Antecedentes
Los síndromes aórticos agudos, que abarcan afecciones como disección aórtica, hematoma intramural y úlcera aórtica sintomática, son trastornos cardiovasculares críticos. El diagnóstico y el tratamiento oportunos son esenciales para reducir la morbilidad y la mortalidad, desafíos que persisten a pesar de los avances en la atención médica.1,2
Los aneurismas aórticos (AA) denotan dilataciones aórticas localizadas que conducen a debilitamiento de las paredes de los vasos y mayor riesgo de mortalidad. Normalmente, el AA se define por un diámetro superior a 3 cm o un incremento de 50 % en el diámetro del vaso.3-5 La etiología del AA varía según la ubicación anatómica, debido a las diferencias en el origen embriológico de las células del músculo liso entre la aorta torácica y la abdominal: mientras que la aorta torácica surge de la cresta neural, lo que la hace estructuralmente más fuerte y menos susceptible a la degeneración aneurismática, la aorta abdominal deriva del mesodermo.6,7
En 2022, Isselbacher et al.5 publicaron las nuevas pautas para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad aórtica; entre las recomendaciones, los autores evidenciaron un riesgo de por vida de aneurisma aórtico abdominal (AAA) de 8.2 % en hombres y de 10.5 % en los fumadores activos; además, los autores afirman que el incremento no es lineal, por lo que tiende a acelerarse a medida que evolucioná el AAA. Los estudios en población latinoamericana o mexicana son escasos.
El desarrollo del aneurisma implica tres cambios estructurales y bioquímicos clave: aumento de la proteólisis, inflamación y apoptosis de las células del músculo liso.4-6,8 La prevalencia de AA entre hombres mayores de 65 años se estima entre 5 y 10 %.9 Sin embargo, la prevalencia de AA en la población hispana sigue siendo un tema de debate; algunos estudios indican una tasa de 0.86 %,10,11 mientras que otros se alinean con los hallazgos de series latinoamericanas y norteamericanas.4,12-16
Aunque investigaciones previas han arrojado luz sobre la prevalencia del AA y el tratamiento quirúrgico en pacientes mexicanos,4,16-18 persiste una importante brecha de conocimiento acerca de la mortalidad y las hospitalizaciones secundarias a AA en la población mexicana. En la revisión sistemática de la enfermedad aórtica en México realizada por Barragán Galindo et al. se identificaron 429 aneurismas aórticos abdominales y torácicos.17 Además, un estudio multicéntrico realizado por Hinojosa et al. informó una prevalencia de 3.08 %,19 consistente con la literatura internacional. Sin embargo, los datos detallados sobre los resultados de hospitalización y mortalidad relacionadas con AA en México siguen siendo escasos.
Por lo tanto, el objetivo principal de este estudio fue proporcionar un análisis integral de la mortalidad y las hospitalizaciones secundarias a aneurismas y disecciones aórticos (código I71 de la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades) en México de 2010 a 2020. Se buscó abordar la brecha crítica en el conocimiento, y ofrecer información valiosa sobre la epidemiología de los AA en la población mexicana. Al hacerlo, la finalidad fue informar las estrategias de atención médica y contribuir a mejorar los resultados en los pacientes.
Material y métodos
Se llevó a cabo estudio observacional, transversal y retrospectivo en el que se analizaron las muertes y hospitalizaciones por aneurismas y disección de aorta (CIE-10: I71) ocurridas en México de 2010 a 2020. La información se obtuvo de bases de datos de acceso abierto publicadas por la Dirección General de Información en Salud, que incluyen hospitalizaciones y mortalidad y que están disponibles en el sitio web de la Secretaría de Salud de México. La causas de muerte y las hospitalizaciones se filtraron utilizando el código CIE-10: I71 (aneurisma y disección aórticos) para integrar un conjunto de datos.
Análisis estadístico
El análisis se realizó en Stata 16; los datos numéricos se informaron como frecuencias y porcentajes. Se obtuvieron las medias y se compararon con la prueba t de Student. Después de filtrar los datos por año, la mortalidad hospitalaria se obtuvo mediante la siguiente fórmula:
Número de pacientes hospitalizados que fallecieron/número de pacientes hospitalizados × 100
Se obtuvo una razón entre las muertes de la población general que recibió atención médica y las muertes hospitalarias por entidad federativa de ocurrencia. Se realizaron regresiones logísticas bivariadas considerando como variable dependiente la ubicación anatómica y la muerte intrahospitalaria. Por último, se obtuvo un modelo de regresión logística con la atención médica como variable dependiente.
En el contexto del presente estudio, la atención médica se definió como cualquier ayuda genérica brindada por cualquier profesional sanitario, mientras que las muertes intrahospitalarias se precisaron como las ocurridas en pacientes que ingresaron al hospital.
Resultados
En un período de 11 años se registraron 6049 muertes de población general, 2367 hospitalizaciones y 476 muertes intrahospitalarias (20.1 %). En la Tabla 1 se detallada la mortalidad y las hospitalizaciones por año de ocurrencia. En la Figura 1 se presenta el número de muertes de la población general por entidad federativa de ocurrencia.
Año | Muertes (n = 6049) | Hospitalizaciones (n = 2367) | Muertes hospitalarias (n = 476) | % mortalidad hospitalaria | ||
---|---|---|---|---|---|---|
n | % | n | % | |||
2010 | 489 | (8.0) | 215 | (9.0) | 40 | 18.6 |
2011 | 504 | (8.3) | 246 | (10.3) | 48 | 19.5 |
2012 | 469 | (7.7) | 277 | (11.7) | 52 | 18.7 |
2013 | 523 | (8.6) | 227 | (9.5) | 61 | 26.8 |
2014 | 511 | (8.4) | 260 | (10.9) | 53 | 20.3 |
2015 | 594 | (9.8) | 212 | (8.9) | 54 | 25.4 |
2016 | 562 | (9.2) | 242 | (10.2) | 49 | 20.2 |
2017 | 564 | (9.3) | 171 | (7.2) | 35 | 20.4 |
2018 | 622 | (10.2) | 232 | (9.8) | 42 | 18.1 |
2019 | 618 | (10.2) | 164 | (6.9) | 20 | 12.1 |
2020 | 592 | (9.7) | 121 | (5.11) | 22 | 18.1 |
En cuanto a las defunciones de la población general, la edad media de ocurrencia de la muerte fue de 69.5 años (69.1-69.9), 4238 defunciones se registraron en hombres (70 %) y se realizaron 553 autopsias (10.7 %). La Tabla 2 resume el número de muertes, hospitalizaciones y muertes hospitalarias por ubicación anatómica.
Patología anatómica | Muertes (n = 6049) | Hospitalizaciones (n = 2367) | Muertes hospitalarias n = 476 | |||
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n | % | n | % | n | % | |
Disección aórtica | 1 394 | 23 | 506 | 21.3 | 123 | 25.8 |
Aneurisma abdominal torácico | 354 | 5.8 | 243 | 10.2 | 29 | 6 |
Aneurisma aórtico abdominal | 2 676 | 44.2 | 899 | 37.9 | 208 | 43.7 |
Aneurisma toracoabdominal | 86 | 1.4 | 50 | 2.1 | 14 | 2.9 |
Localización no especificada | 1 538 | 25.4 | 669 | 28.2 | 102 | 21.3 |
En cuanto a las hospitalizaciones, la edad media al ingreso hospitalario fue de 60.6 años (59.8-61.4), 1543 fueron hombres (65.1) y la duración media de la estancia hospitalaria fue de 9.1 días (8.6-9.6). Además, el peso medio fue de 67.7 kg (66.6-68.8), la talla media de 162.2 cm (161.4-16.3) y el índice de masa corporal medio de 25.6 kg/m2 (25.2-25.9).
De las muertes de la población general registradas durante el período de estudio, 5297 pacientes (92.3 %) recibieron atención médica, mientras que 438 (7.6 %) no. En la Figura 2 se presenta la razón de muertes de la población general que recibió atención médica/muertes hospitalarias.
Al comparar la edad media al morir, se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre el grupo de muertes de la población general y las muertes intrahospitalarias: 69.5 (69.1-69.9) versus 64.1 (62.6-65.7), respectivamente (p < 0.001); según la localización anatómica, se identificó una diferencia estadísticamente significativa entre las muertes registradas en la población general y la mortalidad hospitalaria (Tabla 3). En cuanto a las hospitalizaciones secundarias a ruptura del AAA, en el período estudiado ingresaron 149 pacientes. La edad media de los pacientes fue de 65. años 6 (62.8-68.4); 53 de ellos (35.5 %) tenían menos de 65 años en el momento del ingreso, con una edad media de 47.8 (43.4-52.2).
Localización anatómica | Muertes (n = 6049) | Mortalidad intrahospitalaria (n = 476) | p |
---|---|---|---|
Disección aórtica | 65.3 (64.4-66.2) | 54.7 (51.6-57.7) | < 0.001 |
Aneurisma abdominal torácico | 60.1 (57.9-62.3) | 56.1 (50-62.3) | < 0.001 |
Aneurisma aórtico abdominal | 74.06 (73.5-74.5) | 70.9 (69-72.8) | < 0.001 |
Aneurisma toracoabdominal | 66.5 (63-69.9) | 63.3 (54.2-72.4) | > 0.05 |
Localización no especificada | 67.7 (66.8-68.7) | 64.3 (60.6-68) | 0.03 |
En la Tabla 4 se presenta un modelo de regresión logística de muertes de la población general en México a partir de variables que influyen en la recepción de atención médica.
Log Likelihood: −1010.62; pseudo R2: 0.049; (n = 4,109); Cons: 0.06 | ||||
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Variable | RM | Error estándar | Z | p |
Hablante de lengua indígena | 0.34 | 0.08 | −4.36 | < 0.001 |
Residencia en zona rural | 0.59 | 0.09 | −3.20 | 0.001 |
Edad | 1.02 | 0.00 | 8.76 | < 0.001 |
Sexo masculino | 1.36 | 0.43 | 1.84 | 0.06 |
En la Figura 3 se presentan regresiones logísticas bivariadas de muertes hospitalarias según la localización anatómica.
Discusión
En este estudio, presentamos el primer análisis epidemiológico integral en México de mortalidad y hospitalizaciones relacionadas con aneurismas y disecciones aórticos y AA durante una serie nacional de 11 años. Nuestro objetivo es subrayar la importancia crítica de la detección temprana. Es digno de mención que la evidencia previa sugiere una disminución en la prevalencia de AA;20 sin embargo, México carece de políticas nacionales de detección, lo que dificulta el análisis de las tendencias de prevalencia. Estudios mexicanos anteriores, realizados principalmente en entornos de un solo centro, han informado tasas de prevalencia estimadas que oscilan entre 5 y 10 %.16,20-22 Estas estimaciones pueden correlacionarse con el incremento observado en la mortalidad relacionada con AA no solo en México, sino también en toda América Latina.20,23
Nuestro análisis integral de 11 años revela que, si bien las tasas de mortalidad hospitalaria se han mantenido relativamente estables, las muertes de la población general se incrementaron 25 % durante el período de estudio. Esta marcada diferencia subraya la necesidad apremiante de realizar evaluaciones exhaustivas e intervenciones oportunas.
A pesar de la creciente evidencia que respalda la efectividad de los programas nacionales de detección, como el Multicenter Aneurysm Screening Study (MASS),24,25 que ha llevado a reducciones significativas en la mortalidad aórtica, la AA sigue siendo un importante factor de riesgo de muerte en numerosos países. Actualmente, solo unos pocos países, incluidos Reino Unido, Suecia, algunas partes de Noruega y Estados Unidos han implementado programas de detección similares.26,27 México y otras naciones latinoamericanas se beneficiarán enormemente de la adopción de iniciativas similares. En cuanto a los métodos de detección, los antecedentes familiares de AAA y el antecedente de tabaquismo son dos factores de riesgo importantes por considerar al seleccionar a los pacientes que se beneficiarían con la realización de una ecografía abdominal.5
En una carta al editor, Hinojosa et al.20 al analizar datos abiertos de mortalidad en México que abarcan de 1998 a 2012, identificaron un incremento en las tasas de mortalidad relacionadas con AA y disecciones aórticas, con una edad promedio de 69.1 años. Nuestro análisis hace eco de esos hallazgos y revela una edad media similar de 69.5 años y un total de 6049 muertes durante el período de estudio. Estos resultados paralelos sugieren un ligero progreso en la comprensión y el diagnóstico de estas condiciones.17
En nuestro análisis, observamos que los pacientes que experimentaron muertes en el hospital tendían a ser más jóvenes que aquellos de la población general que sucumbieron por aneurismas y disecciones aórticos y AA. En particular, las dos causas más frecuentes de muerte hospitalaria fueron aneurismas y disecciones aórticos y AAA, y las edades medias se alinearon estrechamente con las de estudios previos.28,29 El mayor número de muertes de la población general en comparación con las hospitalarias sugiere que existen oportunidades sustanciales para mejorar las tasas supervivencia entre los pacientes con aneurismas y disecciones aórticos y AA.
La ruptura del AAA sigue siendo una complicación grave y común, responsable de aproximadamente 10 000 muertes en Estados Unidos.30 Conlleva una tasa de mortalidad de hasta 80 %, y hasta la mitad de estos pacientes no llega a tiempo a la atención médica. Sorprendentemente, un tercio de los pacientes ingresados en el hospital debido a ruptura del AAA en nuestro estudio tenían menos de 65 años, por debajo del umbral de edad de detección actual. Este hallazgo coincide con series anteriores31,32 y subraya la necesidad de actualizar los protocolos de investigación para obtener una comprensión más profunda de esta patología, revisando potencialmente los criterios de detección para prevenir complicaciones tan catastróficas. Dado que los AA suelen ser asintomáticos hasta que se produce la ruptura,26 puede haber un problema importante de infradiagnóstico. Además, como mencionaron Isselbacher et al.5 en sus guías actualizadas, algunos pacientes seleccionados menores de 65 años pueden tener un mayor riesgo de desarrollar AAA, por lo que estos últimos destacan la importancia de mejorar nuestra comprensión de los AA.
En nuestro estudio, también descubrimos disparidades regionales en asistencia médica y tasas de mortalidad hospitalaria. Estados como Durango y Oaxaca, dos de los más grandes en términos de extensión territorial,33 exhibieron algunas de las proporciones más bajas. Las discrepancias en estos índices podrían atribuirse a la mayor proporción de unidades de atención primaria a la salud en Oaxaca y Guerrero. Sin embargo, a pesar de la disponibilidad de estas unidades, factores como la dispersión de las poblaciones indígenas y los tiempos de viaje más largos para acceder a ellas en esas entidades federativas pueden ser la causa de las tasas más bajas de asistencia médica y muerte hospitalaria.33 Además, la limitada alfabetización sanitaria entre las poblaciones desatendidas impidió aún más su capacidad para acceder a la atención médica.34,35 Nuestros hallazgos indican que hablar una lengua indígena y residir en áreas rurales se asociaron a menores probabilidades de recibir atención médica, lo que destaca el riesgo persistente de atención médica inadecuada en las poblaciones desatendidas en México.
En conclusión, los aneurismas y disecciones aórticos y AA constituyen causas importantes de muerte en todo el mundo, y la evidencia emergente sugiere una mayor incidencia entre la población hispana de la que se informó con anterioridad. La escasez de datos epidemiológicos sobre muertes generales, muertes hospitalarias y hospitalizaciones relacionadas con los aneurismas y disecciones aórticos y AA en los países de América Latina subraya la necesidad urgente de programas de prevención de enfermedades y detección activa para abordar las disparidades identificadas en nuestro estudio.
Limitaciones
Las información para este estudio se obtuvo de bases de datos de acceso público, susceptibles al subregistro o la errónea codificación, lo que podría afectar la integridad y precisión de nuestro análisis.
Es importante señalar que los registros abiertos de hospitalización utilizados en este estudio cubren exclusivamente casos ocurridos en hospitales públicos. Como resultado, no podemos extrapolar nuestros hallazgos al ámbito privado, ya que la distribución de los casos puede diferir significativamente.
Nuestro estudio representa un esfuerzo pionero, ya que constituye el primer análisis epidemiológico de este tipo realizado en México. Al utilizar fuentes de datos de acceso público, nos hemos embarcado en el viaje crucial de comprender la epidemiología de los aneurismas y disecciones aórticos en la población mexicana. Sin embargo, es importante reconocer que las limitaciones de los datos, incluido el potencial de subnotificación o codificación errónea, requieren una interpretación cautelosa de nuestros hallazgos.