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Región y sociedad

versión On-line ISSN 2448-4849versión impresa ISSN 1870-3925

Región y sociedad vol.18 no.37 Hermosillo sep./dic. 2006

 

Reseñas

 

Jared Diamond (2005), Colapso: como as sociedades escolhem o fracasso ou o sucesso.

 

Daniel José da Silva*

 

Sao Paulo, Editora Record, 686 pp.

 

* Departamento de Ingeniería Sanitaria y Ambiental. Universidad Federal de Santa Catarina (www.ens.ufsc.br). Florianópolis, SC. Brasil. Correo electrónico: daniel@ens.ufsc.br.

 

La lectura de Colapso me emocionó profundamente. Comencé a comentar y recomendar el libro a mis alumnos y amigos, y a medida que conversaba sobre su contenido me di cuenta que estaba trabajando mis emociones, transformándolas en sentimientos; tres de ellos son los que tengo más claros y me gustaría expresarlos en esta reseña.

El primero se deriva del descubrimiento de una teoría en el libro. Entendida ésta como un conjunto lógico de argumentos, capaz de explicar completamente un fenómeno determinado y abrir campos de conocimiento, experimentación, validación y utilidad social. Como la teoría de la gravedad y la cuántica; la primera explica la atracción de los cuerpos y la segunda el interior de los átomos. En Colapso encontramos una teoría explicativa del fenómeno del fracaso de las civilizaciones, desde la perspectiva de la sustentabilidad.

El segundo sentimiento fue Darme cuenta que, a pesar del título tan dramático, la teoría del Colapso es esencialmente optimista. al concluir el libro, Diamond deja clara su idea de que el conocimiento del fracaso ambiental de las civilizaciones pasadas puede ayudarnos a transitar a una más sustentable y justa. Con base en esta percepción, me di cuenta que todas las demás teorías que están ayudando a investigadores y líderes políticos, sociales y económicos a pensar y construir esta transición son optimistas. Pienso, en especial, en las cuatro que me han acompañado en mi carrera científica: las teorías de la autopoiésis, de Humberto Maturana y Francisco Varela, concebida en los años setenta; de la complejidad, de diversos autores, entre quienes destaca Edgar Morin; de la acción comunicativa, de Jurgüen Habermas en los años ochenta y de la transdisciplinariedad, en los años noventa, de Edgar Morin y Basarab Nicolescu.

El tercer sentimiento fue consecuencia de mi emoción al construir el conocimiento nuevo con la lectura y la reflexión sobre el libro: qué tanto el éxito como el fracaso de una sociedad es resultado de una naturaleza dialógica entre una visión civilizadora estratégica y cooperativa y un reconocimiento de la substantividad de la vida en todas sus dimensiones y relaciones. Si esta naturaleza se pierde, como es nuestro caso, o no está presente en los valores civilizadores de la sociedad, como en el pasado, el futuro como expectativa de transformación del presente se pierde o disminuye, y la tendencia al colapso se transforma en destino.

El libro consta de un prólogo y cuatro partes, reunidas en 16 capítulos. En el prólogo, el autor presenta su metodología de estudio comparado y los cinco factores de análisis, en torno de los cuales formulará los argumentos. En la primera parte, se presenta la evolución de los conflictos ambientales en el estado de Montana, Estados Unidos; punto de partida de Diamond, para su viaje a través del tiempo sobre nuestro mundo. Es también el homenaje de este hombre a su lugar preferido y a sus amigos. En la segunda parte se presentan cinco experiencias de colapso en sociedades del pasado (las islas de Pascua, Pitcairn y Henderson, en el océano Pacífico; los anasazis en el sudoeste de Estados Unidos; los mayas en Mesoamérica y los vikingos en Groenlandia), y un conjunto de tres experiencias de éxito: Nueva guinea, Tikopia y el Japón de la era Tokugawa. En la tercera parte se analizan cuatro experiencias de sociedades contemporáneas en camino al colapso: Ruanda, Haití y su contrapunto en la República Dominicana, China y Australia. En la cuarta, Diamond presenta una síntesis de los problemas ambientales, los reúne en 12 temas y muestra algunos pares de respuestas actuales: de colapso y sustentables, en especial en la exploración de minerales, petróleo, bosques y pesca. Concluye, emblemáticamente, mirando con esperanza uno de los paradigmas principales de la insustentabilidad de nuestra era: las mega ciudades, y se detiene justamente en la suya: Los Ángeles. Los cinco factores del colapso de las sociedades son los siguientes.

1. El daño ambiental. Diamond esclarece que éste contribuye al colapso de una sociedad y es una ecuación resultante de: a) el poder de explotación y consumo de la naturaleza por parte de la sociedad, y en él, las tecnologías determinan la velocidad de la degradación; b) el grado de imprudencia e intensidad de esta explotación y consumo; c) la fragilidad de los ecosistemas y d) la capacidad de soporte y tiempo de regeneración de la naturaleza. Este factor está presente en toda la trayectoria del colapso y sus efectos son acumulativos a lo largo del tiempo. La explotación extrema de los ecosistemas proporciona la base para la aceleración del colapso, definen la trayectoria en la cual su ocurrencia final termina siendo sólo cuestión de tiempo, como fue en la isla de Pascua, en la Groenlandia nórdica y con los anasazis en el sudoeste de Estados Unidos.

2. Los cambios climáticos. Éstos fueron un factor decisivo en el colapso de Groenlandia, también para los anasazis y los mayas. Diamond muestra que los cambios naturales que ocurren en escala decenal y secular no son percibidos por las generaciones de humanos, que crecen arriba del límite de sustentabilidad en los periodos de lluvias y temperaturas agradables y disminuyen en los secos y fríos. Un lapso seco de cincuenta años pudo haber sido un golpe inmisericorde para la cultura anasazi y maya, y uno frío de cien fue decisivo para el colapso de los vikingos en Groenlandia. En esos periodos faltan alimentos y la lucha por la supervivencia es más ardua, para finalmente llegar al desenlace del drama: "las personas mueren de hambre".

3. Los vecinos hostiles: un ejemplo son los inuits; cuya existencia puede haber sido el factor responsable del final de la experiencia de los vikingos en Groenlandia; cuando éstos no tenían más energías para luchar, por falta de alimentos y guerreros. Este factor también puede explicar las luchas en la propia sociedad en el camino al colapso, como en el caso de los mayas, los anasazis y los pascuenses, cuando los pobres y subalternos ya no se conformaban con las promesas ni soportaban las imposiciones de producción de alimentos y bienes para las clases dominantes. De todos los factores, los vecinos hostiles y las guerras con enemigos externos parecen ser el golpe definitivo, en un proceso donde las razones estructurales fueron construidas históricamente por los propios valores de la sociedad en su ruta hacia el colapso.

4. Comercio exterior. Este factor está asociado al anterior, y su existencia puede o no ser decisiva en el adelanto del colapso. Cuando existe, y sucede en tiempos de paz, puede aumentar la sobrevivencia de una sociedad en camino al colapso. Cuando no existe por falta de vecinos, como en el caso de Pascua y los anasazis; debido a vecinos hostiles, como en Groenlandia y los mayas o a la reducción drástica de la producción en función de los cambios climáticos, el comercio exterior es decisivo, pues en esta situación faltan alternativas de importación de alimentos, recursos energéticos así como tecnologías. La actuación de estos cuatro factores agudizan el fenómeno, y ninguno en forma aislada es responsable por el colapso.

5. Respuestas a los problemas ambientales. Mientras que los pascuenses respondían a la crisis ambiental haciendo esculturas aún mayores y cortando las últimas palmeras para transportarlas, con la esperanza de ser atendidos en sus ruegos, la respuesta de los vikingos en Groenlandia fue continuar con la misma estrategia económica basada en la ganadería, cuando ya no había más heno ni ganado suficiente para pasar los inviernos. De la misma forma se condujeron los anasazis en el sudoeste estadounidense; después de talar todos los bosques de los valles donde vivían, fueron a buscarlos a las Montañas Rocallosas. Cuando acabaron con los bosques, los ríos se secaron en seguida; sin agua para irrigar las plantaciones de maíz, principal alimento de este pueblo, y madera para los rituales y para calentarse en los inviernos, sólo quedó el camino de la desaparición.

Las respuestas de Nueva Guinea, Tikopia y del Japón en la era Tokugawa, como experiencias de éxito, fueron diferentes entre sí. En las dos primeras, los agricultores crearon costumbres que respetaban la capacidad de recuperación de los ecosistemas, incluso un control de la natalidad, que después se difundió como una práctica cultural. En Japón ocurrió lo inverso: fue el shogun quien determinó la restricción del corte de árboles y la cantidad de captura de pescado. Hasta hoy Japón mantiene esta tradición: 80 por ciento de sus tierras están cubiertas de bosques, y sus mares continúan produciendo pescado. Entre tanto, el comercio exterior le permite ser uno de los mayores consumidores de papel y pescado del mundo. Diamond nos dice que las respuestas dadas por cada sociedad son únicas para un mismo tipo de problema ambiental.

6. El patrón que liga todas las formas de colapso. El final optimista de Diamond es que las sociedades colapsadas del pasado tenían una visión histórica muy pequeña del tiempo, y una visión geográfica muy reducida del espacio, características diametralmente opuestas a las de las sociedades contemporáneas. Hoy sabemos más cada día sobre el pasado y estamos más conectados con él. Para el autor, las sociedades actuales tienen todas las condiciones para crear y adoptar respuestas locales que se articulen en acciones mundiales, que pueden no sólo controlar y resolver todos los problemas ambientales, sino también abrir una nueva era civilizadora, esta vez más sustentable y justa. Es importante subrayar el problema de la justicia, porque en las sociedades que se colapsaron, la diferencia entre ricos y pobres permaneció hasta el final; los ricos murieron de hambre, aunque tuvieron el privilegio de morir al último.

Asimismo, identifiqué otro patrón presente en todas las sociedades colapsadas analizadas por Diamond: lo sagrado estaba en las alturas, en el cielo o en el sol, jamás en la tierra. Al compartir mis sentimientos espero motivar la lectura del libro. Al final, quien lo lea encontrará en él una manera de continuar siendo una persona que haga la diferencia, y sienta que vale la pena vivir en el tiempo que le ha tocado.

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