Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Perinatología y reproducción humana
versión On-line ISSN 2524-1710versión impresa ISSN 0187-5337
Perinatol. Reprod. Hum. vol.18 no.4 Ciudad de México dic. 2004
Perinatol Reprod Hum 2004; Vol. 18(4):225-230
ARTÍCULO ORIGINAL
CONOCIMIENTOS, ACTITUDES Y COMPORTAMIENTO SEXUAL EN UN GRUPO DE ADOLESCENTES CHILENOS
RUTH PÉREZ V
Matrona Especialista en Perinatología y en Ciencias de la Educación. Departamento de Obstetricia y Puericultura. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción. Chile.
MARCELA CID AR
Matrona, Licenciada en Obstetricia y Puericultura, Graduada Magister en Salud Reproductiva. Departamento Obstetricia y Puericultura. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción. Chile.
YAZNA LEPE O
CAROLINA CARRASCO C
Matrona, Licenciada en Obstetricia y Puericultura. Departamento Obstetricia y Puericultura. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción. Chile.
RESUMEN
Introducción: La sexualidad es una de las mayores preocupaciones para el adolescente, su familia y la sociedad.
Objetivo: Determinar conocimientos, actitudes y conducta sexuales en un grupo de adolescentes chilenos.
Material y métodos: Estudio descriptivo y cuantitativo realizado en la Octava Región de Chile en el año 2003. Se seleccionó una muestra de 398 alumnos de liceos municipales. Se analizaron variables como comportamiento sexual, conocimientos y actitudes sobre sexualidad. Para el análisis estadístico se utilizaron las pruebas de χ 2 y Mann y Whitney.
Resultados: La edad promedio de los adolescentes fue de 16.1 ± 1.3 años. Con un intervalo de 14 a 19 años. Vivía con ambos padres 72.9%, 76.4% señaló haber tenido educación sexual, más de 50% refiere haber recibido información sexual de padres, profesores, amigos y/o medios de comunicación. De los hombres, 89.8%; y 92.9%, de las mujeres, mencionaron conocer algún método anticonceptivo. Reconoció el preservativo 84.4% como método que previene el contagio de infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA. Declaró haber tenido relaciones sexuales 21.6%, la edad promedio de 15.1 ± 1.8 años. De quienes han iniciado actividad sexual, 53.5% reconoció no haber usado ningún método anticonceptivo en su primera relación. El número de parejas sexuales en el grupo estudiado alcanzó un promedio de 1.8 parejas.
C onclusiones: A pesar de tener cierto grado de conocimiento sobre sexualidad, los adolescentes asumen conductas de riesgo para su salud sexual y reproductiva.
PALABRAS GUÍA: Adolescencia, salud sexual, iniciación sexual.
ABSTRACT
Introduction: The sexuality is one of the biggest concerns for the adolescent, his family and the society. Objective: To determine knowledge, attitudes and sexual behavior in a group of Chilean adolescents. Material and methods: A descriptive and quantitative study was carried out in the Eighth Region of Chile in the year 2003. A sample of 398 students of county's liceo was selected. Variables were analyzed as sexual behavior, knowledge and attitudes it has more than enough sexuality. For the statistical analysis we used the χ 2 and Mann and Whitney tests. Results: The average of age for the adolescents was 16.1 ± 1.3 years. With and interval of 14 to 19 years. 72.9% lived with both parents, 76.4% had sexual education, more than 50% they refers to have received parents' sexual information from professors, friends and communication media, 89.8% of the men and 92.9% of the women mentioned to know some birth-control method. 84.4% recognized the preservative as method that prevents the sexually transmitted infections (STI) and HIV/AIDS. 21.6% declared to have had sexual relationships, the age 15.1 ± 1.8 year-old average. 53.5% that have begun sexual activity recognized not to have used any birth-control method in his first sexual relationship. The number of even sexual in the studied group it reached an average of 1.8 couples. Conclusions: In spite of having certain degree of knowledge it has more than enough sexuality, the adolescents assume behaviors of risk for their sexual and reproductive health.
KEY WORDS: Adolescence, sexual health, sexual initiation.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad se observa un inicio cada vez más precoz de la actividad sexual, lo que es un fenómeno complejo de analizar por su multicausalidad.
En Chile, la mayor parte de los jóvenes tiene su primera relación sexual entre los 15 y 18 años. 1 La casi totalidad de los estudios acerca de la iniciación sexual en el grupo adolescente, muestra que la práctica o la abstención de la actividad sexual tienen relación directa con la estructura familiar y la enseñanza de valores, los cuales son reforzados en el colegio. 2,3
La mayor parte de la conducta sexual genital del adolescente es improvisada y repentina; pocas veces es premeditada. Los encuentros sexuales se desean y se realizan en sitios privados, en donde se viven con intensidad al aprovechar la oportunidad de utilizar al máximo el tiempo disponible. Con frecuencia estos sitios son los hogares familiares (en periodos y horarios de ausencia de los mayores). La preferencia por este ámbito familiar no constituye un afán por destruir la autoridad y la presencia de las figuras paterna y materna o un desafío hacia ellos; más bien, responde al sentimiento de protección que les brinda el hogar y al menor riesgo de enfrentar una problemática legal. 2
Aunque con capacidad biológica para la procreación, el adolescente por lo general no se encuentra maduro desde el punto de vista psicológico, social y emocional para enfrentar la responsabilidad que significa el proceso de la reproducción, lo que provoca que muchos inicien una actividad sexual precoz, basada fundamentalmente en relaciones pasajeras, carentes de compromiso, donde el continuo cambio de pareja es habitual, lo cual convierte la conducta sexual de los adolescentes en prácticas de riesgo que lo pueden llevar tanto al embarazo no deseado como a padecer de una infección de transmisión sexual (ITS). 4-6
En este periodo de la vida la sexualidad es una de las mayores preocupaciones, tanto para ellos como para su familia y para la sociedad de la cual forman parte, ya que el inicio de la actividad sexual (sin la debida orientación y sin conocimiento de sus implicaciones) puede exponerlos a una serie de riesgos para su salud y para su futuro. 7
El presente estudio tiene como objetivo determinar los conocimientos, actitudes y conducta sexuales de los adolescentes matriculados en liceos municipalizados de una comuna de Chile.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó un estudio transversal, descriptivo y cuantitativo en el periodo comprendido entre septiembre a noviembre del 2003, en la comuna de Chillán, Octava Región, Chile.
El universo en estudio correspondió al total de estudiantes de enseñanza media matriculados durante el año 2003, en los establecimientos educativos seleccionados, cifra que ascendió a un total de 3,840 alumnos. Se tomó una muestra aleatoria estimada en 15% del universo total, lo que correspondió a 398 alumnos, de los cuales 53% fueron mujeres y 47% fueron hombres. Los casos fueron distribuidos de la siguiente manera: liceo de niñas Marta Brunet, 131 alumnas; liceo de hombres Narciso Tondreau, 150 alumnos; instituto mixto superior de comercio, 117 alumnos.
Para el tamaño de la muestra se estimó un nivel de confianza de 95% y un margen de error máximo de 5%.
Como instrumento para la recolección de la información se elaboró una encuesta (previamente validada) con un total de 33 preguntas de tipo abiertas y cerradas, la cual fue aplicada en forma anónima y confidencial.
La encuesta contenía cuatros rubros de preguntas: información general, conocimientos sobre sexualidad, conducta sexual y actitud sexual.
Se analizó como variable dependiente el comportamiento sexual y como variables independientes aquellas relacionadas con aspectos sociodemográficos como edad, sexo, religión, escolaridad, estado civil de los padres, persona con quien vive, historia familiar. En relación con la actividad sexual, se les consultó sobre las fuentes de información, conocimiento sobre sexualidad y características de la actividad sexual.
La información se procesó en una base de datos mediante los programas EPI-INFO 2002 y el programa estadístico SPSS para Windows . Para el análisis de la información se calcularon medidas de resumen (medias, mediana, moda) y medidas de dispersión (desviación estándar). Las estimaciones por intervalos de confianza y las hipótesis se estimaron con una confiabilidad de 95%. Para la significación estadística de la asociación entre dos variables, se utilizaron las pruebas de χ 2 y Mann and Whitney.
RESULTADOS
La edad promedio de los adolescentes fue de 16.1 ± 1.3 años. El intervalo de edad fue de 14 a 19 años.
El mayor número de adolescentes dijo pertenecer a la religión católica (64.6%), seguido por la religión evangélica o protestante con 17.1%, mientras que 14.1% de los adolescentes no se identificó con ninguna religión.
De los adolescentes, 72.9% vivía con ambos padres. Existió un considerable grupo que vivía con uno de los dos padres, siendo más elevado el porcentaje de adolescentes que convivía sólo con su madre (15.8%).
En relación con el estado civil de los padres: 72.1% estaba casado, 7.3% convivía en unión libre y 6.3% de los adolescentes eran hijos(as) de madre soltera.
Refirió no haber recibido información sobre educación sexual 22.8%, lo que refleja la falta de cobertura de programas educativos en los colegios. De los adolescentes de sexo masculino, 71.6% recibió educación sexual en su liceo; mientras que en las adolescentes, 82% reconoció también haber recibido educación sexual. Estas diferencias por sexo fueron estadísticamente significativas (p < 0.01) (Tabla 1).
Con respecto a la fuente de la cual los jóvenes obtuvieron información sexual, más de 50% refirió haberla recibido tanto de padres, profesores, amigos y/o medios de comunicación. Cabe destacar que los profesionales de la salud fueron los que brindaron menos información.
De acuerdo con los conocimientos en sexualidad que los adolescentes dijeron tener, 91.2% afirmó que era posible que ocurriese un embarazo en la primera relación sexual.
De los hombres 89.8% y de las mujeres 92.9% señalaron conocer algún método anticonceptivo (MAC), pero no se encontraron diferencias significativas por sexo. De los métodos más conocidos por los adolescentes destacaron: el preservativo (41.6%) y los anticonceptivos orales (37.4%), seguido en frecuencia del dispositivo intrauterino (11.4%).
De los adolescentes, 84.4% identificó al preservativo como método que previene el contagio de ITS y VIH/SIDA; no obstante, existió 15.4% que señaló a los anticonceptivos orales, DIU y el aseo genital después de la relación sexual, como los métodos que previenen las ITS.
De los jóvenes participantes en el estudio, 75.4% señaló haber tenido una pareja afectiva, tipo novio/a o "pololo/a" y 21.6% de los adolescentes contestó haber tenido relaciones sexuales en alguna oportunidad. La edad de inicio de la actividad sexual en promedio fue de 15.1 ± 1.8 años, con una mediana de 15 y una moda de 16; teniendo un intervalo de nueve a 19 años. Al comparar por sexo, el promedio de edad de inicio de actividad sexual en los hombres fue de 14.4 ± 1.9 años, con una mediana de 15 y un intervalo de nueve a 18 años. En las mujeres, el promedio de edad fue de 16.0 ± 1.4 años, con una mediana de 16 años y un intervalo de 14 y 19 años.
De los adolescentes estudiados, 24.5% de los hombres y 18.9% de las mujeres había tenido relaciones sexuales. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre ambos sexos.
De los adolescentes que dijeron pertenecer a las religiones católica y evangélica, 19.8 y 17.6% habían iniciado sus actividades sexuales, respectivamente. En contraste, los jóvenes que reconocieron no pertenecer a ninguna religión, el porcentaje aumentó a 38% (p < 0.05).
De aquellos adolescentes que habían recibido algún tipo de educación sexual en sus liceos, 19.7% había iniciado actividades sexuales. En comparación con 27.8% de los jóvenes que no habían recibido información.
Existieron diferencias significativas por sexo en relación con las motivaciones que impulsaron a los adolescentes a mantener actividades sexuales. En las mujeres prevaleció el afecto (60%), seguido por el placer y la inmadurez en igual porcentaje (15%); en cambio, los hombres consideraron como primera motivación el placer (43%); seguida por el afecto y curiosidad (28.3% y 26%, respectivamente) (p < 0.005). Para el afecto, curiosidad y placer se registró una diferencia significativa al analizar por sexo (Tabla 2).
En la mayoría de los casos la primera pareja sexual fue otro adolescente, la edad promedio de la pareja fue de 17.2 ± 3.5 años con una moda de 16 y un intervalo de 11 a 30 años; cabe destacar que 11.8% correspondió a adultos jóvenes entre 21 y 30 años.
De los adolescentes que habían iniciado actividad sexual, 53.5% reconocieron no haber usado ningún MAC en su primera relación.
El número de parejas sexuales alcanzó un promedio de 1.8 parejas, si bien el porcentaje de adolescentes que ha tenido una pareja sexual es mayor (61.6%), no deja de ser importante el porcentaje de adolescentes que ha tenido cuatro o más parejas sexuales (11.6%), lo que evidencia la conducta riesgosa de los jóvenes, en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva.
No existió relación significativa entre el sexo de los adolescentes y la ocurrencia de embarazo. De los adolescentes, 8.1% ya ha tenido un hijo.
Frente a la actitud que asumirían ante un eventual embarazo, existieron diferencias significativas al comparar por sexo, si bien la mayoría de los adolescentes señaló que lo asumirían con responsabilidad (92% de los hombres y 82.9% de las mujeres). Existió un mayor porcentaje de mujeres que de hombres que mencionó que pensaría en la posibilidad de un aborto (11.8 vs. 3.2%, respectivamente) (p < 0.01) (Tabla 3).
DISCUSIÓN
Los padres fueron la principal fuente de información sobre sexualidad, siendo los profesionales de la salud la fuente menos mencionada.
El promedio de edad de inicio de la actividad sexual entre los adolescentes de este estudio concuerda con lo informado en otros estudios realizados en Chile. 10,11 y difiere de los datos de la Tercera Encuesta del Instituto Nacional de la Juventud, realizada en nuestro país en el año 2000, que señala que el inicio de la actividad sexual ocurre alrededor de los 16 a 18 años, es decir, una edad más tardía que lo encontrado en este estudio. 8
Por otra parte, el tipo de liceo en el que estudian los jóvenes, la historia familiar y la persona con la que viven, no fueron factores que influyeran significativamente en el inicio de la actividad sexual, así como la educación sexual que hayan recibido. Sin embargo, según los resultados de esta investigación, la religión tendría alguna influencia en el inicio de la actividad sexual en estos adolescentes, ya que aquellos que señalan pertenecer a alguna religión, en un mayor porcentaje no había iniciado su actividad sexual; a diferencia de los adolescentes que dijeron no pertenecer a ninguna religión.
Entre las motivaciones para iniciar actividad sexual, en los hombres predominó el placer, mientras que para las adolescentes las razones emotivas y las afectivas fueron más importantes. Estos datos concuerdan con los publicados en la Tercera Encuesta Nacional del Instituto Nacional de la Juventud, 2000. 8 Esto nos podría indicar que un porcentaje de estos adolescentes no se vincularon sentimentalmente en una relación de pareja. 11
Cabe destacar que las mujeres tienen mayor conocimiento sobre métodos anticonceptivos; sin embargo, son las que en menor porcentaje los utilizan, lo que las hace más vulnerables a un embarazo no deseado a temprana edad. 9
El promedio de parejas sexuales en los hombres fue mayor que en las mujeres, este dato es importante si pensamos en los posibles riesgos que esto conlleva, como el contagio de ITS y VIH/SIDA y el riesgo de desarrollar una infección por HPV. También incide la edad de inicio de la actividad sexual y la falta de utilización de preservativos que es mayor en los varones.
Frente a la actitud ante un eventual embarazo, existe un importante porcentaje de jóvenes que señalan que lo asumirían con responsabilidad. Si bien el aborto no está legalizado en nuestro país, existe 11.2% de las adolescentes que mencionaron que pensaría en esta posibilidad.
REFERENCIAS
1. La eventualidad de la inclusión: jóvenes chilenos a comienzos del nuevo siglo. Principales Resultados de la Tercera Encuesta Nacional de la Juventud, 2000. [ Links ]
2. Dulanto E. Factores que modelan la iniciación sexual. El adolescente. México: Asociación Mexicana de Pediatría; 2000, p. 420-30. [ Links ]
3. Palma I. Sexualidad adolescente. Género, equidad y Epidemiología del VIH. Boletin Resumen SIDA, 2002; 6(3): 10-18. [ Links ]
4. Cortés A, García R, Monterrey P, Fuentes J, Pérez P. SIDA, adolescencia y riesgos. Rev Cubana Med Gen Integr 2000; 16: 253-60. [ Links ]
5. Hughes M, Fursteberg T, Terler J. The impact of increase in family planning services on the teenage population of Philadelfia. Fam Plann Perspect 1995; 27; 60-5. [ Links ]
6. Madiedo I, Otero M, González Y, Pulido M. Conducta sexual en adolescentes varones y anticoncepción. Rev Cubana Enferm 2001; 17: 9-13. [ Links ]
7. Padilla M. Salud sexual en la adolescencia en El Salvador. Rev Chil Obstet Ginecol 2001; 8: 72-4. [ Links ]
8. Molina R, Caba F. Sexualidad y fecundidad adolescente. Salud sexual y reproductiva en la adolescencia 2003; 29: 415-26. [ Links ]
9. Molina R, Sandoval J, González E. Desarrollo psicológico e identidad sexual. Salud sexual y reproductiva en la adolescencia. Santiago (Chile): Mediterráneo; 2003, p. 62-73. [ Links ]
10. Millan T, Valenzuela S, Vargas N. Reproductive health in adolescent students: knowledge, attitudes and behavior in both sexes, in a community of Santiago. Rev Med Chil 1995; 123: 368-75. [ Links ]
11. Montenegro A. Educación sexual de niños y adolescentes. Rev Med Chil 2000; 128: 571-3. [ Links ]