ANTECEDENTES
La deficiencia e insuficiencia de vitamina D se asocia con numerosos procesos patológicos: osteoporosis, osteomalacia, raquitismo, enfermedades relacionadas con el metabolismo fosfocálcico y con todas las dependientes de la regulación del sistema inmunológico, con el deterioro cognitivo, la regulación del sistema hormonal y de proliferación y diferenciación celular.1-4
La 25-hidroxivitamina D sérica (25 (OH) D) es el biomarcador de elección para evaluar el estado de la vitamina D.5 Su principal fuente de adquisición es la exposición al sol seguida, de lejos, de ciertas fuentes alimenticias.6 La principal causa externa de su deficiencia es la disminución de la síntesis de vitamina D debida a la inadecuada exposición solar: institucionalización, escasa superficie corporal expuesta, uso de ropa oscura y las cremas fotoprotectoras.2 El personal de salud y quienes trabajan en interiores tienen mayor riesgo de padecer déficit de vitamina D.7
Los ginecoobstetras, al igual que otros especialistas, suelen llevar a cabo su actividad en el interior de consultorios y hospitales, circunstancia que limita, en mucho, el tiempo de exposición al sol.
El objetivo de este estudio fue: determinar las concentraciones de 25(OH)D en ginecoobstetras y otros especialistas latinoamericanos y conocer la prevalencia de su deficiencia.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio observacional y transversal efectuado para determinar las concentraciones de 25(OH)D en personal médico. Para ello se solicitó la aprobación del Comité Ético-Científico del Hospital Municipal Villa Primero de Mayo de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Se invitó a participar a los especialistas que acudieron a diferentes congresos (Congreso Nacional de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología (SPOG), Ciudad de Panamá-Panamá, 17-19 marzo de 2022; XVI Congreso Nacional de Medicina Interna, Punta Cana, República Dominicana 12 al 15 de mayo de 2022; Congreso de la Asociación Mundial de Medicina Perinatal, Punta Cana, República Dominicana, 1 al 5 junio de 2022 y XXII Congreso de Obstetricia y Ginecología celebrado en Santa Cruz, 28 junio al 1 julio de 2022. La mayoría de los participantes eran ginecoobstetras (61%) y el resto de otras especialidades (Medicina Interna y Medicina general). Luego de otorgar el consentimiento informado de los participantes se tomó la muestra de sangre correspondiente. Todos los reportes se notificaron a los voluntarios.
En virtud de la gran cantidad de participantes (n = 643) no fue necesario determinar el tamaño de muestra, además de que no hay registro de datos previos en este grupo poblacional.
Antes de la toma de la muestra de sangre se levantó una encuesta a cada participante que incluía preguntas referentes a: la edad, sexo, raza, especialidad médica, país y ciudad de residencia, altitud en relación con el nivel del mar, uso de protectores solares, enfermedades (hepáticas, renales o cualquiera que altere la absorción de nutrientes) y medicación que pudiera alterar las concentraciones en sangre de la 25(OH)D, incluidos los suplementos con vitamina D.
Criterio de exclusión: estar embarazada, padecer enfermedades renales, hepáticas y cualquiera que altere la absorción de nutrientes, estar tomando medicamentos que pueden alterar las concentraciones de 25(OH) D en sangre, excepto la ingesta de suplementos de vitamina D. La recolección de las muestras de sangre se efectuó entre las 8 y 18 h de los diferentes días y entre los meses de marzo y julio del 2022.
A cada voluntario se le extrajeron 6 cc de sangre, que inmediatamente se protegieron de la luz y conservaron en frío hasta su análisis. La determinación de la 25(OH)D se hizo en suero, mediante inmunoensayo totalmente automatizado, con quimioluminiscencia con micropartículas magnéticas (Diasorin, California, USA). Los valores de referencia para la clasificación de los participantes fueron: concentraciones suficientes de 25 (OH) D más de 30 ng/mL; insuficientes menos de 30 ng/mL y deficientes inferiores a 20 ng/mL.1
Para el análisis estadístico se recurrió a los métodos descriptivos básicos, para las variables cualitativas se calcularon las frecuencias absoluta y relativa; y para las variables cuantitativas media y desviación típica.
Para la comparación entre dos grupos se aplicó la prueba t de Student y para tres o más grupos la prueba ANOVA; una vez comprobados los supuestos de normalidad (test de Kolmogórov-Smirnov o Shapiro-Wilk) y homogeneidad de varianzas (test de Levene). Para las comparaciones dos a dos se utilizó la corrección de Bonferroni.
El análisis estadístico se procesó en el programa SPSS 26.0 (IBM, Chigaco IL, USA) para Windows. Las diferencias se consideraron estadísticamente significativas con p < 0.05.
RESULTADOS
Se analizaron 643 determinaciones, de éstas 471 (73.2%) fueron de mujeres. En el Cuadro 1 se muestran las concentraciones de 25(OH)D del total de la muestra de voluntarios. El 19.4% (n = 125) tenían déficit con una media de 16.58 ng/mL (IC95%: 14.02-18.42); el 43.72% (n = 280) tenían insuficiencia con concentraciones medias de 24.6 ng/mL (IC95%: 22.6-27.3) y 36.9% (n = 238) reportaron concentraciones normales con una media de 40.34 ng/mL (IC95%: 36.57-44.38).
n | Media ± DT | Media ± 2*DT | |
---|---|---|---|
Vitamina D | 643 | 29.28 ± 12.01 | 29.28 ± 24.02 |
Déficit | 125 | 16.58 ± 2.7 | 16.58 ± 5.4 |
Insuficiente | 263 | 24.6 ± 2.88 | 24.6 ± 5.76 |
Normal | 255 | 40.34 ± 11.29 | 40.34 ± 22.58 |
La edad no mostró diferencias en concentraciones de 25(OH)D ni en déficit-insuficiencia entre los diferentes grupos de edad. Cuadro 2
Déficit | Insuficiente | Normal | p | |
---|---|---|---|---|
Sexo | ||||
Hombre | 44 (25.6) | 64 (37.2) | 64 (37.2) | 0.058 |
Mujer | 81 (17.2) | 199 (42.3) | 191 (40.6) | |
Edad | ||||
<40 | 49 (25.9) | 75 (39.7) | 65 (34.4) | 0.074 |
40-60 | 62 (16.7) | 151 (40.6) | 159 (42.7) | |
>60 | 14 (17.1) | 37 (45.1) | 31 (37.8) | |
Raza | ||||
Blanca | 19 (12.7) a | 48 (32) a | 83 (55.3) a | < 0.001 |
Mestizo/afra | 99 (21.4) b | 207 (44.8) b | 156 (33.8) b | |
Residencia (metros sobre el nivel del mar) | ||||
<500 | 53 (21.4) | 106 (42.7) | 89 (35.9) | 0.304 |
>500 | 72 (18.4) | 156 (39.8) | 164 (41.8) | |
Suplementación | ||||
No | 104 (23.4) a | 209 (47.1) a | 131 (29.5) a | < 0.001 |
Sí | 20 (10.4) b | 51 (26.4) b | 122 (63.2) b |
a-b: Comparaciones dos a dos (corrección Bonferroni).
Los resultados mostraron que los hombres tenían más déficit-insuficiencia de 25(OH)D (62.8%) que las mujeres (59.5%). El porcentaje de hombres con déficit (25.6%) fue claramente superior al de mujeres (17.2%), aunque no fueron diferencias significativas (p < 0.058). Cuadro 2, Figura 1
Los resultados (Cuadro 2, Figura 2) evidenciaron que en el color de la piel hay diferencias significativas. Las personas de piel clara tuvieron concentraciones deficitarias e insuficientes de vitamina D menores que las de piel más oscura (p < 0.001).
En referencia a la altitud sobre el nivel del mar del lugar de residencia, no se comprobaron diferencias entre ciudades situadas a menos de 500 m de altitud respecto al mar en comparación con las situadas a más de 500 metros en relación con el mar. Cuadro 2, Figura 3
Por lo que hace a la suplementación con vitamina D, en quienes tomaban suplementos con ésta se registró menos riesgo de déficit-insuficiencia (p < 0.001). Cuadro 2, Figura 4
DISCUSIÓN
En una revisión reciente se señala que los trabajadores por turnos (personal de salud y quienes se desempeñan en interiores) tienen un riesgo elevado de padecer deficiencia de 25(OH)D, lo que puede reflejar diferencias decisivas en el estilo de vida (entre ellas exposición a la luz solar).7 En un ensayo efectuado en 150 traumatólogos de la India se encontró que 50 de ellos (11.3%) tenían concentraciones séricas suficientes de 25(OH) D; 105 (70%) concentraciones deficientes y 28 (18.7%) insuficientes.8 En otro estudio llevado a cabo en radiólogos se encontró una prevalencia de insuficiencia de 25(OH)D del 58.4%.9 En un ensayo emprendido en Chile en 85 voluntarios médicos, la mayoría anestesiólogos, se encontró una tasa de déficit-insuficiencia de 65%.10
La prevalencia de déficit-insuficiencia de 25(OH) D en población general latinoamericana y norteamericana es del 40 al 45%, porcentaje inferior al reportado para la población de médicos.11 Quienes se dedican al ejercicio de la Medicina también deben seguir las recomendaciones de las sociedades científicas que son las de alcanzar concentraciones adecuadas con exposición de la cara y los brazos al sol durante 10 a 15 minutos al día, alimentación adecuada y, si es posible, enriquecida en vitamina D y, si se requiere, suplementación con vitamina D.2
Si bien con los años hay deficiencia de 25(OH)D2 en el estudio aquí publicado la edad no mostró diferencias entre médicos más jóvenes en comparación con los de mediana edad o mayores de 60 años. Quizá la razón es que todos eran médicos activos (estaban en el congreso) y llevaban un estilo de vida muy semejante. Otro factor que pudo influir fue que el porcentaje de déficit-insuficiencia en médicos jóvenes, quienes por su estilo de vida (mucho tiempo dentro de edificios por actividades profesionales), marcaron diferencia.
Si bien, en general, no hubo diferencias significativas en las concentraciones de 25(OH)D entre sexos, sí se registró que los hombres tuvieron mayor porcentaje de déficit que las mujeres, a pesar del predominio de mujeres en el grupo total (73.2%). En la bibliografía no se encuentran diferencias de género en las concentraciones de vitamina D11 o, incluso, son menores en las mujeres, pero no en grupos de médicos.12 Será interesante confirmar en otros ensayos si los médicos hombres tienen más riesgo de déficit que sus pares mujeres.
En este estudio se confirma algo ya sabido: la mayor dificultad para la síntesis de 25(OH)D en las personas de piel oscura que en las de piel blanca; de allí las menores concentraciones de 25(OH)D. En la piel existen diferencias en la síntesis de vitamina D conforme a su pigmentación porque la melanina es capaz de absorber fotones y reducir la eficiencia del proceso de síntesis de vitamina D. En sujetos con color de piel más oscura (más melanina) habría, entonces, menor síntesis de la vitamina D, fenómeno confirmado en estudios epidemiológicos. Así, las mujeres negras-afroamericanas y las hispanas-latinas tienen concentraciones más bajas de vitamina D que las de piel clara no hispanas.13
Por lo que se refiere a la altitud sobre el mar como un factor que influye en las concentraciones de 25(OH)D, a mayor altitud menores concentraciones de 25(OH)D.14 Las razones tienen qué ver con: peor tiempo, más viento y frio y que las personas van más tapadas y con menos exposición al sol. Éste no fue el caso del estudio aquí comunicado porque la altitud sobre el mar no influyó, quizá porque las ciudades donde habitan los participantes tienen altitudes menores a los 1000 m. Además, hay que tener en cuenta que la latitud ha sido la misma: entre 15-30 grados latitud norte.
Lo aquí reportado es interesante por las grandes diferencias en las concentraciones de 25(OH)D entre médicos que tomaban suplementos de vitamina D y los que no los tomaban. Hasta la fecha, este es el primer estudio que señala que los suplementos con vitamina D a médicos en riesgo de deficiencia-insuficiencia consigue resultados óptimos. Estos datos podrían apoyar la recomendación de tomar suplementos de vitamina D, por lo menos en estos especialistas estudiados, ya que el 60% tiene bajas concentraciones. Desde luego que se requieren más estudios directamente enfocados (estudios de casos y controles) a la evaluación de los suplementos con vitamina D en este tipo de profesionales que tienen pocas oportunidades de exposición al sol.
La debilidad de este estudio radica en haberse efectuado en una población específica de personal médico por su asistencia a los congresos y que no ha sido comparada con la población del entorno, para saber si la población estudiada es de mayor, igual, o menor riesgo. Además, solo quienes voluntariamente aceptaron firmar el consentimiento, fueron objeto de estudio lo que en sí pudiera considerarse un sesgo de selección. Sin embargo, sus fortalezas son importantes, sobre todo por el tamaño de muestra que es uno de los más numerosos que se encuentran en la bibliografía y por ser uno de los primeros que se hacen en la especialidad de Ginecología y Obstetricia.
CONCLUSIONES
El 60% de los ginecoobstetras, médicos internistas y generales de Latinoamérica tienen bajas concentraciones de 25(OH)D. La piel clara puede ser un factor de riesgo de mayor déficit-insuficiencia. En los grupos de médicos estudiados la suplementación con vitamina D al parecer puede incrementar las concentraciones de 25(OH)D.