Sr. Editor:
Presentamos el caso de un varón de 58 años con antecedentes de apendicectomía diagnosticado en el programa de cribado de cáncer colorrectal mediante colonoscopia de una lesión mamelonada y ulcerada a 25 cm del margen anal, cuya biopsia tuvo como resultado adenocarcinoma, con estudio de extensión negativo. Se programa para realizar sigmoidectomía laparoscópica con anastomosis mecánica TT con endograpadora circular ILS 29, con extracción de la pieza por incisión de Pfannenstiel y colocación de drenaje Penrose en la pelvis, sin complicaciones durante la intervención.
En el posoperatorio inmediato, a las horas de la cirugía, presenta dos episodios de rectorragia franca sin repercusión hemodinámica y con descenso paulatino de la hemoglobina (14.3, 13, 12 g/dl). Ante la anemización constante decidimos realizar una angiotomografía urgente en la que se objetivó extravasación de contraste en fase arterial en el interior del recto, a nivel de la anastomosis colorrectal, que aumentaba en fase venosa, en relación con sangrado activo. No se observó líquido en la pelvis.
Se solicitó valoración por digestivo de guardia para la realización de una colonoscopia terapéutica precoz en la sala de exploraciones digestivas, junto a anestesista y cirujano. Durante la colonoscopia se objetivó la anastomosis a 18 cm del margen anal, con abundante sangre fresca, y en la línea de grapas de anastomosis se apreciaba, a las 6 h, sangrado en chorro arterial activo (Fig. 1 A). Tras el lavado de la zona de anastomosis se extrajo el coágulo con trípode, se inyectaron 6 ml de epinefrina 1:10000 y se realizó un cierre mecánico en cremallera con cinco hemoclips sobre la línea de grapas (Fig. 1 B), con lo que se detuvo el sangrado y quedó una línea de sutura estable y sin sangrado activo.
El paciente pasó de nuevo a reanimación y se encontró en todo momento con estabilidad hemodinámica, sin aminas y con una hemoglobina de 10.4 g/dl. Presentó un posoperatorio sin incidencias y fue dado de alta al sexto día postoperatorio.
El sangrado grave de una anastomosis colorrectal es una complicación poco frecuente, descrita en la literatura en torno al 1%1. La efectividad terapéutica de la colonoscopia está descrita en torno al 81%, siendo factores de buen pronóstico la colocación de hemoclips y el sangrado en los primeros 5 días posoperatorios. No se ha observado relación entre la realización de colonoscopia precoz y el desarrollo de dehiscencia de la anastomosis2.
Mostramos la importancia de tener presente, ante una rectorragia aguda posoperatoria, la opción de tratamiento mediante colonoscopia terapéutica precoz, ya que esta técnica permite visualizar de forma directa la lesión y realizar procedimientos terapéuticos en lesiones sangrantes y evitar así recurrir a una intervención quirúrgica3.
La realización de una colonoscopia temprana y el uso de hemoclips es una forma segura y eficiente para controlar la rectorragia grave como complicación de la cirugía colorrectal1,4.