"Las drogas te envejecen después de la agitación mental. Letargo luego. ¿Por qué? Reacción. Toda una vida en una noche. Gradualmente te cambia el carácter".
James Joyce, Ulises
Más que las drogas per se, la adicción a éstas es lo que ha definido épocas y hasta el futuro de algunos países. Uno de los casos más conocidos fue la prohibición constitucional en Estados Unidos de "producir, importar, transportar o vender bebidas alcohólicas". Los años en que esto ocurrió fueron de 1920 a 1933· Aunque la "prohibición" sí disminuyó el consumo de alcohol -según algunos reportes-, tuvo otras consecuencias como el incremento indiscriminado de la venta de alcohol de manera clandestina, así como el aumento de las actividades criminales. Esta prohibición se dio por la conjunción de varios factores: grupos religiosos, políticos y los problemas que se vivían en esa época, como la Guerra Civil Americana y más adelante la Primera Guerra Mundial. La creación de un mercado negro que competía con la economía formal, ya que no había impuestos que ingresaran a las arcas del gobierno vía la venta de los destilados, y la Gran Depresión que inició en 1929, dieron la pauta para que esta prohibición terminara.
En esa época se incrementaron los casos de alcoholismo y las muertes a consecuencia del enfrentamiento entre mafias, así como la corrupción que daba cobijo a la producción, distribución e introducción del alcohol por vía ilegal, a la que se sumaron las apuestas clandestinas, la prostitución y la introducción de otras drogas. Prácticamente, lo que vivió Estados Unidos en esa época podría considerarse como otra Guerra Civil. ¿Se resolvió el problema que originó la prohibición? ¿Se redujo el consumo de alcohol? ¿La población entendió que el objetivo de la prohibición era evitar los problemas ocasionados por el consumo excesivo de alcohol? Parece que no, ya que el consumo de alcohol sigue siendo un problema1.
AHORA VEAMOS HACIA EL ORIENTE
El problema por el consumo de opio en China tiene una larga historia, ya que desde el siglo XVI, los británicos introdujeron el opio que se producía en la India. Este comercio floreció ya que ofrecía grandes ganancias para los británicos, pero ocasionó un enorme problema financiero y de salud para la dinastía reinante, la Qing2 Al darse cuenta del problema, la dinastía en el poder decidió prohibir su importación y su uso en todo el territorio. Se confiscó el producto que existía, se quemó, y se redujo el contrabando, lo que perjudicó los intereses británicos sobre el comercio de esta droga. Esto ocasionó la primera Guerra del Opio en 1840. Los británicos iniciaron un ataque en el que derrotaron a los chinos y obligaron a la dinastía Qing a firmar un tratado humillante -Tratado de Nanjing- que legalizaba la importación de opio a China, además de pagos por daños, más concesiones sobre comercio y territorios -como ceder lo que se conoce ahora como Hong Kong, y que ya fue devuelto-3. Con estas maravillosas ganancias, Francia e Inglaterra iniciaron una segunda Guerra del Opio -1856- para ampliar el comercio con China. Además, la producción local de narcóticos empujó la epidemia de consumo que se vivió. Por otro lado, el aumento en la cantidad de materia prima por la producción local de opio propició la producción de otros productos como la heroína.
Cuando la República Popular China llegó al poder -1912 a 1949- había 20 millones de consumidores. En 1950 el gobierno Chino inició estrictas medidas para castigar el transporte, cultivo o tráfico ilegal, que llevaron a la detención en campos de trabajo forzado oala ejecución de los culpables, y para 1952 el consumo casi había desaparecido. Pero desde 1980, las nuevas políticas implementadas por el gobierno Chino han favorecido el renacimiento del consumo de drogas y su abuso2.
En años más recientes el consumo de heroína en sus diversas formas y el empleo de otras drogas como el éxtasis, más el aumento en las infecciones por VIH, el crimen y la prostitución prendieron focos rojos y se empezaron a tomar medidas para reforzar campañas informativas, esto incluyó cursos para la prevención del consumo que se imparten desde quinto año de primaria y se continúan hasta el equivalente a la educación media superior. Las personas que consumen son detenidas por 15 días, y aquellas con adicción se envían a centros de rehabilitación y al salir se les da apoyo para su reintegración y para mantenerse libres del consumo2.
México está en una situación geográfica estratégica entre Centro, Sudamérica y Estados Unidos de Norteamérica. Por varias décadas nuestro país sólo era una vía de tránsito de las drogas, y ahora somos productores y consumidores. ¿Quiénes consumen? Estudiantes de entre 10 y 18 años, que en los últimos 23 años incrementaron de 8.2% en 1991 a 17.2% en 2014. La marihuana es la más consumida4.
¿Y LOS CANABINOIDES?
Nos debatimos desde hace algunos años acerca de un cambio de mentalidad en relación con el consumo de drogas como la marihuana, y sobre considerar al consumidor como un enfermo y no como a un criminal. Esto es lo que nos explica la doctora Méndez y colaboradores5 en la revisión sobre adicciones que se incluye en este número. Algunos consumidores sí son enfermos y caen dentro de la definición de "adictos"5, y éstos requieren de un manejo diferente. Los estudios para encontrar opciones terapéuticas más efectivas para tratar las adicciones debe impulsarse, a la par de una mayor información al público blanco, los jóvenes, así como reforzar la educación sobre los efectos del consumo de las drogas. Hay que buscar nuevos esquemas como los que ha intentado Holanda6. De igual manera, la legalización del consumo de los canabinoides para uso médico requiere de mayor información para aquellos que los prescribirán y tendrán que contender con sus efectos, tanto positivos, como negativos7, y aportarles evidencia sobre las posibilidades terapéuticas reales de estas drogas y aquellas que se cree que tienen8. En este número se incluye información para el médico general sobre el consumo del cannabis y sus repercusiones, que lo pueden guiar para el diagnóstico de su uso recreacional o su dependencia9.
Iniciamos esta editorial con dos historias que nos deberían servir como referente para no repetir -que lo hacemos- los errores que ya se han cometido. Invertir en educación para lograr mejores niveles en la calidad de vida deberán ser prioridades para aquellos que toman las decisiones y tienen el poder de hacer cambios.
Por mi raza hablará el espíritu
Teresa I. Fortoul Van der Goes
Editora de la Revista de la Facultad de Medicina