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Investigaciones geográficas

versão On-line ISSN 2448-7279versão impressa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.109 Ciudad de México Dez. 2022  Epub 29-Maio-2023

https://doi.org/10.14350/rig.60665 

Reseñas

Elflein, A. M. ([1918] 2020). Por los pueblos serranos

Valeria Consuelo de Pina Ravest* 

*Departamento de Geografía, Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM

Elflein, A. M.. 2020. Por los pueblos serranos. Introducción, selección y notas Ana Negri, Colección relato licenciado Vidriera, núm. 84, México: Universidad Nacional Autónoma de México, 90p. ISBN: 978-607-30-3455-5.


Desde que experimentamos el primer encuentro con la geografía, como estudiantes o aficionados, es difícil deshacerse de una mirada que descifra las grafías de la Tierra. Si bien hay un estudio científico del espacio1, existe un caudal de conocimientos geográficos fuera del campo académico. Como lo es Por los pueblos serranos, una serie de impresiones sobre las regiones chaqueña y pampeana de Argentina. La forma en la que está narrado nos evoca una crónica de viaje o autobiografía, a modo de diario personal. La maestría con la que la autora percibe y describe al espacio podría mostrarnos caminos novedosos para elaborar nuestros propios diarios de campo, por lo que recomendamos ampliamente su lectura.

Ana Negri2 selecciona y presenta los textos de Ada María Elflein de esta obra. Reportera, escritora y maestra normalista argentina, fue la primera mujer en conseguir un puesto fijo en la redacción del periódico La Prensa. Realizaba sus expediciones junto a amigas con el fin de concretar sus reportajes, en ellos animaba a otras mujeres a aventurarse y viajar solas por su país, recorrer caminos, montañas, lagos, ríos, páramos y ciudades. Los viajes que realizó siguen las rutas de las principales vías ferroviarias que existían en aquella época y que conectaban a las principales ciudades con la capital, de las estaciones emprendía camino por carreteras, senderos e incluso realizaba extensas caminatas. Aguda conocedora de la historia, imprime en sus narraciones el complejo socio espacial con maestría: los paisajes, los habitantes, sus costumbres, sus formas de vida y el trazo humano en el espacio: construcciones, caminos, campos, poblaciones; indaga sobre las formas de organización para la producción, el comercio, la educación.

El texto no puede entenderse fuera de su contexto: Argentina en la alborada del siglo XX, donde la modernidad y el “desarrollo” eran un paradigma utópico para grandes extensiones del territorio alejadas de las urbes. En este país, como en muchos otros del cono sur, se adoptó un discurso racista frente a la anhelada “civilización” que se promovía desde los procesos independentistas. Ejemplo de ese sentir e ideología es libro de Domingo Sarmiento, Civilización o barbarie, donde el campo, la región pampeana, los pueblos originarios3 y, en cierto modo, los gauchos4, son los que frenan el camino al progreso.

Ciertos ecos parecidos resuenan en la escritura de la periodista argentina, al hablar, por ejemplo, de las bondades que obtendrían las poblaciones por la construcción de vías de comunicación y la instauración de industrias; pero también aprecia el modo de vida de quienes habitan páramos alejados de la vida cotidiana acelerada en las urbes. Su postura frente al establishment de lo que debía o no hacer una mujer, implicó una ruptura total con discursos hegemónicos de época, en los cuales el hogar era visto como el espacio “natural” de la mujer, mientras que los espacios públicos quedaban vedados a su agencia. Así, como asertivamente anota Ana Negri: “Es en esa sociedad y en ese contexto de amplias restricciones para las mujeres que Ada […] las llama a salir de sus casas, a apropiarse con los sentidos de un territorio que no era menos de ellas que de los varones, a conocer la historia y la actualidad de su país” (Elflein, 2020, p. XI). Esta apropiación, a través de los sentidos, de un territorio es en lo que Elflein tiene una ágil prosa.

Por los pueblos serranos, a través de una estructura modernista y desde el relato de lo cotidiano, como lo señala Negri, nos comparte un recorrido que hizo por dos espacios centrales del país que se caracterizan por su aridez y la altura de sus serranías. El viaje sale de Buenos Aires y continua hacia la provincia de San Luis y concluye en la de Córdoba. La ruta se beneficia de los principales caminos y vías férreas, y visita los alrededores y las poblaciones (Tabla 1).

Tabla 1 Ruta de Ada María Elflein por los pueblos serranos. 

Paradas Nombre * Provincia Tipo de lugar (1918) ** Transporte en el que viaja Elflein de un punto a otro
0 Buenos Aires Buenos Aires Metrópoli (capital del país) Tren
1 San Luis San Luis Ciudad (capital de provincia) Recorridos a pie, automóvil
2 San Francisco del Monte de Oro San Luis Localidad Automóvil, caballo, avistamiento de carretas
3 Luján San Luis Villa Automóvil (tirado por caballos para cruzar un río)
4 Quines San Luis Localidad Automóvil, a pie, caballo
5 Candelaria San Luis Población Automóvil
6 Villa Dolores Córdoba Ciudad Automóvil (atascado y tirado por hombres y burros)
7 Córdoba Córdoba Ciudad (capital de provincia) Automóvil, a pie
8 Tilquicho Córdoba Pueblo Automóvil
9 Santa Rosa del Conclara San Luis Pueblo Automóvil
10 Concarán San Luis Pueblo Automóvil
11 Los Cóndores San Luis Mina Automóvil, a pie, descenso en elevador de la mina
12 Merlo San Luis Pueblo Automóvil
13 La Paz Córdoba Pueblo Automóvil
14 Luyaba Córdoba Pueblo Automóvil, a pie
15 Yacanto Córdoba Pueblo Automóvil
16 Santa Rosa de Calamuchita Córdoba Pueblo Automóvil
17 Cruz del Eje Córdoba Villa Automóvil
18 Mina Clavero Córdoba Pueblo Automóvil, a pie

* El orden de los lugares sigue la narración que presenta la autora.

** Caracterizados por la misma Elflein.

Fuente: Elflein ([1918] 2020).

Recorre regiones áridas de su país, contra el mito de que toda la zona es igual, Elflein encuentra en cada pueblo y páramo diferencias de paisajes, cerros, vegetación, clima, formas de vida. Busca incentivar el gusto por estas provincias del interior y describe detalladamente algunos elementos como paisajes, sensaciones y caminos: “No sé qué rara embriaguez se siente al desembocar de los vericuetos de la serranía en esa planicie despejada […] donde ondea el pasto blanco, donde el viento recio y puro se carga de oxígeno y aromas, donde el horizonte es inmenso y los surcos de la carretera se divisan como un pentagrama sin término trazado en el suelo, de sur a norte” (Elflein, 2020, pp. 79-80); costumbres: “¡La siesta! / ¿Conocen mis lectores una siesta de verano en tierra adentro? / Se cierra la puerta de calle, se cierran las ventanas, y sobre la casa y sus habitantes cae un manto mágico tejido de sol y quietud” (p. 22); educación y escuelas: “Posee [...] un extenso terreno donde los estudiantes hacen ensayos de plantación y aclimatación, y un vivero muy bien surtido” (p. 55); pueblos: “Acurrucado en su nido de montañas, que lo rodean como una muralla casi circular […] se presenta el viejo pueblo de San Francisco del Monte” (p. 20); actividades económicas: “Los campos en el valle de San Francisco son dedicados […] a la ganadería; hay poca agricultura. No hay industrias, fuera de la casera de fabricar «quesos» de duraznos” (p. 27); vegetación: “Fuimos en automóvil por una región muy parecida a la precordillera, poblada de jarilla, garabato, retortijo y otras plantas, casi todas espinosas. Los cactus abrían sus grandes flores blancas, amarillas o rosadas, tan puras e imperfectas, que parecen irreales” (p. 12); máquinas en la mina: “allí está la perforadora: como monstruo fantástico con pico de acero, golpea, golpea” (p. 67).

Elflein, como viajera y escritora, tanto en su prosa como en el contenido de sus narraciones, nos recordó algunos escritos de mujeres más o menos coetáneas, fundadoras también de un feminismo temprano, como Flora Tristán, escritora, pensadora socialista y feminista francesa de ascendencia peruana,5 quien viajó por varios países latinoamericanos, especialmente por Perú. En sus escritos recopilados en Peregrinaciones de una paria, describe lugares, anota pensamientos y críticas a lo que ve. Gabriela Mistral, maestra y escritora chilena, que comparte con Elflein su pasión por entender los problemas en los procesos educativos, así como algunos relatos donde describe espacios donde recrea sus atmósferas geográficas. También nos trajo a la memoria el libro Viajeras al Caribe, que recopila los testimonios de algunas mujeres que hicieron expediciones a esta región entre los siglos XIX y XX: María Nugent, Fredrika Bremer, Amelia Murray, Julia Howe, Leotine Roncajolo, Eulalia de Borbon, Eva Canel, entre otras.

El periodismo, con su vocación pedagógica, al describir cosas u hechos, al hacer visible lo que los ojos a simple vista no ven, al indagar e investigar, aportar nuevas facetas a través de la palabra, es, indudablemente, una veta riquísima de materiales para el estudio de la geografía. De gran tradición en nuestro continente en las plumas del cubano José Martí y sus crónicas sobre Vietnam o el norte de África, o como la labor periodística de José Carlos Mariátegui sobre la realidad de su país, en el periódico peruano Amauta.

De los escritos emana sensibilidad geográfica a través de las palabras que delinean paisajes, hacen retratos de sus habitantes, toman instantáneas e imágenes en movimiento de sus casas, caminos, fábricas, minas, sembradíos, calles, fachadas, captan en un todo a las ciudades. Frases no solo descriptivas, pues más de una vez se asoman los pensamientos, críticas, sensaciones, emociones de Elflein sobre lo que sus ojos ven, las cuales surgen al experimentar imponentes, escarpadas, y desiertas serranías. De este modo, su cuerpo es donde comienza la sensibilidad hacia el territorio. Además, creemos que su narrativa aporta al novedoso campo de las geoestéticas, ecoescrituras o geopoéticas, así como el de las cartografías simbólicas. Es así como estas crónicas de viaje, que nos trae por primera vez el sello editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México, nos invitan a recorrer lugares y describirlos a pluma suelta y emprender camino personal más allá de nuestros espacios de confort, con la buena compañía de amigas entrañables.

REFERENCIAS

Araújo, N. (1983). Viajeras al Caribe (Selección, prólogo y notas de). Colección Nuestros Países, Serie Rumbos. La Habana: Casa de las Américas. [ Links ]

Elflein, A. M. ([1918] 2020). Por los pueblos serranos. Introducción, selección y notas Ana Negri. (Serie: Colección relato licenciado Vidriera, núm. 84). México: Universidad Nacional Autónoma de México. [ Links ]

Lefebvre, H. (2013). La producción del espacio. Madrid: Capitán Swing. [ Links ]

Tristán, F. ([1838] 1984). Peregrinaciones de una paria. Colección Nuestros Países, Serie Rumbos. La Habana: Casa de las Américas . [ Links ]

1Los saberes “geográficos” que se han acumulado por siglos, primero como una disciplina en ciernes y posteriormente institucionalizada (siglo XIX), no son los únicos. El espacio es para la humanidad una preocupación universal, pues muchas de sus actividades se desarrollan en él, por lo tanto existen conocimientos que son milenarios y superan las fronteras disciplinares. El ser humano reproduce su vida material en él; se transporta, cosecha, habita un espacio íntimo (el hogar), así como asiste a todo tipo de espacios públicos y privados donde se comercializa, intercambia (objetos, saberes) como lo podría ser un mercado o la escuela, etc. Henry Lefebvre utiliza una triada para explicar la producción del espacio que incluye cuestiones tangibles e intangibles y que innegablemente los caracteriza como un proceso social: a) la práctica espacial (producción y reproducción); b) las representaciones del espacio (orden y modo, conocimientos, signos y códigos), y c) los espacios de representación (simbolismos y códigos de los espacios) (2013, p. 92). En la escritura de Elflein se advierte claramente cómo observa y narra estos tres procesos.

2Editora y escritora de ensayos, crónicas, relatos, en 2020 publicó su primer novela, Los eufemismos. Estudió una licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas y la maestría en Letras, con orientación en Letras Latinoamericanas en la UNAM. Realizó un doctorado en la Universidad McGill en Filosofía, con especialidad en Estudios Hispánicos.

3En Argentina fue particularmente cruel la persecución de diversos pueblos originarios a manos del ejército. El ideario independentista se fundó unido al racismo y clasismo de clases poderosas asentadas en las urbes. Una de las campañas de exterminió se llamó la “Conquista del desierto”, con la fuerte carga simbólica que implica su nombre.

4Aunque al final el texto represente una loa a ellos y su cultura.

5Abuela del conocido pintor posimpresionista Paul Gauguin, representante de las vanguardias francesas. Decía de ella que era pintoresca y andariega (Tristán, 1984).

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