Presentamos el caso de una mujer de 92 años con antecedentes de diverticulosis colónica y una esfinterotomía endoscópica con colocación de prótesis biliar 2 meses antes por coledocolitiasis, que acude a urgencias con un cuadro de abdomen agudo. En la tomografía computarizada se observa neumoperitoneo secundario a perforación de sigma por cuerpo extraño. La paciente es intervenida practicándosele resección colónica segmentaria y colostomía terminal por una perforación de sigma por la prótesis biliar (Fig. 1). La evolución es favorable y es dada de alta el octavo día posoperatorio.
La migración de una prótesis biliar al tracto digestivo es muy infrecuente (6%)1,2. Es más habitual con prótesis plásticas, en el tratamiento de estenosis biliares benignas y en los primeros 3 meses después de su colocación1-3. Generalmente la prótesis migrada es expulsada con las heces, pero en ocasiones puede provocar complicaciones (obstrucción, perforación y penetración con fístulas)1. El duodeno es la localización más frecuente de las complicaciones. La perforación de colon es excepcional (<1%), y en el 90% de los casos ocurre en el sigma4. Se ha relacionado con la existencia de enfermedad diverticular, hernias y adherencias peritoneales1,5. Al revisar los casos publicados también se observa una elevada incidencia en pacientes de edad avanzada (el 85% mayores de 70 años).
La mayoría de las perforaciones colónicas requieren cirugía. En pacientes hemodinámicamente estables, con perforaciones contenidas y elevado riesgo quirúrgico, puede realizarse tratamiento conservador con antibióticos y retirada endoscópica de la prótesis2,5. En pacientes con prótesis migrada en el colon sin complicaciones asociadas y con los factores de riesgo descritos, debe valorarse la retirada endoscópica para evitar una perforación4.
En conclusión, en los pacientes portadores de una prótesis biliar que presentan perforación intestinal debe considerarse la posibilidad de que se trate de una complicación por migración de la prótesis.