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Economía, sociedad y territorio

versión On-line ISSN 2448-6183versión impresa ISSN 1405-8421

Econ. soc. territ vol.16 no.51 Toluca may./ago. 2016

 

Reseñas

Coaliciones territoriales y desarrollo rural en América Latina

Territorial coalitions and rural development in Latin America

Salvador González-Andrade* 

*El Colegio de la Frontera Norte, México, Correo-e: salvador@colef.mx

Fernández, M. Ignacia; Asensio, Raúl H.. 2014. ¿Unidos podemos? Coaliciones territoriales y desarrollo rural en, América Latina. Instituto de Estudios Peruanos-Rimisp, América Problema, 38, Lima: 271p. ISBN: 978-9972-51-446-3.


El libro ¿Unidos podemos? Coaliciones territoriales y desarrollo rural en América Latina reúne ocho artículos que son parte del programa de Dinámicas Territoriales Rurales implementado por 52 organizaciones socias en once países del continente, dicho programa es coordinado y liderado por el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp).

El objetivo es mostrar a partir de las investigaciones los casos de seis regiones rurales del centro y sur de América que han tenido ciertos niveles de crecimiento económico y desarrollo social. El método de análisis que emplean es una modalidad de acción colectiva particular: las coaliciones territoriales; indagan acerca de la existencia y la forma en que operan las coaliciones sociales para el desarrollo de los territorios.

Claudia Serrano, directora ejecutiva del Rimisp, advierte que esta investigación pretende identificar “qué elementos caracterizan a las dinámicas económicas y políticas en los territorios donde se observa un crecimiento económico y buenos resultados sociales, esto es, una disminución de la pobreza y la desigualdad”. La premisa de inicio es que “la existencia de una capacidad de aunar criterios y enfoques, así como de coordinar acciones entre los actores de los territorios, influye poderosamente sobre los procesos y resultados económicos y sociales” (p. 9).

Sobre los autores de los trabajos publicados destacan los académicos ampliamente reconocidos en el ámbito de los estudios sobre el territorio, la región y el desarrollo rural: María Ignacia Fernández y Raúl Hernández Asensio; ella es doctora en sociología por la Universidad de Barcelona magister en ciencia política por la Universidad de Chile y directora del Rimisp. Especialista en políticas públicas, política social, descentralización y ciudadanía; así como en diseño, evaluación y gestión pública. Ha trabajado en numerosos proyectos de investigación sobre desarrollo rural, además ha desempeñado diversos cargos públicos y ha brindado asesorías para el desarrollo regional. Por su parte, Raúl Hernández Asensio es doctor en filosofía y letras por la Universidad de Cádiz, España, es magister en estudios latinoamericanos por la Universidad Internacional de Andalucía (Huelva, España) y por la Universidad Andina Simón Bolívar (Quito, Ecuador), asimismo es geógrafo e historiador por la Universidad de Cádiz (España). Es uno de los principales investigadores del Instituto de Estudios Peruanos. Ha trabajado en numerosos proyectos de investigación sobre desarrollo rural, así como en el componente de investigación transversal del Programa de Escalamiento de Innovaciones Rurales.

Al igual que los editores, el resto de los autores compilados en este libro como Alexander Schejtman, Carolina Trivelli, Martín Tanaka, Pablo Ospina Peralta, Daniela Miranda, Francisca Meynard Vivar y Patric Hollenstein cuentan con una valiosa trayectoria académica por sus fructíferas publicaciones y las asesorías ofrecidas en el área del desarrollo territorial, con lo cual han logrado reconocido prestigio internacional.

Los autores compilados en este libro proponen, analizar el papel de las coaliciones territoriales en los procesos de desarrollo rural, buscando una mayor comprensión de las dinámicas sociales, políticas y económicas que determinan la reducción de la pobreza en condiciones de equidad. La obra consta de ocho capítulos, los dos primeros delinean reflexiones teóricas sobre las coaliciones territoriales, en el resto de las secciones se analizan seis casos de estudio procedentes de Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Perú; se identifican los elementos económicos y políticos de los territorios en los que se observan crecimientos desiguales, tanto en el plano económico como en la disminución de la pobreza y desigualdad.

El eje de discusión de la obra se centra en la forma que las coaliciones territoriales afrontan el balance entre crecimiento económico y la inclusión social. En cada estudio de caso se genera una discusión sobre los actores y sus características, objetivos, contextos, aspectos teórico-prácticos, trayectorias históricas, estructuras de incentivos y la evolución de las dinámicas sociopolíticas. En cada una de las seis historias se identifican las transformaciones de las dinámicas territoriales, el libro da cuenta de un relativo éxito, ya sea en el aumento de las dinámicas de crecimiento económicas (Chile y Guatemala), o en distribución y cohesión social (Salvador y Brasil), o en ambos, evidenciando mejoras en crecimiento económico y en el empoderamiento de los actores territoriales (Ecuador y Perú).

Fernández y Asensio (2014: 13) definen a las coaliciones territoriales como “agrupamientos de actores que se producen en torno a objetivos compartidos, ya sea de manera implícita o explícita, referido a temas relacionados con las dinámicas territoriales”. Plantean que la capacidad de acción de las coaliciones depende de los actores que se encuentren comprometidos, de los capitales que puedan utilizar o movilizar dichos actores, así como de la capacidad para articular las propuestas y concretarlas en alianzas que lideren procesos de cambio de larga duración.

El primer capítulo del libro, titulado “Las coaliciones territoriales transformadoras y los dilemas del desarrollo inclusivo en las zonas rurales de América Latina” de Fernández Asensio, Trivelli y Schejtman busca categorizar las coaliciones territoriales de acuerdo a las características y condiciones que generan cambios institucionales, originando procesos de inclusión socioeconómica. En su investigación citan a Berdegué et al. (2011) con el fin de fundamentar las relaciones entre crecimiento económico y desigualdad social en zonas rurales, lo que permite concluir que sólo 14% de los territorios estudiados registraron paralelamente un aumento en los ingresos, disminución de la pobreza y mayores indicadores de equidad social.

Fernández et al. (2014) precisan que la cantidad minoritaria de casos de éxito podría ser consecuencia de mecanismos e instituciones políticas, económicas y socioculturales que mantienen dinámicas de no inclusión en las dimensiones de desigualdad, tales como riqueza, poder y estatus social. Afirman que el desarrollo territorial inclusivo es el resultado de las relaciones circulares entre instituciones, actores y activos. Los autores plantean que las coaliciones territoriales se identifican con base en cuatro elementos distintivos: hay diversidad de actores pero son la respuesta a una necesidad social, hay convergencia de objetivos entre sus integrantes, tienen un enfoque a mediano o largo plazo, y hay disponibilidad de recursos diversificados. Afirman que dichos elementos son herramientas poderosas en la conjugación de fuerza y capacidad social.

En el segundo texto que integra esta obra, “En busca del eslabón perdido. Coaliciones sociales y procesos políticos”, Tanaka menciona una extensa literatura que aborda el concepto de “coalición” en las ciencias sociales, reflexiona sobre cómo ese concepto ha sido retomado por varias corrientes teóricas. También destaca la relevancia de la participación multidisciplinaria en los estudios de desarrollo territorial rural.

En el apartado tres “Coaliciones, dinámicas territoriales y desarrollo: el caso de la coalición salmonera (Chiloé central, Chile)”, Fernández y Miranda exponen la primera historia de coalición territorial, analizan el crecimiento económico y el desarrollo en la isla de Chiloé, al sur de Chile. El agrupamiento comienza a finales de los setenta y promueve una reorientación productiva del territorio, buscando el desarrollo de la pesca de salmón. Las autoras concluyen que los actores locales no fueron involucrados en forma activa dentro de la coalición salmonera, sino que la coalición se generó entre el gobierno central y la industria salmonera, generando impactos negativos sobre la población de la región. Afirman que la creación de mecanismos de articulación entre los actores locales y los demás sectores que conforman la coalición resultaría provechosa en materia de inclusión social y aumento de oportunidades económicas en la región.

En el cuarto artículo que integra esta obra “Éxito y límites de una ‘coalición de poderosos’” (Ostúa-Güija, Guatemala)”, Asensio analiza las dinámicas sociales y económicas de cuatro municipios del sureste de Guatemala. Indica que durante el periodo de 2000 a 2006, esa región manifestó un comportamiento favorable en los ingresos por familia, incidencia de pobreza y distribución de ingresos. Apunta que los factores clave para entender este fenómeno son los incrementos en la agricultura comercial y en las remesas provenientes de quienes migraron hacia Estados Unidos. El contexto de las dinámicas es un magno dinamismo económico y la intervención externa ha sido baja. Documenta que en este caso los pequeños propietarios rurales desempeñan un rol activo en las decisiones del ámbito local.

El autor investiga las peculiaridades de la identidad de los pobladores del oriente de Guatemala, describiéndolos como independientes, emprendedores, e individualistas; hace énfasis en los altos porcentajes de migración a Estados Unidos. Plantea que las relaciones sociales “pueden ser horizontales (entre iguales, dentro del territorio) o verticales (con poder asimétrico, con actores de fuera del territorio). Las […] horizontales permiten […] alcanzar acuerdos clave para la producción. Las conexiones verticales […] permiten mantener el suministro de insumos para la producción…” (p. 132); es a partir de este tipo de relaciones como se logra el éxito de la coalición territorial. Describe el proceso de cambio productivo sufrido tras los acuerdos de libre comercio; refiere asimismo que las bases del modelo son: un mercado dinámico de tierras, la renuncia del Estado a intervenir en el comercio agrícola, un mercado con oferta de mano de obra rural y urbana, y el predominio de acuerdos a corto plazo.

El quinto capítulo “La coalición de sindicatos rurales del noreste del valle de Jiquiricá (Brasil) y sus aliados”, en este artículo Meynard busca comprender el rol de la coalición conformada por sindicatos de pequeños productores rurales en seis municipios del valle de Jiquiricá, estado de Bahía al noroeste de Brasil. La autora expone que las coaliciones territoriales “han contribuido a estimular en el territorio cambios institucionales, permitiendo a ciertas zonas rurales lograr resultados de desarrollo que combinan crecimiento económico con inclusión social, llegando incluso a influir en la sostenibilidad ambiental de los procesos de desarrollo” (p. 147). Dicha coalición ha podido atraer políticas públicas combinadas con inversión pública, centrando el apoyo en el fortalecimiento de la agricultura familiar y en los derechos de los trabajadores. El éxito en el territorio de Jiquiricá, los procesos positivos de cambio se deben a los mercados dinámicos y a la acción del Estado.

“Cohesión, identidad e incentivos externos en una coalición de larga duración (Cerrón Grande, El Salvador)” es el título del texto de Asensio, en el cual analiza una coalición en la que participa un grupo de actores que habitan y laboran en Chalatenango, un territorio marginal con altos índices de ruralidad al norte de El Salvador en un contexto de reconstrucción de posguerra donde se busca impulsar a pequeños productores rurales, sobre una base sostenible de recursos. Chalatenango ha permanecido rezagada tanto política como económicamente por largo tiempo, aún así, ha sido un territorio influido por actores externos. Dicha coalición comienza en 1992 y continúa en la actualidad, conformada por organizaciones no gubernamentales locales, actores externos conformados por organizaciones públicas o privadas vinculadas a la zona y a las organizaciones sociales base, donde se agrupan las cooperativas y las asociaciones productoras.

Se expone que durante los setenta y ochenta se gestaron diversos movimientos en defensa del territorio, articulándose distintos sindicatos agrarios y cooperativas, constituyéndose como un importante eje de acción comunitaria. Asensio expresa que la interacción entre actores locales y actores externos posibilita que ciertos territorios escapen de las condiciones estructurales que los mantienen en la pobreza y el subdesarrollo. También, afirma que la capacidad para estructurar distintos escenarios de negociación genera casos de coaliciones territoriales exitosas.

En el séptimo trabajo “La promesa de crecer juntos. Coaliciones sociales y políticas públicas en Tungurahua (Ecuador)”, a cargo de Hollenstein y Ospina, se aborda el caso de Tungurahua, una zona de gran relevancia comercial constituida por pequeñas y medianas empresas familiares ubicada en la sierra central del Ecuador. Se analizan las transformaciones económicas, políticas y sociales a finales del siglo XX que afectaron negativamente a la región. Los autores consideran que el abandono de las políticas estatales de protección a la producción y a la industria nacional tuvo uno de los impactos más desfavorecedores.

A pesar de las medidas de ajuste llevadas a cabo, la región de Tungurahua presentó mejoras en los niveles de desigualdad o pobreza. Lo anterior pudo ser posible debido a una serie de acciones llevadas a cabo por una coalición social en el territorio, tales como la reconversión productiva y la generación de un sistema de crédito formal e informal con base en la red de cajas de ahorro y cooperativas de crédito rural. En este contexto, el Gobierno Provincial de Tungurahua representa una serie de cambios institucionales en cuanto a procesos de toma de decisión y gestión de la economía local. También se considera que “La combinación de una estructura agraria más favorable a los pequeños productores agrícolas […] favorecieron el desarrollo de la inversión en obras de riego y en infraestructura vial con el fin de mejorar los rendimientos y facilitar el traslado de los productos…” (p. 206). Actualmente, la región cuenta con una dinámica económica más diversificada e igualitaria que le permite mayor resistencia a impactos internacionales (liberación comercial o presencia de trasnacionales); sin embargo, existen problemas de desigualdad, pobreza y devastación ecológica de la región.

Finalmente, en el apartado “Política y hegemonía ideológica en una coalición territorial transformadora (Quispicanchi, Perú)”, Asensio examina la coalición territorial de Quispicanchi, Perú, desde sus inicios en 1969 hasta la actualidad. Esta coalición está integrada por campesinos, profesionales del desarrollo y autoridades locales de la zona del sur de Cuzco. El autor describe como la intervención de la coalición potencia la inserción de la población rural en la toma de decisiones y modifica las prioridades de asignación de recursos públicos (p. 240). Plantea que la reforma agraria generó cambios en las formas de control de los recursos naturales, y dio paso a “una economía de bajo rendimiento, relativamente igualitaria, facilitada por las políticas estatales de subvención a los insumos agrícolas” (p. 246).

Afirma que a diferencia de los años setenta, el objetivo ya no es la reorientación de la producción hacia el autoconsumo o el intercambio comunal, sino que se observa una revitalización de las actividades comerciales y una creciente vinculación de los pobladores rurales con la economía de mercado. Agrega que los actuales líderes campesinos de Quispicanchi buscan acceder a puestos de decisión política con las metas de incidir en la toma de decisiones y en la asignación de recursos públicos para beneficiar a las comunidades (p. 248). Indica que a finales de los noventa con la llegada de los dirigentes campesinos al gobierno local, es cuando la coalición madura, generándose distintas líneas de acción, asumiendo como meta “mejorar las condiciones de acceso al mercado de los productores rurales, respetando los principios de autonomía y autosuficiencia de la ideología campesina andina” (p. 253).

Las líneas de acción principales consistieron en obras de infraestructura y en el lanzamiento de “proyectos productivos” a través de oficinas de desarrollo económico y ferias agropecuarias. El autor describe un cambio de prioridades en el quehacer político local, analiza el gasto y plantea que hasta 2004 la inversión municipal más fuerte era para administración, planeamiento o asistencia social, mientras que años más tarde, los rubros de inversión agraria, educación, cultura y salud mostraron el mayor crecimiento. Además, apunta que los actores de Quispicanchi se muestran unánimes en la defensa de su proyecto territorial: “reivindicación social del campesino, revigorización cultural neoindigenista, apuesta por el incremento de la producción agropecuaria como estrategia de desarrollo…” (p. 258).

Se reconoce que existe un amplio marco de desafíos y retos que atraviesan las zonas rurales de América Latina. El mensaje final del libro contiene al menos dos buenas noticias (pp. 17-18): primera, los actores sociales son importantes para modelar las dinámicas económicas, políticas y sociales de los territorios rurales; segunda, los resultados del desarrollo dependen en buena medida de las decisiones y de la capacidad de los actores locales para articular propuestas transformadoras y para concretarlas en alianzas que lideren procesos de cambio de larga duración.

En este orden de ideas, en un documento del Rimisp a cargo de Berdegué et al. (2011: 20) afirman que “La pieza clave para el logro de círculos virtuosos localizados de crecimiento económico, inclusión social y sustentabilidad ambiental, parece ser la formación y desarrollo de coaliciones sociales que a lo largo del tiempo construyen el poder y el proyecto necesarios para imprimir un sentido diferente al desarrollo de sus territorios...”. De ahí que ¿Unidos podemos? Coaliciones territoriales y desarrollo rural en América Latina es un estudio valioso porque genera un análisis crítico sobre los procesos de acción colectiva en las transformaciones rurales en América Latina.

Agradecimiento

El autor agradece la asistencia académica de Sara Alejandra González Olachea, estudiante de verano de investigación 2015 en Colegio de la Frontera Norte, en la elaboración de esta reseña.

Fuentes consultadas

Berdegué, Julio A., Pablo Ospina, Arilson Favareto et al. (2011), “Determinantes de las dinámicas de desarrollo territorial rural en América Latina”, documento de trabajo, núm. 101, Programa Dinámicas Territoriales Rurales, Rimisp, Santiago de Chile, < http://rimisp.org/wp-content/files_mf/13720860861366288690N101_DeterminantesdelasDTR_BerdegueOspinaFavare-toAguirreChiribogaetal2011.pdf >, 1 de octubre de 2015. [ Links ]

Recibido: 06 de Octubre de 2015; Aprobado: 02 de Febrero de 2016

Salvador González-Andrade. Doctor en economía por el Colegio de Posgraduados, México. Actualmente es profesor-investigador del Departamento de Estudios Económicos de El Colegio de Frontera Norte. Es miembro en el Sistema Nacional de Investigadores, nivel I. Sus líneas de investigación son Desarrollo económico regional, mercado laboral mexicano, desarrollo rural, migración internacional, estudios sobre pobreza, economía y género, integración económica de América del norte y criminalidad y crecimiento económico. Entre sus publicaciones destacan: “Cadena de valor económico del vino de Baja California, México”, Estudios fronterizos, 16 (32), Universidad Autónoma de Baja California, Baja California, pp. 97-116 (2015); “Criminalidad y crecimiento económico regional en México”, Frontera Norte, 26 (51), El Colegio de la Frontera Norte, Tijuana, pp. 75-111 (2014); en coautoría, “The debate of the modern theories of regional economic growth”, Ra Ximhai, 10 (6), Universidad Autónoma Indígena de México, México, pp. 187-206 (2014); “Crecimiento económico regional, delitos sexuales y actividad productiva de las mujeres”, en Rosas Vargas, Rocío, Salvador González Andrade y Julio Ulises Morales López (coords.), Feminicidios y violencia feminicida. Des/Humanizando nuestros contextos, Universidad de Guanajuato-Altres Costa-Amic Editores, México, pp. 150-170 (2014).

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