Introducción
Las posiciones pragmaticistas1 coinciden en aceptar la tesis de subdeterminación lingüística. Esta tesis establece que la proposición intuitiva expresada por medio de la emisión de una oración no puede estar determinada sólo a partir de las propiedades lingüísticas de esa oración, es decir, por el significado léxico2 y la sintaxis de la oración.3 La proposición intuitiva es la proposición que los participantes en una conversación reconocerían como la proposición expresada por medio de la emisión de una oración y que, como tal, puede ser evaluada por su verdad o su falsedad.4 Los pragmaticistas sostienen que una proposición intuitiva sólo puede determinarse si se apela a información del contexto de emisión. Entre los pragmaticistas están teóricos como Bach (1994), Travis (2008), Recanati (2004, 2010); y los Teóricos de la Pertinencia Sperber (1995, 2012), Wilson (1995, 2012) y Carston (2002).
Los Teóricos de la Pertinencia hacen una de las principales defensas de la tesis de subdeterminación lingüística local, es decir, en el nivel de las palabras individuales o frases. La Teoría de la Pertinencia asume que los ítems léxicos dentro de las clases abiertas de palabras: verbos, sustantivos comunes, adjetivos y algunos adverbios, contribuyen conceptos a la determinación de contenidos proposicionales (Carston, 2012: 608). Según la tesis de subdeterminación lingüística local, el concepto expresado por medio de uno de estos ítems léxicos en la emisión de una oración, el concepto intuitivo, no está codificado por el significado léxico del ítem correspondiente, sino que es un concepto ad hoc. Un concepto ad hoc resulta de un proceso pragmático de ajuste léxico libre de control lingüístico. Aquí muestro que los conceptos ad hoc tienen problemas para satisfacer requisitos de estabilidad, publicidad y contenido intencional.5 Sin embargo, sostengo también que, la Teoría de la Pertinencia postula estas representaciones para cubrir las demandas cognitivas que, desde su posición, impone la comprensión del concepto intuitivo: soportar un flujo de información dinámico al que un agente puede acceder de manera rápida y flexible. Según esta Teoría, una organización cognitiva que soporta estas demandas es una que, mínimamente, soporta proposiciones determinadas a partir de conceptos ad hoc.
Mi objetivo en este artículo es rechazar el planteamiento que está detrás de la introducción de los conceptos ad hoc. De acuerdo con mi lectura, para la Teoría de la Pertinencia, si no se acepta un tipo de organización cognitiva como la que introducen los conceptos ad hoc, entonces, un sistema cognitivo no sería capaz de proporcionar un flujo dinámico de información al que un agente puede acceder de manera rápida y flexible. En contra de este planteamiento, aquí sostengo que, en principio, es posible para un sistema cognitivo satisfacer estas demandas sin por ello tolerar proposiciones determinadas básicamente a partir de conceptos ad hoc. El sistema que propongo es una organización dual. A partir de este sistema, sostengo que la información que presumiblemente proporcionan los conceptos ad hoc puede ser aportada por el sistema en otro formato, pero que es información dispensable para la comprensión del concepto intuitivo. En la parte positiva de este texto sugiero que un sistema dual es compatible con una posición léxica local. De acuerdo con esta posición, un ítem léxico tiene asociado un concepto sólo a partir de su entrada léxica y este concepto es el concepto intuitivo expresado por medio de ese ítem en la emisión de una oración. Además, planteo que esta posición local es compatible dentro de una explicación composicional de la semántica de los lenguaje naturales. Finalmente, hago una reflexión incipiente de la noción de proposición intuitiva que puede extraerse de mi posición local en el marco de un sistema cognitivo dual.
El texto está organizado de la siguiente manera. En la sección 1 presento el caso de la Teoría de la Pertinencia en favor del ajuste léxico y los conceptos ad hoc. En la sección 2 muestro que la noción de concepto ad hoc es problemática desde la propia noción cognitivista de concepto atómico que adopta la Teoría de la Pertinencia. Aquí argumento que los conceptos ad hoc tienen problemas para satisfacer requisitos de intencionalidad, estabilidad y publicidad. Bajo el supuesto de que el tipo de organización cognitiva introducida por la noción de concepto ad hoc debe permitir un flujo dinámico de información y un acceso flexible a ella, contrasto dos tipos de organización cognitiva que presumiblemente soportan estas demandas. En la sección 3 introduzco una organización (Prinz, 2002) no-cognitivista, pero sostengo que soporta contenidos proposicionales conformados a partir de conceptos ad hoc. En la sección 3, presento una organización dual (Margolis y Laurence, 2011) que es cognitivista, pero que no tolera este tipo de contenidos proposicionales.
Tras argumentar que la organización dual tiene ventajas explicativas sobre una organización no-cognitivista, en la sección 5 concluyo que ésta es compatible con una posición léxica local. Por último, en la sección 6 esbozo la noción de proposición intuitiva que, incipientemente, se desprende de esta posición local en el marco de una organización cognitiva dual.
1. Ajuste léxico
Los teóricos de la pertinencia mantienen posiciones distintas entre sí acerca de qué es lo que un ítem léxico codifica a través de su entrada léxica. A pesar de estas discrepancias, coinciden en que el uso de un ítem léxico da acceso a cierta información almacenada en la memoria de largo plazo6 (Sperber y Wilson, 1995: 86, Wilson y Carston, 2007: 247). Esta información, incluso si tiene el formato de un concepto, debe ser “elaborada contextualmente” por medio de un proceso de ajuste léxico para obtener el concepto intuitivo expresado (Wilson y Sperber, 2012: 32).
Un proceso de ajuste léxico está dirigido por consideraciones de ertinencia7 las cuales controlan la interpretación global de una emission (Wilson y Carston, 2007: 248). Esta interpretación global está integrada por la proposición intuitiva y las implicaturas.8 El resultado de un proceso de ajuste paralelo es un concepto ad hoc.Wilson y Carston (2007: 246-248) desarrollan el siguiente caso como ejemplo de un proceso de ajuste paralelo. Consideremos la emisión de María en el diálogo siguiente:
El uso que hace María de ‘ángel’ en su emisión activa el concepto ángel o una región en la memoria del oyente que da acceso a cierta información lógica y enciclopédica.9 Entre la información lógica está, por ejemplo, que un ángel es un ser supernatural alado; entre la información enciclopédica aparecen propiedades de distintos tipos de ángeles. Así un ángel bueno está asociando con un ser excepcionalmente bueno y amable; que ve por los humanos y los ayuda, etc. Dadas sus expectativas de pertinencia y la alta accesibilidad de las propiedades de los ángeles buenos, Pedro puede extraer las siguientes implicaturas a partir de la emisión de María:
(2)
a. Sally es excepcionalmente buena y amable.
b.. Sally ve por otros y los ayuda cuando lo necesitan.
c.. Sally verá por los niños si Pedro y María se enferman.
El problema es que las implicaturas (2a-c) no pueden obtenerse simplemente a partir de la información que hace accesible el uso de ‘ángel’. De ahí que, con el fin de garantizar la obtención de estas implicaturas, Pedro deba regresar para hacer un ajuste: seleccionar y/o descartar información lógica y/o enciclopédica. Este proceso de ajuste léxico está dirigido por las expectativas de pertinencia de Pedro las cuales, para ser satisfechas, requieren de las implicaturas (2a-c). A través de este proceso, Pedro crea el concepto ad hoc ángel*. El ajuste léxico se realiza por estrechamiento y/o ensanchamiento. Por estrechamiento, un concepto ad hoc se aplica a un dominio más reducido que el indicado por medio de la entrada léxica del ítem correspondiente. Por ensanchamiento, un concepto ad hoc se aplica a un dominio más amplio que el indicado léxicamente (Wilson y Carston, 2007: 234). Así, ángel* es a la vez más estrecho y más amplio que aquello que es léxicamente especificado por ‘ángel’. Es más estrecho porque incluye sólo las propiedades de los ángeles buenos y es más amplio porque incluye a personas en su extensión. A partir de este ajuste Pedro infiere que la proposición intuitiva expresada por María es <SALLY ES UN ÁNGEL*>. De esta manera el ajuste léxico, la obtención de la proposición intuitiva y la derivación de las implicaturas se desarrollan en paralelo bajo el control de las expectativas de pertinencia de Pedro.
De acuerdo con los teóricos de la pertinencia, estrechamiento y ensanchamiento son complementarios entre sí y se desarrollan a lo largo de un continuo. En un extremo están los usos literales del lenguaje y en el otro los metafóricos, pasando por otros usos más o menos figurativos. Esta es la tesis unificada o simétrica (Wilson y Carston, 2007: 231; Wilson y Sperber, 2012: 61). Según la tesis unificada, el proceso de comprensión de una proposición intuitiva se extiende a lo largo de este continuo entre lo literal y lo metafórico, por lo que la diferencia entre un uso literal y uno figurativo del lenguaje es sólo de grado y no involucra mecanismos distintos, ni requiere de explicaciones independientes.
A partir de este tipo de casos, los teóricos de la pertinencia sostienen que el concepto intuitivo expresado a través de un ítem léxico en la emisión de una oración es un concepto ad hoc. De acuerdo con los teóricos de la pertinencia, este concepto ad hoc no sólo difiere de aquello que el ítem codifica léxicamente, sino que es nuevo y varía indefinidamente de un contexto de emisión a otro. A continuación, mi objetivo es mostrar que la noción de concepto ad hoc está en tensión con una arquitectura cognitivista clásica a la que, por otra parte, los teóricos de la pertinencia son afines.
2. Conceptos ad hoc y organización cognitiva
En un modelo cognitivista clásico10 (Fodor, 1998) los elementos básicos de los que se construyen las proposiciones son conceptos atómicos. Los conceptos atómicos son estables, públicos y tienen un contenido intencional determinado por su relación con el factor extramental que seleccionan. Los teóricos de la pertinencia aceptan este tipo de arquitectura y con ella, aceptan que los conceptos básicos susceptibles de ser reclutados en la determinación de contenidos proposicionales son conceptos atómicos (Carston, 2010: 153; 2012: 613; Wilson, 2003: 344; Sperber y Wilson, 1995: 86; Wilson y Sperber, 2012: 43).
Sin embargo, los conceptos ad hoc no parecen conformarse a una arquitectura cognitivista. De acuerdo con la Teoría de la Pertinencia, un concepto ad hoc se construye por medio de ajuste léxico a partir de los paquetes de información lógica y/o enciclopédica almacenados en la memoria de un individuo. Una vez que se accede a estos paquetes de información se seleccionan o se descartan elementos de esta información para construir el concepto ad hoc adecuado.11
Lo que importa, al menos desde un punto de vista comunicativo, es que el concepto pertinente es construido a partir de la información lógica y enciclopédica que hace accesible el concepto léxico codificado (Carston, 2002: 347).
[H]ay dos posibles resultados (un concepto más estrecho o uno más amplio) de lo que es esencialmente un único proceso de escoger y seleccionar entre los elementos de la información lógica y enciclopédica que son puestos a disposición por el concepto codificado (Carston, 2002: 334) .
Un proceso de ajuste léxico no involucra la adición de nueva información en la memoria. Se trata, según Wilson y Sperber, de un “manejo interno de memoria” (2012: 45).
A diferencia de un concepto atómico, el origen de un concepto ad hoc no está ligado al establecimiento de una relación entre el concepto y un factor extramental. Los conceptos ad hoc no tienen, por tanto, un contenido intencional constituido por su relación con un factor extramental. En consecuencia, tampoco tienen una extensión fijada por este contenido ni están individuados por tal relación, simplemente porque no hay tal factor ni tal relación involucrados en la construcción de un concepto ad hoc. Los teóricos de la pertinencia podrían decir que el contenido intencional de un concepto ad hoc sí está determinado por su relación con la propiedad que el concepto selecciona. En este caso, el contenido intencional de un concepto ad hoc estaría determinado por la relación entre el concepto y una propiedad mental. Si estos conceptos no son aceptables como conceptos atómicos, los teóricos de la pertinencia aún podrían defender que los conceptos ad hoc son conceptos de otra clase. Sin embargo, el estatus de los conceptos ad hoc como conceptos es problemático también. Esto se debe a que pueden carecer de la estabilidad y de la publicidad que, incluso para los teóricos de la pertinencia, caracterizan a las representaciones conceptuales.
2.1 Estabilidad de los conceptos ad hoc
Según los teóricos de la pertinencia, el resultado de un proceso de ajuste léxico puede ser una “noción efímera” o “representación ocasional” ligada al contexto de emisión. Esta noción efímera se usa sólo una vez y se desecha y, por tanto, carece de la estabilidad que, según ellos, es una condición que satisfacen las representaciones que tienen el estatus de conceptos (Wilson y Sperber, 2012: 41 y 43).
Como lo indica el rango de casos estudiados aquí, el ajuste léxico puede ser un proceso único, que se usa una vez y luego se olvida, que crea un concepto ad hoc ligado a un contexto particular que nunca vuelve a ocurrir (Wilson y Carston, 2007: 238) .
Además, los teóricos de la pertinencia afirman que la mayoría de las representaciones ocasionales no van a estabilizarse en la forma de un concepto (Wilson y Sperber, 2012: 44). En consecuencia, la mayoría de los conceptos ad hoc no son conceptos, desde la propia noción de concepto apoyada por la Teoría de la Pertinencia. Se sigue entonces que, en su gran mayoría, los contenidos proposicionales intuitivamente expresados por medio de la emisión de una oración no están conformados por conceptos. Si esto es cierto, la Teoría de la Pertinencia debe aceptar que la mayoría de los contenidos proposicionales expresados por medio de la emisión de una oración no son proposicionales o, de otra forma, aceptar que los contenidos proposicionales están básicamente conformados a partir de nociones efímeras y tal vez, de conceptos. Estos contenidos presumiblemente proposicionales son los que propiamente pueden expresarse y comprenderse por medio de la emisión de una oración. La pregunta es cómo, ya que como argumento a continuación, no es claro que los conceptos ad hoc sean públicos.
2.2Publicidad de los conceptos ad hoc
En el modelo de los conceptos atómicos, un concepto atómico es comunicable en la medida en que puede ser compartido. Compartir un concepto atómico es posible en tanto que se poseen ejemplares de un mismo tipo. Compartir ejemplares de un mismo tipo depende de que exista la relación adecuada entre esos ejemplares y cierta entidad externa. ¿Cómo se comunican (se expresan y son comprendidos) los conceptos ad hoc que no poseen un contenido intencional determinado por su relación con un factor extramental, sino por su relación con la propiedad mental que seleccionan y que pueden no ser conceptos, sino nociones efímeras?
La Teoría de la Pertinencia considera el problema de comunicar conceptos no lexicalizados, es decir, un concepto no codificable en el estado actual de un lenguaje y posiblemente, no-codificable en absoluto. Sin embargo, no tratan el problema de comunicar nociones efímeras (Wilson y Sperber, 2012: 75). El problema de considerar, expresar y comprender un concepto ad hoc no es el mismo que el problema de considerar, expresar y comprender un concepto no-codificable. Ello se debe a que los conceptos ad hoc no son sólo no-codificables, si no que, en el caso de las nociones efímeras, los conceptos ad hoc pueden no ser conceptos. Por otra parte, independientemente de su estatus como conceptos, los conceptos ad hoc parecen ser entidades psicológicas no- codificables y, estrictamente, inaccesibles intersubjetivamente. Esto se debe a que, hasta donde puede verse, el proceso de construcción de un concepto ad hoc involucra sólo un manejo interno de la información en la memoria de un agente.
Los teóricos de la pertinencia apelan a la coordinación para explicar cómo se comunican conceptos no-codificables. La comunicación de conceptos no-codificables, afirman, no es una cuestión de compartir sino que es un asunto de coordinación entre dos individuos: “Comunicar tal concepto no-codificable es una cuestión de coordinar las actividades cognitivas entre dos individuos para que simultáneamente atiendan la misma propiedad u objeto” (Wilson y Sperber, 2012: 75). Sin embargo, existen problemas con apelar a la coordinación para explicar la comunicación en el marco de la propia Teoría de la Pertinencia.12
No obstante, el punto que aquí me interesa enfatizar puede hacerse al margen de los problemas que la coordinación genera para una concepción intencional de la comunicación.
Mi punto aquí es señalar que, en el marco de la Teoría de la Pertinencia, un concepto ad hoc expresado difiere sistemáticamente del concepto ad hoc comprendido a partir del primero. Ciertamente, la Teoría de la Pertinencia está al tanto de que el concepto ad hoc expresado puede diferir del concepto ad hoc comprendido. Aquí únicamente señalo que en este marco, esta situación no es la excepción, sino la regla. Al respecto, la Teoría de la Pertinencia considera que mientras la diferencia sea ligera, mientras que el concepto ad hoc expresado difiera ligeramente del concepto ad hoc comprendido, la comunicación y la comprensión del contenido proposicional expresado no es afectada (Wilson y Sperber, 2012: 74).
Afirmamos que en las circunstancias apropiadas, el proceso de comprensión teórico-pertinentista debe guiar automáticamente al oyente a una versión aceptablemente cercana del concepto transmitido (Wilson y Sperber, 2012: 74).
Ahora bien, debido a que los conceptos que pueden expresarse o comprenderse son ad hoc (Carston, 2012: 622; Wilson y Sperber: 71) y que, por lo tanto, los conceptos expresados son sistemáticamente distintos de los conceptos comprendidos, la Teoría de la Pertinencia debe aceptar que la proposición expresada por medio de la emisión de una oración es, también, sistemáticamente distinta de la proposición comprendida a partir de esa emisión.
Estos resultados ponen en cuestión que los conceptos ad hoc sean estables, públicos y que posean un contenido intencional determinado por una relación con un factor extramental. Consecuentemente, el estatus de los conceptos ad hoc como conceptos propiamente y como conceptos atómicos, específicamente, es cuestionable. Sin embargo, la discusión precedente deja claro que para la Teoría de la Pertinencia algo como los conceptos ad hoc se requiere para satisfacer las demandas cognitivas impuestas por la comprensión de la información comunicada por medio de un ítem léxico. Al respecto, la descripción del proceso de ajuste léxico sugiere que nuestro sistema cognitivo debe proporcionar un flujo dinámico de información y un acceso rápido y flexible a ésta. Según esta lectura, para la Teoría de la Pertinencia, es necesario introducer una organización cognitiva que posibilita representaciones como los conceptos ad hoc para satisfacer tales requerimientos cognitivos. Este último es el planteamiento que rechazo. Para ello muestro que es posible para una organización cognitiva satisfacer estas demandas, sin tolerar conceptos ad hoc como elementos básicos de las proposiciones.
3. Conceptos ad hoc como proxitipos
Prinz desarrolla un tipo de organización que, presumo, soporta un flujo de información dinámico, flexible y altamente accesible.13 Prinz postula representaciones volátiles, flexibles y accesibles como los conceptos ad hoc, pero que prometen satisfacer requisitos, si bien relajados, de estabilidad y publicidad. Estas representaciones a las que Prinz llama proxitipos, tienen además un contenido intencional determinado por una relación causal incipiente con un factor extramental.14 Los proxitipos son representaciones derivadas a partir de perceptos primitivos: ítems de información que ingresan al sistema cognitivo a través de sus distintos canales de percepción y que pueden almacenarse en la memoria de largo plazo. Esta memoria está organizada en grupos de redes de representaciones perceptuales ligadas entre sí. Los proxitipos no son conceptos atómicos, sino agrupaciones almacenadas o producidas en línea a través de la red de representaciones perceptuales. Las redes de representaciones que conforman un proxitipo se distinguen del resto porque pueden ser activadas en la memoria de trabajo.15 La activación/desactivación de estas redes que integran un proxitipo depende del contexto. De acuerdo con Prinz “[e]l contexto determina qué proxitipo se usa en la memoria de trabajo en cada ocasión dada […]. Algunas veces estos proxitipos ya existen en la memoria de largo plazo y a veces deben ser construidos” (2002: 149).
En este marco, presumiblemente, los conceptos ad hoc pueden concebirse como nuevos proxitipos construidos en la memoria de trabajo en respuesta a las demandas de un contexto específico. La teoría de los proxitipos es un candidato idóneo para desarrollar la noción de concepto ad hoc. Sin embargo, esta propuesta se aleja del marco cognitivista al que es afín la Teoría de la Pertinencia. No obstante, si lo que se busca es que los conceptos ad hoc tengan lugar como representaciones básicas de las que están conformados los contenidos proposicionales, una teoría como la de proxitipos promete satisfacer las condiciones de volatilidad y flexibilidad de los conceptos ad hoc. Suponiendo que los proxitipos están respaldados empíricamente, los conceptos ad hoc se pueden concebir como proxitipos nuevos creados al vuelo en respuesta a las demandas del contexto para comprender el concepto intuitivo expresado por medio de un ítem léxico en la emisión de una oración. Este marco sería compatible con la tesis de subdeterminación local.
En espera de este respaldo empírico, hay espacio para sugerir que las demandas impuestas por la Teoría de la Pertinencia sobre un sistema cognitivo no nos obligan a adoptar este tipo de organización cognitiva. Lo que aquí sugiero es que un sistema cognitivo cuyas representaciones satisfacen criterios de estabilidad, publicidad e intencionalidad y que, en principio, es capaz de ofrecer un suministro dinámico de información y de permitir un acceso rápido y flexible a ella, es preferible por su potencial explicativo sobre una organización cognitiva como la de los proxitipos. El sistema que sugiero es un sistema dual.
4. Sistema dual y conceptos primitivos
Margolis y Laurence proponen una teoría dual de la estructura conceptual.16 Según esta teoría, un concepto atómico posee propiamente un núcleo atómico y múltiples estructuras asociadas.
La idea es que el atomista puede apelar a información que está asociada con el concepto; esto es, el atomista puede hacer uso de las relaciones que un concepto C mantiene con otros conceptos, incluso aunque estas relaciones no sean constitutivas de C (Margolis y Laurence, 2003: 205).
El núcleo atómico de un concepto tiene un contenido intencional determinado por la relación entre el concepto y un factor extramental. Este es el contenido semántico del concepto. Las estructuras asociadas con un núcleo atómico están conformadas por las relaciones que mantiene el concepto con otros conceptos. En adelante llamo a estos conceptos ‘conceptos primitivos’. Un concepto primitivo es un concepto estable almacenado en la memoria de largo plazo y cuya extensión está determinada por su contenido intencional. Las condiciones de aplicación del concepto están, por tanto, reguladas por un factor externo independiente del concepto y de sus relaciones con otros conceptos. Los conceptos primitivos son además públicos en tanto que dos conceptos ligados al mismo factor extramental son ejemplares del mismo tipo. Los ejemplares del mismo tipo tienen el mismo contenido semántico, pero no necesariamente comparten la misma estructura conceptual. En suma, un concepto primitivo carece de estructura semántica en el sentido de que su contenido semántico está determinado independientemente de sus relaciones con otros conceptos; segundo, el contenido semántico de un concepto primitivo depende de la relación que el concepto mantiene con un factor extramental; y, por último, un concepto primitivo puede tener asociadas diferentes estructuras conceptuales. Entre los conceptos primitivos pueden contarse los conceptos de individuos como GOTTLOB FREGE, también conceptos de género natural como gato, conceptos de artefactos como ZAPATO; y, relacionados con éstos últimos, conceptos de entidades cuyas condiciones de individuación apelan a las normas y otros aspectos de una comunidad, por ejemplo, ARTRITIS, SOLTERO y BELLEZA.17 En la formación de conceptos complejos a partir de conceptos primitivos, sólo los núcleos atómicos respetan composicionalidad,18 pero las estructuras asociadas a estos núcleos pueden no satisfacer este requisito (Laurence y Margolis, 1999: 71). La comprensión del contenido semántico de un concepto primitivo está determinada por la comprensión del contenido atómico y, en el caso de los conceptos complejos, además por las propiedades composicionales.
¿Hay lugar para los conceptos ad hoc en este sistema dual? Sí, pero estos conceptos no pueden ser ambos: conceptos primitivos y el resultado de un proceso de ajuste léxico. En este sistema conceptual, los procesos de ajuste léxico concebidos como estrechamiento y ensanchamiento i.e. manipulaciones puramente internas de memoria, no son procesos de construcción de conceptos primitivos, aunque pueden dar lugar a conceptos complejos. Supongamos que los ítems léxicos tienen asociado un concepto primitivo a través de su entrada léxica. En este sistema, la información más específica o más general introducida por un concepto ad hoc, a la que llamo información ad hoc, puede ser proporcionada de dos maneras. La información ad hoc puede ser suministrada por medio de un nuevo concepto aprendido19 o por la estructura conceptual del concepto primitivo expresado por ese ítem léxico (y, posiblemente, por la estructura conceptual de los demás conceptos asociados con el resto de ítems léxicos que aparecen en la oración emitida). A partir de este marco, me ocupo de responder si, tal como lo sostiene la Teoría de la Pertinencia, la comprensión de este concepto intuitivo requiere de información ad hoc.
5. Información ad hoc y localismo léxico
Supongamos que la información que presuntamente proporciona un concepto ad hoc se requiere para comprender el concepto intuitivo expresado por un ítem léxico en la emisión de una oración. Bajo este supuesto, (3) y (4) deben tener el mismo tratamiento y bastaría con organizar la información almacenada en la memoria para construir el concepto expresado por ‘abrir’ en cada caso:
En (3) es muy probable que poseamos la información requerida, por ejemplo, cómo se abre la puerta (Carston, 2002). Esto hace plausible la explicación de que la manera de abrir la puerta es parte la información proporcionada por abrir*. Sin embargo, en un caso como (4), es poco plausible que el concepto expresado por ‘abrir’ sea abrir**, en donde abrir** tiene información acerca de la manera pertinente en la que se abre la piedra. La razón por la que esto es poco plausible es que no podemos formar abrir** sólo a partir de una reorganización de la memoria: no contamos con información lógica o enciclopédica acerca de cómo se abren piedras. Incluso aceptando que un concepto ad hoc puede formarse por ensanchamiento y/o estrechamiento, no habría material para echar a andar estos mecanismos: no hay en la memoria ni en otra parte propiedades o ítems de información que seleccionar o rechazar para construir abrir**. La pregunta para la Teoría de la Pertinencia es por qué en primer lugar, en el caso de (3), la información de la manera pertinente de abrir una puerta puede ser requerida semánticamente para comprender el concepto expresado por medio de ‘abrir’.
En el caso de (4) es claro que tenemos una deficiencia, pero no es claro que la solución pragmática que propone la Teoría de la Pertinencia pueda aliviarla. Al menos, esta solución pragmática no parece poder aplicarse de modo uniforme en los dos casos. En el caso de (4), es dudoso que la deficiencia se deba a la semántica del concepto expresado por ‘abrir’, pues si lo fuera, siguiendo a la Teoría de la Pertinencia, ésta debería corregirse por un proceso de ajuste léxico. Sin embargo, no hay garantía de que en (4) un proceso de ajuste léxico proporcionaría la información ad hoc supuestamente requerida.
En tanto que esta disparidad se presente, la Teoría de la Pertinencia no ha mostrado que estos casos pueden tratarse por medio de ajuste léxico. En consecuencia, no ha mostrado que en (4) la información ad hoc de qué cuenta como abrir una piedra concierne a la semántica de ‘abrir’ y, por lo tanto, tampoco ha mostrado que en (3) la información ad hoc de qué cuenta como abrir una puerta concierne a la semántica de ‘abrir’. Se sigue que la Teoría de la Pertinencia no ha mostrado que la información ad hoc concierne de manera sistemática a la semántica de los conceptos intuitivos expresados por medio de los ítems léxicos en cuestión.
Este resultado abre la posibilidad de ofrecer otras explicaciones alternativas acerca de la deficiencia detectada en (4). Es plausible que en algunos casos se trate de una deficiencia de carácter epistémico, por ejemplo, no sabemos cuál es la manera en la que se abre algo. En este caso, la manera de aliviar nuestra situación epistémica requiere que aprendamos cómo se abre, por ejemplo, una puerta.20 Este proceso de aprendizaje demanda una interacción entre cierto sistema cognitivo y su entorno que no necesariamente tiene que ver con la comprensión de la proposición emitida. Esto sugiere que la información ad hoc puede tener un propósito independiente de la comprensión de una emisión de una oración. Sin embargo, no hay hasta ahora una distinción clara entre lo que los Teóricos de la Pertinencia reconocen como una insuficiencia de orden semántico y una insuficiencia de otro orden. De ahí que tampoco exista una explicación de cómo debe operar el ajuste léxico en cualquiera de estos casos.
La Teoría de la Pertinencia podría responder que en (4) tenemos un uso figurativo del lenguaje y que lo que se necesita para determinar el concepto expresado por ‘abrir’ es, justamente, un proceso de ajuste léxico. Sin embargo, en el momento en que la solución pragmática que propone la Teoría de la Pertinencia no puede aplicarse de manera uniforme a (3) y (4) cuando ambas reciben una interpretación literal, la Teoría de la Pertinencia no puede apelar a la tesis de simetría para defender su propuesta. No puede decir que la determinación de la proposición expresada por un uso figurativo de una palabra emplea los mismos mecanismos que un uso literal. Para ello hace falta un argumento que explique por qué, en el estado actual de un lenguaje, estos mecanismos se aplican si (4) recibe una interpretación metafórica, por ejemplo, pero no una literal. Mientras este argumento no exista, no tenemos que aceptar que el concepto intuitivamente expresado y comprendido a través de un ítem léxico en la emisión de una oración, es un concepto ad hoc.
A partir de este resultado, un sistema cognitivo dual hace plausible sostener una posición léxica local. Según esta posición, un ítem léxico tiene asociado un concepto primitivo sólo a través de su entrada léxica y, este concepto es el concepto intuitivo expresado por medio de ese ítem en una emisión de una oración en la que dicho ítem aparece. Esta posición local se opone genuinamente a la tesis de subdeterminación lingüística local. Además, esta posición local es compatible con una explicación composicional de la semántica de un lenguaje natural a la que llamo semanticismo. De acuerdo con el semanticismo, la proposición intuitiva expresada a través de la emisión de una oración está determinada completamente por el contenido semántico de las partes constituyentes de la oración y por el modo de combinación sintáctica de la oración. Específicamente, en contra de la tesis de subdeterminación local, aquí he defendido que el contenido semántico de los ítems léxicos bajo consideración es un concepto primitivo. Este concepto primitivo está asociado con el ítem correspondiente sólo a través de la entrada léxica de este último.
6. Proposición intuitiva
Finalmente esbozo la noción de proposición intuitiva que puede desprenderse de la posición local que sostengo. Según lo dicho aquí, un concepto primitivo es uno cuyo contenido semántico está determinado completamente por su contenido intencional, el cual, a su vez, está completamente determinado por la relación entre este concepto y cierto factor extramental. El contenido semántico de un concepto no necesariamente agota la información que el concepto porta. Los conceptos primitivos pueden tener también una estructura. Esta estructura aporta información no-semántica. En el caso de soltero, la relación con, por ejemplo, HOMBRE, JOVEN, NO-CASADO, DEDICADO A LA VIDA SECULAR, puede, por ejemplo, emplearse en la categorización de cierto individuo como soltero.
La noción de proposición intuitiva que podemos extraer de estas consideraciones es la siguiente. Las proposiciones conformadas a partir de conceptos primitivos poseen una estructura composicional determinada por los contenidos semánticos de los conceptos reclutados en la proposición. Sin embargo, es de presumir que una proposición podría portar más información que aquella suministrada por su estructura composicional. La estructura composicional de una proposición intuitiva, como la de cualquier proposición, estaría determinada completamente por el contenido semántico de los conceptos involucrados en la proposición. La información suministrada por la estructura composicional de una proposición posee la estabilidad y la publicidad que le otorgan la estabilidad y la publicidad del contenido intencional de los conceptos primitivos reclutados en la proposición. De manera que los ejemplares de un misma proposición-tipo comparten la misma estructura composicional. Sin embargo, la información no- composicionalmente determinada que portan los ejemplares de una misma proposición-tipo puede variar de un ejemplar a otro.
La comprensión de la proposición intuitiva expresada por medio de la emisión de una oración se finca en la estructura composicional de la proposición. Por otra parte, la información que, de acuerdo con la Teoría de la Pertinencia, suministran los conceptos ad hoc, puede ser proporcionada por la estructura no-composicional de la proposición, pero no es necesaria para la comprensión de la proposición. Podemos decir que, por ejemplo, la proposición expresada y la proposición comprendida a partir de la emisión de una oración, al ser dos ejemplares distintos de la misma proposición-tipo, tienen la misma estructura composicional. No obstante, cada uno de estos ejemplares puede portar información no-semántica que no necesariamente es compartida entre ambos. Esta información puede ser información ad hoc, según la concepción de la Teoría de la Pertinencia, sólo que a diferencia de esta Teoría, la información ad hoc no adquiere, por un proceso de ajuste léxico, el estatus de información semántica, i.e., no entra en la estructura composicional de la proposición.
Este es sólo un esbozo incipiente de la noción de proposición intuitiva que se obtiene como consecuencia de la posición local que sostengo. Es necesaria una exposición detallada de esta noción para conocer sus alcances y limitaciones. Sin embargo, al aceptar que las proposiciones están determinadas a partir de conceptos primitivos con un núcleo intencional y múltiples estructuras, parece que inevitablemente se abre la puerta a una noción de proposición que porta más información que aquella suministrada por su estructura composicional.
7. Conclusión
Según la tesis de subdeterminación lingüística local defendida por la Teoría de la Pertinencia, el concepto intuitivo expresado por medio de un ítem léxico en la emisión de una oración no está codificado por el significado léxico del ítem correspondiente, sino que se trata de un concepto ad hoc. De acuerdo con la lectura que hago, los conceptos ad hoc introducen el tipo de organización cognitiva que, según la Teoría de la Pertinencia, es necesaria para satisfacer las demandas que impone la comprensión de un concepto intuitivo. Estas demandas se resumen en suministrar un flujo dinámico de información y en permitir un acceso flexible y rápido a ella. En las páginas precedentes he mostrado que es posible, en principio, satisfacer estas demandas sin admitir contenidos proposicionales determinados básicamente a partir de conceptos ad hoc. También he mostrado que la información que proporcionan los conceptos ad hoc es dispensable para la comprensión de un concepto intuitivo. En contra de la tesis de subdeterminación lingüística local, he sugerido que ambos resultados hacen plausible una posición léxica local.