Introducción
La inquietud personal que motivó esta investigación fue la búsqueda de mejoras en el proceso de enseñanza y de aprendizaje en la asignatura denominada Metodología de la Investigación, dentro del programa de Maestría en Bioética, en el Centro de Investigación Social Avanzada, en Querétaro, México. Esta inquietud fue básicamente didáctica y metodológica: ¿qué uso darle a la expresión interdisciplina, multidisciplina y términos semejantes cuando se enseñan los procedimientos de deliberación e investigación a los estudiantes de posgrado?
Para contestar esta interrogante el trabajo se divide en tres secciones. La primera consiste en una investigación hecha a partir de una muestra por conveniencia. La técnica de búsqueda de información fue a través de un buscador (Google.com). Se seleccionaron las opciones localizadas en la web que ofrecen maestría o máster en bioética. Para este análisis se consideraron las primeras nueve opciones.1 Éste consistió en revisar propósitos, objetivos y plan de estudios. Se describen algunos de los elementos metodológicos de cómo se presenta la bioética en los programas.
En la segunda sección de este trabajo se realiza un análisis conceptual de lo interdisciplinario, usando las categorías de razón ampliada (Agejas, J., 2014). Con esto se contrasta lo localizado en la sección primera. Tras la reflexión realizada a partir de estas dos secciones, extraigo algunas ideas que propongo para la enseñanza de la bioética, concretamente en el posgrado del Centro de Investigación Social Avanzada de Querétaro, y que considero que también pueden aplicarse a otros programas de posgrado en bioética.
1. Ejemplos de programas de bioética ofertados por diversas instituciones
En esta parte se revisan algunos programas de posgrado en bioética de universidades de España, México y Sudamérica, que fueron seleccionados al azar por medio de una búsqueda por internet, como ya se indicó. El análisis se centró en señalar cómo se presenta la bioética desde el punto de vista metodológico y epistemológico. En la presentación de los programas y en los mapas curriculares se encuentran elementos explícitos e implícitos que se señalan.2 Las respuestas son variadas y dan pista sobre el uso que se le da a términos como disciplina, por ejemplo, y el cómo hacer bioética.
1.1 Instituto de Investigaciones en Bioética (Monterrey, México)
El Instituto de Investigaciones en Bioética, que se encuentra en el estado de Nuevo León, México, en el 2019 tiene un programa educativo que se presenta como análogo a otros programas de personalismo, señalando que:
El fundamento filosófico del Instituto está basado en la declaración universal de la bioética y derechos humanos. Manifiesta integridad éticomoral y diálogo cultural en los programas de estudio y formación educativa. Desarrolla estudios de alto nivel, formando profesionistas, académicos e investigadores con conocimientos bioéticos que les permitan tomar decisiones en su actuar profesional, al aplicar la ciencia y la tecnología a la hora de promover el conocimiento en las acciones de conservación de la vida y de respeto al entorno ecológico (Instituto, 2019).
1.2 Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (Valencia, España)
En 2018, esta universidad ofrecía un máster en bioética. Pero en una versión anterior (2011), este mismo máster se manejaba por módulos y contaba con asignaturas, en las que se encuentran algunos elementos útiles para reflexionar sobre la enseñanza de la bioética:
Se resaltan los contenidos que aluden al modo de trasmitir la bioética: la transversalidad o presencia de la misma en diversas disciplinas. Lo anterior puede implicar el carácter dialógico de la misma y su necesidad de adaptar su lenguaje y exposición a los distintos grupos profesionales a los que se dirige, y también de dónde parte. Esta idea se retoma en la siguiente sección de este trabajo.
1.3 Universidad El Bosque (Bogotá, Colombia, 2008)
En los tres programas que se ofrecen (especialidad, maestría y doctorado), se indica que el programa de bioética:
Es de carácter interdisciplinario; está dirigido a profesionales con título académico en diferentes áreas: salud (medicina, odontología, enfermería, medicina veterinaria, entre otras); básicas (química, física, biología, matemáticas); humanas y sociales (filosofía, teología, sociología, antropología, economía, psicología, derecho); ingenierías (ambiental, agrícola, industrial, electrónica y de sistemas, etcétera); educación y arte, entre otras (Universidad El Bosque, 2008, s.p.).
Pero en una versión anterior de su presentación en la web, consultada en 2011, se señalaba que el programa buscaba:
Propiciar en sus estudiantes un diálogo intertransdisciplinar y pluralista, que posibilite la conformación de grupos de investigación que logren avances académicos e intercambios favorables en torno a las decisiones y a los problemas de los que se ocupa la bioética (Universidad El Bosque, 2011 s.p.).
Y en la justificación, de nuevo se señala el carácter interdisciplinario, pero se resalta el carácter práctico del diálogo como un elemento peculiar de la bioética: «se sugiere, a través de este espacio de reflexión, un nuevo discurso y una nueva aproximación ética de todas estas cuestiones, en un ambiente pluralista, interdisciplinario, global y prospectivo» (Universidad El Bosque, 2008).
«Nuevo discurso» y «nueva aproximación ética» pueden entenderse como métodos de aproximarse o de trabajarse la bioética. Se señala, asimismo, el aspecto pluralista, en donde se dé una necesidad de ajustar el discurso bioético al distinto bagaje y contexto cultural de los participantes. Estas características se proponen en la segunda sección de este artículo, y creo que pueden interpretarse con la categoría de razón ampliada.
Como parte del propósito del programa se afirma que:
Busca propiciar en sus estudiantes un diálogo interdisciplinar, transdisciplinar y pluralista que posibilite la conformación de grupos de investigación que logren avances académicos e intercambios favorables en torno a las decisiones y a los problemas de los que se ocupa la bioética (Universidad El Bosque, s.f.).
Lo interesante de este propósito es el supuesto de considerar la bioética como diálogo intertransdisciplinar, lo que nos remite de nuevo a la idea de una enseñanza desde distintos ángulos disciplinarios, unidos por el discurso unificador de la ética (Abel, F., Cañón, C., 1993). Asimismo, un modo de acercarse o de comunicar las temáticas de la bioética implica acercarse desde una perspectiva de racionalidad práctica o, por decirlo de otra manera, desde una racionalidad discursiva y abierta (Sada, D., 2014). Este elemento, junto con los otros que se resaltan más adelante, se utiliza para la propuesta de enseñanza.
1.4 El programa del CISAV (Querétaro, México)
El Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV, 2018) señala las generalidades de su programa. De manera análoga a otros programas que ya mencioné, se indica que suele durar dos años y utiliza un sistema de asignaturas. En la página electrónica se expresa que la bioética:
En una época de cambios profundos, en la que se experimenta la necesidad de una nueva alianza entre ciencia y conciencia, la Maestría en Bioética del CISAV busca ofrecer una experiencia educativa interdisciplinaria, que permita colocar la dignidad de la persona humana como criterio de juicio y principio de acción para la toma de decisiones reales. […] La bioética es una disciplina que cada vez tiene mayor repercusión en la vida de las personas (CISAV, 2018, s.p.).
De nuevo se refleja ese elemento que surge en otros programas de bioética: se habla de experiencia interdisciplinaria y se insiste en que es una disciplina. Creo que esto muestra nuevamente la dificultad de, por una parte, entender que la bioética es una ética y, por otra, su carácter interdisciplinario, al menos en el sentido práctico de la deliberación.
1.5 Otros programas vigentes. ¿Qué enfoque tienen?
De modo abreviado, apunto otros programas en los que surge de nuevo el carácter variado de la delimitación:
Institución | Texto en referencia al estatuto epistémico de la bioética | Página web de referencia |
---|---|---|
Universidad Ramón Llull |
«La bioética es una disciplina…» | Máster Universitario en Bioética, 2019. http://www.ibbioetica.org/es/modules/tinycontent/index.php?id=8 |
La Laguna, Las Palmas, País Vasco y Rovira i Virgili |
En la indicación de las características del programa se señala: « Multidisciplinar y abierto». Y en su objetivo 5 se afirma: «Profundizar en los fundamentos teóricos y en la investigación en bioética y el bioderecho a personas interesadas de múltiples disciplinas». | Máster Interuniversitario Bioética y Bioderecho, s.f. http://www.ebioetica.es/EBIOETICA/inicio.html |
Universidad de Comillas |
La interdisciplinariedad de la
bioética ha hecho que el máster haya estado siempre dirigido
a diversos profesionales de la medicina, la enfermería, el
derecho, la filosofía, la teología, la psicología, la
farmacia, etcétera. En el Seminario Interdisciplinar encontramos una pista: «…los alumnos tienen la oportunidad de participar en el Seminario Interdisciplinar de Bioética que la cátedra anualmente organiza en torno a un tema de especial interés y actualidad. En él se reúnen unos cincuenta especialistas de primer nivel en el ámbito de la bioética española y portuguesa, durante tres días y con carácter intensivo. Está organizado en ocho conferencias que abordan el tema desde diferentes disciplinas implicadas en el mismo (filosofía, psicología, derecho, medicina, sociología, teología, economía, etcétera), que van seguidas de otros tantos diálogos y debates en los que intervienen todos los participantes del Seminario». |
Máster Universitario en Bioética. s.f. http://www.comillas.edu/es/postgrado/teologia/masteruniversitario-en-bioetica |
FUNIBER | El carácter multidisciplinar del programa permite distintos tipos de salidas profesionales. | Maestría en Bioética. 2019. https://www.funiber.org/maestria-en-bioetica |
Fuente. Elaboración propia.
2. El estatuto interdisciplinar de la bioética y la labor docente: discusión y análisis
En la primera sección vimos que se utilizan distintas denominaciones para describir la bioética: interdisciplina, transdisciplina, multidisciplina, disciplina. Se encontraron algunos rasgos comunes respecto de cómo se usan los términos. Estos rasgos comunes los podemos delimitar como apertura o diálogo. La bioética como promotora del trabajo en conjunto con las metodologías propias de cada ciencia o disciplina participante: abordar o abrirse a otras disciplinas.
Uno de los usos o modos del uso de interdisciplina es su carácter colaborativo. En este sentido, la siguiente observación de Ana Marta González resume de manera adecuada la posición que se busca mostrar en este documento (he subrayado con cursiva lo que considero más importante resaltar):
Los partidarios de constituir la bioética en una ciencia autónoma pueden alegar a su favor el hecho innegable de que ha generado, en muy pocas décadas, una reflexión ingente y específica que, además de requerir la aplicación de los principios éticos a una materia muy concreta, exige internamente la adopción de una perspectiva multidisciplinar a la hora de enfrentar sus problemas específicos; aunque esta postura es defendible desde un punto de vista práctico… Después de todo, la misma interdisciplinariedad podría verse como una ampliación sistemática de la deliberación que ha de preceder a toda decisión éticamente aceptable, cuya aceptabilidad, en todo caso, corresponde examinar a la ética (González, A., 2001: 305).
La reflexión ética pertenece al hombre común y, a la vez, es recíprocamente iluminada e iluminadora de las disciplinas que se estudian con ella. Eso es un carácter interdisciplinario, entendido como un verdadero trabajo en conjunto, no sólo de un mismo objeto de estudio, sino en el intercambio y la cooperación (Luengo, E., 2012). Esta idea la reitero en la tercera sección de este artículo.
Este modo de trabajar de la bioética se refleja en los manuales. Así, por ejemplo, en el Manual de Bioética de Sgreccia (2009: 23 y ss.) se afirma: «hay quienes configuran la bioética […] como una metodología de confrontación interdisciplinaria […], y otros como una disciplina autónoma». El autor parece inclinarse por esta última: «de todo lo que hemos expuesto se saca la conclusión de que la nueva disciplina...», y en el siguiente párrafo señala: «se introduce la necesidad de una aproximación interdisciplinar, característica peculiar de la bioética».
Desde el punto de vista metodológico y de la enseñanza de la bioética, sugiero utilizar los conceptos de prudencia, concilio y sabiduría. Estos conceptos, inspirados en la noción de razón ampliada utilizados por las disciplinas participantes en ese proceso para encontrar las respuestas sobre la licitud de intervención sobre la vida, facilitarían la búsqueda de respuestas éticas y pueden servir de estrategias para la enseñanza. La ética, y sus preguntas, tiene esa posibilidad de ser transversal, tal como señalaba uno de los programas mencionados, debido a la dimensión moral que implica toda acción humana (Agejas, J., 2014). Estos conceptos pueden ser de utilidad al momento de configurar el diálogo entre las disciplinas y en la búsqueda de esa respuesta ética. Propongo que estos términos se entiendan del siguiente modo:
a) Prudencia: admitir que los caminos de respuesta racional no son únicos. La ética se conecta con el diálogo cultural, como señalaba uno de los programas: lo que hay que mostrar es el carácter prudencial desde sus propias disciplinas; el mirar previo, en donde se va por diversos caminos de realización del bien, desde cada disciplina participante. La prudencia se constituye en admitir la dirección del acto virtuoso, «teniendo en cuenta la complejidad de las circunstancias particulares» (Simón, R., 1987: 349).
b) Concilio: la sobreespecialización tiene el riesgo, por un lado, de separarnos de la visión de conjunto en la solución y exposición de un problema ético, o de llevarnos a considerar lo ético como expresión de lo subjetivo. El concilio consiste en que mis ideas de conciencia son compatibles en comunidad, porque hay elementos de la realidad accesibles a todos los que la confirman o no. Si como médico reflexiono el porqué de mi actuación, pensando a la vez en los cuidados de enfermería involucrados y en lo que señala la ley, podría descubrir que mi propia acción es incompleta o que técnicamente y según protocolo es válida, pero errónea en cuanto a los bienes humanos que tutela. Esto es un modo que, se sugiere, puede entenderse como «diálogo inter transdisciplinar», el cual se vio en los programas.
c) Sabiduría: el criterio de ésta es la apertura al otro con el otro. Y esta apertura es admitir que mi perspectiva explica y complementa, aunque el sentido de la acción o de la situación que evalúo no se queda en una suma de saberes tecnocientíficos, sino en disponer de otra visión que trasluce el sentido. Esa búsqueda de sentido se da en una visión pluralista del mundo, como señalaba otro de los programas académicos. Implica que el sentido no se agota en mi visión y disciplina, sino que requiere la visión de los otros.
Estas categorías pueden ser auxiliares para la escucha y enseñanza de los argumentos propios y ajenos. Es decir, por su naturaleza práctica se puede entender mejor la realidad o acceder a ella considerando esos tres principios. Se puede, así, tener una visión abierta sin implicar que la bioética se rija por un «sincretismo epistemológico en el que se mezclarán teoremas y paradigmas […] Tales revolturas en las que […] se extrapola sin más el lenguaje de la física cuántica al tratamiento de padecimientos cardiovasculares, es una charlatanería new age» (Calderón, D., 2003: 193). Lo anterior es compatible con la intervención interdisciplinaria que «respeta y asume la metodología propia de cada uno de los saberes involucrados» (Calderón, D., 2003: 193).
Las categorías implican, así, razonar con el reconocimiento del límite de la propia disciplina y de la disciplina de los otros, en donde, al colaborar juntos, pueden encontrase respuestas de licitud que de algún modo integren una respuesta ética compleja, pero más realista y más cercana a la realidad humana. También el reconocer que la ética es una pregunta por el sentido de la vida que sobrepasa al mero funcionamiento biológico nos recuerda que la racionalidad, cuando pregunta por el sentido de la acción y por su eticidad, la razón especulativa y la práctica tienen que colaborar para encontrar las razones éticas de la acción.
Esta idea de experiencia interactiva se compagina bien con recursos de enseñanza como el «aprendizaje basado en problemas» que se señala en la siguiente sección.
3. Cómo enseñar metodología de la investigación: una propuesta desde una asignatura
De acuerdo con lo analizado, la bioética, sin abandonar el rigor propio de cada disciplina participante en el proceso de reflexión, mantiene una actitud dialógica, que se manifiesta en varios de los programas esbozados en la sección primera, como parte del juicio práctico ético. En este proceso de elaboración sugiero que la utilización de los conceptos señalados de prudencia, sabiduría y concilio se complementen con la observación del profesor Pastor Bueno en relación con la deliberación ética:
Pasar de la contigüidad a una integración en una unidad de orden superior, sin que ambos pierdan su propia naturaleza. De esta forma, no sólo se evita el error de querer deducir la bioética de las afirmaciones científico-experimentales o sociológicas, sino también el de no manipular los datos en función de posiciones filosóficas previas. La bioética necesita de las ciencias para poder desarrollarse adecuadamente como ciencia pero, al mismo tiempo, esto no significa que la bioética se reduzca a la ciencias biomédicas o sociales y que se derive de ellas. En la construcción de la bioética el dato empírico será necesario pero no suficiente; es condicionante de la solución del problema o conflicto estudiado pero, para solucionarlo, se requiere que éste se integre en un razonamiento de carácter eminentemente ético (Pastor, B., 2013: 281).
Es decir, en la deliberación hay que buscar siempre el bien propio humano3 y no la respuesta estratégica o calculada del consenso, que termina no siendo una respuesta ética, sino una solución «política» que, aunque se obtiene en conjunto, se obtiene a veces en una unión de votos sin más (Pastor, B., 2013).
Considerando como principio el carácter indispensable del diálogo; es decir, la adhesión a la verdad y la confianza con la que se dialoga (Llano, C., 1995: 168-195), complementadas con las características de la metodología de la reflexión y la exposición ética que se mencionaron antes, la prudencia, el concilio y la sabiduría conducen a una verdadera comunidad de diálogo buscadora de sentido o, como se vio al revisar los programas académicos, a una verdadera apertura al diálogo entre las disciplinas.
La característica de interdisciplinariedad entendida como ese diálogo entre disciplinas, es compatible con las estrategias didácticas, como el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) (Brunet, J. et al. 2015). La experiencia del autor con la asignatura de la metodología de investigación fue combinar el ABP con las categorías mencionadas, por medio de un trabajo tutorial semipresencial. Se aplicó dicha tutoría, de tal modo que se siguió un esquema con el planteamiento del problema ético, clarificación y resolución, y nuevos problemas; en suma, una espiral epistémica dentro de las mismas sesiones, de modo que llegaran, no sólo a un «sabe-conoce», sino al «sabe-cómo» (Brunet, J. et al., 2015: 305).
En el último curso (2017) se trabajó el tema de la interdisciplinariedad en los propios temas de la tesis y se vivenció con la resolución interdisciplinaria. Así, por ejemplo, la metodología de clase en el marco del ABP se realizó a partir de pequeñas introducciones y clasificaciones teóricas. Por ejemplo, en la argumentación en la tesis, se revisó el tema de las falacias. Después se plantearon problemas de sentido ético en cada tema de tesis presentado por los alumnos, pasando a su desarrollo con un esquema grupal/individual/grupal o, en términos de desarrollo de clase, con una presentación, aplicación general, fijamiento individual, resolución en clase general de nuevo y recapitulación. Otro modo de resumirlo: con una interacción de reflexión personal, aportación, razonamiento de la aportación en el propio proceso de obtenerla, y con la repetición del ciclo de enseñanza y de aprendizaje.4
Esta metodología permitió a los alumnos trabajar entre ellos como profesionistas, los cuales buscaron una respuesta común guiándose por la pregunta de sentido o pregunta ética. Ahora bien, en el trabajo con ellos el docente no sólo interactuó como filósofo, sino también como enfermero y gerontólogo, de tal manera que descubrieran que la apertura interdisciplinaria es una actitud compatible entre todos los participantes.
Éste es otro modo de evitar el reduccionismo de la razón o, si se quiere nombrar así, la razón cientificista (Agejas, J., 2014) que suele producirse, en ocasiones, dentro de la propia enseñanza o en el proceso de deliberación de la bioética: una «bioética» reducida al paradigma de la medicina basada en evidencias; de abogados, reducida a una casuística, o cuando se abandona el sentido o la búsqueda de sentido y se plantea esta interdisciplina como si sólo se buscaran reglas de procedimiento ético, como si fuera equivalente (por analogía) a reglas de procedimiento de una ciencia básica.
Así, más que preguntarse por la norma a aplicar, debemos preguntarnos por el sentido de la acción en un horizonte que no se reduzca a la eficacia y al consenso, y evitar así que «la bioética y su relación con las profesiones de la salud abandone la preocupación interpersonal que le es propia, intentando un camino normativo que resuelva los dilemas mediante un proceso decisional esquematizado y acercándose a un algoritmo» (Kottow, M., 2015: 17).
Un ejemplo de esa experiencia metodológica por parte del autor de este artículo se dio en un proyecto de la tesis presentada por una estudiante, relacionada con la implantación del DIU en pacientes de posparto después de un embarazo de riesgo. Se insistió en cuestionamientos de este tipo: ¿qué sentido u horizonte de vida se espera, al realizar una política hospitalaria de implantación «sugerida» a las pacientes que han pasado por una experiencia difícil en el embarazo? Sólo se evitó preguntar qué norma se viola aquí. ¿Es legal? La primera pregunta está abierta a todas las disciplinas, y considero que invita a una actitud interdisciplinaria, al plantear los bienes humanos involucrados como un horizonte de sentido humano.
Un segundo ejemplo de otra tesis presentada es el que planteó como problema el siguiente: ¿es lícito tener un hijo y «llenar» esa falta o imposibilidad de concebirlo? La respuesta reduccionista quedaba en el campo legal cuando, por ejemplo, se les preguntaba a los abogados y solían circunscribir la respuesta a cuestiones de derecho penal o civil. La tesis, que planteaba el problema desde una pregunta sobre el sentido ético, y pidiendo a los participantes que usasen los conceptos vistos, facilitaba el paso a las preguntas sobre el sentido último de la postura asumida y las acciones a seguir. Era más fácil plantear preguntas de este tipo: la maternidad, el reconocimiento de este derecho, ¿es una muestra de la idea de plenitud del desarrollo de la mujer, de su voluntad de tener un hijo? De esta manera, de nuevo, quedaba abierta a todas las disciplinas la invitación a buscar una respuesta bioética, la cual se pregunta por los bienes que perfeccionan la naturaleza humana, y ello sin abandonar su metodología y aportación propias.
4. Conclusiones
a) El hallazgo, tras la exploración de los distintos programas debioética, ha mostrado la pluralidad de expresiones usadas para señalar ese carácter interrelacionado entre las disciplinas. Muestra que, aunque no hay unanimidad en el uso del término de bioética, se descubre, no obstante, un cierto «aire de familia», al insistir en el diálogo entre disciplinas para buscar una respuesta integral a las problemáticas de la bioética.
b) Esa pluralidad de términos para referirse a la metodología dela bioética lleva a la discusión sobre la necesidad, señalada en la sección segunda, de tener una racionalidad ampliada e integrar dentro de las preguntas de los trabajos de titulación, como se señala en la tercera sección, la perspectiva sobre la pregunta de sentido entre todas las disciplinas que intentan responder los cuestionamientos bioéticos.
c) La pluridisciplina, multidisciplina, interdisciplina son términos que, al ser comparados y analizados, muestran que la participación de especialistas desde su disciplina, pero con el horizonte de sentido, permite evitar las mezclas metodológicas, pero elimina, a la vez, la barrera de una participación común en la solución. Lo interdisciplinario, entendido de esta manera, no anula los principios antropológicos de dignidad humana, ni el horizonte de sentido, pero evita el mero intuicionismo sin fundamentos científicos, la mera intuición subjetivista.
d) La diferenciación de saberes, unidos por el objetivo común de dar una respuesta ética a los problemas de la vida humana, es compatible con una «instrucción diferenciada», lo que significa ajustar la enseñanza al contexto individual o prudencial del alumno. De esta manera, los ejemplos de metodología tienen que darse desde distintas disciplinas. Incluso, un mismo tema debe trabajarse con los alumnos desde su disciplina frente a las otras. Así, instrucción diferenciada también implica ver un argumento o un camino justificatorio de un tema desde otras disciplinas, con su metodología propia y desde la raíz común, la racionalidad, la cual no se agota en ninguna, pero ayuda a encontrar el sentido de la respuesta ética.