COVID-19, la enfermedad provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, ha afectado aproximadamente a nueve millones de personas en todo el mundo.1 Todas las instituciones sanitarias han tenido que revisar sus capacidades y sistemas para combatir esta enfermedad. La gestión hospitalaria ha tenido que replantearse sus parámetros referentes al personal, los equipos y el número de camas.2 Muchos hospitales han tenido que sufrir reestructuraciones en su combate contra esta enfermedad.
En Turquía, el Ministerio de Salud y el gobierno han tomado decisiones muy importantes y acertadas con la ayuda de un consejo asesor, el Consejo Científico, compuesto por académicos y expertos.
Es de suma importancia transmitir las prácticas y experiencias adquiridas en la gestión hospitalaria durante el proceso de la pandemia.
Sugerencias
La gestión hospitalaria debería tomar en consideración las indicaciones siguientes relativas a la reestructuración de los hospitales durante el periodo de la pandemia.
– Los hospitales de cada región o ciudad deberían estar estructurados para proporcionar servicios exclusivos a pacientes de la pandemia desde el principio, es decir, constituirse en hospitales pandémicos.
– Los gerentes de los hospitales deberían crear un comité formado por profesionales de las áreas científicas pertinentes, que se encargue de tomar las decisiones y realizar los preparativos necesarios. Este comité debería contar con autorización plena para la toma de decisiones.
– Los hospitales deberían integrarse inmediatamente al sistema nacional de salud. La información referente a los pacientes y a los datos de los hospitales debería estar disponible en el sistema nacional de salud.
– Se debería proporcionar formación e información a todo el personal hospitalario en cuanto al uso de equipo de protección personal y a la enfermedad, proceso que debería quedar registrado.
– Se deben tomar medidas para asegurar que todos los datos acerca de los pacientes se puedan integrar en un sistema de registro sanitario local o nacional y se deberían asignar equipos para el control del flujo de datos.
– La responsabilidad de evaluar, controlar y tratar a los pacientes con COVID-19 debería recaer en expertos en enfermedades infecciosas, enfermedades cardiopulmonares, cuidados intensivos y servicios de urgencias hospitalarias. Se debe mantener una comunicación continua con el personal responsable.
– Los directores provinciales y regionales deberían mantener reuniones periódicas con el director del hospital con la finalidad de evaluar el proceso.
– Las decisiones se deberían notificar por escrito a todo el personal sanitario que trabaje en las unidades.
– Las peticiones y quejas del personal sanitario se deberían evaluar con serenidad. Se debería actuar con transparencia y alentar siempre al personal.
– No se debería permitir la circulación por las áreas hospitalarias sin portar mascarillas, medida que debería incluir al personal administrativo.
– Debería establecerse un sistema de intercambio de información en tiempo real mediante un sistema de gestión de información de los hospitales en cuanto al número de casos de COVID-19 ingresados, número de trabajadores hospitalarios activos, camas disponibles y situación de los aparatos (número de respiradores disponibles, etcétera).
La consideración de lo anterior por parte de los gerentes de los hospitales asegurará una gestión satisfactoria de la pandemia.