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Revista Chapingo serie ciencias forestales y del ambiente

versión On-line ISSN 2007-4018versión impresa ISSN 2007-3828

Rev. Chapingo ser. cienc. for. ambient vol.18 no.3 Chapingo ago./dic. 2012

https://doi.org/10.5154/r.rchscfa.2011.08.060 

Fertilizantes de liberación controlada aplicados al establecimiento de Pinus radiata D. Don en Chile

 

Controlled release fertilizers applied to Pinus radiata D. Don in Chile

 

Javier Reyes-Millalón; Víctor Gerding; Oscar Thiers-Espinoza*

 

Universidad Austral de Chile, Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, Instituto de Silvicultura. Isla Teja s/n. C. P. 5090000. Valdivia, Chile. Correo-e: othiers@uach.cl (*Autor para correspondencia).

Universidad Austral de Chile, Centro de Investigación en Suelos Volcánicos. Isla Teja s/n. C. P. 5090000. Valdivia, Chile.

 

Recibido: 26 de agosto de 2011
Aceptado: 09 de mayo de 2012

 

RESUMEN

El uso de fertilizantes de liberación controlada (FLC) es incipiente y no se han publicado resultados de su uso en Chile. Se evaluó una aplicación de FLC al momento del establecimiento de Pinus radiata sobre un suelo ultisol en Valdivia, Chile. El estudio se realizó en tres sitios (año 2006) con variaciones del suelo donde se aplicaron seis tratamientos de FLC (10-20 g·planta-1), un fertilizante tradicional hidrosoluble y un testigo sin fertilizar. Los datos se analizaron en un diseño de bloques al azar. La evaluación (2006-2010) consideró la supervivencia, el crecimiento de los árboles y la cobertura de malezas. La supervivencia fue 84 a 96 %, sin diferencias entre tratamientos (P > 0.05). Los FLC produjeron respuestas superiores en crecimiento que el testigo y similares a las del fertilizante hidrosoluble. Los mayores rendimientos de los árboles al cuarto año se obtuvieron con FLC (+42 % factor de producción). Los FLC dieron mejor respuesta con dosis mayores o periodos de liberación más prolongados. La respuesta fue diferente entre sitios, tanto por la estructura del suelo como por su oferta nutritiva. El crecimiento fue mermado con una cobertura de malezas mayor al 30 % en la plantación.

Palabras Clave: Silvicultura de plantaciones, fertilización, ultisol, cultivo forestal.

 

ABSTRACT

The use of controlled release fertilizers (CRF) is emerging and there are no published results for their use in Chile. In this study, it was evaluated the use of a CRF at the time of establishment of Pinus radiata on an ultisol in Valdivia, Chile. The study was conducted in three different sites with soil variations (2006). Six CRF, a traditional water-soluble fertilizer and a control treatments were applied (10-20 gplant-1). Data were analyzed in a randomized block design. The evaluation (2006- 2010) considered survival, tree growth and weed covers. The survival was between 84 and 96 %, with no difference between treatments (P > 0.05). The CRF growth responses were higher than the control and similar to the water- soluble fertilizer. The highest yields of the trees during the fourth year were obtained with theCRF use (+42% input). The CRF gave better response with higher doses or more prolonged release periods.The response was different between sites, in both, soil structure and its nutrient supply. The growth was diminished with a weed cover higher than 30 % in the plantation.

Keywords: Plantation  silviculture, fertilization, ultisol,  forest crop.

 

 

INTRODUCCIÓN

Uno de los periodos más críticos para el desarrollo de las plantaciones forestales es el establecimiento, durante el cual existe una demanda nutritiva creciente (Miller, 1981). Por ello, durante dicho periodo, la fertilización y el control de malezas se utilizan como prácticas silviculturales. La fertilización estimula el crecimiento de los árboles y los hace más competitivos frente a las malezas, lo cual no impide realizar un control adecuado de éstas (Venegas & Palazuelos, 1999). La acción combinada de estas dos prácticas debiera provocar un mejor crecimiento de los árboles; sin embargo, los resultados difieren dependiendo de las condiciones de cada sitio, como se ha observado en Pinus radiata D. Don (Gerding & Schlatter, 1988).

En Chile, la fertilización de P. radiata se intensificó durante la década de 1990 con la aplicación de fertilizantes hidrosolubles, cuyas dosis dependen de la demanda de los árboles, la oferta nutritiva del suelo y la eficiencia del fertilizante (Álvarez, Rodríguez, & Suárez, 1999). Estos fertilizantes presentan eficiencia baja y variable según el nutrimento y las condiciones del sitio. Por ello, como una buena alternativa a dicho problema se presentan los fertilizantes de liberación controlada (FLC) de tipo recubierto que se utilizan en diversos cultivos, debido a que liberan los nutrimentos de forma gradual (Landis, Dumroese, & Kasten, 2009; Rose, Haase, & Arellano, 2004). Estos fertilizantes están compuestos por un concentrado soluble de nutrimentos, cubierto por una capa insoluble al agua pero con cierta permeabilidad. El polímero que recubre al fertilizante es sensible a los factores ambientales (temperatura y humedad del suelo) y la reacción depende de la tecnología utilizada en cada producto (Jacobs, Salifu, & Seifert, 2005; Landis et al., 2005). Entre las ventajas de los FLC están el suministro de nutrimentos por un tiempo prolongado mediante una sola aplicación, una mayor eficiencia en la entrega de los nutrimentos y menores pérdidas por lixiviación. La tasa de liberación de nutrimentos se puede controlar buscando cubrir la demanda de las plantas con los elementos nutritivos necesarios para ellas (Landis et al., 2009). Por ello, la aplicación de estos fertilizantes se realiza normalmente con dosis inferiores a aquellas de los fertilizantes hidrosolubles tradicionales. Por otra parte, los FLC pueden disminuir el impacto ambiental por lixiviación o volatilización de elementos nutritivos y, dada su relación costo-eficiencia, también son económicamente rentables en muchos cultivos (Erro, Urrutia, San Francisco, & García-Mina, 2007; Iyer, Dobrahner, Lowery, & Vandettey, 2002).

En Chile, el uso de FLC ha sido limitado debido a que el costo por unidad de elemento es superior al de los fertilizantes hidrosolubles tradicionales. Por otra parte, no se han publicado resultados de aplicación forestal en Chile. En cambio, existe información sobre su uso para la producción en otros países, principalmente en viveros (Iyer et al., 2002; Jacobs, Rose, & Haase, 2003; Klooster, Cregg, Fernández, & Nzokou, 2010) y en el establecimiento de plantaciones (Fan, Moore, Shafii, & Osborne, 2002; Haase, Rose, & Trobaug, 2006; Jacobs, 2005; Oliet et al., 2009). En estos estudios se ha observado que la aplicación de FLC genera ganancias en crecimiento con respecto a las plantas no fertilizadas o aquellas con fertilizantes hidrosolubles. En el presente trabajo se plantea como hipótesis que en el establecimiento de P. radiata, la aplicación de fertilizantes de liberación controlada en dosis pequeñas es tanto o más efectiva que la adición de fertilizantes hidrosolubles tradicionales, considerando dosis aplicadas de costo similar entre ambos fertilizantes. Por ello, en el marco de un ensayo de cuatro años, los objetivos de este estudio fueron evaluar la supervivencia y desarrollo de los árboles con tratamientos distintos de fertilizantes de liberación controlada y una fertilización tradicional, e inferir la influencia de los sitios del ensayo en el efecto de los tratamientos.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Área de estudio

El ensayo fue establecido en tres sitios cercanos a la ciudad de Valdivia, Chile: Las Palmas-1 (39° 44' 45.91" S - 73° 08 40.83" O, 95 m), Las Palmas-2 (39° 44' 46.37" S - 73° 09' 05.84" O, 85 m) y Los Pinos (39° 44' 21.15" S - 73° 10' 48.66" O, 156 m). En Los Pinos se habilitó una pradera con pocos residuos leñosos; en Las Palmas, las plantaciones se establecieron en áreas con desechos ordenados en fajas de una cosecha reciente de Pinus ellio-ttii Engelm (Las Palmas-1) y P. radiata (Las Palmas-2).

Según la clasificación de Kõppen, el clima es templado lluvioso con influencia mediterránea, con precipitación anual de 2,000 - 2,500 mm concentrada principalmente en los meses de invierno. La temperatura media anual es de 12.2 °C; la máxima media mensual de 23.3 °C (enero) y la mínima media mensual de 4.6 °C (agosto) (Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias [INIA], 1989). Los suelos son Typic Paleudult de la serie Los Ulmos (Centro de Investigación de Recursos Naturales [CIREN], 2001), originados de cenizas volcánicas antiguas depositadas sobre esquistos metamórficos y frecuentemente enriquecidos con otros materiales de transporte eólico. El perfil de suelo en cada sitio fue caracterizado según Schlatter, Grez, y Gerding (2003). De acuerdo con estos autores, mediante la prueba de textura al tacto, los tres suelos son francos arcillosos en la superficie y arcillosos francos en la profundidad, coincidiendo con la descripción de CIREN (2001). En los tres sitios el suelo fue profundo y presentó drenaje interno moderado en todo el perfil. La densidad aparente es similar a lo largo del perfil y entre sitios, con un rango de 0.8 a 0.9 gcm-3.

En Los Pinos, el ensayo se realizó en una cumbre con una pendiente (0-13 %) expuesta a los vientos del noroeste dominantes de la zona. La morfología del suelo es: A (0-16 cm), color 5YR3/2, estructura subpoliédrica; BA (16-33 cm), color 5YR3/4, estructura subpoliédrica; B1 (33-60 cm), color 5YR4/4, estructura masiva; B2 (60-170+ cm), color 5YR4/4, estructura masiva. La consistencia del suelo varía de firme a friable y presenta 15 % de materia orgánica en el horizonte A. El suelo BA se encontraba compactado (resistencia a la penetración: 3-3.5 kgcm-2, y en los demás horizontes: < 2 kgcm-2). El contenido de raíces finas es de mediano a poco. El drenaje externo es moderado y la capacidad de agua aprovechable, estimada hasta un metro de profundidad según Schlatter et al. (2003), alcanza 201 mm. Las Palmas-1 se situó en una cumbre con una pendiente de 2 %. El suelo presenta la secuencia de horizontes: A (0-10 cm), color 5YR3/2, estructura subpoliédrica; AB (10-26 cm), color 5YR3/3, estructura subpoliédrica; BA (26-40 cm), color 5YR4/4-4/3, estructura masiva a subpoliédrica; B (40-180+ cm), color 5YR4/4, estructura masiva. La consistencia del suelo varía de firme a friable y presenta 17 % de materia orgánica en el horizonte A. El contenido de raíces es denso en la superficie y mediano en la profundidad. El drenaje externo es lento y la capacidad de agua aprovechable, estimada hasta un metro de profundidad, es de 235 mm. La resistencia a la penetración fluctuó entre 1 y 1.5 kgcm-2. Las Palmas-2 se ubicó en una ladera alta con pendiente de 25 %. La secuencia de horizontes del suelo es: A (0-18 cm), color 5YR2.5/2 estructura subpoliédrica; AB (18-40 cm), 5YR4/3, estructura subpoliédrica; B (40-175+ cm), color 5YR4/4, estructura masiva. La consistencia del suelo varía de friable a firme y presenta 13 % de materia orgánica en el horizonte A. El contenido de raíces es denso en la superficie y mediano en la profundidad. El drenaje externo es rápido y la capacidad de agua aprovechable, estimada hasta un metro de profundidad, es de 238 mm. La resistencia a la penetración varió entre 1 y 1.5 kgcm-2.

En el Cuadro 1 se reporta un análisis químico del suelo superficial siguiendo las técnicas de Sadzawka et al. (2006). En dicho cuadro se aprecia que los suelos de los tres sitios presentan un adecuado nivel de nitrógeno y baja disponibilidad de fósforo. La tendencia es de mejor oferta nutritiva en Las Palmas-1 y condiciones nutricionales menos favorables en Los Pinos.

 

Establecimiento del ensayo

El ensayo se inició en septiembre del año 2006 utilizando plantas de P. radiata a raíz desnuda provenientes de cruzamientos controlados (Vergara, Ipinza, & Pérez, 1995). Las plantas seleccionadas al momento del establecimiento tenían altura entre 25 y 30 cm, diámetro de cuello de 4 a 6 mm y sin bifurcación en la mitad inferior del tallo. Se aplicaron ocho tratamientos: seis de fertilizantes de liberación controlada (A-F) con dosis entre 10 y 20 g·planta-1, diferenciados por periodos de liberación de nutrimentos (tres, seis y nueve meses); un tratamiento con fertilizantes hidrosolubles tradicionales (G) cuya dosis se estimó según el método racional de la oferta del suelo y la demanda de las planta (Álvarez et al., 1999); y un tratamiento testigo sin fertilizar (H) (Cuadro 2). Las dosis de los tratamientos con fertilizantes de liberación controlada fueron determinadas considerando un costo no superior al de los fertilizantes hidrosolubles tradicionales.

Cada tratamiento estuvo constituido por una parcela de 49 plantas más una hilera de borde (32 plantas adicionales), con un espaciamiento de 3 x 2 m. Los FLC fueron aplicados en las paredes del hoyo de plantación. Una porción del fertilizante quedó adherido a las paredes y otra en el fondo del hoyo, manteniendo contacto con las raíces. El fertilizante tradicional fue aplicado en dos hoyos que se encontraban a una distancia de 15 cm de la planta sin contacto con las raíces, para evitar toxicidad en ellas.

En agosto de 2006 se realizó el control químico de malezas preplantación en toda el área del ensayo, aplicando el herbicida sistémico y no selectivo glifosato (1,440 gha-1) y los herbicidas selectivos de gramíneas triclopir (45 mL·ha-1) y fluroxipir (15 mL·ha-1). Posteriormente (enero-febrero, 2007), en torno a cada árbol, se aplicó una mezcla de los herbicidas atrazina (2.5 %), ácido clopyralid (0.5 %) y haloxifop-R ester metílico (2 %), con mojamiento de 120 L·ha-1. Las aplicaciones se realizaron de forma manual con una bomba de mochila.

 

Metodología de evaluación del ensayo

Las mediciones se realizaron durante el periodo 2006-2010 (hasta los 46 meses del establecimiento de la plantación). Las variables evaluadas fueron: supervivencia; altura total (At, m); diámetro a la altura del pecho (DAP, cm); factor de producción ([FP = (DAP2 * At)/10], dm3), hasta los 32 meses se utilizó el diámetro de cuello (DC, mm) en vez de DAP; área basal total (ABT, m2ha-1) y volumen de copa ([VC = (p/12) (diámetro de copa)2 (At)], dm3). También se realizó un análisis químico del follaje según Sadzawka et al. (2007); el muestreo se efectuó en junio de 2008, según Schlatter et al. (2003). La recolección de follaje se realizó al final del segundo periodo vegetativo, un año después del periodo máximo de liberación (nueve meses) de los FLC.

El control de malezas se evaluó con el fin de determinar si la presencia de éstas tuvo influencia en la respuesta de las plantas a los fertilizantes. La cobertura de las malezas se midió considerando una superficie de 1 m2 en cada árbol. En esta misma superficie se midió la altura de las malezas representativas (mayor cobertura). Con los datos de altura y cobertura se obtuvo la variable volumen.

 

Análisis estadístico

Los datos se analizaron en un diseño de bloques al azar mediante análisis de varianza de un factor, a nivel general y por sitio, para las variables de At, DAP, FP, ABT y supervivencia de P. radiata, y para la presencia de malezas (cobertura, altura y volumen). Previo al análisis, los datos de supervivencia fueron transformados con la función supervivencia = arcsen p1/2, donde p es la proporción de supervivencia (Sokal & Rohlf, 1979). También se realizó la prueba de multicomparación de medias de Scheffé con 95 % de confiabilidad (P < 0.05), para identificar las diferencias significativas entre tratamientos. Para observar la relación de dependencia entre el crecimiento de los árboles y la maleza, se ajustó una función de regresión (R2, P < 0.05).

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Efectos de la fertilización

En el Cuadro 3 se observa que la supervivencia de los árboles en los tres sitios fue alta, desde 84 % hasta 95.9 %, sin diferencias significativas entre tratamientos (P < 0.05). Esta alta tasa de supervivencia, independientemente del tratamiento, demuestra que no hubo efecto de toxicidad de los fertilizantes. Esto es especialmente importante con aquellos de liberación controlada porque estuvieron en contacto directo con las raíces.

El análisis conjunto de los tres sitios indicó que el DAP, At, ABT y FP presentaron un buen nivel de crecimiento en las plantas (Cuadro 3). El FP en todos los tratamientos, con excepción del A y el C, alcanzó niveles mayores que en el testigo (P < 0.05). El tratamiento con mejor respuesta fue el F (Starter), siendo 42 % superior que el testigo. La misma tendencia se encontró en las otras variables. También destaca la alta variabilidad de la respuesta a los tratamientos entre sitios.

Los árboles con fertilizante tradicional (Cuadro 3) respondieron en forma similar a lo reportado para P. ra-diata en la misma zona de estudio (Valdivia) (Albaugh, Rubilar, Álvarez, & Allen, 2004; Gerding, Schlatter, & Barriga, 1986). Sin embargo, algunos tratamientos con FLC permitieron mayor rendimiento y eficiencia con pequeñas dosis (Cuadro 2) alcanzando desempeños similares a los obtenidos con la aplicación del fertilizante tradicional. Aunque los FLC tuviesen 100 % de eficiencia, dadas las pequeñas dosis aplicadas, la cantidad de elementos que recibiría la planta sería menor que con el fertilizante tradicional, el cual tiene niveles de eficiencia cercanos al 50 % en nitrógeno y 10 % en fósforo en este tipo de suelos (Typic Paleudult) (Rodríguez, Pinochet, & Matus, 2001). La alta eficiencia de los FLC estaría dada por su sistema de entrega, donde la planta responde mejor a pequeñas cantidades periódicas que frente a una mayor cantidad al inicio del periodo de crecimiento.

El crecimiento de los árboles con algunos tratamientos de FLC fue tan alto como aquellos con fertilización tradicional, superando los resultados observados por Ger-ding et al. (1986) en el mismo tipo de suelo. En cambio, estos crecimientos son menores a los observados por Al-baugh et al. (2004) al tercer año en un sitio con suelo de cenizas volcánicas jóvenes (Mesic Typic Haploxerand), el cual tiene mayor fertilidad que el de esta investigación.

Los mejores tratamientos con fertilizantes de liberación controlada tienen características comunes, la mayor dosis aplicada (20 gárbol-1) y el mayor periodo de liberación (nueve meses) (Cuadro 3). Las diferencias entre los tratamientos del mayor periodo de liberación de nutrimentos en favor de aquel con mayor dosis (20 gárbol-1) indicarían que el efecto de la dosis es más relevante que el periodo de liberación. En nuestro caso, una dosis mayor tuvo un efecto positivo, aunque se debe considerar que una cantidad muy elevada también podría afectar el crecimiento y supervivencia de las plantas (Jacobs et al., 2003; Klooster et al., 2010).

El éxito del tratamiento F (Starter, periodo de liberación de seis meses) puede explicarse por una dosis mayor y por su composición química que aportan gran cantidad de fósforo con respecto a los demás fertilizantes de liberación controlada (Cuadro 2), ya que es el elemento más deficitario de los suelos (Cuadro 1) (Rodríguez, 1991). El fósforo es un elemento nutritivo que induce un desarrollo radical mayor, el cual participa en la absorción de nutrimentos (Vance, Uhde-Stone, & Allan, 2003; Zeri-hun & Montagu, 2004). El efecto de la fertilización con fósforo puede generar notables diferencias en el crecimiento de las plantaciones, especialmente en suelos cuyas propiedades químicas los inducen a tener tasas altas de retención de este elemento (Trichet et al., 2009).

En el Cuadro 4 se puede observar que, de acuerdo con el análisis químico foliar, P. radiata tuvo, en general, un buen estado nutritivo al segundo año en todos los casos. Casi todos los macroelementos mostraron niveles satisfactorios a excepción del fósforo y el magnesio. El fósforo presentó niveles bajos ocasionando que la relación N/P fuera inadecuada (alta) y el magnesio presentó un nivel marginal (Will, 1985). En cambio, todos los mi-croelementos presentaron niveles adecuados.

El estado nutritivo para las plantas en su segunda temporada de crecimiento no difiere en gran medida entre tratamientos, aunque se observa que el testigo sin fertilizar tiende a presentar un nivel nutritivo menor (Cuadro 4). Sin embargo, estas leves diferencias entre tratamientos no explican la diferencia en crecimiento de los árboles, ya que el estatus nutricional de estos se encuentra mayoritariamente en un rango satisfactorio o bueno, excepto en fósforo y magnesio. Tales diferencias en crecimiento se pueden deber al estímulo inicial generado por la aplicación de fertilizantes en el establecimiento, donde existe un aprovechamiento de nutrimentos adicionales a los otorgados naturalmente por el suelo (Haase et al., 2006; Oliet et al., 2009). En cambio, a partir de la segunda temporada las plantas sólo se abastecieron de la oferta nutritiva del suelo y por ello poseen homogeneidad nutricional entre tratamientos.

En los árboles se apreció a lo largo del tiempo un crecimiento exponencial típico, como lo demuestra el factor de producción (Figura 1). En los tratamientos con fertilización hubo mayor crecimiento desde el primer año. La tendencia indica que con fertilizantes de liberación controlada se mantendría un crecimiento similar al del fertilizante tradicional, pero superior al testigo. En términos porcentuales, las diferencias en crecimiento de los mejores tratamientos respecto del testigo fueron menores en las dos últimas temporadas. Según Albaugh et al. (2004), esta es una situación en la que las ganancias del crecimiento se pierden en forma parcial, ya que las curvas de crecimiento de las plantaciones, tanto fertilizadas como no fertilizadas, convergen en un punto futuro (Miller, 1981). Por ello, las ganancias alcanzadas en crecimiento por la fertilización deben ser aprovechadas antes de que los crecimientos de los árboles fertilizados decaigan al nivel de los no fertilizados. Esto deriva en un acortamiento de la edad de rotación o en hacer intervenciones silvicul-turales más tempranas, como aclareos y podas.

 

El periodo evaluado es parte de la etapa inicial de las plantaciones, por lo que se debe continuar realizando un monitoreo del crecimiento de estos árboles durante los próximos años, para evaluar cómo varían en etapas más críticas donde aumenta la demanda nutritiva y ocurre el cierre de copas. Para este tipo de ensayos es conveniente realizar estudios de largo plazo (Oliet et al., 2009).

 

Efecto del sitio

El sitio muestra influencia en el crecimiento de P. radiata pero no en la supervivencia, coincidiendo con lo observado anteriormente en sitios similares por Ger-ding et al. (1986). Esta especie está climáticamente bien adaptada y los suelos presentan buena fertilidad en general, considerando que son suelos profundos, de textura media, ricos en materia orgánica, con elevada capacidad de agua aprovechable, bien estructurados y con buen drenaje interno. Las limitaciones principales son los altos grados de acidez y aluminio extraíble, los cuales influyen en los niveles bajos de fósforo y bases.

 

En el Cuadro 5 se puede apreciar que Los Pinos tuvo menor productividad con respecto a los sitios de Las Palmas, lo cual puede deberse a que el suelo del primero tiene mayor resistencia a la penetración y alta saturación de aluminio. Este tipo de suelo puede limitar el desarrollo radical reflejándose en un menor contenido de raíces finas. El menor desarrollo radical puede explicar también las mayores ganancias en crecimiento de los tratamientos con fertilización en comparación con el tratamiento sin fertilizar (Cuadro 5). Como las restricciones del suelo dificultan una exploración radical adecuada, al tener menos superficie de absorción, los árboles deben responder mejor a un aporte adicional de nutrimentos y a un tiempo de entrega más prolongado. Adicionalmente, para el sitio de Los Pinos se debe considerar que tiene mayor exposición al viento, lo cual puede dificultar el balance hídrico de las plantas.

Las Palmas-1 presenta crecimiento superior a los otros sitios siendo un sitio favorable por una mejor estructura del suelo y oferta nutritiva, aunado a esto, la fertilización tuvo efecto positivo en el crecimiento. Este sitio permite ver el efecto de los fertilizantes sin restricciones físicas estructurales del suelo, lo que ayudaría a seleccionar los mejores tratamientos para el manejo intensivo de plantaciones en sitios con características similares. El tratamiento con el fertilizante F obtuvo mejores resultados superando al testigo en DAP, FP y ABT, lo que puede deberse al mayor aporte de fósforo de dicho fertilizante (Cuadro 2). Las Palmas-2 es una situación intermedia en el ensayo, pero con más similitud con Las Palmas-1. Las diferencias entre ambos pueden explicarse más por la oferta nutritiva del suelo que por un aspecto estructural de éste.

Las plantaciones se establecieron adecuadamente con un buen control de malezas y tuvieron una altura muy superior a éstas. Al tercer año, la cobertura de malezas presentó diferencias entre sitios (P < 0.05) y alta variabilidad dentro de los tratamientos. En cada sitio, no se apreciaron diferencias de los valores medios de cobertura, altura y volumen de malezas entre tratamientos. En Los Pinos, la maleza tuvo menor cobertura (30 % ± 18 %) que en los otros dos sitios. Las Palmas-1 presentó cobertura promedio de 47 % ± 23 % y Las Palmas-2 de 54 % ± 21 %. Las malezas midieron menos de 50 cm de altura en los tres sitios. En Las Palmas-1 y Las Pal-mas-2, el volumen de malezas por árbol estuvo en torno a los 120 dm3 y en Los Pinos el volumen fue un tercio de ese valor. La presencia de maleza al tercer y cuarto año no fue un factor decisivo en la respuesta de los tratamientos de fertilización, como era lo esperado, ya que los sitios con mayor rendimiento en los árboles presentaron mayor presencia de malezas. Sin embargo, la cobertura de malezas explica la merma del crecimiento de P. radiata a más temprana edad cuando dicha cobertura alcanza valores mayores al 30 % en el segundo año (Figura 2). Coincidiendo con la tendencia observada por Gerding y Schlatter (1988), para alcanzar el potencial de crecimiento de P. radiata en estos sitios (suelo y clima) bastaría con un control de malezas que alcance dos tercios de la superficie en torno a la planta (en aproximadamente 1 m2) en los primeros dos años, mientras que un control en toda la superficie sería innecesario. El control de la competencia de malezas es indispensable cuando se aplica fertilización en el establecimiento de la plantación (Gerding et al., 1986; Venegas & Palazuelos, 1999; Woods, Nambiar, & Smethurst, 1992).

 

CONCLUSIONES

Los tratamientos con fertilizantes de liberación controlada Starter (F) y Basacote 9M (E) permiten un mayor crecimiento de P. radiata que el testigo sin fertilizar y similar al fertilizante hidrosoluble tradicional, con variaciones según el suelo. Los fertilizantes de liberación controlada con un periodo de entrega más amplio o una mayor dosis permiten mejor respuesta en el crecimiento. También se favorece el crecimiento de los árboles cuando se tiene un mayor aporte de fósforo por el fertilizante. La supervivencia de los árboles no fue influida por las fertilizaciones. Las diferencias de respuesta entre suelos son explicadas por la estructura y la oferta nutritiva natural de éstos. La competencia de malezas afecta el crecimiento de P. radiata cuando la cobertura de malezas supera un tercio de la superficie de la tasa de plantación (1 m2) en los primeros dos años.

 

AGRADECIMIENTOS

Agradecimientos a COMPO Expert Chile y al Centro Experimental Forestal de la Universidad Austral de Chile por el apoyo en la realización del ensayo.

 

REFERENCIAS

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