1. Introducción
En la actualidad, los sistemas de contabilidad de costos van a la par de los cambios que han implementado las empresas debido a la globalización de los procesos productivos, por lo que existen innumerables enfoques para clasificarlos (Ramírez-Padilla, 2018) pero, aunque los costos pegajosos ya han sido identificados en diversos estudios (por ejemplo, Anderson, Banker y Janakiraman, 2003; Stímolo y Porporato, 2019), todavía no pueden establecerse para definir su comportamiento en forma anticipada no obstante la evolución eficaz de los mismos sistemas de contabilidad (Neuner y Deakin, 2005; Jahan, 2006; Ramírez-Padilla, 2018; Del Río-González, 2011, y Hansen y Mowen, 2007). De ahí el interés de esta investigación en tratar de identificar su comportamiento en el ámbito de las empresas mexicanas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, BMV.
Para efectos de este trabajo, se entiende por costos pegajosos1 aquellos relacionados con el costo de producción del bien o servicio, identificados en un estado de resultados (White, Sondhi y Fried, 2003), que suben menos que las ventas cuando estas crecen, o bajan menos cuando estas descienden (Anderson, Banker y Janakiraman, 2003). Según estos mismos autores, los costos deberían cambiar proporcionalmente al cambio del nivel de las ventas; sin embargo, después de su análisis, concluyeron que, en promedio, los costos suben en 0.55 % por cada aumento de 1 % en los ingresos, pero disminuyen solo 0.35 % por cada 1 % de disminución en ingresos. Weidenmier y Subramaniam (2003) confirman la rigidez de los costos, encontrando que los costos totales aumentan 0.93 % por 1 % de aumento en los ingresos, pero disminuyen 0.85 % por 1 % de reducción en ingresos. Tanto Anderson, Banker y Byzalov (2014) como Weidenmier y Subramaniam (2003) también encuentran que el nivel de adherencia está influido por las condiciones económicas y por las características de la empresa.
Existen numerosos estudios y análisis especializados en la materia que buscan determinar los patrones de comportamiento de los costos y gastos pegajosos de las organizaciones, con el fin de establecer mecanismos eficientes de control y análisis, ya que la falta de control sobre estos puede afectar negativamente la rentabilidad y ejercer una presión permanente en los resultados financieros (Stímolo y Luquez, 2015; Anderson, Banker y Janakiraman, 2003). Sin embargo, los estudios disponibles no son suficientes para terminar de entender la gama de decisiones que toman las organizaciones para mitigar dichos efectos, ya que la pegajosidad de los egresos continúa impactando los resultados financieros (Banker y Byzalov, 2014; Pamplona, Fiirst, De Jesus Silva y Costa da Silva Zonatto, 2016; Stímolo y Porporato, 2019).
Los objetivos de esta investigación incluyen la comprensión de: 1) la asimetría entre los ingresos y costos, y entre los ingresos y gastos; 2) cuáles se presentan de forma temporal, principalmente en épocas de crisis económicas (que en situaciones extremas puede constituir un riesgo para la viabilidad de las empresas); y 3) cómo en un plazo de 16 años (período de este estudio), su impacto se va absorbiendo paulatinamente.
La evolución de los sistemas (de información financiera) contables y de costeo
Los sistemas contables y de costeo desempeñan un papel protagónico para las empresas, al proporcionar información confiable, veraz y oportuna para la toma de decisiones. En particular, con la globalización estas empresas buscan expandirse hacia nuevos mercados para sus bienes y servicios, con la máxima calidad y al mejor costo posible (Pérez-Ventura, 2019). A partir de los años noventa, las empresas buscan una mejor información relacionada con sus costos y gastos, no solamente con un enfoque de cómo se efectuaron, sino también con la idea de usar la información para plantear mejoras y estar en condiciones de superar a la competencia (Rodríguez, 2019).
Los sistemas de costeo han evolucionado desde su creación. A principios del siglo XX, el costeo por absorción se efectuó con base en los volúmenes de producción. Este enfoque considera como costo del producto el material, la mano de obra y los costos indirectos de fabricación, un sistema que ha seguido vigente en la mayoría de las empresas industriales en todo el mundo (Neuner y Deakin, 2005). Posteriormente, en la década de 1940, se empezó a difundir el sistema de costo directo o variable que considera dos tipos de costos: los variables, que son aquellos afectados por el volumen de la producción (materia prima y mano de obra); y los fijos, que no se alteran en función del volumen de la producción (Jahan, 2006). Aunque estos dos métodos de costeo continúan usándose, no son los más adecuados por la aplicación de criterios subjetivos y la evolución de los procesos de producción, gracias a las nuevas tecnologías (Ramírez-Padilla, 2018).
En la década de 1990 se desarrolló otro sistema de información financiera, más apegado a las necesidades de la industria, que se adapta mejor a las circunstancias de producción, denominado sistema de costeo basado en actividades (SCBA). Este identifica los costos de cada actividad y los prorratea a cada producto o servicio, mediante factores relacionados con el origen de estas actividades. El supuesto bajo el cual trabaja el SCBA es que los productos consumen actividades y estas, a su vez, recursos. Sin embargo, la difusión y aplicación de este sistema de costeo ha sido lenta en las industrias, porque requiere una importante cantidad de recursos humanos, tecnológicos y financieros para su implementación (Hansen y Mowen, 2007).
Marco teórico
El fenómeno pegajoso en los costos ha sido estudiado por múltiples autores desde hace un par de décadas (Anderson y Lenen, 2009; Banker y Byzalov, 2014; Pamplona et al., 2016; Porporato y Werbin, 2012; Ribeiro de Medeiros y De Souza Costa, 2004; Stímolo y Porporato, 2019). Esto se debe a un fenómeno económico denominado rigidez nominal, el cual describe el lento ajuste de los precios nominales, incluyendo el salario, a variaciones de la actividad económica (Blanchard, Amighini y Giavazzi, 2012).
Noreen y Soderstrom (1997) documentan un curioso patrón del comportamiento en algunas cuentas de costos, las cuales presentaban una menor respuesta a la disminución del volumen de ventas. Sin embargo, no fue hasta el estudio de Anderson, Banker y Janakiraman (2003) que se evidenció que los cambios en el costo dependen no solo de la magnitud, sino también de la dirección del cambio en la actividad. Posteriormente surgieron algunas aportaciones sobre el tema que enriquecieron el concepto de la pegajosidad de los costos: a)Ribeiro de Madeiros y De Souza Costa (2004) sugieren que la pegajosidad no tiene un factor constante, ya que si se presenta en un ejercicio, su efecto puede revertirse en el siguiente período; b)Porporato y Werbin (2012) comentan que muchos costos en las empresas tienden a ser de carácter no variable, por ej., de los pedidos y del manejo de materiales, o el de los sueldos de los empleados de producción, a quienes no se despide de inmediato si la demanda baja; c)Banker y Byzalov (2014) y Pamplona et al. (2016) estudiaron que los modelos tradicionales consideran los costos como fijos o variables respecto de las ventas o de cualquier generador de costos, sin embargo, en las empresas muchos costos tienen carácter de semifijos; d) Stímolo y Porporato (2019) identifican que el comportamiento pegajoso del costo tiene una respuesta asimétrica a los niveles de producción; comprobaron que cuando el volumen de producción sube, los costos aumentan a una tasa menor,2 pero cuando el volumen de producción disminuye, los costos bajan aún más lento.
Banker y Byzalov (2014) presentan una nueva evidencia exhaustiva de Global Compustat, que demuestra que el comportamiento de costo asimétrico es un fenómeno global generalizado.
Anderson, Banker y Janakiraman (2003) documentaron que la suma de los costos de venta, los gastos generales y los gastos administrativos (SG&A, Selling, general and administrative expenses), exhibe un fenómeno que describieron como pegajoso a partir del siguiente modelo:
Donde: SG&A = costo de venta, gastos de venta, generales y administrativos; Revenue = ingresos; Decrece_Dummy = 1, cuando los ingresos del período t son más bajos que los de t-1; ingresos del período anterior. En la literatura, el estudio del comportamiento de los costos pegajosos generalmente sigue esta tradición de evaluar, por vía de la regresión, la tasa de crecimiento de los egresos en relación con la tasa de crecimiento de los ingresos (Anderson y Lenen, 2009: 14).
Es importante resaltar que en la mayoría de los trabajos de investigación se agrupan, indistintamente, para el análisis de la pegajosidad, los conceptos de costos y gastos. Sin embargo, para efecto de entender la asimetría entre estos conceptos, en la presente investigación se presentan por separado. El termino costos se asocia con la producción y/o la adquisición de bienes para su venta, mientras que el termino gastos se asocia con el concepto de la operación del negocio, incluyendo la adquisición de bienes y servicios (White, Sondhi y Fried, 2003).
Es importante recalcar que, en el largo plazo, todos los egresos (incluyendo los costos y gastos), incluyendo aquellos que en el corto plazo se consideraban fijos, son realmente variables (Cartier, 2002). Ahora bien, para cerrar la sección del marco teórico es importante resaltar que «una mejor comprensión de los costos y las prácticas de gestión de costos por parte de las empresas, es un área de investigación que los investigadores de contabilidad de gestión han descuidado y es un esfuerzo que vale la pena» (Anderson y Lenen, 2009: 36).
Hipótesis a comprobar
Para comprender la asimetría entre los costos y gastos pegajosos, se pretende probar lo siguiente en un período de corto plazo (un año):
Ha1: Dado un incremento en ventas (período sin crisis), la relativa magnitud de un aumento en los costos para un incremento en las ventas en el actual período es mayor que la magnitud relativa de una disminución en los costos para un reducción de las ventas en el período actual.
Ha2: Dado un decremento en ventas (período con crisis), la relativa magnitud de un aumento en los costos para un incremento en las ventas en el actual período es mayor que la magnitud relativa de una disminución en los costos para una reducción de las ventas en el período actual.
Hb1: Dado un incremento en ventas (período sin crisis), la relativa magnitud de un aumento en los gastos para un incremento en las ventas en el actual período es mayor que la magnitud relativa de una disminución en los costos para una reducción de las ventas en el período actual.
Hb2: Dado un decremento en ventas (período con crisis), la relativa magnitud de un aumento en los gastos para un incremento en las ventas en el actual período es mayor que la magnitud relativa de una disminución en los costos para una reducción de las ventas en el período actual.
Las cuatro hipótesis son idénticas a las utilizadas por Anderson, Banker y Janakiraman (2003), solo diferenciando el período y los costos de los gastos. Ahora bien, los resultados financieros de las empresas se ven impactados en épocas de crisis económicas, ya sea por la volatilidad de sus ingresos o por la de sus costos y gastos. La flexibilidad y la rapidez con que las empresas reaccionan para reducir, controlar, o mitigar los desajustes entre sus ingresos y egresos es fundamental. Aparentemente se potencializa el concepto de la pegajosidad, lo cual puede ocurrir solo al inicio de un período de crisis económicas, a diferencia de los períodos de calma (Porporato y Werbin, 2012).3 Para demostrar este fenómeno se plantean hipótesis en dos escenarios: a) en años con crisis y b) en años sin crisis. El siguiente diagrama (ver Figura 1) presenta el modelo de las hipótesis a comprobar.
2. Metodología
Se solicitó a Economática Cloud4 los estados financieros de todas las compañías que cotizan en las bolsas de valores de México para el período de 1988 a 2017. Al respecto, se recibió la información de 148 emisoras. Al hacer una revisión de la información, se determinó que con anterioridad a 2001, esta venía incompleta, ya que no todas las emisoras reportaban las cifras en su totalidad. Por lo anterior, se depuró la base de datos de empresas de la muestra con tres criterios que mencionamos a continuación: a) que la información anual hubiera sido reportada por lo menos durante 15 años consecutivos, entre 2001 y 2017; b) no incluir sociedades o fondos de inversión y c) no incluir empresas de los sectores financiero y de la construcción, porque la composición de costos y gastos de estas compañías difiere en comparación con la de los sectores sí considerados.
Del resultado de la depuración, se obtuvieron cifras de 59 empresas con una muestra de 1000 estados financieros anuales,5 con lo que se construyó una base de datos que incluyó la siguiente información: total de activos, ventas, costo de ventas, gastos, otros ingresos y las utilidades o pérdidas de operación (EBIT).6
Durante el período de análisis, se identificó una etapa de cuatro años en la que se presentó una crisis financiera. Se aisló este período para identificar si había un comportamiento atípico entre los costos y gastos durante tiempos de crisis (2008-2011) y de no crisis (2001-2007 y 2012-2017).
Con el objeto de comparar las variables de estudio entre los dos períodos,7 se determinó como período de crisis al comprendido entre los años 2008 al 2011 (cuatro años), que corresponde con el período internacional de crisis financiera,8 y como período de estabilidad (sin crisis financiera) al comprendido entre 2002 y 2007, y 2012 y 2017 (doce años). Para estudiar el efecto de pegajosidad, se utiliza el modelo propuesto por Anderson, Banker y Janakiraman (2003).
Como variable de control, se clasificó a las empresas de acuerdo con el sector de actividad: comercio, industria y servicios. Por último, se calcularon y analizaron algunas razones financieras por empresa-año para medir liquidez, actividad, rentabilidad y estructura (Rodríguez, 2012; Ross, Waterfield y Jordan, 2018). Las razones seleccionadas se presentan en la Tabla 1 (ver Tabla 1).
Razón financiera | Descripción |
---|---|
Ingresos / Activos |
|
EBIT/ Ingresos |
|
EBIT / Activos |
|
Gastos / Ingresos |
|
Incremento de utilidades / Incremento de ventas |
|
Fuente: elaboración propia.
3. Resultados
Las 59 empresas que participaron en la muestra tienen en promedio un desempeño a razón de 12 % anual de EBIT sobre ingresos y de 8 % anual de EBIT sobre activos. Adicionalmente, como se observa en la Tabla 2 (ver Tabla 2), las variaciones que muestran las razones financieras entre los períodos con crisis y sin crisis son mínimas y no significativas estadísticamente hablando.
Razón financiera (N = 59 Emisoras) |
Período de la muestra |
Ingresos / Activos |
EBIT / Ingresos |
EBIT / Activos |
Gastos / Ingresos |
DOL |
---|---|---|---|---|---|---|
Comercio | 16 años | 1.27 | 0.08 | 0.08 | 0.25 | 1.18 |
Industria | 0.82 | 0.11 | 0.09 | 0.19 | 0.75 | |
Servicios | 0.51 | 0.17 | 0.08 | 0.28 | 1.01 | |
Total de la muestra | 0.81 | 0.12 | 0.08 | 0.22 | 0.88 | |
Razón financiera (N = 59 Emisoras) |
Período de la muestra |
Ingresos / Activos |
EBIT / Ingresos |
EBIT / Activos |
Gastos / Ingresos |
DOL |
Comercio | Años sin crisis (12 años) | 1.27 | 0.08 | 0.08 | 0.25 | 1.22 |
Industria | 0.80 | 0.11 | 0.09 | 0.19 | 0.72 | |
Servicios | 0.51 | 0.18 | 0.08 | 0.28 | 0.76 | |
Total de la muestra | 0.80 | 0.12 | 0.08 | 0.22 | 0.81 | |
Comercio | Años con crisis (4 años) | 1.26 | 0.08 | 0.08 | 0.26 | 1.04 |
Industria | 0.87 | 0.11 | 0.09 | 0.18 | 0.84 | |
Servicios | 0.52 | 0.15 | 0.07 | 0.29 | 1.75 | |
Total de la muestra | 0.85 | 0.12 | 0.08 | 0.22 | 1.09 |
Fuente: elaboración propia. La muestra comprende 9 empresas del sector comercio, 36 del industrial y 14 de servicios.
En la Tabla 2, sin embargo, también se observa estabilidad en todas las razones financieras, salvo en lo relativo al apalancamiento operativo (DOL) donde este índice es mayor en el período de los años de crisis (DOL = 1.09) versus años sin crisis (DOL = 0.81). Esta variación se acentúa principalmente en las empresas del área de servicios. La razón de este incremento se debe a la dificultad para reducir los costos fijos.
En cuanto al incremento anual en ventas, considerando todos los sectores, el aumento en los años sin crisis (11.03 %), es similar al incremento de los años con crisis (9.57 %), sin que se observe una diferencia significativa (P-Val = 0.303). en la Tabla 3 (ver Tabla 3) se muestra el comportamiento de los ingresos.
Crecimiento anual |
Todos los sectores |
Sector comercio |
Sector industria |
Sector servicios |
---|---|---|---|---|
Ventas | (59 empresas) | (9 empresas) | (36 empresas) | (14 empresas) |
Plazo de 16 años | 10.66 % | 10.74 % | 11.33 % | 8.86 % |
12 años sin crisis | 11.03 % | 11.10 % | 11.88 % | 8.75 % |
4 años con crisis | 9.57 % | 9.67 % | 9.68 % | 9.20 % |
Fuente: elaboración propia.
Para la prueba de hipótesis Ha1 y Ha2, a partir del modelo de regresión propuesto por Anderson, Banker y Janakiraman (2003) se obtienen resultados muy significativos, con buen nivel predictivo (de 52.22 % a 84.15 % de R2-adj.), considerando todos los sectores. En la siguiente tabla (ver Tabla 4), se analizan las ecuaciones de regresión del fenómeno de la pegajosidad de los costos en México para los diferentes períodos.
Análisis de varianza | Plazo, 16 años |
Años sin crisis | Años con crisis |
---|---|---|---|
Grados de libertad de la regresión | 939 | 703 | 235 |
F-Value | 594.61 | 385.19 | 624.68 |
P-Value | 0.00 | 0.00 | 0.00 |
Coeficiente |
0.8847 | 0.8822 | 0.9202 |
T-Value | 19.9 | 15.21 | 24.78 |
P-Value | 0.00 | 0.00 | 0.00 |
Coefficiente |
0.1392 | 0.1891 | -0.1294 |
T-Value | 2.00 | 2.15 | -1.95 |
P-Value Dec_Dum | 0.046 | 0.032 | 0.052 |
VIF | 2.57 | 2.68 | 2.29 |
R-sq(adj) | 55.84 % | 52.22 % | 84.15 % |
Fuente: elaboración propia.
La ecuación resultante para el plazo de 16 años para los costos pegajosos es:
El coeficiente
Los resultados indican que en los tres períodos hay rigidez de costos (el coeficiente es significativo Log (Vas t/Vas t-1) < 1), sin embargo, solo en períodos con crisis existe pegajosidad, ya que B1 = 0.9202 > 0, B2 = -0.1294 < 0 y |B1 |>| B2|. Esto confirma la hipótesis para el período con crisis de la pegajosidad de los costos durante un año calendario.
Para la prueba de hipótesis Hb1 y Hb2, a partir del modelo de regresión propuesto por Anderson, Banker y Janakiraman (2003), se obtienen resultados significativos (de 31.56 % a 34.58 % de R2-adj.). En la siguiente Tabla 5 (ver Tabla 5), se analizan las ecuaciones de regresión del fenómeno de la pegajosidad de los gastos en México.
Análisis de varianza | Plazo 16 años |
Años sin crisis | Años con crisis |
---|---|---|---|
Total (grados libertad) | 939 | 703 | 235 |
F-Value | 249.18 | 194.23 | 55.17 |
P-Value | 0.00 | 0.00 | 0.00 |
Coeficiente |
0.6885 | 0.7138 | 0.6294 |
T-Value | 15.02 | 12.86 | 8.19 |
P-Value | 0.00 | 0.00 | 0.00 |
Coefficiente |
-0.1037 | 0.0842 | -0.246 |
T-Value | -1.44 | -1.05 | -1.8 |
P-Value Dec_Dum | 0.149 | 0.293 | 0.074 |
VIF | 2.57 | 2.68 | 2.29 |
R-sq(adj) | 34.58 % | 35.47 % | 31.56 % |
Fuente: elaboración propia.
La ecuación resultante para el plazo de 16 años para los gastos pegajosos es:
Los resultados indican que en los tres períodos hay rigidez de gastos (el coeficiente B1 es significativo Log (Vtast / Vtast-1) < 1), sin embargo, solo en períodos con crisis existe pegajosidad ya que B1 = 0.6294 > 0, B2 = -0.246 < 0 y |B1 |>|B2 |. Esto confirma la hipótesis para el período con crisis de la rigidez de los gastos durante un año calendario.
4. Conclusiones
Lo novedoso de la presente investigación resulta en estudiar por separado el efecto de pegajosidad tanto en los costos como en los gastos de las empresas, y determinar su diferencia. Otra de las contribuciones del estudio es tratar de conocer cómo se presenta la pegajosidad en épocas de crisis y en épocas de no crisis o estabilidad.
El crecimiento anual en ventas de las 59 empresas de estudio, durante el período sin crisis (12 años) fue de 11.03 %, muy similar al período con crisis (4 años) de 9.57 %, sin que se observe una diferencia estadísticamente significativa. Adicionalmente, se aprecia en general un desempeño satisfactorio durante el plazo de estudio de 16 años de 12 % anual de EBIT sobre ingresos y 8 % anual de EBIT.
En cuanto a las pruebas de hipótesis, se comprueba la existencia de pegajosidad en períodos de crisis, lo que coincide con la teoría desarrollada en otros países (Anderson, Banker y Janakiraman, 2003) tanto de los costos como gastos. En particular, los costos parecen ser más rígidos en los años con crisis, mientras que los gastos parecen ser más rígidos en los años sin crisis.
La pegajosidad de los costos y gastos siempre impacta los resultados de las empresas, incluyendo su flujo de efectivo, ya que su efecto de incremento o reducción (variación porcentual) tiene tasa diferente a la de los ingresos, pero también depende de la rápida reacción de la administración para que tales impactos puedan ser mitigados lo antes posible.
Es importante analizar los costos y gastos por separado, ya que su comportamiento es asimétrico, por lo que considerar ambos conceptos como uno solo podría perjudicar la eficiencia y rentabilidad de la empresa. En resumen, hay que cuidar más los costos en años sin crisis y los gastos en años con crisis. De la forma cómo reaccionan las empresas para controlar sus costos y gastos depende el 100 % de sus resultados financieros. En el caso de las empresas mexicanas analizadas, la mayoría pudo hacerle frente a los períodos de crisis internacionales, ya que lograron mantener sus niveles de eficiencia y rentabilidad en el transcurso del tiempo.
Para futuras investigaciones, se recomienda profundizar sobre el conocimiento y razones que hacen que un costo o gasto sea pegajoso, y entender la razón por la cual en México la crisis de 2008 no afectó como en otros países.