Introducción
Recientemente, se ha hecho hincapié en las posibles formas en que la salud oral puede contribuir al bienestar y a la salud general del individuo (Gupta, Jain, Mohan, Bhaskar & Walia, 2015). Condiciones fisiológicas como el embarazo, la pubertad, el ciclo menstrual, la menopausia y condiciones no fisiológicas como la anticoncepción hormonal y la terapia hormonal, tienen influencia en la salud oral de todas las mujeres (Patil et al., 2012).
Durante la etapa de gestación, las mujeres embarazadas presentan necesidades especiales de atención en cuanto a su salud bucal debido a diversos cambios físicos, biológicos y psicológicos, los cuales tienen una fuerte influencia en la cavidad oral (Gambhir, Nirola, Gupta, Sekhon & Anand, 2015; Gaszyńska, Klepacz-Szewczyk, Trafalska, Garus-Pakowska & Szatko, 2015), lo cual las convierte en una población vulnerable y propensa a diferentes condiciones en las que se encuentra involucrado el estado de salud como un indicador de la calidad de vida; por lo que en la mayoría de los países son consideradas un grupo prioritario dentro de la salud pública. Los cambios que ellas presentan en su estado general, con frecuencia, se reflejan en la cavidad bucal donde se pueden manifestar ya sea en forma adaptativa reversible y transitoria, en forma de exacerbaciones de patologías previas o como cuadros semiológicos especiales (Cengiz, 2007).
Por otra parte, las gestantes suelen estar conscientes de que los problemas bucales pueden aparecer durante el período prenatal y de que podrían traer consecuencias desfavorables para la salud bucal y sistémica, tanto de las madres como de los futuros recién nacidos (Detman, Cottrell & Denis-Leque, 2010). El entendimiento de tales afecciones y la adaptación a los cambios bucales son esenciales para proporcionar una adecuada atención dental (Achari, Georgakopoulou & Afentoulide, 2012).
Durante este período la falta de higiene oral o los inadecuados cuidados bucales pueden producir la supresión del sistema inmunológico conllevando a la aparición de diversas enfermedades como gingivitis, periodontitis, lesiones benignas como tumores del embarazo y el aumento de la susceptibilidad a infecciones orales (Radha & Sood, 2013).
De igual manera, modificaciones en la dieta y la frecuencia de alimentos altos en carbohidratos pueden aumentar el riesgo de desarrollar caries dental. Adicionalmente, una pobre higiene bucal eleva el riesgo de complicaciones durante el embarazo incluyendo parto prematuro, recién nacidos con bajo peso, diabetes gestacional, preclamsia y niños con baja talla (Morgan, Crall, Goldenberg & Schulkin, 2009).
Por otro lado, ha existido la falsa creencia que el mal estado de salud bucal durante el embarazo es normal y que el tratamiento dental sería perjudicial para el recién nacido, impidiéndole a la gestante acudir para atención odontológica, descuidando parte de su salud (Keirse & Plutzer, 2010). Tal situación refleja que un conocimiento inadecuado sobre el manejo de los problemas dentales en las embarazadas se traduce en tratamientos insuficientes y poco efectivos para el control de la enfermedad.
Vann, Lee, Baker & Divaris (2010) han informado la existencia de estudios en los Estados Unidos de América que sugieren la existencia de un bajo nivel de conocimientos sobre salud oral en mujeres embarazadas y que estas desconocen los cuidados que deben de tener durante este período y los que se les puede ofrecer a sus hijos.
Un estudio realizado por Hom, Lee, Divaris, Baker & Vann (2012), donde examinaron la asociación entre el grado de escolaridad y el nivel de conocimientos sobre salud bucal en 119 embarazadas estadounidenses, reporta que 65% de las participantes tenía un nivel de conocimientos deficiente. Los autores indican la existencia de asociación entre bajo grado de escolaridad y deficiente nivel de conocimientos sobre salud bucal en las embarazadas, indicando que dichos hallazgos repercuten negativamente en la salud de la madre y del hijo.
Shieh, Mays, McDaniel & Yu (2009) indican que las mujeres embarazadas y con bajo nivel de estudios tienen menos conocimientos relacionados con el embarazo y comportamientos deficientes respecto al componente de la salud. De igual forma, refieren que la prevalencia de alfabetización de las mujeres embarazadas es baja, variando entre 15% a 38%, lo cual podría favorecer la aparición de enfermedades.
Conocer el nivel de conocimientos sobre las lesiones que se presentan en la cavidad bucal en las mujeres gestantes, las que derivan del embarazo o de las circunstancias que rodean a este estado fisiológico especial, podría contribuir a su identificación y manejo temprano, permitiendo a las autoridades sanitarias y a los odontólogos anticiparse para enfrentar la demanda de servicios y sus costos. La limitada evidencia disponible sobre los conocimientos que tienen las gestantes en materia de salud oral en México propició el desarrollo del presente estudio.
Materiales y métodos
Población
Se evaluaron a 50 mujeres embarazadas bajo control médico prenatal y/o que se encontraran internadas en el Hospital de la Mujer Zacatecana (HMZ), en Zacatecas, México, durante el período noviembre 2015 a febrero 2016.
Se incluyeron gestantes mayores de 18 años y menores de edad (que contaran con la autorización de alguno de los padres o tutor legal) en control prenatal u hospitalizadas en el HMZ y que aceptaran participar voluntariamente por medio de la firma de una hoja de consentimiento informado. Se excluyeron menores de edad que no contaran con la autorización de los padres y quienes presentaran algún tipo de condición especial que les impidiera responder por sí solas el cuestionario. A las participantes se les explicó el propósito del estudio, indicándoles que la información recolectada sería confidencial.
Diseño del estudio
Se realizó un estudio descriptivo y transversal para evaluar el nivel de conocimientos sobre salud bucal, el cual comprendió: conocimientos sobre medidas preventivas en salud bucal, enfermedades bucales, atención odontológica en las gestantes y desarrollo dental.
Técnicas e Instrumentos
Para evaluar el nivel de conocimientos, algunos de los autores principales (L.E.C.M., J.A.L.F.) elaboraron un cuestionario tomando como referencia el propuesto por Martignon (2008). El instrumento fue dividido en dos secciones: la primera contemplaba datos generales (edad, grado de instrucción, estado civil, nivel socioeconómico, lugar de procedencia), la segunda incluyó el nivel de conocimientos sobre salud bucal con 26 preguntas. Previo a la aplicación del instrumento, se realizó una prueba piloto en 10 mujeres embarazadas para detectar problemas en el vocabulario y/o en los conceptos plasmados en el mismo. Posterior a su aplicación, cuatro preguntas sobre enfermedades bucales fueron eliminadas ya que mostraban poca claridad y causaban confusión en las participantes. Dos expertos en el área odontológica y uno en el área médica verificaron y validaron la estructura de la última versión del instrumento, determinando la validez en 22 ítems respecto a la variable del conocimiento, donde ocho (8) ítems están relacionados con la prevención, seis (6) con las enfermedades bucales, cuatro (4) con atención odontológica en gestantes y cuatro (4) con el desarrollo dental (Anexo 1).
El grupo de preguntas sobre prevención en salud oral integra contenidos de medidas preventivas como cepillado dental, aplicación de fluoruros, alimentación e higiene. Para evaluar los conocimientos sobre enfermedades orales se consultaron conceptos de gingivitis, enfermedad periodontal, caries y placa bacteriana. En cuanto a gestación y atención dental se preguntó sobre uso de anestesia, toma de radiografías dentales durante el embarazo y de atención odontológica pediátrica. En el desarrollo y crecimiento dentario, se incluyeron conceptos sobre dentición temporal, cronología de erupción, tipos de dentición y formación dentaria.
Para calificar las respuestas de los participantes, se otorgó un (1) punto por cada respuesta correcta y cero (0) por cada respuesta incorrecta, obteniendo un total de 22 puntos. Para agrupar el puntaje se aplicó una escala de Estaninos, clasificando el nivel de conocimientos en tres categorías: Bueno (puntaje igual o superior a 16), Regular (puntaje entre 9 y 15) y Malo (7 o menos puntos).
Resultados
En total se encuestaron 50 gestantes con un rango de edad entre 14 a 40 años y una media de 25.49 ± 0.89, donde 54% pertenecía al grupo etario 20-29 años. Por otra parte, la mayoría de las encuestadas (74%) se encontraba en el último trimestre del embarazo, observándose una media de 7.45 ± 1.70 (Tabla 1).
Características de la muestra | n | % | |
---|---|---|---|
Edad | |||
< a 20 años | 10 | 20 | |
20 a 29 años | 27 | 54 | |
30 a 39 años | 12 | 24 | |
>de 40 años | 1 | 2 | |
Trimestre del embarazo | |||
1er trimestre | 1 | 2 | |
2do trimestre | 12 | 24 | |
3er trimestre | 37 | 74 | |
Estado civil | |||
Soltera | 8 | 16 | |
Casada | 17 | 34 | |
Divorciada | 1 | 2 | |
Viuda | 0 | 0 | |
Unión libre | 24 | 48 | |
Lugar de procedencia | |||
Zona Urbana | 31 | 62 | |
Zona Rural | 19 | 38 | |
Grado de instrucción | |||
No estudió | 5 | 10 | |
Primaria | 4 | 8 | |
Secundaria | 28 | 56 | |
Carrera técnica | 1 | 2 | |
Bachillerato | 7 | 14 | |
Licenciatura | 5 | 10 | |
Actividad económica | |||
Estudiante | 3 | 6 | |
Ama de casa | 44 | 88 | |
Trabajo esporádico | 0 | 0 | |
Trabajo formal (base) | 3 | 6 |
Fuente: Elaboración propia
Respecto al estado civil, 48% viven en unión libre y 34% son casadas. Para el lugar de procedencia se encontró que 62% provenía de zonas urbanas, principalmente de la ciudad de Zacatecas, capital del estado.
Al analizar el nivel máximo de escolaridad alcanzado por embarazadas se contabilizó que 56% culminó la secundaria. Solo 10% posee estudios de licenciatura. En cuanto a la actividad económica desempeñada, 88% se dedican al cuidado del hogar, mientras un bajo porcentaje (6%) cuentan con un trabajo formal.
Nivel de Conocimientos
De acuerdo al nivel general de conocimientos de las gestantes sobre salud bucal, 58% tenían un conocimiento regular y 36% su conocimiento fue catalogado como malo. Contrariamente y al respecto de las medidas preventivas, 40% y 44% obtuvieron un puntaje de bueno y regular, respectivamente. Por otra parte, en el renglón del conocimiento sobre las enfermedades bucales, gran parte de las embarazadas (66%) tuvieron un conocimiento malo.
En tanto a los puntos obtenidos en el rubro sobre la atención odontológica, se observó 36% para un conocimiento regular y malo respectivamente. Para los ítems referentes al desarrollo dental, 54% de las encuestadas se encontraron con un nivel de conocimientos malo (Tabla 2).
Nivel de conocimientos | |||
---|---|---|---|
Temática | Bueno | Regular | Malo |
n (%) | n (%) | n (%) | |
Salud bucal | 3 (6.0) | 29 (58.0) | 18 (36.0) |
Medidas preventivas | 20 (40.0) | 22 (44.0) | 8 (16.0) |
Enfermedades bucales | 4 (8.0) | 13 (26.0) | 33 (66.0) |
Atención odontológica | 14 (28.0) | 18 (36.0) | 18 (36.0) |
Desarrollo dental | 5 (10.0) | 18 (36.0) | 27 (54.0) |
Fuente: Elaboración propia
Al relacionar el nivel de conocimientos sobre salud bucal y la edad de las gestantes, se observaron diferencias estadísticamente significativas (p = 0.0008, p < 0.05). Así mismo se encontró un predominio de un conocimiento regular en el grupo de edades entre los 20 a 29 años con 44.8%, (13) de los casos.
Por otro lado, diferencias estadísticamente significativas (p = 0.0266, p < 0.05) fueron observadas entre el nivel de conocimientos sobre salud bucal y el lugar de procedencia, donde 72.4% (21) fueron catalogados con un conocimiento regular en mujeres provenientes de zonas urbanas, mientras que 61.1% (11) se ubicaron con un mal conocimiento, correspondiendo a las que provenían de zonas rurales.
En el apartado que relaciona el conocimiento con el grado de instrucción, el 50% de las encuestadas tenía estudios culminados de secundaria, donde 60% consiguió un nivel regular de conocimientos y 40% un nivel malo. No obstante, no se observaron diferencias estadísticamente significativas (p = 0.347, p > 0.05).
Discusión
La salud bucal constituye un aspecto importante de la salud general de cualquier individuo. Las enfermedades del sistema estomatognático pueden afectar el bienestar personal, trayendo consigo una serie de consecuencias fisiológicas complejas que afectan la nutrición, las relaciones interpersonales y hasta la salud mental de la persona. Frente a este escenario, es fundamental la instalación de hábitos correctos de higiene, alimentación, así como de visitas frecuentes al odontólogo con el propósito de mantener un correcto estado de salud bucal (Benavente et al., 2012).
De igual manera, antes de implementar algún tipo de intervención en cualquier población, es necesario conocer previamente las necesidades reales del grupo en cuestión, tratando de enfocarse en los aspectos que influyen en la naturaleza misma de la enfermedad y que puedan servir para la preservación y mantenimiento de la salud oral (Sanchis, 2015). En tal sentido, en México existen programas de salud dirigidos a grupos vulnerables o en condición de vulnerabilidad, como son las mujeres embarazadas, sin embargo, son escasos los estudios que evalúan los conocimientos sobre salud bucal en las embarazadas (Toscano et al., 2016). El presente trabajo trata acerca del nivel de conocimientos sobre salud bucal de las gestantes que asisten al Hospital de la Mujer, en Zacatecas, México.
Respecto al nivel general de conocimientos sobre salud bucal en las embarazadas, los resultados que se obtuvieron indican que este es regular en 58% de las encuestadas. Los hallazgos coinciden con estudios previos como el de Núñez, Moya, Monsalve & Landaeta (2013) y el de Gaszyńska et al. (2015), quienes encontraron niveles de conocimiento regular en 64% y 60%, respectivamente. Sin embargo, difieren de Gambhir et al. (2015), quienes en una revisión sistemática reportaron un nivel de conocimiento bueno en 67%.
No se pudo observar en las gestantes diferencias estadísticamente significativas entre la edad y el nivel de conocimientos sobre salud bucal. Obteniéndose 54% dentro del grupo etario entre 20 y 29 años, donde 48.1% tenía un nivel regular y 40.7% un nivel malo. Estos valores son cercanos a lo reportado en Chile por Cartes, Mardones & Paredes (2009), quienes muestran 56% de conocimientos deficientes en gestantes. Dichos resultados se encuentran en relación con diversos mitos y creencias, los cuales son factores importantes a considerar, ya que no solo determinan comportamientos acerca de la búsqueda de prestaciones de salud para sí mismas sino también para sus futuros hijos (Le, Riedy, Weinstein & Milgrom, 2009).
Por otro lado, se ha sugerido que el conocimiento sobre salud bucal podría estar asociado indirectamente con el lugar de residencia de la población, lo cual puede ser atribuido a un nivel de educación superior, mejor estatus socioeconómico y una mayor disponibilidad para la atención dental en el caso de los residentes de áreas urbanas, en comparación con los de las zonas rurales (Gaszyńska et al., 2015). En el presente estudio encontramos 72.4% de mujeres provenientes de áreas urbanas con un nivel de conocimiento regular y 61.1% procedentes de zonas rurales con un nivel de conocimiento deficiente, respecto al componente bucal de la salud.
En tal sentido Bogges et al. (2011) apoyan la hipótesis de que las mujeres en situación de desventaja económica tienen un menor conocimiento sobre la salud oral, frente aquellas que no se encuentran en dicha situación. Tal hallazgo es importante debido a que la falta de conocimiento es un área de posible intervención y mejora en poblaciones con alta vulnerabilidad. Dentro de este contexto, nuestros datos son comparables con otros estudios. Fadavi, Sevandal, Koerber & Punwani (2009) abordaron una población de 111 adolescentes embarazadas, encontrando un nivel regular de conocimientos en el 50% de los casos encuestados mostrando amplias lagunas entre el conocimiento de la madre con respecto a la salud bucal. En un estudio transversal en 275 mujeres embarazadas realizado en Jordania por Alwaeli & Al-Jundi (2005) se reportó que la mayoría de las encuestadas tenía un pobre conocimiento y que este variaba de acuerdo al nivel socioeconómico y de educación, sugiriendo la creación e instalación de programas educativos para la salud oral que proporcionen información antes y durante el embarazo.
Por otra parte, los resultados muestran que 50% de las gestantes presentan grado de instrucción secundaria y un conocimiento regular respecto a los temas de salud bucal. Estos valores establecen que no existe una correlación entre el conocimiento de salud oral y el nivel educacional de la madre, ya que como se puede ver en los resultados la diferencia no fue estadísticamente significativa. La presente evidencia difiere con Sotomayor et al. (2012), quienes reportaron un 65% de gestantes con un nivel de conocimientos deficiente y con estudios de secundaria. De igual manera discrepa con Núñez et al. (2013), quienes encontraron 64% un nivel de conocimiento regular en madres con estudios universitarios. Las variaciones en los resultados podrían atribuirse a una falta de conocimientos, educación deficiente, limitado acceso a la atención odontológica, así como a diversos factores socioculturales y percepciones entre las encuestadas.
Finalmente, las madres desempeñan un papel crucial en la transferencia y demostración de los hábitos de salud a sus hijos, por lo que las mujeres embarazadas deben ser un grupo objetivo para la educación sobre salud bucal, especialmente en un país como México donde el crecimiento de la población va en ascenso. La educación del paciente es una prioridad, convirtiéndose en un aspecto importante la enseñanza y seguimiento de adecuadas técnicas de higiene durante todo el embarazo. Las mujeres embarazadas deben ser conscientes de que la atención dental durante el embarazo es segura, tanto para la madre como para el niño.
Con el fin de promover la salud, es necesario que las futuras madres sean conscientes de las enfermedades que afectan al complejo bucal para así lograr adoptar comportamientos de salud adecuados. Se ha descrito que las gestantes son más propensas a buscar atención dental si su ginecólogo y/o profesional encargado del cuidado prenatal se lo recomienda, mucho más que las propias sugerencias hechas por un odontólogo (Gupta et al., 2015). Esto debe involucrar a todos los organismos de salud implicados en la atención prenatal para influenciar, educar y promover el bienestar de las madres.
Conclusiones
El nivel general de conocimientos sobre salud bucal de las gestantes que acuden al Hospital de la Mujer Zacatecana es regular.
Los programas de Salud bucal establecidos para la difusión y propagación no están siendo totalmente efectivos en este grupo poblacional, por lo que se necesita reforzar y replantear los lineamientos estratégicos en cuanto a la difusión de información de medidas de prevención de salud bucal dirigidos a las gestantes que acuden al servicio de Gineco-Obstetricia del HMZ.