Introducción
La parotiditis es un padecimiento globalmente endémico, causado por un virus de ácido ribonucleico (ARN) de cadena sencilla, perteneciente al género Rubulavirus y familia Paramixoviridae. En condiciones naturales sólo infecta a humanos; la fuente de contagio es la saliva de personas infectadas. El virus se transmite por vía respiratoria, replicándose en epitelio respiratorio, parótidas y glándulas salivales; en periodo de viremia puede localizarse en otros tejidos glandulares y en sistema nervioso central. El espectro clínico varía de infección asintomática (15-27%), a manifestaciones leves a moderadas, estimándose que entre 40 y 50% de los infectados presentan síntomas respiratorios no específicos.1,2,3,4,5,6,7
En la época prevacunal la infección estaba ampliamente diseminada,8,9,10,11 encontrándose seroprevalencias por edad de 18 a 25% en menores de 5 años, de 50 a 52% en 8 a 10 años, de 70 a 80% de 15 a 16 años9,11y 95% a los 20 años.11
La vacuna triple viral SRP contra sarampión, rubéola y parotiditis fue introducida en el Programa de Vacunación Universal (PVU) en 1998, bajo un esquema de dos dosis: la primera al año de edad y la segunda a los 6 años.12 Se han ensayado vías alternativas de aplicación de la vacuna SRP, como la vacunación por aerosol, y se han encontrado resultados de serorrespuesta satisfactorios a las cepas vacunales Leningrado Zagreb y Jeryl Lynn de parotiditis,13,14,15,16 e insatisfactorios para la cepa vacunal actualmente en desuso Rubini.17 La infección natural confiere inmunidad permanente, pero la atribuible a la vacunación podría ser de duración limitada (10 años con un sola dosis) o más prolongada con 2 dosis de vacuna.7,18,19,20
Con la finalidad de determinar la prevalencia de anticuerpos IgG contra parotiditis en niños y adolescentes, a dos años de haberse introducido la vacunación universal, se realizó el estudio seroepidemiológico que se describe a continuación.
Material y métodos
Población de estudio
La Ensa 2000 se levantó en hogares de las ocho zonas geoeconómicas del país, y obtuvo información de estado de salud actual y variables antropométricas y sociales en una muestra aleatoria de 4595 niños y adolescentes de 1 a 19 años, cuyo estatus vacunal no pudo establecerse por carencia o confusión de datos en la Cartilla Nacional de Vacunación. Las muestras serológicas fueron almacenadas en el banco de sueros del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Método de muestreo
Se visitaron 43 479 hogares seleccionados por muestreo de conglomerados, probabilístico, multietápico y estratificado por lugar de residencia.21 Las áreas con población mayor o igual a 15000 habitantes fueron consideradas urbanas y las menores rurales. La muestra fue estratificada por las ocho zonas geoeconómicas del país de acuerdo con la clasificación de Bassols Batalla que considera variables geográficas, económicas, sociales y de desarrollo productivo.22,23
Métodos de laboratorio
Las muestras sanguíneas fueron centrifugadas y los sueros separados en alícuotas conservadas en nitrógeno líquido a -150 °C hasta su análisis en el laboratorio. Se realizó la determinación de anticuerpos IgG por un kit comercial de ELISA indirecta (Virion/Serion/ Dade Behring BEP III/BEP 2000), método con una sensibilidad de 99% y especificidad de 93.7%. Las unidades de densidad óptica se transformaron en unidades por mililitro (U/mL), con punto de corte de positividad >100 U/mL.24
Análisis de la información
Se estimó la proporción de seropositividad y los intervalos de confianza de 95% (IC95%) por grupo de edad, pertenencia a los grupos blanco del PVU, lugar de residencia y zona geoeconómica. Para evaluar las variables asociadas con seropositividad, se estimó la razón de momios (OR) y el IC95%. Las comparaciones fueron realizadas con la prueba χ2, a un nivel p de significancia menor a 0.05.25,26
Consideraciones éticas
La encuesta se apoyó en los principios éticos para la investigación médica en humanos de la Declaración de Helsinki. Se obtuvo consentimiento informado y voluntario de los entrevistados, previa explicación del contenido y propósitos de la encuesta, de los derechos que les asistían y la garantía de anonimato en la información proporcionada.23
Resultados
Se obtuvo información de 4 595 individuos: 2 111 de 1 a 9 años y 2 484 de 10 a 19 años. La seroprevalencia global en los 4 595 participantes fue de 70.6% (IC95% 69.3-71.9).
Grupo de edad
Se encontraron diferencias significativas (p<0.001) entre la seropositividad en niños (56.0%, IC95% 53.9-58.11) y en adolescentes (83.0%, IC95% 81.5-84.5) (cuadro I), siendo mayor en adolescentes (OR 3.83; IC95% 3.34-4.39, p=0.0000000) (cuadro II). La seroprevalencia en niños de 3 a 5 años fue menor que en otros grupos (cuadro I). Considerando como referencia al grupo de 3 a 5 años, los de 1-2 y de 6-9 tuvieron mayor probabilidad de ser seropositivos (respectivamente: OR 2.24, IC95% 1.70-2.96 y OR 3.19, IC95% 2.60-3.96), con diferencia significativa en ambos grupos p=0.0000000) (cuadro II).
Considerando a los niños de 1 a 2 años como referencia, los de 6 a 9 tuvieron mayor probabilidad de seropositividad (OR 1.42, IC95% 1.09-1.85, p=0.00816) (cuadro II). Los nacidos entre 1982 y 1990 tuvieron mayor seroprevalencia que los nacidos entre 1991 y 1994, con un nuevo ascenso en los nacidos entre 1998 y 1999. La mayor seroprevalencia se presentó en los nacidos entre 1982 y 1985 (85.5%), y la menor entre los de 1995 y 1997 (38.6%) (p<0.001).
Lugar de residencia y zona geoeconómica
No hubo diferencias significativas por área rural o urbana, pero sí por zona geoeconómica (p=0.014). La región con la mayor seroprevalencia fue la Centro Este (75.2%) y la de menor fue la Sur (66.3%) (cuadro I). La seropositividad en las zonas geoeconómicas VIII-VII-I-V fue mayor que en las zonas VI-II-III-IV (OR 1.25, IC95% 1.10-1.43, p=0.0005) (cuadro II).
Discusión
El estudio realizado entre 1 y 2 años después de la introducción de la vacuna SRP muestra que la seropositividad en los grupos blanco del PVU fue mayor a la de los niños de 3 a 5 años, y que la seroprevalencia en los de 1 y 2 y de 6 a 9 fue probablemente atribuible a la vacunación durante 1998 y 2000 (cuadro II). La baja seroprevalencia en los grupos blanco en el periodo de transición del cambio de vacuna (1998-2000) podría atribuirse a que una proporción de los niños reclutados había recibido solamente vacuna de sarampión. Como soporte a esta posibilidad, en otra muestra de la Ensa 2000, la seroprevalencia contra sarampión en el grupo de 1 a 9 años fue de 99.04%,27 mientras que en el presente estudio fue de 56.0% para parotiditis (cuadros I y II).
Se ha encontrado que el comportamiento creciente de los casos nuevos por edad en la época vacunal podría explicarse por brechas en grupos etarios que “escaparon” tanto a la infección como a la vacunación, o han recibido sólo una dosis de vacuna o presentado falla vacunal.7,18,19,20,28,29
Los hallazgos podrían atribuirse a diferencias de exposición al virus y a periodos prolongados sin exacerbaciones epidémicas.30,31 Aunque este estudio no permitió hacer estimaciones de falla vacunal, ésta se ha asociado con esquema de vacunación incompleto y con mayor carga viral ambiental por exposición intensa y persistente al virus en viviendas, escuelas y residencias estudiantiles; además, se ha sugerido que los anticuerpos inducidos por vacunación podrían no reconocer genotipos virales diferentes a los vacunales.7,18,19,32,33,34 Los resultados sugieren la conveniencia de realizar monitoreos periódicos de cobertura de vacunación y de riesgo de infección, y contar con un sistema de vigilancia de elevada calidad para identificar genotipos virales circulantes y riesgos de falla vacunal