Introducción
La hipersensibilidad a alimentos se define como cualquier reacción desfavorable que se presenta después de la ingestión, contacto o inhalación de un alimento o uno de sus componentes.1 Puede ser el resultado de una alergia a alimentos, mediada o no por IgE, o mixta. También influyen las características de los pacientes, ya sea por deficiencias enzimáticas, por alteraciones gastrointestinales funcionales o factores psicológicos.2,3,4
Se estima que la prevalencia mundial de alergia a alimentos va de 2 a 5 % en adultos, mientras que en niños va de 6 a 10 %.5 La prevalencia de la hipersensibilidad a alimentos suele ser entre cinco y 10 veces mayor que la alergia.5,6
En México, la prevalencia de hipersensibilidad a alimentos es de 30 %, con mayor frecuencia en mujeres que en hombres; los alimentos que más comúnmente causan dicho problema son los productos lácteos (13.2 %), los vegetales (10 %) y las frutas (8 %).2
Los fructanos son compuestos químicos que incluyen los polímeros de fructosa y derivados de la sacarosa.7 Los principales fructanos son la inulina, los fructo-oligosacáridos y el levano.8 Los fructanos forman parte del grupo de alimentos conocido como FODMAPS (fermentables, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles), considerados como prebióticos.7,9 Sin embargo, en algunas personas, su ingestión puede ser causa de hipersensibilidad a alimentos.10 Una dieta alta en FODMAPS causa disbiosis, que aumenta la población de bacterias gramnegativas.11 Por otro lado, en individuos que tienen una disminución en la cantidad de microorganismos productores de neurotransmisores o sus precursores pueden aparecer síntomas extraintestinales como fatiga, cefalea, ansiedad y estrés.12
Los objetivos de esta investigación fueron determinar la prevalencia por autorreporte de hipersensibilidad a fructanos (HSF) en estudiantes universitarios, describir los alimentos desencadenantes, así como las manifestaciones clínicas más frecuentes producidas por la HSF; además, identificar algunos factores asociados y medir el estado de la función gastrointestinal en las personas con HSF.
Métodos
Se realizó un estudio transversal de diciembre de 2020 a marzo de 2021 en una muestra de estudiantes universitarios, con edad igual o mayor a 18 años, procedentes de diversas universidades del Estado de México.
El instrumento de la encuesta se construyó a partir de considerar dos cuestionarios previamente publicados: Hipersensibilidad a los alimentos, de Puente et al.,2 y Escala de evaluación de la función gastrointestinal, de Beltrán et al.;13 ambos previamente validados. El cuestionario final se adaptó para ser aplicado en línea. La estructura del cuestionario indagó la historia personal y familiar de enfermedades gastrointestinales; posteriormente, se interrogó acerca de la aparición de cualquier tipo de molestias producidas después de haber consumido alimentos o bebidas. Si la respuesta a esta pregunta fue negativa, entonces se daba por concluida la participación; por el contrario, si la respuesta fue afirmativa, entonces se continuaba respondiendo preguntas sobre los síntomas identificados tras el consumo de alimentos y cuáles fueron los alimentos involucrados; finalmente, se cuestionó acerca de la intensidad de los síntomas para medir la función gastrointestinal.
Definiciones
Se definió la HSF como la aparición de síntomas de cualquier tipo, durante las primeras dos horas después de haber consu mido alimentos con alto contenido de fructanos.
Para este estudio, los alimentos con alto contenido de fructanos fueron sandía, plátano, ciruela, nectarina, toronja, granada, dátil, ajo, cebolla, puerro, espárrago, alcachofa, chícharos, betabel, frijoles, alubias, soya, trigo, centeno, cebada, nueces, pistaches y pasas.14
Análisis
Se utilizó el programa SPSS® versión 23.0 (IBM, Chicago, Illinois, Estados Unidos) para realizar el análisis de los datos. La prevalencia de HSF se calculó al dividir la frecuencia de sujetos con HSF entre el número total de participantes. Se realizó un análisis descriptivo de las frecuencias de síntomas asociados, de cada grupo de alimentos y alimentos individuales. Para la comparación de variables cualitativas se utilizó chi cuadrada y en las variables continuas, la prueba t de Student. Finalmente, para identificar factores asociados con HSF (variable dependiente) se realizaron análisis multivariados por regresión logística binaria, a través del método forward. Las siguientes covariables fueron incluidas en los modelos: edad, sexo, historia personal de enfermedad intestinal o de alergia a alimentos e historia familiar de enfermedad intestinal. Se utilizaron intervalos de confianza de 95 % en todos los casos.
Ética
Este proyecto de investigación se realizó de acuerdo con los lineamientos de la Declaración de Helsinki y fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación del Centro para la Investigación en Ciencias Médicas, Universidad Autónoma del Estado de México (número de registro 2019/12). De acuerdo con el artículo 17 del Reglamento de la Ley General de Salud en México en Materia de Investigación, este proyecto está clasificado como categoría I, sin riesgo. Además, en la encuesta en línea se incluyó un formato de consentimiento informado.
Resultados
Se analizaron los datos correspondientes a 412 estudiantes, 300 mujeres (72.8 %) y 112 hombres (27.2 %); edad media de 20.4 ± 2.5 años (Cuadro 1).
Intolerancia a fructanos | |||||||
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Total p (n = 412) | Sí (n = 128) | No (n = 284) | p | ||||
Edad en años ± DE | 20.4 ± 2.5 | 20.5 ± 2.6 | 20.4 ± 2.4 | 0.758 | |||
n | % | n | % | ||||
Sexo | |||||||
Mujer | 300 | 72.8 | 106 | 82.8 | 194 | 68.3 | 0.002 |
Hombre | 112 | 27.2 | 22 | 17.2 | 90 | 31.7 | |
Historia personal | |||||||
Síndrome de Intestino Irritable | 23 | 5.6 | 16 | 12.5 | 7 | 2.5 | <0.00001 |
Enfermedad celíaca | 2 | 0.5 | 1 | 0.8 | 1 | 0.4 | 0.562 |
Infección por Helicobacter pylori | 5 | 1.2 | 2 | 1.6 | 3 | 1.1 | 0.664 |
Alergia a alimentos | 32 | 7.8 | 19 | 14.8 | 13 | 4.6 | <0.0001 |
Intolerancia a la lactosa | 3 | 2 | 1.6 | 1 | 0.4 | 0.181 | |
Historia familiar | |||||||
Madre con enfermedad gastrointestinal | 20 | 4.9 | 10 | 7.8 | 1 | 0.4 | 0.181 |
Padre con enfermedad gastrointestinal | 17 | 4.1 | 11 | 8.6 | 6 | 2.1 | 0.002 |
DE = desviación estándar.
La prevalencia de hipersensibilidad (Cuadro 2) a alimentos general fue de 41 %, significativamente mayor en las mujeres que en los hombres (45.3 % versus 29.5 %, p = 0.004); mientras que la prevalencia de HSF fue 31.1 %, (IC 95 % = 26.6-35.8) mayor en mujeres que en hombres (35.3 % versus 19.6 %, p = 0.002).
Frecuencia (n = 412) | % | IC 95 % | |
---|---|---|---|
Hipersensibilidad a alimentos | 169 | 41.0 | 36.2-45.9 |
Hipersensibilidad a fructanos | 128 | 31.1 | 26.6.-35.8 |
IC 95 % = intervalo de confianza de 95 %.
De las personas con HSF, 31.3 % refirió tener previamente una enfermedad gastrointestinal (Cuadro 1).
Las manifestaciones gastrointestinales predominantes de HSF fueron distensión, flatulencias y dolor abdominal, mientras que las extra intestinales más frecuentes fueron fatiga y ansiedad (Cuadro 3).
Frecuencia (n = 412) | % | |
---|---|---|
Gastrointestinales | ||
Distensión abdominal | 88 | 68.8 |
Flatulencias | 84 | 65.6 |
Dolor abdominal | 80 | 62.5 |
Estreñimiento | 50 | 39.1 |
Reflujo | 41 | 32.5 |
Diarrea | 32 | 25.0 |
Eructos | 32 | 25.0 |
Náuseas | 28 | 21.9 |
Dispepsia | 24 | 18.8 |
Dolor torácico, no cardíaco | 16 | 12.5 |
Saciedad temprana | 7 | 5.5 |
Vómito | 7 | 5.5 |
Extraintestinales | ||
Fatiga | 44 | 34.4 |
Ansiedad | 34 | 26.6 |
Estrés | 32 | 25.0 |
Cefalea | 27 | 21.1 |
Insomnio | 26 | 20.3 |
Se observó que los grupos de alimentos mayormente asociados con la aparición de los síntomas fueron las leguminosas y las verduras (Cuadro 4).
Frecuencia (n = 412) | % | |
---|---|---|
Grupos de alimentos | ||
Leguminosas | 103 | 25.0 |
Verduras y legumbres | 46 | 11.2 |
Frutas | 41 | 10.0 |
Cereales | 26 | 6.3 |
Frutos secos y oleaginosas | 15 | 3.6 |
Tubérculos | 9 | 2.2 |
Alimentos individuales | ||
Frijol | 97 | 23.5 |
Plátano | 22 | 5.3 |
Alcachofa | 17 | 4.1 |
Chícharos | 17 | 4.1 |
Cebolla | 16 | 3.9 |
Sandía | 15 | 3.6 |
Ajo | 14 | 3.4 |
Alubias | 14 | 3.4 |
Ciruela | 13 | 3.2 |
Trigo | 13 | 3.2 |
Cebada | 13 | 3.2 |
Soya | 10 | 2.4 |
Betabel | 9 | 2.2 |
Pasas | 9 | 2.2 |
Nueces | 7 | 1.7 |
Pistaches | 5 | 1.2 |
Nectarina | 4 | 1.0 |
Espárrago | 3 | 0.7 |
Centeno | 3 | 0.7 |
Puerro | 2 | 0.5 |
Los factores de riesgo asociados a la HSF (Cuadro 5) fueron el sexo femenino (razón de momios [RM] = 2.41, IC 95 % = 1.38-4.21, p = 0.002), tener historia personal de síndrome de intestino irritable (SII, RM = 4.61, IC 95 % = 1.79-11.86, p = 0.001), historia personal de alergia alimentaria (RM = 3.76, IC 95 % = 1.71-8.30, p = 0.001) y antecedentes paternos de enfermedad gastrointestinal (RM = 3.59, IC 95 % = 1.88-10.84, p = 0.0160).
Modelo I | Modelo II | |||||
---|---|---|---|---|---|---|
RM | IC 95 % | p | RM | IC 95 % | p | |
Sexo femenino | 2.41 | 1.38-4.21 | 0.002 | 2.33 | 1.34-4.04 | < 0.0001 |
Edad† | 1.03 | 0.95-1.13 | 0.466 | - | - | 0.0448 |
Síndrome de intestino irritable | 4.61 | 1.79-11.86 | 0.001 | 4.71 | 1.83-12.16 | 0.001 |
Alergia alimentaria | 3.76 | 1.71-8.30 | 0.001 | 3.71 | 1.69-8.15 | 0.001 |
Padre con enfermedad gastrointestinal | 3.59 | 1.88-10.84 | 0.016 | 3.58 | 1.19-10.79 | 0.024 |
RM = razón de momios, IC = intervalo de confianza. †La edad fue incluida como una variable continua.
Finalmente, en la medición de la función gastrointestinal de las personas con HSF, 24.2 % tuvo una función normal, c67.2 % disfunción leve, 8.6 % disfunción moderada; ninguno present disfuncion grave.
Discusión
No hay información previa de la prevalencia de HSF en México, por lo cual este estudio es el primero que intenta determinar los posibles alimentos involucrados en una sintomatología que se presenta en otras enfermedades gastrointestinales.
En el studio que se describe se observe que la prevalencia de HSF fue de 31.1% cifra similar a la reportada en una investigación realizada en México, en la que se estimó que la prevalencia de hipersensibilidad a alimentos en estudiantes universitarios fue de 30.1 %.2 Por otro lado, la cifra resulta baja al compararla con la de un estudio realizado en Corea, en el cual la prevalencia de intolerancia alimentaria en pacientes de 20 a 79 años, que además presentaban SII, fue de 79.2 %;15 en Suecia, la prevalencia fue de 84 %;16 en Noruega, las intolerancias específicas, como la intolerancia a la fructosa, ascendieron a 56 % en pacientes con SII.17
Por otra parte, en Países Bajos se analizó la aparición de síntomas de SII en relación con el consumo de alimentos con gluten y FODMAPS: 6.2 % refirió sensibilidad no celíaca al gluten; sin embargo, 76 % de esa proporción indicó la aparición de síntomas mayormente asociados al consumo de alimentos que contienen FODMAPS.18 Estas variaciones en los resultados pueden deberse a las diferencias en los grupos de edad analizados, a diferencias en hábitos dietéticos, al uso de distintos cuestionarios, al enfoque de una intolerancia específica (lactosa o fructosa) o a las diferencias entre las muestras estudiadas (grupos etarios, pacientes con diagnóstico de SII).
La prevalencia de HSF en mujeres fue casi del doble en comparación con los hombres (35.3 % versus 19.6 %, respectivamente), hallazgo consistente con el de otros estudios;17,18,19 por su parte, en Corea no se observó diferencias en cuanto al sexo.17 Las diferencias hormonales y el comportamiento específico de cada sexo20 son la posible explicación.
En nuestro estudio, los grupos de alimentos mayormente asociados fueron las leguminosas (25 %), las verduras y las legumbres (11.2 %), las frutas (10 %) y los cereales (6.3 %)-. En Suecia fueron los lácteos (49.2 %), los frijoles y las lentejas (36 %), así como las harinas (24.4 %).16 En Corea, la frecuencia de HSF por FODMAPS fue de 63.4 %.15En los Países Bajos, el pan (65 %), la pizza (31 %), la pasta (37 %), las leguminosas (24.5 %), la col (36.7 %), la cebolla (38.8 %) y el puerro (32.7 %) fueron los principales alimentos relacionados con la HSF.18
Los síntomas gastrointestinales mayormente reportados fueron distensión abdominal (68.8 %), flatulencias (65.6 %), dolor abdominal (62.5 %), estreñimiento (39.1 %), reflujo (32.5 %) y diarrea (25 %), con diferencias en comparación con los encontrados en Corea: diarrea (36.3 %), distensión (28.8 %), dolor abdominal (15 %) y plenitud epigástrica (12.5 %);15 sin embargo, fueron parecidos con los observados previamente en este mismo grupo de estudio2 y en Países Bajos: distensión (75 %), malestar abdominal (50 %) y flatulencias (46 %).18
Entre de los síntomas extraintestinales más frecuentes estuvieron la fatiga (34.4 %), la ansiedad (26.6 %) y el estrés (25 %), resultados similares con los observados en Países Bajos, donde los principales fueron fatiga (35 %) y cefalea (15 %);18 en contraste, en Suecia no se encontró relación entre los alimentos y síntomas como ansiedad y depresión.16 Se han propuesto dos mecanismos a través de los cuales los fructanos tienen efectos sobre la aparición de síntomas extraintestinales: el primero se refiere a que los síntomas aparecen debido a que los fructanos inducen una respuesta directa por medio del eje cerebro-intestino; y el segundo, apunta a que los síntomas se presentan como un resultado secundario a la evolución de los síntomas gastrointestinales.21
Notoriamente se observó que ser mujer (RM = 2.41), la historia personal de SII (RM = 4.61) y la historia de alergia alimentaria (RM = 3.76) se asoció con la aparición de HSF. En Países Bajos se apreció mayor probabilidad de tener sensibilidad al gluten en las mujeres (RM = 2.8) y personas con antecedente de SII (RM = 3.4).18 Referente a los antecedentes familiares de enfermedad gastrointestinal, los antecedentes paternos se asociaron principalmente a HSF (RM = 3.58), asociación más fuerte en comparación con los resultados de Puente-Fernández et. al., quienes encontraron una RM = 2.59 entre el antecedente paterno de alergia alimentaria e hipersensibilidad alimentaria.2
Respecto a la función gastrointestinal y la gravedad de los síntomas, en nuestro estudio se tipificó función normal (24.2 %), disfunción leve (67.2 %), moderada (8.6 %) y grave; no se observó ningún participante con el último tipo, probablemente debido a que la HSF no causa síntomas tan graves. En Suecia se utilizó el instrumento PHQ-15, que mide la severidad de los síntomas somáticos y permitió clasificar a los pacientes con SII leve (28.4 %), moderado (38.6 %) y grave (37.6 %).16 En contraste, en Corea se empleó la escala IBS-SSS (Irritable Bowel Syndrome Severity Scoring System), con la que los síntomas se estratificaron como leves, moderados y graves: 7.9, 8.7 y 7.4 %, respectivamente.15
Cabe aclarar que la muestra únicamente consideró a la población de estudiantes universitarios del Estado de México, por lo tanto, los hallazgos no se pueden generalizar a todo el país, ya que la dieta varía en cada región. Por otra parte, se debe tener en consideración que algunos alimentos tienen varios compuestos que pueden contribuir en la aparición de síntomas, tal es el caso de las leguminosas y el trigo, que también contienen galacto-oligosacáridos y gluten. A pesar de ello, los fructanos son los principales desencadenantes de las manifestaciones de SII22 y de sensibilidad no celíaca al gluten.23
Ha sido difícil diferenciar la sensibilidad al gluten no celíaca del SII, debido a la similitud de los síntomas. Sin embargo, los pacientes con este problema desarrollan con mayor frecuencia síntomas extraintestinales; además, su sintomatología gastrointestinal es originada por el consumo de cereales que contienen gluten y FODMAPS, mientras que los pacientes con SII atribuyen su sintomatología a alimentos con alto contenido en fructanos y que no necesariamente contienen gluten.24
En pacientes con sensibilidad no celíaca al gluten que siguen dietas bajas en gluten, se ha observado que los síntomas gastrointestinales disminuyen si se restringe la ingesta de fructanos; además, no se han identificado efectos dependientes de la dosis del gluten.25
Por otro lado, se ha estudiado el efecto de las dietas altas en FODMAPS en pacientes con dispepsia funcional; el aumento de los síntomas está relacionado con la aparición de disbiosis por la disminución de la diversidad microbiana, lo que ocasiona alteración en el metabolismo de los carbohidratos.26
Adicionalmente, cabe destacar que el cuestionario de nuestra investigación no fue utilizado para formular un diagnóstico definitivo; sin embargo, puede orientar hacia un diagnóstico presuntivo de HSF, para evitar estudios innecesarios, restricciones importantes en la dieta de personas con sintomatología gastrointestinal y prevenir gastos elevados al consumir alimentos especiales, como los libres de gluten.
Conclusiones
La HSF es un suceso frecuente que puede ser identificado hasta en un tercio de los estudiantes universitarios y es más prevalente en las mujeres. Los fructanos son responsables de la aparición de manifestaciones gastrointestinales, además pueden exacerbar los síntomas de personas con alguna enfermedad gastrointestinal funcional, tal es el caso del SII, incluso, una persona puede tener ambas entidades, HSF y SII. Se pudo observar asociación significativa entre el sexo femenino, la historia personal y familiar de enfermedades gastrointestinales y la aparición de HSF.
Se necesita más investigación y difusión sobre esta entidad, ya que se observó que su prevalencia es bastante alta.