Introducción
Helicobacter pylori (H.pylori) es una bacteria que ha infectado al ser humano desde la prehistoria, prueba de ello es la momia Otzi, encontrada en los alpes italianos, en la región Ötzal, también conocido como “hombre del hielo”1,24, en la cual se detectó el genoma de Helicobacer pylori en el estómago.
El cáncer gástrico12 invasivo esta precedido por un proceso precanceroso que dura varias décadas y ofrece amplias oportunidades para descubrir y tratar lesiones precancerosas.9 Cuando están en un estadio avanzado merecen un seguimiento endoscópico periódico para identificar las lesiones antes de que lleguen a la etapa de cáncer invasivo.2,16,17
Existen estudios que demuestran que en presencia de reflujo duodenogástrico, la penetrancia, colonización e infección por Helicobacter pylori es menor; sin embargo, otros autores concluyen que no existe esta relación.3,6,7,8,13,14,20 Esta investigación está orientada a conocer si existe una asociación (negativa o positiva) entre el reflujo duodenogástrico y las gastritis crónicas por Helicobacter pylori, con la finalidad de generar conocimiento que contribuya al acervo científico, el cual, permita a futuro desarrollar nuevas estrategias de prevención, tratamiento y vigilancia.15,22,23
Objetivo
Esta investigación está orientada a conocer si existe una asociación (directa o indirecta) entre el reflujo duodenogástrico y las gastritis crónicas por Helicobacter pylori,11 con la finalidad de generar conocimiento que contribuya al acervo científico, el cual, permita a futuro desarrollar nuevas estrategias de prevención, tratamiento y vigilancia.4,25,26
Material y Metodos
Se recolectaron los datos de pacientes, se les realizo panendoscopía diagnóstica en el departamento de endoscopia del Hospital Central Militar desde marzo del 2018 a febrero del 2019, por medio de una entrevista clínica y una hoja de recolección de datos. De 3107 pacientes a los que se les realizó panendoscopía diagnóstica, se detectaron 675 con reflujo duodenogástrico (RDG), que fueron los que se incluyeron como población motivo de estudio y de los cuales se excluyeron para estudio a 217 por no habérseles tomado biopsias de mucosa gástrica durante el procedimiento endoscópico.18 En total se evaluaron 458 pacientes con diagnóstico endoscópico de RDG, de los cuales el 68 % (312 pacientes) fueron del sexo femenino y el 31.87 % (146 pacientes) del sexo masculino.4,5
De nuestra población se seleccionó la muestra, conformada por pacientes con diagnóstico endoscópico de reflujo duodenogástrico (RDG) y que contaron con biopsias de mucosa gástrica. Se acudió al servicio de anatomía patológica y se obtuvieron los reportes histopatológicos de las biopsias. Se clasificó a los pacientes con RDG en 4 grupos diferentes, según los resultados histopatológicos en: Pacientes con gastritis biliar y con gastritis por Helicobacter pylori. Pacientes con gastritis biliar sin gastritis por Helicobacter pylori. Pacientes sin gastritis biliar con gastritis por Helicobacter pylori. Pacientes sin gastritis biliar y sin gastritis por Helicobacter pylori. Se recopilaron los datos y se capturaron en una base de datos diseñada en Excel. Se realizó una estadística descriptiva para las variables clínicas y una estadística inferencial para determinar si existe una asociación entre gastritis biliar y gastritis por Helicobacter pylori.
Resultados
En el grupo evaluado de los 458 pacientes con reflujo duodenogástrico, el 44.1% (202 casos) presentaron gastritis química o biliar por reporte histopatológico (GQ), y el 55.9% (256 casos) no resultaron con esta condición (Figura 1).
En el grupo de pacientes con reflujo duodenogástrico y gastritis química o biliar (n=202), el 22.7% (46 casos) presentó en el reporte histopatológico gastritis por Helicobacter pylori y el 77.2% (156 casos) no presentaron gastritis por dicha bacteria. En los pacientes con reflujo duodenogástrico y sin gastritis biliar (n=256), el 92.57% (237 casos) presentó gastritis por Helicobacter pylori en el reporte histopatológico y el 7.4% no presentó esta condición (Figura 2).
En los pacientes con reflujo duodenogástrico, gastritis biliar y gastritis por Helicobacter pylori (n=46), se detectaron 5 pacientes (10.86 %) con metaplasia intestinal incompleta por histopatología.10,21 En el grupo de pacientes con reflujo duodenogástrico, gastritis biliar y sin gastritis por Helicobacter pylori (n=156), se detectaron 31pacientes (19.87%) con metaplasia intestinal por histopatología. En el grupo de pacientes con reflujo duodenogástrico, sin gastritis biliar y con gastritis por Helicobacter pylori (n=237), 7.59% (18 pacientes) presentaron metaplasia intestinal, 14 de ellos metaplasia intestinal completa y 4 con metaplasia intestinal incompleta. En el grupo de pacientes con reflujo duodenogástrico, sin gastritis biliar y sin gastritis por Helicobacter pylori (n=19), no se detectaron casos de metaplasia intestinal.
Discusión
Existe una asociación alta de tipo indirecto entre la gastritis biliar y gastritis por Helicobacter pylori en pacientes con reflujo duodenogástrico o biliar. Aproximadamente la mitad de los pacientes con reflujo duodenogástrico presentan gastritis biliar con el riesgo de desarrollar metaplasia intestinal considerada una lesión premaligna, por lo que se debe dar seguimiento a los pacientes en los que se detecte. La gastropatía mixta (gastritis biliar y por Helicobacter pylori) es un factor de riesgo para mayor daño a la mucosa gástrica,18,19 como es la expresión de metaplasia intestinal, que la gastritis causada por una sola de las variables (gastritis biliar o gastritis por Helicobacter pylori). La prevalencia de gastritis por Helicobacter pylori en los pacientes con reflujo duodenogástrico es similar a la reportada en la población general mexicana para adultos del 60%.