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Intersticios sociales

versión On-line ISSN 2007-4964

Intersticios sociales  no.23 Zapopan mar. 2022  Epub 04-Abr-2022

https://doi.org/10.55555/is.23.405 

Sección general

La dinámica de la pobreza en México (2002-2012): pobres trascendentes vs. pobres crónicos

The dynamics of poverty in Mexico (2002-2012): transient vs. chronic poverty

Katya Rodríguez Gómez* 
http://orcid.org/0000-0002-7611-4712

Fernando Patrón Sánchez** 
http://orcid.org/0000-0003-0652-2750

* Universidad de Guanajuato, SNI I, México. katyarg@yahoo.com

** Universidad de Guanajuato, SNI I, México. patronmx@yahoo.com


Resumen

El artículo analiza la dinámica de la pobreza en México en el periodo 2002-2012 usando una encuesta panel: la Encuesta Nacional sobre el Nivel de Vida de los Hogares; para encontrar las principales diferencias entre la pobreza crónica y la pobreza trascendente. Las preguntas principales son: cuáles son los grupos sociales que se encuentran mayormente en una u otra situación; y cuál es la influencia del trabajo, la política social y las características sociodemográficas de las personas para trascender la pobreza. Se utiliza un modelo de regresión logística multinomial para asociar las trayectorias de pobreza con el resto de las variables independientes, lo que permite conocer la influencia particular que tiene cada variable en la trayectoria de pobreza. Se encuentra que existen diferencias importantes entre pobres crónicos y pobres trascendentes y que el trabajo en el sector formal de la economía y la clase social resultan tener más peso para los pobres trascendentes que la política social, tal y como estuvo diseñada en el periodo de análisis, y que las otras características sociodemográficas. Se esbozan las recomendaciones de política que se desprenden de la investigación.

Palabras clave: dinámica de la pobreza; México; pobres crónicos; pobres trascendentes; política social

Abstract

This paper analyses the dynamics of poverty in Mexico from 2002 to 2012 based on the results of Mexico’s National Survey of the Quality of Life in Homes (Encuesta Nacional sobre el Nivel de Vida de los Hogares). Our objectives were, first, to determine the principal differences between the categories of chronic and transient poverty and, second, analyze two key issues: which social groups are found mainly in one category situation or the other; and the influence of work, social policy, and sociodemographic characteristics on people’s ability to transcend poverty. We used a multinomial logistic regression model to explore the relation between trajectories of poverty and the independent variables selected in order to estimate the specific influence of each variable on those trajectories. The main findings reveal significant differences between the chronic and transient poor in the study period, and that the factors of social class and work in the formal economy carry greater weight for the transient poor than social policy and the other sociodemographic characteristics pondered. The paper ends with some recommendations for social policy based on our analysis.

Keywords: poverty dynamic; Mexico; chronic poverty; transient poverty; social policy

Introducción

México presenta un severo problema de pobreza. Las estadísticas oficiales la han situado, por mucho tiempo, en niveles muy altos.1 Pero a pesar de que la política social ha crecido en cobertura y en recursos a partir de la década del 2000, sus resultados para disminuir la pobreza han sido insignificantes. Entre 2008 y 2018 de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), disminuyó solamente un 2.5 %, en términos relativos, pero aumentó en 2.9 millones de personas en términos absolutos. En el 2018 se sitúa en un 41.9 % de la población; lo que equivale a 52.4 millones de personas.2 Una posible razón por la cual no se ha podido construir una política más efectiva para disminuir la pobreza es que existe poco conocimiento de la pobreza en términos de su dinámica. La pobreza en un punto en el tiempo se compone de dos grupos principales: el grupo de aquellas personas que entraron recientemente en la pobreza, y el grupo de aquellas personas que llevan un largo tiempo en la pobreza. Este último grupo podría resultar prioritario de atender porque está caracterizado por personas cuyos estándares de vida se encuentran muy disminuidos y, por ende, la oportunidad de trascender la condición de pobreza puede verse seriamente afectada.3 Pero, entre ambos grupos pueden existir diferencias importantes. Una falta de diferenciación entre grupos podría llevar a generar políticas no adecuadas para cada uno. Sin embargo, la mayoría de la investigación sobre la pobreza en México se hace tomando en cuenta solo un punto en el tiempo.4 Es decir, se calcula el porcentaje de personas en pobreza en un momento determinado, usando datos de corte transversal. Posteriormente, es posible elaborar comparaciones temporales o series de pobreza, pero ello implica contrastar el porcentaje de personas en pobreza de una población en dos (o más) puntos en el tiempo. Dicha comparación no permite conocer si las personas que se encuentran en pobreza entre los dos puntos son las mismas, o si se han producido muchas entradas y salidas de la pobreza; por lo que existe muy poco conocimiento sobre qué individuos son pobres de manera persistente o cuántos se mueven dentro o fuera de la pobreza durante el periodo.

Estudiar la pobreza de una manera dinámica es uno de los temas de investigación básicos en los países desarrollados y un tema que ha crecido considerablemente en los países del sur.5 De acuerdo con Yaqub, el supuesto central en la literatura sobre la dinámica de la pobreza es que algunos de los pobres no son pobres todo el tiempo, porque las dimensiones del bienestar varían temporalmente. Por tanto, la pobreza es dinámica. Esta literatura se diferencia de los análisis estáticos de pobreza, y de las series de pobreza, en que usa datos longitudinales que siguen a los mismos individuos y hogares a través del tiempo.6

La investigación sobre la dinámica de la pobreza revela que los estudios estáticos presentan una comprensión parcial de la pobreza7 por las siguientes razones. En primer lugar, se encuentra que los análisis estáticos de pobreza suelen asumir que la mayoría de las personas en pobreza en un punto en el tiempo suelen ser los mismos en pobreza en otro punto en el tiempo, por lo que consideran a los pobres como una población relativamente homogénea.8 Desde la perspectiva dinámica se encuentra que, si bien una cantidad importante de personas en pobreza pueden permanecer en ella por un periodo amplio, hay otra proporción, también muy importante, que tiene una corta estadía en la pobreza. De hecho, lo que la literatura sobre la dinámica de la pobreza revela es que existen muchos movimientos dentro y fuera de la pobreza.9 Por ello resulta importante investigar las peculiaridades de cada uno de estos grupos. Ante esta evidencia sobre el comportamiento de la pobreza, los análisis dinámicos encuentran que no necesariamente una única política contra la pobreza puede beneficiar a todos los pobres, sino, por el contrario, se requiere establecer políticas diferenciadas.10

En el caso de México el escaso conocimiento ha estado relacionado con la carencia de fuentes de información que permitan estudiar la dinámica de la pobreza. En la actualidad se cuenta con una fuente que permite estudiar la dinámica de la pobreza en tres puntos diferentes en el tiempo; y que resulta representativo a nivel nacional. Se trata de la Encuesta Nacional sobre el Nivel de Vida de los Hogares (ENNViH), que cuenta con tres levantamientos realizados entre el 2002 y el 2012.11 Y es, precisamente, la fuente que esta investigación utilizará para hacer un estudio preliminar de la dinámica de la pobreza.

Para el caso mexicano existen algunos estudios que analizan la dinámica de la pobreza con representatividad urbana, rural o a nivel nacional.12 Los estudios pueden dividirse en dos tipos. Por un lado, se encuentran los que usan datos longitudinales de la misma fuente de información que usará este estudio (ENNViH), pero estas investigaciones se limitan a los dos primeros levantamientos de la encuesta.13 El análisis con solo dos levantamientos refiere a un periodo más limitado para poder analizar la pobreza crónica (aquellas personas que no pueden trascender su pobreza por largos periodos). Por otro lado, se encuentran aquellos estudios que crean pseudo paneles o paneles sintéticos con datos transversales tomados de varios años de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH),14 adaptando una metodología creada para simular datos panel.15 Dichos estudios pueden resultar muy útiles cuando no existen datos panel o son limitados en el tiempo. Sin embargo, presentan como principal inconveniente que las personas entrevistadas no son las mismas, sino que se seleccionan atendiendo a ciertas similitudes en sus características. Por tanto, dichos estudios no tienen la posibilidad de seguir a las mismas personas a través del tiempo, y en consecuencia realizan predicciones sobre las transiciones. Ante ello es preferible usar, en los casos en los que esté disponible, los datos longitudinales.

Este artículo utiliza algunos de los hallazgos de los estudios previos que usan datos longitudinales como punto de partida para la investigación. Su novedad radica en dos aspectos particulares. Por primera vez se están usando los tres únicos levantamientos existentes en la encuesta para medir y entender qué tan dinámica es la pobreza en un periodo de 10 años. Es importante mencionar que:

Dado el carácter longitudinal de la encuesta, en la ENNViH-2 y ENNViH-3 se reentrevistó a la muestra original, incluso a aquellos individuos que migraron dentro del territorio nacional o emigraron a los Estados Unidos de Norte-américa, y se incluyó a todos aquellos individuos que se desdoblaron de la muestra previa.16

Otra diferencia importante con los anteriores estudios es el hecho de que no se va a usar toda la población, sino se va a analizar únicamente a las personas que eran pobres en el primer levantamiento (2002). Dicha información permitirá conocer cuántas personas que estaban en pobreza resultaron ser pobres crónicos, y qué tan importante es la proporción de pobreza crónica respecto a la población total. También se analizarán cuántos de esos pobres en la primera etapa ya no lo son después de un periodo de 10 años.

El interés principal del artículo es entender las diferencias entre los pobres crónicos, y aquellas personas que lograron trascender su pobreza (que eran pobres al principio del periodo y salieron permanentemente de la pobreza a partir del segundo levantamiento). Particularmente, se quiere conocer cuáles grupos sociales pueden encontrarse mayormente en una u otra situación, y qué tan importante ha resultado la influencia de la participación en el mercado laboral vs. la influencia de la política social para trascender la pobreza; entre otras diferencias socioeconómicas que otras investigaciones han considerado importantes,17 tales como características de la persona y del hogar, condición de etnicidad y nivel educativo.

Los factores explicativos anteriores se seleccionan tomando en cuenta su importancia al momento de analizar la pobreza. Los ingresos procedentes del mercado laboral son la principal fuente de recursos en una sociedad de mercado. La influencia de la política social resulta fundamental. La relación entre la pobreza y los factores socioeconómicos que influyen en el nivel de recursos disponibles varía entre países, de acuerdo con los regímenes de bienestar que determinan el comportamiento de las políticas sociales.18

En el presente estudio la pobreza va a ser conceptualizada operacionalmente en términos de ingreso porque se considera importante que las personas cuenten con un recurso adecuado que les permita garantizar su nivel de vida. De hecho, de acuerdo con la definición de pobreza adoptada, la pobreza es la incapacidad de participar en la sociedad debido a la falta de recursos.19 Por tanto, las privaciones que la pobreza trae consigo se relacionan directamente con la falta de recursos. Una discusión más amplia sobre este tema se realiza en la segunda parte. Otra razón de importancia está relacionada directamente con el caso de México. Los estudios sobre pobreza que usan datos transversales en México20 muestran que si bien en el país existe una medida oficial de pobreza que es multidimensional, al aplicar la misma se encuentra que, mientras los indicadores de privaciones han ido mejorando, el ingreso ha sido el principal problema para que las cifras de pobreza no hayan disminuido considerablemente en el país en las últimas décadas.

Entender los factores que inciden en la probabilidad de experimentar una larga permanencia en la pobreza resulta fundamental por dos razones: para una mejor comprensión académica de cómo diferentes características individuales y de los hogares interactúan con el sistema socioeconómico, pero también resulta muy importante para desarrollar intervenciones de política social más efectivas21 dado que la política puede actuar sobre aquellos factores que impiden que las personas salgan de la pobreza.

El artículo se desarrolla de la siguiente manera. En la primera parte, se hace una discusión teórica sobre la dinámica de la pobreza, resaltando los aspectos que la literatura internacional ha encontrado importantes para su explicación. En la segunda parte, se discuten los hallazgos sobre dinámica de la pobreza que estudios anteriores han encontrado para el caso de México. La tercera parte, “Datos y metodología”, describe las características de la encuesta que va a ser utilizada para el estudio y el modelo que se va a utilizar en el mismo. Igualmente se describe la variable dependiente y las variables independientes que se incluyen. La cuarta parte, “Las trayectorias de la población en México”, describe qué porcentaje del total de la población, y del total de la pobreza es crónico. Asimismo, la quinta parte, “Determinantes de las trayectorias de pobreza”, presenta un modelo en el cual puede verse la influencia de cada variable en la pobreza crónica y en la pobreza trascendente, una vez que se controla por el efecto de las otras variables. La sexta parte, “Pobreza crónica vs. pobreza trascendente en México”, describe las características de ambos grupos. Por último, se esbozan las principales conclusiones del artículo y las recomendaciones de política que se desprenden de la investigación.

Discusión teórica sobre la dinámica de la pobreza

Antes de comenzar la discusión sobre la dinámica de la pobreza es necesario hacer una breve reflexión sobre el concepto de pobreza con vistas a justificar por qué se esté escogiendo el ingreso como criterio para medir la pobreza. Es importante mencionar que la pobreza es considerada un problema que tiene amplias dimensiones y manifestaciones tales como enfermedad, hambre, falta de educación, inseguridad, y un largo etcétera. Por tanto, la pobreza es un problema que va más allá de la falta de dinero para abarcar una serie de dimensiones de privación y exclusión.22 Precisamente por ser un problema tan complejo de definir la pobreza ha sido objeto de un gran debate en la literatura, y sobre el tema existe mucho desacuerdo. La extensa literatura internacional muestra que no existe una definición “correcta” de pobreza.23 A continuación, se discuten brevemente los aportes seminales dentro del amplio espectro de la literatura sobre pobreza.

Peter Townsend definió a la pobreza como la incapacidad de participar en la sociedad debido a la falta de recursos. Por participación en la sociedad Townsend entendía el hecho de que las personas no tuvieran recursos para obtener la dieta necesaria, participar en las actividades y tener las condiciones de vida que se acostumbran en la sociedad donde uno vive.24 De este modo Townsend plantea dos aspectos fundamentales. En primer lugar, que la pobreza es relativa a las condiciones de vida de una sociedad en particular, por tanto, no puede considerarse una medida absoluta referida a un conjunto fijo de necesidades elementales, tales como alimentación, vivienda, etcétera. sino que tiene que ser medida de acuerdo con las condiciones sociales preponderantes. El segundo aspecto es que los recursos materiales, o la falta de ellos, son un elemento central en la determinación de la pobreza, no porque sean su única manifestación, sino porque es una de sus causas. Estos planteamientos han sido importantes para diferenciar el concepto de pobreza de otras circunstancias que pueden también generar privaciones, tales como la exclusión social, pero que puede deberse a factores que van más allá de la falta de recursos materiales, tales como la discriminación, por ejemplo. Pero las definiciones relativas de pobreza, al portar un estándar subjetivo también han estado sujetas a problemas.

La crítica más importante ha venido de Amartya Sen,25 quien plantea que dicha definición impide distinguir la posición entre aquellos que son pobres en la sociedad y aquellos que simplemente no son tan ricos. De acuerdo con el planteamiento de Sen, si se considera una posición relativa para la línea de pobreza, cuando la sociedad en su conjunto tenga un retroceso, no se dará un incremento en la pobreza. Ante ello Sen plantea un nuevo enfoque para la pobreza al que denomina enfoque de capacidades. Las capacidades son un espacio absoluto que se comparten por todos los seres humanos en el cual las necesidades deben de ser satisfechas. Ejemplos de capacidades son alimentarse adecuadamente, acceder a una vivienda adecuada, acceder a la educación, entre otras. Las capacidades son las mismas en toda sociedad, pero lo que cambia son las mercancías que se necesitan para satisfacer las capacidades en distintas sociedades. Por tanto, Sen plantea la falta de capacidad como algo absoluto y esto es lo que constituye la pobreza. De este modo, Sen separa la pobreza de la desigualdad. Sin embargo, el problema con el enfoque de las capacidades es que, encuentra dificultades en su operacionalización porque se trata de un enfoque abstracto, ya que cualquier definición sobre qué constituye una falta de capacidades tiene un carácter relativo.26 Otra crítica fundamental al enfoque tiene que ver con el hecho de que no es sólido como definición de pobreza,27 ya que las personas pueden no realizar sus capacidades por otros factores tales como la enfermedad, pero eso no necesariamente es pobreza.28 En la práctica la distinción entre medidas absolutas y relativas de pobreza es poco útil ya que todas las medidas de pobreza involucran cierto grado de relatividad.

También la manera de medir la pobreza es objeto de debate. Por un lado, se considera que son los ingresos de las personas los que determinan sus niveles de vida, y, por tanto, las medidas de ingreso son importantes para determinar la pobreza. Por otro lado, se considera que es el nivel de vida que puede lograrse, lo que realmente resulta importante para los individuos, y, por tanto, la pobreza no debe de medirse en términos de ingreso, sino en términos de privaciones. Otro planteamiento es el hecho de que para determinar la pobreza deben de usarse ambos tipos de indicadores. La diferencia entre opciones depende de la concepción teórica sobre la pobreza que se defienda. La segunda postura implica una preocupación con el estándar de vida como criterio para medir la pobreza, mientras que el primer concepto refiere a una preocupación con el derecho a un mínimo de recursos.29

Ante el hecho de que la pobreza es multidimensional y ninguna definición en particular puede capturar esta complejidad, es totalmente válido, e incluso necesario definir claramente el criterio por el que se mide, y las implicaciones de medirlo de este modo para los resultados y las propuestas de política.30 En la presente investigación se escoge el ingreso como un criterio debido a que resulta fundamental para acceder a los bienes y servicios que permiten a las personas mantenerse fuera de la pobreza en una sociedad de mercado, y particularmente, por lo mencionado en la introducción referente al caso de México: que la falta de ingreso ha sido el principal problema por el cual los niveles de pobreza no han mejorado históricamente en el país.

Respecto a la dinámica de la pobreza, se encuentra que ha sido investigada mayormente en los países desarrollados, analizando una serie de aspectos relevantes tales como: las características de los largos periodos que algunas personas pasan en la pobreza; las trampas de la pobreza; los factores que determinan que los hogares entren, permanezcan o salgan de la pobreza; las diferencia entre pobres crónicos y trascendentes; y la relación entre características socioeconómicas y dinámica de la pobreza.31 Gracias a la perspectiva dinámica lo que la mayoría de estos estudios demuestran es que se puede conocer mejor la lógica social y económica de la pobreza que lo que permiten los análisis transversales. Esto es una forma más compleja, pero más efectiva de proponer intervenciones de política social para estos grupos.32

En los países menos desarrollados también se está fortaleciendo esta tendencia. La investigación sobre la dinámica de la pobreza ha demostrado la existencia de dos tipos distintos de pobreza: la pobreza transitoria y la pobreza crónica. De hecho, generalmente se encuentra que el componente transitorio de la pobreza resulta ser mayor que el crónico33 y que ambos tipos de pobreza tienen causas diferentes. Por ejemplo, Jalan y Ravallion en su estudio sobre China encuentran que algunas de las causas que más comúnmente se identifican con la pobreza, tales como ciertas características demográficas y la falta de acceso a la educación, sirven más para explicar la pobreza crónica que la trascendente; por lo que las respuestas de política que puedan ser exitosas para la pobreza crónica, podrían no funcionar para la pobreza trascendente;34 pero los programas de política no suelen distinguir los impactos en una u otra.35

La literatura sobre el tema en los países europeos demuestra que existe una dinámica constante entre los considerados pobres y aquellos que han superado dicha condición, y que la duración de los periodos en pobreza es, en general, corta. Pero que un grupo importante puede presentar un problema de pobreza persistente.36 Para las personas que experimentan largos periodos en la pobreza, las consecuencias son altamente negativas porque se acaban los ahorros, se deterioran los bienes del hogar y las deudas se vuelven inmanejables.37 Por lo tanto, es este grupo el que se encuentra en una situación más alarmante, y el que probablemente consuma una parte importante de los recursos destinados a la política antipobreza.38

Otro tema que ha sido tratado en la literatura es cómo identificar a los pobres crónicos. Por un lado, se ha usado el “enfoque permanente de pobreza” (permanent poverty approach) que considera en pobreza crónica a aquellas personas cuyo ingreso permanente en el periodo bajo estudio está por debajo de la línea de pobreza. Por el otro lado, se encuentra el “enfoque de los periodos” (spell approach), que considera a los pobres crónicos como aquellos que han estado en pobreza a través de un cierto número de levantamientos o periodos.39 Mientras que el “enfoque permanente de pobreza” es importante para medir la profundidad de la pobreza; el “enfoque de los periodos” es útil para medir la persistencia de la pobreza.40

Analizar la pobreza desde una perspectiva dinámica clarifica el proceso que la explica. De acuerdo con Layte y Whelan a nivel individual y de hogar, lo que determina el nivel de vida es el balance o desbalance entre los recursos del hogar y las necesidades del hogar a través del tiempo. El concepto de recursos suele asociarse con el ingreso del hogar y se operacionaliza como el dinero que se recibe de varias fuentes. Las necesidades, por otro lado, resultan en un concepto más amplio y variado que puede incluir desde la edad, el sexo, la composición del hogar, etcétera. La pobreza puede ser entendida, desde la perspectiva dinámica, como un proceso longitudinal de acumulación y erosión de recursos, a medida que el nivel de necesidades fluctúa. Por lo tanto, los cambios que se producen respecto a la pobreza en un hogar en particular son el resultado de un cambio en los recursos o de un cambio en las necesidades.41

Una crítica importante que realizan Bosco y Poggi es que la referencia únicamente al nivel individual corre el riesgo de presentar todo el proceso de generación de pobreza como resultado de características individuales, y, por tanto, explicar la pobreza respecto a los atributos de los pobres.42 Por ello otros autores consideran que para entender el riesgo de pobreza de los individuos es importante tomar en consideración, además de las características individuales y de los hogares que determinan el nivel de recursos, el contexto en el cual los individuos viven, que tiene que ver fundamentalmente con las estructuras socioeconómicas y los regímenes de bienestar que existen en los distintos países. De acuerdo con los autores, un estatus socioeconómico particular provee información sobre las necesidades actuales de recursos, pero también sobre los desbalances que puedan existir en el futuro sobre las obligaciones y la capacidad económica. Y ello depende mucho, justamente, de las posibilidades que existan respecto al Estado de Bienestar.43

Por tanto, como lo demuestra Hills, la experiencia de la pobreza está relacionada de manera importante con factores estructurales en la sociedad, porque distintos grupos sociales sufren la pobreza de manera diferente. El autor demuestra que, si la pobreza dependiera solo de las decisiones y la agencia individual, se encontraría una distribución mucho más aleatoria de la misma. Pero, en cambio, se encuentra que la pobreza no se distribuye de manera aleatoria, sino que el riesgo de pobreza está influenciado por los factores estructurales tradicionales tales como clase social, mercado laboral, etnicidad, estatus familiar y otras divisiones sociales relevantes. Por lo que resulta difícil, desde la agencia individual, moverse fuera de esos constreñimientos estructurales.44 Es justamente por ello que interesa investigar la relación entre la pobreza crónica y trascendente y dichos constreñimientos estructurales.

Los determinantes que conducen a la pobreza pueden clasificarse en dos grupos principales. Aquellos relacionados con las necesidades, que podrían relacionarse directamente con las características demográficas de las personas y los hogares; y los relacionados con los recursos que podrían entenderse como el ingreso del hogar proveniente fundamentalmente del mercado laboral o de las transferencias del Estado de Bienestar. Bane y Ellwood llaman a estos determinantes los demográficos y los económicos.45 A continuación, se hace una discusión sobre lo que otros estudios encuentran respecto a la influencia de estos determinantes en la dinámica de la pobreza.

Hay autores que encuentran que la influencia de los determinantes es más o menos similar, y otros que encuentran unos determinantes más importantes que otros para explicar la dinámica de la pobreza. Por ejemplo, Dickens y Ellwood encuentran, en un estudio sobre la pobreza en el Reino Unido y Estados Unidos, que tanto los factores demográficos como los económicos resultan importantes en ambos países a la hora de explicar la dinámica de la pobreza.46

Dentro de los factores demográficos que suelen vincularse con la pobreza se encuentran los siguientes. El nivel educacional se considera un factor muy relacionado con los movimientos dentro y fuera de la pobreza, debido a que los ingresos que pueden llegarse a adquirir a lo largo de la vida están estrechamente asociados con el nivel de educación alcanzado por los individuos.47 También otros estudios han encontrado que existe una importante relación entre la procedencia étnica y la pobreza. Aquellos hogares que proceden de minorías étnicas tienen más probabilidad de entrar en la pobreza que aquellos hogares sin procedencia étnica.48

Sin embargo, la mayor parte de la literatura encuentra que los cambios económicos explican, en mayor medida, las entradas y las salidas de la pobreza, que eventos demográficos.49 Y dentro de los cambios económicos un grupo de autores atribuye una importancia fundamental a las situaciones relacionadas con el mercado laboral. Mientras la pérdida de empleo, o de salario, explica ampliamente las entradas en la pobreza, el obtener un empleo o mejores salarios explican una gran parte de las salidas de la pobreza.50 Particularmente, Layte y Whelan encuentran que, dentro de los recursos, son los ingresos por trabajo los que resultan cruciales. De este modo, ellos demuestran que la experiencia de la pobreza sigue estando relacionada de manera importante con los factores tradicionales tales como la clase social, la posición ocupacional y la educación, y no por factores más individuales relacionados con cambios en el ciclo de vida,51 que otros autores habían teorizado.52 Por ejemplo, en un estudio sobre Chile se demuestra que la dinámica de la participación en el mercado laboral es el principal factor que explica los movimientos dentro y fuera de la pobreza, y tanto otras fuentes de ingreso, como cambios demográficos parecen ser menos importantes.53

Por otro lado, también se ha analizado la importante relación que existe entre las características del Estado de Bienestar y la dinámica de la pobreza en diversos países.54 Se encuentra que los arreglos institucionales influyen en la dinámica de la pobreza, porque a mejores niveles de apoyo, menores niveles de pobreza.55 En un estudio comparativo de diferentes países europeos se demuestra que las políticas sociales instrumentadas por los países para institucionalizar la protección social son fundamentales para disminuir la pobreza de individuos y hogares cuando ocurren cambios demográficos o cambios relacionados con el mercado laboral. En aquellos países donde existe mayor disponibilidad y mayores niveles de transferencias sociales, los eventos que puedan ocurrir en la vida de las personas tienen una menor influencia en provocar la pobreza de las personas.56

Respecto al caso de países del sur, donde los programas de transferencias monetarias focalizadas resultan una estrategia de política social muy extendida existe un debate sobre su efectividad. Por un lado, hay autores que encuentran que tienen un papel fundamental en la reducción de la pobreza en el corto o mediano plazo, a pesar de que transfieren beneficios que resultan bajos, por lo que sugieren extender los programas de transferencias a más población.57 Otros autores, sin embargo, muestran resultados diferentes, ya que encuentran que los programas de transferencias monetarias promueven a muy pocos fuera de la pobreza a lo largo del tiempo.58

La investigación sobre la dinámica de la pobreza en México

Como se mencionó en la introducción, en la actualidad existen algunos estudios sobre la dinámica de la pobreza en México. A continuación, se discuten los resultados de los análisis que usan información longitudinal. Dichos estudios coinciden en usar los dos primeros levantamientos de la ENNViH para analizar la magnitud de la pobreza crónica vs. la cantidad de personas que logran trascender su pobreza. De acuerdo con Rascon y Rubalcaba59 en áreas urbanas en México un 32 % de los pobres logra trascender su pobreza, lo que implica que 68 % de la pobreza es crónica. A nivel nacional, Garza-Rodríguez y colaboradores, aplicando el enfoque permanente de pobreza encuentran que 69 % de las personas están en pobreza crónica y 31% de la pobreza es trascendente.60 Fernandez-Ramos y colaboradores, aplicando el enfoque de periodos encuentran que 36 % de los hogares pobres en México están en pobreza crónica y 64 % están en pobreza transitoria.61 De acuerdo con las investigaciones anteriores, la pobreza crónica tiene niveles importantes en el país, aunque existan diferencias en las cifras que se reportan. En el caso de Rascón y Ruvalcaba están hablando de personas en áreas urbanas.62 En el caso de Garza-Rodríguez y colaboradores, hablan de personas63 y Fernandez-Ramos y colaboradores, hablan de hogares.64 Ambos estudios son a nivel nacional, pero aplican metodologías diferentes.

Respecto a las características demográficas relacionadas con los pobres crónicos se encuentra que se caracterizan por residir en hogares con un mayor número de miembros que el resto de la población;65 son personas con menores niveles de escolaridad;66 personas que residen en áreas rurales67 y con mayores probabilidades de pertenecer a grupos étnicos.68 También se encuentra que los determinantes de la pobreza trascendente difieren de los de la pobreza crónica. Ya que la pobreza trascendente presenta características que son justamente las opuestas a las anteriormente descritas.69

Respecto al papel del mercado laboral se encuentra que los pobres crónicos participan menos en el mercado laboral.70 En América Latina varios estudios han encontrado que, más que la escasa participación laboral lo que incide en la pobreza crónica es la informalidad. Es decir, a pesar de que una proporción importante de los pobres presenta algún incremento en sus ingresos debido a eventos que podrían llevarlos a salir de la pobreza, para muchos de ellos el incremento en los ingresos es insuficiente. Por tanto, la mayor dificultad no es tanto que no puedan obtenerse nuevos ingresos a través de conseguir un trabajo, sino que el ingreso adicional es bajo, porque generalmente ocurre en el sector informal. La precariedad laboral es un factor fundamental para explicar el fenómeno de los trabajadores pobres en América Latina.71 Resulta importante explorar qué tanto puede influir el trabajo en general, o el trabajo en el sector formal, particularmente, en la superación de la pobreza.

Respecto al papel de la política social, en América Latina otros estudios han encontrado que las transferencias públicas tienen baja relevancia para salir de la pobreza debido a su bajo monto y a su baja cobertura.72 En el caso particular de México se encuentra en un análisis longitudinal con los beneficiarios del programa de transferencias monetarias condicionadas más importante que ha tenido México, Oportunidades-Prospera, que, si bien las transferencias monetarias que recibían los hogares eran importantes para afrontar las condiciones de pobreza, no condujeron a cambiar su vulnerabilidad estructural, y por ende no lograron la reducción de la pobreza en estos hogares en el corto y mediano plazo. De hecho, 8 de cada 10 hogares seguían manteniendo la misma condición de elegibilidad 10 años después de participar en el programa.73 Otro estudio demostró que solo un tercio de los beneficiarios del programa tenía bajas probabilidades de no reincidir en la pobreza después de la “graduación” del programa.74

Por tanto, ante la evidencia mostrada tanto por la discusión de la literatura internacional como por la revisión de literatura para el caso de México, resulta interesante explorar en un periodo más largo, es decir 10 años, con tres levantamientos de la ENNVIH, qué tanto influye la participación en el mercado laboral (formal e informal), la política social y las características sociodemográficas en aquellos grupos sociales que logran trascender su pobreza en comparación con los grupos sociales que se mantienen en pobreza crónica.

Datos y metodología

Para la presente investigación se usa la ENNViH, la cual contiene información sobre múltiples indicadores socioeconómicos y demográficos. El panel es representativo estadísticamente, a nivel nacional, y a nivel urbano y rural.75 La encuesta tiene tres levantamientos disponibles (2002; 2005-2006 y 2009-2012).

El estudio usa un panel balanceado de 81,726 observaciones (27,242 individuos en cada levantamiento), para determinar la magnitud de la pobreza crónica, respecto a la población total. Posteriormente, se trabaja solamente con las personas adultas que eran pobres en el primer levantamiento. Lo que deja un panel balanceado de 10 461 individuos en cada levantamiento.

La línea de pobreza usada en la investigación es la “Línea de Bienestar” de Coneval, la cual es parte de la medida oficial de pobreza en México.76 Se replica la misma metodología usada por Coneval para estimar la Línea de Bienestar en los hogares, en términos de la manera en que es considerado el ingreso de los hogares para ser comparado con la línea de pobreza, y las escalas de equivalencia aplicadas.77 Una vez obtenido el ingreso equivalente se le atribuye el mismo a cada miembro del hogar, asumiendo un estándar de vida común dentro del hogar. La investigación se lleva a cabo usando al individuo como unidad de análisis. Se usan las ponderaciones del levantamiento inicial, tal y como recomiendan otras investigaciones.78 La tasa de recontacto para el segundo y tercer levantamiento fue de 88.5 % y de 83.5 % respectivamente.79

Para el análisis de la pobreza se usan dos grupos de interés. Por un lado, los pobres crónicos, que son aquellas personas que estuvieron en pobreza durante los tres levantamientos de la ENNViH, y, por otro lado, los pobres trascendentes, que son aquellas personas que eran pobres durante el primer levantamiento, pero no fueron encontrados en pobreza en el segundo y en el tercer levantamiento. También se reportan resultados para un tercer grupo, que corresponde a las personas que estuvieron en pobreza en algún momento (por dos levantamientos -consecutivos o no-, pero no en los tres levantamientos), pero este grupo no se incluye en el análisis. Estas tipologías han sido desarrolladas por diversos autores.80 El análisis se hace usando el enfoque de periodos, ya que se identifica a los pobres de acuerdo con el número de levantamientos en los cuáles han estado en pobreza. Se prefiere el enfoque de periodos porque como Bane y Ellwood81 plantean, dicho enfoque permite conocer los movimientos dentro y fuera de la pobreza y los posibles factores relacionados con estos movimientos.

La variable dependiente del estudio es la trayectoria que siguen las personas que eran pobres en el primer levantamiento, y puede tomar tres posibilidades: que el individuo haya sido pobre crónico, que haya sido pobre trascendente, o que haya sido pobre en algún momento. Las variables independientes se muestran en la Tabla 1, y se seleccionaron tomando en cuenta la discusión anterior; por el hecho de ser variables importantes relacionadas con la explicación de la pobreza. Para cada una de las variables la posición del individuo es definida en términos de su situación en el momento del primer levantamiento, tal y como plantean otras investigaciones con objetivos similares.82

Tabla 1 Variables independientes 

Características demográficas y del hogar
Edad Edad de la persona al primer levantamiento (variable continua)
Género Género de la persona, hombre=1 (variable dicotómica)
En pareja Estatus marital de la persona, unión libre o casado=1 (variable dicotómica)
Número de menores en el hogar Número de menores de edad en el hogar (variable continua)
Número de adultos en el hogar Número de personas mayores de 18 años en el hogar (variable continua)
Adultos mayores en el hogar Presencia de adultos mayores en el hogar (variable dicotómica)
Discapacitados en el hogar Presencia de discapacitados en el hogar (variable dicotómica)
Localización geográfica
Urbano Localidad de habitación de la persona, Localidad urbana=1 (variable dicotómica)
Condición de etnicidad
Etnicidad Si las personas pertenecen a una etnia=1 (variable dicotómica)
Estatus económico
Empleado urbano Si la persona es empleado urbano formal o informal=1 (variable dicotómica)
Empleado rural Si la persona es empleado rural formal o informal=1 (variable dicotómica)
Trabajador por cuenta propia Si la persona es trabajador por cuenta propia=1 (variable dicotómica)
Dueño de negocio Si la persona es dueño de negocio formal o informal=1 (variable dicotómica)
Trabajador sin pago Si la persona es trabajador sin pago y trabajador familiar sin pago=1 (variable dicotómica)
Desempleado Si la persona es desempleada=1 (variable dicotómica)
Jubilado Si la persona es jubilados y pensionados=1 (variable dicotómica)
Estudiantes Si la persona es estudiante=1 (variable dicotómica)
Inactivos Si la persona es ama de casa, enfermo inactivo o pertenece a la categoría de otros inactivos=1 (variable dicotómica) Esta fue la variable que quedó excluida del modelo para evitar colinealidad.
Educación
Analfabetismo Si la persona es analfabeta=1 (variable dicotómica). Esta fue la variable que quedó excluida del modelo para evitar colinealidad.
Alfabetismo Si la persona es alfabeto=1 (variable dicotómica)
Nivel de educación primaria Si la persona tiene primaria completa=1 (variable dicotómica)
Nivel de educación secundaria Si la persona tiene secundaria completa=1 (variable dicotómica)
Nivel de educación preparatoria Si la persona estudió escuela preparatoria y técnica completa=1 (variable dicotómica)
Nivel de educación superior Si la persona tiene educación superior y posgrado=1 (variable dicotómica)
Clase social del jefe de hogar
Clase del jefe es trabajador de élite Personas que habitan en hogares cuyo jefe es propietario de negocios grandes, gerente o trabajador profesionista=1 (variable dicotómica) Esta fue la variable que quedó excluida del modelo para evitar colinealidad.
Clase del jefe es pequeño empresario formal e informal Personas que habitan en hogares cuyo jefe es dueño de negocios pequeños formales e informales=1 (variable dicotómica)
Clase del jefe es trabajadores no manuales formales Personas que habitan en hogares cuyo jefe es burócrata u oficinista=1 (variable dicotómica)
Clase del jefe es trabajadora Personas que habitan en hogares cuyo jefe es miembro de la clase trabajadora manual formal o informal=1 (variable dicotómica)
Influencia de la política social
Con derechohabiencia de la seguridad social Si la persona tiene derechohabiencia de la seguridad social=1 (variable dicotómica)
Con acceso a programas sociales Si la persona tiene acceso a programas sociales=1 (variable dicotómica)
Sin acceso a la seguridad social ni a programas sociales Si la persona tiene no tiene acceso a la seguridad social o a programas sociales=1 (variable dicotómica)

Fuente: elaboración propia.

En las variables independientes se hace una distinción entre formalidad e informalidad en relación con el tema laboral y de negocios. Debido a que, como se mencionó en la revisión de la literatura, esta distinción puede resultar importante para explicar las trayectorias de pobreza. En el presente estudio las variables de estatus económico y clase social del jefe de hogar se consideran formal e informal de acuerdo con los siguientes criterios: se considera formal a una persona cuando tiene acceso a la seguridad social como prestación laboral, e informal cuando no la tiene. En el caso de los negocios se consideran formales cuando pagan impuestos y acceso a la seguridad social a sus trabajadores, e informales en el caso contrario.

El modelo utilizado para el análisis es la regresión logística multinomial. Si bien no existe un único modelo que sea el más aceptado para modelar la dinámica de la pobreza, la regresión logística multinomial es el modelo discreto más comúnmente utilizado en este tipo de estudios.83 Para la interpretación del modelo se usaron los efectos marginales, debido a las dificultades de interpretación que tienen los modelos no lineales, por el hecho de que no hay necesariamente coincidencia entre el signo del coeficiente y su probabilidad, y por el hecho de que no existe un solo modelo, sino tantos modelos como números de categorías menos una, se incluyan en el mismo.84

Las trayectorias de la población en México

El análisis de la dinámica de la pobreza en México en un periodo de diez años (2002 a 2012), con tres levantamientos, arroja que la pobreza crónica equivale a un 10 % de toda la población. Pero se encuentra que la población que ha estado en contacto con la pobreza resulta muy elevada. Solo un 24 % de la población no ha estado nunca en la pobreza, por lo que el 76 % de la misma se ha encontrado en pobreza en algún momento del periodo estudiado. La Tabla 2 muestra las diferentes trayectorias de pobreza en toda la población.

Tabla 2 Trayectorias de pobreza por ingreso menor a la Línea de Bienestar 

Categoría Porcentaje
No pobre 24 %
Pobres en algún momento 37 %
Pobres trascendentes 29 %
Pobres crónicos 10 %
Total de la población 100 %

Fuente: estimaciones de los autores con información procedente de la ENNViH. Los porcentajes están calculados usando el factor de expansión de la ENNViH. Total de la población sin factor de expansión N=27242.

La Tabla 3 muestra las trayectorias de la población que era originalmente pobre en el 2002. El 50 % de los pobres en el primer levantamiento trascendieron su pobreza, lo que significa que se mantuvieron fuera de la pobreza en el segundo y tercer levantamiento. En ese caso se trata de una pobreza temporal. El 33 % de los pobres se mantuvo en pobreza en el segundo levantamiento o regresó a la misma en el tercer levantamiento, por lo que es un grupo que recayó en la pobreza, aunque logró estar fuera en al menos un levantamiento. El último grupo, es el de los pobres crónicos que constituye el 17 % de los pobres. Dicho grupo es el que requiere mayor atención debido a su imposibilidad de trascender la pobreza en un periodo de 10 años.

Tabla 3 Trayectorias de la población pobre en el 2002 (ingreso menor a la Línea de Bienestar) 

Categoría Porcentaje
Pobres trascendentes 50 %
Pobres en algún momento 33 %
Pobres crónicos 17 %
Total de pobres 100 %

Fuente: estimaciones de los autores con información procedente de la ENNViH. Los porcentajes están calculados usando el factor de expansión de la ENNViH. Total de la población pobre sin factor de expansión N=16849.

Determinantes de las trayectorias de pobreza

Una vez establecido qué porcentaje de la población y de la pobreza es crónico, es importante conocer cuáles son las características de este grupo, y en qué se diferencia del grupo de los que trascendieron la pobreza. Los siguientes datos se refieren únicamente a la población adulta (mayores de 18 años), porque muchas de las características socioeconómicas no corresponden por igual a adultos y menores, algunas variables solo aplican a los adultos, y porque el estatus de los menores depende completamente de la situación familiar.

El análisis comienza mostrando (Tabla 4) las trayectorias de la población adulta pobre por grupos de edad, porque la edad ha resultado ser una variable importante para explicar las diferencias entre pobreza crónica y pobreza trascendente.

Tabla 4 Trayectorias de la población adulta pobre (2002) por grupos de edad (tasas) 

Categoría 18-59 60 y más Total
Pobres trascendentes 51 % 24 % 46 %
Pobres en algún momento 34 % 34 % 34 %
Pobres crónicos 15 % 42 % 20 %
Total 100 % 100 % 100 %

Fuente: Estimaciones de los autores con información procedente de la ENNViH. Los porcentajes están calculados usando el factor de expansión de la ENNViH. Total de la población adulta sin factor de expansión N=10461.

Existen diferencias muy importantes entre los adultos más jóvenes y los adultos mayores en sus probabilidades de trascender la pobreza. Las personas entre 18 y 59 años tienen un 51 % de trascender la pobreza y un 15 % de ser pobre crónico. En el caso de las personas de 60 y más se invierte la proporción: las probabilidades de ser pobre crónico se incrementan considerablemente a 42 %, y las probabilidades de trascender la pobreza disminuyen hasta 24 %. La pobreza crónica en México tiene una alta incidencia en el grupo de los adultos mayores.

A continuación, se muestran los resultados de la regresión logística multinomial para asociar la variable dependiente (trayectoria de pobreza) con el resto de las variables independientes (Tabla 1). Las Tablas 5 y 6 muestran las probabilidades (efecto marginal) de un hombre y una mujer hipotéticos, respectivamente, que tienen las siguientes características: 45 años, solteros, sin hijos, que viven solos (sin personas de la tercera edad, ni discapacitados) en un área urbana, sin condición de etnicidad. Son empleados urbanos con nivel educacional de licenciatura o posgrado, pertenecen a la clase social de trabajadores de élite y cuentan con acceso a la seguridad social. Esas características hacen que tengan bajas probabilidades de estar en la pobreza. En este caso, la probabilidad varía solo en la característica de interés, pero resulta constante en el resto de las características, lo que permite conocer la influencia particular que tiene cada variable en la trayectoria de pobreza. Así pueden organizarse los principales hallazgos acerca de la dinámica de la pobreza en México.

Tabla 5 Probabilidades de las distintas trayectorias de pobreza en los hombres adultos de acuerdo con las características del hogar, localización geográfica, condición de etnicidad, estatus económico, nivel educacional, clase social del jefe de hogar y política social 

Variables Pobre trascendente Pobre en algún momento Pobre crónico
Hombre, 45 años, sin pareja ni hijos que vive solo (sin personas de la tercera edad o discapacitados en el hogar) en un área urbana, sin condición de etnicidad, con estatus económico de empleado con nivel de educación superior, con clase social de trabajador de élite y con derechohabiencia de la seguridad social. 62 %
(0.0008321)***
28 %
(0.0007237)***
10 %
(0.0005612)***
Características demográficas y del hogar (como la persona de referencia excepto)
En pareja 68 %
(0.0007663)***
24 %
(0.0006397)***
9 %
(0.000507)***
Un hijo 66 %
(0.0007927)***
27 %
(0.0007103)***
7 %
(0.0004352)***
Dos adultos en el hogar 71 %
(0.0007146)***
24 %
(0.0006509)***
5 %
(0.000317)***
Con adultos mayores en el hogar 55 %
(0.0009642)***
28 %
(0.0007795)***
17 %
(0.0008901)***
Con discapacitados en el hogar 55 %
(0.0009591)***
35 %
(0.0008963)***
10 %
(0.0006132)***
Localización geográfica (como la persona de referencia excepto)
En un área rural 64 %
(0.0008478)***
26 %
(0.000725)***
10 %
(0.0005659)***
Condición de etnicidad (como la persona de referencia excepto)
Con condición de etnicidad 49 %
(0.0009865)***
33 % (0.0008718)*** 18 %
(0.0009711)***
Por estatus económico (como la persona de referencia excepto)
Empleado rural 65 %
(0.0009165)***
26 %
(0.0007941)***
9 %
(0.0005587)***
Trabajador por cuenta propia 46 %
(0.0009803)***
39 %
(0.0009543)***
15 %
(0.0008547)***
Dueño de negocio 47 %
(0.0010108)***
34 %
(0.0009091)***
19 %
(0.0010274)***
Trabajador sin pago 51 %
(0.0011583)***
27 %
(0.0008938)***
22 %
(0.0011915)***
Desempleado 64 %
(0.0011311)***
22 %
(0.0008512)***
14 %
(0.0009263)***
Jubilado 37 %
(0.0010824)***
38 %
(0.0010939)***
26 %
(0.0012747)***
Estudiante 41 %
(0.0009234)***
43 %
(0.0009662)***
16 %
(0.0009281)***
Otros inactivos 48 %
(0.0009849)***
33 %
(0.0008735)***
19 %
(0.0009965)***
Por nivel educacional (como la persona de referencia excepto)
Analfabetismo 63 %
(0.0007292)***
29 %
(0.0006494)***
9 %
(0.000463)***
Alfabetismo 62 %
(0.0006975)***
29 %
(0.0006184)***
9 %
(0.0004669)***
Nivel de educación primaria 60 %
(0.0006926)***
33 %
(0.0006542)***
7 %
(0.0003934)***
Nivel de educación secundaria 62 %
(0.0006771)***
31 %
(0.0006333)***
7 %
(0.0003715)***
Nivel de educación preparatoria 57 %
(0.000669)***
34 %
(0.0006286)***
9 %
(0.000473)***
Por clase social del jefe de hogar (como la persona de referencia excepto)
Pequeño empresario formal e informal 36 %
(0.0007089)***
38 %
(0.0007367)***
26 %
(0.0007982)***
Trabajador no manual formal 46 %
(0.000826)***
28 %
(0.0006709)***
26 %
(0.0008694)***
Clase trabajadora 34 %
(0.000712)***
33 %
(0.0007044)***
33 %
(0.0009221)***
Influencia de la política social (como la persona de referencia excepto)
Con acceso a programas sociales 50 %
(0.0009853)***
33 %
(0.0008868)***
16 %
(0.0009031)***
Sin acceso a la seguridad social ni a programas sociales 50 %
(0.000946)***
33 %
(0.0008439)***
17 %
(0.0009004)***

Notas: errores estándar entre paréntesis. *p<0.1; **p<0.05; ***p<0.01. Fuente: estimaciones de los autores con información procedente de la ENNViH.

Tabla 6 Probabilidades de las distintas trayectorias de pobreza en las mujeres adultas de acuerdo con las características del hogar, localización geográfica, condición de etnicidad, estatus económico, nivel educacional, clase social del jefe de hogar y política social 

Variables Pobre trascendente Pobre en algún momento Pobre crónico
Mujer, 45 años, sin pareja ni hijos que vive solo (sin personas de la tercera edad o discapacitados en el hogar) en un área urbana, sin condición de etnicidad, estatus económico de empleado con nivel de educación superior, clase social de trabajador de élite y con derechohabiencia de la seguridad social. 65 %
(0.0008047)***
26 %
(0.0006948)***
9 %
(0.00051)***
Características demográficas y del hogar (como la persona de referencia excepto)
En pareja 70 %
(0.0007433)***
22 %
(0.0006191)***
8 %
(0.0004613)***
Un hijo 69 %
(0.0007612)***
25 %
(0.0006795)***
7 %
(0.0003924)***
Dos adultos en el hogar 73 %
(0.000681)***
22 %
(0.0006196)***
5 %
(0.0002841)***
Con adultos mayores en el hogar 58 %
(0.0009422)***
27 %
(0.000747)***
15 %
(0.0008225)***
Con discapacitados en el hogar 58 %
(0.0009497)***
33 %
(0.0008759)***
9 %
(0.0005636)***
Localización geográfica (como la persona de referencia excepto)
En un área rural 67 %
(0.0008181)***
25 %
(0.0006956)***
9 %
(0.000514)***
Por condición de etnicidad (como la persona de referencia excepto)
Con condición de etnicidad 52 %
(0.0009855)***
31 %
(0.0008445)***
17 %
(0.0009067)***
Por estatus económico (como la persona de referencia excepto)
Empleado rural 68 %
(0.0008911)***
24 %
(0.0007685)***
8 %
(0.0005095)***
Trabajador por cuenta propia 49 %
(0.0009744)***
37 %
(0.000922)***
14 %
(0.0007908)***
Dueño de negocio 50 %
(0.0010127)***
32 %
(0.0008806)***
18 %
(0.000962)***
Trabajador sin pago 54 %
(0.0011289)***
26 %
(0.0008458)***
20 %
(0.0011044)***
Desempleado 67 %
(0.0010864)***
20 %
(0.0008116)***
13 %
(0.0008481)***
Jubilado 40 %
(0.0011 179)***
36 %
(0.0010685)***
24 %
(0.0012191)***
Estudiante 44 %
(0.0009269)***
41 %
(0.0009322)***
15 %
(0.0008598)***
Otros inactivos 51 %
(0.0009364)***
31 %
(0.0008061)***
17 %
(0.0009043)***
Por nivel educacional (como la persona de referencia excepto)
Analfabetismo 65 %
(0.0007)***
27 %
(0.0006192)***
8 %
(0.0004179)***
Alfabetismo 65 %
(0.0006722)***
27 %
(0.0005917)***
8 %
(0.0004224)***
Nivel de educación primaria 62 %
(0.0006723)***
31 %
(0.0006296)***
7 %
(0.0003556)***
Nivel de educación secundaria 65 %
(0.0006535)***
29 %
(0.0006071)***
6 %
(0.0003347)***
Nivel de educación preparatoria 60 %
(0.0006557)***
32 %
(0.0006079)***
8 %
(0.0004309)***
Por clase social del jefe de hogar (como la persona de referencia excepto)
Pequeño empresario formal e informal 39 %
(0.0007296)***
37 %
(0.0007186)***
24 %
(0.0007601)***
Trabajador no manual formal 49 %
(0.0008303)***
27 %
(0.0006489)***
24 %
(0.0008269)***
Clase trabajadora 37 %
(0.0007419)***
32 %
(0.0006874)***
31 %
(0.000897)***
Influencia de la política social (como la persona de referencia excepto)
Con acceso a programas sociales 53 %
(0.0009826)***
32 %
(0.0008613)***
15 %
(0.0008398)***
Sin acceso a la seguridad social ni a programas sociales 53 %
(0.0009428)***
31 %
(0.0008181)***
15 %
(0.000838)***

Notas: errores estándar entre paréntesis. *p<0.1; **p<0.05; ***p<0.01. Fuente: estimaciones de los autores con información procedente de la ENNViH.

Como puede apreciarse de las Tablas 5 y 6, las probabilidades de las mujeres de trascender la pobreza resultan ligeramente más elevadas que las de los hombres, pero las diferencias entre hombres y mujeres resultan pequeñas.85 La influencia del resto de las variables en la explicación sobre las trayectorias de pobreza resulta totalmente similar para ambos géneros. Por tanto, cuando se controla por otras variables la influencia del género es muy baja para explicar los patrones de pobreza. A continuación, se analiza la influencia de las variables más importantes para explicar la pobreza crónica y la trascendente.

Cuando analizamos la influencia de las características demográficas y del hogar en la pobreza encontramos que las particularidades del hogar que más favorecen trascender la pobreza son vivir en pareja, tener hijos y tener otros adultos en el hogar. Es decir, tener un mayor número de miembros con posibilidades de aportar económicamente. El efecto del número de hijos podría parecer paradójico, sin embargo, puede responder a varios factores. Los estudios sobre la dinámica de la pobreza en otros países del sur han encontrado que existe un plus demográfico en aquellos hogares donde los hijos participan en actividades que generan recursos, porque, aunque los trabajos que puedan realizar sean de baja remuneración, contribuyen al ingreso del hogar.86 En México, legalmente la edad para participar en el mercado laboral en el momento del primer levantamiento era de 14 años.87 A pesar de ello, se reporta una importante cantidad de trabajo infantil en la informalidad.88 Además, la información se refiere a la situación de las personas en el primer levantamiento, por lo que a lo largo de todo el periodo de observación (10 años), los menores crecieron lo suficiente como para poder aportar al hogar. Por tanto, para los hogares pobres el número de hijos tiene un efecto que contribuye a aumentar las posibilidades de trascender la pobreza.89 Las variables que aumentan la probabilidad de permanecer en pobreza crónica son la presencia de personas de la tercera edad y discapacitados en el hogar, porque son el tipo de miembros que aumentan las necesidades del hogar, y probablemente disminuyen las posibilidades de obtener recursos, ya que limitan las posibilidades de otros miembros del hogar para tener empleos de tiempo completo ya que deben desarrollar labores como cuidadores.

El efecto de la localización geográfica, una vez que se controla por otras variables, no resulta ser muy relevante para explicar las trayectorias de pobreza. La condición de etnicidad, en cambio, representa una de las que más influencia tienen en la pobreza, ya que disminuye en un 13 % las posibilidades de trascender la pobreza, y aumenta en un 8 % las probabilidades de ser pobre crónico.

En términos del estatus económico encontramos que los empleados (rurales y urbanos) y los desempleados son los que tienen más probabilidades de trascender la pobreza. Ello debido a su relación con la formalidad. Los empleados reciben un salario regularmente, por lo que resulta lógico esperar que, a pesar de haber estado en pobreza al principio del periodo, una importante proporción haya logrado trascender la pobreza. El caso de los desempleados podría, a primera vista, llamar la atención. Sin embargo, en el caso de México, las personas desempleadas son aquellas que han gozado, anteriormente, de un empleo formal, y que generalmente esperan encontrar otro empleo formal. Las personas que no han tenido empleos formales, no se consideran desempleados, sino que participan en alguna actividad en el mercado informal. Presumiblemente, la razón por la que los desempleados tienen posibilidades tan altas de trascender la pobreza es porque deben de haber encontrado un trabajo en el sector formal.

Por el contrario, ser autoempleado, dueño de negocio o trabajador sin pago reduce las probabilidades de trascender la pobreza considerablemente. Las categorías inactivas reducen aún más las probabilidades de trascender la pobreza y aumentan las de pobreza crónica. Siendo el estatus de jubilado el que lo hace en mayor medida. De hecho, se encuentra que el estatus económico tiene una influencia fundamental a la hora de explicar las trayectorias (hasta 25 % de diferencia para trascender la pobreza y 14 % para ser pobre crónico).

Del análisis se desprende que los grupos que participan en el mercado formal de manera regular son los que tienen mayores probabilidades de trascender la pobreza. El resto de los grupos tienen probabilidades más bajas de trascender la pobreza.

Cuando se controla por otras variables, la educación muestra poca influencia ya que las variaciones en las probabilidades de ser pobre trascendente o de ser pobre crónico, a medida que varía el nivel educacional, son muy escasas. En cambio, la clase social del jefe de hogar sí tiene una influencia considerable, así como la influencia del estatus económico. Ambas variables están relacionadas con el nivel educacional, por lo que al tomar en cuenta las tres variables dentro del modelo, el poder explicativo del nivel educacional se vuelve poco importante en relación con las otras dos variables mencionadas.

Respecto a la influencia de la clase social se encuentra que, si se trata de personas que habitan en hogares encabezados por un miembro de la clase de pequeño empresario formal e informal, o de la clase trabajadora manual formal e informal, encontramos que disminuyen entre un 26 % y 28 % la probabilidad de trascender la pobreza. En el caso de la clase trabajadora formal no manual disminuyen en un 16 %. Las probabilidades de pobreza crónica también aumentan sustancialmente a medida que se pasa de la clase de trabajadores de élite hacia las otras clases sociales (entre un 16 y un 23 %). Pero, como puede apreciarse, la clase trabajadora formal no manual es la clase que después de los trabajadores de élite tiene una mejor situación. Se trata de una clase que posee las ventajas de la formalidad, y por ello tiene una mejor posición respecto a los dueños de pequeños negocios, que son en su mayoría informales.

Respecto a la influencia de la política social, encontramos que las probabilidades de trascender la pobreza disminuyen sustancialmente (12 %), cuando se pasa de tener acceso a la seguridad social, a tener acceso a programas sociales o a no contar con ningún tipo de apoyo. Las probabilidades de ser pobre crónico aumentan en un 6-7 %. Por tanto, puede afirmarse que la única diferencia fundamental en términos de política social es la relacionada con tener seguridad social, o no. El acceso a los programas sociales no aumenta las probabilidades de trascender la pobreza, ni disminuye las probabilidades de pobreza crónica, respecto a aquellos que no cuentan con ningún tipo de apoyo.

Pobreza crónica vs. pobreza trascendente en México

En el estudio se encuentra que las características de los pobres crónicos y de los pobres trascendentes muestran diferencias importantes. Las características más relacionadas con la pobreza crónica son las siguientes. Ser un adulto mayor, ya que son el grupo de edad con la tasa más alta de pobreza crónica (42 %). Igualmente vivir en hogares donde habiten personas de la tercera edad o discapacitados aumenta 7 % la probabilidad de pobreza crónica. Pertenecer a grupos étnicos aumenta 8 % la probabilidad de pobreza crónica. En términos de estatus económico, la característica más relacionada con la pobreza crónica es la de pensionado que aumenta 16 % las probabilidades de pobreza crónica. Pero, en general, la categoría de inactivos que aumenta 9 % las probabilidades de pobreza crónica. También es el caso de todas las categorías que corresponden con el mercado informal tales como dueño de negocio (aumenta 9 %), trabajador sin pago (aumenta 12 %) y autoempleado (aumenta 5 %). En términos de clase social, vivir en un hogar encabezado por un miembro del proletariado manual formal e informal aumenta las probabilidades de ser pobre crónico en un 23%. Pertenecer a un hogar de la pequeña burguesía formal e informal o del proletariado manual formal la aumenta en 16 %. Igualmente, los pobres crónicos son aquellos que cuentan con el apoyo de programas sociales (aumenta las posibilidades de pobreza crónica en 6 %) y aquellos que no cuentan con ningún apoyo (aumenta 7 %).

Por tanto, las personas en pobreza crónica son aquellas que reciben baja remuneración o bajo retorno por sus activos. También encontramos, como demuestran estudios panel realizados en otros países, las desventajas experimentadas por los grupos étnicos son particularmente importantes para explicar la pobreza crónica, y son desventajas de larga duración.90 Otra característica importante relacionada con la pobreza crónica es que estas personas pueden sufrir eventos negativos tales como la vejez y las enfermedades que esto puede representar.

Las características más relacionadas con trascender la pobreza son, en primer lugar, ser un adulto entre 18 y 59 años. Ya que este es el grupo de edad con la tasa de trascendencia más alta (51 %). También vivir en hogares con más personas, sean otros adultos, incluida la pareja, o hijos. En términos de estatus económico, la característica que mejor permite trascender la pobreza es ser empleado, ya sea urbano o rural, es decir, contar con un ingreso estable, o ser desempleado, porque, como se explicó anteriormente, los desempleados pueden haber adquirido empleo, en el transcurso del periodo de análisis. En términos de clase social, vivir en un hogar cuyo jefe sea propietario de negocio, gerente o trabajador profesionista, es la única clase que tiene altas probabilidades de trascender la pobreza. Igualmente, las personas que cuentan con el apoyo de la seguridad social son las que tienen mayores probabilidades de trascender la pobreza.

Por lo tanto, las personas que logran trascender la pobreza son aquellas que tienen un ingreso estable de un trabajo en el mercado formal. Viven en hogares con más personas, incluidos hijos, y se trata de hogares mayormente jóvenes.

Conclusiones y recomendaciones de política

Los resultados del estudio comprueban, usando los tres levantamientos de la ENNViH (de 2002 a 2012), que la proporción de personas que ha estado en contacto con la pobreza en México, en algún momento, es sumamente elevada, ya que representa el 76 % de la población. No obstante, la movilidad fuera de la pobreza resulta también alta, ya que el componente trascendente de la pobreza es notablemente mayor que el crónico. El 50 % de los pobres trascienden la pobreza, y un 17 % de los pobres resulta ser pobre crónico. Pero ese último grupo es el que presumiblemente puede presentar una situación más alarmante porque han estado en pobreza por un periodo de al menos 10 años.

Los grupos sociales que pueden encontrarse mayormente en pobreza crónica resultan ser diferentes de aquellos que tiene más posibilidades de trascender la pobreza. Como se discutió en el apartado anterior, las características más estrechamente asociadas con la pobreza crónica son: ser una persona de la tercera edad, tener condición de etnicidad, ser pensionado, inactivo o trabajar en el mercado informal, y tener programas sociales, o no contar con ningún apoyo. En cambio, las características más relacionadas con las personas que logran trascender su pobreza son ser adultos entre 18 y 60 años, trabajar como empleado en el mercado formal y tener acceso a la seguridad social.

Tomando en cuenta el proceso que explica la dinámica de la pobreza, de acuerdo con Layte y Whelan,91 en el modelo se incluyeron variables que consideraban tanto las necesidades del hogar como variables que consideraban los recursos que pueden estar disponibles. A la hora de explicar la pobreza trascendente, encontramos que las características que se asocian con trascender la pobreza tienen que ver fundamentalmente con un aumento en los recursos. Se trata de personas que cuentan con un empleo e ingreso estable, o pudieron incorporarse al mercado laboral (en el caso de los desempleados), y tienen la protección de la seguridad social. Se encuentra, incluso, que aquellas variables que podrían presumiblemente aumentar las necesidades, como habitar hogares con más personas, en este caso, funcionan más como un aspecto que contribuye a aumentar los recursos, ya que, como se observó en el modelo, la presencia de más personas aumenta las probabilidades de trascender la pobreza; siempre que estas personas no sean de la tercera edad o discapacitados. En el caso de los pobres crónicos se encuentra que puede estarse verificando un proceso de erosión de recursos a través del tiempo, junto con un aumento de las necesidades, ya que se trata mayormente de personas de la tercera edad o pensionados, e inactivos. También se encuentran mayormente en esta situación, las personas que laboran en el mercado informal, que, aunque estén en condiciones de participar en el mercado, lo hacen de manera precaria, por lo que no obtienen suficientes recursos para satisfacer sus necesidades.

Uno de los objetivos fundamentales del artículo fue establecer la influencia del trabajo en comparación con la política social y las características sociodemográficas de los individuos para trascender la pobreza. Los resultados muestran que, de los tres factores, el trabajo resulta el más importante para trascender la pobreza. El estatus económico muestra la mayor variación en términos de probabilidades. De jubilado a empleado pueden aumentar 28 % las probabilidades de trascender la pobreza. El trabajo en el sector formal es el que aumenta sustancialmente las probabilidades de trascender la pobreza, porque los que tienen seguridad social tienen mayores probabilidades de trascender la pobreza. La importancia de la participación en el mercado laboral se verifica también cuando se toma en cuenta la variable clase social del jefe de hogar. De acuerdo con la clase social del hogar donde se habite, igualmente varía en 28 % la probabilidad de trascender la pobreza, desde la clase trabajadora hasta los trabajadores de élite. La importancia de la política social resulta con menor impacto para trascender la pobreza, ya que varía en un 12 % entre los que tiene programas sociales o no poseen ningún apoyo, hasta los que cuentan con el derecho a la seguridad social. Pero lo que resulta fundamental de resaltar de los hallazgos de la presente investigación es que los programas sociales han ayudado muy poco a trascender la pobreza porque no generan ninguna diferencia importante respecto a los que no cuentan con ningún apoyo, en términos de sus probabilidades de ser pobres crónicos. De las características demográficas, la que mayor peso tiene es la etnicidad. Aquellas personas que no tienen condición de etnicidad tienen 13 % más de probabilidades de trascender la pobreza que los que la tienen. Sin embargo, otros factores demográficos que algunos autores encuentran importantes y particularmente los estudios sobre México, como el nivel educacional, o la residencia rural, no parecen tener una importancia crucial, porque probablemente su efecto queda contenido en las variables de clase social y posición ocupacional.

El hecho de que la pertenencia a una clase social sea uno de los factores estructurales que mejor explica la dinámica de la pobreza, implica que en el país sigue existiendo una distribución desigual de recursos, tanto en términos de ingreso, como de acceso a la política social, ya que el acceso a ambos recursos depende en gran medida de la clase social a la que se pertenezca. No todas las clases sociales, aunque participen en el mercado laboral, tienen altas posibilidades de trascender la pobreza. Solo aquellas que ocupan las posiciones de mayor ventaja, particularmente las que cuentan con ingreso estable en el mercado formal y acceso a la seguridad social. En el caso de aquellas clases que trabajan en la informalidad, tienen una mayor probabilidad de ser pobres crónicos, a pesar de participar activamente en el mercado laboral.

Respecto a la influencia de la política social se encuentra que México es un país que presenta un sistema dual de política social con amplias desigualdades y diferencias entre aquellos que tienen derecho a la seguridad social, y los que no poseen el derecho. Para este segundo grupo solo queda la posibilidad de acceder a algún programa de asistencia social de manera temporal, o de no contar con ningún apoyo. Cortés analiza la contribución de los programas sociales para disminuir la pobreza entre 1992 y 2012. El autor encuentra que los programas sociales sí han reducido la pobreza, pero que dicha reducción no ha sido suficiente para compensar los aumentos de esta que han sido provocados por la situación económica. Es decir, de acuerdo con el autor, la pobreza habría sido aún mayor si no estuvieran esos programas sociales.92 Rodríguez demuestra, tras un análisis de la política social en México a partir del año 2000, que, si bien aumentaron sustancialmente los programas y su cobertura; la política social se ha planteado de un modo asistencialista sin vincularse con las desigualdades que genera el sistema económico, por un lado, y la propia política social por el otro, al no equipararse la protección de los programas sociales con las de la seguridad social.93 En esta investigación, al analizar a las mismas personas a través del tiempo se encuentra que, aquellos que reciben programas sociales no tienen una mejor probabilidad de trascender la pobreza crónica que los que no reciben programas sociales, tal y como se demostró en las Tablas 5 y 6. Por lo tanto, aunque los programas sociales pudieran aliviar la profundidad de la pobreza de los pobres crónicos, no resultan suficientes para ponerlos por encima de la línea de pobreza. Parte de la explicación podría encontrarse en que los montos transferidos por los programas sociales son bajos, y no alcanzan a poner a las personas que los perciben por encima de la línea de pobreza.94

A falta de una política social amplia e inclusiva, la relación entre ingreso actual y nivel de vida es muy elevada. Los eventos que puedan suceder en la vida de las personas, tales como cambios demográficos, o cambios relacionados con el mercado laboral tienen una gran influencia en la pobreza.

No obstante, el caso particular de los pensionados demuestra que, a pesar de contar con el apoyo de la seguridad social, la pérdida de ingreso derivada de dejar de percibir un salario, para percibir una pensión, resulta muy importante para explicar las razones por las cuáles este grupo social tiene una alta probabilidad de estar en la pobreza crónica. Por consiguiente, la seguridad social ayuda a trascender la pobreza, cuando se acompaña de participación en el mercado laboral. Pero sí no es el caso, contar con derechohabiencia no es una protección contra la pobreza crónica, debido al bajo monto de muchas de las pensiones.

Los hallazgos tienen relevancia para la formulación de políticas. Al establecer las diferencias que existe entre la pobreza crónica y la pobreza trascendente se encuentra que las mismas políticas no podrían servir para ambos tipos de pobreza. Las políticas que ayudan a que las personas trasciendan la pobreza son políticas que tendrían que reforzar la participación en el mercado laboral, a través de incrementar la participación en el sector formal de la economía, incrementando los salarios y brindando acceso a la seguridad social. Igualmente, políticas como seguro de desempleo, que permitan a los desempleados sostenerse mientras encuentran otro empleo en el sector formal. Este grupo está compuesto fundamentalmente por adultos no mayores que están en condiciones de mejorar sus niveles de vida a través de la participación en el mercado laboral. En consecuencia, para este grupo se requerirían fundamentalmente políticas de empleo y de protección al ingreso.

En el caso de las personas en pobreza crónica, las políticas deben de dividirse en dos apartados. Por un lado, aquellas que requieren brindar un ingreso a grupos que no pueden participar en el mercado laboral. En ese caso se necesitaría poner un énfasis específico en mejorar los ingresos por pensiones y apoyo gubernamental, a través de implementar políticas de cuidados (que actualmente son muy escasas en México), para atender las necesidades crecientes de las personas de la tercera edad. Igualmente, políticas de inclusión en la seguridad social de los otros grupos inactivos, tales como enfermos, discapacitados y personas que desempeñan labores de cuidado, que requieren específicamente un apoyo al ingreso. También diseñar políticas de inclusión específicas para los grupos étnicos que impliquen un fortalecimiento de su ingreso, a través de una mejor participación en el mercado laboral y de su inclusión en la seguridad social. A la par, se requieren políticas laborales para mejorar las condiciones del empleo que ahora resulta precario, y tratar de incorporarlo a la formalidad. Resulta importante para este grupo que la estrategia de política social se diseñe sobre la base de una incorporación como derechohabientes de la seguridad social, y no sobre la base de programas sociales temporales, ya que estos últimos han demostrado no ser efectivos en reducir la pobreza crónica.

Una de las razones por las cuáles los programas sociales no han sido efectivos es porque el más importante en términos de cobertura en el periodo analizado: Progresa-Oportunidades, se ha enfocado en generar capital humano a través de fortalecer la educación de niños y adolescentes. Sin embargo, como se evidencia en la presente investigación, el fortalecimiento del capital humano no resulta suficiente, si no va unido a políticas de inclusión laboral en la formalidad. Como demostró la evidencia, la participación en el mercado laboral formal resulta el factor que mayor peso tiene actualmente para trascender la pobreza.

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2 Coneval, Diez años de medición de la pobreza multidimensional en México: avances y desafíos en política social (Ciudad de México: Coneval, 2019), disponible en https://www.coneval.org.mx/SalaPrensa/Comunicadosprensa/Documents/2019/ COMUNICADO_10_MEDICION_POBREZA_2008_2018.pdf (fecha de acceso: 1 de diciembre de 2019).

3 Tony Addison, David Hulme y Ravi Kanbur, Poverty Dynamics: Interdisciplinary Perspectives (Oxford: Oxford University Press, 2009).

4Coneval, Informe de evaluación de la política;Julio Boltvinik, Evolución de la pobreza y la estratificación social en México y en el Distrito Federal 1992-2010 (Ciudad de México: Evalúa DF, 2013), disponible en http://data.evalua.cdmx.gob.mx/files/pdfs_sueltos/evo_pobreza_vfinal.pdf (fecha de acceso: 10 de marzo de 2019)

5 Bob Baulch y John Hoddinott, “Economic mobility and poverty dynamics in developing countries”, The Journal of Development Studies 36.6 (2000). doi: 10.1080/0022038000 8422652; Bob Baulch, “Overview: poverty dynamics and persistence in Asia and Africa”. En Why poverty persists: Poverty dynamics in Asia and Africa, editado por Bob Baulch (Cheltenham: Edward Elgar Press, 2011); Jyotsna Jalan y Martín Ravallion, “Is transient poverty different? Evidence for rural China”, The Journal of Development Studies 36.6 (2000), disponible en http://dad.ecn.ulaval.ca/features/files/Jal_Rav_2000.pdf; Luis Beccaria, Roxana Mauricio, Ana Laura Fernández, Ana Paula Monsalvo y Mariana Álvarez, “Urban poverty and labor market dynamics in five Latin American countries: 2003-2008”, Journal of Economic Inequality 11.4 (2013). doi: 10.1007/s10888-012-9234-3.

6 Shahin Yaqub, Poverty Dynamics in Developing Countries (Brighton: Institute of Development Studies, 2000), 1.

7 Pete Alcock, “The Influence of Dynamic Perspectives on Poverty Analysis and Anti-Poverty Policy in the UK”, Journal of Social Policy 33.3 (2004): 405. doi: 10.1017/S0047279404007731.

8 Noel Smith y Sue Middleton, A Review of Poverty Dynamics Research in the UK (York: Joseph Rowntree Foundation, 2007), 15.

9 Simon Burgess y Carol Propper, “The dynamics of poverty in Britain”. En Understanding Social Exclusion, editado por John Hills, Julian Le Grand y David Piachaud (Oxford: Oxford University Press, 2002).

10Smith y Middleton, A Review of Poverty Dynamics, 15.

11No se registra aún otro levantamiento de la ENNViH.

12Hay otros estudios que investigan la dinámica de la pobreza en México usando datos cualitativos para pequeñas comunidades como: Yadira Mendez-Lemus y Antonio Vieyra, “Tracing Processes in Poverty Dynamics: A Tale of Peri-urban Small-scale Farmers in Mexico City”, Urban Studies 51.10 (2014). doi: 10.1177/0042098013505923; pero no son representativos a nivel nacional.

13 Erika Rascón y Luis Ruvalcaba, Dinámica y caracterización de la pobreza urbana en México (Ciudad de México: Specron Desarrollo, 2009); Jorge Garza-Rodríguez, Martha González, Marcela Quiroga, Luis Solis y Gabriela Yarto, “Chronic and transient poverty in Mexico: 2002-2005”, Economics Bulletin 30.4 (2010); Jennifer Fernández-Ramos, Ana K. Garcia, Jorge Garza y Gabriela Morales, “The dynamics of poverty transitions in Mexico”, International Journal of Social Economics 43.11 (2016). doi: 10.1108/ IJSE-04-2015-0084.

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17 Stephanie Riegg Cellini, Signe-Mary McKernan y Caroline Ratcliffe, “The dynamics of poverty in the United States: A review of data, methods, and findings”, Journal of Policy Analysis and Management 27.3 (2008). doi: 10.1002/pam.20337; Signe-Mary McKernan y Caroline Ratcliffe, “Events that trigger poverty entries and exits”, Social Science Quarterly 86.1 (2005). doi: 10.1111/j.0038-4941.2005.00340.x.

18 Richard Layte, Christopher Whelan, Bertrand Maître y Brian Nolan, “Explaining Levels of Deprivation in the European Union”, Acta Sociológica 44.2 (2001). doi: 10.1177/0001699 30104400201.

19 Pete Townsend, Poverty in the United Kingdom (Londres: Allen Lane-Penguin Books, 1979).

20Coneval, Informe de evaluación de la política.

21 Richard Layte y Christopher Whelan, Moving in and Out of Poverty: The Impact of Welfare Regimes on Poverty Dynamics in the EU (Colchester: ISER-University of Essex, 2002), 1-2.

22 Pete Alcock, Understanding Poverty, 3a ed. (Houndmills: Palgrave Macmillan, 2006), 4.

23 Katya Rodríguez, Poverty in Mexico at the Beginning of Twenty First Century: An Alternative Analysis (Saarbrücken: LAP LAMBERT Academic Publishing, 2010), 11.

24Townsend, Poverty in the United Kingdom, 31.

25 Amartya Sen, “Poor Relatively Speaking”, Oxford Economic Papers 35.1 (1983): 153-169.

26Alcock, Understanding Poverty, 68; Rodríguez, Poverty in Mexico, 34-39.

27 Brian Nolan y Christopher T. Whelan, Resources, Deprivation and Poverty (Oxford: Clarendon Press, 1996).

28Rodríguez, Poverty in Mexico, 36.

29 Anthony Atkinson, Inequality. What can be done? (Londres: Harvard University Press, 2015).

30Rodríguez, Poverty in Mexico, 11.

31 Mary Jo Bane y David T. Ellwood, “Slipping into and out of Poverty: The Dynamics of Spells”, Journal of Human Resources 21.1 (1986), disponible en https://EconPapers.repec.org/RePEc:uwp:jhriss:v:21:y:1986: i:1:p:1-23; Patricia Ruggles y Roberton Williams, Transitions in and out of poverty: New Data from the Survey of Income and Program Participation (Washington: Census Bureau, 1987), disponible en https://www.census.gov/content/dam/Census/library/working-papers/1987/demo/SIPP-WP-38.pdf; McKernan y Ratcliffe, “Events that trigger…”; Stephen Jenkins, John Rigg y Francesco Devicienti, The dynamics of poverty in Britain (Londres: Department of Work and Pension, 2001), disponible en https://www.researchgate.net/publication/265273644_The_Dynamics_of_Poverty_in_Britain; Francesco Devicienti, “Poverty persistence in Britain: a multivariate analysis using the BHPS, 1991-1997”, Journal of Economics 77.1 (2002). doi: 10.1007/BF03052509; Martín Biewen, “Who are the chronic poor? An econometric analysis of chronic poverty in Germany”. En Dynamics of Inequality and Poverty, vol. 13, editado por John Creedy y Guyonne Kalb (Bingley: Emerald Group, 2006); Arnstein Aassve, Simmon Burgess, Carol Propper y Mack Dickson, Modelling poverty by not modelling poverty: a simultaneous hazard approach to the UK (Bristol: University of Bristol, 2005), disponible en http://sticerd.lse.ac.uk/dps/case/cp/CASEpaper106.pdf.

32Layte y Whelan, Moving in and Out of Poverty.

33Baulch y Hoddinott, “Economic mobility…”; Jalan y Ravallion, “Is transient poverty…”.

34 Jyotsna Jalan y Martín Ravallion, Do transient and chronic poverty in Rural China share common causes? (Brighton: Institute of Development Studies, 1999).

35 Martín Ravallion, Dominique van de Walle y Madhur Gautam, “Testing a Social Safety Net”, Journal of Public Economics 57.2 (1995). doi: 10.1016/0047-2727(94)01446-U.

36Burgess y Carol, “The dynamics of poverty in Britain”.

37Alcock, “The Influence of Dynamic Perspectives…”.

38.

39Yaqub, Poverty Dynamics in Developing Countries.

40 Andrew McKay y David Lawson, “Assessing the Extent and Nature of Chronic Poverty in Low Income Countries: Issues and Evidence”, World Development 31.3 (2003). doi: 10.1016/ S0305-750X(02)00221-8.

41Layte y Whelan, Moving in and Out of Poverty, 1-2.

42 Bruno Bosco y Ambra Poggi, Government effectiveness: middle class and poverty in the European Union: A dynamic multilevel analysis (Milán: Universidad de Milán, 2016). doi: 10.1111/roiw.12403.

43Layte y Whelan, Moving in and Out of Poverty, 2-3.

44 John Hills, “Does a focus on ‘social exclusion’ change the policy response?”. En Understanding Social Exclusion, editado por John Hills, Julian Le Grand y David Piachaud (Oxford: Oxford University Press, 2002).

45Bane y Ellwood, “Slipping into and out of Poverty…”.

46 Richard Dickens y David T. Ellwood, “Whither poverty in Great Britain and the United States? The determinants of changing poverty and whether work will work”, SSRN Electronic Journal (mayo de 2001), disponible en https://www.nber.org/papers/w8253.pdf.

47Cellini, McKernan y Ratcliffe, “The dynamics of poverty…”; McKernan y Ratcliffe, “Events that trigger…”.

48Cellini, McKernan y Ratcliffe, “The dynamics of poverty…”.

49Cellini, McKernan y Ratcliffe, “The dynamics of poverty…”; Bane y Ellwood, “Slipping into and out of Poverty…”; McKernan y Ratcliffe, “Events that trigger…”.

50Bane y Ellwood, “Slipping into and out of Poverty…”; McKernan y Ratcliffe, “Events that trigger…”.

51Layte y Whelan, Moving in and Out of Poverty, 19.

52 Lutz Leisering y Stephan Leibfried, Time and poverty in Welfare Western States. United Germany in Perspective (Cambridge: Cambridge University Press, 1999).

53 Christopher Neilson, Dante Contreras, Ryan Cooper y Jorge Hermann, “The Dynamics of Poverty in Chile”, Journal of Latin American Studies 40.2 (2008). doi: 10.1017/S0022216X08003982.

54Layte, Whelan, Maître y Nolan “Explaining Levels of Deprivation”; Layte y Whelan, Moving in and Out of Poverty; Didier Fouarge y Richard Layte, “Welfare regimes and poverty dynamic: the duration and recurrence of poverty spells in Europe”, Journal of Social Policy 34.4 (2005). doi: 10.2139/ssrn.1988200.

55Layte y Whelan, Moving in and Out of Poverty, 20.

56 Caroline Dewilde, “Individual and Institutional Determinants of Multidimensional Poverty: A European Comparison”, Social Indicators Research 86.2 (2008), disponible en https://www.jstor.org/stable/27734618; Whelan, Christopher, Brian Nolan y Bertrand Maître, Measuring Material Deprivation in the Enlarged EU (Dublin: Economic and Social Research Institute, 2008), disponible en https://www.esri.ie/system/files/media/file-uploads/2004-06/OPEA31.pdf; Matteo Duiella y AlessandroTurrini, “Poverty developments in the EU after the crisis: a look at main drivers”, ECFIN Economic Brief 31 (mayo de 2014), disponible en https://ec.europa.eu/economy_finance/publications/economic_briefs/2014/pdf/eb31_en.pdf.

57Alfred Wu y M. Ramesh, “Poverty Reduction in Urban China: The Impact of Cash Transfers”, Social Policy and Society 13.2 (2014). doi: 10.1017/S1474746413000626.

58Ravallion, van de Walle y Gautam, “Testing a Social Safety Net”.

59Rascón y Ruvalcaba, Dinámica y caracterización de la pobreza, 14.

60Garza-Rodríguez et al., “Chronic and transient poverty…”.

61Fernández-Ramos et al., “The dynamics of poverty…”.

62Rascón y Ruvalcaba, Dinámica y caracterización de la pobreza.

63Garza-Rodríguez et al., “Chronic and transient poverty…”.

64Fernández-Ramos et al., “The dynamics of poverty…”.

65Rascón y Ruvalcaba, Dinámica y caracterización de la pobreza; Garza-Rodríguez et al., “Chronic and transient poverty…”; Fernández-Ramos et al., “The dynamics of poverty…”.

66Rascón y Ruvalcaba, Dinámica y caracterización de la pobreza; Garza-Rodríguez et al., “Chronic and transient poverty…”; Fernández-Ramos et al., “The dynamics of poverty…”.

67Garza-Rodríguez et al., “Chronic and transient poverty…”; Fernández-Ramos et al., “The dynamics of poverty…”.

68Fernández-Ramos et al., “The dynamics of poverty…”.

69Garza-Rodríguez et al., “Chronic and transient poverty…”.

70Rascón y Ruvalcaba, Dinámica y caracterización de la pobreza.

71Beccaria et al., “Urban poverty…”, 35.

72Beccaria et al., “Urban poverty…”, 35.

73 Israel Banegas-Gonzáles y Minor Mora, “Transferencias condicionadas y reducción de la pobreza en México: entre lo real y lo imaginado”, European Review of Latin American and Caribbean Studies 93 (2012): 16. doi: 10.18352/erlacs.8363.

74 Juan M. Villa y Miguel Niño-Zarazúa, “Poverty dynamics and graduation from conditional cash transfers: a transition model for Mexico´s Progresa-Oportunidades-Prospera Program”, The Journal of Economic Inequality 17.2 (2019). doi: 10.1007/s10888-018-9399-5.

75 Luis Rubalcava y Graciela Teruel, The Mexican family life survey project (MxFLS): study design and baseline results (Ciudad de México: Centro de Investigación y Desarrollo Económico- Universidad Iberoamericana, 2004).

76La Línea de Bienestar para los años anteriores a 2008, que fue el año en que Coneval inició la nueva medición multidimensional de pobreza, pueden ser consultadas en su página de internet www.coneval.com.

77Coneval usa solamente el ingreso corriente de los hogares, compuesto por remuneraciones al trabajo, ingresos por negocios, renta de capital, transferencias, ingreso por cooperativas y valor imputado por autoconsumo, pago en especie y regalos en especie. Las escalas de equivalencia que aplica para ajustar el ingreso total del hogar de acuerdo con el número y características de sus miembros es el siguiente: 0.70 para personas de 0 a 5 años; 0.74 para personas de 6 a 12 años; 0.71 para personas de 13 a 18 años; y 0.99 para personas de 19 años en adelante. Coneval, Metodología para la medición multidimensional de la pobreza en México (Ciudad de México: Coneval, 2009), disponible en https://www.coneval.org.mx/Informes/Coordinacion/INFORMES_Y_PUBLICACIONES_PDF/Metodologia_Multidimensional_web.pdf.

78 Christopher Whelan, Richard Layte y Bertrand Maître, Poverty, Deprivation and Time: A Comparative Analysis of the Structuring of Disadvantage (Colchester: Universidad de Essex, 2003).

79“Encuesta Nacional sobre el nivel de vida de los Hogares (ENNViH)”, disponible en http://www.ennvih-mxfls.org/index.html (fecha de acceso: 4 de agosto de 2019).

80 Ruud Muffels, Diddier Fouarge y Ronald Dekker, Longitudinal Poverty and Income Inequality a Comparative Panel Study for the Netherlands, Germany and the UK (Tilburg: Universidad de Tilburg, 2000). doi: 10.2139/ssrn.1988200; Fouarge y Layte, “Welfare regimes…”; José María Arranz y Olga Canto, “Measuring the effect of spell recurrence on poverty dynamics- evidence from Spain”, Journal of Economic Inequality 10.2 (2012), disponible en https://link.springer.com/article/10.1007/s10888-011-9191-2.

81Bane y Ellwood, “Slipping into and out of Poverty…”.

82Whelan, Layte y Maître, Poverty, Deprivation and Time.

83Baulch, “Overview: poverty dynamics…”.

84 Modesto Escobar, Enrique Fernández y Fabrizio Bernardi, Cuadernos Metodológicos 45: Análisis de datos con Stata (Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas, 2009).

85Es importante tomar en consideración que se está analizando la pobreza femenina y masculina desde el modelo unitario de hogar, que implica la asunción de que los recursos se reparten de manera equitativa dentro del mismo. Pero los resultados podrían variar de manera importante si tomáramos en cuenta el modelo colectivo, que implica una parte de los recursos se retienen por la persona que los gana. En este caso la pobreza femenina en México resulta mayor, Katya Rodríguez, “Una caracterización de la pobreza femenina en México usando el modelo colectivo de hogar”, Estudios Demográficos y Urbanos 29.1 (2014), disponible en http://www.redalyc.org/pdf/312/31232808005.pdf.

86Baulch, “Overview: poverty dynamics…”, 20.

87En el año 2015 México modificó la edad mínima para trabajar y a partir de ese momento sería a los 15 años.

88De acuerdo con el módulo de trabajo infantil del INEGI en el año 2012 (año del tercer levantamiento de la ENNViH) había 3 millones, 38 mil menores de edad trabajando. Patricia Muñoz, “Aumenta México a 15 años edad mínima para trabajar”, La Jornada, 22 de febrero de 2017, disponible en https://vanguardia.com.mx/articulo/aumenta-mexico-15-anos-la-edad-minima-para-trabajar.

89Hay que tener en consideración que este estudio se realiza tomando como punto de partida a las personas que eran pobres al principio del periodo. Si se realizara tomando en cuenta a toda la población, es posible que el efecto de los menores en la pobreza sea diferente. otro empleo formal. Las personas que no han tenido empleos formales, no se consideran desempleados, sino que participan en alguna actividad en el mercado informal. Presumiblemente, la razón por la que los desempleados tienen posibilidades tan altas de trascender la pobreza es porque deben de haber encontrado un trabajo en el sector formal.

90Baulch, “Overview: poverty dynamics…”.

91Layte y Whelan, Moving in and Out of Poverty.

92 Fernando Cortés, “La relación del gasto social y la pobreza a debate”. En Temas de Política Social de México y América Latina, editado por Fernando Cortés (Ciudad de México: El Colegio de México- UNAM, 2018).

93 Katya Rodríguez, “Pobreza y política social en México 2000-2010: ¿Una década de cambio?”. En Los vaivenes de las políticas sociales en América Latina: Argentina, Colombia, Chile, México y Uruguay: ¿Neo o posneoliberalismo?, editado por Mónica Uribe (Ciudad de México: Porrúa, 2011), 163

94Rodríguez, “Pobreza y política social en México…”.

Recibido: 01 de Abril de 2020; Aprobado: 21 de Septiembre de 2020

Doctora en Sociología, Universidad de Essex, Reino Unido.

Doctor en Estudios de Gobierno, Universidad de Essex, Reino Unido.

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