Antecedentes
En los últimos años se ha incrementado el uso de procedimientos estéticos en el pene con el objetivo de incrementar la longitud y el grosor del mismo por medio de rellenos intradérmicos inyectables de uso no médico como el aceite mineral con reacciones secundarias graves y en ocasiones mutilantes.1-4
Presentamos el caso de un paciente con parafinoma de pene secundario a la inyección repetitiva de aceite mineral y multivitamínicos en el tejido subcutáneo y cuerpos cavernosos del pene.
Caso clínico
Paciente del sexo masculino de 71 años de edad, sin enfermedades crónicas. El paciente refiere el antecedente de 8 meses de evolución con la aplicación de múltiples inyecciones de aceite mineral y complejo multivitamínico en el tejido subcutáneo y cuerpos cavernosos del pene por personal no médico. De manera gradual, inició con deformidad y edema progresivo en cara dorsal del pene, formándose una tumoración indurada de aproximadamente 5 x 5 cm, la cual respetaba glande, y región escrotal (Figura 1).
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Figura 1 Edema y deformidad localizada predominantemente en cara dorsal del pene, secundario a la inyección de aceite mineral
Por este motivo, el paciente fue atendido en medio privado, en donde se le realiza escisión de la lesión, posterior a lo cual presenta evolución tórpida, acudiendo a nuestra institución 4 días después. A la exploración física se encuentra aumento de volumen del pene, datos de infección y necrosis de la piel, así como salida de material purulento (Figura 2).
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Figura 2 Edema y necrosis de la piel del pene, con ulceración espontánea y salida de material purulento
El paciente se manejó con antibiótico intravenoso de amplio espectro, escisión quirúrgica del tejido necrótico y debridación (Figura 3). Los datos histológicos de la biopsia del tejido residual se muestran en la Figura 4.
Discusión
El parafinoma, oleoma, granuloma de aceite mineral 2 o lipogranuloma esclerosante de pene se refiere a la reacción ocasionada por la inyección de substancias extrañas en el pene, como aceite mineral o parafina. La primera aplicación de este tipo de agentes fue descrita por Robert Gersuny en 1899, quien inyectó vaselina en el escroto para corregir la ausencia de un testículo en un paciente orquiectomizado por epididimitis tuberculosa.5 Histológicamente, las lesiones presentan engrosamiento de la dermis reticular y remplazo de la grasa subcutánea por lagunas de aceite intercalados con células gigantes de cuerpo extraño,3 se ha descrito un patrón en forma de “queso suizo”.6
A lo largo de los años, se han utilizado diversos materiales con la finalidad de generar aumento de volumen del pene, en búsqueda de mayor placer sexual, demostración de masculinidad, incrementar el atractivo o curiosidad.7,8 Dicho procedimiento no está exento de complicaciones, las cuales se presentan de meses a años después de la aplicación, pueden poner en peligro la vida del paciente o afectar en gran medida su calidad de vida.9 Se ha descrito el uso de diversos materiales como: aceite mineral,1-3 aceite de hígado de bacalao,7 silicona,9-11 vaselina,6 parafina y mercurio.4,8 Debido a la presencia de eventos adversos serios, este tipo de procedimientos no son recomendados por trabajadores de la de salud, sin embargo, se sigue realizando por personal no médico o incluso por el mismo paciente. Se han reportado diversas complicaciones como fístulas, úlceras, fimosis, eritema y edema del sitio de aplicación de la substancia extraña,8 así como eventos más serios como necrosis de la piel del pene y sepsis.
El aceite mineral se ha utilizado inyectado o insertado dentro de esferas que se colocan en el tejido subcutáneo con el fin de modificar la anatomía superficial del pene.2 En una serie de 680 pacientes con inyecciones de aceite mineral reportada por Svensoy et al.,1 en el 53.8% de los pacientes, el efecto adverso se presentó con una media de 12 meses posteriores a la aplicación de la substancia extraña, presentando con mayor frecuencia dolor, aumento de volumen y consistencia, secreción purulenta y ulceraciones en la piel. El 74.6% de los pacientes requirió de tratamiento quirúrgico para la resolución de su patología. En este estudio, los autores concluyen que el mejor tratamiento es a base de escisión quirúrgica de la piel afectada, seguida de injerto cutáneo de espesor parcial.
Al-Ansari describió una serie de 8 pacientes con reacción adversa a la inyección de aceite de hígado de bacalao,7 quienes también presentaron celulitis, formación de absceso, secreción purulenta y necrosis de piel del pene, los pacientes también fueron tratados mediante drenaje y debridación, así como injerto o colgajo de piel, con respuesta satisfactoria.
También se ha descrito tratamiento quirúrgico en dos fases, posterior a la debridación y escisión de la piel afectada, se sepulta al pene inicialmente en un túnel subdartos, seguido de una segunda fase en la que se cubre el pene con un colgajo de espesor total de piel del escroto,10 mostrando resultados cosméticos y de función sexual satisfactoria.
Los procedimientos estéticos en el área genital, realizado por personal no médico, pueden llegar a presentar complicaciones en la anatomía y función del pene. El tratamiento oportuno y manejo multidisciplinario es clave para la evolución satisfactoria del paciente.