Introducción
El exceso de peso incluye al sobrepeso y la obesidad, enfermedades sistémicas, crónicas y multifactoriales que afectan a nivel mundial sin distinción de raza, sexo o edad; por su incidencia y prevalencia constituyen un grave problema de salud pública actualmente. En México más del 70% de la población adulta entre 30 y 60 años tienen sobrepeso u obesidad (1). De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet, el cual se define como la relación entre el peso y la talla, permite clasificar a las personas con bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad; La utilidad de estos valores antropométrico radican en su valor pronóstico hacia el proceso de salud-enfermedad, por ejemplo diversos estudios han concluido que tener un IMC por debajo de 25 ayuda a mantener la salud y prevenir enfermedades, mientras que valores superiores se asocian con padecimientos cardiovasculares, endocrinos, neoplásicos entre otros (2)
El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en las mujeres a nivel mundial (3). En México desde el año 2006 ocupa el primer lugar como causa de muerte por cáncer entre las mujeres y afecta a todos los grupos socioeconómicos (4). Algunos estudios han reportado como factores de riesgo para el desarrollo cáncer de mama, ciertos genes de susceptibilidad, la edad, la menarquía precoz, la menopausia tardía, la nuliparidad, entre otros (5,6). Está documentado que el cáncer de mama es tres veces más común en las mujeres sedentarias, obesas y con poca actividad física, en comparación con mujeres sin sobrepeso, con dietas bajas en grasas y con práctica de ejercicio física.
Algunos estudios proponen que la edad, es un factor que asociado tanto con el desarrollo de exceso de peso (10) como de tumores mamarios; (9) de hecho ambas entidades son más frecuentes en mujeres posmenopáusicas en comparación con mujeres jóvenes (7). Sin embargo, la secreción alterada de ciertas hormonas y citosinas en mujeres con exceso de peso pueden incrementar el riesgo de desarrollar tumores mamarios, especialmente en poblaciones genéticamente susceptibles (8). Durante la menopausia los ovarios dejan de producir estrógenos y sus órganos blanco suelen involucionar, sin embargo en personas con exceso de peso el tejido adiposo produce grandes cantidades androstenediona, que aromatizada se convierte en estradiol, lo que mantiene la estimulación celular y puede alterar el ciclo celular favoreciendo el desarrollo tumoral (11). Se ha reportado que los niveles de estrógenos en mujeres posmenopáusicas obesas son entre 50 y 100% más altos que en las mujeres con peso normal (12).
Algunos estudios realizados en regiones del centro y norte de México, señalan que el exceso de peso tuvo relación directa con los tumores de mama (13,14). Otros factores asociados fueron el sedentarismo y los antecedentes heredofamiliares de cáncer (15).
En la región sureste del país, la relación entre el exceso de peso y los tumores mamarios, donde la prevalencia de sobrepeso y obesidad es muy alta, el riesgo podría estar incrementado en comparación con otras poblaciones.
Material y Métodos
Estudio de casos y controles; cuyo objetivo general fue determinar la asociación entre el exceso de peso y la presencia de tumores mamarios malignos. El universo lo conformaron todas las mujeres entre 20 y 65 años que acudieron al servicio de ginecología del Hospital Regional ISSSTE en Mérida, Yucatán durante el periodo 2013 y 2014, que contaran con expediente completo y que fueran originarias y residentes del estado de Yucatán.. Este estudio fue aprobado por el Comité de Investigación y Jefatura de Enseñanza del Hospital Regional ISSSTE de Mérida y con el apoyo de los departamentos de archivo clínico, patología, radiología oncológica y ginecología; la revisión de los expedientes se realizó durante el periodo septiembre a diciembre del año 2015.
Se calculó un tamaño de muestra, conformado por 200 mujeres con tumores mamarios (casos) y 200 mujeres sin tumores mamarios (controles). La técnica para la selección de los expedientes fue aleatorizada.
Las variables fueron la edad al momento del diagnóstico, edad de menarquía, el peso y la talla obtenidos en la consulta ginecológica para los controles y en la consulta oncológica de la fecha del diagnóstico para los casos; se calculó el IMC lo que permitió clasificar a las participantes en peso normal, sobrepeso y obesidad de acuerdo a los criterios de la OMS (2). Otros datos fueron tomados del expedienten clínico.
Se cuidaron todos los preceptos éticos que corresponden al tipo de estudio.
Para el análisis y el procesamiento de datos se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 20 y Excel 2010 y se utilizaron las pruebas de Diferencia de proporciones z test, ANOVA, t-Student y Chi2, Se establecieron asociaciones entre variables categóricas mediante Odss ratio con tablas de 2x2. El nivel de significancia fue de p<0.05 con IC de 95%.
Resultados
La edad promedio de la población fue de 49.25 ± 13.17 años (mínima 20 y máxima de 65 años). Como fue un estudio pareado por edad, no hubo diferencia en la edad de los casos y los controles.
En cuanto al peso en el grupo control el 41% peso normal y 59% exceso de peso; en el grupo con tumores 18% con peso normal y 82% con exceso de peso, z = 5, p<0.001. El grupo de los casos, se subdividió en tumores benignos y malignos de acuerdo al diagnóstico histopatológico, encontramos que el 64% fueron clasificados como malignos y 36% como benignos. En mujeres con tumores benignos 34.7% tenían peso normal y 65.3% exceso de peso, en mujeres con tumores malignos 8.5% tenían peso normal y 91.5% exceso de peso, z= 4.9 p<0.001. Aunque consideramos exceso de peso como sobrepeso y obesidad, para hacer más evidente la relación del peso con los tumores se realizó el siguiente Figura 1.
En el Figura 1, se muestra que porcentaje de mujeres con peso normal disminuye en el grupo con tumores mamarios, en especial de tipo maligno (r2=0.9004); por el contrario el porcentaje de mujeres con sobrepeso u obesidad se incrementan en el grupo con tumores (r2= 0.9212 y r2=0.8547, respectivamente).
Al realizar el análisis de asociación entre el exceso de peso (obesidad y sobrepeso) con la presencia de tumores mamarios en general el valor de chi2 fue de 25.44 p < 0.0001, OR 3.1652 95% IC 1.00-5.003, Z=4.934, p <0.0001. La asociación entre el exceso de peso con los tumores de tipo malignos el valor de Chi2 fue de 23.1 p<0.001, 0R 5.65, 95%IC 2.57-12.41 Z=4.232 p<0.0001.
Histopatología de los tumores mamarios
El quiste mamario fue el tumor benigno más frecuente (52.7%) seguido del fibroademoma (36.1%). Con respecto a los cánceres, el carcinoma ductal fue el tipo histopatológico más frecuente (65.6%), seguido por el carcinoma lobulillar (19.5%).
En la Cuadro 1 se muestran los porcentajes de las mujeres con peso normal y exceso de peso, clasificadas por rangos de décadas de edad y por la ausencia o presencia y tipo de tumor.
Edad (Años) | Sin tumores | Con tumores | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Benignos | Malignos | |||||
Peso normal | Exceso de peso | Peso normal | Exceso de peso | Peso normal | Exceso de peso | |
20-29 | 45.45% | 54.55% | 25% | 75% | - | - |
30-39 | 44.44% | 55.56% | 35.71% | 64.29% | _ | _ |
40-49 | 44.64% | 55.36% | 28% | 72% | 16.67% | 83.33% |
50-59 | 32.35% | 67.65% | 44% | 56% | 7.69% | 92.31% |
60-69 | 30% | 70% | 25% | 75% | 8.43% | 91.57% |
No se encontraron tumores malignos en mujeres menores de 39 años. El porcentaje de mujeres con exceso de peso muestra una tendencia a incrementar con la incrementar la edad.
Por otra parte, se analizaron otras variables relacionadas con la presencia y malignidad de los tumores mamarios en mujeres yucatecas, en Cuadro 2 se muestran sus valores.
Variable | Sin tumores | Con Tumores | |
---|---|---|---|
Benignos | Malignos | ||
(n) | 200 | 72 | 128 |
Menarquía | 12.31 ± 0.98* (12) | 12.19± 1.13 (12) | 11.78 ± 1.20*(12) |
% Uso de Anticonceptivos orales | 8% † | 30.55% † | 24.21% † |
Gestas | 2.57± 1.34 (3) | 1.86 ± 1.00 (2) | 2.48 ± 1.64 (2) |
Partos | 2.28 ± 1.29** (2) | 1.36 ± 1.07** (1) | 1.75 ± 1.60** (1) |
Abortos | 0.19 ± 0.43* (0) | 0.36 ± 0.54 (0) | 0.53 ± 0.63 *(0) |
% Dieron lactancia | 81% † | 44.44% † | 42.18% † |
Edad | 43.01 ± 13.20 * | 46.22±9.82 | 60.69±4.42 * |
± Los valores representan el promedio ± la desviación estándar; en el paréntesis se representa el valor de la moda.
* Únicamente diferencia entre sin tumor y tumor maligno (t-Student, p<0.01).
** Diferencias significativas entre los 3 grupos (ANOVA, p<0.01).
† Diferencia significativa entre sin tumor y con tumores (diferencia de proporciones, p<0.01). En negritas se señalan las variables que resultaron significativas
Discusión
El sobrepeso y obesidad son problemas urgentes de salud pública en México. Se han propuesto diversas explicaciones sobre este fenómeno en la población mexicana, entre las cuales destaca la ingesta de alimentos de alto índice calórico en especial de grasas saturadas y azucares refinados, así como la presencia de ciertos genes de susceptibilidad a obesidad (16).
El principal problema del exceso de peso son las comorbilidades asociadas: diabetes mellitus, síndrome metabólico, hipertensión arterial, cardiopatías etc. que incrementan el riesgo de mortalidad general, el gasto económico, disminución de la calidad de vida y desarrollo de discapacidad (17). Una de las comorbilidades que se han asociado al exceso de peso, es el cáncer (18). Se han postulado varias hipótesis para explicar esta relación como el estado proinflamatorio propio de la obesidad, con el incremento de estrés oxidativo, la disminución de los mecanismos inmunitarios e incluso el efecto hormonal asociado con el exceso de peso (18). Sin embargo clínicamente parece que estos factores son dependientes de algunos factores genéticos de riesgo a susceptibilidad a desarrollar neoplasias (18), lo cual puede explicar las diferencias epidemiológicas de las cifras de cáncer a nivel mundial y regional.
A nivel nacional, Guerra-Castañón en la ciudad de Tampico, Tamaulipas durante el año 2010 reportó que dentro de los factores relacionados con el estilo de vida y la presencia de cáncer de mama, el exceso de peso fue el más importante. El 86.8% de las pacientes con cáncer también tenían sobrepeso u obesidad (13). En nuestro estudio 91.5% de las mujeres cáncer de mama tenían exceso de peso. En 2014 Grajales y colaboradores en un estudio de revisión, utilizando muestras de mujeres mexicanas y México-americanas de las bases de datos de 16 hospitales de México D.F, Monterrey, Veracruz, Arizona, Colorado, Nuevo México y Utah, señalan como factor de riesgo para cáncer de mama a la obesidad (OR 19.1), IMC (OR 11.92), actividad física (OR 2.03) y la historia familiar de primer grado (OR11.2) (15). El valor de OR de obesidad fue mayor que la encontrada en nuestro estudio (OR 5.65) esto probablemente por el mayor tamaño del número de la muestra, aunque por otra parte también involucre otras covariables asociadas con los estilos de vida, ya que se sabe que el centro y norte de México y obviamente los estados de la Unión Americana tienen mayor desarrollo industrial y económico que la región sureste de México, por lo estas condiciones pudieran explicar el mayor riesgo de su población.
En un estudio publicado Navarro- Ibarra y colaboradores en 2015 que incluyó a 162 mujeres sonorenses con cáncer de mama de las cuales 66.6% tenían exceso de peso (19), sin embargo no encontraron asociación significativa (20).
A nivel internacional, en un estudio de casos y controles llevado a cabo en mujeres árabes en 2014, se estudiaron las características de los estilo de vida con el desarrollo de cáncer de mama y se encontró como principal factor de riesgo a la obesidad (OR 2.29), seguido del uso de terapia hormonal (OR 2.25), nunca amamantar (OR 1.89) y postmenopausia (OR 1.72) (21). Se observa que en esta población el exceso de peso tuvo un valor de OR menor que en nuestra población. En Lyon, Francia en 2016 se evaluaron los efectos del peso y el riesgo de presentar cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas, demostraron que por cada 5 unidades de IMC se incrementada el riesgo de cáncer de mama (RR 1.1 IC 95% 1.1-1.2) (22). En un estudio descriptivo realizado en Cuba en 2013 en mujeres mayores de 30 años con cáncer de mama, reportaron que 84.2% no realizaban ejercicio físico, el 50% tenía exceso de peso y 37.1% había dado lactancia materna menor de 4 meses o ausencia de ésta (23).
En el presente estudio, se muestra que tanto el exceso de peso como la presencia de tumores malignos de la mama se incrementan con la edad (p<0.001). Las implicaciones de la edad en estas enfermedades ya han sido estudiadas y las razones que han sido postuladas son cambios en el metabolismo asociados con el proceso fisiológico del envejecimiento (24), con genotipos específicos (25) o con la adquisición de estilos de vida poco saludables (26). En el caso de las neoplasias, se sabe que la edad es un factor de riesgo probablemente por el efecto sumativo del efecto de los carcinógenos o de una mayor exposición a ambientes tumorogénicos (27).
La tendencia de exceso de peso y la edad está en concordancia con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, donde el sobrepeso en mujeres tiene un pico máximo en el rango de 30 a 39 años, mientras que la obesidad lo muestra en el rango de 50 a 59 años (16).
En cuanto a la clasificación histopatológica de los tumores mamarios malignos, el carcinoma ductal fue el más frecuente, seguido por el carcinoma lobulillar. Estos resultados son similares a los datos epidemiológicos encontrados a nivel nacional, en donde el carcinoma ductal infiltrante es la variedad más frecuente; el cual se acompaña de intensa fibrosis de manera que es palpable y visible por mamografía (28).
En las mujeres yucatecas estudiadas, los tumores mamarios malignos se relacionaron con menor edad de menarquía y mayor edad al momento diagnóstico en comparación con tumores benignos, apoyando a la teoría de aumento de exposición de estrógenos a lo largo de la vida de una mujer y de la biodisponibilidad de hormonas en el tejido glandular mamario (29). Estos resultados varían a los del estudio previamente mencionado de Navarro-Ibarra en el que la edad promedio de menarquía para casos como controles fue mayor a los 12 años (p>0.05) sin encontrar relevancia estadística entre la edad de la menarquia y el cáncer de mama (19). Por otra parte la edad de diagnóstico manifiesta un foco de atención por averiguar cuáles son las causas de esta situación.
Siendo el sobrepeso y la obesidad estados potencialmente reversibles y controlables, es prioritario sensibilizar a la población femenina yucateca sobre la el riesgo de desarrollar tumores mamarios malignos si se tiene un exceso de peso. Por otra parte consideramos que parte del manejo de los tumores mamarios debe incluir el control de peso.