Segundo número de nuestra revista. Apenas estamos en el mes de abril y de repente parece que hace un siglo que salió el primer número, cuando inocentemente hablábamos de los ganadores del premio Nobel y con mucho optimismo dábamos ideas para mejorar la enseñanza de la química. Venían noticias de China sobre un virus, pero está tan lejos que muchos no hicimos caso, no lo sentimos cercano y no pensamos que eso nos fuera a llegar. ¡Y nos llegó! ¡Y aquí estamos! ¡Todos en casa! haciendo caso de las autoridades que así nos lo dicen: ¡Quédate en Casa!

De un día a otro tuvimos que enseñar y estudiar quedándonos en casa, y a eso nos pusimos. ¿Cómo le hacemos?, nos preguntábamos unos a los otros. ¡No hay infraestructura y nadie nos enseñó! nos quejamos. Cuando se nos pasó el primer susto y vimos que esto iba "para largo" nos pusimos a inventar cómo hacerle. Las oficinas de servicios escolares de la facultad nos proporcionaron las direcciones electrónicas de todos nuestros alumnos y alumnas, con lo cual pudimos establecer contacto. Finalmente nos pusimos a dar clases en línea, y lo hicimos porque definitivamente somos profesores y profesoras, y nuestra labor es enseñar con lo que tengamos y podamos. Algunos dieron clases en línea, otros hicieron ejercicios y los siguieron con los alumnos y las alumnas, otras hicimos videos y nos creamos un canal de YouTube cuando antes ni siquiera para oír canciones lo usábamos. Así, poco a poco, sin prisa y sin pausa, vamos haciéndolo hasta hoy y probablemente así acabaremos el semestre. Lo haremos lo mejor que podamos. Lo que es cierto es que la química es una ciencia experimental y queda claro que en estas condiciones la enseñanza en los laboratorios es la que se pierde. El reto será recuperarla en su momento. Hoy por hoy toca quedarnos en casa, darnos ánimo y dárselo a nuestros estudiantes, y seguir nuestras clases en línea trabajando con nuestros alumnos y con nuestras alumnas.

En el mes de marzo también vivimos dos grandes acontecimientos: un día en el que una inmensa mayoría de mujeres salió a las calles a protestar, y otro con una inmensa mayoría de mujeres invisibles; ciudades y localidades silenciosas por su ausencia. La violencia de género se ha extendido y es grave, quizás contagiosa como el coronavirus que hoy nos tiene en casa, y por lo mismo no puede dejar de mencionarse aunque el tema que nos agobia sea otro. La Facultad de Química de la UNAM, la dueña de esta revista, rápidamente respondió a las demandas que, principal pero no únicamente, eran de las mujeres, y formó un curso introductorio sobre temas de género que es hoy una asignatura optativa que están cursando 90 estudiantes. Ocho días después de las calles silenciosas por la falta de mujeres nos alertaron del virus, y el 20 de marzo nos empezaron a meter en nuestras casas comenzando por los niños y las niñas al cerrar las escuelas. Hoy las calles vuelven a estar en silencio.

El momento es histórico. La angustia y la ansiedad que se pueden sentir en el encierro también lo son. La información cierta es lo que nos alerta con conocimiento para poder llegar a tomar decisiones. Como siempre pasa desde que existen las redes sociales, hay muchísima información falsa circulando. No es conveniente creer todo lo que leemos, ni leer todo lo que nos llega a las manos. El grupo editorial de esta revista decidió contribuir con la comunidad teniendo información veraz y oportuna, por lo que le solicitamos a investigadores que saben del tema que nos hicieran un artículo con información suficiente y bien presentada. En este número tenemos artículos de investigación educativa y estrategias didácticas que espero que los disfruten. Sin embargo, hoy quiero resaltar, por el momento que vivimos, los dos artículos sobre el coronavirus que aparecen en la sección de "Comunicación" Sus autores y autoras tienen una amplia experiencia en el tema, por lo que la información que presentan es parte de lo que se sabe del asunto. A estos dos escritos los acompañan unas hojas didácticas que se pueden usar, aún a la distancia, para aprender con los alumnos y las alumnas sobre el COVID-19.

Esperamos que la revista sea una buena compañera en el encierro. Cuando salgamos de esta, porque saldremos, tendremos muchas cosas que contar. Una de ellas puede ser nuestra experiencia de las clases en línea bajo estas circunstancias. Hay que seguir, las cosas no se detienen ni la vida tampoco pero recordemos que lo importante hoy es quedarnos en casa.