Presentación
En el abanico de aspectos que integran el análisis de técnicas y materiales de una pintura de caballete es fundamental el conocimiento de la naturaleza de los soportes. En este artículo de investigación se presentarán los resultados de la aplicación de una metodología integral y complementaria para la identificación de las fibras orgánicas liberianas constitutivas de los soportes, en seis pinturas producidas en los talleres establecidos en la capital del virreinato de la Nueva España entre 1610 y 1683 (Figura 1).
Clave | Descripción | Nombre y autor |
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NE235 M1 | Lienzo | Baltasar de Echave Orio (atribuido), El Pentecostés, ca. 1610, óleo sobre tela adherido a tabla, 259.5 x 174.5 cm, Pinacoteca del Templo de San Felipe Neri, La Profesa, Ciudad de México. |
NE229C M5 | Lienzo | Sebastián de Arteaga, Cristo en la Cruz, ca. 1643, óleo sobre tela, 245 x 190 cm, Col. Museo Nacional de Arte, Ciudad de México. |
NE229B M5 | Lienzo | Sebastián de Arteaga, Los desposorios de la Virgen, ca. 1645, óleo sobre tela, 223 x 171 cm, Col. Museo Nacional de Arte, Ciudad de México. |
NE245C M6 | Lienzo | Sebastián de Arteaga (atribuido), El levantamiento de la cruz, s/f, óleo sobre tela, 270 x 202.5 cm, Col. Galería Episcopal de la Catedral de Durango, México. |
NE233 M4 | Lienzo | Baltasar de Echave Rioja, El lavatorio de pies, 1681, óleo sobre tela, 195 x 245 cm, Templo de Santo Domingo de Guzmán, Izúcar de Matamoros, Puebla, México. |
NE232 M4 | Lienzo | Cristóbal de Villalpando, El lavatorio de pies, ca. 1683, óleo sobre tela, 196 x 252 cm, Col. Sacristía del Templo de Nuestra Señora del Carmen, Puebla, México. |
NE245C M7 | Costura | Sebastián de Arteaga (atribuido), El levantamiento de la cruz, ca. 1640, óleo sobre tela, 270 x 202.5 cm, Col. Galería Episcopal de la Catedral de Durango, México. |
NE233 M5 | Costura | Baltasar de Echave Rioja, El lavatorio de pies, 1681, óleo sobre tela, 195 x 245 cm, Templo de Santo Domingo de Guzmán, Izúcar de Matamoros, Puebla, México. |
NE232 M5 | Costura | Cristóbal de Villalpando, El lavatorio de pies, ca. 1683, óleo sobre tela, 196 x 252 cm, Col. Sacristía del Templo de Nuestra Señora del Carmen, Puebla, México. |
Fuente: (Tabla: Ana Laura Avelar-Carmona, 2021).
Distinguimos entre el uso de lino y el uso del cáñamo en lienzos y costuras debido a que este tipo de material fue el más común para la manufactura de pintura sobre lienzo en la época virreinal, y ponemos énfasis en las propiedades físicas de las fibras para contribuir con nuevos datos que permitan una mejor comprensión de la selección de materias primas por parte de los obradores locales, confrontando la identificación material de los casos específicos con los escasos datos documentales registrados en la bibliografía sobre la tecnología artística de las pinturas novohispanas.
Noticias sobre el uso de las fibras liberianas en la pintura novohispana
En el contexto mexicano, el uso de telas para la manufactura de artefactos culturales se remonta a las culturas precolombinas, con ejemplos tempranos elaborados a partir de tejidos de algodón con diseños geométricos que dan cuenta de una cultura textil bien establecida por lo menos hacia el año 1200 a.C. Aunque las condiciones climáticas del país han sido desfavorables para la conservación de materiales orgánicos como las fibras liberianas a las que nos referimos, sabemos gracias a las fuentes históricas de la amplísima diversidad de tejidos que conformó la cultura material de los pueblos indígenas mesoamericanos (Ramírez, 2014, pp. 68-69).
Tras la Conquista, la gama de fibras textiles útiles para la elaboración de objetos decorativos se diversificó debido al comercio trasatlántico y a la demanda de bienes para las poblaciones extranjeras que se iba extendiendo por todo el territorio. Las fuentes de archivo revelan listas completas de los materiales que cotidianamente se utilizaban en un obrador del arte de la pintura. Tal es el caso de la cuenta de pago fechada el 18 de enero de 1585 por medio de la cual Rodrigo Dávila, maestro mayor de la Catedral vieja de México, entrega al pintor Andrés de Concha (activo en la Nueva España entre 1568 y 1611) la cantidad de 27 pesos y 6 tomines por los materiales que usó en la obra del retablo mayor: “diez varas de ruán [sic] para enlenzar [sic] muchas piezas y remates del sagrario” y “seis varas de angeo [sic] para los remates del dicho retablo” (Archivo General de la Nación [AGN], Historia 112, en Zárate, 2020, p. 518). Ambos tipos de telas, a pesar de las leves diferencias en cuanto a su costo, eran tejidos bastos de ligamento simple, elaborados con hilos de lino o cáñamo; el nombre del primero deriva de la región productora en Europa (Bruquetas, 2002, p. 234).
A partir de la investigación de Rita Sumano, en la que entre 1979 y 2009 sistematizó e interpretó por métodos estadísticos la información concerniente a los soportes de las pinturas novohispanas restauradas por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), se conoce que las telas utilizadas por los obradores del gremio de pintores eran, en su mayor parte, tejidos de lino de baja calidad y, en numerosos casos, reutilizados (Sumano, 2010, pp. 4-5).
Ejemplos como el de la tela que refuerza el tablero de pino en El Pentecostés, atribuida a Baltasar de Echave Orio (Guipúzcoa/1558-Nueva España/1619), son evidencias elocuentes de la necesidad de obtener el máximo beneficio de los retazos de tela basta con los que contaba un taller en la Nueva España. Ahí las radiografías nos permitieron confirmar la colocación de bandas de tela de diferentes grosores y texturas, extendidas de manera horizontal sobre los tablones que conforman el panel. Parece que el uso de retazos textiles para reforzar los tableros era una práctica común en el taller de Echave Orio, pues detectamos un refuerzo similar en la pintura El martirio de san Ponciano de 1605 (Cuadriello et al., 2018, p. 196) (Figura 2).
Fuente: (Fotografía: Eumelia Hernández, 2018; radiografía: Oscar de Lucio; cortesías: A. Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte [LDOA]-Instituto de Investigaciones Estéticas [IIE] y B. Instituto de Física [IF], ambos de la Universidad Nacional Autónoma de México [UNAM]/D. R. Secretaría de Cultura e Instituto Nacional de Antropología e Historia [INAH]).
Asimismo, hemos constatado el empleo de tejidos con irregularidades en la monumental escena de Moisés y la serpiente de bronce; y la transfiguración de Jesús, que pintó Cristóbal de Villalpando (Ciudad de México, ca. 1649-1714) para la Catedral de Puebla, donde se emplearon lienzos completos de lino provenientes de un mismo lote, cosidos por el orillo “a punto por cima”, para conformar las zonas centrales del formato, complementándose -en los extremos del luneto- con fragmentos defectuosos que tienen pequeños orificios distribuidos de acuerdo con un patrón cuadrangular (Arroyo, 2017, p. 7) (Figura 3).
Si bien la mayor parte de los lienzos de la pintura virreinal se han identificado como pertenecientes al género del lino, es importante señalar que también se usó la fibra de cáñamo así como la de maguey, que, en el caso de las obras pictóricas, parece haberse destinado a la conformación de los hilos para las costuras. En su opúsculo sobre la Virgen de Guadalupe, Miguel Cabrera observó que la pintura conservada en el cerro del Tepeyac estaba hecha sobre un lienzo compuesto por dos fragmentos de un tejido “grosero” de trama muy abierta, cuyo color y textura “es semejante al lienzo crudo o Bramante de Europa, que aquí decimos Cotenze” (Cabrera, 1756, p. 3). Según el Diccionario de autoridades (1726-1739 [1726; t. 1), la palabra bramante se refería a una tela hecha de hilos de cáñamo de distinto grosor. No es extraño entonces que, como resultado de sus observaciones de la imagen milagrosa, Miguel Cabrera haya decidido emplear el “cotenze” en sus dos versiones de la Virgen de Guadalupe pintadas en 1756, una para el colegio jesuita en Tepotzotlán y la otra, para la capilla de la misma advocación en la Catedral de Puebla (Ángeles y Arroyo, 2021, p. 200).
Las fibras floemáticas o liberianas
De los vegetales se extraen fibras de diversos tipos, entre ellas, las fibras blandas, liberianas o, propiamente dicho, floemáticas (en inglés, bast fibers). Éstas constituyen una parte del floema, un tejido conductor que conforma la corteza interna de las plantas, y proporcionan a los tallos resistencia ante esfuerzos mecánicos (Azcárraga et al., 2010, p. 93). Las fibras de lino (Linum usitatissimum L.) y el cáñamo (Cannabis sativa L.) presentan características similares, por lo que existe una alta posibilidad de realizar identificaciones erróneas (Luniak, 1953, p. 129; Kvavadze et al., 2009, p. 1359; Bergfjord y Holst, 2010, p. 634), más aún si proceden de textiles con alto grado de deterioro.
La identificación taxonómica permite el reconocimiento de caracteres, rasgos o propiedades intrínsecas que un ejemplar en estudio comparte con uno u otro taxón (por ejemplo, familia, género o especie), y regularmente se realiza mediante descripciones, claves de identificación, atlas o ejemplares de comparación (Mishler y De Luna, 1997, p. 46; Iriondo, 2000, p. 2).
La identificación taxonómica de fibras presentes en bienes culturales se ha realizado tradicionalmente por medio de técnicas cualitativas, léase, la observación de su morfología en el microscopio óptico (Mirambell y Sánchez, 1986, p. 34) o pruebas de combustión, tinción o microquímica, donde se observa su comportamiento ante reactivos químicos de diversas clases. Sin embargo, estos procedimientos no son capaces de diferenciar precisamente entre las fibras de líber (Suomela et al., 2017, p. 415).
Fundamentos teóricos de los análisis realizados
Morfología
Una fibra vegetal es una célula alargada, estrecha, con extremos aguzados; posee un lumen o cavidad y una pared constituida, a su vez, por dos paredes, una externa, llamada pared primaria, y otra interna, denominada pared secundariaAzcárraga et al., 2010, p. 93); ésta puede presentar marcas de entrecruzamiento y dislocaciones o nodos. Dichas marcas son estrías transversales a la superficie de la fibra -en ocasiones también presentan estrías longitudinales- que es posible observar débil o fuertemente marcadas, y se considera que son huellas o restos de células contiguas (Catling y Grayson, 2004, p. 3; Suomela et al., 2017, p. 413). Las dislocaciones se ven como marcas en forma de anillo, engrosamientos o nodos que se generan por un cambio en el sentido de la fibra debido a tensiones externas o internas (Catling y Grayson, 2004, p. 1; Suomela et al., 2017, p. 413) (Figura 4). Cabe añadir que en la bibliografía no existe consenso sobre el origen y definición de estas marcas.
Patrón | Tipo de sección | Microquímica con Reactivo de Schweitzer | Prueba de Herzog modificada | |
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Longitudinal | Transversal | |||
A | B | C | D | |
Lino |
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Fibras con dislocaciones en forma de “x” y marcas de entrecruzamiento | Fibras de paredes gruesas, de cuatro, cinco y seis caras de superficies planas con lúmenes reducidos | Contracción de la fibra en espiral | Cambio de color a 90° amarillo y a 0° azul | |
Cáñamo |
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Fibras con dislocaciones bien marcadas y algunas marcas de cruce | Fibras de paredes gruesas y lúmenes reducidos | Contracción de la fibra en pliegues | Cambio de color a 90° azul y a 0° amarillo |
Fuente: (Microscopía óptica y casuela: Víctor Santos Vázquez, 2020; micrografías de la prueba de Herzog modificada: Ana Laura Avelar-Carmona, 2020; cortesía: Laboratorio de Biología, Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía [ENCRyM], Instituto Nacional de Antropología e Historia [INAH]).
Lino
El lino es una planta arbustiva de origen asiático, específicamente del sureste de Turquía (Fu, 2005, p. 1084), cuyo uso se remonta al antiguo Egipto (Elsharnouby y Ahmed, 2015, p. 3). Sus filamentos pueden estar agrupados en haces o paquetes con 12 a 40 fibras útiles (Hall y Davies, 1968, p. 23). La longitud media de las fibras de lino se sitúa entre 1.6 y 24.0 mm, o aun hasta 30 cm, mientras que el diámetro está en un rango de 11.7 a 32 mµ, o aun hasta 40 a 80 mµ (Campo et al., 2009, p. 18). Cabe señalar que estas dimensiones varían según el autor consultado y los procesos de enriado, descortezado y cordado de los hilos (Houck, 2009, pp. 3-14 y 247). El ancho suele ser uniforme en toda su extensión (Campo et al., 2009, p. 18; Florian et al., 1990, p. 49); su pared posee marcas de entrecruzamiento y dislocaciones en forma de X (Campo et al., 2009, p. 18; García, 2007, p. 137; Florian et al., 1990, p. 49; Hall y Davies, 1968, p. 23; Mattews, 1931, p. 750); generalmente se ubican a distancia más o menos fija, característica que, de acuerdo con Hall y Davies (1968, p. 23), es particular del lino. Su lumen se observa como una línea delgada, oscura (Florian et al., 1990, p. 49; Hall y Davies, 1968, p. 23; Mattews, 1931, p. 750) y discontinua, pues las paredes celulares se engrosan a tramos, hasta que el lumen se cierra por completo, peculiaridad que, según algunos autores (Campo et al., 2009, p. 19; García, 2007, p. 137), puede separar al lino del cáñamo. Transversalmente ostenta formas triangulares, pentagonales o hexagonales, y los contornos son ligeramente redondeados, con lúmenes ovalados (Mattews, 1931, p. 750; Von Berger y Krauss, 1942, p. 27; García, 2007, p. 137) (Figura 4).
Cáñamo
El cáñamo es un arbusto originario de Asia central (Hillig, 2005, p. 170). Alcanza alturas de 2 m (García, 2007, p. 133) y las características morfológicas de sus fibras, aunque similares a las del lino, son menos transparentes y más rígidas (Campo et al., 2009, p. 19; Catling y Grayson, 2004, p. 22; García, 2007, p. 134). Su longitud es de 5 a 55 mm y su anchura, de 10 mµ (Florian et al., 1990, p. 49). El lumen, regular, ancho y continuo, abarca la mitad o tres cuartas partes de la pared (Campo et al., 2009, p. 19; Catling y Grayson, 2004, p. 22; García, 2007, p. 134) y disminuye hacia los extremos de los filamentos (Campo et al., 2009, p. 19); su anchura es irregular, pues varía a lo largo de la fibra (Florian et al., 1990, p. 49). Las dislocaciones en forma de X son frecuentes, pronunciadas y se disponen irregularmente a lo largo de los filamentos; algunos especímenes poseen líneas, estrías o pliegues paralelos al eje de la fibra (Campo et al., 2009, p. 19; Catling y Grayson, 2004, p. 22; García, 2007, p. 134). Cabe anotar que en ocasiones se bifurcan en los extremos (Catling y Grayson, 2004, p. 22; García, 2007, p. 134), aunque esta característica puede observarse en otro tipo de fibras, incluso en el lino (Catling y Grayson, 2004, p. 22).
Transversalmente las fibras del cáñamo son poligonales, con bordes angulosos de cuatro, cinco y hasta seis lados; en otros casos, son ovales o circulares. Su lumen se puede observar amplio, si las paredes son delgadas, o reducido, si son anchas (Catling y Grayson, 2004, p. 22) (Figura 4).
La presencia de cristales de oxalato de calcio también es una característica útil para diferenciar entre las fibras de lino, que carece de éstos, y las de cáñamo, en el que existen formas romboédricas, prismáticas o en drusas (Catling y Grayson, 2004, p. 23). Puesto que su presencia está sujeta a diversos factores, por ejemplo, la edad de las plantas y las condiciones ambientales donde crecen, y si éstas han sido blanqueadas o hervidas (Hall y Davies, 1968, p. 25; Florian et al., 1990, p. 49; Bergfjord y Holst, 2010, pp. 1192-1193), el que no se detecten en los análisis microscópicos no es definitorio para identificarlas.
La forma de las secciones transversales, las marcas de entrecruzamiento y las dislocaciones en forma de X se han empleado para identificar las fibras liberianas, no obstante, estudios previos han demostrado que no es un carácter que contribuya a diferenciarlas de manera eficaz (Lukesova y Holst, 2020, p. 9).
Pruebas para la identificación de fibras liberianas
Prueba de Herzog modificada o prueba con filtro retardador (λ)
Este análisis se fundamenta en que las fibras vegetales se componen de un lumen o cavidad y una pared celular que contiene diversos compuestos químicos, principalmente celulosa, y, entre otros, lignina y hemicelulosa: por ejemplo, el lino contiene 71% de celulosa y 2% de lignina, y el cáñamo, 75% y 4% respectivamente (Avérous y Le Digabel, 2006, p. 481). La pared celular, a su vez, se constituye por una pared primaria y una secundaria (tres diferentes capas conforman a esta última), ambas, formadas por macrofibrillas, y éstas, por microfibrillas -cadenas de celulosa con propiedades birrefringentes-;1las de la capa más gruesa de la pared secundaria poseen un arreglo helicoidal y pueden girar ya sea a la derecha (formando hélices S) o a la izquierda (formando hélices Z), determinando la orientación microfibrilar según las letras S o Z, que es el recorrido que llevan las microfibrillas respecto del observador (Strasburger et al., 2004, p. 95). El lino tiene una torsión característica en S, mientras que el cáñamo la tiene en Z (Strasburger et al., 2004, p. 95; Haugan y Holst, 2013, p. 160; Suomela et al., 2017, p. 414), variando las propiedades birrefringentes de cada una.
Esta propiedad permite aplicar la prueba de Herzog valiéndose de un microscopio con polarizador. Si el tipo de fibra presente tiene una torsión en Z, como en el caso del cáñamo, al estar paralela al polarizador (vertical) se volverá azul, cuando esté paralela al analizador (horizontal), amarilla, y será lo opuesto: amarilla en vertical y azul en horizontal, cuando la fibra tenga una torsión en S, como es característico en el lino (Figura 4. Lino D y Cáñamo D) (Haugan y Holst, 2013, pp. 166-167). Para la correcta ejecución de esta prueba es necesario fijar los parámetros del microscopio usando fibras de referencia, es decir, una serie de patrones de especímenes conocidos y estandarizados que se montan en láminas delgadas para hacer el análisis comparativo bajo el microscopio (Suomela et al., 2018, p. 418) (Figura 4).
Análisis microquímico: prueba con el reactivo de Schweitzer
El análisis mediante esta técnica es específico para fibras vegetales y tiene un carácter totalmente destructivo, por lo que se recomienda utilizar, siempre y cuando se cuente con una cantidad suficiente de muestra, como una alternativa al estudio bajo el microscopio óptico. Es útil para diferenciar entre fibras de lino y cáñamo, principalmente cuando el estado de deterioro de los especímenes impide observar las características morfológicas de las fibras mediante la microscopía óptica.
En esta prueba la fibra se pone en contacto con una solución amoniacal de hidróxido cúprico capaz de disolver la celulosa, tras lo cual se forma un complejo celulosa-cobre. Una vez disuelta la pared celular, el filamento resultante adquiere formas características dependiendo de la distribución de la celulosa. Cuando una fibra de lino es sometida a esta prueba, el lumen se contrae formando una espiral, mientras que, en el cáñamo, la cavidad interna forma pliegues transversales (Campo et al., 2009, p. 25) (Figura 4. Lino C y Cáñamo A). Aquí seguimos la metodología de T. A. Geissman (1974, p. 567) aplicada eficazmente sobre objetos patrimoniales (Juanes et al., 2008, p. 75). En la Figura 4 se presentan las microfotografías de dos muestras patrón analizadas mediante los tres métodos descritos.
Metodología aplicada
La aplicación de los tres métodos de identificación de las fibras liberianas se realizó sobre haces o fibras individuales (Figura 5).
Método de muestreo y de preparación de las muestras en laboratorio |
La toma de muestras se realizó de acuerdo con las técnicas de análisis global de las obras de arte, así como de la observación cuidadosa previa del caso de estudio, con la finalidad de retirar solo el material necesario para responder a la pregunta de investigación (Gómez, 2000, p. 183). De cada obra en estudio se extrajo una muestra (un hilo menor a los 5 mm de longitud fue suficiente) procurando dañar lo menos posible al objeto artístico, éstas se tomaron de los bordes de cada pintura, cerca del área de unión entre fragmentos o alrededor de rasgaduras. Las muestras se colocaron dentro de viales y en cápsulas de plástico con cierre hermético para garantizar su seguridad durante el traslado al laboratorio. Cada una se etiquetó con un número que comienza con la identidad de la pintura analizada (inventario de obras analizadas en el Laboratorio de Diagnóstico de Obras de Arte, del Instituto de Investigaciones Estéticas [LDOA-IIE-UNAM]). |
Desfibrado y montaje de las muestras |
Registro preliminar. Las fibras sueltas se observaron bajo el microscopio estereoscópico Carl Zeiss XZ10 con luz de tungsteno, en el LDOA-IIE-UNAM. Se describieron sus propiedades físicas: color, textura, firmeza y estado de conservación. Se realizó un registro fotográfico con la cámara Axiocam de Carl Zeiss en los dos sentidos de las fibras: transversal y longitudinal. |
Vista longitudinal |
• Desfibrado y selección de fibras para montaje. Este proceso se realizó en seco con ayuda de un bisturí, aguja de disección y bajo la luz del microscopio estereoscópico. Dependiendo del estado de conservación de la fibra seleccionada, se sometieron a un proceso de limpieza acuosa por inmersión en agua caliente durante 5 min (sin agitación). |
• Montaje permanente en sección longitudinal. Se colocó un haz de fibras sobre un portaobjetos de vidrio transparente y se llevó a cabo un segundo desfibrado bajo el microscopio estereoscópico con la finalidad de obtener filamentos aislados. Después se les agregó el medio de montaje Cargille Meltmount de McCrone®, polímero que funde a 25ºC y cuyo índice de refracción es de 1.662. |
Vista transversal |
• Se adhirió un haz de fibras a la cara lateral de un poliedro de resina que se embebe dentro de un molde de silicón lleno del medio acrílico Clarocit® de Struers, con lo que se garantizó la impregnación total del espécimen. Una vez solidificado, se pulió la superficie de la muestra con lijas de película de diamante de 5 micras y 200 mm de diámetro, de diversos granos (800, 1000, 1200) hasta el punto de espejo. |
Fuente: (Tabla: Victor Santos Vázquez, 2020).
A. Microscopía óptica (OM) con luz polarizada (PLM) y luz transmitida (TL)
El análisis morfológico de las fibras (longitud, paredes, dislocaciones, marcas de entrecruzamiento, lumen y forma en general) se llevó a cabo con un microscopio óptico Olympus BX51 equipado con una cámara de alta resolución Olympus DP72. Las imágenes se procesaron mediante el software Cell-Sens Dimension® de Olympus. El equipo mencionado se ubica en las instalaciones del Laboratorio de Química-Biología de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
B. Prueba de Herzog modificada
Este análisis se realizó con base en la prueba de Herzog, modificada por Haugan y Holst (2013, p. 166), para lo cual se empleó un microscopio petrográfico Olympus BX43, con una cámara integrada Olympus EG20. Las imágenes se procesaron con el software AxioVision. El equipo mencionado se ubica en las instalaciones del Laboratorio de Geología de la ENCRyM-INAH.
Para ejecutar esta prueba es necesario, primeramente, buscar con el objetivo 10X la fibra en la cual se llevará a cabo el análisis. Una vez ubicada, se debe posicionar, con ayuda de la platina giratoria, en un ángulo α = 0°. Posteriormente, se cambia el objetivo a 40X: la fibra se observa entonces con nicoles cruzados y el analizador se configura hasta llevar la fibra analizada al ángulo de extinción, lo que se logra cuando ella, o un fragmento de ella, se extingue, es decir, “desaparece” o se oscurece.
Luego, insertamos el compensador o lámina λ, momento en el que el fondo debe observarse color magenta o rosado, y centramos nuestra atención en un pequeño segmento de la fibra. Posteriormente giramos la platina a un ángulo de α = 90° y anotamos el cambio de color de la misma sección observada antes de α = 0°.
C. Preparación del reactivo de Schweitzer
Se prepara el reactivo para la identificación disolviendo sulfato de cobre en agua caliente. A continuación, se añade gota a gota una solución amoniacal a 28%, hasta que sea menos perceptible el color azul pálido del sulfato de cobre y la solución se torne transparente. Ésta se lava con agua, se filtra, y al precipitado obtenido se agregan dos o tres gotas de hidróxido de amonio, lo que da un azul oscuro intenso. Es importante mencionar que este reactivo es funcional recién preparado y antes de cristalizar; después de eso, pierde su efectividad. Una vez que la gota del reactivo se deposita sobre la fibra, se procede a la observación de la contracción del material con microscopía óptica (OM), con luz polarizada (PLM) y se capturan las imágenes.
Discusión de resultados
En la Figura 6 se presentan de manera sucinta los resultados de las tres técnicas complementarias que empleamos en esta investigación para la correcta identificación de las fibras liberianas. En color amarillo se destacan las propiedades que se asignan al lino según la bibliografía consultada, y en verde, las que se relacionan con cáñamo. Lo anterior demuestra que la mayoría de las fibras analizadas observaron características -especialmente- morfológicas tanto de lino como de cáñamo, por lo que la interpretación del material constitutivo de las pinturas analizadas se llevó a cabo confrontando los resultados obtenidos con la prueba de Herzog modificada y con la reacción química de Schweitzer.
Muestra | Morfología | Schweitzer | Herzog | Identificación | ||
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Formas y bordes | Dislocaciones | Lumen | ||||
NE235 M1 | Pentagonales hexagonales rectos | Sin patrón definido | Discontinuo | Pliegue | 90° azul 0° amarillo |
Cáñamo• |
NE229C M5 | Pentagonales hexagonales rectos y redondeados | Sin patrón definido | Continuo y reducido | Espiral | 90°amarillo 0° azul |
Lino• |
NE229B M5 | Pentagonales rectos y redondeados | Distancias regulares | Discontinuo | No concluyente | 90°amarillo 0° azul |
Lino• |
NE245C M6 | Pentagonales rectos y redondeados | Distancias regulares | Discontinuo, reducido y amplio | Espiral | 90°amarillo 0° azul |
Lino• |
NE233 M4 | Pentagonales rectos | Distancias regulares | Discontinuo | Espiral | 90°amarillo 0° azul |
Lino• |
NE232 M4 | Cuadradas, pentagonales rectos y redondeados | Distancias regulares | Discontinuo | Espiral | 90°amarillo 0° azul |
Lino• |
NE245C M7 | Pentagonales hexagonales bordes rectos y redondeados | Distancias regulares | Continuo y amplio | No concluyente | 90°amarillo 0° azul |
Lino* |
NE233 M5 | Cuadrados pentagonales hexagonales rectos y redondeados | Distancias regulares | Discontinuo | Pliegue | 90° azul 0° amarillo |
Cáñamo* |
NE232 M5 | Cuadrados triangulares pentagonales rectos y redondeados | Sin patrón definido | Discontinuo | Pliegue | 90° azul 0° amarillo |
Cáñamo* |
Propiedades relacionadas con lino. | • Lienzo | |||||
Propiedades relacionadas con cáñamo. | * Costura |
Fuente: (Tabla: Ana Laura Avelar-Carmona, 2021).
En las Figuras 7 y 8 se exponen las imágenes que evidencian los resultados obtenidos en cada una de las pruebas realizadas a las muestras de las fibras del soporte de las pinturas novohispanas.
Obra | Sección Longitudinal | Sección Transversal | |
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A | B | C | |
NE235 M1 |
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NE229C M5 |
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NE229B M5 |
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NE245C M6 |
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NE233 M4 |
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NE232 M4 |
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NE245CM7 |
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NE233 M5 |
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NE232 M5 |
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Fuente: (Micrografías: Victor Santos Vázquez, 2020; cortesía: Laboratorio de Química, área de Investigación de la CNCPC-INAH).
Muestra | Microquímica con reactivo de Schweitzer | Prueba de Herzog modificada |
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A | B | |
NE235M1 |
|
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NE229C M5 |
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|
NE229B M5 |
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NE245C M6 |
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NE233 M4 |
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NE232 M4 |
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NE245C M7 |
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NE233 M5 |
Pliegue |
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NE232 M5 |
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Fuente: (Microscopía óptica y microquímica: Victor Santos Vázquez, 2020; micrografías de la prueba de Herzog modificada: Ana Laura Avelar-Carmona, 2020; cortesía: Laboratorio de Química, área de Investigación, CNCPC-INAH/Laboratorio de Biología, ENCRyM-INAH).
Todas las muestras de fibras liberianas analizadas presentaron dislocaciones o nodos en forma de X, por lo tanto, es una característica morfológica que no permite una identificación precisa del material usado como soporte en las pinturas (Figura 7. A y B).
De las nueve muestras estudiadas, solamente tres: NE229BM5, NE232M4 y NE233M4, presentaron en su totalidad características morfológicas reportadas en la bibliografía para lino, esto es, dislocaciones distribuidas equidistantemente y lumen reducido y discontinuo que se cierra a tramos (Campo et al., 2009, p. 18; García, 2007, p. 137; Florian et al., 1990, p. 49; Hall y Davies, 1968, p. 23; Mattews, 1931, p. 750). Además, dieron positivo para lino en las pruebas de Herzog modificada y microquímica.
Las muestras NE235M1 y NE232M5 presentaron dislocaciones sin ninguna distribución específica, lo que es indicativo de fibras de cáñamo (Campo et al. 2009, p. 19; Catling y Grayson, 2004, p. 22; García, 2007, p. 134); sin embargo, su lumen fue de continuo a discontinuo y reducido, como se supone que ocurre con las fibras de lino. Finalmente, estas muestras dieron positivo para cáñamo ante el reactivo de Schweitzer y la prueba de Herzog modificada, con lo cual se hizo evidente la importancia de usar una metodología combinada para su correcta identificación.
De hecho, las muestras NE229CM5, NE233M5, NE235M1, NE232M5, NE245CM6 y NE245CM7, es decir, más de la mitad de las fibras en estudio, fueron ejemplos representativos de la problemática a la que se enfrenta un investigador durante el proceso de análisis de los materiales patrimoniales. Con el microscopio óptico presentaron elementos morfológicos correspondientes con lino, con cáñamo o con ambas fibras. Sólo al aplicar las pruebas complementarias de Herzog y microquímica con reactivo de Schweitzer se obtuvieron resultados que ayudaron a realizar una correcta identificación. Por ejemplo, la muestra NE245CM7 presentó dislocaciones en forma de X a distancias regulares, como en el lino, y su lumen fue amplio y continuo, característica asociada al cáñamo. La prueba microquímica no fue concluyente, pues la fibra se contrajo en una forma no identificada y únicamente la prueba de Herzog dio positivo para lino.
La forma de las fibras en sección transversal no presentó un valor importante para su identificación, ya que tanto las fibras de cáñamo como las de lino observaron formas triangulares, cuadradas, pentagonales, hexagonales, bordes rectos y redondeados (Figura 7. C), lo que coincide con Lukesova y Holst (2020, p. 9), quienes tampoco encuentran diferencias significativas entre las caras transversales de los dos materiales orgánicos.
Al llevar a cabo una metodología de análisis complementario con microquímica y la prueba de Herzog, fue posible establecer una identificación distinta de la resultante con morfología. Solamente la combinación de análisis puede garantizar resultados confiables, principalmente, considerando que en las pinturas antiguas tanto el estado de conservación del material como, incluso, el proceso de crecimiento de la planta, extracción y el procesamiento completo de producción textil, modifican las características físicas de una fibra.
En la metodología de identificación que empleamos consideramos como criterio necesario que coincidieran por lo menos dos análisis, y para corroborar los resultados fue necesario aplicar las pruebas a más de una fibra. Respecto de la realizada con el reactivo de Schweitzer, en pocas ocasiones empató con los otros análisis, debido a la cantidad de fibra empleada, la rapidez de la reacción y el grado de subjetividad que implica la interpretación de las contracciones resultantes. En todos los casos analizados la prueba de Herzog empató también con las otras técnicas usadas, y se consideró determinante para conseguir las identificaciones. Por lo tanto, se confirmó su eficacia para diferenciar entre lino y cáñamo, incluso tomando en cuenta el grosor y las deformaciones que pueden sufrir las fibras, ya sea por deterioro, por el mismo crecimiento de las fibras o debido al proceso de factura de los textiles.
CONCLUSIONES
Con esta investigación se ha demostrado que, para llevar a cabo la identificación taxonómica de fibras liberianas de cáñamo y lino, es necesario, como ya lo han sugerido otros autores, aplicar una metodología de análisis complementario, especialmente si se incluye el análisis morfológico, pues ambas fibras presentan características similares, aun las dislocaciones en forma de X (Hall y Davies, 1968, p. 23), su distribución a lo largo de los filamentos y la forma del lumen (Florian et al., 1990, p. 49; Hall y Davies, 1968, p. 23; Mattews, 1931, p. 750; García, 2009, p. 137; Campo et al., 2009, p. 19). En este trabajo se demuestra que basándose únicamente en la morfología existe alta posibilidad de realizar identificaciones erróneas.
Del análisis de seis pinturas novohispanas, cuya época de factura se extiende desde el final del siglo XVI al XVII, se concluye que el lino fue el material más empleado en los soportes. Su presencia se asocia tanto a las telas como a las costuras (Figura 9). Por otra parte, en el ejemplo de pinturas sobre tabla seleccionado en el conjunto, el cáñamo está presente en los refuerzos de los tableros (Figura 2).
Fuente: (Fotografías: Eumelia Hernández, 2019; cortesía: D. R. Secretaría de Cultura e Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura [INBAL]).
La preferencia de usar el lino como soporte de las pinturas novohispanas quizá se explique por su composición química, ya que, comparado con el cáñamo, el lino posee más cantidad de celulosa. Ésta confiere a las células vegetales su fuerza de tracción ya sea fibras liberianas o de xilema, es decir, las hace resistentes cuando se someten a dos fuerzas que actúan en sentido opuesto. Los soportes de fibras de lino tienen mayor tolerancia a las fluctuaciones de las condiciones ambientales.
Según García (2007, p. 137), las propiedades de resistencia del lino dependen de las dislocaciones en sus fibras, pues al estar bajo tensión, los nudos desaparecen o se estiran, y cuando la fibra se relaja, vuelven a aparecer o retraerse. Y aunque otras fibras liberianas, como el cáñamo, también presentan dislocaciones, los contenidos de lignina de cada tipo de fibra también influyen directamente en su resistencia. Por ejemplo, el porcentaje de alargamiento de rotura, es decir, el aumento de la longitud de una fibra antes de que se llegue a romper, es mayor en el lino (2.7-3.2) que en el cáñamo (1.6), lo cual se debe a que el contenido de lignina en el cáñamo la hace una fibra más dura y menos flexible. En suma, las propiedades fisicoquímicas de las fibras podrían explicar la preferencia del lino como material constitutivo de los soportes y enlenzados de las obras novohispanas.