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Estudios de historia novohispana

versión On-line ISSN 2448-6922versión impresa ISSN 0185-2523

Estud. hist. novohisp  no.54 Ciudad de México ene./jun. 2016

https://doi.org/10.1016/j.ehn.2015.11.002 

Reseñas

Robert H. Jackson, Demographic change and ethnic survival among the sedentary populations on the Jesuit mission frontiers of Spanish South America, 1609-1803: the formation and persistance of mission communities in a compatative context, Leiden, Brill, 2015, European expansión and indigenous response, vol. 16.

María Teresa Álvarez Icaza Longoriaa 

a Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México

Jackson, Robert H.. Demographic change and ethnic survival among the sedentary populations on the Jesuit mission frontiers of Spanish South America, 1609-1803: the formation and persistance of mission communities in a compatative context. Leiden: Brill, 2015. European expansión and indigenous response,


El propósito principal de Robert Jackson en este trabajo es explicar la dinámica demográfica de dos proyectos misionales desarrollados por los jesuitas en América del Sur, el primero de ellos en la región de Paraguay, en el río de la Plata, y el segundo en la región de Chiquitos, ubicada al este del territorio actual de Bolivia. Se trata de una obra en la que prevalece la perspectiva comparativa: se subrayan las coincidencias y diferencias en la evolución de la población indígena de ambas regiones; asimismo, se realiza el contraste con otras zonas de misión ubicadas en lugares diversos de los dominios indianos de España.

El libro está dividido en cinco capítulos. El primero explica la formación y desarrollo de las misiones de Paraguay y Chiquitos, haciendo énfasis en el proceso de cambio social y cultural experimentado por la población indígena de estas regiones. El segundo se ocupa del tema de la viruela y expone su dramático impacto en la evolución demográfica de ambas zonas misionales. El tercero describe en forma pormenorizada el desarrollo de algunas de las misiones jesuitas sudamericanas. El cuarto examina los patrones demográficos de grupos sedentarios y nómadas en diferentes fronteras de Hispanoamérica colonial. El quinto estudia la población de las misiones de Paraguay y Chiquitos después de 1768, año en que los jesuitas fueron expulsados. El propósito del autor no es hacer una narración ordenada cronológicamente; cada parte funciona bien en sí misma, pero si se observa la obra como unidad, algunas explicaciones parecen un poco reiterativas. El texto escrito se complementa con un conjunto de apéndices que sustentan los diferentes asuntos expuestos. El material gráfico es muy bueno, incluye mapas y fotos a color; también hay abundantes cuadros y gráficas, indispensables para la temática abordada. El trabajo está apoyado en una amplia consulta de fuentes documentales y en una bibliografía vasta y actualizada, la cual incluye 30 textos del propio Jackson, lo cual demuestra su probada trayectoria en el estudio de las misiones y su desarrollo demográfico.

El autor expone que había similitudes entre Paraguay y Chiquitos: antes de su contacto con los jesuitas los habitantes de ambas zonas practicaban la agricultura y complementaban su alimentación con la cacería y la recolección. Al convertirse en residentes de las misiones, los indios accedieron en forma constante a alimentos de origen vegetal y animal, por la intensificación de la actividad agrícola y la crianza de ganado, por lo cual en general disfrutaron de buen nivel de nutrición; cumplían obligaciones laborales establecidas por los misioneros, pero no trabajaban para los colonos españoles. Permanecieron vigentes sus estructuras de organización social; vivían en poblados organizados por parcialidades, en casas multifamiliares dispuestas en filas; además, los jesuitas compartieron el gobierno con los jefes nativos. Todo esto generó condiciones de estabilidad que repercutieron favorablemente en la demografía.

Sin embargo, la presencia constante de brotes de viruela provocó una merma considerable de la población. Aquí se explica la evolución de tales epidemias, las razones de que el contagio fuera mayor o menor, cuáles eran los grupos de edad y género más afectados, el tipo de tratamiento que se daba a los enfermos y las medidas aplicadas para contener la propagación de las enfermedades. Se exponen igualmente los factores que podían agravar las crisis demográficas, tales como la afectación de las cosechas por variaciones extremas del clima, la merma del ganado por distintas causas, entre otros. En el texto puede encontrarse una explicación de cómo interactuaron en cada región factores determinados por la situación socioeconómica prevaleciente y por el tipo de vinculación establecida con el exterior para dar lugar a un determinado desarrollo demográfico.

Respecto a la zona de Paraguay, señala que estaba habitada principalmente por población guaraní. El proceso de creación de misiones por los jesuitas en esta región dio inicio en 1610, para 1634 había ya 24 fundaciones con más de 40,000 indígenas. Jackson las define como misiones cerradas, es decir, una vez establecidas se incorporaban pocos indios del exterior, la población aumentaba por reproducción natural. La producción era abundante y diversa, a través de una eficaz red fluvial podían comercializar hacia diversos lugares yerba mate, ropa, tabaco, azúcar, entre otras cosas. Los recursos obtenidos permitían sostener el programa misional y el pago de tributo. Sin embargo, la presión externa tuvo repercusiones importantes. Por la presencia de bandeirantes los jesuitas se vieron forzados a reubicar sus establecimientos, ello determinó también uno de los rasgos más singulares de esta región: la organización y movilización de milicias de indios para la defensa de las misiones. La creación de la colonia de Sacramento por Portugal obligó también a los ignacianos a mover algunos poblados.

Las misiones de Paraguay tenían altos índices de natalidad y mortalidad. Generalmente eran más altas las tasas de natalidad, no obstante, periódicamente se presentaron epidemias que provocaron crisis demográficas. Algunos factores ayudaron a los guaraníes a recuperarse: las mujeres eran la mitad o un poco más del total de la población, solían casarse muy jóvenes y en general tenían un hijo cada dos años, además, quienes quedaban viudos comúnmente volvían a contraer matrimonio y a procrear. Por el contrario, otros aspectos favorecieron el contagio: la cercanía entre los espacios habitacionales y la estrecha convivencia al interior de las misiones, así como el ir y venir de las milicias. Varios eventos políticos influyeron en la dinámica demográfica: el Tratado de Madrid provocó una diáspora de las misiones; al ser anulado inició el regreso de los indios, pero el proceso fue más lento en la región más cercana a la frontera portuguesa; en el contexto de Guerra de los Siete años hubo una invasión española a los establecimientos portugueses en Rio Grande do Sul, algunos soldados se contagiaron de viruela y provocaron un brote epidémico en las misiones. Una de las partes más sugerentes del libro es cuando es analizada la trayectoria particular de seis de las misiones de Paraguay, es allí cuando puede verse más claramente cómo se conectan los diferentes asuntos que determinaron los altibajos de la población indígena.

La fundación de misiones jesuitas en la zona de Chiquitos comenzó en la última década del siglo XVII. Fueron asentados indios de diferentes grupos étnicos, la lengua más hablada era la chiquita, si bien se enuncian otras cinco. A principios de la centuria siguiente, en el contexto de la guerra de sucesión española, hubo dificultades para contar con suficientes misioneros. La expansión final del proyecto misional se dio entre 1754 y 1760. Son definidas por el autor como misiones abiertas porque siguió el establecimiento de neófitos hasta el final. Se introdujeron nuevos productos agrícolas, pero no todos se adaptaron, tuvo importancia considerable la crianza de ganado. Parte de la producción se destinaba al mercado exterior, pero su circulación era más limitada y se hacía vía terrestre. Esta no era una zona en conflicto tan intenso con los portugueses, había cierta presión de los bandeirantes, pero no se organizó una milicia. Había tasas más altas de nacimientos que de mortalidad, aunque el crecimiento por reproducción fue moderado, la población también aumentaba por el asentamiento de neófitos. Se presentaron epidemias frecuentes, pero el mayor aislamiento de la zona ofreció mejores condiciones para establecer cuarentenas.

A lo largo del análisis de estos dos enclaves misionales, Jackson utiliza los modelos de Nueva España y Perú para explicar diversas instituciones y procesos históricos. Asimismo, hace continuas referencias a California, una región que conoce muy bien y sobre la cual tiene abundantes trabajos publicados. La narración se centra principalmente en el periodo jesuita, no obstante, también hay datos posteriores a la expulsión. En los estudios de caso incluidos, señala qué orden religiosa quedó a cargo de las diversas misiones y cómo fue la dinámica demográfica hasta principios del siglo XIX.

El autor concluye que en los casos de Paraguay y Chiquitos el sistema fue menos disruptivo que en otras zonas de la colonización española. La estructura de género y edad estaba más balanceada y la población tuvo condiciones adecuadas para crecer durante largos periodos, por ello tuvieron más capacidad para recuperarse de las crisis demográficas. Una de las evidencias de ello, subraya, es la sobrevivencia actual de población indígena en esas regiones de América del Sur.

El autor hace una descripción de la dinámica demográfica imperante en otras zonas misionales, donde prevalecía población no sedentaria. Examina experiencias jesuitas, en el Chaco y la Pimería Alta, así como varios enclaves franciscanos, Texas y Coahuila, Sierra Gorda y Alta California. Esta parte es interesante y atinada en sus premisas generales: expone que las poblaciones nómadas mostraron ser más frágiles, además, señala, que el cambio social y cultural promovido por los misioneros fue más profundo, por lo cual el colapso demográfico fue mayor. Sin embargo, se extraña aquí el nivel de detalle y profundidad del análisis realizado respecto de Paraguay. Dos aspectos me parecen importantes por su incidencia en la dinámica demográfica, el primero es que hizo falta hablar de las variaciones en la respuesta ante las misiones si se trataba de grupos nómadas o semisedentarios, así como entre las diversas misiones de una determinada región en relación a su producción y a la situación de mayor contacto o aislamiento; el segundo elemento es que es preciso darle mayor importancia a la interacción de las misiones con la colonización civil y con otras instancias religiosas, misiones y curatos, establecidas en áreas cercanas. Finalmente vendría bien dar cuenta puntual de algunas especificidades relativas a las últimas décadas del siglo XVIII, señalar si tales enclaves fueron secularizados y qué impacto tuvo este evento en la dinámica demográfica.

La obra fue publicada en una colección dedicada al estudio de la expansión europea y las respuestas de los indígenas a ella. Es una contribución al debate desarrollado en el marco de la Nueva Historia Misional. Desde hace varias décadas diversos autores norteamericanos, entre los cuales está el propio Robert Jackson, han señalado la importancia de analizar las consecuencias de las misiones para la población indígena y han subrayado, en particular, la importancia de estudiar el cambio demográfico. Algunos investigadores han concedido un peso determinante a elementos ligados al medio ambiente: sequías, cambio climático, presencia de ganado, entre otros. El autor de este libro considera relevantes estos factores, para señalar que la principal razón de la caída de la población indígena fueron las epidemias, en su opinión la gravedad de sus efectos no se reduce al siglo XVI, siguió teniendo incidencia significativa durante los siglos XVII y XVIII, como lo demuestra en este estudio.

La revisión por pares es responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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