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Polibotánica

versión impresa ISSN 1405-2768

Polibotánica  no.55 México ene. 2023  Epub 26-Mayo-2023

https://doi.org/10.18387/polibotanica.55.10 

Artículos científicos

Estudios para la conservación y aprovechamiento de Chrysactinia mexicana, planta aromática y medicinal nativa de México

Studies for the conservation and use of Chrysactinia mexicana, an aromatic and medicinal plant native to Mexico

F. Magallán-Hernández1 

J.A. Valencia-Hernández1 

R. Sánchez-Castillo1 

1Horticultura Ambiental. Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Autónoma de Querétaro. Avenida de las Ciencias s/n Juriquilla, Querétaro, Querétaro. 76230 México.


Resumen

Una de las estrategias para reconocer el uso potencial de las plantas aromáticas y medicinales (PAMs), es tomar en cuenta el conocimiento tradicional. El objetivo de la presente investigación fue documentar y generar información botánica, ecológica, etnobotánica, fitoquímica y de actividad biológica sobre Chrysactinia mexicana, la cual sirva de base para su posterior cultivo, aprovechamiento y conservación. Se llevó a cabo una revisión exhaustiva de recursos bibliográficos científicos obtenidos de buscadores académicos especializados en internet. Tanto el mapa, como la identificación de los factores bióticos y abióticos asociados a la distribución de la especie, se generaron usando Sistemas de Información Geográfica (SIG). La información de su fenología, estrategias de propagación y características de hábitat se recopiló en salidas de campo llevadas a cabo una vez al mes a través de un año. Chrysactinia mexicana presenta una amplia variedad de nombres comunes, lo cual pone de manifiesto el estrecho vínculo entre la especie y los habitantes de las regiones en las que se distribuye. Se registra el uso de sus hojas, tallos y flores para curar infecciones respiratorias, infecciones de la piel, dolores de estómago, diarrea, fiebre y reumatismo. Se distribuye en las provincias biogeográficas del Desierto Chihuahuense, Sierra Madre Oriental y Faja Volcánica Transmexicana. Su amplia distribución indica que se trata de una especie con baja especificidad de hábitat. Se propaga de manera sexual a través de aquenios, dispersados por el viento, mientras que la propagación asexual es por medio estolones subterráneos. Presenta una amplia diversidad de metabolitos secundarios, destacando la piperitona, eucaliptol, acetato de linalilo, α-terpineol, silvestreno y terpineol. Los diferentes bioproductos muestran actividad positiva contra bacterias, micobacterias, hongos y amibas. También se observó que el aceite esencial presenta acción insecticida y nematicida. Estudios más recientes han mostrado resultados positivos de algunos de sus componentes como antidepresivos y estimulantes del comportamiento sexual. Chrysactinia mexicana presenta un alto potencial en la industria farmacéutica, cosmética, de alimentos y en el control de plagas, por lo que es necesario iniciar con estudios que permitan su propagación y establecimiento en cultivo.

Palabras clave Chrysactinia mexicana; distribución; hábitat; propagación; fenología; metabolitos secundarios

Abstract

One of the strategies to recognize the potential future use of aromatic and medicinal plants (AMPs) is to take into account the past uses and traditional knowledge. The general objective of this research is to document and generate information on Chrysactinia mexicana, which serves as a basis for its subsequent cultivation, use, and conservation. An exhaustive review of scientific bibliographic resources obtained from specialized academic search on the Internet was carried out. Both, the distribution map and the identification of the biotic and abiotic factors associated with the distribution of the species were generated using Geographic Information Systems (GIS). Information about the phenology, propagation strategies and habitat characteristics were collected in the field once a month, for a year. Chrysactinia mexicana has a wide variety of common names which highlight the close link between the species and the inhabitants of the regions in which it originates. The use of its leaves, stems, and flowers has been noted to cure respiratory infections, skin infections, stomach pains, diarrhoea, fever, and rheumatism. It is distributed in the biogeographical provinces of the Chihuahuan Desert, Sierra Madre Oriental, and Trans-Mexican Volcanic Belt. Its wide distribution indicates that it is a species with low habitat specificity. It spreads sexually through wind-dispersed achenes, while asexual propagation is via subterranean stolons. Presents a wide variety of secondary metabolites, the most notable are piperitone, eucalyptol, linalyl acetate, α-terpineol, Sylvain and terpineol. The different bioproducts show positive results combatting bacteria, mycobacteria, fungi, and amoebae. It was also observed that the essential oil has insecticidal and nematicidal actions. More recent studies have shown positive results when used as an antidepressant and as a sexual behavior stimulant. Chrysactinia mexicana could have many potential uses in pharmaceutical, cosmetic, food, and pest control industries, so it is important to start with studies that allow its propagation and establishment in cultivation.

Key words Chrysactinia mexicana; distribution; habitat; propagation; phenology; secondary metabolites

Introducción

El uso de las plantas aromáticas y medicinales (PAMs) está ligado a la historia del ser humano, lo cual se ha documentado por la presencia de este tipo de plantas en sitios arqueológicos, sugiriendo que fueron usadas desde tiempos prehistóricos (Waizel, 2010). Sin embargo, las PAMs no sólo se usan de manera tradicional, sino que tienen importantes aplicaciones en la medicina moderna, debido a la presencia de distintos tipos de metabolitos secundarios con propiedades terapéuticas (Peña-Rodríguez et al., 2010; Villarreal et al., 2014). Actualmente, los principales sectores demandantes de PAMs son la industria alimentaria, cosmética, de perfumería, farmacéutica y otras como las de agroquímicos y de pinturas (Juárez-Rosete et al., 2013). Los países solicitantes de materias primas y extractos de plantas medicinales mexicanas son: Alemania, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Japón y Suiza (Palma-Tenango et al., 2017). Para reconocer el uso potencial de las PAMs, una estrategia adecuada y bien fundamentada, es tomar en cuenta el conocimiento tradicional que tienen los pueblos indígenas, los campesinos y en general la población que habita en zonas rurales, debido a que se trata de un uso milenario que avala su potencial (Iannicelli et al., 2018). En años recientes, la industria farmacéutica ha puesto atención a los estudios sobre los usos tradicionales de las plantas medicinales para la selección de especies que contengan compuestos con actividad biológica (Palma-Tenango et al., 2017; Villarreal et al., 2014).

En la medicina tradicional mexicana se han registrados aproximadamente 3000 especies de plantas con algún uso terapéutico, dicha cifra ubica a nuestro país como el segundo lugar en número de especies de PAMs, únicamente después de China (Muñeton, 2009; Palma-Tenango et al., 2017). Como parte de la diversidad, existen especies de plantas medicinales muy notables, debido a que presentan las siguientes características: 1) Usos tradicionales documentados, 2) Estudios fitoquímicos y de su actividad biológica, los cuales avalan sus efectos terapéuticos, 3) Aroma agradable debido a la presencia aceites esenciales y 4) Demanda en los mercados locales y regionales. A pesar de ser especies con alta importancia por sus diversos usos potenciales en la industria farmacéutica y cosmética, al mismo tiempo, han sido poco estudiadas desde un enfoque biológico, ecológico y agronómico, siendo estos enfoques básicos para su propagación, manejo en cultivo y conservación biológica. Una especie que tiene las características mencionadas es Chrysactinia mexicana A. Gray, planta medicinal nativa de México perteneciente a la familia Asteraceae de la cual se conocen diversos usos potenciales para la industria. Dicha especie ha sido estudiada desde diferentes enfoques, siendo mucho más frecuentes los estudios fitoquímicos y farmacológicos, mientras que los estudios etnobotánicos, ecológicos y agronómicos son escasos o inexistentes (Magallán-Hernández et al., 2015).

El objetivo de la presente investigación fue documentar y generar información botánica, ecológica, etnobotánica, fitoquímica y de actividad biológica sobre Chrysactinia mexicana, la cual sirva de base para su posterior cultivo, aprovechamiento y conservación. Los objetivos específicos fueron: documentar sus nombres comunes, usos tradicionales, caracteres morfológicos diagnósticos, así como sus metabolitos secundarios y bioactividad; elaborar un mapa de su distribución para México; identificar los factores bióticos y abióticos asociados a la distribución de la especie; registrar su fenología, estrategias de propagación en poblaciones silvestres y características de hábitat; y, con base en la información de revisión y generada en campo proponer usos potenciales.

Materiales y métodos

Revisión bibliográfica

Para documentar los nombres comunes, usos tradicionales, caracteres morfológicos diagnósticos de C. mexicana, así como los metabolitos secundarios y actividades biológicas de la especie, se llevó a cabo una revisión exhaustiva de recursos bibliográficos especializados, obtenidos de las siguientes fuentes: Google académico, Pubmed, Scopus, Science Direct y Dialnet, usando como palabras clave “Chrysactinia mexicana”, “etnobotánica”, “usos”, “fitoquímica”, “compuestos bioactivos”, “bioactividad”, tanto en español como en inglés, con diferentes combinaciones y seleccionando principalmente artículos revisados en pares desde 1950 hasta 2022.

Revisión de herbario y trabajo de campo

Para elaborar el mapa de distribución, se construyó una matriz de datos con los registros de sitios de distribución de la especie, los cuales se obtuvieron de las siguientes fuentes: 1) Recorridos de campo en los que se registraron las coordenadas geográficas por medio de GPS Oregon 650, 2) Revisión de ejemplares del herbario “Dr. J. Rzedowski” de la Universidad Autónoma de Querétaro (QMEX), 3) Base de datos del herbario (QMEX) y 4) Base de datos GBIF (Global Biodiversity Information Facility). Los recorridos de campo se llevaron a cabo de enero a diciembre del 2014, en el estado de Querétaro, principalmente en los municipios de la región del semidesierto: Colón, Cadereyta de Montes, Peñamiller y Tolimán, registrando las coordenadas en los sitios con la presencia de la especie. Todos los datos espaciales fueron trabajados en coordenadas geográficas, con datum y esferoide WGS84. Se usó el software ArcGIS 10 (ESRI, 2011), para la elaboración del mapa de distribución. Para identificar los factores bióticos y abióticos asociados a la distribución de la especie, se analizó la información usando SIG (Sistema de Información Geográfica), se efectuó una superposición de datos cartográficos con los sitios de distribución de la especie, usando el programa ArcGIS 10 (ESRI, 2011), se usó la información cartográfica de geología, sistemas de topoformas, edafología, clima, uso de suelo y vegetación. Las fuentes usadas fueron: 1. Carta Geológica 1:250,000 (INEGI, 1985b), 2. Sistemas de Topoformas 1:1,000,000 (INEGI, 2001), 3. Carta Edafológica 1:250,000 (INEGI, 1985a), 4. Carta de Climas 1:1,000,000 (INEGI, 2000) y 5. Carta de Uso de Suelo y Vegetación 1:250,000 (INEGI, 2013). La diferencia de escalas usadas para cada carta temática fue debida a la disponibilidad de la información en el INEGI. La Carta de Climas (INEGI, 2000) usada para el análisis de la información emplea la clasificación de Köppen modificada por Enriqueta García (García, 1964). Con la información obtenida de este procedimiento se elaboró una matriz de datos con la siguiente información: 1. Tipo de roca, 2. Edad de la roca, 3. Sistemas de topoformas, 4. Tipo de suelo, 5. Altitud (msnm), 6. Tipo de clima, 7. Isoyetas (mm), 8. Isotermas (°C) y 9. Tipo de vegetación observada de acuerdo a la clasificación propuesta por Rzedowski (Rzedowski, 2006). Los datos de altitud fueron tomados directamente en campo con un GPS Oregon 650, complementada con la información de las bases de datos. Para documentar la fenología, estrategias de propagación en poblaciones silvestres y características de hábitat, se tomó como referencia los registros de su distribución y se llevaron a cabo recorridos de campo en el estado de Querétaro. Se corroboró su distribución y se seleccionó una población en la localidad de Sombrerete, Cadereyta de Montes, Querétaro, para ser monitoreada a lo largo de un año. Se recopiló información sobre intervalos de floración y fructificación, sus estrategias de reproducción en estado silvestre y sus características y necesidades de hábitat específicas. Finalmente, se resaltaron algunos usos potenciales de la especie con base al análisis de la información de usos tradicionales, los estudios fitoquímicos y de bioactividad.

Resultados y discusión

Caracteres morfológicos diagnósticos

En cuanto a sus caracteres morfológicos diagnósticos, C. mexicana se distingue por ser arbustos de tamaño pequeño (20-40 cm de alto) (Fig. 1A), con hojas pequeñas (5-20 mm de largo y de 1-2 mm de ancho), alternas, simples, lineares y suculentas. Se destaca la presencia de glándulas notorias en sus hojas, las cuales contienen aceites esenciales (Fig. 1B). Las inflorescencias son cabezuelas de 4-5 mm de alto, usualmente con 13 flores liguladas amarillas (Fig. 1C). Los frutos son aquenios estriados, de 3-4 mm de largo, cilíndricos (Fig. 1D) (Villareal, 2003).

Fig. 1 Caracteres morfológicos diagnósticos de Chrysactinia mexicana: A. Hábito arbustivo; B. Hojas; C. Inflorescencias y D. Fruto (aquenio). 

En la familia Asteraceae, la presencia de inflorescencias en cabezuelas con flores liguladas amarillas es muy común, por lo que para C. mexicana los caracteres morfológicos que permiten reconocerla fácilmente son sus hojas pequeñas, suculentas y cilíndricas, con glándulas traslúcidas muy notorias, las cuales contienen aceites esenciales. Otro carácter diagnóstico de la especie, aunque no morfológico, es el olor de las hojas al estrujarse, el cual también es muy característico. En C. mexicana los frutos son aquenios y éstos se consideran las unidades de dispersión de la especie, es decir, los frutos tienen función de semilla, lo cual es un aspecto que debe tomarse en cuenta para estudios posteriores sobre su propagación y manejo. Desde un enfoque agronómico, será necesario caracterizar las unidades de dispersión de la especie (aquenios).

Distribución

C. mexicana es una especie que pertenece a la familia Asteraceae, tribu Tagetae. Dicha tribu está conformada por alrededor de 20 géneros y 260 especies, con afinidad a las regiones áridas de América (Villareal, 2003). El género Chrysactinia contiene seis especies, de las cuales C. mexicana es la que presenta mayor área de distribución, la cual abarca desde el estado de Oaxaca en México hasta el suroeste de Estados Unidos (Villaseñor & Redonda-Martínez, 2009). Se registró su presencia en 16 estados de la República (Fig. 2): Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas, por lo que se considera una especie nativa de amplia distribución en México.

Fig. 2 Distribución de Chrysactinia mexicana en México. 

En referencia a los factores bióticos y abióticos asociados a la distribución de C. mexicana, se observó que sus poblaciones silvestres se encuentran principalmente en roca caliza de la era Mesozoica periodo cretácico, con afinidad a sistemas de topoformas de Sierras plegadas y en suelos de tipo Leptosol, ya sea rendzico, húmico o calcárico, con alta pedregosidad. Se distribuye en un intervalo de altitud de 750 a 2875 msnm. Se encuentra principalmente en regiones de clima templado subhúmedo Cx’ y en menor proporción en climas semicálidos (A)C(w0). Tiene afinidad a regiones cuyo intervalo de precipitación es de 200 a 1500 mm, con mayor número de registros entre los 400 a 800 mm. La especie de estudio se distribuye en un intervalo de TMA (Temperatura Media Anual) entre los 14 a 22 °C, con mayor número de registros en el intervalo de 14 a 18 °C. Se asocia a vegetación de bosques de Quercus, bosque de Juniperus, bosque de Pinus, bosque de Pinus-Quercus, bosque tropical caducifolio, chaparral, matorrales xerófilos, matorral xerófilo crasicaule, matorral subinerme, pastizal, vegetación halófila, vegetación riparia y como ruderal en ambientes perturbados, aunque su mayor afinidad es a matorrales xerófilos.

Hasta el presente estudio, no se habían descrito los factores bióticos y abióticos que se asocian a la distribución de Chrysactinia mexicana. Sin embargo, es necesario acotar que se trata de una primera aproximación para reconocer sus afinidades ambientales y ecológicas a nivel “macro”. Debido a que el análisis se llevó a cabo a partir de datos de distribución de la especie y sobreposición de información cartográfica (análisis SIG), es necesario mencionar que los resultados pueden presentar un sesgo de colecta, es decir, la especie puede estar sobrecolectada en algunas regiones y sin colecta en zonas de su distribución natural. Aun así, la información generada sienta las bases para estudios posteriores desde un enfoque agronómico y de conservación, dado que se trata de una especie con usos tradicionales y potenciales en la industria farmacéutica, cosmética y de alimentos. Los resultados muestran que, en México, C. mexicana se distribuye principalmente en las siguientes provincias biogeográficas: Desierto Chihuahuense, Sierra Madre Oriental y Faja Volcánica Transmexicana (Morrone, 2019), observándose una clara afinidad a la región Neártica. Su amplia distribución indica que se trata de una especie con baja especificidad de hábitat, lo cual se observa claramente en el amplio intervalo de altitud (de 2125 m), el amplio intervalo de precipitación (1300 mm) y la variedad de tipos de vegetación en los que se puede encontrar. Las observaciones de campo en la población monitoreada en Querétaro muestran que la especie tiene mayor afinidad hacia las regiones áridas y semiáridas con suelos calcáreos, así como a vegetación de matorral micrófilo muy abierto y en matorral xerófilo perturbado, en un intervalo altitudinal de 1800 a 2700 msnm. Asimismo, se registró que se encuentra en hábitats con 100% de radiación solar, sin necesidad de plantas nodrizas para su crecimiento.

Nombres comunes y usos tradicionales

Debido a su amplia distribución, en México recibe diferentes nombres comunes, se le conoce como “calanca” en Veracruz, “yeyepaxtle” en Puebla, “San Nicolás” y “hierba de San Nicolás” en Coahuila, Durango, Querétaro y San Luis Potosí, se le nombra “damiana” y “damianita” en Chihuahua y Durango, “mariola” en el Valle de México, “falsa damiana”, “garañona” y “romerillo” en Coahuila e Hidalgo (Cabrera, 2015; Martínez, 1967; Standley, 1920; Villareal, 2003). En referencia a sus usos medicinales tradicionales, de manera frecuente se registra el uso de sus hojas, tallos y flores para curar infecciones respiratorias, infecciones de la piel, dolores de estómago, diarrea, fiebre y reumatismo (Cárdenas-Ortega et al., 2011; Guevara et al., 2011), mientras que las raíces se usan principalmente para dolores postparto (Guerra-Boone et al., 2013). Con menor frecuencia se mencionan sus efectos afrodisíacos, diuréticos, antiespasmódicos, energéticos, estimulantes, tónicos y para promover sudoración, así como sus usos para curar dolores menstruales, infertilidad de la mujer, enfermedades venéreas y leucorrea (Cabrera, 2015; González-Stuart, 2010; Nicholson & Arzeni, 1993; Zavala-Mendoza et al., 2016).

C. mexicana presenta una amplia variedad de nombres comunes y usos tradicionales, lo cual pone de manifiesto el estrecho vínculo entre la especie y los habitantes de las regiones en las que se distribuye. Incluso el nombre de “yeyepaxtle” proviene del Nahua “yeyepachtli”, indicando que se trata de una especie usada por pueblos indígenas, formando parte de la diversidad biocultural de nuestro país. Una de las referencias más antiguas es la hecha por Standley (1920) en la que se mencionan nombres comunes en diferentes estados de México y Estados Unidos de América y algunos usos tradicionales. No se encontró alguna referencia sobre Chrysactinia mexicana en la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana (BDMTM, 2009), por lo que se considera que documentar e integrar la información de los diversos artículos es un ejercicio importante en el conocimiento básico de la especie, lo cual redituará en su conservación.

Fenología y estrategias de propagación

Sobre la fenología de C. mexicana, estudios previos indican que florece de abril a octubre (Martínez, 1967), de marzo a noviembre (Villareal, 2003) e incluso todo el año (Villaseñor & Redonda-Martínez, 2009). Sin embargo, para el presente estudio, en la localidad que se monitoreó a lo largo del año, no fue posible corroborar el mismo periodo de floración. En la localidad de Sombrerete, Cadereyta, Querétaro, la especie de estudio floreció de julio a septiembre y fructificó de agosto a octubre, es decir presentó un intervalo de tiempo más reducido en ambas fenofases. También se registró el solapamiento de las fenofases dentro de la población e incluso en una misma planta. Es decir, dentro de la población, es posible encontrar algunas plantas floreciendo y otras plantas fructificando (con aquenios), de manera sincrónica. Asimismo, en una planta es posible encontrar flores y frutos de forma sincrónica (Fig. 3). Durante la fenofase vegetativa, en los meses de noviembre a febrero, el número de individuos dentro de la población se reduce y las plantas presentan menor tamaño y cobertura (ramificación). Para el presente estudio, no se planteó como parte de los objetivos documentar la polinización de la especie, sin embargo, los visitadores florales observados fueron mariposas, moscas y abejas y considerando las características específicas de la flor y correlacionando con síndromes de polinización, se puede inferir que los polinizadores efectivos son las abejas. En referencia a las estrategias de propagación en poblaciones silvestre, se documentó que la especie se propaga principalmente de manera sexual a través de aquenios, dispersados por el viento. En relación a la propagación asexual, C. mexicana tiene la capacidad de propagarse por medio estolones subterráneos, los cuales presentan zonas meristemáticas (yemas) de donde emergen renuevos (Fig. 4). Es probable que los estolones subterráneos sean una estrategia de perennación durante la época de mayor sequía y frío (invierno), teniendo la capacidad de generar plantas nuevas en la siguiente época de calor y lluvia (verano). Se documentó que, las poblaciones silvestres presentes en el Estado de Querétaro son calcífilas y son resistente a altas temperaturas y a la sequía (Magallán-Hernández et al., 2015). No se encontró información bibliográfica sobre el cultivo o propagación de la especie, en huertos peridomésticos por parte de la población rural y tampoco se encontró un protocolo de propagación para llevar a cultivo la especie. Sin embargo, si se ha observado la especie cultivada en algunos jardines botánicos, como el Jardín Botánico “Charco del Ingenio” en San Miguel de Allende, Gto., y el Jardín Botánico Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en Puebla, Pue. (obs. pers). En ambos casos, las instituciones no cuentan con publicaciones sobre su propagación.

Fig. 3 Chrysactinia mexicana A. Estrategia de propagación sexual a través de aquenios. B. Estrategia de propagación vegetitiva y de perennación a través de estolones. 

Fitoquímica y bioactividad

En referencia a los estudios hechos en C. mexicana con un enfoque fitoquímico y de bioactividad, se observa que es una especie ampliamente estudiada con ambos enfoques. Se revisaron 19 artículos científicos publicados desde 1985 hasta 2021, en los que se encontró que la especie cuenta con un gran número de metabolitos secundarios y también con una amplia variedad de efectos bioactivos (Cuadro 1 y 2). Los análisis fitoquímicos mostraron que contiene metabolitos secundarios de tres grupos principales: terpenos, compuestos fenólicos y glucósidos (Cárdenas-Ortega et al., 2011). En los estudios revisados, la presencia o ausencia de los metabolitos secundarios, así como el porcentaje de los mismos, depende de muchas variables como el tipo de bioproducto que se usó en cada estudio, por ejemplo: aceite esencial, extracto acuoso, extracto etanólico o extracto metanólico. Otra variable es el órgano de la planta del cual se obtiene el bioproducto, por ejemplo, algunos estudios utilizaron el vástago completo, otros sólo las hojas y flores y en unos pocos se usó sólo la raíz de la planta. Un aspecto común en todos los estudios, es el uso de plantas provenientes de poblaciones silvestres, aunque colectadas en diferentes localidades, lo que implica hábitats con diferentes condiciones bióticas y abióticas (suelo, precipitación, temperatura, entre otras), las cuales no se encuentran documentadas en los estudios. La alta diversidad de metabolitos secundarios encontrados en C. mexicana (Cuadro 1), puede explicarse por la amplia diversidad de variables que determinan la producción de los mismos, como la genética, las condiciones ambientales, los órganos usados y la época de colecta. Los métodos de extracción en cada estudio, también es una variable que influye en los resultados obtenidos. Cabe destacar que se trata de una especie que habita a zonas áridas y semiáridas, por lo que está sometida a condiciones constantes de estrés hídrico y alta radiación solar, siendo probable que su metabolismo presente adaptaciones en este contexto.

Cuadro 1 Metabolitos secundarios identificados en Chrysactinia mexicana

Metabolitos secundarios Grupo / subgrupo Órgano de obtención/ Bioproducto Referencias
Tiofenos Poliacetilenos Partes aéreas / Extracto (Domínguez & Vázquez, 1985)
Quercetagetina 3-glucosido; Quercetagetina 7-glucosido; 6-Hidroxikaempferol 7-glucosido; 6-Hidroxikaempferol 7-Acetil-glucosido Flavonoides / Flavonoides glucosilados Hojas / Extractos etanólicos (Harborne et al., 1991)
(+)-(4S)-Piperitona; (+)-(3S,4S,6R)-3,6 Dihidroxi-piperitona; (+)-4S-7-Acetoxi-piperitona; 4S-7-Hidroxi-piperitona (4S,6R)-Hidroxi-piperitona; (+)-(3S,4S,6R)-6 Hidroxi-piperitol Terpenoides / Monoterpenoides Aceite esencial (Delgado et al., 1993; Delgado & Ríos, 1991)
Xantorrizol Terpenoides / sesquiterpenoides Aceite esencial (Cárdenas-Ortega et al., 2011; Delgado et al., 1993)
β-sitosterol; 5α-Hidroxi-8,9 dihidrocarvona; 5β-Hidroxi-8,9-dihidrocarvona Esteroles; Terpenoides / Monoterpenoides Partes aéreas (Cárdenas-Ortega et al., 2011; Delgado et al., 1993)
Eucaliptol (41.3 %); Piperitona (37.7%); Acetato de linalilo (9.1%) Terpenoides / Monoterpenoides Aceite esencial (Cárdenas-Ortega et al., 2005)
Piperitona (48.4%); Eucaliptol (22.1%); α-Terpineol (8.2%) Terpenoides / Monoterpenoides Partes aéreas / aceite esencial (Atriano, 2009)
5-(3-buten-1-inil)-2,2'-bitienil (76.42%) Terpenoides Corteza de la raíz / Aceite esencial (Guevara et al., 2011)
Piperitona (48.4%); Eucaliptol (22.1%); α-Terpineol (7.7 %) Terpenoides Aceite esencial (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
3-Cetoesteroide; 17-Cetoesteroide; 3,17-Dicetoesteroide Esteroides Aceite esencial (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Eucaliptol (92%) Terpenoides Partes aéreas / Fracción verdosa del aceite esencial (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
(4S)-7-Acetoxi-piperitona; (4S)-7-Hidroxi-piperitona (4S,6R)-6-Hidroxi-piperitona; (4S)-Piperitona Terpenoides / Monoterpenoides Partes aéreas (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
(3S,4S,6R)-3,6 Dihidroxi-piperitona Terpenoides / Monoterpenoides Partes aéreas (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Silvestreno (36.77 %) Terpenoides / Monoterpenoide alifático Fracción incolora del aceite esencial (Guerra-Boone et al., 2013)
No se específica No se específica Hojas / Extractos acuosos y etanólicos (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Silvestreno Fracción incolora (36.8%); Fracción amarilla (41.1%) Terpenoides / monoterpenoide Raíces / Aceite esencial con dos fracciones: incolora y amarilla (Guerra-Boone et al., 2013)
Piperitona(52.1%); Eucaliptol (28.7%); Terpineol (9.9%) Terpenoides / monoterpenoide Hojas / Aceite esencial (Zavala-Mendoza et al., 2016)
Apigenina-7-glucosido Flavona Partes aéreas / extracto acuoso (Estrada-Reyes et al., 2016)
Ácido 4-O-glucosido-cafeico Ácido-1-cafeolquínico; Ácido chicórico; Ácido-1,3-cafeoilquínico Polifenoles / Ácidos hidroxicinámicos Partes aéreas / extracto (Gomez-Macias et al., 2019)
Escopoletina; Polifenoles / Hidroxicumarinas Partes aéreas / extracto (Gomez-Macias et al., 2019)
Cianidina-3-O-rutinósido; Malvidina-3-O-glucósido; Petunidina-3,5-O-diglucósido Polifenoles / Antocianinas Partes aéreas / extracto (Gomez-Macias et al., 2019)
Quercetina-3-O-glucósido Polifenoles / Flavonoles Partes aéreas / extracto (Gomez-Macias et al., 2019)
Piperitona (29.58%); Eucaliptol (26.86%); α-Terpineol (14.65%); delta-3-careno (12.37%); Linalol (3.56%) Terpenoides / monoterpenoides Flores, hojas y ramas secundarias / Aceite esencial (Medina-de la Cruz et al., 2021)

Cuadro 2 Estudios con enfoque de bioactividad y farmacológicos en Chrysactinia mexicana .  

Órgano (s) / Bioproducto /
metabolitos secundarios
Bioactividad Referencias
Aceite esencial / Eucaliptol (41.3 %); Piperitona (37.7%); Acetato de linalilo (9.1%) Medicinal e insecticida Piperitona inhibe crecimiento de Aspergillus flavus (Cárdenas-Ortega et al., 2005)
Partes aéreas Actividad antimicrobial contra Escherichia coli (49.5%) y Shigella flexneri-2 (100%) (Alanís et al., 2005)
Polvo Causa 100% de mortalidad en Sitophilus zeamais (Juarez-Flores et al., 2010)
Corteza de la raíz / Aceite esencial Actividad antimicrobial contra Streptococcus pneumoniae (Guevara et al., 2011)
Hojas, flores y raíces / Extracto metanólico Acción contra Staphylococcus aureus (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Aceite esencial / Piperitona (48.4%); Eucaliptol (22.1%); α-terpineol (7.7 %) Medicinal e insecticida (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Aceite esencial / 3-Cetoesteroide; 17-Cetoesteroide; 3,17-Dicetoesteroide Efecto estrogénico en ratas con ovarios extirpados (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Partes aéreas / (4S)-7-Acetoxi-piperitona; (4S)-7-Hidroxi-piperitona; (4S,6R)-6 Hidroxi-piperitona; (4S)-Piperitona Toxicidad en larvas de Artemia salina (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Hojas / Extractos acuosos y etanólicos Efecto contra Shigella boydii, S. flexneri, S. sonnei, Salmonella enteriditis, S. typhi (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Raíces y flores / Extractos éter etílicos Actividad contra patógenos de pulmones como Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumonia (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Extractos Efectos contra Mycobacterium tuberculosis y M. avium (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Extracto con hexano Crema aplicada de manera tópica Reduce daños en la piel causados por Microsporum canis; inhibe el crecimiento de Fusarium solani y Aspergillus fumigatus (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Aceite esencial Acción contra Candida albicans (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Extracto acuoso Acción amebicida contra Entamoeba histolytica (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Hojas / Extracto metanólico Fuerte actividad antioxidante y actividad antifúngica contra Candida glabrata (Salazar-Aranda et al., 2011)
Taninos gálicos (astringente) y pectinas (absorbente) Acción antidiarreica (Cárdenas-Ortega et al., 2011)
Flavonoides y compuestos polifenólicos: Apigenina-7-O- (p-cumaroil-glucosido) Induce efecto antidepresivo en ratones (Cassani et al., 2015)
Hojas / Aceite esencial / Piperitona (52.1%); Eucaliptol (28.7%); Terpineol (9.9%) Función antiespasmódica, puede ser usado en el tratamiento de espasmos intestinales y procesos de diarrea. (Zavala-Mendoza et al., 2016)
Extracto acuoso / partes aéreas Apigenina-7-glucósido Efectos estimulantes en el comportamiento sexual de ratas macho (Estrada-Reyes et al., 2016)
Hojas / Extracto etanólico Mejora la respuesta inmune en pollitos en crecimiento, por lo que podría ser una alternativa para los antibióticos promotores del desarrollo en pollos de engorde. (García-López et al., 2017)
Partes aéreas /compuestos polifenolicos Efecto contra Klebsiella pneumoniae ATCC 13883, Escherichia coli ATCC 8739 y Salmonella enteric ATCC 7251 Inhibición moderada contra Staphylococcus aureus CDBB 1005 (Gomez-Macias et al., 2019)
Partes aéreas / extractos/ compuestos polifenolicos Capacidad antioxidante con aplicaciones importantes en farmacología (Gomez-Macias et al., 2019)
Piperitona (29.58%); Eucaliptol (26.86%); α-terpineol (14.65%); delta-3-careno (12.37 %); Linalool (3.56 %) Efecto fungicida en Candida glabrata (Medina-de la Cruz et al., 2021)
Aceite esencial Efecto fungicida y fungistático en aislados clínicos de Candida albicans de mujeres con Neoplasia Intraepitelial cervical. (Mendoza-Hernández et al., 2021)

Aunque C. mexicana presenta una amplia diversidad de metabolitos secundarios, los compuestos más notables son los terpenoides, destacando la piperitona, eucaliptol, acetato de linalilo, α-terpineol, silvestreno y terpineol, con diferentes porcentajes en cada estudio, obtenidos de los aceites esenciales de la planta (Cuadro 1). Otro grupo de metabolitos secundarios registrados para la especie, son los tiofenos, presentes en algunas especies de los géneros Tagetes, Artemisia y Porophyllum de la familia Asteraceae, los cuales son compuestos tóxicos con bioactividad contra diferentes patógenos incluyendo nematodos, insectos, hongos y bacterias (Ibrahim et al., 2016).

C. mexicana presenta una notable bioactividad en diferentes sistemas. Los resultados de las investigaciones (Cuadro 2) muestran efectos positivos de los diferentes bioproductos contra bacterias, micobacterias, hongos y amibas. También se observó que el aceite esencial presenta acción insecticida y nematicida. Algunos estudios demostraron que presenta acción antiespasmódica, avalando su uso tradicional contra la diarrea (Cárdenas-Ortega et al., 2011; Zavala-Mendoza et al., 2016). Estudios más recientes han mostrado resultados positivos de algunos de sus componentes como antidepresivos y estimulantes del comportamiento sexual (Cassani et al., 2015; Estrada-Reyes et al., 2016). Finalmente, se ha demostrado que los compuesto polifenólicos presentes en la especie tienen capacidad antioxidante con importantes aplicaciones farmacológicas (Gomez-Macias et al., 2019).

Los estudios de bioactividad y farmacológicos llevados a cabo en Chrysactinia mexicana muestran que se trata de una especie con un alto potencial para diversos usos entre los que destacan su actividad antifúngica y antibacteriana, avalando su uso medicinal contra enfermedades respiratorias y de la piel. Los estudios llevados a cabo hasta el momento (Cuadro 1 y 2) también avalan su uso medicinal contra la diarrea y los dolores menstruales, debido a su acción antiespasmódica. Sus usos tradicionales como tónico y estimulante, se avala por su claro efecto antidepresivo. Los aceites esenciales de la especie tienen un alto potencial para el manejo de plagas y enfermedades en cultivos de importancia económicas y para un manejo orgánico de estos. Su capacidad antioxidante le confiere potencial en la industria de alimentos. Finalmente, por sus propiedades contra infecciones cutáneas y por su efecto relajante y antidepresivo sus aceites esenciales también tienen un alto potencial de uso en la industria cosmética.

Conclusiones

Chrysactinia mexicana es una planta medicinal con alta diversidad de usos tradicionales, la cual se ha estudiado principalmente desde un enfoque fitoquímico, de bioactividad y farmacológico. El presente estudio aporta información importante para la especie en aspectos básicos de su biología, fenología y ecología, así como una revisión de los estudios que avalan sus usos tradicionales y potenciales. Se destaca que todos los estudios revisados desde 1985 hasta 2021, se realizaron con plantas colectadas en poblaciones silvestres. Dado el alto potencial de la especie para diversos usos, se resalta la importancia de iniciar con investigación que permitan su propagación y establecimiento en cultivo a través de protocolos de propagación sexual y asexual. Es decir, para poder aprovechar la especie y conservarla in situ, es necesario llevar a cabo estudios desde un enfoque agronómico, que incluyan tanto la caracterización de la semilla, el manejo de plantas de la especie en agricultura protegida y/o en parcelas a cielo abierto, la determinación de las condiciones ambientales óptimas para la producción de los metabolitos secundarios de interés, entre otros.

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Recibido: 10 de Mayo de 2022; Aprobado: 12 de Enero de 2023

Autor para correspondencia: fabiola.magallan@uaq.mx

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