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Alteridades

versão On-line ISSN 2448-850Xversão impressa ISSN 0188-7017

Alteridades vol.33 no.65 Ciudad de México Jan./Jun. 2023  Epub 24-Nov-2023

https://doi.org/10.24275/uam/izt/dcsh/alteridades/2023v33n65/silva 

Lecturas

Cultura, transacciones internacionales y el Antropoceno

Hanzel Silva1 

1Escuela Nacional de Antropología e Historia. Calle Zapote s/n, esq. con Periférico Sur, col. Isidro Fabela, 14060 Tlalpan, Ciudad de México <jimorrt@gmail.com>.

Arizpe, Lourdes. Cultura, transacciones internacionales y el Antropoceno. Universidad Nacional Autónoma de México-Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias/Miguel Ángel Porrúa, México: 2020. 452p. [Lourdes Arizpe, Culture, International Transactions and the Anthropocene, Universidad Nacional Autónoma de México-Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias/Springer, Berlín, 2019],


La globalización ha transfigurado los bordes definidos de taxonomías con las cuales las ciencias natu rales y las disciplinas sociales trazaban sus objetos de estudio con pautas identitarias fijas, estáticas e impermeables. Las ciencias celosas de sus propios campos de in -vestigación han dejado de reposar únicamente en este tipo de taxo nomías, para dar pie a indagatorias de carácter transdisciplinario. Esto no es debido a la falta de creatividad para atender sus particulares fenómenos de estudio, sino, más bien, para complejizar sus problemas y metodologías y así buscar explicaciones y aplicaciones que repercutan en beneficios sociales.

En este libro, la doctora Lourdes Arizpe nos invita a reflexionar sobre el comprometido papel que tienen la antropología y la cultura -entendida esta última como un conjunto de vivencias, prácticas sociales cambiantes y recurso conceptual- en el marco de la globalización, periodo de múltiples transacciones ecológicas, sociales, políticas, comerciales, investigativas y tecnológicas derivadas del auge económico del sistema de producción capitalista. Según la Real Academia Española, la pa labra comprometer cuenta con tres acepciones que resultan de interés para el diálogo que pretendemos establecer en la presente reseña: 1) poner en riesgo a alguien o algo en una acción o caso aventurado; 2) adjudicar a alguien una obligación o hacerlo responsable de algo; 3) contraer un compromiso.

La primera definición nos invita a establecer el diálogo entre cultura y riesgo. La cultura forma parte de la naturaleza humana y, por ello, podríamos decir que ésta no corre el riesgo de desaparecer mientras haya seres humanos, sin embargo, como veremos a lo largo del texto, la cultura sí puede aten tar contra sí misma cuando se convierte en una forma de ideología política, o etnicismo, pues existe la posibilidad de suprimir la voluntad de otras formas de vida. También la cultura se pone en riesgo cuando se limita el derecho a la libertad de elección, pues, tanto a nivel cultural como individual, puede que se encasillen y opriman formas de vida en ciertos modelos prestablecidos de conducta, así como marcos legales en un sistema que en sí mismo es creativo, diverso y cambiante. Por otro lado, un entorno cultural saludable brinda opciones de desenvolvimiento personal según los deseos de sus miembros; el hecho de no contar con opciones de elec ción debido a carencias políticas, sociales y económicas va en contra de las garantías individuales de los seres humanos. Por último, hay que encargarse de una amenaza mayor: el exterminio de la cultura, que podría darse si la humanidad atenta contra su hogar, es decir, su medioambiente.

Desde su experiencia como antropóloga, diplomática y ocupando roles relevantes dentro de distintos órganos internacionales y cuerpos académicos, la doctora Arizpe enuncia los escenarios adversos a los que la cultura, el ser humano y el medioambiente se enfrentan para así comprometerse con la posibilidad de generar un modelo de vida pluricultural, cooperativo y sustentable. A través de un análisis conceptual basado en discusiones académicas contemporáneas, que van desde las disciplinas sociales -antropología, economía y política- hasta las ciencias naturales -neurociencia, geología e informática-, el texto devela un proyecto de largo alcance mediante el concepto de conviviabilidad, el cual, como explica la autora, tiene como fuente de inspiración en su trabajo de cam po con comunidades hablantes del náhuatl, donde el concepto Nonteicniuhtlaco significa “hacer que las personas sean amigas”. En español la palabra de convivencia tiene sus raíces en el verbo vivir y en el sustantivo vivencia. Conviviabilidad, pues, refiere al hecho de compartir con otros, pero también es compartir experiencias, lo que para la autora debe servir para redefinir códigos y prácticas culturales que permitan asegurar un desarrollo sustentable.

Los derechos humanos procla man la igualdad entre los individuos, pueblos y naciones; pero, a pesar de su constitución universal y diplomática, hemos podido observar que por sí mismos no han logrado conseguir su objetivo principal: la realización libre de personas y comunidades. El aspecto legal se ha beneficiado de tener a la cultura como aliada primordial, pues se ha impregnado de su carácter reflexivo, dinámico y creativo para fortalecer el sentido de lo que consideramos humano a través de la creación de significados y el diálogo entre las diferencias, incluyendo otros seres vivos y ecosistemas naturales.

En el Informe Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) 2009, Invertir en la diversidad cultural y el diálogo intercultural, se establece una relación entre la cultura y los objetivos de desarrollo del milenio (ODM) adoptados en el 2000, éstos debían cumplirse para el 2015, pero estaban fallando sobre todo en dos sentidos: 1) los objetivos requerían ser más ambiciosos, por ejem plo, el acceso a la educación primaria tuvo un avance sustancial, pero las habilidades cognitivas y prácticas que brinda esta escolaridad no permiten conseguir mejores trabajos en un mundo donde la globalización y la tecnología requieren habilidades más complejas y especializadas; 2) los objetivos relacionados con la protección del medioambiente no se estaban cumpliendo debido a la falta de interdependencia, solidaridad y compromiso entre compañías privadas, naciones, instituciones no gubernamentales, cuerpos científicos y comunidades.

La respuesta a los ODM vino con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en el 2015 en el célebre Acuerdo de París. Los ODS tienen cuatro pilares fundamentales directamente ligados a un esquema de trabajo con variables medibles y acciones definidas: 1) mayor prosperidad económica; 2) son de carácter normativo y ético, pues buscan mayor inclusión e igualdad sociocultural; 3) cuidar el me dioambiente haciendo frente al cambio climático; 4) mejorar las políticas de gobernanza. Permitiéndome hacer una exégesis personal, me parece que los ODS son un producto perfeccionado de los ODM, debido a que los pilares son estructuras que se han desarrollado de manera independiente desde diversas disciplinas de estudio, sin embargo, y aquí es donde podemos reconocer uno de los grandes esfuerzos intelectuales en la carrera de la doctora Arizpe, la antropología y, su concepto de estudio por antonomasia, la cultura, lograron fungir como el eje rector y la matriz conceptual de un proyecto conciliador de largo alcance entre éstos. La noción de Antropoceno, esencial en los ODS, es un buen ejemplo para explicar cómo la antropología permitió generar un diálogo de mayor alcance que redundó en acuerdos diplomáticos relevantes.

El Antropoceno es un concepto contemporáneo proveniente de la geología, que hace referencia a la era actual. Sus raíces etimológicas son anthropos y kainos, que significan, respectivamente, “ser humano” y “nuevo”, lo que da lugar al significado de una nueva era geológica humana. Resulta osado plantear esta nueva era cuando la Tierra ha pasado por distintas sin ningún tipo de intervención humana en sus 4 543 millones de años de existencia. Por otro lado, habría que preguntarnos si nos referimos a un momento específico de los 300 000 años de existencia del Homo sapiens. Al juntar am bos elementos parece que estamos traslapando disciplinas de estudio que poco tienen que ver entre sí, como lo son la geología y las ciencias relacionadas con el estudio del ser humano, no obstante, este concepto adquiere potencia heurística precisamente porque permite reflexionar en conjunto temas como la migración, donde ya no son sólo motivos sociales los implicados en ella, sino que ya también deben considerarse factores ambientales.

Definir el periodo del Antropoceno en términos geológicos es aún una discusión vigente, pero hay algo que lo delimita con claridad: el rol que el ser humano ha tenido en la generación de cambios climáticos significativos. El Homo sapiens ha logrado esparcirse sobre el medioambiente, primero buscando la supervivencia como especie y después expandiendo el modelo económico capitalista, de ahí que el otro nombre para referirse a esta era sea Capitaloceno. En cualquier caso, el avance del ser humano sobre el medioambiente ha sido voraz, desde la extinción de especies hasta provocar cambios en los procesos geológicos de la Tierra. En este sentido, la naturaleza creativa del hombre no queda limitada a la producción de lenguajes, prácti -cas culturales, significados, herramientas, etcétera, sino también a la creación de una era geológica. Esto es impresionante, mas igual de impresionante debe ser la respuesta que la humanidad tenga para proteger al ambiente y así asegurar la prosperidad de los se res humanos.

La antropología resulta un camo fértil de reflexión para las creaciones del hombre y, en este sentido, una era geológica humana se convierte en un objeto de estudio relevante. Quizá sin tener conciencia, la humanidad se ha puesto al borde de una situación climática realmente peligrosa, pero es aquí donde la antropología alza la voz para tratar de comprender no sólo las prácticas económicas, políticas y sociales que le han puesto en esta situación, sino que requiere hacerse de conceptos que permitan transacciones que generen nuevos significados y prácticas culturales que logren plasmarse en compromisos, tal como refiere la tercera acepción de comprometer.

Este libro es un llamado al compromiso. Por medio de un ejercicio etnográfico sobre las instituciones, la doctora Arizpe representa a dos observadores participantes en este intrincado camino de reflexión y compromiso en pos del bienestar sustentable: el de ella y la antropología. El texto escrito en primera persona denota la experiencia de la autora en diversos y complejos espacios de diálogo, en los cuales podemos ver que la curiosidad intelectual se acompaña de cierta sensibilidad necesaria no sólo para establecer conversaciones francas, sino también para crear. El concepto de conviviabilidad sur -ge justamente de la conjunción del trabajo en campo, la sensibilidad poética y la necesidad de establecer compromisos. Esto queda expresado en la voz antropológica, pues la autora logra que ésta dialogue con la geología, la economía, la política, con representantes de compañías transnacionales, científicos, religiosos, comunidades indígenas y el patrimonio cultural, material e inmaterial, a fin de encontrar herramientas que nos permitan es -tablecer acuerdos y medir su progreso. Un ejemplo, considerando la cultura en términos de desarrollo, es que se pudo establecer el marco teórico de lo que ahora se conoce como desarrollo humano sostenible, que fue un elemento fundamental para el establecimiento de los ODM y, después, de los ODS.

Los ODS son, por decirlo de alguna manera, el aspecto cosmopolita y diplomático de la conviviabilidad planteada por la autora, pero, y quizá esto forme parte de un nuevo proyecto de metas de desarrollo, se requieren desdibujar las fronteras delineadas por la idea de nación para lograr una participación colectiva de mayor trascendencia y poder reconocer que la cultura somos todos, incluyendo nuestros medios tecnológicos, digitales y naturales. El Antropoceno ha servido para conjuntar naciones y organismos en un proyecto compartido donde el medioambiente está a la par del desarrollo económico y social.

En el optimista libro The Future We Choose. Surviving the Climate Crisis escrito por Christiana Figueres y Tom Rivett-Carnac, artífices del Acuerdo de París, queda claro el componente humano de los ODS y hacia dónde deben canalizarse estos esfuerzos. Algunas opiniones sobre el futuro del mercado laboral, como la de Daniel Susskind en su libro A World Without Work, dictan que debido al avance tecnológico y al nivel de especialización requerido habrá menos empleo, esto obligará a los gobiernos a generar ocupaciones con sentido social, en donde el trabajo será una especie de servicio comunitario remunerado y valorado por la comunidad. Por otro lado, instituciones como el Banco Interamericano de Desa rrollo han ampliado la gama de proyectos de financiación bajo la modalidad de las asociaciones público-privadas, que van desde proyectos tradicionales de infraestructura, como la construcción de carreteras e hidroeléctricas, hasta proyectos más sociales, como estadios, parques, escuelas o recintos culturales. Estos ejemplos denotan dos necesidades principales: para construir una sociedad próspera debemos fortalecer nuestras relaciones interpersonales. Además, es indispensable afianzar el rol de las instituciones y acercarlas a la sociedad, pues su eficacia no radica de forma exclusiva en aleccionar a no cometer delitos o pagar impuestos, sino en entender y responder a las necesidades de la gente, dar herramientas para que individuos y grupos sociales puedan realizarse.

Para finalizar, quiero decir que una de las características que siempre me ha interesado de la antropología, incluso en mis años como estudiante de licenciatura en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, era cómo hacer de ésta un recurso de mediación entre diversas ciencias y ámbitos sociales. Por ahí del 2008-2009 tuve la fortuna de encontrar en las aulas del posgrado a una magnífica interlocutora.

En esta reseña he hecho un brevísimo recuento de las aristas conceptuales tratadas en el libro Cultura, transacciones internaciona les y el Antropoceno, pero, y recordemos que el libro está escrito en prime ra persona, quiero hacer referencia a que parte de la fortaleza de éste se encuentra en cómo refleja la ca lidad humana de la doctora Lourdes Arizpe. Este libro no sólo ha bla de conceptos intelectuales y discusiones diplomáticas, este libro también habla de relaciones humanas.

Su concepto de conviviabilidad me hace recordar un pasaje de la novela de ciencia ficción The Left Hand of Darkness de Ursula K. Le Guin, hija, por cierto, de antropólogos, donde se busca definir el significado de commensal o commensalism, que tiene como raíz “comer juntos”, pero significa al mismo tiempo todos los órganos gubernamentales y sus ciudada -nos y, dice el texto, que justamente en esta falta de nitidez entre el todo y las partes es que se precisa su significado. El libro de la doctora Arizpe es una invitación a que ciu dadanos e instituciones sean comensales iguales de una misma mesa. Para conseguirlo es menester difuminar la línea que existe entre la diferencia y lo semejante, no para homogeneizar, sí para entendernos desde la diferencia y enfocar nuestras miras hacia un proyecto en común basado en una mitología sustentable. Una buena metáfora de esta idea la encuentro en una interpretación personal del cuadro La habitación roja de Henri Matisse. Del lado derecho de la pintura observamos que los bordes de la mesa están claramente delineados, y mientras vamos recorriendo nuestra mirada hacia el lado izquierdo notamos como éstos se van atenuando -debido a que el fondo y el mantel de la mesa comparten el mismo color- hasta llegar a una silla y dejar de ser visibles. La silla nos invita a sentarnos a la mesa y así contemplar un enmarcado paisaje natural. De nosotros depende si este marco es un cuadro que representa un paisaje natural o, por el contrario, un horizonte natural en donde podamos salir de casa y respirar en paz aire fresco.

Fuentes

Figueres, Christiana y Tom Rivett-Carnac 2020 The Future We Choose. Surviving the Climate Crisis, Alfred A. Knopf, Nueva York, 240 pp. [ Links ]

Le Guin, Ursula K. 2019 The Left Hand of Darkness, Ace Books, Nueva York, 304 pp. [ Links ]

Susskind, Daniel 2020 A World Without Work. Technology, Automation and How We Should Respond, Metropolitan Books/Henry Holt & Company, Nueva York, 307 pp. [ Links ]

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