Hemos leído con interés el trabajo de Soto-Briseño et al.1 sobre la validación de la versión en español de la Escala Miedo al COVID-19 (FCV-19S) en población mexicana, y tenemos dos observaciones:
1) Para la fecha de envío a evaluación del artículo (05/03/2021, según consta en el mismo), ya se encontraban en línea al menos tres documentos más que validaban la escala en población latinoamericana, diferentes a las dos versiones en español que citaron los autores: uno relativo a población general de Argentina y otro a población adulta de Perú; además de una validación transcultural latinoamericana de siete países, incluido México.2 De haberse consultado estas publicaciones, seguramente las discusiones del trabajo hubiesen sido más sustanciales teórica y metodológicamente; más aún si se tiene en cuenta que los estudios anteriores reportaron modelos bidimensionales, bifactor o bifactor parcial.
2) En el artículo se determinó que el mejor modelo es el tercero con correlaciones de errores entre las preguntas 3, 6 y 7. Correlacionar errores para mejorar los índices de ajuste de un modelo es una práctica común en este tipo de estudios, pero que no considera el impacto sobre la fiabilidad del instrumento. Este tipo de modelos puede producir una sobre o subestimación de la fiabilidad debido a la presencia de varianza no asociada al constructo y generar un sesgo en la interpretación de la precisión de la medición.3 Se debe considerar el impacto de los errores correlacionados en la estimación de la fiabilidad y emplear coeficientes corregidos para no distorsionar la fiabilidad de la medición.