Clasificación JEL: E62, H53, I38.
Introducción
México fue uno de los países latinoamericanos que, durante los últimos 20 años del siglo XX, enfrentó dificultades económicas con efectos de largo plazo, y que finalmente repercutieron de manera profunda en el futuro desarrollo de diversos acontecimientos políticos, sociales y electorales. Uno de estos acontecimientos, de los más importantes, aunque menos conocido, fue el incremento de la pobreza durante el decenio de los noventa. El objetivo principal de este trabajo es precisamente responder a las preguntas: ¿por qué se incrementó la pobreza mexicana a mediados de los años noventa?, y ¿cómo ha sido posible reducir la pobreza en los años recientes, si la economía ha permanecido estancada desde 2000?
Después de la crisis económica de diciembre de 1994 la pobreza en México se incrementó 15 puntos porcentuales, de 22 a 38% (véase gráfica 1). De manera contrastante la pobreza se ha reducido durante los años recientes, en un contexto en el que las tasas de crecimiento económico en México han sido muy bajas, pero en el que las políticas gubernamentales para combatir la pobreza se han acentuando. Este trabajo examina el efecto que el ciclo económico ha tenido en la pobreza, así como los efectos de las políticas gubernamentales. El estudio lo realizamos a nivel estatal en el periodo 1992-2002, dada la disponibilidad de información de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) y de las cifras estatales del producto interno bruto.1
Los economistas han acumulado diversas pruebas que muestran una profunda influencia del ciclo económico en la pobreza. La pobreza suele disminuir durante los años de expansión económica y aumenta durante las recesiones. Para los Estados Unidos, los trabajos de Anderson (1964), Perl y Solnick (1971), Thornton, Angello y Link (1978), Hirsch (1980), Murray (1982), Gottschalk y Danziger (1984), y Blank y Blinder (1985) son precursores que analizan econométricamente la relación entre tasas de crecimiento y pobreza. Estos trabajos utilizan regresiones simples de los niveles de pobreza contra variables explicativas como el cambio porcentual en el PIB, las transferencias gubernamentales y la misma tasa de desempleo o la tasa de inflación. A partir de mediados de los años ochenta, sin embargo, la atención de los economistas estadunidenses se redirigió al efecto del ciclo económico en la distribución del ingreso.
Para el caso de México, una gran cantidad de estudios ha intentado estimar la pobreza en distintos periodos, y esta bibliografía ha alcanzado cierto grado de madurez que el presente trabajo intenta aprovechar.2 Además, la relación entre el ciclo económico y la pobreza ha sido estudiada recientemente por Cortés et al (2002), quienes, al presentar estimaciones de la pobreza para el periodo 1992-2000, hacen notar que ésta aumentó después de la crisis de diciembre de 1994 hasta 1996, y que disminuyó durante los periodos de expansión económica 1992-1994 y 1996-2000.
El presente análisis da un segundo paso y toma como variables explicativas de la pobreza, el ciclo económico y las políticas institucionales del gobierno. El ciclo económico es medido como la brecha entre el producto potencial y el observado, por entidad federativa; mientras que otros estudios han tomado otras variables, como Blank y Blinder (1985) que consideran la tasa de desempleo. Las políticas institucionales del gobierno consideradas en este trabajo son: i) las transferencias que hacen las instituciones a los hogares, ii) las políticas que afectan los precios de los productos agrícolas que enfrenta el consumidor y iii) las políticas de crédito e inversión en el campo.
Muchos otros estudios que tienen como objetivo explicar los cambios en el tamaño de la población que se encuentra por debajo de la línea de pobreza acentúan aspectos tanto del producto como de la distribución del ingreso, como es el caso de la CEPAL (2003), Sin embargo, aún no se ha encontrado una relación sistemática entre crecimiento económico y desigualdad, como argumenta Deaton (2003), p. 3. Una metodología común para descomponer la pobreza fue establecida por Datt y Ravallion (1992), quienes proponen que los cambios en pobreza se dividan en una variación en la media de ingresos y en un cambio en la curva de Lorenz. Recientemente, Székely y Rascón (2005) utilizaron esta metodología para descomponer los efectos de las políticas sociales en México, y observar su efecto en la pobreza entre 2000 y 2002. Los autores logran atribuir parte de la reducción de la pobreza a los cambios en los programas Procampo y Oportunidades. El presente trabajo considera el estudio de estos autores, al analizar econométricamente la relación entre pobreza, producción y políticas sociales, utilizando las pruebas de los distintos estados mexicanos.
El trabajo se organiza de la siguiente manera. La sección I comenta los diferentes programas de política social que se han aplicado en México durante los pasados dos decenios, para luego continuar en la sección II con la descripción de las variables que se utilizan en este estudio. En la sección III se presenta el modelo estadístico por estimar, así como también los resultados obtenidos. Finalmente, se presenta también las conclusiones.
I. Pobreza y política social
La pobreza ha evolucionado en la América Latina de diferente manera según el estrato de población urbano-rural. De acuerdo con la FAO (Morley, 2000), en el decenio de los ochenta el incremento de la pobreza en la América Latina fue urbana, mientras que la pobreza rural permaneció significativamente aislada de los efectos de la crisis de esos años. En contraste, durante los noventa, la CEPAL afirma que la mayor parte de la reducción de la pobreza fue en el área urbana. En el caso de México, la pobreza rural es la predominante. De acuerdo con el Banco Mundial (2005) en 2004 28% de la población rural en México se encontraba en pobreza extrema y 57% en pobreza moderada.3 Aunque sólo una cuarta parte de la población habita en zonas rurales,4 60.7% de la pobreza extrema nacional es rural. La gráfica 1 muestra el efecto de la crisis de 1994-1995 en la pobreza en México. Se observa cómo la recuperación tardó más de cinco años y sólo en 2004 la pobreza extrema alcanzó niveles inferiores a los de 1992.
Por lo anterior, los gobiernos y organismos internacionales han hecho mayor hincapié en la búsqueda de programas que puedan disminuir la pobreza rural. En México, desde los años sesenta y hasta los primeros años de los ochenta, la intervención del Estado en la agricultura incluyó apoyo directo al precio de las cosechas, subsidios a los insumos y la participación en el procesamiento de granos, aceite y leche en polvo. Después de la crisis macroeconómica de 1982 se eliminaron subsidios directos al precio de algunos productos y se inició la reorganización de la Conasupo. Sin embargo, no fue hasta inicios del decenio de los noventa que los aranceles protectores y los subsidios directos al precio de todos los cultivos tradicionales, excepto maíz y frijol, fueron abolidos y los subsidios a los insumos drásticamente reducidos. En 1995 y debido a la devaluación del peso el gobierno transformó a la Conasupo en un comprador de último término de los dos cultivos subsidiados (maíz y frijol) que permitía al productor garantizar precios internacionales promedio (Lederman et al, 2003).5 Finalmente, la Conasupo desaparece en 1999.
El Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo) fue instrumentado para ayudar a los productores de bienes agrícolas (principalmente maíz y frijol) a enfrentar la competencia proveniente del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En contraste con los esquemas pasados, este programa otorga subsidios a cada productor por superficie sembrada. Además, en 1993, el gobierno crea el programa Alianza para el Campo, cuyo objetivo es incrementar la productividad y capitalizar a los agricultores, quienes tienen que financiar una parte del apoyo recibido. Los subsidios al crédito y el otorgamiento de los mismos para capital de trabajo disminuyeron drásticamente a partir de los años de la crisis 1994-1995, en particular el acceso a créditos para el desarrollo rural por medio de Banrural (gráfica 2). El gobierno disminuyó su provisión de crédito debido a restricciones presupuestarias y al alto índice de incumplimiento de los beneficiarios, y este espacio dejado por el gobierno no fue llenado por la banca privada (Lederman et al, 2003).
Fuente: Cálculos propios con datos del INEGI y Banxico.
a FBC = financiación banca comercial. FBD = financiación banca de desarrollo. Ftot = financiación bancaria total (comercial + desarrollo). PIBA g = producto interno bruto agrícola
El Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) fue creado en 1997. Comprende apoyos focalizados de largo plazo en ámbitos como la educación, la salud y la alimentación con el objetivo de formar capital humano en las comunidades y familias más pobres (Parker y Scott, 2001). En 2001, en el terreno de las finanzas, el gobierno Federal crea la Ley de Ahorro y Crédito Popular y constituye el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi). Su objetivo es proporcionar productos y servicios financieros al sector más desfavorecido de la población.
Una Tarea Contigo es la estrategia de política social del actual gobierno Federal (2000-2006), la cual inició en 2002 como parte del Programa Nacional de Desarrollo Social 2001-2006. Una Tarea Contigo destina la mayor parte de los recursos a los siguientes programas: Programa de Desarrollo Humano denominado Oportunidades (antes Progresa), Programa de Empleo Temporal y Programa de Desayunos Escolares (cuadro 1). El Programa Oportunidades forma parte del objetivo denominado generación de oportunidades de ingreso y su principal propósito es romper los ciclos de trasmisión intergeneracional de la pobreza. A los objetivos manejados por Progresa se agrega las siguientes nuevas acciones: i) otorgamiento de becas para continuar estudios a nivel medio superior; ii) acceso preferente de sus beneficiarios a proyectos de Empleo Temporal; iii) acceso de las familias al sistema de ahorro y crédito popular impulsado por el Bansefi; entre otras.6 Un aspecto importante por comentar es que los estados con mayor pobreza extrema son los más beneficiados por el programa antes descrito. En 2005 los principales beneficiarios de Oportunidades, que absorbe la cuarta parte de los recursos gastados en superación de la pobreza, son Veracruz, Chiapas y Oaxaca (véase gráfica 3).
Variable | Media | Mediana | Desviación estándar | Mínimo | Máximo | Año |
P(u) | 8.5 | 7.9 | 5.6 | 0.8 | 21.9 | 1994 |
16.9 | 15.7 | 10.5 | 1.9 | 52.9 | 1996 | |
14.4 | 12.6 | 7.8 | 2.2 | 35.2 | 1998 | |
10.7 | 8.8 | .7.5 | 0.6 | 29.2 | 2000 | |
7.5 | 6.4 | 5.2 | 0.1 | 18.9 | 2002 | |
P(r) | 21.5 | 18.4 | 12.5 | 0.0 | 50.3 | 1994 |
28.1 | 27.1 | 14.8 | 0.0 | 63.2 | 1996 | |
29.7 | 28.8 | 17.0 | 0.5 | 73.4 | 1998 | |
23.4 | 17.6 | 15.2 | 0.0 | 58.1 | 2000 | |
16.8 | 13.0 | 11.7 | 0.0 | 38.7 | 2002 | |
y | 3.1 | 3.1 | 1.3 | 0.1 | 6.2 | 1994 |
−0.2 | −0.2 | 0.9 | −2.2 | 1.6 | 1996 | |
0.6 | 0.6 | 1.1 | −2.1 | 3.6 | 1998 | |
1.6 | 1.6 | 1.2 | −0.6 | 4.8 | 2000 | |
−0.5 | −0.7 | 1.0 | −2.4 | 1.8 | 2002 | |
y a | −0.5 | −0.2 | 4.3 | −8.5 | 9.5 | 1994 |
2.0 | 2.1 | 4.4 | −6.4 | 12.1 | 1996 | |
1.1 | 1.1 | 5.4 | −10.3 | 10.5 | 1998 | |
−1.3 | −0.6 | 4.2 | −9.1 | 7.2 | 2000 | |
−2.3 | −2.0 | 5.3 | −18.3 | 6.6 | 2002 | |
A(u) | 26.4 | 15.0 | 35.2 | 0 | 137 | 1994 |
40.8 | 24.0 | 44.8 | 2 | 214 | 1996 | |
35.4 | 14.0 | 49.9 | 0 | 183 | 1998 | |
89.4 | 12.0 | 335.8 | 0 | 1 903 | 2000 | |
94.0 | 40.9 | 153.4 | 3.8 | 731.6 | 2002 | |
A(r) | 62.03 | 54.28 | 60.27 | 0 | 243.45 | 1994 |
259.00 | 166.56 | 248.02 | 0 | 1 059.26 | 1996 | |
170.19 | 148.81 | 170.68 | 0 | 751.09 | 1998 | |
330.33 | 278.13 | 273.96 | 9.41 | 1 244.75 | 2000 | |
659.7 | 574.0 | 528.6 | 6.0 | 2 632.1 | 2002 | |
CNAC | 1.12 | 1.12 | 0 | 1.12 | 1.12 | 1994 |
0.96 | 0.96 | 0 | 0.96 | 0.96 | 1996 | |
1.15 | 1.15 | 0 | 1.15 | 1.15 | 1998 | |
1.25 | 1.25 | 0 | 1.25 | 1.25 | 2000 | |
1.29 | 1.29 | 0 | 1.29 | 1.29 | 2002 | |
infla | 6.74 | 6.74 | 0 | 6.74 | 6.74 | 1994 |
30.60 | 30.60 | 0 | 30.60 | 30.60 | 1996 | |
15.50 | 15.50 | 0 | 15.50 | 15.50 | 1998 | |
9.10 | 9.10 | 0 | 9.10 | 9.10 | 2000 | |
5.29 | 5.29 | 0 | 5.29 | 5.29 | 2002 | |
remu | 195.62 | 102.56 | 248.84 | 0 | 878.33 | 1994 |
244.63 | 199.86 | 282.70 | 0 | 1 462.94 | 1996 | |
282.78 | 189.37 | 328.62 | 0 | 1 199.31 | 1998 | |
372.58 | 277.94 | 443.56 | 0 | 2 288.15 | 2000 | |
225.55 | 166.53 | 204.04 | 0 | 798.59 | 2002 | |
remr | 333.97 | 191.06 | 423.86 | 0 | 1 841.75 | 1994 |
568.87 | 403.02 | 609.50 | 0 | 2 046.76 | 1996 | |
544.67 | 311.68 | 618.05 | 0 | 2 567.40 | 1998 | |
564.91 | 471.68 | 477.26 | 0 | 1 829.96 | 2000 | |
595.73 | 465.74 | 626.79 | 0 | 2 974.41 | 2002 | |
eduju | 7.39 | 7.30 | 1.33 | 7.90 | 10.28 | 1994 |
7.57 | 7.48 | 1.06 | 4.73 | 9.36 | 1996 | |
7.88 | 8.00 | 0.60 | 6.64 | 9.10 | 1998 | |
8.14 | 8.26 | 0.78 | 6.53 | 9.75 | 2000 | |
8.07 | 8.10 | 0.78 | 6.17 | 9.48 | 2002 | |
edujr | 4.18 | 4.18 | 1.14 | 2.06 | 7.16 | 1994 |
4.13 | 4.20 | 0.97 | 2.40 | 7.24 | 1996 | |
4.37 | 4.16 | 1.04 | 2.53 | 6.54 | 1998 | |
4.82 | 4.79 | 0.98 | 2.74 | 7.14 | 2000 | |
4.90 | 4.81 | 1.20 | 2.43 | 7.34 | 2002 | |
tam_hogu | 4.34 | 4.37 | 0.38 | 3.16 | 5.20 | 1994 |
4.27 | 4.25 | 0.34 | 3.46 | 4.76 | 1996 | |
4.09 | 4.07 | 0.32 | 3.48 | 4.74 | 1998 | |
3.98 | 3.97 | 0.28 | 3.49 | 4.81 | 2000 | |
4.03 | 3.98 | 0.27 | 3.69 | 4.58 | 2002 | |
tam_hogr | 4.84 | 4.79 | 0.53 | 3.74 | 5.83 | 1994 |
4.77 | 4.83 | 0.45 | 3.84 | 5.57 | 1996 | |
4.55 | 4.62 | 0.49 | 3.60 | 5.68 | 1998 | |
4.41 | 4.44 | 0.44 | 3.70 | 5.21 | 2000 | |
4.28 | 4.33 | 0.39 | 3.38 | 4.85 | 2002 | |
C | 0.28 | 0.20 | 0.25 | 0.008 | 1.04 | 1994 |
0.24 | 0.14 | 0.30 | 0.002 | 1.34 | 1996 | |
0.19 | 0.09 | 0.26 | 0.000 | 1.26 | 1998 | |
0.21 | 0.11 | 0.28 | 0 | 1.08 | 2000 | |
— | — | — | — | — | 2002 | |
I | 0.157 | 0.110 | 0.145 | 0.018 | 0.696 | 1994 |
0.061 | 0.051 | 0.044 | 0.016 | 0.198 | 1996 | |
0.048 | 0.032 | 0.051 | 0.005 | 0.238 | 1998 | |
0.036 | 0.024 | 0.036 | 0.002 | 0.143 | 2000 | |
— | — | — | — | — | 2002 |
a
II. Especificación del modelo
Esta sección presenta el modelo empírico que se estimó para estudiar la relación entre ciclo económico, políticas gubernamentales y pobreza en México. La variable dependiente, la tasa de pobreza por entidad federativa, es medida como la proporción de familias por debajo de la línea de pobreza. Esta variable se utiliza para los sectores urbano y rural,
El modelo general utilizado para el sector rural es:
En las ecuaciones 1 y 2 los subíndices
Econométricamente, existen dos problemas importantes que invalidan el uso de mínimos cuadrados ordinarios para estimar el modelo de regresión. Primero, la estructura de los errores será heteroscedástica y a la vez auto correlacionada. Segundo, los problemas de medición inherentes a la variable dependiente y algunas de las variables independientes pueden sesgar los coeficientes. Las ENIGH no fueron elaboradas para estimar la pobreza estatal ni para estimar la ayuda institucional que reciben los hogares en cada estado. Esto trae consigo problemas de medición en dichas variables explicativas. Estos dos problemas se intentan resolver en el presente trabajo de la siguiente manera. Para el problema de la utilización de las variables de las ENIGH a nivel estatal, mediante la obtención de estimadores que aplican mínimos cuadrados ponderados sólidos. Para el problema de la estructura de los errores se utiliza la matriz de varianzas y covarianzas de Huber. La ponderación se realiza con pesos proporcionales al tamaño de muestra en cada estado. Así, los estados con una representación alta en la ENIGH reciben mayor peso que los estados cuyo número de observaciones es pequeño. La aplicación de la matriz de Huber es una solución estándar en la bibliografía estadística para resolver el problema de errores no independientes, con la matriz de White en la bibliografía econométrica.
III. Descripción de las variables
Hay dos definiciones ampliamente aceptadas de pobreza: la basada en el ingreso o gasto y la basada en necesidades básicas. La medida de pobreza basada en el ingreso o gasto genera líneas de pobreza que son múltiplos de las cantidades requeridas para subsistencia. Debajo de la línea de pobreza un individuo se considera pobre. La pobreza medida con base en las necesidades básicas considera pobre al individuo que no es capaz de cubrir esas necesidades (acceso a la educación, acceso a un sistema de salud, a una vivienda, entre otros).
La manera como midamos la pobreza extrema es importante porque las estimaciones pudieran estar sujetas a variaciones aleatorias. Hay muchas maneras de definir la pobreza (véase por ejemplo Condouel et al, 2002). En México, en la medición oficial de la pobreza realizada por el Comité Técnico (2002) se consideran tres líneas de pobreza: “umbral de pobreza alimentaria” (nivel I), “umbral de desarrollo de capacidades” (nivel II) y “umbral de desarrollo de patrimonio” (nivel III). Para el presente estudio se ha clasificado en pobreza extrema a los individuos que en agosto de 2002 tuvieron un gasto menor o igual a 727.79 pesos en las zonas urbanas y 541.69 en las zonas rurales, definidas éstas como poblaciones menores a los 15 mil habitantes.7 Estas cifras se aplican al periodo 1992-2002 utilizando el índice nacional de precios al consumidor (INPC). En el nivel I se parte de calcular la satisfacción de unas necesidades mínimas de consumo para la pobreza alimentaria, basadas en calorías y proteínas; se suman los ingresos monetarios y no monetarios de los hogares excluyendo todos los regalos y transferencias no monetarias entre los hogares y se divide entre el número de miembros del hogar.
La principal diferencia respecto a la medición del Comité Técnico (2002) es que en este estudio se parte del gasto de los hogares y no del ingreso. Aunque en la actualidad se llega a mediciones similares por ambos métodos, en los años de la crisis económica de 1994 y de 1996, Valero (2006) encontró resultados muy diferentes en los que la medición del gasto fue más estable. Como en este estudio se utiliza toda la serie de 1992-2002, es más conveniente elegir la serie más estable a fin de no introducir errores adicionales en las mediciones.
En el cuadro 2 se presenta los resultados para la pobreza extrema promedio entre 1992 y 2002, encontrándose que la pobreza en las zonas urbanas es menor en promedio que en las zonas rurales. Entidades como Chiapas y Oaxaca destacan en ambas mediciones de la pobreza, pero también tienen niveles muy altos Michoacán, Puebla, Tlaxcala y San Luis Potosí. La proporción de la población en pobreza varía a lo largo del tiempo y esta variación puede deberse tanto a cambios que ocurren dentro de los hogares como a cambios externos a éstas. En los primeros se encuentran: la escolaridad del jefe de familia, el tamaño de ésta y las remesas recibidas por los hogares, entre otros factores. En los cambios externos se consideran el ciclo económico, la inflación y las políticas gubernamentales.
Urbana | Rural | |
Aguascalientes | 9.7 | 21.4 |
Baja California | 1.6 | 5.5 |
Baja California Sur | 5.1 | 3.6 |
Campeche | 15.3 | 35.6 |
Chiapas | 23.5 | 55.5 |
Chihuahua | 5.6 | 15.6 |
Coahuila | 10.6 | 11.6 |
Colima | 8.0 | 10.7 |
Distrito Federal | 3.2 | 5.7 |
Durango | 14.0 | 16.7 |
Guanajuato | 15.2 | 32.1 |
Guerrero | 15.8 | 39.7 |
Hidalgo | 16.5 | 34.5 |
Jalisco | 7.2 | 15.8 |
México | 9.1 | 20.1 |
Michoacán | 19.0 | 24.6 |
Morelos | 9.5 | 18.1 |
Nayarit | 10.1 | 15.3 |
Nuevo León | 5.7 | 10.0 |
Oaxaca | 20.8 | 42.1 |
Puebla | 16.5 | 40.5 |
Querétaro | 5.3 | 28.8 |
Quintana Roo | 5.4 | 23. |
San Luis Potosí | 18.2 | 41.2 |
Sinaloa | 5.2 | 15.0 |
Sonora | 7.5 | 14.4 |
Tabasco | 10.8 | 36.3 |
Tamaulipas | 7.3 | 17.3 |
Tlaxcala | 19.1 | 22.3 |
Veracruz | 14.7 | 31.6 |
Yucatán | 19.2 | 38.8 |
Zacatecas | 16.4 | 22.0 |
La escolaridad del jefe del hogar, el tamaño del hogar y las remesas recibidas por los hogares fueron obtenidos de la ENIGH. La primera fue medida como años de estudio del jefe del hogar, la segunda como número de miembros del mismo, descontando las personas que no tienen parentesco. Las tres variables fueron cuantificadas separadamente para la zona rural y urbana, por entidad federativa. El ciclo económico se calculó de la siguiente manera. Si denotamos por
Este estudio pretende captar el efecto de los subsidios gubernamentales en las tasas de pobreza urbana y rural,
Para dar seguimiento a las políticas de combate a la pobreza de sus países miembros, la OCDE ha aplicado una serie de instrumentos como el estimado de apoyo al productor (EAP) que se obtiene del cociente entre el total de apoyos otorgados y los ingresos agrícolas totales. La OCDE muestra que para esta zona 38% de estos apoyos son gubernamentales en 2003 (Ramos, 2003). Existe entonces un incentivo para cultivar los productos altamente subsidiados como el arroz, la leche o la azúcar. La OCDE muestra que los precios pagados por los consumidores de los países miembros equivalen, en promedio, al doble del precio en el mercado internacional para la leche y la azúcar y cinco veces para el arroz.
Basándonos en información de la OCDE (2004a y b) en este estudio se incluye el efecto de la protección por medio del índice llamado CNAC (Consumer Nominal Assistance Coefficient) que mide el sobreprecio pagado por el consumidor nacional respecto al mercado internacional. El CNAC es la proporción entre el valor total del gasto en consumo en bienes producidos en el país, incluyendo apoyos a los productores, y el consumo evaluado a los precios mundiales, sin apoyo presupuestario a los consumidores. En este sentido, el CNAC guarda una relación inversa con el apoyo estimado a consumidores. Un CNAC mayor a 1 señala que los consumidores están subsidiando a los productores y uno menor a 1 indica que el subsidio va de los productores a los consumidores.
Este gasto extra de los consumidores no forzosamente va dirigido a disminuir la pobreza en el campo. Por ejemplo, en 2002 los mayores apoyos fueron para leche (24%), azúcar (24%), carne de aves (22%) maíz (17%) y carne de puerco (7%). Otros bienes analizados por el estudio de la OCDE para México son trigo, cebada, sorgo, arroz, soya, semillas para aceite, otros granos, leche, carne de res, huevo, frijol, tomate y café que tienen coeficientes más pequeños. El estudio muestra que durante 1995 y 1996, los años más agudos de la crisis económica, los índices CNAC son menores a 1, lo que indica un subsidio de los productores a los consumidores por medio de precios de bienes agrícolas por debajo de los internacionales. Por ejemplo, el índice para el maíz cambió de 1.04 a 0.69 entre 1994 y 1996, debido tanto a las transferencias de los productores a los consumidores como a las transferencias de los pagadores de impuestos a los consumidores. En 1994 el precio del maíz era más caro en México que en el extranjero, mientras que en 1996 sucedió lo contrario.
IV. Resultados
Se estimaron modelos separados para la tasa de pobreza urbana y la tasa de pobreza rural para el periodo 1994-2002. Y como se observa en los cuadros 3 y 4, se estimaron cuatro modelos para la pobreza urbana y seis modelos para la pobreza rural. El modelo 1 del cuadro 3 es el resultado base para la pobreza urbana al que se fueron añadiendo variables sucesivamente. La estimación muestra que el ciclo económico y la pobreza urbana están inversamente relacionados o, lo que es lo mismo, la brecha y la pobreza guardan una relación positiva y el coeficiente es significativamente diferente de 0. Las variables de control como la inflación, la escolaridad del jefe de familia y el tamaño del hogar tienen el signo esperado en todos los modelos. El CNAC es significativamente diferente de 0 y el signo positivo sugiere que a mayor sobreprecio pagado por los consumidores (quienes están subsidiando a los productores) mayor pobreza.
Variable dependiente | ||||
(1) | (2) | (3) | (4) | |
y | 0.584 (2.22) |
0.616 (2.37) |
0.603 (2.30) |
0.537 (2.14) |
y a | 0.086 (1.10) |
|||
A(u) | −3.114 (−1.29) |
−3.086 (−1.25) |
||
remu | −1.156 (−0.075) |
−1.248 (−0.081) |
−1.138 (−0.072) |
|
CNAC | 0.293 (3.36) |
0.302 (3.47) |
0.308 (3.54) |
0.303 (3.55) |
Infla | 6.246 (5.87) |
6.369 (5.99) |
6.395 (6.04) |
6.180 (5.96) |
Eduju | −0.021 (−3.14) |
−0.021 (−3.08) |
−1.019 (−2.93) |
−0.020 (−2.94) |
Tam_hogu | 0.042 (2.20) |
0.041 (2.14) |
0.041 (2.16) |
0.043 (2.19) |
Constante | −0.329 (−1.87) |
−0.338 (−1.92) |
−0.348 (−1.99) |
−0.345 (−2.00) |
F k−1,n−k | 17.67 [.000] |
15.10 [.000] |
13.50 [.000] |
11.86 [.000] |
σ | 0.038 | 0.038 | 0.038 | 0.038 |
N | 160 | 160 | 160 | 160 |
a Estadística t entre paréntesis.
Variable dependiente | ||||||
(1) | (2) | (3) | (4) | (5) | (6) | |
y | −0.515 (1.27) |
−0.631 (1.64) |
−0.370 (−0.69) |
−0.468 (−0.91) |
−0.367 (−0.68) |
|
y a | 0.103 (0.78) |
0.149 (1.19) |
||||
A(r) | −2.883 (−1.49) |
−2.710 (−1.38) |
−3.769 (−2.10) |
0.249 (0.06) |
−0.108 (−0.03) |
0.219 (0.06) |
remr | −2.327 (−1.64) |
−2.303 (−1.62) |
−2.340 (−1.66) |
−3.963 (−1.86) |
−3.049 (−1.53) |
−3.941 (−1.84) |
C | −0.074 (−1.36) |
−0.074 (−1.34) |
||||
I | 0.548 (0.47) |
0.261 (0.22) |
||||
CNAC | 0.594 (4.42) |
0.594 (4.39) |
0.527 (4.20) |
0.570 (3.84) |
0.604 (3.64) |
0.579 (3.64) |
Infla | 8.473 (5.80) |
8.722 (5.90) |
7.393 (5.71) |
6.754 (3.90) |
7.003 (3.66) |
6.859 (3.67) |
Edujr | −0.033 (−3.26) |
−0.033 (−3.31) |
−0.033 (−3.17) |
−0.041 (−3.53) |
−0.039 (−3.36) |
−0.041 (−3.50) |
Tam_hogr | 0.094 (4.21) |
0.091 (4.16) |
0.093 (4.25) |
0.071 (2.79) |
0.072 (2.82) |
0.071 (2.77) |
Constante | −0.806 (3.24) |
−0.801 (−3.24) |
−0.705 (−2.99) |
−0.575 (−2.06) |
0.654 (−2.14) |
−0.588 (−1.97) |
F k−1,n−k | 14.31 [.000] |
15.93 [.000] |
16.25 [.000] |
5.39 [.000] |
5.20 [.000] |
4.89 [.000] |
σ | 0.059 | 0.059 | 0.059 | 0.059 | 0.060 | 0.059 |
N | 160 | 160 | 160 | 128 | 128 | 128 |
a Estadística t entre paréntesis.
Variable dependiente | |||||
Pobreza urbana | Pobreza rural | ||||
Incrementos (1) |
2SLS (2) |
Incrementos (3) |
2SLS (4) |
||
y | 0.442 (1.72) |
0.557 (2.22) |
0.494 (1.04) |
−1.418 (−2.46) |
|
y a | 0.077 (0.62) |
0.253 (1.99) |
|||
A(*) | −3.038 (−2.01) |
−0.664 (−0.21) |
|||
predA(*) | −36.74 (−2.78) |
−25.514 (−4.74) |
|||
Rem(*) | −1.174 (−0.60) |
−2.348 (−1.43) |
−3.370 (−1.80) |
−1.641 (−0.97) |
|
C | |||||
I | |||||
CNAC | 0.436 (2.64) |
0.391 (4.37) |
0.723 (3.54) |
0.722 (5.51) |
|
Infla | 6.944 (4.23) |
6.924 (6.62) |
9.208 (4.49) |
7.145 (5.35) |
|
Eduj(*) | −0.023 (−2.50) |
−0.012 (−1.53) |
−0.028 (−2.87) |
−0.341 (−3.71) |
|
Tam_hog(*) | 0.024 (1.18) |
0.040 (2.12) |
0.087 (3.87) |
0.060 (2.94) |
|
Constante | −0.490 (−2.78) |
−0.708 (−3.08) |
|||
F k−1,n−k | 8.53 [.000] |
16.28 [.000] |
7.84 [.000] |
19.36 [.000] |
|
σ | 0.060 | 0.038 | 0.086 | 0.055 | |
N | 128 | 160 | 128 | 160 |
a Estadística t entre paréntesis.
Los resultados de los modelos 2 y 3 sugieren que el poder explicativo del modelo 1 no mejora al incluir las variables remesas al sector urbano y transferencias institucionales. Por su parte, los modelos 2-4 sugieren que las remesas recibidas por el sector urbano están inversamente relacionadas con la tasa de pobreza urbana. Se puede observar que dicha variable no es significativa para el periodo de estudio. Por otro lado, las transferencias institucionales al sector urbano reducen la pobreza de dicho sector. Sin embargo, no logran ser significativas, como lo indican los modelos 3 y 4.
El modelo más simple estimado de la pobreza rural es el modelo 1 del cuadro 4, que incluye el ciclo económico nacional, el ciclo económico agrícola, las ayudas institucionales al sector rural, las remesas a los hogares rurales y las variables de control. La estimación muestra que el ciclo económico nacional y agrícola no son variables explicativas significativas del comportamiento de la pobreza rural en el periodo en análisis y, en realidad, la brecha del PIB nacional tiene signo contrario al esperado. Las transferencias institucionales al sector rural resultan ser una variable significativa sólo en el modelo 3, en el que se incluyen como explicativas las variables brecha del PIB agrícola y remesas a los hogares de este sector. Las variables de control CNAC, la inflación y las características socioeconómicas de hogar tienen los signos esperados en todos los modelos estimados.
Los resultados también muestran que las variables de política pública, crédito al sector rural e inversión al desarrollo rural no son determinantes significativos de la pobreza rural. El crédito al sector rural aparece procíclico: a medida que la economía crece, y con ella la financiación, la pobreza disminuye. Por otra par te, la inversión muestra un signo negativo, lo que sugiere que zonas más desarrolladas (menos pobres) son las que reciben este tipo de apoyos.
Para examinar los valores de los coeficientes tomamos la ecuación (3) del sector urbano y la (1) del sector rural por ser éstas las ecuaciones más sencillas en las que se incluyen tanto las transferencias institucionales como las remesas. En el sector urbano, si duplicamos las transferencias institucionales
Con la finalidad de examinar si los resultados de nuestro modelo se mantienen con otras especificaciones, sobre todo en lo que se refiere a las variables
Es de esperarse que ocurra un debilitamiento de la variable brecha del ciclo (
Los resultados de las ecuaciones en diferencias se presentan en la columna 1 del cuadro 5 para el sector urbano y en la columna 3 para el sector rural. Los resultados muestran congruencia con los estimados en niveles y el resultado para el sector urbano para las transferencias institucionales resulta significativamente diferente de 0. Además se introduce un modelo con variables instrumentales porque, aunque nuestra hipótesis para las transferencias institucionales es que a mayores transferencias menor pobreza, es posible que a mayor pobreza ocurran más transferencias y que por tanto tengamos un problema de endogeneidad. Desafortunadamente no contamos con buenas variables instrumentales que tengan una razonable correlación con las transferencias institucionales estatales. Lo mejor que podemos hacer es presentar los resultados utilizando como variables instrumentales la inflación y las transferencias institucionales del periodo anterior, ya que la mayor pobreza actual no explica dichas variables en el periodo anterior, y a mayor inflación del periodo anterior puede ocurrir menor gasto gubernamental y por tanto menores transferencias institucionales.
Dado que las regresiones se están estimando con mínimos cuadrados ponderados, con efectos fijos y con estimadores sólidos, no es factible añadir variables instrumentales. Por tanto, se decide estimar el modelo en dos etapas; en la primera se estiman los valores de
Conclusiones
El presente trabajo tuvo como objetivo investigar el efecto del ciclo económico y las políticas gubernamentales en la pobreza rural y la urbana a nivel estatal en México. Para ello se analizaron los efectos de una serie de variables, incluyendo la brecha del producto respecto a su potencial, las transferencias institucionales, las remesas, el crédito bancario otorgado al sector rural y las inversiones del sector público en el desarrollo rural. El trabajo introduce la medición del ciclo económico utilizando la brecha entre el producto interno bruto observado y el potencial, medido éste como un promedio móvil de tres periodos. Asimismo, utiliza como variables de control características socioeconómicas de los hogares, la protección medida por medio del CNAC y la inflación.
Estimando diferentes regresiones mediante mínimos cuadrados con regresores sólidos y efectos fijos por entidad federativa, se encuentra que: i) el ciclo económico nacional y la pobreza urbana mantienen una fuerte relación inversa en el periodo en estudio; ii) el ciclo económico nacional y agrícola parecen no explicar la evolución de la pobreza rural en el periodo de análisis; iii) las remesas recibidas por el sector rural y urbano están inversamente relacionadas con la pobreza en ambos sectores, pero no la explican de manera significativa, y iv) las transferencias institucionales y las políticas gubernamentales no explican de manera significativa la reducción de la pobreza urbana y rural. Sin embargo, al utilizar modelos de primeras diferencias y con variables instrumentales, las transferencias institucionales adquieren un efecto significativamente diferente de 0, tanto en la zona urbana como la rural.
Respecto a las preguntas planteadas al inicio del estudio podemos concluir lo siguiente. La pobreza mexicana en ambos sectores se incrementó a mediados de los años noventa como consecuencia de los altos niveles inflacionarios y de la misma crisis económica de 1994-1995. Estos efectos fueron compensados sólo parcialmente por las entradas de remesas y la reducción en el proteccionismo y el consecuente apoyo a los consumidores nacionales. Respecto a la segunda pregunta nuestros resultados sugieren que a pesar de que la economía no muestra crecimiento promedio significativo desde 2000, la reducción en la pobreza de los años posteriores a la crisis se debe, en parte, a la mayor estabilidad de precios y, en parte, posiblemente, al incremento en las transferencias institucionales y en las remesas; en el caso del sector rural, el ciclo económico no tuvo efecto en la pobreza.
El siguiente paso en trabajos futuros sería un estudio microeconómico de los efectos que las variables estudiadas en este trabajo han tenido en los ingresos de los hogares y en su posición dentro o fuera de la línea de pobreza.