Introducción
San Lucas, Lucano o Lucius nace en Antioquía de una familia pagana, recibió una educación helénica culta, conoció y escribió un griego depurado que manejó con sencilles, elegancia y fluidez. No se conoce el año de su nacimiento, permaneció soltero a lo largo de su vida y murió en Beocia a los 84 años. No existe evidencia de que fuera martirizado, se menciona que se colgó de un árbol de los pies. Es el único evangelista griego y algunos autores lo consideran como judío diáspora.
San Lucas es considerado el patrono de los médicos, cirujanos y de los pintores. Sus aportaciones escritas en un griego fluido y entendible son: el Tercer Evangelio y Hechos de los Apóstoles, se le considera un historiador por lo exacto de sus redacciones en la vida de Cristo y María.
No conoció a Jesús, pero sí a la virgen María, a la que pintó un cuadro, es por ello que se le considera el santo de los pintores, esta imagen aún se venera en Roma; también conoció a Magdalena y a varios de los apóstoles, donde tomó información directa de la vida de Jesús. Fue compañero, alumno y médico de cabecera de San Pablo, al que acompañó en todas sus actividades en la formación de la primera iglesia europea. Pablo fue preso en Cesárea y posteriormente muere decapitado en Roma en el año 60 acompañado de Lucas.
La única referencia de su profesión médica es la Epístola de Pablo a los Colosenses donde se menciona la frase: “SALUTAT VOS LUCAS MEDICUS CHARISIMUS ES” (El muy amado Lucas médico os saluda).1
Análisis del cuadro
En cuanto a la pintura que representa a San Lucas, motivo de esta comunicación (Figura 1), podemos mencionar que existen controversias sobre su autoría, atribuyéndose al español Juan de Sevilla;2 realizada entre 1401 a 1435, pintada con la técnica al temple sobre Tabla, mide 95 cm de alto por 55 cm de ancho. Se encuentra en el Museo del Prado, desafortunadamente, la pieza no está exhibida al público; fue adquirida por la junta superior del tesoro artístico en 1928. Los expertos la han catalogado dentro del gótico internacional, corriente derivada de la pintura bizantina, pero con características un poco distintas.3 El autor realizó una obra llena de misticismo en la que cada pieza tiene un significado, en el análisis de la pintura se observa a San Lucas como personaje central, mostrando una escena de la vida real, sentado en un banco de madera, realizando un procedimiento médico quirúrgico,3 ensimismado en su labor; el evangelista está vestido a la usanza de su época, con una capa roja (color que representa la búsqueda del conocimiento) y una túnica naranja (que implica el trabajo místico); lleva una aureola, en forma de almendra, que expresa una energía sobrenatural radiante y luminosidad espiritual,1 relacionada con Cristo, siendo también una reminiscencia del culto al sol; llama la atención la oreja de San Lucas (símbolo de la comunicación, el aliento vital, la memoria y el equilibrio).4 San Lucas atiende a un niño, se infiere por el tamaño del personaje representado (en esa época las formas y tamaños de los niños era difícil de representar, por lo que es una constante en las características de la pintura bizantina). San Lucas tiene en la mano derecha un bisturí o cuchillo (símbolo de curación) y está realizando una incisión en piel en la línea media de la cabeza, brotando sangre de la herida. Probablemente aplicó algún anestésico sobre la piel, ya que el paciente se muestra tranquilo (Figura 2A).4 Se aprecia una delimitación en los espacios mostrados que están separados por un mueble o una mesa. El primer espacio es en donde está trabajando San Lucas y en el otro están los demás pacientes, esperando su turno para ser atendidos. Sobre la mesa se encuentran los instrumentos de San Lucas: unas tijeras (simbolizando la vida y la muerte),5 una pinza, un gancho y un disector que son los atributos de un cirujano, además de tres recipientes con sustancias y ungüentos utilizados como tratamiento, probablemente aceite, miel y algún bálsamo anestésico compuesto de opio y beleño. En el mueble se observan cuatro nichos o espacios en donde aparece un candelabro (símbolo de la luz espiritual y de la salvación).
Entre los pacientes que esperan su turno para ser atendidos, se observa a un hombre que lleva de la mano a un niño (símbolo del futuro) con una venda en la cabeza (Figura 2B); el personaje a la izquierda tiene un vendaje que cubre el ojo izquierdo, probablemente con un traumatismo ocular; a su lado, un paciente con una herida sangrando en la cabeza; a su siniestra un paciente con la muñeca izquierda presentando una fractura expuesta (Figura 2C); atrás de ellos, se ven dos mujeres esperando para ser atendidas. El total de personajes es de nueve (este número se asocia a la terminación de las obras, a lo magnánimo y generoso).6
El espacio de San Lucas está delimitado por dos columnas que sostienen un techo indicando la distinción del personaje principal, en el lado derecho están tres libros que representan al mundo y su contenido.7
Los personajes están pintados con líneas suaves, con colores intensos, las caras sin expresión, únicamente los dos de atrás con una ligera expresión en la boca.
El marco de la pintura es de madera y recubierto muy probablemente de lámina de oro (símbolo de lo celestial). El tallado de la madera nos muestra el trabajo artesanal de la edad media o un poco después.
Para concluir, esta obra de finales de la baja edad media presenta diferentes objetos y colores, cada uno con diferentes simbolismos, de acuerdo con las características del gótico internacional, nos muestra una escena que refleja la vida real, en este caso la actividad de los cirujanos, que se desarrolla en un espacio cerrado, muy diferente a espacios abiertos de las plazas en donde se realizaban habitualmente estos procedimientos.
Independientemente de la obra, San Lucas es considerado, por su espíritu inundado de belleza, de amor hacia sus semejantes y la dulzura de su carácter, el evangelista que más seduce por el singular encanto de sus relatos y por su ejemplar vida apostólica.