La pandemia de COVID-19 que comenzó en China se ha expandido rápidamente para afectar a todo el mundo en cuestión de meses. Las manifestaciones principales incluyen un síndrome febril acompañado de síntomas respiratorios; sin embargo, cada vez se reportan más casos de afección sistémica, incluyendo la cardiaca y del sistema nervioso central. En la serie de Ling et al. se estudiaron 214 pacientes con COVID-19; 78 (36.4 %) presentaron manifestaciones neurológicas clasificadas en cuatro grupos principales: enfermedad vascular cerebral aguda, alteraciones de la consciencia, afección del sistema nervioso periférico y manifestaciones musculares.1 En otro reporte publicado por Li et al. se describe que de 221 pacientes con COVID-19, 13 desarrollaron enfermedad vascular cerebral aguda con infarto cerebral, trombosis venosa y hemorragia intracerebral.2
El síndrome de dificultad respiratoria aguda es la principal causa de mortalidad en los pacientes con COVID-19, lo que se explica por la intensa reacción inflamatoria pulmonar.3 Existe evidencia de que el virus podría invadir el sistema nervioso central a través del tallo cerebral y afectar la regulación de los centros respiratorios, contribuyendo a la insuficiencia respiratoria refractaria, así como al desarrollo de algunas manifestaciones como la hiposmia y la disgeusia.4
En México cada vez se identifican más casos de COVID-19, por lo que debemos tener en mente complicaciones infecciosas y parainfecciosas que afectan al sistema nervioso tales como encefalitis, crisis convulsivas, síndrome de Guillain-Barré, encefalomielitis diseminada y leucoencefalitis hemorrágica, trastornos que pueden presentarse durante o después de infecciones virales. Un síntoma neurológico podría ser la primera manifestación de COVID-19.