Introducción
La pandemia originada por el coronavirus Sars-CoV-2 modificó la vida en todos sus ámbitos. El inicio de esta enfermedad se produjo en diciembre de 2019 cuando la Comisión de Salud Municipal de Wuhan (China) informó de un grupo de casos atípicos de neumonía (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021) causados por un nuevo síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Luego, el 11 de marzo de 2020, el director de la OMS informó que el número de casos de covid-19 fuera de China se multiplicó por 13 y la cantidad de países afectados se triplicó, por lo que dicha crisis sanitaria fue catalogada como pandemia (Zhong et al., 2021).
A nivel mundial, la contingencia generada por el coronavirus ha provocado grandes cambios en todos los aspectos de la vida moderna. Por ende, los distintos gobiernos han tomado medidas similares para enfrentar esta crisis, tales como el confinamiento de las personas, el cierre parcial o total de fronteras, el distanciamiento físico, así como el cierre de escuelas, espacios públicos, actividades recreativas y negocios no imprescindibles para garantizar el funcionamiento de la sociedad (Valenzo-Jiménez et al., 2021). El riesgo para la salud por este coronavirus depende en gran medida de la edad, pues los síntomas de una infección por covid-19 suelen ser más leves en la población sana menor de 65 años (Franzen y Wöhner, 2021), aunque los jóvenes no están exentos de complicaciones graves de salud.
En México, el primer caso detectado se produjo el 27 de febrero de 2020 (Suárez et al., 2020) y la primera muerte oficial ocurrió el 18 de marzo de 2020, cifras que alcanzaron hasta febrero de 2022 cerca de 5 millones y medio de infectados y 317 000 personas fallecidas (Jonhs Hopkins University & Medicine, 2022).
Ahora bien, en el contexto del estado de Michoacán, los primeros casos aparecieron el 20 de marzo de 2020 (Martínez Elorriaga, 2020), mientras que el 26 del mismo mes se confirmó la primera muerte, lo que ocasionó la cancelación de clases presenciales hasta febrero de 2022, como sucedió con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), principal casa de estudios superiores del estado con más de 55 000 alumnos matriculados.
Este suceso inesperado ocasionó el tránsito acelerado a las clases virtuales, por lo que el profesorado tuvo que adaptar su metodología para impartir los contenidos sin una adecuada formación, lo que afectó la calidad de la educación recibida por los alumnos (Barberá, 2006; Jiménez Galán et al., 2021). Por este motivo, el objetivo del presente documento fue identificar las percepciones de los estudiantes universitarios acerca de la educación virtual recibida durante la pandemia en México.
Educación superior y covid-19
La aparición del covid-19 afectó la enseñanza y el aprendizaje en casi todas las instituciones de educación superior (IES) alrededor del mundo, pues dos tercios de la enseñanza presencial se reemplazó por la virtual, mientras que la cuarta parte de las actividades educativas se suspendieron (Marinoni et al., 2020). Crawford et al. (2020) exploraron la primera ola de respuestas de universidades a nivel mundial y resumieron las respuestas colectivas ante la pandemia. Luego de efectuar la síntesis y el metaanálisis de veinte países en las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud, hallaron que se habían tenido que implementar diversas estrategias como extender el receso semestral, cerrar el campus, pasar a la instrucción en línea, etc.
Otro de los problemas a los que se enfrentaron las universidades fue la parte económica, ya que se vieron obligadas a ampliar rápidamente la enseñanza en línea, lo que implicó afrontar gastos inesperados tales como la limpieza profunda de sus instalaciones y adaptaciones en los proyectos de investigación (Burki, 2020). De hecho, la movilidad de estudiantes nacionales e internacionales en los ciclos académicos se vio limitada y se suspendieron congresos y conferencias, lo que paralizó la difusión de la ciencia de la comunidad universitaria (Martel, 2020).
En este contexto, las universidades tuvieron que migrar de forma urgente a lo que Hodges et al. (2020) llamaron enseñanza remota de emergencia. Para adaptarse a esta nueva realidad, los docentes convirtieron los espacios de sus hogares en improvisadas aulas, al tiempo que se adentraron en el entorno de las tecnologías educativas (Cáceres-Piñaloza, 2020; Pérez-López et al., 2020). Por otro lado, los estudiantes tuvieron que sumergirse en una modalidad virtual que les exigió mayor compromiso y disciplina (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, y Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [Cepal-Unesco], 2020).
En el caso de la UMSNH, buscando mantener la calidad de su educación, incorporó distintas plataformas tecnológicas y firmó convenios con empresas como Google para apoyar a la comunidad de estudiantes y profesores con el fin de seguir acercando el conocimiento a pesar de la contingencia sanitaria y del distanciamiento ordenado por las autoridades gubernamentales. Para este propósito se emplearon distintos canales de comunicación como las redes sociales, pues según diversos autores constituyen los medios preferidos por las nuevas generaciones para aprender e interactuar (Fernández de la Iglesia et al., 2020; Mejia et al., 2020; Schleifer y Bergero, 2019; Sosa et al., 2019; Tang et al., 2021).
Método
Esta investigación utilizó un diseño no experimental, transversal, exploratorio y descriptivo, el cual buscó conocer las percepciones de los estudiantes de la UMSNH adscritos a la Facultad de Contaduría y Ciencias Administrativas (FCCA) en la ciudad de Morelia, Michoacán (México), acerca de la educación virtual que se tuvo que implementar debido a la pandemia de covid-19.
La información fue recolectada durante los meses de mayo y junio de 2021. Debido a la suspensión de clases presenciales por la contingencia sanitaria, se decidió recabar los datos mediante formularios diseñados en la plataforma electrónica KoBoToolbox. Estudios similares como los de Camacho et al. (2021) y Valenzo-Jiménez et al. (2021) emplearon plataformas electrónicas para evitar el contacto físico.
Los sujetos del estudio fueron los alumnos de la UMSNH adscritos a la FCCA. Aunque la mayor parte de la comunidad estudiantil vive en la ciudad de Morelia, una proporción significativa es originaria de otras regiones del estado Michoacán, por lo que se siguió el siguiente procedimiento recomendado por Evans y Mathur (2018): primero, se escribió un correo electrónico personalizado a cada profesor de la FCCA en donde se les pedía su colaboración para aplicar este instrumento de medición durante sus clases impartidas en línea. La segunda estrategia fue solicitar acceso a los grupos de WhatsApp institucionales de los jefes de grupo de cada nivel para comunicar la importancia del estudio, conocer la opinión de todos los compañeros y compartir el vínculo para acceder al instrumento.
La FCCA cuenta con un universo de 3483 estudiantes. Se aplicó la fórmula del muestreo aleatorio simple con un nivel de confianza de 95 % y un margen de error de 5 %. El resultado fue la aplicación de 347 cuestionarios que se estratificaron según cada una de las licenciaturas. En la Tabla 1 se muestran los resultados de este proceso, así como los cuestionarios recabados.
Nombre de la licenciatura | Universo | Muestra requerida | Muestra obtenida | Porcentaje obtenido vs. universo |
Contaduría | 1742 | 174 | 852 | 48.90 % |
Administración | 1127 | 112 | 510 | 45.25 % |
Informática Administrativa | 311 | 31 | 167 | 44.05 % |
Mercadotecnia | 303 | 30 | 96 | 31.68 % |
Total | 3483 | 347 | 1625 | 46.66 % |
Fuente: Elaboración propia
Instrumento de medición
Para la implementación de la investigación se construyó un instrumento de medida con una versión preliminar de 90 preguntas. Para validarlo, se utilizaron cinco juicios de expertos metodológicos, quienes examinaron las preguntas y las opciones de respuestas. Posteriormente, se aplicó una prueba piloto y con sus resultados se reestructuró la encuesta, con lo cual se obtuvo un instrumento final de 72 preguntas. Para efecto del presente trabajo se muestran los resultados de 40 de ellas: 10 preguntas sociodemográficas, 10 enfocadas en la percepción de la calidad de la educación y 20 para analizar los canales de información durante la pandemia.
La percepción del retorno a clases presenciales se agrupó en tres preguntas, una de las cuales se enfocaba en si habían sido contagiados por covid-19. Con el objeto de recabar la información necesaria para la investigación en forma más certera, este instrumento utilizó múltiples escalas de tipo nominal, dicotómicas y ordinales, tal como lo realizaron Alania et al. (2020) y Valenzo-Jiménez et al. (2021). Una vez que se obtuvieron los datos de la plataforma KoBotoolbox, se exportaron al programa Excel de Windows. El programa arrojó respuestas en formato de tipo cadena, por lo que se recodificaron utilizando códigos identificadores. Una vez terminado este proceso, se exportó al programa estadístico SPSS, v. 24, para obtener los datos estadísticos de cada pregunta, algunos de los cuales se reagruparon para generar el análisis de la información.
Resultados
En el siguiente apartado se analizan los resultados provenientes de la información recabada en el trabajo de campo. En primera instancia se muestra la estadística sociodemográfica del sujeto de estudio (Tabla 2). Como se mencionó anteriormente, se encuestaron a 1625 alumnos de la FCCA, de los cuales 52.4 % eran de la carrera de Contaduría, 31.4 % de Administración, 10.3 % de Informática Administrativa y 5.9 % de Mercadotecnia. Los alumnos de los semestres segundo, cuarto, sexto y octavo fueron los que más contestaron (92.6 % del total) debido a que sus actividades iniciaron en septiembre, época en la que se aplicó el instrumento.
Variable | Frecuencia / porcentaje | |
N | 1625 | |
Carrera | Administración | 510 (31.4 %) |
Contaduría | 852 (52.4 %) | |
Informática Administrativa | 167 (10.3 %) | |
Mercadotecnia | 96 (5.9 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Semestre | Primero | 5 (0.3 %) |
Segundo | 515 (31.7 %) | |
Tercero | 7 (0.4 %) | |
Cuarto | 371 (22.8 %) | |
Quinto | 6 (0.4 %) | |
Sexto | 411 (25.3 %) | |
Séptimo | 12 (0.7 %) | |
Octavo | 208 (12.8 %) | |
Décimo | 90 (5.5 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Género | Hombre | 529 (32.6 %) |
Mujer | 1087 (66.9 %) | |
Prefiero no decirlo | 9 (0.5 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Edad | 17 o menos | 8 (0.5 %) |
18 a 19 años | 441 (27.1 %) | |
20 a 21 años | 529 (32.6 %) | |
22 a 23 años | 253 (15.6 %) | |
24 a 25 años | 394 (24.2 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Estado civil | Soltera/o | 1329 (84.2 %) |
Unión libre | 66 (4.1 %) | |
Casada/o | 155 (9.5 %) | |
Otro | 35 (2.2 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Hijas/os | Sí | 247 (15.2 %) |
No | 1387 (84.8 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Niñas/os a cargo | Sí | 729 (44.9 %) |
No | 896 (55.1 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Adultos mayores a cargo | Sí | 511 (31.4 %) |
No | 1114 (68.6 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Afrodescendiente | 11 (0.7 %) | |
Ascendencia | Miembro de comunidad indígena | 296 (18.2 %) |
Migrante | 108 (6.6 %) | |
Persona con discapacidad | 34 (2.1 %) | |
Ninguna de las anteriores | 1176 (72.4 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) | |
Con quién vives | Mis padres | 1205 (74.2 %) |
Mi esposa (o) o pareja | 196 (12.1 %) | |
Solo | 103 (6.3 %) | |
Parientes | 102 (6.3 %) | |
Amigos | 19 (1.2 %) | |
Total | 1625 (100.0 %) |
Fuente: Elaboración propia
Es importante destacar que los alumnos de segundo semestre no han tenido clase en forma física por la contingencia sanitaria y por las indicaciones de la autoridad educativa. Los alumnos de los semestres primero, tercero, quinto y séptimo se consideran alumnos rezagados, mientras que los de décimo son principalmente de la licenciatura en Contaduría.
El rango de edad más representativo de los alumnos fue de 20 a 21 años (32.6 %), seguido de 18 a 19 años (27.1 %), lo que es congruente con los datos del semestre al que pertenecían los estudiantes, es decir, 55.2 % cursaban del primero al cuarto. En lo que respecta al género de los encuestados, 66.9 % fueron mujeres y 32.6 % hombres (0.9 % prefirieron no indicar el género). En cuanto al estado civil, 84.2 % manifestó ser soltero y 13.6 % tenía una relación de pareja (ya sea casado o viviendo en unión libre; 2.2 % indicó estar en otra condición).
Al analizar la información de hijos, 15.2 % manifestó que eran padres, dato similar al del estado civil, y 31.4 % expresó que tenía bajo su cuidado a adultos mayores, lo que probablemente dificultaba el proceso de tomar las clases en línea.
Por otra parte, un gran componente de la población del estado de Michoacán se considera miembro de una comunidad indígena, lo que se refleja en 18.2 % de los encuestados que así lo expresaron. Asimismo, 6.6 % de los encuestados se consideran migrantes y 2.1 % tienen algún tipo de discapacidad. Buscando dar continuidad al trabajo realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el censo 2020, se buscó identificar a la población que se considera afrodescendiente y se encontró que 0.7 % así lo hace. Al analizar la información de convivencia familiar, 74.2 % manifestó que vivía con sus padres, 12.1 % con su esposa (o) o pareja y 6.3 % con parientes, lo cual enseña una estabilidad familiar que le permite al estudiante afrontar de mejor manera sus estudios. Es importante señalar que 6.3 % vivía solo y 1.2 % con amigos.
Por otra parte, del total de aspirantes, 83.4% provenían del estado de Michoacán y 16.6 % de otros estados como Guerrero, Guanajuato, Estado de México, etc. Al modificarse la forma de tomar clases de presencial a en línea, la población estudiantil regresó a sus lugares de origen.
Por otra parte, se les preguntó a los estudiantes sobre sus fuentes de información tres meses antes y tres meses después de la pandemia. Así, se encontró que lo más utilizado al inicio eran las redes sociales (70.5 %), programas y noticiarios de televisión (59.0 %) y conferencias de prensa (39.0 %) (Tabla 3). Cabe resaltar que el Gobierno de la República mantuvo por más de un año conferencias diarias vespertinas donde mostraba los avances diarios de la pandemia.
Primeros tres meses | Últimos tres meses | |||
N | % | N | % | |
Conferencias de prensa | 629 | 39.0 % | 593 | 36.9 % |
Redes sociales (Facebook, Instagram, etc.) | 1137 | 70.5 % | 1154 | 71.8% |
Programas y noticieros de televisión | 952 | 59.0 % | 922 | 57.4 % |
Programas y noticieros de radio | 303 | 18.8 % | 303 | 18.9 % |
Prensa escrita física | 64 | 4.0 % | 70 | 4.4 % |
Prensa en internet | 460 | 28.5 % | 461 | 28.7 % |
Universidad | 263 | 16.3 % | 260 | 16.2 % |
Conversaciones con amigos y familiares | 565 | 35.0 % | 517 | 32.2 % |
Perifoneo | 33 | 2.0 % | 22 | 1.4 % |
Otros | 101 | 6.3 % | 107 | 6.7 % |
Fuente: Elaboración propia
Con el objetivo de medir la percepción de los estudiantes acerca de la calidad de la educación, se agruparon 7 ítems en una sola variable denominada. La estadística descriptiva se muestra en la Tabla 4, con una media de 2.4457 y una mediana de 2.4286, datos agrupados en los rangos muy baja calidad de la educación y baja calidad de la educación, con un porcentaje acumulado de 66.5 % (Tabla 5). De hecho, solamente 9.3 % de los encuestados manifestó que la educación recibida en el transcurso de la pandemia fue buena o muy buena.
Calidad de la educación | ||
N | Válidos | 1625 |
Perdidos | 0 | |
Media | 2.4457 | |
Mediana | 2.4286 | |
Moda | 2.43 | |
Desv. típ. | .67404 | |
Varianza | .454 | |
Asimetría | .646 | |
Error típ. de asimetría | .061 | |
Curtosis | .732 | |
Error típ. de curtosis | .121 |
Fuente: Elaboración propia
Frecuencia | % Válido | % Acumulado | |
Muy baja calidad de la educación | 273 | 16.8 % | 16.8 % |
Baja calidad de la educación | 807 | 49.7 % | 66.5 % |
Regular calidad de la educación | 395 | 24.3 % | 90.8 % |
Buena calidad de la educación | 123 | 7.6 % | 98.3 % |
Muy buena calidad de la educación | 27 | 1.7 % | 100.0 % |
Total | 1625 | 100.0 % | 100.0 % |
Fuente: Elaboración propia
Asimismo, en el estado de Michoacán 20.8 % de la población se identifica como indígena y 1.5 % se considera afrodescendiente (INEGI, 2021). Tomando en cuenta esto, se analizó la percepción en la calidad de la educación de acuerdo a la etnicidad: en resumen, 20.9 % de los miembros de las comunidades indígenas perciben una muy baja calidad de la educación y 67.2 % de la población autonombrada como indígena opina igual (Tabla 6). Cabe resaltar que aunque los estudiantes que se identifican como migrantes solo representan 6.6 % del total, 70.4 % considera muy baja o baja la calidad de la educación. Asimismo, se identificó a 2.1% de los estudiantes como personas con discapacidad, de los cuales 17.6 % contempla como buena la calidad de la educación, porcentaje que en cuanto a los afrodescendientes se sitúa en 18.2 %.
Muy baja calidad de la educación | Baja calidad de la educación | Regular calidad de la educación | Buena calidad de la educación | Muy buena calidad de la educación | Total | |
Afrodescendiente | 9.1 % | 45.5 % | 27.3 % | 18.2 % | 0.0 % | 0.7 % |
Miembro de comunidades indígenas | 20.9 % | 46.3 % | 25.0 % | 7.1 % | 0.7 % | 18.2 % |
Migrante | 13.0 % | 57.4 % | 21.3 % | 6.5 % | 1.9 % | 6.6 % |
Persona con discapacidad | 8.8 % | 47.1 % | 26.5 % | 17.6 % | 0.0 % | 2.1 % |
Ninguna de las anteriores | 16.4 % | 49.9 % | 24.3 % | 7.4 % | 2.0 % | 72.4 % |
Total | 16.8 % | 49.7 % | 24.3 % | 7.6 % | 1.7 % | 100.0 % |
Fuente: Elaboración propia
Al analizar en qué tipo de dispositivo se toman las clases y cuál es la calidad de la conexión a internet, se encontró que 38.9% de los estudiantes miembros de comunidad indígena que toman sus clases en teléfono celular consideran muy mala o mala su conexión a internet, lo que se encuentra por encima de la media de los demás estudiantes (31.6 %) (Tabla 7). Al regresar los estudiantes a sus lugares de origen, es menester considerar que la población donde residen son comunidades indígenas, donde por las condiciones orográficas del estado no cuentan con señal constante de internet, lo que ocasiona que los estudiantes se desconecten de la clase.
Conexión a internet | Afrodescendiente | Miembro de comunidades indígenas | Migrante | Persona con discapacidad | Ninguna de las anteriores | Total | |
Computadora portátil | Muy mala | 0.0 % | 6.3 % | 12.2 % | 6.7 % | 4.8 % | 5.5% |
Mala | 33.3 % | 12.5 % | 16.3 % | 6.7 % | 13.6 % | 13.5% | |
Regular | 66.7 % | 55.5 % | 42.9 % | 40.0 % | 56.6 % | 55.3% | |
Buena | 0.0 % | 21.1 % | 26.5 % | 40.0 % | 21.5 % | 22.0% | |
Muy buena | 0.0 % | 4.7 % | 2.0 % | 6.7 % | 3.5 % | 3.6% | |
Computadora de escritorio | Muy mala | 0.0 % | 14.3 % | 0.0 % | 0.0 % | 3.8 % | 5.5% |
Mala | 0.0 % | 0.0 % | 12.5 % | 50.0 % | 11.4 % | 10.0% | |
Regular | 0.0 % | 52.4 % | 50.0 % | 0.0 % | 60.8 % | 57.3% | |
Buena | 0.0 % | 28.6 % | 25.0 % | 50.0 % | 13.9 % | 18.2% | |
Muy buena | 0.0 % | 4.8 % | 12.5 % | 0.0 % | 10.1 % | 9.1% | |
Celular | Muy mala | 12.5 % | 15.3 % | 6.0 % | 0.0 % | 10.2 % | 10.7% |
Mala | 25.0 % | 23.6 % | 26.0 % | 17.6 % | 19.5 % | 20.9% | |
Regular | 62.5 % | 52.8 % | 60.0 % | 76.5 % | 54.6 % | 55.2% | |
Buena | 0.0 % | 7.6 % | 8.0 % | 5.9 % | 14.4 % | 12.2% | |
Muy buena | 0.0 % | 0.7 % | 0.0 % | 0.0 % | 1.3 % | 1.0% | |
Tableta electrónica | Muy mala | 0.0 % | 0.0 % | 0.0 % | 0.0 % | 4.5 % | 3.8% |
Mala | 0.0 % | 0.0 % | 100.0 % | 0.0 % | 22.7 % | 23.1% | |
Regular | 0.0 % | 100.0 % | 0.0 % | 0.0 % | 45.5 % | 50.0% | |
Buena | 0.0 % | 0.0 % | 0.0 % | 0.0 % | 18.2 % | 15.4% | |
Muy buena | 0.0 % | 0.0 % | 0.0 % | 0.0 % | 9.1 % | 7.7% | |
Total | Muy mala | 9.1 % | 11.1 % | 8.3 % | 2.9 % | 6.9 % | 7.7% |
Mala | 27.3 % | 16.9 % | 21.3 % | 14.7 % | 16.0 % | 16.6% | |
Regular | 63.6 % | 54.4 % | 50.9 % | 55.9 % | 55.9 % | 55.3% | |
Buena | 0.0 % | 14.9 % | 17.6 % | 23.5 % | 18.1 % | 17.5% | |
Muy buena | 0.0 % | 2.7 % | 1.9 % | 2.9 % | 3.1 % | 3.0% | |
Porcentaje del total | 0.7% | 18.2 % | 6.6 % | 2.1 % | 72.4 % | 100.0 % |
Fuente: Elaboración propia
Al analizar la percepción de la calidad de la educación con la edad de los encuestados, se aprecia que a medida que los alumnos cuentan con mayor edad perciben la educación de mejor calidad (Tabla 8).
Muy baja calidad de la educación | Baja calidad de la educación | Regular calidad de la educación | Buena calidad de la educación | Muy buena calidad de la educación | Total | |
17 años o menos | 0.0 % | 87.5 % | 12.5 % | 0.0 % | 0.0 % | 0.5 % |
18 a 19 años | 18.1 % | 51.7 % | 22.7 % | 6.3 % | 1.1 % | 27.1 % |
20 a 21 años | 19.5 % | 54.6 % | 21.0 % | 4.2 % | 0.8 % | 32.6 % |
22 a 23 años | 20.2 % | 46.2 % | 26.9 % | 6.7 % | 0.0 % | 15.6 % |
24 a 25 años | 9.9 % | 42.1 % | 29.2 % | 14.2 % | 4.6 % | 24.2 % |
Total | 16.8 % | 49.7 % | 24.3 % | 7.6 % | 1.7 % | 100.0 % |
Fuente: Elaboración propia
Al cerrarse las actividades como consecuencia de la pandemia, el cuidado de los niños y de los adultos mayores se volvió una actividad que debieron afrontar algunos estudiantes. En tal sentido, 44.9 % debió combinar el cuidado de un menor con las clases, y 31.4 % el cuidado de algún adulto mayor (Tabla 9). Sin embargo, al analizar su percepción de la calidad de la educación no se encontraron diferencias sustanciales.
Cuidado | Muy baja calidad de la educación | Baja calidad de la educación | Regular calidad de la educación | Buena calidad de la educación | Muy buena calidad de la educación | Total | |
Niños | Sí | 18.7 % | 48.6 % | 23.7 % | 6.9 % | 2.2 % | 44.9 % |
No | 15.3 % | 50.6 % | 24.8 % | 8.1 % | 1.2 % | 55.1 % | |
Adultos mayores | Sí | 16.6 % | 48.7 % | 23.5 % | 8.4 % | 2.7 % | 31.4 % |
No | 16.9 % | 50.1 % | 24.7 % | 7.2 % | 1.2 % | 68.6 % |
Fuente: Elaboración propia
Asimismo, 74.9 % de los estudiantes desean volver a clases presenciales (Tabla 10), mientras que de los que no desean hacerlo 24.3 % considera como buena o muy buena la calidad de la educación. Además, 24.1 % de los que padecieron covid-19 o sospechan haberlo tenido desean volver a clases presenciales, a diferencia de 28.4% de los que no lo han padecido.
Padecido covid-19 | Vuelta a clases presenciales | Muy baja calidad de la educación | Baja calidad de la educación | Regular calidad de la educación | Buena calidad de la educación | Muy buena calidad de la educación | Total |
Tuve covid-19 confirmado por prueba | Sí | 2.4 % | 4.9 % | 2.2 % | 0.2 % | 0.0 % | 9.8 % |
No | 1.0 % | 2.2 % | 4.2 % | 2.2 % | 1.0 % | 10.5 % | |
Creo que tuve, pero no confirmado por prueba | Sí | 3.4 % | 7.8 % | 2.8 % | 0.2 % | 0.1 % | 14.3 % |
No | 1.7 % | 7.1 % | 4.9 % | 3.9 % | 0.2 % | 17.9 % | |
Tuve síntomas que parecían | Sí | 2.8 % | 6.6 % | 2.3 % | 0.5 % | 0.0 % | 12.2 % |
No | 1.0 % | 4.4 % | 5.9 % | 2.7 % | 0.5 % | 14.5 % | |
No he tenido | Sí | 11.4 % | 36.1 % | 13.1 % | 3.0 % | 0.2 % | 63.8 % |
No | 3.7 % | 18.9 % | 20.8 % | 9.6 % | 4.2 % | 57.1 % | |
Total | Sí | 20.0 % | 55.4 % | 20.5 % | 3.9 % | 0.2 % | 100.0 % |
Porcentaje de alumnos | 15.0 % | 41.4 % | 15.3 % | 3.0 % | 0.2 % | 74.9 % | |
No | 7.4 % | 32.6 % | 35.8 % | 18.4 % | 5.9 % | 100.0 % | |
Porcentaje de alumnos | 1.8 % | 8.2 % | 9.0 % | 4.6 % | 1.5 % | 25.1 % | |
Total | 16.8 % | 49.7 % | 24.3 % | 7.6 % | 1.7 % | 100.0 % |
Fuente: Elaboración propia
Discusión
Según los hallazgos de esta investigación, la calidad de la educación percibida por los alumnos encuestados muestra resultados mayormente negativos, resultados similares a los encontrados por Jiménez Galán et al. (2021), quienes reportaron que 87.0 % de los alumnos están aprendiendo menos con la educación virtual impartida en la época de la pandemia.
Para que la educación en línea alcance sus objetivos y sea eficaz debe existir una cooperación entre el estudiante y el profesor, y se debe contar con una infraestructura y unos recursos tecnológicos que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje (Camacho-Zuñiga et al., 2021; Dhanalakshmi et al., 2021). Sin embargo, no todos los estudiantes tienen los recursos físicos apropiados para ello. Si bien la mayoría toma clases con sus teléfonos, esto dificulta la visualización de las presentaciones y la interacción con los profesores y los compañeros.
Además, la calidad del internet es básica para la educación en línea, pero esto implica un costo adicional para las familias (Lennox et al., 2021). En este sentido, no existió un subsidio por parte de la universidad o alguna entidad gubernamental hacia el estudiante (Arias Velásquez y Mejía Lara, 2021; Camacho-Zuñiga et al., 2021; Scherer et al., 2021).
Por otra parte, en cuanto a la información ofrecida acerca de la pandemia, la universidad debería constituirse en un soporte esencial, como lo señalan Camacho-Zuñiga et al. (2021), pues de este modo se disminuye el nivel de ansiedad de los estudiantes. En este aspecto, la UMSNH no cubrió esa necesidad, pues solo 16.2% de los estudiantes expresó que se había informado por ese medio. Asimismo, se encontraron coincidencias con el estudio de Valenzo-Jiménez (2021) respecto a la forma como los jóvenes se mantienen informados, es decir, a través de redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram.
En cuanto a la etnicidad, se puede afirmar que esta representa una variable que impacta en la calidad de la educación percibida, lo que concuerda con lo encontrado por Chatterji y Li (2021). Sin embargo, cabe acotar que la calidad de la educación puede estar más influida por las condiciones geográficas donde se encuentran asentadas las poblaciones indígenas michoacanas, lo que repercute en mala calidad del internet, así como en las condiciones físicas donde se toman las clases (Marinoni et al., 2020). En otras palabras, el covid-19 acentuó las desigualdades existentes entre los estudiantes.
Por otra parte, se puede indicar que el cuidado de adultos mayores o niños no impactó considerablemente en la percepción de la calidad de la educación recibida por los estudiantes, lo cual puede haberse debido a que en México, tradicionalmente, esta labor la efectúan las mujeres, principalmente las madres de familia, lo que ayudó a los alumnos para enfocarse en sus estudios.
No obstante, la preocupación de los estudiantes acerca de la calidad de su educación se manifiesta en la alta aprobación para la vuelta a clases presenciales, lo que coincide con la falta de interés por tomar las clases en línea detectada en otros estudios durante la pandemia (Camacho-Zuñiga et al., 2021; Martín-Sómer et al., 2021). Aun cuando se ha capacitado a los profesores sobre nuevas técnicas de enseñanza, los resultados muestran que los estudiantes no perciben una educación de calidad, por lo que buscan volver a clases presenciales, preocupados porque una educación deficiente los puede afectar en su vida profesional (Alania Contreras et al., 2020).
Finalmente, una limitante del presente estudio es que la investigación se enfocó solamente en los estudiantes de la FCCA, y no en los de las demás facultades de la UMSNH. Sin embargo, el tamaño de la muestra recabada fue bastante mayor a lo requerido, lo que constituye una fortaleza de la investigación.
Conclusiones
Los efectos de la pandemia provocada por el covid-19 se han manifestado en diversos ámbitos de la vida cotidiana. Al transitar a clases en línea, la UMSNH buscó adaptarse a la nueva realidad otorgando capacitaciones y recursos al profesorado en la búsqueda de mantener la calidad de la educación impartida. Sin embargo, en ese cambio a las clases en línea no se consideraron las características personales, económicas y geográficas de los alumnos, por lo que tuvieron que adaptarse de manera improvisada, lo que incrementó las desigualdades ya existentes en una sociedad como la michoacana.
Además, el estudio realizado muestra que los estudiantes en general consideran a la educación recibida como de mala calidad, independientemente de las condiciones demográficas. Esta situación puede ser consecuencia de las condiciones en las cuales reciben la educación, es decir, con teléfonos celulares y deficiente señal de internet, lo que repercute en la visualización de las presentaciones del profesor y en la intermitencia de la clase, respectivamente. Por ello, los alumnos manifiestan su deseo de volver a clases presenciales, independientemente si han tenido o no covid-19.
En definitiva, las universidades deberán valorar los aspectos marcados en la investigación y considerar las realidades diferentes que viven los estudiantes. Con ello se podrán alcanzar mejores niveles de calidad en la educación universitaria y adaptarse a las nuevas realidades y exigencias.
Futuras líneas de investigación
Una de las limitantes de la presente investigación es que solo se consideraron las percepciones de los estudiantes, por lo que se deberá indagar en el profesorado. Asimismo, se debe prever una evaluación integral que permita identificar de forma objetiva la calidad de la educación que los estudiantes recibieron en el periodo marcado por las clases virtuales. Además, se debe ajustar el instrumento usado en esta indagación para aplicarlo después de la vuelta a clases presenciales, pues de ese modo se podrán tomar los mejores beneficios de ambas modalidades didácticas para actualizar los programas educativos de la UMSNH.