ANTECEDENTES
La depresión en estudiantes y residentes de medicina es un problema importante que enfrentan las instituciones educativas y de salud.1 Algunos estudios han demostrado que las principales causas de depresión se relacionan con largas horas de estudio, presión emocional, carga de trabajo importante y problemas económicos.1,2
Un metanálisis efectuado con 62,728 estudiantes de medicina encontró una prevalencia de depresión de 28%, con mayor predominio en mujeres (31.5%) que en hombres (24.2%). Otro estudio realizado en distintas universidades de 23 países reportó una prevalencia de depresión de 19% en hombres y de 22% en mujeres.3,4
Diversas investigaciones señalan que poco menos de 25% de los estudiantes de medicina con depresión buscan ayuda profesional para atender su trastorno. Incluso se ha reportado mayor prevalencia de depresión en los estudiantes de medicina que en la población general; sin embargo, la búsqueda de atención especializada es mínima, lo que sugiere que este grupo se encuentra subtratado y algunas explicaciones a este fenómeno suponen: miedo a un efecto negativo en la carrera del estudiante, falta de tiempo y el estigma relacionado con las enfermedades psiquiátricas.5,6
La idealización de pensamientos suicidas se ha reportado en 11.2% de los estudiantes de medicina. La tasa de suicidio en la población médica es de 40% en hombres y de 120% en mujeres, comparada con la población general.7,8
En 1976 Maslach utilizó el término “burnout”, empleado en ese entonces por abogados californianos para describir el proceso gradual de pérdida de responsabilidad profesional y desinterés cínico entre compañeros de trabajo, para referirse a un conjunto de respuestas emocionales que afectaban a los profesionales.9
El síndrome de burnout se caracteriza por la triada de: 1) agotamiento emocional, 2) despersonalización y 3) sentido de realización disminuido. Estas manifestaciones pueden conducir a un cuidado subóptimo de los pacientes y descuido de la salud física y mental del residente.9,10
El cuestionario o escala de Maslach es el método de referencia para establecer el diagnóstico del síndrome de burnout.10 La subescala de agotamiento emocional valora las áreas de agotamiento emocional y laboral; la subescala de despersonalización valora la falta de empatía y desinterés por la salud del paciente; y la subescala de realización personal evalúa los logros personales y el sentimiento de realización. La obtención de puntuaciones altas en el rubro de agotamiento emocional y despersonalización, en conjunto con las puntuaciones bajas en realización personal, es sugerente del síndrome de burnout. Una revisión sistemática estimó una prevalencia de síndrome de burnout de 33-45% en los estudiantes de medicina.11-13
El objetivo de este estudio fue: estimar la prevalencia de depresión y síndrome de burnout en residentes de urología de un hospital de tercer nivel de México, pues comparado con otras series internacionales, no existe información del estado de salud en este tipo de profesionistas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional y descriptivo, efectuado a partir de dos cuestionarios autoaplicables a todos los residentes del servicio de Urología del Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga. Antes de llevar a cabo las encuestas se obtuvo el consentimiento por parte de los residentes y se les advirtió que la información obtenida sería confidencial y se proporcionaría su resultado, para que en caso de solicitar orientación y apoyo psicológico contaran con ese servicio.14
Con la ficha de identificación se obtuvieron los resultados sociodemográficos y se aplicaron dos cuestionarios para evaluar la depresión y el síndrome de burnout entre los residentes.
Para establecer el diagnóstico del síndrome de burnout se aplicó la escala de MBI-HS, un instrumento validado de 22 reactivos (ítems), cuyas puntuaciones se clasifican con base en la norma estadounidense y la adaptación catalana, con las categorías de bajo, medio y alto para cada una de las dimensiones.15-18
Para evaluar la depresión se aplicó el cuestionario (instrumento) de Beck (IDB), un método validado y útil para la identificación o tamizaje de sujetos con depresión, que consta de 21 preguntas con respuesta múltiple.10 Está compuesto por ítems relacionados con síntomas depresivos (desesperanza e irritabilidad); cogniciones (culpa) o sentimientos (estar castigado), y síntomas físicos relacionados con la depresión como: fatiga, pérdida de peso y de deseo sexual. Los 21 ítems evalúan diversos síntomas depresivos y sistematizan cuatro alternativas de respuesta para cada reactivo y ordenan de menor a mayor gravedad del trastorno. Los puntos de corte aceptados para graduar la intensidad-severidad son: sin depresión (0-9 puntos), depresión leve (10-18 puntos), depresión moderada (19-29 puntos) y depresión grave (más de 30 puntos).10,11
Los resultados obtenidos se recabaron en una base de datos y se analizaron estadísticamente mediante frecuencias y medias con el programa SPSS v19.
RESULTADOS
Se aplicaron 54 cuestionarios: 27 MBI-HS y 27 IDB, en 27 residentes de primer a cuarto año de urología. El 93% (n = 25) de los residentes fueron hombres y 7% (n = 2) mujeres. El promedio de edad fue de 28.5 años (25-34, DE +/- 2.08); 90% eran solteros y 10% casados; 59% residía en la ciudad de México, 33% en otros estados de la Republica Mexicana y 7% era extranjero. El 67% vivía solo y 33% en familia. En cuanto a padecimientos respecta, únicamente un residente refirió lumbalgia crónica. Ninguno refirió tener atención psiquiátrica al momento de la aplicación.
Al analizar el Cuestionario de Depresión de Beck se encontró una prevalencia global de 33% de depresión: 22% leve y 11.1% moderada. No se encontró ningún caso de depresión severa (Cuadro 1).
Cuestionario de depresión de Beck (n = 27) | ||
---|---|---|
Diagnóstico | Frecuencia | Porcentaje (%) |
Sin depresión | 18 | 66.7 |
Depresión leve | 6 | 22.2 |
Depresión moderada | 3 | 11.1 |
Depresión severa | - | - |
Al subdividir la población por grado académico se encontró mayor prevalencia de depresión en los residentes de primer año (83%) que en el resto de los grupos (Cuadro 2).
Cuestionario de depresión de Beck por grado académico (n = 27) | ||||
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Diagnóstico | Residentes de primer año (n = 6) % | Residentes de segundo año (n = 6) % | Residentes de tercer año (n = 8) % | Residentes de cuarto año (n = 7) % |
Sin depresión | 16.7 | 83 | 87.5 | 71.4 |
Depresión leve | 66.7 | - | 12.5 | 14.3 |
Depresión moderada | 16.7 | 17.7 | - | 14.3 |
Depresión severa | - | - | - | - |
En cuanto al cuestionario de burnout (MBi-HS), 11 (41%) residentes cumplieron con los criterios para establecer el diagnóstico del síndrome, con la obtención de puntuaciones altas-moderadas para agotamiento emocional y despersonalización, y bajas para realización personal (Cuadro 3).
Grado académico | Burnout n (%) |
---|---|
Residente de primer año (n = 6) | 6 (100%) |
Residente de segundo año (n = 6) | 1 (16%) |
Residente de tercer año (n = 8) | 2 (16%) |
Residente de cuarto año (n = 7) | 2 (25%) |
Total (n = 27) | 11 (40.7%) |
Al analizar las subescalas del instrumento en los distintos grados académicos se encontró que 100% de los residentes de primer año tuvo bajo grado de realización personal, alto de despersonalización y medio de agotamiento emocional (68% respectivamente). Para los residentes de segundo año, 50% tuvo niveles altos de realización personal, 67% alto grado de despersonalización y 50% grado medio de agotamiento emocional. Los residentes de tercer año reportaron alto grado de realización personal y de despersonalización (25%, respectivamente) y cifras similares de agotamiento emocional (37.5%). Por último, los residentes de cuarto año mostraron alto grado de realización personal (33%) y de despersonalización (57%), grado medio (85%) de agotamiento emocional (Cuadro 4).
Item | Residentes de primer año (n = 6) % | Residentes de segundo año (n = 6) % | Residentes de tercer año(n = 8) % | Residentes de cuarto año (n = 7) % |
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Realización personal (RP) | ||||
• Bajo | 100 | 33.3 | 37.5 | 42.9 |
•Medio | - | 16.7 | 37.5 | 14.3 |
• Alto | - | 50 | 25 | 42.9 |
Despersonalización (D) | ||||
• Bajo | - | 16.7 | - | 14.6 |
• Medio | 33.3 | 16.7 | 25 | 28.6 |
• Alto | 66.7 | 66.7 | 75 | 57.1 |
Agotamiento emocional (AE) | ||||
• Bajo | - | 16.7 | 37.5 | 14.3 |
• Medio | 66.7 | 50 | 37.5 | 85.7 |
•Alto | 33.3 | 33.3 | 37.5 | - |
DISCUSIÓN
La prevalencia de depresión en los residentes de urología de este estudio fue de 33%, cifra mucho mayor a la reportada en la población general y en residentes y estudiantes de medicina de otros países (19-28%).3,4 Un hallazgo importante fue que los residentes de primer año tuvieron una prevalencia sumamente elevada de depresión (83%), comparada con los residentes de grados académicos más avanzados (17.7, 12.5 y 28.6% para segundo, tercer y cuarto, año respectivamente). Este dato coloca a los residentes de primer año de residencia en el subgrupo de alto riesgo de depresión y, por lo tanto, obliga a las autoridades sanitarias a crear planes de prevención y tratamiento enfocados en esta población. En ningún subgrupo se reportó depresión severa.
En cuanto al diagnóstico de síndrome de burnout, 40% de los residentes cumplieron con los criterios para establecer el diagnóstico. Esta prevalencia es elevada y se ha reportado en otras revisiones sistemáticas en estudiantes de medicina, con cifras de 33-45% de los casos con dicho síndrome.11-13 Al igual que la depresión, el subgrupo con mayor riesgo de burnout fue el de los residentes de primer año, en el que 100% cumplieron con los criterios diagnósticos, reportado como realización personal baja y alteraciones en agotamiento emocional y despersonalización con nivel medio-alto. En el resto de los subgrupos la prevalencia fue de 16-28%, quizá relacionada con una mejor adaptación al ambiente laboral y menor carga de trabajo.
CONCLUSIONES
La depresión en los residentes de urología es un trastorno que requiere atención especializada, pues afecta de manera importante y directa su calidad de vida, desempeño académico, desarrollo profesional y eleva la posibilidad de abandonar de la residencia. Incluso se ve afectada la atención hacia los pacientes, ya que los residentes deprimidos demuestran un trato más cínico, descuidado y menos empático hacia ellos. El síndrome de burnout tiene repercusión negativa para el médico residente y la atención que brinda a los pacientes.
Este estudió identificó a los residentes de primer año como una población de riesgo de depresión y síndrome de burnout, encontrando prevalencias sumamente elevadas (83.5 y 100%, respectivamente), que obliga a brindarles apoyo psicológico y analizar sus causas. Debido a la alta prevalencia de depresión y síndrome de burnout en los residentes de urología, especialmente en los de primer año, las instituciones de salud deben incentivarlos para buscar ayuda profesional. Es necesario elaborar programas estructurados y dirigidos al apoyo del médico residente para prevenir y tratar este tipo de trastornos. Se requieren estudios adicionales en otros programas de residencia médica de urología para analizar la prevalencia y el comportamiento de ambas alteraciones, con la finalidad de conocer su repercusión en nuestro gremio.