Estimado Sr. Editor,
Luego de haber leído el interesante artículo Diferencias de género en la mortalidad en pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST, por la Dra. Grecia Raymundo Martínez et al., publicado en el número 3, volumen 91 de su revista (el cual consideramos un estudio de amplia relevancia en la especialidad de cardiología y medicina cardiovascular, por su extenso impacto en la morbimortalidad en el Perú y por la creciente incidencia como enfermedad crónica no trasmisible en el mundo), quisiéramos acotar la importancia de reportar también las diferencias de sexo en la mortalidad de pacientes con síndrome coronario agudo (SCA) en futuros estudios de la institución.
El SCA es parte de las enfermedades cardiovasculares, la cual constituye desde hace muchos años una de las primeras cinco causas de muerte en el país1. Según la Organización Mundial de la Salud, dichas alteraciones produjeron el 32% de todas las muertes en mujeres y el 27% en hombres en 20042.
El SCA se considera una complicación de la ateroesclerosis con alta morbilidad y mortalidad en ambos sexos. El término SCA engloba tres diferentes entidades dentro de las manifestaciones de la enfermedad coronaria: el infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST, la angina inestable y el infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST. Todas con una fisiopatología común: la rotura o erosión de una placa ateroesclerótica en el 90% de los pacientes3.
Las manifestaciones del SCA se clasifican en típicas y atípicas; las primeras se relacionan con malestar o incomodidad, dolor torácico irradiado hacia miembros superiores y diaforesis. Las segundas, presentes con mayor frecuencia en mujeres, se encuentran asociadas a disnea, palpitaciones, fatiga, cansancio, dolor de mandíbula, cuello, tos y trastornos digestivos como pérdida del apetito, náuseas y vómitos4.
Las manifestaciones atípicas para SCA son incomprensibles de relacionar con una alteración cardiaca; por consiguiente, son difíciles de identificar y clasificar, lo cual retarda la gestión de pruebas diagnósticas y tratamientos oportunos, lo que conlleva una mayor tasa de complicaciones como el choque cardiogénico y la muerte4.
Varios estudios muestran que las mujeres componen un tercio de la población que presenta SCA y es más frecuente después de los 50 años en las mujeres en proporción de 2:1, siendo las que tienen peores resultados clínicos a pesar de ser más prevalente en hombres5,6. La razón principal de esos hallazgos es la presentación clínica atípica e incremento de los factores de riesgo del SCA en mujeres, lo que hace que su curso haya variado en un sentido desfavorable. Es por esa razón que la mortalidad a largo plazo es mayor en comparación con los hombres7, siendo la angina postinfarto, la insuficiencia cardiaca congestiva y el shock cardiogénico las complicaciones más frecuentemente encontradas, y estas dos últimas, las más asociadas a la mortalidad8.
Conclusión
Con todo lo expuesto, esta carta pretende incentivar la investigación en las características destacadas previamente, pues a nivel nacional no se cuenta con muchos estudios que traten el tema. Además, dichas investigaciones podrían servir para tomar nuevas medidas que ayuden a disminuir la mortalidad de SCA en nuestro medio.