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Andamios

versión On-line ISSN 2594-1917versión impresa ISSN 1870-0063

Andamios vol.2 no.3 Ciudad de México dic. 2005

 

Reseñas

 

La relación entre teoría y praxis en los movimientos sociales

 

Oscar Rosas Castro*

 

Claudio Albertani (coord.), Imperio y movimientos sociales en la edad global. México: Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2004, 360 pp.

 

* Equipo de redacción de la revista Andamios de la Universidad Autónoma de México. Correo electrónico: oscarrosas23@yahoo.com.mx

 

Fecha de recepción: 30/05/2005
Fecha de aceptación: 19/07/2005

 

El presente libro trata de definir herramientas conceptuales que ayuden a comprender la manera en que Estados Unidos ejerce su dominio sobre Occidente, para encontrar formas alternas de lucha que contrarresten ese poder.

Ya en 2000, Michael Hardt y Antonio Negri habían publicado los resultados de su investigación, culminada en 1997, con el título Empire, a partir del cual resurgió el debate teórico de los movimientos sociales en las ciencias que se ocupan del tema.

Ante la promesa de ser el libro que marcaría las nuevas tendencias de los movimientos sociales, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, por medio de su posgrado en Pensamiento y Cultura en América Latina, impartió un seminario a lo largo de 2003, atendiendo la sugerencia de discutir el tema. Se invitó a personalidades que dieron sus puntos de vista en ponencias y mesas de discusión que, al ser compiladas, formaron el volumen Imperio y movimientos sociales en la edad global.

Este libro se divide en tres apartados: primero presenta el panorama global, recordando los últimos sucesos de la década de los noventa; posteriormente muestra diferentes referencias empíricas de movimientos sociales recientes y la manera en la que han aparecido nuevas formas de concebir y actuar en la política; por último los autores se concentran en la crítica, fundada en algunos casos de estudio, a las tesis teóricas de Hardt y Negri.

La primera parte inicia con el ensayo "El ajedrez del imperio" del sociólogo argentino Atilio Boron, quien hace un recuento histórico de la segunda parte del siglo XX, expone cómo Estados Unidos ha ejercido su poder en defensa de sus intereses y la manera en que se manifiesta económica, política, militar e ideológicamente, creando instituciones internacionales, discursos académicos y amenazas militares que legitimen sus intereses (como las tendencias políticas de los estadounidenses al prepararse para el futuro en materia de energéticos y obtención de agua).

El segundo ensayo, "Neoimperio y sociedad civil" de Alfredo Jalife–Rahme, expone y argumenta desde la economía, la forma en que Estados Unidos funciona como un "neoimperio" y, bajo la máscara de la democracia, hace uso de estrategias militares para salir de su crisis económica, apelando a la vieja política de la economía de guerra y utilizando su poderío bélico para garantizar sus energéticos en el futuro, todo ello acompañado de cifras que evidencian la otra cara de la democracia estadounidense.

La segunda parte del libro hace un recorrido por tres casos concretos de los movimientos sociales frente a la globalización. En "Génova para nosotros. Bloques negros, monos blancos y zapatistas en el movimiento contra la globalización capitalista", Claudio Albertani hace una breve descripción de los sucesos de Génova en julio de 2001, con dos ejemplos de la diversidad existente en los manifestantes que se pronunciaron contra las reuniones del G8, y la apropiación del discurso del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en la política italiana.

Con la experiencia del activismo político y el movimiento indígena ecuatoriano de los años 90, Nina Pacari relata en el texto "Ecuador: el auge de las identidades frente a la globalización", el modo en que los indígenas han ejercido sus derechos políticos hasta la conformación del partido político Kichwa Pachakutik, que apelando a sus principios filosóficos ancestrales plantean nuevas formas de hacer política.

"La guerra del gas en Bolivia" de Raquel Gutiérrez aborda los movimientos sociales bolivianos que emergieron, en este nuevo siglo, para oponerse a las compañías transnacionales que querían explotar los recursos naturales, particularmente el agua y el gas. En su análisis, Gutiérrez nos deja ver la forma en que se materializa la lucha contra la globalización desde pequeñas regiones, mostrando herramientas, experiencias, antecedentes y estrategias de resistencia.

La tercera parte del libro se concentra en la discusión generada a partir de la publicación de Empire de Hardt y Negri. En el artículo "Antonio Negri, 'Imperio' y la extraña trayectoria del obrerismo italiano", Claudio Albertani contextualiza el pensamiento de Antonio Negri —participante del obrerismo italiano— y sugiere que es un punto de referencia plausible desde el cual se puede abordar ese libro, también expone una dura crítica a conceptos como "Multitud", "Obrerismo", y a las tesis de la "tendencia a la desaparición del Estado", que también discutió con intensidad la sociología del riesgo en la década de los 90.

En "Ascenso del movimiento y la caída del partido–sindicato. Crítica a la teoría marxista clásica de la organización política", Patrick Gun Cuninghame revisa las principales corrientes teóricas de los movimientos sociales y la relación partido–sindicato formulada por Gramsci y muestra cuáles son los retos de las ciencias sociales ante las nuevas expresiones de movilización globales, dejando ver con ello las limitantes de Empire.

En "Poder y antipoder", John Holloway, quien ha despertado también una fuerte discusión a partir de la publicación de su libro Cambiar el mundo sin tomar el poder (2002), sugiere reflexionar y actuar contra el capitalismo a través de aquellas fisuras con las que nos encontramos cotidianamente y por medio de las cuales se puede escapar de ese modelo económico sin recurrir al Estado, ya que, de ser así, implicaría otorgar la posibilidad de absorción del sistema y permitir que éste se adapte a las formas de manifestación en su contra.

En oposición a lo anterior, Atilio Boron califica a Holloway de quimérico al considerar que se pueda conquistar el mundo sin la toma del poder, además de no tener respuesta al propio reto que propone, y no hay referencia alguna que permita imaginar cómo pudiese suceder; sin embargo Boron retoma propuestas como la de los zapatistas, quienes conciben el "poder" de una forma diferente a la de la teoría social y política, que permite vislumbrar posibilidades y alternativas reales de reestructuración de la sociedad actual. Su ensayo "El debate sobre Negri, Hardt y Holloway" resume algunos argumentos de su libro Imperio e imperialismo. Una lectura crítica de Hardt y Negri (2002), y muestra que los trabajos de estos autores están muy lejos de dar herramientas teóricas que permitan actuar a los movimientos sociales, ya que considera que caen demasiado en la abstracción y se olvidan de los referentes empíricos de los últimos años. En este sentido, considera que de contar con referencias más concretas, podrían percatarse de lo vago que resulta su marco teórico.

A pesar de los argumentos contra la base conceptual de Hardt y Negri, expuestos a lo largo de la obra, Raquel Gutiérrez retoma el concepto de "Multitud" para mostrar su aplicación en el fenómeno "la guerra del agua" en Bolivia, y las nuevas formas de organización política de esa nación en su texto "El quehacer de la multitud".

A manera de posdata, Claudio Albertani muestra un panorama de las últimas expresiones de los movimientos sociales y las "Guerras globales", pero sobre todo nos recuerda las nuevas fases de la guerra que mantiene Estados Unidos contra Irak y lo que ello representa para los estadounidenses, así como la maquinaria cultural que se echa a andar por medio de los medios masivos de comunicación —los videojuegos, la política, los discursos y noticiarios— para crear un sentimiento contra los musulmanes, de lo cual podemos deducir una estrategia más para hacer frente a la guerra que están planeando y levantar el ánimo de los soldados que se encuentran en batalla, quienes se percatan cada vez más del segundo Vietnam en el que participan. Éste es, pues, un presente que nos recuerda a Goebels, el genio de la propaganda nazi que estaba detrás de Hitler, y que nos hace buscar su símil detrás de Bush.

Imperio y movimientos sociales en la edad global es un libro que nos permite conocer la discusión y las expresiones de los movimientos sociales, sus retos y sus diferentes manifestaciones, pero que sobre todo nos remite a la relación existente entre teoría y praxis en un tema con tantos referentes cotidianos, que no se puede recurrir sólo a la abstracción para generar las herramientas conceptuales que hagan frente al imperialismo, por el contrario, los movimientos que se han generado a partir de la última década del siglo XX a lo largo de América Latina, son una muestra de la basta experiencia con la que se cuenta, algunas veces apelando a la historia y los principios filosóficos ancestrales, otras defendiendo el derecho al patrimonio y algunas más sugiriendo un cambio de mentalidad que lleve a la redefinición de conceptos, como el caso de "mandar–obedeciendo". Ayuda a comprender el fenómeno y obliga a la reflexión, dando herramientas para imaginar formas de actuar frente a la globalización.

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