Introducción
La estevia (Stevia rebaudiana Bertoni) o hierba dulce es una planta herbácea perenne de la familia Asteraceae, considerada como la principal productora de un edulcorante natural no calórico llamado esteviósido, el cual se distingue de los edulcorantes sintéticos por no tener sabor metálico y no ser cancerígeno (Brandle et al., 1998, 527). La estevia llama la atención de amplios sectores por sus propiedades benéficas; es utilizada como endulzante natural y en la industria farmacéutica para el tratamiento de la diabetes, hipertensión, trastornos digestivos, depresión, adicciones, entre otros padecimientos (Lubbe y Verpoorte, 2011, 796).
La producción de estevia promete ser una actividad rentable, toda vez que una hectárea de estevia produce en edulcorante lo equivalente a 36 ha de caña de azúcar (Mohamed et al., 2012, 436); la parte importante de la planta es la hoja, la cual se procesa e industrializa por ser el órgano donde se encuentra la mayor cantidad de edulcorante o glucósidos, por lo que es de suma importancia incrementar el número de hojas en la planta (Martínez, 2015, 5). La producción de hojas de un cultivo está estrechamente asociada a la humedad disponible en el suelo. Medrano et al. (2007, 66) afirmaron que la producción de biomasa sin agua es imposible para las plantas, lo cual obedece a que el proceso base de la producción de biomasa (fotosíntesis) y del gasto de agua (transpiración) son codependientes. En este contexto, la entrada de CO2 y la salida del agua utilizan la misma vía (los estomas de las hojas), es decir, cuanto más abiertos más fácilmente ingresa el CO2 pero también más rápidamente se escapa el agua. Se ha demostrado que la producción de estevia requiere de riegos frecuentes para mantener la humedad del suelo arriba del PMP hasta el 80% de su CC, toda vez que el estrés hídrico reduce la producción foliar (Lavini et al., 2008, 136).
La programación eficiente del riego aunada a un mayor uso eficiente del agua por las plantas es fundamental para el éxito de la producción. El volumen de agua para riego de un cultivo se puede estimar a partir de un porcentaje de la evapotranspiración de referencia (ETo) mediante un coeficiente de ajuste o de uso consumptivo (Godoy et al., 2003, 108). Pérez-Gutiérrez et al. (2008, 56) encontraron que al regar con el 80% de la ETo en el cultivo de Capsicum chinense Jacq., se mejora el rendimiento y el uso eficiente del agua. Sin embargo, una alternativa ecológicamente aceptable para aumentar el uso eficiente del agua es la inoculación de microorganismos benéficos, también llamados inoculantes microbianos. Entre ellos se utilizan como inoculantes microbianos las bacterias de los géneros Azospirillum, Rhizobium, Bradyrhizobium, Azotobacter, Anabaena, Frankia, Bacillus y Pseudomonas, asimismo, los hongos Rhizophagus intraradices y Trichoderma spp. (Lugtenberg y Kamilova, 2009, 544). Dichos microorganismos, además de mejorar la fertilidad del suelo y el crecimiento vegetal mediante la síntesis de reguladores de crecimiento, también pueden mejorar la asimilación de CO2, asimismo, modificar la apertura estomática y la transpiración en la planta (Compant et al., 2010, 673), lo que permite un mejor uso eficiente del agua. Borda-Molina et al. (2009, 75) obtuvieron un aumento del 15% en la producción de biomasa fresca y un efecto positivo en la concentración de glucósidos en plantas de S. rebaudiana Bert., inoculadas con Azotobacter nigricans en comparación a plantas no inoculadas. Por lo antes expuesto, el objetivo del presente estudio fue evaluar la respuesta de plantas de Stevia rebaudiana Bert. a cuatro láminas de riego calculadas con la ETo e inoculadas con una mezcla de Bacillus spp. más Azospirillum brasilense y Rhizophagus intraradices.
Métodos
Sitio experimental
La investigación se realizó dentro de una estructura protegida en el área de investigación del Instituto Tecnológico de Conkal, Yucatán, ubicado en Av. Tecnológico s/n Conkal, Yucatán, al noreste de Mérida a 21º 04’ N y 89º 31’ O, a una altitud de 8 m, con clima predominante tipo Awo (x´) (i´) g (Márdero et al., 2012, 21).
Material vegetal e Inoculantes microbianos
Se seleccionaron esquejes a partir de plantas cultivadas con seis meses de edad de Stevia rebaudiana Bertoni variedad Morita II, para ser inoculados con dos productos comerciales y un testigo. La inoculación se llevó a cabo el 11 de febrero de 2016 inmediatamente después de obtener los esquejes. Los tratamientos fueron, (1) Mezcla de Bacillus spp. y Azospirillum brasilense (1x108 ufc mL-1) (BactoCROPMR), (2) Rhizophagus intraradices (1 espora mL-1) (Micorriza INIFAPMR) y (3) Testigo (sin inoculante). Los inoculantes se obtuvieron en forma sólida y se diluyeron en agua corriente 70 g L-1, con pH de 6.5, agitando por 2 minutos para mantener la solución homogénea. La inoculación se realizó según la metodología propuesta por Lozano y Ramírez (2015, 2), la cual consistió en remojar los esquejes de S. rebaudiana Bert., previamente multiplicados durante un minuto en la solución antes de la siembra.
Establecimiento de plantas y aplicación del riego
El trasplante se realizó el 18 de marzo de 2016, cuando las plántulas alcanzaron una altura de 15 cm en promedio en bolsas de polietileno con capacidad de 7 L con un sustrato compuesto de tierra negra y bagazo de henequén, en proporción 2:1 v/v. El sustrato se desinfectó con formol al 20% en dosis de 1 L por cada 10 L de agua, posteriormente se cubrió con un plástico de polietileno calibre 800 color negro durante tres días y se permitió aireación por un periodo similar para la volatilización del formol. Se llenaron las bolsas y se distribuyeron a una distancia de 0.30 y 1.0 m entre plantas e hileras, respectivamente. Para la aplicación del riego se utilizó el sistema de goteo con cinta calibre 8000, con emisores cada 0.30 m; el gasto por emisor fue de 1 L h-1, presión de operación de 1 kg cm-2 y una bomba centrífuga de 1 HP. Al inicio del estudio se aplicó un riego para recuperar la humedad del sustrato a su capacidad de campo con la finalidad de homogenizar el nivel de humedad en el sustrato. La lámina de riego que comprende la fracción de humedad aprovechable en el sustrato se calculó por medio de la ecuación: Lr = (θCC- θPMP) * Pr, donde; Lr = Lámina de riego (cm), θCC = Capacidad de campo (%), θPMP = Punto de marchitez permanente (%) y Pr = Profundidad de humedecimiento (m) (Quintal et al., 2012, 156). Los parámetros del suelo; CC y PMP se determinaron por medio de un análisis en laboratorio de acuerdo con la NOM-021-SEMARNAT-2000, MÉTODO AS-06.
Evapotranspiración de referencia
Después del riego inicial mencionado, se aplicaron tratamientos de riego en función del 60, 80, 100 y 120% de la ETo en las plantas de S. rebaudiana Bert., previamente inoculadas; dichas proporciones se estimaron con base en la evaporación medida en el tanque tipo “A”. Para ello se utilizaron los registros diarios de la evaporación de un tanque instalado dentro del área experimental. Para calcular la ETo se utilizó la ecuación: ETo= Eo* Kt, donde; ETo: Evapotranspiración de referencia (mm día-1), Eo: Evaporación registrada en el tanque tipo “A” (mm día-1) y Kt: Coeficiente del tanque, en función de la velocidad del viento y humedad relativa (Cuadro 1). Una vez obtenidos los resultados de la ETo, la lámina de riego se calculó mediante la ecuación: Lr= ETo* F, donde Lr: Lámina de riego (mm dia-1), ETo: Evapotranspiración de referencia (mm dia-1), F: Fracción de la ETo (0.6, 0.8, 1.0 y 1.2) (Doorenbos y Pruitt, 1977 30). A su vez, el volumen de agua a aplicar se calculó mediante la ecuación VA= Lr* A, donde; VA = Volumen de agua (cm3), Lr = Lámina de riego (cm), A = Área de la bolsa (cm2). El volumen total de agua aplicado en cada porcentaje de ETo se muestra en el Cuadro 2.
Ciclo de cultivo | Días | * K t | Eo (mm día-1) | ETo (mm día-1) |
---|---|---|---|---|
Marzo | 6 | 0.75 | 57.0 | 42.75 |
Abril | 30 | 0.75 | 96.0 | 72.00 |
Mayo | 31 | 0.75 | 132.5 | 99.37 |
Junio | 30 | 0.75 | 128.0 | 96.00 |
Julio | 23 | 0.75 | 79.0 | 59.25 |
Total | 120 | 492.5 | 369.37 |
*Coeficiente del tanque (Kt) tipo A: Vientos moderados de 175-425 km día-1; humedad relativa media de 40-70%.
ETo (%) | Fracción de la ETo | *Lámina total de riego(mm planta-1) | Vol. total de agua de riego (L planta-1) |
---|---|---|---|
60 | 0.6 | 262.80 | 72.81 |
80 | 0.8 | 350.40 | 97.09 |
100 | 1.0 | 438.00 | 121.36 |
120 | 1.2 | 525.60 | 145.63 |
*La lámina total de riego es igual a la suma del riego aplicado por día; calculado en base a la fracción de la evapotranspiración de referencia diaria.
Manejo del cultivo
Se realizaron dos podas al cultivo; la primera a los 10 días después del trasplante (ddt) con la finalidad de eliminar la dominancia apical e inducir brotes y la segunda se realizó a los 20 ddt para eliminar la floración del cultivo, la cual no es recomendable por que disminuye el tamaño de la hoja. Se realizaron dos cortes de hoja, el primero a los 60 ddt, momento en que se consideró para la primera cosecha y el segundo corte a los 120 ddt, al final del experimento. Según Aguirre (2009, 57), se pueden obtener resultados favorables aplicando fertilizantes químicos en dosis aproximadas al 50% de la recomendada más los inoculantes microbianos, en este sentido, la fertilización se aplicó de forma manual cada 2 días el 50% de la dosis recomendada por Ramírez et al. (2011, 28) y se realizaron aplicaciones de productos orgánicos para el control preventivo de plagas y enfermedades.
Diseño experimental y variables respuesta
Se utilizó un diseño de bloques completos al azar con arreglo bi-factorial con la lámina de riego como factor A y el inoculante microbiano como factor B, con cuatro repeticiones por tratamiento; la unidad experimental fue de seis plantas.
A los 120 ddt se evaluó el crecimiento de la planta mediante las variables, altura final de la planta medida con un flexómetro desde la base del tallo hasta el último ápice foliar, el diámetro del tallo, medido con un vernier digital colocado a 3 cm de la superficie del suelo, área foliar por medio de la ecuación AF= W hojas/ δ, donde; W hojas= peso del conjunto de hojas muestra y δ= densidad superficial (Pire y Valenzuela, 1995, 2), la longitud de la raíz con un flexómetro y el volumen de raíces por la técnica de desplazamiento con una probeta de vidrio de 500 mL. De manera adicional, se calculó el índice morfológico considerando la materia seca del vástago entre materia seca radicular (MSV/MSR). Según Arizaleta y Pire (2008, 49), dicho coeficiente es un indicador de la calidad de la planta, en este sentido, se evaluó la producción y distribución de biomasa seca, para ello se separaron los órganos de la planta (raíz, tallo, hojas), los cuales se depositaron en bolsas de papel y se secaron en una estufa de aire forzado a 65 ºC hasta peso constante; posteriormente se pesaron en una balanza analítica. El rendimiento de hoja seca total se determinó a partir de los cortes realizados a los 60 y 120 ddt (cosechas 1 y 2).
La tasa de asimilación neta de CO2 (fotosíntesis), concentración del carbono intercelular, conductancia estomática, transpiración y uso eficiente del agua a escala foliar se midieron con un analizador de gases en infrarrojo (LICOR LI-6400, Nebraska, Estados Unidos). Las mediciones se realizaron a los 120 ddt entre las 12:00 y las 13:00 horas cuando ocurría la mayor densidad de flujo de fotones (1000 µmol fotones m-2 s-1). Se realizaron 9 lecturas por unidad experimental en hojas jóvenes del estrato alto totalmente expandidas (Garruña-Hernández et al., 2014, 2). Con los datos obtenidos se realizó un análisis de varianza y la prueba de comparación de medias (Tukey, p≤0.05) con el paquete estadístico InfoStat versión 2014 (Universidad Nacional de Córdova, Argentina).
Resultados y discusión
Crecimiento de la planta
El análisis de varianza (p ≤ 0.05) indicó que la altura final de la planta, área foliar y diámetro del tallo no presentaron diferencia estadística por efecto de la interacción riego e inoculante a los 120 ddt, al respecto, se infiere que los factores estudiados actuaron de forma independiente en dichas variables donde solo los niveles de riego reflejaron diferencia estadística (p ≤ 0.05). La mayor altura se obtuvo con el tratamiento de 120% de la ETo, aunque fue estadísticamente igual (p ≤ 0.05) a 100% ETo registrando 42.86 y 40.58 cm respectivamente; dichos niveles de riego superaron al tratamiento 60% de la ETo que tuvo 37.93 cm. Pérez-Gutiérrez et al. (2008) al aplicar 120% de la ETo en plantas de Capsicum chinense Jacq., aunque observaron un comportamiento cuadrático, la tendencia fue descendente y no detectaron incremento significativo en la altura, en tanto que la mayor altura la obtuvieron al aplicar el 80% de la ETo (Figura 1A).
El riego de plantas de S. rebaudiana Bert. con 120% de la ETo generó 45.8% más área foliar que en las plantas que se irrigaron con 60% ETo (Figura 1B). Al respecto, Valladares et al. (2004, 172) indicaron que en una planta ante déficit de agua se restringe el crecimiento celular ocasionando un escaso desarrollo de las hojas, lo que provoca menor expansión foliar. Balaguera et al. (2008, 250) observaron que, con menor presión de turgencia debido a un déficit hídrico, se produce menos área foliar y mayor cierre estomático. El diámetro del tallo alcanzó valores de 4.35, 4.40 y 4.62 mm al regar con 80, 100 y 120% de la ETo, respectivamente, comparados con el tratamiento 60% ETo que registró 3.87 mm, estadísticamente diferente (p ≤ 0.05) a los anteriores (Figura 1C).
La longitud, volumen radicular y el índice morfológico MSV/MSR, tampoco mostraron diferencia estadística (p ≤ 0.05) por efecto de la interacción riego e inoculante a los 120 ddt; dichas variables solo reflejaron diferencia estadística por efecto de los inoculantes microbianos, lo cual sugiere la influencia de los microorganismos sobre los atributos estudiados de la raíz en las plantas. Con relación a la longitud de raíz, las raíces de plantas inoculadas con Rhizophagus intraradices alcanzaron 11.14 cm de longitud, detectando diferencia estadística (p ≤ 0.05) solo con el tratamiento testigo que registró 9.79 cm (Figura 2A). El volumen de raíz de las plantas testigo fue 1.61 cm3, mientras que el tratamiento con R. intraradices aumentó 35% el volumen de raíz mostrando diferencia estadística (p ≤ 0.05) con los demás tratamientos (Figura 2B). Al respecto, Gil (2007, 13) afirmó que la inducción a la mayor cantidad de raíces es de suma relevancia para las plantas, ya que de ellas depende la adecuada absorción de agua y nutrientes para su continuo desarrollo.
Para el índice morfológico materia seca del vástago entre materia seca de la raíz (MSV/MSR) también se encontró diferencia estadística (p < 0.05) entre el tratamiento testigo y el tratamiento con R. intraradices con 14.52 y 11.33 g planta-1 respectivamente. Dicho índice sugiere que las plantas testigo mostraron mayor biomasa aérea que radicular, en tanto que las plantas con R. intraradices reflejaron mayor parte radicular que aérea, en este sentido, la distribución de los fotoasimilados favoreció más a la parte radicular que a la parte aérea (Figura 2C). Según Casierra y Rodríguez (2006, 260), la distribución de fotoasimilados en la planta incide directamente sobre la relación raíz-vástago, la cual es modificada por las condiciones del ambiente y por la capacidad genética y fisiológica de la planta.
El análisis de varianza para el rendimiento de hoja seca no detectó diferencias significativas (p ≤ 0.05) por la interacción riego e inoculante a los 120 ddt, pero sí por separado. En la figura 1D se observa una tendencia lineal; al regar con 120% de la ETo se obtuvo 11.73 g planta-1 de hoja seca mostrando diferencia estadística (p ≤ 0.05) con 60 y 80% ETo en los cuales se aplicó un menor volumen de agua. Al respecto, Fabeiro et al. (2002, 98) mencionaron que el rendimiento de las plantas refleja una tendencia lineal cuando se incrementa la humedad del suelo, pero llega a un nivel en donde un mayor contenido de humedad no se traduce en mayor rendimiento. Tal respuesta fue similar a lo observado en la altura de la planta, lo cual al parecer se debió a que aún aumentando la humedad en el suelo se contó con disponibilidad de oxígeno, favoreciendo el crecimiento de la planta. Con respecto a los inoculantes microbianos, solo se observó efecto de la micorriza R. intraradices en el rendimiento de hoja seca con 10.58 g planta-1, manifestando diferencia estadística (p ≤ 0.05) con el testigo (Figura 2D). Navi et al. (2006, 18) obtuvieron mayor rendimiento de hoja seca en plantas de albahaca (Ocimum basilicum) inoculadas con la micorriza Glomus fasciculatum. El tratamiento con Bacillus spp. + Azospirillum brasilense fue estadísticamente similar (p ≤ 0.05) a los demás tratamientos.
Producción y distribución de biomasa seca
Las plantas inoculadas con la micorriza R. intraradices produjeron el mayor peso seco de raíz, inoculante que generó diferencias significativas (p≤0.05) entre las regadas con 100% ETo (1.66 g planta-1) y los demás tratamientos de riego. Este resultado es similar al observado por Zare-Hoseini et al. (2015, 696) quienes obtuvieron mayor peso seco de raíz en plantas de S. rebaudiana Bert., inoculadas con la micorriza Glomus mosseae. En los dos tratamientos con inoculantes microbianos se presentó una relación directa entre la lámina de riego aplicada y el peso seco de tallo, aumentando mientras mayor era el volumen de agua aplicado, siendo la menor lámina (60% de la ETo) la que produjo el peso seco de tallo más bajo. Es indispensable la presencia de agua en la rizosfera para que la planta la pueda tomar a través de su sistema radical y almacenarla en todas sus células; cuando el suministro de agua es demasiado bajo, la planta almacena contenidos mínimos y a pesar del proceso de osmorregulación efectuado para evitar pérdidas por transpiración, su peso fresco y seco se ven afectados (Balaguera et al., 2008, 248).
El mayor peso seco de las hojas de 10.14 g planta-1 fue producido por plantas inoculadas con R. intraradices y regadas con 100% de la ETo, cuya variación fue suficiente para generar diferencia significativa (p≤0.05) con el resto de los tratamientos de riego. A su vez, el efecto de la misma interacción (R. intraradices y 100% ETo) mostró la mayor biomasa seca total, en este sentido, la inoculación de la micorriza R. intraradices permite reducir un 20% la ETo para obtener la mayor producción de biomasa seca total (Cuadro 3).
Biomasa seca | ETo (%) | Bacillus spp +Azospirillum brasilense | Rhizophagus intraradices | Testigo |
---|---|---|---|---|
(g planta-1) | ||||
Raíz | 60 | 0.81 ±0.29a | 0.96±0.43b | 0.56±0.14c |
80 | 0.94±0.37a | 1.03±0.32b | 0.69±0.22b | |
100 | 0.83±0.13a | 1.66±0.72a | 0.94±0.23a | |
120 | 0.98±0.46a | 1.19±0.28b | 1.10±0.63a | |
Tallo | 60 | 3.14±0.73d | 3.84±1.28c | 3.17±0.72d |
80 | 4.19±0.45c | 4.26±1.16c | 3.86±0.80c | |
100 | 4.60±1.09b | 5.23±0.88b | 4.63±1.26b | |
120 | 5.54±1.18a | 6.39±1.30a | 6.04±2.00a | |
Hoja | 60 | 5.49±1.32c | 6.30±1.97c | 5.32±1.27c |
80 | 6.79±1.12b | 6.86±1.80c | 6.33±1.75b | |
100 | 7.12±2.07b | 10.14±2.04a | 7.87±2.25a | |
120 | 8.60±2.27a | 8.61±2.47b | 9.29±3.78a | |
Total | 60 | 9.04±2.00c | 10.62±3.30b | 8.78±1.85d |
80 | 11.46±1.27b | 11.63±2.93b | 10.53±2.30c | |
100 | 12.14±3.10b | 16.86±2.32a | 12.97±3.20b | |
120 | 14.63±3.16a | 16.12±3.48a | 15.88±5.70a |
Medias (n=8) ± desviación estándar. Letras diferentes en la misma columna indican diferencias estadísticas (Tukey, p≤0.05).
Por el contrario, el riego con 60% de la ETo en interacción con los inoculantes microbianos no favoreció el peso seco en ninguno de los casos. Los resultados obtenidos concuerdan con los de García et al. (2015, 7) quienes reportaron que los tratamientos que más afectaron la biomasa de hoja en plantas de Stevia rebaudiana fueron los de 40 y 60 % de la evapotranspiración del cultivo (ETc).
Intercambio de gases
La fotosíntesis o tasa de asimilación neta de CO2 mostró diferencias significativas (p ≤ 0.05) entre tratamientos. Las plantas inoculadas con R. intraradices y regadas con 80% de la ETo presentaron 5.41 µmol m-2 s-1 superando en 51.2% a las plantas inoculadas con Bacillus spp. + A. brasilense (2.64 µmol m-2 s-1) y en 97.4% a las plantas testigo (0.14 µmol m-2 s-1) con la misma lámina de riego (80% ETo). El tratamiento 120% de la ETo disminuyó la variable en 42.8% (Cuadro 4). Por el contrario, la concentración del carbono intercelular se registró en las plantas inoculadas con R. intraradices y sometidas al 60 y 120% de la ETo con 323.23 y 342.32 mmol mol-1, respectivamente, las cuales no favorecieron la asimilación de CO2, mientras que en el tratamiento 80% de la ETo, el cual favoreció la asimilación de CO2, alcanzó una media de 304.91 µmol m-2 s-1. Así mismo, el tratamiento con la mezcla de Bacillus spp. + A. brasilense registró de igual forma la mayor concentración de carbono intercelular en interacción con 120% de la ETo (372.95 mmol mol-1), incluso el testigo registró altas concentraciones, en este sentido, es probable que el CO2 que se encuentra en los espacios subestomáticos se encuentra en espera de ser asimilado, es decir, el carbono se encuentra acumulado y no ha sido utilizado por la planta en el proceso fotosintético, por lo tanto, una tasa de asimilación elevada junto con una baja concentración del carbono intercelular mantiene un mecanismo fotosintético saludable y más eficiente.
Variables | ETo (%) | Bacillus spp +Azospirillum brasilense | Rhizophagus intraradices | Testigo |
---|---|---|---|---|
(µmol m-2 s-1) | ||||
Fotosíntesis | 60 | 1.61 ±1.37b | 2.25±2.16b | 1.30±1.96b |
80 | 2.64±2.09a | 5.41±3.83a | 0.14±0.47c | |
100 | 2.23±2.78a | 5.26±4.00a | 4.72±2.80a | |
120 | 2.05±3.19a | 3.01±4.06ab | 1.73±3.28b | |
(mmol mol-1) | ||||
Carbono intercelular | 60 | 314.91±37.99b | 323.23±75.57a | 347.32±57.49a |
80 | 320.83±78.88b | 304.91±33.90ab | 372.64±32.50a | |
100 | 309.56±42.78b | 281.78±19.82b | 281.38±23.60b | |
120 | 372.95±96.12a | 342.32±45.20a | 382.58±87.27a | |
(µmol m-2 s-1) | ||||
Conductancia estomática | 60 | 0.03±0.02a | 0.04±0.03c | 0.03±0.02b |
80 | 0.05±0.03a | 0.12±0.09a | 0.02±0.00b | |
100 | 0.03±0.01a | 0.14±0.11a | 0.08±0.08a | |
120 | 0.05±0.05a | 0.07±0.08b | 0.04±0.04b | |
(mmol m-2 s-1) | ||||
Transpiración | 60 | 1.00±0.51b | 1.29±0.98b | 0.97±0.47b |
80 | 1.44±0.75a | 2.89±1.82a | 0.73±0.14c | |
100 | 0.97±0.40ab | 3.59±2.38a | 2.16±1.50a | |
120 | 1.36±1.10a | 1.87±1.71ab | 1.11±0.99b | |
(µmol CO2 mmol-1 H20) | ||||
Uso eficiente del agua | 60 | 1.61±0.79a | 1.74±1.57a | 1.34±1.33b |
80 | 1.83±1.56a | 1.87±0.75a | 0.19±0.69c | |
100 | 2.30±3.97a | 1.47±0.73b | 2.19±4.30a | |
120 | 1.51±1.92b | 1.61±1.05b | 1.56±1.81b |
Medias (n=8) ± desviación estándar. Letras diferentes en la misma columna indican diferencias estadísticas (Tukey, p≤0.05).
En virtud de que la conductancia estomática es directamente proporcional a la transpiración (Jarma et al. 2005, 211), se corroboró el paralelismo observado entre la conductancia estomática y la transpiración. El tratamiento R. intraradices + 100% ETo con 0.14 µmol m-2 s-1 y R. intraradices + 80% ETo con 0.12 µmol m-2 s-1 reflejaron los valores mayores de conductancia estomática y también en transpiración con 3.59 y 2.89 mmol m-2 s-1, respectivamente. La baja conductancia estomática al parecer se debió a la baja salida de vapor de agua de la cámara estomática como consecuencia de una menor necesidad de enfriamiento al momento de la medición, en este caso, fue evidente que la transpiración estuvo relacionada con las cantidades de agua aplicadas. Se observó que los tratamientos 60 y 120% de la ETo fueron los menos favorecidos, sobresaliendo los de 80 y 100% ETo. Los resultados sugieren que el tratamiento con mayor cantidad de agua (120% ETo) pudo haber saturado el espacio poroso del suelo y por lo tanto, generarse inactividad radical y en el tratamiento con menor cantidad de agua (60% ETo) es posible que las raíces invirtieran mayor esfuerzo en vencer la tensión de humedad del suelo. También la transpiración tuvo correlación con la biomasa seca de las hojas, debido posiblemente a mayor asimilación de CO2 en las hojas.
El uso eficiente del agua (UEA) instantáneo a escala foliar, se calculó mediante el cociente µmol CO2/mmol H20. Los tratamientos con 60 y 80% de la ETo reflejaron el mejor UEA en plantas tratadas con R. intraradices con 1.74 y 1.87 µmol CO2 mmol-1 H20 respectivamente. Este resultado es similar al obtenido por Vasilakoglou et al. (2015, 13) quienes observaron mayor UEA a nivel productivo en plantas de S. rebaudiana Bert., cv Morita crecidas con el 75% de la ETc. Se observó que las plantas inoculadas con Bacillus spp. + A. brasilense y el testigo en interacción con 100% de la ETo registraron un elevado UEA (2.30 y 2.19 µmol CO2 mmol-1 H20), sin embargo, dichos tratamientos no favorecieron la asimilación de CO2 en las plantas.
Conclusiones
La aplicación de riego con 120% de la evapotranspiración de referencia en base al tanque evaporímetro tipo “A” incrementa el área foliar y el rendimiento en plantas de Stevia rebaudiana Bert. Con la aplicación de Rizophagus intraradices el riego con 100% de la ETo es suficiente para promover la acomulación de biomasa seca de hoja y raíz, sin embargo, la transpiración, conductancia estomática de la hoja y el uso del agua se favoreció con el riego al 80% de la ETo en interacción con R. intraradices, aunque con dicho nivel de humedad no se obtiene efecto positivo en la producción de biomasa aérea.