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Península
versión impresa ISSN 1870-5766
Península vol.1 no.2 Mérida sep./dic. 2006
Artículos
La casa maya contemporánea. Usos, costumbres y configuración espacial
Aurelio Sánchez Suárez
POSDOC, DGAPA, UNAM.
Fecha de recepción: 21 de abril de 2006.
Fecha de dictamen: 12 de septiembre de 2006.
Resumen
La vivienda rural en México es una parte esencial de la riqueza con la que cuenta nuestra cultura, ya que es el espejo en el cual se reflejan las actividades tradicionales que cotidianamente realizan sus habitantes, así como la necesidad de un refugio y la convivencia con su medio ambiente. Hace además patente una actividad constructiva heredada de tiempos muy remotos.
La conceptualización de la vivienda rural maya requiere de una visión que abarque no sólo lo formal (morfológico), sino que realice un análisis antropológico del uso de los espacios, incluyendo las cualidades bióticas que permiten la integración de la vivienda rural con su medio natural. Asimismo, el estudio morfológico no debe quedarse en el análisis de la estructura habitacional, si no ir más allá, abordando su relación con el solar y su hábitat, que mantienen estrecha relación con las actividades agrícolas y de convivencia comunitaria.
Los usos y costumbres desarrollados en el entorno de la vivienda vernácula están íntimamente ligados a la configuración espacial de la casa y el solar, por lo que el estudio de la vivienda maya contemporánea debe ser analizado desde ambas perspectivas si se desean entender los procesos de cambio que se están generando.
Palabras clave: arquitectura vernácula, vivienda, maya.
Abstract
Rural habitation is an essential part of Mexican cultural wealth, reflecting not only the traditional and daily activities of their residents, but also the idea of refuge and environmental coexistence, concepts that have been inherited via construction activities from a very distant past.
The conceptualization of the Mayan rural house requires a vision that includes not only the formal aspect i. e. morphological but also an anthropological analysis of space use around the structure, including its biotic qualities, a methodology that allows us to incorporate the rural house within the context of its environment. Also, morphological studies do not have to stop with the analysis of the house structure, but can go further a field and look at the surrounding lot and its habitat, as these areas maintain a strong relationship with agricultural activities and communal existence.
The diverse traditions that have emerged from the common habitation are intimately bound to the space configurations of the house and its surrounding lot, and for this reason the morphology of the contemporary Mayan house should be analyzed from both perspectives, thus maximizing our comprehension of the changes that are occurring today.
Key words: native architecture, house, Maya.
Introducción
La arquitectura es considerada uno de los testimonios más evidentes de la historia de pueblos y ciudades, libro abierto de la cultura de cada sociedad. Dentro de la obra arquitectónica del hombre, la vivienda ha sido la que mayores datos ha aportado al conocimiento de su cultura. Su estudio, a través del tiempo, demuestra la capacidad humana para aprovechar los recursos naturales en su beneficio, creando de esta forma sistemas constructivos eficaces.
En México, la arquitectura tradicional es claro ejemplo de la sabiduría constructiva, practicada desde épocas prehispánicas y adaptada a los cambios sociales, económicos y urbanos de los asentamientos actuales. La región de los mayas peninsulares1 es la que más ha conservado esta tradición.
Si bien la cultura maya ha dejado como testimonio de su desarrollo arquitectónico las diversas edificaciones monumentales localizadas en los centros cívicos y religiosos de sus ciudades, éstas son sólo una parte de sus manifestaciones. si consideramos que el mayor número de los habitantes de la región vivía en los alrededores de estas grandes urbes en construcciones elaboradas con materiales perecederos, así como en conjuntos habitacionales de mampostería con cubiertas de palma, se comprende por qué estas obras no perduraran igual que los grandes edificios.
A la llegada de los españoles a la península de Yucatán, la grandeza de esas ciudades había quedado oculta bajo la vegetación de la selva; la mayoría de las poblaciones mayas en el siglo XVI, se distribuía en toda la península en 16 pequeñas entidades,2 llamadas en maya kúuchkabal y mencionadas como provincias por los europeos.
Fue en estas pequeñas provincias en donde la arquitectura habitacional de los mayas conservó su técnica y forma. Las poblaciones que las conformaban se convirtieron posteriormente en poblados, que conservaron esta tradición constructiva, en donde hoy en día se puede apreciar la trascendencia de la vivienda maya, en la arquitectura vernácula3 de la región.
Las investigaciones al respecto no han sido tan especializadas como las dedicadas a la arquitectura monumental de los mayas en la época prehispánica, debido en parte a la concepción de patrimonio cultural que se tenía antes del último tercio del siglo xx, la cual tendía a subrayar el carácter nacional de algún tipo de legado o cuando se hablaba de una identidad común a todos los mexicanos; a nuestro parecer, es un hecho que estos conceptos carecían de tal dimensión y no incluían a todos los sectores, etnias y estratos, como tampoco se comprendían sus particulares expresiones culturales, como apunta Florescano (1997:18).
Sin embargo la visión acerca de qué es y qué comprende el patrimonio cultural fue modificada, sobre todo a partir de 1970. Esto fue posible a medida que los conceptos sobre la diversidad cultural, el desarrollo de los pueblos, la tolerancia, el significado de las tradiciones y el respeto al medio ambiente, entre otros, iban cobrando significados con mayor peso en la evolución y definición del concepto. sin olvidar que el propio concepto de "cultura" se ha nutrido a su vez de nuevos elementos como lo son el conjunto de símbolos, valores, habilidades, conocimientos, significados, formas de comunicación y organización social, entre otros, que amplían notoriamente lo que hoy entendemos como tal.
Muestra de lo anterior son los diversos trabajos arqueológicos realizados en estructuras habitacionales, donde paradójicamente se han obtenido mayores datos en la búsqueda de la información respecto al patrón de asentamientos y dinámica social. Desafortunadamente son estas áreas habitacionales las que mayor destrucción han sufrido, al ser empleadas como zonas de cultivo, devastando todos los vestigios con la finalidad de preparar la tierra para la siembra.
Las evidencias arqueológicas registradas de las unidades habitacionales mayas nos muestran la forma de la vivienda, su morfología con respecto a otras estructuras y el hecho de la utilización de materiales perecederos, como la madera y la palma. En la actualidad estas estructuras aún representan una opción de vivienda para un gran número de habitantes de los municipios de la Península de Yucatán. Su vigencia, sin embargo, se debe más a la situación socioeconómica que al apego a las bondades de la arquitectura vernácula.
Dichas cualidades pueden ser apreciadas al caminar por las calles de esos poblados, bajo la inclemencia del sol de un clima cálido húmedo, donde se desea fervientemente la refrescante sombra de algún frondoso árbol. La sensación es similar a cobijarse dentro de una casa de bajareque, la cual proporciona estas mismas bondades, con la diferencia de que muy probablemente se podrá disfrutar de la amabilidad de sus habitantes.
Más aún, incluso la morfología del solar maya está adecuada para el funcionamiento de la vida rural, que aprovecha la vegetación y procura un clima fresco y agradable para esta región. La forma, el volumen, los materiales y la función de la casa maya se combinan dando fe de una estética que seguramente inspiró las grandes edificaciones prehispánicas.4
A través del tiempo se han integrado a las diferentes modalidades de las trazas urbanas, con sus muros cubiertos de cal, necesaria para la protección del embarro, y que proporciona brillantez, prolongándose en las bien dispuestas albarradas que, con su quiebre diagonal, invitan a entrar a la casa.
Técnica tradicional constructiva
El conocimiento del sistema constructivo es de vital importancia. Para la arquitectura vernácula esta tecnología es uno de los pilares de subsistencia, heredada de generación en generación; no se aprende de libros ni en las aulas, se enseña en la práctica y en la tradición de la labor familiar5 para proporcionar de vivienda a los hijos que se casan.
Por lo que hace a los estudios del sistema constructivo de la casa maya, el primero y uno de los más importantes es el realizado por Robert Wauchope (1938); casi 50 años después se lleva a cabo otro acucioso trabajo de la vivienda campesina en México por parte de la entonces SAHOP (1982). Posteriormente Francisco J. López Morales (1987) realiza el último gran estudio de la vivienda vernácula de México. Estas publicaciones se cuentan entre los más valiosos en la materia, así como varios artículos publicados por distintas disciplinas, relativos a espacios geográficos específicos.
Respecto a los nombres de los elementos constructivos, cada región de la zona maya yucateca maneja los suyos, aunque con grandes coincidencias. En cualquier caso, para este estudio nos hemos apoyado en los conocimientos del maestro Cervando Suárez Chí,6 natural del poblado de Nunkiní,7 en el estado de Campeche.
Muchas de las acciones que se llevan a cabo en el proceso constructivo nos pueden parecer hasta cierto punto cargadas de un sentido mágico, sustentadas en creencias religiosas y diversos ritos, pero tienen un sustrato de veracidad, ya que realizarlo de otra manera resulta contraproducente y resulta en un material de mala calidad. No son en vano tantos siglos de conocimiento adquirido y transmitido, actualizado según el contexto y las necesidades de cada etapa, llegando hasta nuestros días la sabiduría ancestral de los mayas.
El proceso constructivo tiene como primer paso la elección del lugar dentro del solar en donde se construirá la vivienda. Los materiales deben estar listos y haberse recolectado de acuerdo con las dimensiones que se tienen proyectadas para la casa.Posteriormente se realizan las excavaciones donde se cimentarán los horcones, delimitando de esta manera el área y la forma de la vivienda, ya sea rectangular o absidal.
Los cuatro horcones principales que soportarán la estructura de la cubierta deben ser bien elegidos, con dimensiones similares, para que su esfuerzo en conjunto sea estable. Los horcones que complementan el esfuerzo de soporte de la cubierta en la parte absidal son de menor tamaño, así como los que proporcionan rigidez a los muros de bajareque. Las vigas que cierran el marco formado por los horcones también deben ser muy resistentes, al igual que las maderas que forman la tijera para dar altura e inclinación al techo. Los demás elementos son complemento del armazón que posteriormente será cubierto con el huano.
Existe una gran variedad de árboles resistentes en la selva de la región,8 susceptibles de emplearse para cada elemento constructivo. Se recomienda su corte cinco días antes o después de la luna llena, ya que de lo contrario la madera se apolillará muy pronto y no servirá. En caso de que no se corte en el tiempo señalado, se recomienda hacerlo en temporada de lluvias. Las dimensiones deben ser cuidadosamente seleccionadas para garantizar la estabilidad de la construcción de los muros y la cubierta, buscando se mantengan rígidas ante la compresión o la flexión.
Una vez cortado el huano y transportado al sitio de construcción, debe clasificarse según su longitud para ser colocado en hiladas. Los de menor tamaño se colocan primero. El zacate para el caballete debe ser cortado a una longitud aproximada de 15 a 20 cm. Los bejucos que se utilizan para el amarre de la madera se recolectan en el monte, donde llegan a alcanzar una longitud de hasta 30 m. Pueden ser recolectados en el momento previo a la construcción o varios meses antes, y guardarse sin que sufran deterioro alguno. Las piedras a utilizar en los basamentos así como la tierra (sascab para la mampostería y pisos y kancab para los muros) también deben estar a la mano.
Con el material disponible, la construcción requerirá aproximadamente dos días, con la participación de cinco personas. Para el proceso constructivo de una vivienda:9
Se traza el cuadro de 16 metros cuadrados, cuatro por cuatro [que conforman los noh-hocom, horcones principales], entonces de cuatro por cuatro lo que a dar el balo, le mides a la mitad del balo y le pones dos metros. De esos dos metros, le giras para que llegue al otro para sacar el moy, el moy es los dos redondos, la curvatura [son las ábsides de la vivienda orientadas hacia el sur y el norte cuando es posible]. Deben ser cuatro noh-ocom y pueden ser cuatro o cinco ocom-moy, lo que lleve [para sostener el ábside de la cubierta]. Puede ser que en esta curvatura, en medio haya uno, dos más a los lados; entonces llevaría cinco por lado... Y además tampoco va a agarrar el ocom, porque va a tener al lado del ocom, a la altura del pach-nah que también va a llevar, a lo mejor, dos más hasta llegar donde va a estar la puerta [holnah] de cada lado, puede ser nueve en total [para la mitad de la vivienda, duplicándose con la otra mitad para hacer un total de 18 ocom-moy que estructuran el muro y sostienen las ábsides].
Después de colocados los ocom-moy se construye el holmuch', formado por varios rollos delgados y flexibles, que posteriormente se amarran, en grupos de tres o cuatro, por los extremos. Se agregarán los rollos que sean necesarios para cubrir la longitud requerida para cubrir el perímetro del ábside trazado. se saca punta a los rollos que queden en los extremos para poder incrustarlos en la unión entre el ocom, el balo y el pach-nah; sosteniéndose en las horquetas de los ocom-moy y amarrándose a estas (Véanse figura 1 y foto 1).
El ocom sólo va a servir para sostener el techo, no la pared. Después cuando ya está fijado, ya está sembrado el ocom, entonces se procede a medir la tijera [toxche] y abajo se amarra la tijera, en medio del balo se pone una madera provisional para amarrar, hay quienes primero hacen la "A" que es la tijera, bien medido lo amarran. una vez fijado las dos tijeras, la madera que está entre ocom y ocom [elpach-nah se] fija para que no se mueva y entonces ya se le pone el holnah-che' [en el amarre que se llama ec] y después del holnah-che' se le fijan las otras dos tijeras laterales, puede ser por dentro, va desde el extremo del ocom hasta el holnah-che'diagonalmente, ya no puede ir de aquí pa'cá... ya casi se armó la estructura. Después de eso se arma el segundo el bel-ch'o', y se hace el copmoy [el ábside intermedio de la cubierta] un poquito desnivelado, sobresale un poquito para que cuando le ponga el huincli-che', cuando se amarre al de abajo se forza y se amarra y hace una curvatura hacia afuera. Después que se pone el huincli-che', se pone el ka'aac, brazo de tortuga, una horqueta que va del pach-nah al belcho' para que no se fuerce cuando se suba a componer (Véase foto 2).
[Posteriormente se colocan los hiil que estarán a la distancia de los huanos y se amarran con los huincli-che'] para poner el huano [la distancia] puede ser 20 o 30 centímetros, si quieres que engruese [sic] tu techo se pone a 20 centímetros y aguanta muchos años; para 30 años debe de ser que le hagan la primera composición, porque no lo vas a cambiar todo, nada más donde comience a podrirse [sic] (Véase figura 1).
La colocación del huano se realiza separando las hojas de la guía central, la cual va por debajo de la cubierta, anclada en el hiil, quedando las hojas por el exterior; se acomodarán de abajo a arriba, buscando traslapar las palmas. En la parte superior de la cubierta se coloca el pac-hool (caballete), que asegura los huanos que se entrelazan de lado a lado y se refuerza colocando el chac-zuuc, en la acción denominada ziic-zuuc; de esta manera se refuerza el área que es la más susceptible de verse dañada por las lluvias. La cubierta debe tener chi nah, alero que protege a los muros de tierra de las lluvias (foto 3): "antes del colox-che' se pone una fila de piedras, el tzoltún, es enfilar piedras, entonces ya sobre eso se le pone el colox-che'".
Los sillares que conforman las caras del pretil son en su mayoría obtenidos de las estructuras prehispánicas que abundan en la región y en los mismos solares del poblado. Éstos protegerán a los muros de la humedad. En la mayoría de las viviendas el tzoltún se eleva en la zona de los accesos formando pilones que los enmarcan; puede presentarse en el acceso principal o en los dos accesos de la vivienda, abarcando el largo del pach-nah; a los lados del acceso comúnmente son empotrados hamaqueros de madera. Al colox-che' se le da rigidez con los hala'-che', que son tres travesaños horizontales apoyados de ocom-moy a ocom-moy. Asimismo, debe haber una pequeña separación entre cada uno que permita que el pak-kancab atraviese y envuelva los colox-che', con un mejor amarre que impida que se caiga con el tiempo.
El pak-kancab se elabora con la tierra roja llamada kancab y el zacate verde ac o el rojo chac-zuuc, que son los más recomendados. El embarro se realiza mezclando con agua la tierra y el zacate hasta lograr una consistencia moldeable, ni dura ni aguada. se coloca sobre el colox-che' desde el interior y luego por el exterior, moldeándolo con las manos. Poco antes de que el pak-kancab o pak-lum se seque, se aplica una lechada de cal para mayor protección ante el deterioro producido por la lluvia y viento, y para que al penetrar en el muro de tierra impida la proliferación de la fauna nociva.
Por último, ya terminada la vivienda, si está alineada a la calle, el cot (albarrada) realiza un quiebre formando un derrame hacia el acceso de la vivienda; lo cual crea un espacio vestibular que se pavimenta con sillares de cantería, ocasionando un desnivel en la parte del acceso de la vivienda. Dichos sillares son similares a los usados en el recubrimiento de los muros de las estructuras prehispánicas características del estilo puuc. De hecho se obtienen al igual que los del tzoltún, de los cuyos (estructuras prehispánicas).
Materiales, elementos estructurales y acciones constructivas10
Cada uno de los materiales, elementos o técnicas constructivas involucradas en la construcción de la vivienda descrita tienen un nombre que expresa su función estructural, así como la cosmovisión de sus constructores. El siguiente listado, conjuntamente con los gráficos correspondientes, ayuda a una mejor comprensión del proceso constructivo. Cabe mencionar que el nombre y los significados de los elementos estructurales varían, aunque mínimamente, en la región maya peninsular.
Materiales de construcción. Incluimos aquí aquellos materiales que no ejercen una función estructural dentro de la vivienda, pero que se utilizan para los recubrimientos y acabados. Los que se usan para proporcionar rigidez a la estructura se mencionarán en el siguiente apartado.
1. Xaan (1), xan: huano, especie de palma; sus hojas se usan para cubrir las casas de paja (3).
2. Zuuc: zacate, yerba o heno (1, 2, 3).
3. Ac: zacate verde (1).
4. Chac-zuuc: rojo zacate (1, 2).
5. Luum: barro que se utiliza en los edificios (2, 3).
6. Cab: tierra, mundo viviente (3).
7. Kancab: tierra roja (2, 3).
8. Zah cab: tierra blanca que mezclan con cal. Tierra blanca con que se fabrica; cueva de donde se saca tierra (3). Se conoce comúnmente como sascab.
Elementos estructurales. Materiales que tienen la función de estabilizar la vivienda.
1. Noh-ocom (1). Noh: cosa grande y ocom: horcón de madera (1, 2), "horcón grande o principal". son los cuatro horcones principales que sostendrán la estructura de la cubierta. Serán los de mayor diámetro (17 cm aprox.) y de tres m de largo, aproximadamente, incluyendo la parte que se clava en el suelo. En las horquetas descansarán los balo.
2. Balo (1) o balol (2). Nombre dado a los dos travesaños principales apoyados en los noh-ocom y que sostendrán al pach-nah y a los toxche'. Van a lo ancho de la vivienda con una distancia de 4.20 a 4.50 m, dejando la saliente para apoyo de los pach-nah. Su diámetro es menor que el de los noh-ocom (11 cm aprox.).
3. Pach-nah (1). Pach: las espaldas o el envés de cualquier cosa y nah o na: casa (1, 2, 3), "espalda de la casa", son dos travesaños que se apoyan en la parte saliente de los balo, en parte la trasera (de ahí su nombre) y en el frente; delimita el cuadro principal de la vivienda y la altura de los muros, los cuales se amarran al mismo. Su diámetro es menor que el de los balo (nueve cm aprox.).
4. Toxche', Tiseras (1) o Tox-chee (2). Tox: que aguanta y che' o chee: madera (1, 2),11 che: árbol (3), estructura que torna rígida la cubierta. Son dos maderos largos que forman la tijera que determina la altura y la inclinación de la cubierta. En los extremos inferiores tienen horquetas que se empotran sobre los balo y en los extremos superiores se amarran formando el ec (1).12 Los extremos sobresalen para formar el pac-hool o caballete que sostendrá el holnah-che'.
5. Holnah-che' (1). Hool: cabeza (1, 2, 3), nah o na: casa (1, 2) y che' o chee: madera (1, 2), che: árbol (3), como su nombre indica, es la viga superior de la casa, ubicada en la cubierta, apoyada en las tijeras y que a su vez sostiene al pac-hool. Es ligero y de longitud similar al largo de la casa, entre ocho y nueve metros. Por estar en la parte superior es la que sufre mayor degradación a causa de la humedad.
6. Ka'aac (1). Kab: brazo (1, 2, 3) y aac: puerco jabalí, ac: tortuga, galápago, hicotea (1, 2), aac-il: jabalí, tortuga (3), "brazo de jabalí o tortuga" debido a su longitud, menor a la de los travesaños longitudinales. Son travesaños secundarios que ayudan estructuralmente a las tijeras y que sirven de apoyo para el belcho' y el copmoy. Están colocados sobre la parte media, entre el holna-che' y el pach-nah. Su longitud es de dos m, aproximadamente, con un diámetro de 5.5 cm.
7. Belcho'(1) o bech oo (2). Beel: camino y choo: ratón en general (1,2), ch'oo: ratón en general (3), "camino del ratón". Debe su nombre a su ubicación dentro de la estructura de la cubierta, ya que por esta madera caminan los ratones a lo largo de la vivienda. Es el travesaño horizontal en la parte media de la tijera, sostenido por los ka 'aac, ayuda junto con el holnah-che' a dar rigidez a la estructura. Sus dimensiones son similares al holnah-che'. Con este mismo nombre se denomina a los maderos que hacen la función de contraventos; colocados diagonalmente y en sentidos opuestos de cada lado amarran las tijeras con los pach-nah.
8. Huincli-che' (1). Uinclil: figura, cuerpo, humanidad (3) y che' o chee (1, 2): madera, che: árbol (3), lo interpretan los constructores como "cuerpo de madera", y son los travesaños verticales que conforman el cuerpo de la cubierta. Se amarran en la parte superior, media e inferior del holnah-che', belcho' y pach-nah respectivamente. En la parte del ábside se flexionan hacia el exterior a la altura del copmoy y se amarran en la parte inferior del holmuch'. Tienen una longitud de 4.50 m, para formar, abajo, el chi'nah alero, y muestran una separación de 50 cm.
9. Hiil (1) o hil (2). Nombre dado a varas delgadas de aproximadamente 7 m de largo. Se colocan horizontalmente sobre los huincli-che', amarrados a éstos con bejuco. Se colocan a una distancia de 45 cm, insertando en ellos el huano.
10. Anicab (1) o ak, o kum ak (3). Ak: bejuco, kum ak: suave bejuco, bejucos largos y recios con que atan las casas (3). Nombre dado al bejuco que se utiliza para los amarres de la estructura. Llega a medir hasta 30 m de largo y puede conservarse por muchos años una vez recolectado. Para su uso en la construcción de viviendas debe hervirse en agua a fin de flexibilizarlo; al secarse se contrae y ejerce mayor presión al amarre. En los amarres no se deben hacer nudos sino cursar las puntas de manera que queden sesgadas.
11. Ocom-moy (1). Ocom: horcón de madera y moy: culata de la casa (1, 2). Son horcones de menor diámetro que los noh-ocom; delimitan los accesos, sostienen los muros y la cubierta en la parte absidal. En los ábsides se cuentan de cuatro a cinco horcones, en los muros que contienen los accesos hay cuatro. El muro se construye junto a los noh-ocom sin que éste intervenga en la estructura, quedando dentro de la vivienda. Al no tener esfuerzos mayores en la estructura, su cimentación es menor 50 cm al igual que su longitud, la cual es de 2.30 m, su diámetro es de 9.5 cm.
12. Chi'-nah. Es la parte voladiza de la cubierta que protegerá el muro de bajareque de las inclemencias del clima. A la palabra pacab se le atribuye también el significado de solera (2). Muy probablemente se componga de la palabra ch'ich': pájaro, ave (3) y nah o na: casa (1, 2), pues esta parte de la casa queda "volando".
13. Hala'-che'. Halal: cañas delgadas y che o chee: madera (1, 2). Son tres travesaños horizontales y delgados, colocados por el exterior amarrados a los ocom-moy. Sostendrán al colox-che'; se interrumpen en el holnah.
14. Holnah (1). Hol: hueco, agujero y nah o na: casa (1, 2). Es el nombre dado al espacio de los accesos, enmarcado por dos ocom-moy donde se apoyan las puertas, en la parte superior por el pach-nah y en la inferior por pequeños sillares de cantería que forman la escalera de acceso a la vivienda. En las bodegas y cocinas normalmente llevan un solo acceso. Su dimensión es de 1 por 1.7 m, y las puertas dobles se abaten hacia adentro con postigos en cada una; la madera utilizada mayormente es la del ciricote.
15. Cot (1). Cot, ticin cot: pared o cerca de piedras seca, sin barro (1, 2). Conocido comúnmente como albarrada, es el muro de mampostería colocada sin mortero; se construye al final para delimitar el terreno y crear el acceso con derrames hacia la vivienda. Al igual que los muros, se encalan.
Acciones constructivas. Mencionamos finalmente las técnicas o acciones constructivas sin separarlas de los elementos constructivos, debido a que funcionan como tales, no obstante que su estructura lingüística refiere a una acción.
1. Colox-che' (1) o cololche (2). Cololche: seto o palizada o cerca hecha de palos (2). Son las maderas verticales que darán cuerpo al muro de bajareque, deben tener una separación de dos a tres cm aproximadamente para dejar pasar el embarro. En la región de estudio se amarran al hala che , mientras que en la zona de Los Chenes, se entrelazan en los tres hala '-che', quedando unas puntas por dentro y otras por fuera de la vivienda.
2. Cop-moy (1). Cop: coger bejucos y enroscarlos, encorvar o doblegar y moy: culata de la casa (1, 2). Es similar al holmuch', pero más pequeño. Se localiza en la cubierta absidal a la altura del belcho' sobresaliendo ligeramente de la diagonal que forma la pendiente de la cubierta y obliga al huincli-che a doblarse hacia afuera como se mencionó anteriormente.
3. Holmuch' (1). Lo interpretan los constructores como "vuelta", ya que da la forma absidal a la cubierta. Está conformado por varias maderas delgadas y flexibles que se enrollan en un conjunto de cinco o seis maderas y que se van traslapando cada vez que una se termine, se amarran en los traslapes y se le cortan puntas en los extremos para poder incrustarlas en la unión del balo con el pach-nah; van sujetos a las horquetas de los ocom-moy y amarrados a las mismas. Los huincli-che' deben sobresalir del holmuch, al igual que del pach-nah, para formar el chi'nah (alero).
4. Pac-hool (1). Pac: doblar (3) y hool: cabeza (1, 2, 3). Nombre dado al caballete en la parte superior de la cubierta, formado por los huincli-che que se interceptan en el holnah-che'. sobre esta intersección se pone una vara delgada llamada "zopilote", encima de la cual se colocarán tiras de zacate curvando sus extremos hacia las pendientes de la cubierta para evitar que el agua se filtre, ya que ésta parte es la más vulnerable al deterioro por el agua. Para afianzar las extremidades del zacate en sos extremos se colocan dos maderas similares al "zopilote" y se amarran con bejuco al holnah-che'. Hol significa también cabo o fin (2) que, en el caso de la cubierta, es la parte con la que se termina la construcción.
5. Pak-kancab o Pak-luum (1). Pak: pared que uno ha hecho o hace (2); kan-cab: tierra roja, luum: barro que se utiliza en los edificios (2, 3). También paca, -ab: hacer pared, labrar y hacer otro edificio; pegar, engrudar o soldar pegando (2). Acción de aplicar el embarro al muro con la mezcla compuesta de kancab, zacate y agua. La cantidad de agua se calcula con el manejo de la mezcla, a fin de hacerla moldeable. se aplica de adentro hacia fuera de la vivienda y se moldea a mano.
6. Tzoltun (1). Tzol: en composición por orden u ordenadamente y tunich: piedra en general (1, 2). se interpreta como "enfilar las piedras" que conformarán el pretil de la vivienda. Es el pequeño muro de mampostería que se construye entre los ocom-moy en todo el perímetro de la casa, dejando los espacios para los accesos de la misma; sobre éste se colocará el colox-che . Los sillares de mampostería son unidos con mortero de cal y sascab y labrados en la parte exterior, en forma similar a las construcciones prehispánicas. En la mayoría de los casos dichos sillares son extraídos de las estructuras precolombinas que abundan en toda la Península.
7. Ziic-xaan (1), Zictah, -te (2). Es la acción de colocar el huano en la estructura de la cubierta, comenzando de la parte inferior, traslapando el huano conforme se va colocando, hasta llegar al pac-hool (caballete).
8. Ziic-zuuc (1). Es la acción de cubrir el techo con el zacate. Al igual que el huano, el zacate se coloca de abajo hacia arriba, amarrando pequeñas porciones con bejuco a los hiil. En las cubiertas de huano el zacate se utiliza en la parte superior del pac-hool (caballete) (figuras 1 y 2).
La sabiduría ancestral de este sistema constructivo permite la estabilidad de la vivienda, apoyándose la cubierta en los horcones, creando una estructura independiente, reforzada en los ábsides por horcones de menor diámetro. De esta forma el muro de bajareque tiene una función divisoria y de protección, y no de soporte estructural de la cubierta. Para mayor protección, la vivienda maya desde la época prehispánica se construía sobre una plataforma aprovechando las pequeñas elevaciones naturales; hoy en día se pueden observar casas mostrando la majestuosidad de las edificaciones precolombinas, construidas sobre estas elevaciones naturales, accediendo a la casa por medio de una escalinata.
Tipología
Si bien el enfoque de la tipología puede basarse en la morfología, la funcionalidad o la tecnología constructiva, es indispensable considerar también a la historicidad del proceso evolutivo de la arquitectura. En su manifestación vernácula, esta variación se presenta al transmitirse de generación en generación una costumbre constructiva, sin embargo algo se va agregando, restando o modificando en cada ocasión durante el proceso, incluyendo lo que se haga en el presente, es decir, lo "moderno", que participaría así en la transmisión y la continua construcción de lo tradicional (Díaz-Berrio 1985: 44).
En la determinación de la tipología de la arquitectura vernácula en la zona de estudio se consideran los tipos existentes en la actualidad, reduciendo la diversidad y la complejidad de los fenómenos reales para incorporarlos de forma coherente a un sistema general, sin incluir toda la diversidad existente de casos únicos, sino considerando tan sólo los casos objetivamente probables y empíricamente relevantes.
La tipología se realizará a dos niveles, el primero en relación con la forma y la tecnología constructiva; el segundo atenderá a la morfología, tomado en cuenta que el sitio de emplazamiento de la vivienda vernácula es lo que caracteriza y conserva dicha arquitectura. Lo anterior con el fin de abarcar el hábitat vernáculo y no considerar sólo la estructura de la vivienda.
La vivienda
Para la tipología de la casa maya en la actualidad, partiremos de dos conceptos: la forma y su tecnología constructiva. La forma se establece con la planta arquitectónica y el alzado y se rigió en un principio por el tipo de material constructivo de sus muros; es así que los muros de bajareque pueden ser de planta absidal o cuadrada, con la notoriedad de que las esquinas se redondean con la aplicación del embarro. Los muros de mampostería comúnmente son de planta cuadrada y representaban un nivel social superior, aunque también se pueden encontrar de planta absidal. La cubierta se presenta del mismo material constructivo y es una condicionante de la forma de la planta, pues es la que se construye primero.
En una sociedad en la que la arquitectura vernácula, independientemente de su forma, es catalogada como un nivel social inferior, el hecho de construir con mampostería los muros no es símbolo de un estatus mayor dentro de la sociedad si se continúa con la cubierta de palma y sólo demuestra que se tiene un poco más de recursos económicos pero que se sigue siendo pobre.
El sistema constructivo de los muros varía en la vivienda vernácula, pero el de la cubierta siempre es el mismo. Esta tecnología constructiva tradicional tiene como base la disposición de los cuatro apoyos principales, donde comienza la construcción. La proporción de la cubierta influye considerablemente en la estética de la fachada, siendo ésta 1.5 veces la altura del muro, el cual alcanza un promedio de dos m. Dicha proporción está variando por la problemática de conseguir la madera de tales dimensiones.
La variación de la cubierta se presenta en la forma de sus extremos, ya sea absidal o de ángulo recto. El material de la estructura siempre ha sido la madera y el forrado de la misma es a base de huano, reportándose muy escasos ejemplos de la utilización del zacate para forrar toda la cubierta;13 por lo común sólo se utiliza para reforzar el caballete de la parte superior de la misma.
La tipología de la casa maya actual es una clara expresión en las diferentes funciones que puede tener una misma estructura. Más adelante retomaremos con mayor amplitud este tema, fundamental para entender los tipos de vivienda.
Si la planta es tipo absidal, con dos ábsides, puede mostrar muros de mampostería o de bajareque. Las estructuras de mampostería presentan siempre dos accesos alineados al centro de la vivienda, a diferencia de las construcciones de bajareque que pueden presentarse con dos o con un acceso.
La planta con un solo ábside se observa en el caso de que su uso sea de cocina, con muros de colox-che'14 sin embarro y de baja altura. Cuando su uso es habitacional, los muros son de bajareque y la altura es similar a las otras estructuras habitacionales.15
En el caso de que la planta sea de tipo rectangular, la construcción de los muros puede presentar tres técnicas: de mampostería, de bajareque y de colox-che' sin embarro. Como en el tipo anterior, las dos primeras tecnologías son características de la función de estancia y la tercera de cocina. Cuando los muros son de bajareque y de tipo rectangular, en la aplicación del embarro se redondean las esquinas. En el caso de muros de mampostería, se presenta una variante de adaptación de las viviendas con techos de tejas que se emplearon durante la época de las haciendas, incluso en algunas casas de peones. Ante el deterioro de las tejas, éstas se sustituyen por el huano.16
De lo anterior se desprende que los tipos se pueden definir con base en la forma y el material. Si a ello sumamos el uso, obtenemos la tipología siguiente:
1. Planta absidal con muros de bajareque. Puede tener las funciones de estancia o de bodega (foto6).
2. Planta absidal con muros de mampostería. Se presenta siempre como estancia (foto 3).
3. Planta absidal con muros de colox-che' sin embarro. Sólo tiene la función de cocina y en algunos casos como protección para los animales (foto 4).
4. Planta rectangular con muros de bajareque. Este tipo de estructura puede usarse como estancia o bodega. En algunos casos se empleó como estancia y pasó a ser bodega al deshabitarse (foto 4).
5. Planta rectangular con muros de mampostería. Funge como estancia (foto 5).
6. Planta rectangular con muros de colox-che' sin embarro. En este caso mayormente cumple funciones de cocina y, en menor porcentaje, de bodega (foto 6).
Los anteriores tipos se deducen de su tecnología, su forma y su función. La interrelación de estos tres enfoques se muestra en el diagrama.
El solar maya
Una vez determinada la tipología de la casa maya con base en su forma, función y tecnología constructiva, se analizará el conjunto de estructuras que conforman el solar maya y su distribución en el mismo.17
La morfología del solar maya puede exhibir básicamente dos formas: en la primera el conjunto de estructuras se distribuyen al centro del solar y en la segunda se alinean al frente del mismo.
En la mayoría de los casos dicho conjunto de estructuras está compuesto por tres partes: la estancia, la cocina y la bodega, si bien en ocasiones sólo hay estancia y cocina. La distribución está regida por la estancia, la cual es introducción al espacio interior del solar que distribuye las áreas de labores que se desarrollan al aire libre. Entre estos elementos se crea una pequeña zona que podríamos llamar "patio interior", delimitada por las estructuras en dos o tres lados.
Este pequeño vestíbulo vincula una arquitectura a "cielo abierto"18 y permite que cada estructura tenga su propio espacio definido dentro del solar. Con el paso del tiempo se ha venido modificando esta distribución y se ha perdido la esencia del vestíbulo al construir en dicho lugar, uniendo en un solo elemento la estancia y la cocina, para crear un nuevo espacio que comparte la función de estancia y comedor y da cabida a un mobiliario diferente. En otros casos, la cocina se construye adosada a la estancia, pero ya que la bodega u otra estancia es construida en dirección perpendicular a la primera y desplazada a un costado del eje central del solar, permite conservar el espacio vestibular.
Con menor frecuencia, es posible apreciar solares que presentan varias estructuras, a consecuencia del crecimiento familiar. En estos casos, el segundo conjunto de viviendas, se alinea detrás del primero, que es el de los padres, y los posteriores a los lados del segundo. La causa de que ya no se registren estas modalidades es la falta de terrenos de grandes dimensiones sin subdivisiones, debido a que en la actualidad estos predios ya han sido divididos en lotes y, en algunos casos, vendidos por los descendientes de los propietarios originales. Nos encontramos, además, con los criterios urbanos de redensificación en el aumento poblacional.
Del análisis anterior obtenemos cuatro tipos principales:
1. Estructuras separadas distribuidas al centro del solar.
2. Estructuras adjuntas distribuidas al centro del solar.
3. Estructuras separadas distribuidas al frente del solar (foto 7).
4. Estructuras adjuntas distribuidas al frente del solar.
Usos y distribución arquitectónica
La distribución arquitectónica de la vivienda maya ha sufrido pequeñas variaciones con respecto a las viviendas del periodo prehispánico; dichas variaciones se deben en parte al nuevo mobiliario que los habitantes han adquirido a través del tiempo, conforme se han presentado en su medio.
El funcionamiento se da en tres espacios principales, la estancia, la cocina y la bodega, a los que se les puede anexar otros conforme crece la familia. Dichos espacios se distribuyen en edificaciones independientes o en algunos casos adjuntas, dependiendo de sus funciones.
El solar donde se establece dicha distribución es el elemento principal en el desarrollo de las comunidades de la región y el territorio en donde se manifiesta la arquitectura vernácula. Delimitado por las "albarradas", alberga todo un complejo arquitectónico y social, en donde se desarrollan las actividades cotidianas de sus habitantes. No sólo contiene la vivienda, sino que es también espacio para los cultivos de autoconsumo; flexible en su morfología, permite el crecimiento de las viviendas para albergar las nuevas familias que se forman.
Estancia. Es el primer espacio y el principal, edificado al frente del predio. Es un área multifuncional a pesar de lo reducido de su extensión; en ella se desarrollan la mayoría de las actividades sociales y de descanso de la familia; funge a manera de dormitorio, sala de estar, aseo personal, adoratorio, comedor, trabajo artesanal, todo con sus respectivos mobiliarios y horarios de funcionamiento, que se desarrollan en un espacio libre que, cuando se requiera, puede compartimentarse.19
Durante la noche todo el mobiliario se recorre a los muros de la vivienda para dar cabida a las hamacas, que van colgadas de balo a balo con dirección hacia los ábsides, o de los hamaqueros de madera empotrados en los pilones de mampostería que enmarcan los accesos; optimizando el espacio también se utiliza el pach-nah, ubicado en la parte superior del muro recto, en donde invariablemente se cuelgan hamacas por debajo del balo, envolviéndolo durante el día, sin desatar los extremos de la hamaca.
Para deshabilitar el uso de dormitorio, se descuelga uno de los extremos de la hamaca y se pliegan de manera que con el extremo libre se hace un nudo a la hamaca y se sostiene junto al otro extremo que no fue desatado, o en algunos casos se anudan las hamacas por su parte media sin descolgarse, quedando en posición horizontal a la altura de sus apoyos20 (foto 8).
Cada mañana se realizan actividades en los espacios abiertos y la cocina para la preparación de los alimentos. Llegada la hora de la comida la familia se reúne en la cocina, que funciona también como comedor; en caso de que la cocina sea muy pequeña, se utiliza una pequeña mesa, sillas y taburetes o banquillos dentro de la estancia para la función de consumo de alimentos.
Durante la tarde en las horas de sol más intenso, no hay mejor lugar para descansar que la vivienda maya; estos momentos son privilegiados para la convivencia familiar y las visitas, para lo cual se desenredan las hamacas que envuelven el balo y se hace uso de taburetes. Estos momentos también son aprovechados para el trabajo artesanal que en la mayoría de los casos es el urdido de las hamacas y el tejido de sombreros, cestos y petates, que sirven como tapetes o simplemente para recostarse.
Al caer la tarde, el adoratorio entra en función (práctica ya muy poco común). En una mesa situada en uno de los ábsides de la vivienda o en uno de sus extremos en caso de que la vivienda sea de planta cuadrada, se colocan las imágenes de santos y retratos de los difuntos de la familia, a los que las ancianas rezan el rosario. Lo habitual en las tardes es sentarse frente al televisor, que ha suplantado al altar, y abstraerse en las telenovelas y programas de entretenimiento.
Con esta nueva dinámica, que combina algunos quehaceres domésticos o de trabajo artesanal con la contemplación de los programas televisivos, la noche hace su aparición, en ocasiones apenas notada si acaso por la dificultad de ver los hilos del urdido de las hamacas.
Existe un momento en que el espacio de la estancia se compartimenta para dar cabida al área del aseo personal. Esto se efectúa colgando una tela en el ábside contrario al altar o mueble de televisor, donde un desnivel o la pendiente en el piso permiten que el agua se desaloje a través de un caño que atraviesa el pretil o rodapié de mampostería, conduciendo el agua al exterior de la vivienda. Este espacio sirve de igual forma como vestidor. Cada vez es más común encontrar casos en que el área de aseo tiene un espacio independiente localizado por lo común junto a la cocina.
El resto del mobiliario con que cuenta la vivienda son los baúles, cómodas o roperos, donde se guarda la ropa. Allí donde las posibilidades económicas lo permiten, se cuenta con un mueble grande para la televisión y adornos que suelen ser recuerdos de fiestas; así como para el radio o la grabadora. Es poco común ver sillones o sofás, ya que las hamacas cumplen perfectamente esta función.
Cocina. La cocina es la edificación en la que se realizan las funciones de preparación de alimentos y de comedor. Se encuentra aislada de la vivienda principal;21 cuenta con un fogón constituido por tres piedras en las que se apoyan las ollas o en casos más sofisticados, para elevar el fogón se emplea una base de mampostería o de troncos de madera con un terraplén. El fuego es producido por la leña colocada entre las tres piedras o en el conducto que se deja entre los fogones de mampostería.
Junto al fogón se encuentra una pequeña mesa y taburetes, mobiliario que se utiliza para la preparación de los alimentos, especialmente las tortillas de maíz. Si la cocina es amplia se destina el espacio restante para el comedor.
En algunos casos la modernidad de las estufas de gas se hace presente en las cocinas, adjuntas a la vivienda principal y con espacio para el comedor. Como el servicio de dotación del gas no es muy frecuente, la cocina aislada descrita anteriormente suele permanecer en uso.
Bodega. Esta edificación siempre se encuentra aislada, tiene la misma forma de la vivienda principal, a excepción de que es más pequeña y tiene un solo acceso. En ella se guardan las herramientas de trabajo y el producto de las cosechas. En ocasiones es utilizada como descanso, por lo que regularmente se puede encontrar una hamaca.
Sanitario. Este espacio comúnmente es delimitado por una empalizada forrada con palmas y sin techar; los desechos son enterrados y cubiertos con cal en el mejor de los casos.22 Algunas viviendas cuentan con letrinas más higiénicas construidas con los mismos materiales que las otras estructuras. Se encuentran ubicadas comúnmente al fondo del solar y lejos del pozo.
Lavado de ropa. Debajo de un árbol frondoso que proporcione cobijo de las inclemencias del sol se ubica el área de lavado. Cuando no hay árboles adecuados o cercanos a los pozos, se habilita un pequeño tinglado, cubierto de palma. De preferencia se localiza junto al pozo o lo más cercano al mismo y aunque en la mayoría de los poblados se cuenta con el servicio de agua potable, éste no es corriente todo el día.
Para el lavado de la ropa se utiliza la batea,23 que se apoya sobre una base de piedras colocadas a junta seca o con maderas sostenidas por pequeños horcones en cada extremo de la batea, la cual debe tener una pequeña inclinación a su lado derecho para el desalojo del agua. La ropa se tiende en sogas amarradas de los árboles y con un apoyo intermedio por medio de una horqueta, que permite que la cuerda se eleve una vez colgada la ropa, lo cual la aleja del suelo y de los animales que se encuentran en el solar.
El resto de las actividades del día se realizan en la extensión del solar, el cultivo de árboles frutales, de hortalizas, la crianza de animales de granja, la convivencia vecinal, el juego de los niños, todo esto alberga un sistema de vivienda elaborada y practicada desde la época precolombina, creada para la subsistencia y autoconsumo de los habitantes de esta región.
Consideraciones finales
La arquitectura vernácula es compañera de la historia del pueblo que la posee, parece desafiar la cronología y no extinguirse en un periodo histórico, para convertirse en un elemento significativo a través del tiempo; estuvo presente antes de este momento, está presente ahora y es indispensable que permanezca como memoria abierta de la vida y cultura de un pueblo.
La arquitectura vernácula de la península de Yucatán en México, generada por la cultura maya, ha subsistido por más de 3 000 años y, ante todo, ha logrado adaptarse a cada etapa, como una de las principales opciones de vivienda para las familias de bajos recursos, integrando el conocimiento del entorno y sus recursos, para mantenerse como una de las mejores opciones de arquitectura climática en este tipo de regiones.
Es de vital importancia el estudio científico de la morfología de la vivienda rural, de sus características de diseño formal y biótico en la integración de una espacialidad que proporciona "el confort térmico que generan estas estructuras y que se deriva de la adecuada combinación entre el retardo de los cambios de temperatura interior y exterior que resulta de la inercia térmica del bajareque y la aplicación de la ventilación cruzada derivada de la colocación de sus puertas, de pequeños huecos en los muros y de la permeabilidad eólica de las cubiertas de palma" (Sánchez 2001:168), así como el buen desempeño de las actividades cotidianas.
Asimismo, se debe considerar la dualidad de este patrimonio mirando más allá de su parte tangible auquellos aspectos que sustentan la existencia de la vivienda rural, y de este modo rescatar la sabiduría que se ha mantenido de generación en generación, conformando verdaderas bibliotecas de conocimientos técnicos, bióticos y étnicos que corren peligro de perderse en las recientes generaciones, extinguiéndose así parte de nuestra historia y patrimonio cultural.
"Pensemos detenidamente y propongamos con ciencia y con conciencia desarrollos urbanos y habitacionales equilibrados, que protejan y realcen nuestro patrimonio etnológico, en el que se encuentra la arquitectura vernácula que aún permanece esperando ser valorada en su riqueza artística, ecológica y funcional" (ibidem, 177).
Nuestro acervo cultural es amplio y aún queda mucho por conocer. En este artículo se concentra sólo una pequeña parte del trabajo de investigación realizado, que busca aportar algo más al conocimiento de nuestra cultura. La integración de propuestas de investigación con visión interdisciplinaria en este ámbito, conducirá a productos más elaborados que sean sustento para propuestas reales de protección y generación de conocimiento.
Bibliografía
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Wauchope, Robert, 1938. Modern Maya House, Washington D. C., Carnegie Institution of Washington (Publicación 502). [ Links ]
1 Centro y norte de Campeche, el estado de Yucatán y Quintana Roo en menor medida.
2 Varios autores han investigado sobre el número de poblaciones mayas existentes en el siglo xvi, dentro de los cuales destacan los estudios de Roys (1957), Thepolitical Geography of Colonial Yucatan Maya, y Gerhard (1986), Geografía histórica de la Nueva España.
3 En sus inicios en los años 30, fue representada por pintores etnógrafos y antropólogos, retomó interés en los arquitectos con influencia nacionalista en distintos países en los años 50; después se le denominó arquitectura popular refiriéndose a la construcción tradicional. Con el tiempo dicho término se desgastó hasta hacer difícil su definición y no fue sino hasta la década de 1970 cuando el término de arquitectura vernácula se acuñó para designar la arquitectura construida con tecnología tradicional y que contiene la carga cultural de cada región en la que se hace presente, hasta nuestros días.
4 La proporción entre la altura de los muros y de la cubierta está relacionada con la dimensión de la planta, que en conjunto expresan una armonía visual y tecnológica. Las proporciones de los elementos estructurales son comparadas por Robert Wauchope (1938:67) con los perfiles de estructuras prehispánicas mayas, con la intención de encontrar semejanzas de diseño ornamental y de proporción. El análisis estético de la vivienda maya es un tema verdaderamente extenso, imposible de abordar adecuadamente en este artículo.
5 La construcción de nuevas viviendas dentro del mismo solar para ser habitadas por los hijos, es construida comúnmente por la misma familia y se ha perdido al menos en la zona de Campeche la labor comunitaria, tal y como lo que narra Carlos R. Margáin (citado en López Morales, 1987: 186-188) del casamiento y construcción de la vivienda.
6 suárez Chí mantiene conocimientos heredados de los ancianos y promueve y defiende los valores culturales locales. La entrevista se llevó a cabo en agosto de 2001. La investigación se efectuó en el periodo de 2000 y 2002 en la región del Camino Real en el estado de Campeche.
7 Poblado que presenta construcciones vernáculas de más de 150 años, registradas por el autor.
8 Debido a lo extenso del tema, no se incluyeron en este artículo los tipos de árboles propicios para la construcción, al respecto se encuentra el trabajo realizado por Barrera, Villers Ruiz y López Franco, sobre "La unidad de habitación tradicional campesina y el manejo de recursos bióticos en el área maya yucatanense" (1985).
9 Información obtenida de la entrevista efectuada al sr. Cervando suárez Chí y a su anciano suegro que no habla el castellano. El proceso constructivo que se narra es de una vivienda de muros de bajareque de planta absidal. La cubierta siempre será la misma, independientemente del tipo de material que se emplee en los muros.
10 Los nombres de los elementos estructurales y algunas acciones de la construcción de la vivienda maya contemporánea, fueron proporcionados por escrito y traducidos por el sr. suárez Chí, y van marcadas con (1). Los términos fueron cotejados con el diccionario maya-español Calepino de Motul (2), y el Diccionario etnolingüistico del idioma maya yucateco colonial de Cristina Alvarez (3). se mencionan los materiales y acciones que son parte de la técnica tradicional, omitiendo aquellos prefabricados que deterioran la imagen y la habitabilidad de la vivienda, representando una problemática para la misma (sánchez, 2000).
11 En el Calepino de Motul, madera aparece como chee; Cristina Alvarez lo consigna como che o te y don servando lo escribe con apóstrofe: che', y explica el "corte" en la pronunciación al final de la palabra.
12 Ek (1) o ec (2), nombre con que se conoce a una avispa grande o "avispón grande", se le da al amarre de la tijera en su parte superior por su aspecto.
13 El uso de zacate para cubrir la cubierta requiere de un proceso más laborioso, aunque proporciona un mejor aspecto a la vivienda; en cualquier caso, no es muy común en viviendas de la zona de estudio, pero sí se presentan algunos casos en la región de Los Chenes, Campeche.
14 Para este estudio consideramos el bajareque como el sistema constructivo del muro, entramado de madera y recubrimiento de embarro. Cuando mencionamos los muros de colox-che' nos referimos al sistema constructivo de bajareque sin la colocación del embarro, lo que permite la filtración de la iluminación y la ventilación al espacio interior.
15 Comúnmente se presenta este tipo de estructura con la función de estancia, de cocina y en la construcción de nuevas viviendas dentro del solar, debido a la formación de una nueva familia.
16 En este caso, debido a que los muros laterales se elevan a la altura del caballete para sostener la cubierta de teja, las tijeras no son utilizadas; la cubierta se apoya en las aristas de dichos muros.
17 Un trabajo muy enriquecedor es el realizado por Fabienne de Pierrebourg (2003), "La vivienda maya, entorno natural y mundo natural: un enfoque etnoarqueológico", en el que analiza tres comunidades de los estados de Yucatán y Campeche para comprender la articulación del espacio doméstico como reflejo de la vida cotidiana desarrollada en el solar.
18 Término empleado por Juan B. Artigas (1992, 2001) en sus análisis sobre la capilla abierta.
19 Estas actividades las he identificado a lo largo de los años que he convivido con este tipo de arquitectura y sus usuarios.
20 El uso de la hamaca no sólo es común en las viviendas vernáculas, sino en todas las casas de la región.
21 Por la falta de recursos, existen casos en que la cocina se adosa a la vivienda principal por medio de un tinglado, aprovechando el muro de la estancia.
22 No en todos los casos se acostumbra cubrir las heces, por lo que es recomendable la construcción de letrinas para erradicar esta práctica nociva para la salud.
23 Con la industrialización, las bateas de granito han invadidos la mayoría de los solares, pero en los poblados pequeños todavía se pueden encontrar bateas talladas en madera.
Información sobre el autor:
Aurelio Sánchez Suárez. Mexicano. Doctor en Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México, maestro en Arquitectura con especialidad en restauración de monumentos. Ha impartido cátedra en la Escuela Superior de Arquitectura e Ingeniería, del Instituto Politécnico Nacional, en la licenciatura y el posgrado, en la Maestría en Arquitectura de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, impartió la cátedra UNESCO. Entre sus últimas publicaciones se cuentan: "La arquitectura vernácula del Camino Real, Campeche. Sus características", en Anuario de Estudios Arquitectónicos 2001, UAM; "La corrida, arquitectura vernácula de uso temporal", en el Anuario de Estudios Arquitectónicos 2004, UAM. Actualmente realiza una estancia posdoctoral en la Unidad Académica de Ciencias Sociales y Humanidades de la UNAM, en Mérida. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores aurelio_suarez@yahoo.com.mx