Si bien el concepto de trabajo no tradicional, temporal y por contrato ha existido desde antes de la era digital, no fue sino hasta 2010 que las empresas de plataforma digital, como Uber, DoorDash, Instacart y TaskRabbit, comenzaron a darle relevancia y forma al trabajo hoy denominado con el calificativo gig.1
En los términos más básicos, el trabajo gig puede definirse como el trabajo que hacen individuos clasificados como trabajadores por cuenta propia, autónomos (o freelancers), o contratados de manera independiente. Sin embargo, en años recientes el término “gig work” se ha convertido en sinónimo de trabajar para plataformas digitales, lo que incluye manejar un auto para aplicaciones que ofrecen traslados; hacer entregas de comida para restaurantes; comprar o llevar víveres, y realizar mandados o tareas del hogar. En este sentido, el trabajo gig es una denominación equivocada que les permite a las empresas difundir el mito de que estos trabajadores tienen más independencia y control sobre sus labores de lo que ocurre en realidad.
Recuadro 1. Resultados clave
Una encuesta de trabajadores gig en la primavera de 2020 reveló que estos empleos brindaban malas condiciones laborales, incluso en comparación con otros empleados del sector de servicios, quienes, por su parte, generalmente reciben salarios bajos.
Aproximadamente uno de cada siete trabajadores gig (14%) ganaba menos del salario mínimo federal por hora. Más de una cuarta parte (29%) ganaba menos del salario mínimo estatal que sería aplicable si fuera un trabajador del sector de servicios contratado con la forma W-2.
Tres de cada cinco trabajadores gig (62%) perdieron ingresos debido a “dificultades técnicas para marcar la entrada o la salida de sus labores”, en comparación con 19% de los trabajadores W-2 del sector de servicios.
Uno de cada cinco trabajadores gig (19%) pasó hambre porque no podía pagar lo suficiente para comer; 30% recurrió al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) dentro de uno de los meses de la encuesta, el doble de la tasa de trabajadores del sector de servicios W-2 (15 por ciento).
Casi un tercio (31%) de los trabajadores gig no pagó el monto total de sus recibos de servicios públicos en el mes anterior a la encuesta.
Las empresas de plataforma digital construyeron un modelo de negocio basado en la premisa de que no emplean a su fuerza laboral. Estas compañías tratan a los trabajadores que proveen sus servicios no como empleados, sino como contratistas independientes. Al clasificar su fuerza laboral de esta manera, privan a los trabajadores de derechos fundamentales bajo las leyes laborales federales y estatales, incluyendo protecciones al salario y a la jornada laboral, protección contra la discriminación, compensaciones a los trabajadores, beneficios de desempleo y el derecho a organizarse y negociar colectivamente.
Las empresas de plataformas digitales afirman que su fuerza laboral se beneficia de esta clasificación, pues disfrutan de los beneficios de formar parte de la empresa con buena paga y mayor flexibilidad que los trabajadores clasificados tradicionalmente como W-2.2 Sin embargo, una encuesta de los trabajadores gig revela que éstos suelen recibir bajos sueldos, en algunas ocasiones menos que el salario mínimo; enfrentan inseguridad económica en la mayoría de los casos, y frecuentemente reportan pérdidas de sus ingresos por las dificultades técnicas de las plataformas digitales.
I. El impacto de la clasificación errónea de los trabajadores gig
La determinación de si una persona que brinda servicios a un empleador es un empleado o un contratista independiente conlleva consecuencias significativas tanto para la persona como para el empleador en términos de protección laboral, obligaciones fiscales y elegibilidad para beneficios y protecciones basadas en el empleo.
Como muestra el Cuadro 1, las personas clasificadas como contratistas independientes no están cubiertas por las leyes federales o estatales sobre salarios y horarios, contra la discriminación, de salud y seguridad, negociación colectiva u otras leyes de protección de los trabajadores. No reciben seguro de salud basado en el empleo o beneficios de jubilación, y no califican para licencia pagada por enfermedad o familiar en lugares donde esos beneficios están prescritos por ley. Los contratistas independientes tampoco son elegibles para el seguro de desempleo cuando están temporalmente desempleados, ni para recibir una compensación cuando se lesionan en su trabajo. Esto deja a los contratistas independientes en un estado mucho más vulnerable, en comparación con aquellos reconocidos como empleados, en lo que respecta a los derechos y las protecciones básicos de sus labores.
Norma laboral | Empleado | Contratista independiente |
---|---|---|
Salario mínimo | √ | × |
Pago por tiempo extra | √ | × |
Seguro de desempleo | √ | × |
Compensaciones para trabajadores | √ | × |
Días de enfermedad pagados | √ | × |
Permiso pagado por familiar enfermo | √ | × |
Protecciones de salud y riesgos de trabajo | √ | × |
Derecho a un sindicato | √ | × |
Protecciones contra la discriminación y el acoso sexual | √ | × |
Fuente: análisis de los autores de las leyes federales y estatales vigentes (hasta mayo de 2022). Los empleados cuentan con estas protecciones en los lugares donde están prescritas por reglamento. Los contratistas independientes no tienen estas protecciones en ninguna jurisdicción.
Recuadro 2. Uber: un modelo de negocio de clasificación errónea
Según la publicidad del sitio web de la empresa de plataforma digital Uber, conducir para la empresa es flexible, y el conductor está al mando y opera como empresario. Las personas interesadas simplemente descargan la aplicación para conducir y completan un proceso de “registro”, que sólo requiere que tengan una licencia de conducir vigente y un seguro de auto, y que “completen una verificación de antecedentes”. La compañía afirma que los conductores establecen sus propios horarios y pueden retirar dinero después de cada viaje (hasta cinco veces al día en la aplicación). Uber se autodenomina simplemente como una plataforma tecnológica que permite a los conductores encontrar oportunidades de ingresos por sus propios esfuerzos empresariales (Mishel y McNicholas, 2019).
Sin embargo, la realidad de trabajar para Uber es muy diferente. Los conductores no tienen voz sobre la fijación de tarifas, sobre lo que se les paga o sobre las comisiones que cobra la empresa. No se les muestra el destino del pasajero o cuánto podrían ganar en una tarifa antes de que se les pida que acepten una solicitud de viaje, y tienen una opinión limitada sobre quiénes eligen tener como clientes (Rosenblat, 2018). Además, los conductores no seleccionan sus propias rutas.
II. Descripción de la encuesta
Todavía se desconoce mucho sobre la experiencia de los trabajadores en el trabajo gig y su prevalencia en la economía, porque hay pocas encuestas representativas a nivel de los Estados Unidos sobre este segmento de la fuerza laboral en comparación con los empleados W-2.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) trata de capturar la fuerza de trabajo gig mediante el Suplemento de Trabajadores Contingentes de la Encuesta de Población Actual (CWS, por sus siglas en inglés), el cual mide a los trabajadores con arreglos de empleo alternativos, como contratación independiente, contratación en espera de ser llamados y contratos de empleo por medio de agencias temporales o empresas contratistas. Sin embargo, la encuesta refleja sólo el tipo de trabajo principal o único que realizan las personas y no captura ningún trabajo complementario. Los últimos datos de la CWS en 2017 mostraron que los arreglos de trabajo alternativos representan 10% de todo el empleo (BLS, 2018).
Otros estudios estiman que de 16% (Anderson, McClain, Faverio y Gelles-Watnick, 2021) a 36% (Upwork, 2020) de la fuerza laboral participa en la economía gig. A pesar de la investigación limitada, aunque creciente, sobre la fuerza laboral gig, puede afirmarse que el auge de las empresas de plataformas digitales y el uso de su clasificación como contratistas independientes tiene serias ramificaciones para los trabajadores.
A fin de comprender cómo les estaba yendo a los trabajadores durante la pandemia, en mayo de 2020 The Shift Project recopiló datos de encuestas de dos grupos de trabajadores: trabajadores gig y empleados del sector de servicios.3 Ambos grupos de trabajadores respondieron encuestas obtenidas mediante anuncios de Facebook e Instagram. Éstas incluyeron módulos sobre datos demográficos, características laborales y cuestiones de seguridad económica, y dieron como resultado una muestra de 288 trabajadores gig, a los que llamamos muestra de trabajadores gig, y 4 201 empleados del sector de servicios, a los que llamamos muestra W-2 del sector de servicios.4
A diferencia de gran parte de la investigación realizada anteriormente sobre los trabajadores gig, los resultados de la encuesta que presentamos aquí brindan un retrato nacional completo de estos trabajadores y sus características laborales. Otros estudios y encuestas han proporcionado perfiles extremadamente útiles de este tipo de empleados, pero la mayoría se ha limitado a trabajadores gig en una sola ciudad como Chicago, Nueva York, San Francisco o Seattle. Debido a las limitaciones de datos, el pequeño conjunto de estudios representativos a nivel nacional se ha centrado en los conductores de servicios de transporte, como los conductores de Uber.5
Tomados en un momento de aislamiento, los grados de dificultad reportados por los trabajadores gig en nuestra muestra ilustran principalmente las dificultades extremas que enfrentaron los trabajadores en el comienzo de la pandemia, cuando las oportunidades de empleo y los ingresos cayeron precipitadamente. Pero al comparar los dos grupos de trabajadores que enfrentaron aumentos significativos en las dificultades durante la pandemia (trabajadores gig comparados con trabajadores de restaurantes y otros del sector de servicios), podemos evaluar razonablemente la capacidad relativa del trabajo gig y el W-2 del sector de servicios a fin de proporcionar condiciones laborales decentes en un momento de grandes dificultades económicas.
Las áreas de empleo en los datos de Facebook determinaron si los encuestados laboraban como trabajadores gig o como empleados del sector de servicios.6 Los gig figuraban como trabajadores en empresas como Uber, DoorDash, Lyft, Instacart y Uber Eats. Los W-2 del sector de servicios figuraban como trabajadores en una de las 58 grandes empresas minoristas y de servicios de alimentos, como Target, Walmart, Publix, Kroger/qfc, Arby’s, McDonald’s, Chick-Fil-A, Walgreens, Starbucks y The Home Depot.
III. Resultados de la encuesta
Muchos trabajadores gig tienen ingresos por hora más bajos que los W-2 del sector de servicios. El Cuadro 2 muestra que 14% de los trabajadores gig encuestados ganó menos del salario mínimo federal de 7.25 dólares por hora. En contraste, 0% de los trabajadores del sector de servicios W-2 reportó ganar menos del salario mínimo federal. Más del doble de trabajadores temporales (26%) que los de la muestra W-2 (11%) ganaban menos de 10 dólares por hora.
Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
|
---|---|---|
Menos de 7.25 dólares | 14% | 0% |
De 7.25 a 9.99 dólares | 12% | 11% |
De 10 a 14.99 dólares | 38% | 53% |
De 15 a 20.99 dólares | 24% | 27% |
De 21 o más dólares | 13% | 9% |
aLos salarios por hora incluyen las propinas. Los trabajadores W-2 del sector de servicios reportan sus salarios por hora; los salarios por hora de los trabajadores gig se calculan al dividir los ingresos de la semana anterior entre sus horas semanales habituales.
Fuente: análisis de los autores de los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores gig y W-2 del sector de servicios, recopilados en mayo de 2020.
La prevalencia de salarios bajos es especialmente grave cuando se comparan los salarios por hora de los trabajadores temporales con las leyes estatales de salario mínimo aplicables. El Cuadro 3 muestra que más de una cuarta parte de los trabajadores gig (29%) ganó menos del salario mínimo estatal que probablemente se aplicaría si fueran empleados W-2. En comparación, sólo 1% de los empleados W-2 en la muestra del sector de servicios reportó salarios por hora por debajo de los umbrales de salario mínimo estatal.
Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
---|---|
29% | 1% |
a Los salarios por hora incluyen propinas y se comparan con el salario mínimo estatal en el estado del trabajador a partir de enero de 2020. Los trabajadores W-2 del sector de servicios reportan sus salarios por hora; los salarios por hora de los trabajadores gig se calculan al dividir los ingresos de la semana anterior entre sus horarios habituales.
Fuente: análisis de los autores de los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores temporales y W-2 del sector de servicios recopilados en mayo de 2020.
El grado medio de pago insuficiente para los trabajadores gig fue de 2.17 dólares por hora (no se muestra). Anualmente, esta cantidad de pago insuficiente es el equivalente de aproximadamente 3 400 dólares, suponiendo que trabajan durante todo el año, con un promedio reportado de 30 horas a la semana.
Para los trabajadores W-2 del sector de servicios, los datos en los Cuadros 2 y 3 muestran los ingresos por hora efectivos reportados por ellos; para los gig, los ingresos de la semana anterior divididos entre sus “horas habituales trabajadas” semanalmente durante el último año. Un posible problema, ya que la encuesta se realizó sólo dos meses después de que empezara la pandemia, es que estemos sobreestimando la proporción de trabajadores gig que ganan salarios inferiores al mínimo, pues reportaron sus “horas habituales” en función de sus horas previas a la pandemia, y sus horas en mayo de 2020, que se refieren a una jornada menor que la habitual debido a las condiciones sanitarias.
Si bien es imposible verificar si las horas reportadas (“horas semanales habituales”) fueron las mismas que las horas reales trabajadas en la semana anterior, los datos de la encuesta brindan tres razones adicionales para pensar que la prevalencia del trabajo con salario inferior al mínimo es mayor entre los trabajadores gig.
En primer lugar, la gran magnitud del pago insuficiente en relación con los salarios mínimos efectivos sugiere que es poco probable que un error de medición en las horas informadas explique toda la brecha entre los salarios por hora estimados y los niveles de salario mínimo aplicables. Debido a que el grado medio de pago insuficiente es de 2.17 dólares por hora, como se indicó anteriormente, incluso si aumentamos artificialmente los salarios por hora en más de 2 dólares, la mitad de los trabajadores independientes que ganan menos que el salario mínimo de su estado aún habría recibido menos que ese umbral legal.
En segundo lugar, como explicamos a continuación, es significativamente más probable que los trabajadores gig se enfrenten a dificultades materiales que los W-2 del sector de servicios, en consonancia con la idea de que los salarios de los gig son incluso más bajos que los de los empleados W-2 típicamente mal pagados.
En tercer lugar, una de las razones del alto porcentaje de trabajo con salario inferior al mínimo entre los trabajadores gig es que a estos trabajadores no se les paga por algunas horas de trabajo. Muchos gig informaron haber perdido ingresos debido a “dificultades técnicas para fichar la entrada o la salida” del trabajo. El Cuadro 4 muestra que más de tres de cada cinco trabajadores gig (62%) no habían recibido pago por su trabajo al menos una vez. En contraste, menos de uno de cada cinco trabajadores W-2 del sector de servicios (19%) no recibió su pago debido a dificultades para registrar su entrada o salida del trabajo. Más de un tercio (36%) de los trabajadores gig encuestados habían perdido su salario tres o más veces.
Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
|
---|---|---|
Al menos una vez | 62% | 19% |
Tres veces o más | 36% | 8% |
Fuente: análisis de los autores de los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores gig recopilados en mayo de 2020 y los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores W-2 del sector de servicios recopilados en marzo y abril de 2020.
En trabajos de salarios bajos, la falta de pago por algunas horas de trabajo puede empujar fácilmente los ingresos de un trabajador por debajo del salario mínimo efectivo. En ambos casos, la pérdida de salario debido a dificultades técnicas puede considerarse una forma de robo de salarios. Sin embargo, a diferencia de los empleados, los trabajadores gig no tienen ningún recurso legal para recuperar sus salarios perdidos debido a su clasificación como contratistas independientes.
Los salarios por debajo del mínimo y las dificultades para obtener un pago han generado dificultades significativas para los trabajadores gig, incluso en comparación con los trabajadores del sector de servicios generalmente mal pagados. El Cuadro 5 muestra que, en relación con los trabajadores W-2 del sector de servicios (13%), los trabajadores gig tenían más probabilidades (18%) de vivir en un hogar en el que alguien no vio a un médico ni fue al hospital en el último mes debido al costo. Aproximadamente uno de cada cinco trabajadores gig (19%) pasó hambre en el último mes porque no podía pagar lo suficiente para comer. Recurrió al SNAP 30% de los trabajadores gig dentro del mes de la encuesta, el doble de la tasa de trabajadores W-2 del sector de servicios (15 por ciento).
En el último mes… | Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
---|---|---|
Pasó hambre porque
no podía pagar lo suficiente para comer. |
19% | 14% |
No tuvo suficiente
dinero para pagar los recibos completos del gas, la gasolina o la luz. |
31% | 17% |
Algún miembro del
hogar no vio a un médico ni fue al hospital debido al costo. |
18% | 13% |
Usó el Programa de Asistencia
Nutricional Suplementaria (SNAP). |
30% | 15% |
Fuente: análisis de los autores de los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores gig y W-2 del sector de servicios recopilados en mayo de 2020.
Los bajos salarios de los trabajadores gig también dificultaron mucho el pago de los recibos de servicios públicos. El Cuadro 5 muestra que casi un tercio de los trabajadores gig (31%) no pagó el monto total de los recibos de servicios públicos de gas, gasolina o electricidad en el último mes; el porcentaje correspondiente para los trabajadores W-2 del sector de servicios es de 17%. El Cuadro 6 muestra que, en relación con los W-2 del sector de servicios, los trabajadores gig tenían significativamente más probabilidades de informar que era “muy difícil” cubrir gastos y pagar recibos.
Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
|
---|---|---|
Muy difícil | 32% | 18% |
Algo difícil | 44% | 50% |
Fuente: análisis de los autores de los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores gig y W-2 del sector de servicios recopilados en mayo de 2020.
De acuerdo con los niveles más altos de dificultades materiales y los bajos niveles de salarios, muchos trabajadores gig esperaban dejar el trabajo para buscar otro pronto. El Cuadro 7 muestra que los trabajadores temporales tenían la intención de dejar su trabajo actual a una tasa más alta que los trabajadores W-2 del sector de servicios, que normalmente ya tienen altas tasas de rotación de empleados (BLS, 2022). Más de la mitad (55%) de los trabajadores gig tenía la intención de encontrar un nuevo trabajo en los próximos tres meses, en comparación con 36% de los trabajadores W-2 del sector de servicios.
Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
---|---|
55% | 36% |
Fuente: análisis de los autores de los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores gig y W-2 del sector de servicios recopilados en mayo de 2020.
La composición por raza y edad de la fuerza laboral gig y la fuerza laboral W-2 del sector de servicios tiende a ser relativamente similar. Las dos primeras columnas “no ponderadas” del Cuadro 8 muestran la composición demográfica de los datos de las muestras gig y W-2 del sector de servicios sin procesar para aquellas observaciones para las cuales hay información demográfica completa. La mayoría de los trabajadores W-2 del sector de servicios y gig en la muestra es de raza blanca y no hispana, y las edades media y mediana de cada muestra oscilan entre 39 y 41 años, respectivamente. Las mujeres constituyen la mayoría de cada muestra, pero es más probable que los trabajadores gig sean hombres (45%) que los trabajadores W-2 del sector de servicios (31%). Los trabajadores gig de la muestra tienen más probabilidades de tener alguna educación universitaria (73%) que los trabajadores del sector de servicios W-2 (59 por ciento).
Sin ponderar | Ponderado | |||
---|---|---|---|---|
Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
Trabajadores gig |
Trabajadores W-2 del sector de servicios |
|
Raza / etnia | ||||
Blanco, no hispánico | 78% | 81% | 52% | 58% |
Negro, no hispánico | 4% | 3% | 13% | 12% |
Hispánico | 12% | 8% | 26% | 20% |
Otra raza / etnia, no hispánico | 6% | 7% | 8% | 10% |
Género | ||||
Hombre | 45% | 31% | 60% | 48% |
Mujer | 55% | 69% | 40% | 52% |
Edad promedio | 41 | 40 | 37 | 34 |
Nivel educativo | ||||
Sin grado o diploma | 4% | 4% | 7% | 5% |
Educación media superior / GED | 21% | 37% | 27% | 35% |
Alguna educación superior | 73% | 59% | 65% | 60% |
Inscripción escolar | 13% | 19% | 15% | 26% |
Inglés como segundo idioma | 14% | 10% | 26% | 17% |
Estatus marital | ||||
Casado / vive con cónyuge | 27% | 31% | 24% | 25% |
Unión libre | 21% | 18% | 21% | 19% |
No vive con cónyuge o pareja | 49% | 50% | 52% | 56% |
Tiene hijos | 57% | 52% | 48% | 39% |
Tamaño de la muestra | 288 | 4 201 | 288 | 4 201 |
Fuente: análisis de los autores de los datos de la encuesta de The Shift Project sobre trabajadores gig y W-2 del sector de servicios recopilados en mayo de 2020.
Confirmamos que los resultados sin procesar de la encuesta brindan una base razonable para analizar de forma comparativa la población nacional de la fuerza laboral del sector de servicios y gig al recalcular las muestras para que coincidan con lo que se sabe sobre la demografía del sector de servicios en los Estados Unidos; observamos que los resultados que siguen sobre las dificultades económicas y la remuneración no son sensibles a esta reponderación.
En aras de la transparencia, mostramos en las columnas 3 y 4 del Cuadro 8 los perfiles demográficos de las encuestas si los datos se vuelven a ponderar para que coincidan con las distribuciones de raza, edad y género de la Encuesta sobre la Comunidad Estadunidense.7 Las muestras de los trabajadores gig y W-2 del sector de servicios tienden a ser más de personas blancas y mujeres que una muestra representativa a nivel nacional de trabajadores del sector de servicios. Al recalcular mecánicamente las proporciones demográficas en el Cuadro 8, observamos que esto cambia muy poco los resultados; por lo tanto, reportamos los resultados brutos no ponderados en los Cuadros 2 al 7.8
IV. Políticas propuestas
Aún se desconoce mucho sobre los trabajadores de las plataformas digitales. Como se señaló anteriormente, la Oficina de Estadísticas Laborales ha buscado una mejor comprensión de esta fuerza laboral mediante el Suplemento de Trabajadores Contingentes. Sin embargo, como se discutió, los datos del suplemento reflejan sólo el tipo de trabajo que los individuos hacen como su trabajo principal o único, y no capturan ningún trabajo complementario. Además, los datos no se recopilan de forma rutinaria, con la última actualización que data de 2017 y la anterior de 2005. Es necesario dirigir mayores recursos a la Oficina de Estadísticas Laborales para permitir un informe anual más completo de esta fuerza laboral.
Si bien se requieren datos más completos para exponer soluciones políticas adecuadas a fin de garantizar que los trabajadores gig tengan acceso a las protecciones laborales fundamentales, algunas cosas quedan claras: los trabajadores gig a menudo reciben salarios bajos, en algunos casos menos que el salario mínimo; enfrentan inseguridad económica a tasas elevadas, y rutinariamente reportan pérdidas de ingreso debido a dificultades técnicas con las plataformas digitales.
Una clave para mejorar las condiciones de estos trabajadores es hacer cumplir las leyes federales de salarios y horarios existentes. El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos debe hacer responsables a las empresas por la clasificación errónea y garantizar que los trabajadores tengan acceso a las protecciones laborales fundamentales que les garantiza la ley federal. Esto incluye el derecho a sindicalizarse. Está bien documentado que los sindicatos son una herramienta esencial para que los trabajadores mejoren sus salarios, beneficios y condiciones de trabajo (McNicholas et al., 2020). Sin embargo, según la ley laboral federal actual, los contratistas independientes no están cubiertos por la Ley Nacional de Relaciones Laborales (nlra, por sus siglas en inglés) y, por lo tanto, no pueden formar un sindicato.
La Ley de Protección del Derecho a Organizarse (pro), que fue aprobada en la Cámara baja (House of Representatives) el año pasado, pero no ha avanzado en el Senado, requeriría que los empleadores sigan la prueba “abc”, que es una prueba fuerte y protectora para determinar las condiciones de los empleados.9 Esto protegería mejor el derecho fundamental de los trabajadores a organizarse y negociar colectivamente.
Las empresas de plataformas digitales han establecido un modelo de negocios basado en negar a los trabajadores protecciones fundamentales. Si bien la tecnología que utilizan estas empresas puede ser innovadora, un modelo comercial que genera ganancias al negarles a los trabajadores las protecciones básicas de salarios y horas está lejos de ser innovador. Las corporaciones han buscado durante mucho tiempo formas de eximirse de las protecciones de los trabajadores y gastan cientos de millones de dólares cada año para negar la representación sindical de su fuerza de trabajo (McNicholas et al., 2019).
En contraste con la narrativa que han establecido, las empresas gig no han creado oportunidades empresariales con un pago para el sustento familiar. En cambio, más de una cuarta parte de los trabajadores gig gana menos del salario mínimo estatal. Estos trabajadores y sus familias experimentan altos niveles de inseguridad económica. Lo más revelador es que más de la mitad de ellos tienen la intención de encontrar un nuevo trabajo en los próximos tres meses. Estos datos demuestran que la realidad de trabajar para estas empresas de plataformas digitales dista mucho del gran “gig” que anuncian. Los legisladores deben abordar la realidad y evitar que estas empresas nieguen a sus trabajadores las protecciones básicas debido a la clasificación errónea de su fuerza laboral.