a este: Farfán et al. (2007) encontraron en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca 213 especies de plantas vasculares y 31 comestibles de hongos; en el Parque Nacional La Malinche, Barahona y García (2009) registraron 32 especies de plantas vasculares; en el Área de Protección de Flora y Fauna del Nevado de Toluca, Rodríguez Álvarez (2015) documentó 19 hongos comestibles; Anastacio-Martínez et al. (2016), 77 y Jasso-Arriaga et al. (2016), 16. Algunas especies de hongos incluidas en el presente estudio coinciden con las 53 ectomicorrícicas observadas (21 comestibles) en seis localidades del PNCP, las cuales se comercializan en el mercado de San José de la ciudad de Xalapa, Veracruz (Córdova-Chávez et al., 2014).
Los cinco sistemas de manejo se localizan en 33 sitios de recolección, los cuales se ubican en las distintas zonas y subzonas del PNCP, según lo establece su programa de manejo (Conanp, 2015). En primer lugar, los 11 sitios que están en el polígono del ejido Tenextepec y Sus Anexos (10 dentro del PNCP y su zona de influencia, y uno dentro del ejido) se distribuyen de la siguiente forma: dos en la zona de influencia, dos en la subzona de recuperación y seis en la de uso tradicional y un sitio solo pertenece al ejido. Por otro lado, los 21 sitios de recolección que se ubican dentro del PNCP y su zona de influencia (fuera del polígono ejidal) se localizan: dos en la zona de influencia, 12 en la subzona de recuperación y siete en la de uso tradicional; además, un sitio se ubica en el ejido Victoria (Tabla 3). La mayoría de los sitios de recolección (14) se ubican dentro del PNCP en la subzona de recuperación, principalmente en el bosque de oyamel y pino. Sin embargo, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, 1988) en su artículo 47 BIS señala que: “en la zona de amortiguamiento deberán tomarse en consideración las actividades productivas que lleven a cabo las comunidades que ahí habiten al momento de la expedición de la declaratoria respectiva”. Por lo anterior, es necesario un diseño de estrategias de sostenibilidad de los PFNM para la subsistencia, avaladas por estudios técnicos, debido a que en esta subzona no está permitido el aprovechamiento forestal (Conanp, 2015). Cabe destacar que los habitantes de El Escobillo, en calidad de avecindados, cuentan con 760.45 ha de las 6153.88 ha del ejido Tenextepec y Sus Anexos (RAN, 2021; Conanp, 2015). De ahí que los recolectores de PFNM acuden a otras áreas del parque y zonas adyacentes con fines de autoconsumo y obtención de ingresos complementarios.
Ejido Tenextepec y Sus Anexos dentro del PNCP y zona de influencia | ||||
Número de sitios de recolección | Zona y subzona del PNCP | Uso de suelo y vegetación | Sistema de manejo | Usos/grupo biológico |
2 | Influencia | Vegetación secundaria arbórea de bosque de pino | Monte | Hongos, medicinal, artesanal, alimenticio, doméstico y limpieza, medicinal y leña |
2 | Recuperación | Bosque de oyamel | Montaña | Hongos, musgos, leña, alimenticio, medicinal, ceremonial, ornato |
6 | Uso Tradicional | Agricultura temporal anual y Asentamientos humanos | Traspatio y Huerta | Doméstico y limpieza, alimenticio, medicinal y ornato |
Dentro del ejido Tenextepec y Sus Anexos | ||||
1 | No aplica | Matorral | Ceremonial | |
Dentro del PNCP y zona de influencia | ||||
2 | Influencia | Bosque de pino y oyamel | Montaña | Hongos, medicinal, doméstico y limpieza |
12 | Recuperación | Bosque de pino y oyamel, vegetación secundaria arbustiva del bosque de pino y agricultura de temporal anual | Montaña, Monte, Huerta | Hongos, musgos, doméstico y limpieza, medicinal, leña, ceremonial |
7 | Uso tradicional | Bosque de pino y oyamel, agricultura de temporal anual y vegetación secundaria arbustiva del bosque de pino | Montaña, Monte, Huerta | Hongos, leña, artesanal, medicinal, doméstico y limpieza, alimenticio |
Fuera del PNCP y de la zona de influencia y del ejido Tenextepec y Sus Anexos | ||||
1 | No aplica | Vegetación secundaria arbórea de bosque de pino | Monte | Artesanal |
El matorral desértico rosetófilo es característico de las partes secas del ejido Tenextepec y Sus Anexos, donde los habitantes recolectan la palma chimale en el sitio más alejado de El Escobillo, para elaborar arcos que adornan las iglesias durante las fiestas patronales.
Las huertas son sistemas de manejo que contienen diversas especies comestibles para autoconsumo y eventualmente para la venta, asociadas a la milpa y otros cultivos como la papa, avena, haba, chícharo, entre otros. Este sistema se ubica principalmente en la subzona de uso tradicional en los alrededores de la población. Se encontró que el traspatio es sin duda un espacio de gran relevancia, donde las mujeres quienes conducen el cultivo y manteni-miento de hasta nueve especies. Sánchez (2010), en Los Pescados (localidad ubicada al noreste de El Escobillo), constató que el traspatio representa un apoyo económico fundamental para las familias, que se da mediante el cultivo de plantas útiles y crianza de ganado de corral.
El sistema de manejo “monte” de la vegetación secundaria del bosque de pino, representa 34.9% de los ingresos, provee numerosos bienes de autoconsumo y venta, como las plantas medicinales, el escobo y el zacatón de uso doméstico y las tres especies de pino y el ilite, para leña y elaborar artesanías. Un trabajo señala que la extracción de ilite como leña en cinco comunidades del PNCP no modifica la estructura poblacional, pero si disminuye la densidad durante el año de estudio; por otra parte, indica que los entrevistados perciben que esta actividad, junto con la tala clandestina, afecta su dispo-nibilidad (López-Sánchez et al., 2020).
El sistema de manejo “montaña” corresponde a los bosques de pino y oyamel distribuidos en El Escobillo y sus alrededores, está presente en casi todos los sitios de recolección y contiene al mayor número de especies registradas en este estudio, fundamentalmente de hongos. Este sistema representa 64.2% de los ingresos por la venta de PFNM, al mismo tiempo, los entrevistados perciben que algunas poblaciones de los PFNM han disminuido. Así, el bosque se convierte en uno de los recursos económicos y de autoconsumo más importante para la comunidad; por ejemplo, los hongos de perfume, carbonera y tecomate, las briofitas y el oyamel. Dada la importancia los bosques de pino y oyamel, se destaca que tres especies de hongos están en alguna categoría de riesgo de acuerdo con la nom-059-semarnat-2010 (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales [Semarnat], 2010): el hongo pananaca, los hongos cochinitos y la palma chimale se encuentran en la categoría de amenazada; y el hongo de perfume u hongo blanco está sujeto a protección especial. Se registraron en la zona de estudio Dasylirion acrotrichum (palma chimale) y las siemprevivas Sedum obcordatum y Echeveria nebularum, consideradas endémicas a México (Villaseñor, 2016). Por lo anterior, es preciso llevar a cabo programas de capacitación para el mejoramiento de técnicas de recolección y regeneración, con la participación de las personas que realizan estas actividades, tal como lo establece el componente de restauración de ecosistemas del programa de manejo del PNCP (Conanp, 2015). Además, es posible vincular proyectos de ecoturismo, como “La ruta del Cofre” (Gobierno del Estado de Veracruz, 2019; Conanp, 2020), donde prestadores de servicios turísticos ofrecen una experiencia culinaria, de recolección e información acerca de la conservación de hongos en el bosque.
La contribución de los ingresos que generan las mujeres derivadas de las actividades de recolección, procesamiento y venta de PFNM es de las pocas oportunidades que tienen las mujeres para conseguir dinero en efectivo, al menos en comunidades rurales; además, esa actividad recolectora y de venta juega un papel primordial en la transmisión de conocimientos y prácticas tradicionales (Howard, 2006; Olaniyi et al., 2013; Kassa y Yigezu, 2015). En el caso de El Escobillo, las mujeres se dedican a la recolección de hongos, plantas medicinales y briofitas. Sin embargo, es necesario un estudio particular acerca de los factores que influyen en los ingresos de las mujeres, sobre la contribución en la seguridad alimentaria de los hogares y cómo el accionar de la mujer favorece la disminución de la desigualdad y carga de trabajo.
Las entrevistas indicaron que se comercializan 36 especies entre plantas vasculares, hongos y briofitas. Una estimación de los PFNM que mayormente se venden arroja que entre las plantas vasculares destaca el uso del ocochal por las mujeres para elaborar artesanías (88%), con una ganancia de MXN 233 000 (antes de la pandemia covid 19 en 2020). La administración de la Conanp ha promovido dichos productos en eventos del municipio de Perote y en la Universidad Veracruzana, entre otros espacios de venta y promoción; de la misma forma que se hace con las artesanas que trabajan con ramas de oyamel de El Conejo, ejido aledaño a El Escobillo (Pineda-López et al., 2013). En cuanto al escobo, este se vende al ayuntamiento de Perote obteniendo una ganancia de MXN 21 600, aunque algunos entrevistados mencionaron que podría haber cambios en el suministro debido a las nuevas autoridades del ayuntamiento.
De las plantas medicinales se obtiene una ganancia de MXN 6334, como la soapa con aproximadamente MXN 2880 y los quelites MXN 4825. Las briofitas generan ingresos por MXN 86 667, sin embargo, según los entre-vistados, la venta no es redituable debido a que hay otras poblaciones aledañas que venden a precios más bajos. Entre los hongos destaca el hongo de perfume con ventas de MXN 71 400, no obstante, los entrevistados perciben una disminución de sus poblaciones, así como de una variación de la oferta y la demanda en función de los intermediarios y precios. A partir de las entrevistas a las 22 familias participantes, se estima que los ingresos anuales provenientes de la venta de PFNM es de MXN 741 314, divididos de la siguiente manera: plantas vasculares MXN 265 759; hongos comestibles MXN 388 888 y briofitas MXN 86 667. Además, la recolección de PFNM para auto-consumo se consideran en este estudio como un ahorro para los 22 hogares, es decir, no implica un gasto. De esta forma, una estimación del ahorro a partir de los valores comerciales (sin egresos) arroja la cifra aproximada de MXN 202 310; por lo tanto, la venta y el autoconsumo de PFNM suman MXN 943 624 durante 2019-2020 (Tabla 2). En nueve comunidades del Área de Protección de Flora y Fauna del Nevado de Toluca, Anastacio-Martínez et al. (2016) indican que los recolectores de la vara perlilla (Symphoricarpos microphyllus), especie con la que se elaboran escobas rústicas, tuvieron un ingreso anual de MXN 5 000 000. Estos autores registran la recolección de 13 toneladas al año de hongos para las mismas comunidades, principalmente con fines de autoconsumo; por otra parte, señalan que en el ejido San Bartolo Oxtotitlán las ganancias por la venta de la briofita Thuidium delicatulum var. delicatulum fueron de MXN 15 000 (2012-2013). En este estudio, el ingreso por el escobo, que también se usa para elaborar escobas, fue de MXN 21 600 y por las briofitas de MXN 86 667. Jasso-Arriaga et al. (2016) consignan que en el ejido San Antonio Acahualco, del Área de Protección de Flora y Fauna del Nevado de Toluca, 95% de los hongos recolectados son para venta, porcentaje que coincide con los datos obtenidos para El Escobillo, con destino al mercado local, regional e internacional.
Es importante averiguar la posición que juegan los bosques en las cadenas de valor o estructuras informales de los PFNM de la región. Esto permitirá diseñar estrategias de conservación y uso sostenible, principalmente en zonas donde los servicios ecosistémicos son vulnerables ante los embates del cambio global y en un contexto de ANP.
La investigación sobre los volúmenes de producción de PFNM es escasa, errática o inexacta, debido a un sistema complejo y a cadenas de valor mal entendidas (Sheppard et al., 2020). Dyke y Emerey (2010) señalan que hay una considerable diversidad en el conocimiento y habilidades de cada persona, así como en las cantidades recolectadas. En El Escobillo y otras localidades del PNCP son fundamentales los estudios dirigidos a comparar las ganancias por la venta de PFNM con otras actividades productivas, como lo muestran Kar y Jacobson (2012), Hickey et al. (2016), Mukul et al. (2010) y Jiao et al. (2019), entre otros. Por lo que las regulaciones sobre el uso y manejo de los PFNM deben estar basadas en la participación conjunta de recolectores, técnicos y autoridades, que conduzca a cosechas sostenibles de especies con demanda comercial, que en muchas ocasiones es variable. La colaboración inducirá a una mejor comprensión de los ingresos en efectivo y de los aportes de los PFNM para la subsistencia (Jiao et al., 2019).
El uso y manejo de los PFNM está asociado a una red de sistemas socioculturales, ecológicos, simbólicos y económicos que responden a particularidades geográficas específicas en todos los rincones del mundo (Angelsen et al., 2014; Wahlén, 2017; Sheppard et al., 2020; Schlesinger et al., 2015; Stockdale et al., 2019). Estos sistemas se sitúan entre las necesidades culturales y productivas de las personas que contribuyen a la gobernanza de sus territorios y recursos naturales (Shackleton et al., 2018). Es por ello fundamental la participación social y una mayor inclusión en la toma de decisiones (Hensler y Merçon, 2020; Montes de Oca-Hernández y Castillo-Nonato, 2019), aún más importante cuando se trata de ANP.
Una vía que se podría explorar es el comercio con productos de calidad, mediante empresas y organizaciones a pequeña escala con sistemas diversificados y multifun-cionales (Leakey et al., 2021), acorde con las estructuras de acceso y aprovechamiento organizado, con equidad de distribución y beneficios para los recolectores de PFNM (Illsley Granich et al., 2010; Dyke y Emery, 2010; Sunderland et al., 2011; Jiao et al., 2019). Es imperativo caracterizar la relación entre la importancia que tienen ciertos PFNM, la abundancia y las tendencias o cambios observados por los recolectores en las poblaciones de plantas vasculares, hongos y briofitas, y diseñar buenas prácticas de recolección, acceso y niveles aceptables de regeneración (Edoard y Quero, 2005; Stockdale et al., 2019).
Ortega-Meza, Pulido Silva, de Arruda, et al. (2021) consideran necesario apoyar y promover un consumo responsable proveniente de la producción mediante el sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (uma), que promueve la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. En la zona de influencia, en la vertiente oriental del PNCP, en el municipio de Acajete, Veracruz, se encuentra la uma denominada Rancho Ecológico El Mirador, que cuenta con especies como venado cola blanca (Odocoileus virginianus), y promueve su conservación y manejo (Yumping, 2022). Es fundamental implementar una gestión efectiva entre la subsistencia y la conservación de la biodiversidad (Shackleton et al., 2011) ante el incremento acelerado en la degradación de la tierra, la contaminación, la extracción de agua, entre otros problemas.
Los PFNM ofrecen alternativas para mejorar la economía de las comunidades que habitan dentro de las ANP, quienes deben transitar hacia la regulación de la recolección y las cadenas de valor, eso mediante la participación organizada de los productores. Para ello, es indispensable un aprovechamiento integral de los PFNM en el PNCP, en común acuerdo con el programa de manejo y mediante una eficiente articulación entre los actores sociales, organizaciones civiles, empresarios, instituciones académicas e instancias de gobierno (Pineda-López et al., 2013, Narave et al., 2016; Narave y Chamorro, 2016; Chamorro et al., 2016; Pérez, 2016; Pérez, 2018).
Conclusiones
En la comunidad de El Escobillo, que ocupa una extensión de 6.6% del total de la superficie del PNCP, habitan personas que recolectan y aprovechan los PFNM, principalmente del sistema de manejo “montaña” que incluye al bosque de pino y oyamel (dentro y fuera del PNCP). Este sistema representa 64.2% de ingresos, reúne la mayoría de los sitios de recolección y contiene un alto número de especies silvestres, siendo las mujeres las que recolectan hongos para la venta y autoconsumo.
Los hombres, mujeres y niños participan en la recolección de diversos PFNM que contribuyen a la economía familiar, con un volumen anual de 92 299 kg y un ingreso (sin egresos) de MXN 943 624. Otros estudios serán necesarios para comparar el valor económico con otras actividades productivas de El Escobillo.
El manejo del PNCP requiere robustecer las estrategias sostenibles de uso y aprovechamiento de los PFNM con la participación de los habitantes como custodios y manejadores, y con apoyo de otros actores sociales mediante la vinculación de las dependencias involucradas de gobierno, organizaciones de la sociedad civil, empresas, instituciones académicas y la participación de las personas interesadas.