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Ingeniería agrícola y biosistemas

versão On-line ISSN 2007-4026versão impressa ISSN 2007-3925

Ing. agric. biosist. vol.12 no.1 Chapingo Jan./Jun. 2020  Epub 23-Maio-2022

https://doi.org/10.5154/r.inagbi.2018.11.024 

Nota científica o tecnológica

Una función para la gestión hidrosistémica: programación de riegos, demanda y capacidad de conducción de canales

Mauro Íñiguez-Covarrubias1  * 

Waldo Ojeda-Bustamante2 

Jorge Flores-Velázquez1 

Carlos Díaz-Delgado3 

1Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, Coordinación de Riego y Drenaje. Paseo Cuauhnáhuac núm. 8532, Progreso, Jiutepec, Morelos, C. P. 62550, MÉXICO.

2Colegio Mexicano de Ingenieros en Irrigación. Vicente Garrido núm. 106, Col. Amp. Maravillas, Cuernavaca, Morelos, C. P. 62230, MÉXICO.

3Universidad Autónoma del Estado de México, Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua. Carretera Toluca-Atlacomulco km 14.5, Toluca, Estado de México, C. P. 50120, MÉXICO.


Resumen

Introducción:

El manejo de zonas de riego tiene como objetivo alcanzar un uso eficiente de los recursos para la satisfacción plena de los usuarios.

Objetivos:

Proponer una metodología para la gestión hidrosistémica en la que concurran la demanda de los cultivos, la programación en la asignación y la distribución del agua, así como su capacidad de conducción.

Metodología:

Se desarrolló una función de gestión hidrosistémica en la que concurren las variables de interés, la cual consta de seis etapas, y se evaluó el módulo de riego “Santa Rosa”, del distrito de riego 075, Sinaloa, México. Se estimó un requerimiento hídrico de máxima demanda decenal, con superficie establecida de 22 518 ha y superficie en demanda máxima de riego de 13 548 ha.

Resultados:

La programación de la distribución del agua en el módulo evaluado requiere un gasto máximo de 27.18 m³·s-1, satisfaciéndose con la capacidad del canal (27.87 m³·s-1), y un volumen decenal máximo de 11 millones de m3.

Limitaciones del estudio:

Únicamente se usó el método de distribución de demanda controlada, ya que es el empleado en los distritos de riego en México.

Originalidad:

Las variables de una zona de riego son analizadas e instrumentadas en conjunto, lo que facilitará la operación integral de grandes hidrosistemas agrícolas.

Conclusiones:

La aplicación del instrumento de gestión propuesto facilita la entrega de agua de acuerdo con el método de distribución de demanda controlada en los distritos de riego en México.

Palabras clave demandas de riego; distribución del agua; manejo integrado; distritos de riego

Abstract

Introduction:

The management of irrigation areas aims to achieve an efficient use of resources for full user satisfaction.

Objectives:

To propose a methodology for hydrosystemic management in which crop demand, irrigation planning in the allocation and distribution of water, as well as conduction capacity concur.

Methodology:

A hydrosystemic management function was developed in which the variables of interest, consisting of six stages, concur and the "Santa Rosa" irrigation module of irrigation district 075, Sinaloa, Mexico, was evaluated. A maximum ten-day water demand requirement was estimated, with an established area of 22 518 ha and a maximum irrigation demand area of 13 548 ha.

Results:

Irrigation distribution planning in the evaluated module requires a maximum flow of 27.18 m³·s-1, being satisfied with the canal capacity (27.87 m³·s-1), and a maximum ten-day volume of 11 million m3.

Study limitations:

Only the controlled demand distribution method was used, since it is employed in irrigation districts in Mexico.

Originality:

The variables of an irrigation area are analyzed and implemented together, which will facilitate the integrated operation of large agricultural hydrosystems.

Conclusions:

The application of the proposed management instrument will facilitate water delivery according to the controlled demand distribution method in Mexico’s irrigation districts.

Keywords irrigation demands; water distribution; integrated management; irrigation districts

Introducción

La distribución irregular e incertidumbre de los recursos hídricos, así como la necesidad de producir alimentos en México, ha ocasionado la apertura de grandes zonas de riego en regiones áridas y semiáridas (Ojeda-Bustamante, Hernández-Barrios, & Sánchez-Cohén, 2008), ya que, aproximadamente, el 50 % de la producción agrícola nacional proviene de las áreas bajo riego (Ojeda-Bustamante et al., 2008). La mayor parte de la infraestructura construida en los distritos de riego de México fue dimensionada bajo el criterio de la extinta Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH, 1973). El método de diseño utilizado tradicionalmente para determinar la capacidad de los canales fue propuesto por dicha Secretaría; sin embargo, en otros países se utilizan diferentes métodos que generan más eficiencia (Íñiguez-Covarrubias, de León-Mojarro, Prado-Hernández, & Rendón-Pimentel, 2007; Íñiguez-Covarrubias, Ojeda-Bustamante, & Rojano-Aguilar, 2011). Cabe señalar que en años recientes, la Gerencia de Distritos de Riego (DR) de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) de México ha realizado diversos estudios en los DR denominados “Planes directores”, con la finalidad de diagnosticar y planear inversiones (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua [IMTA], 2007).

El método de distribución de agua dominante en zonas de riego de México es por demanda controlada semanal, y consiste en programar el volumen de extracción de agua de la fuente de abastecimiento por la red de distribución para su entrega a los usuarios en un periodo de siete días, esto de acuerdo con las solicitudes de riego recibidas de los usuarios en la semana previa (Arista-Cortes, González-Camacho, & Ojeda-Bustamante, 2009). Según la clasificación de los métodos de distribución, la responsabilidad del control de la distribución del riego dominante en México es compartida (Usuario-Autoridad [CONAGUA]), y se conoce como demanda controlada (Íñiguez-Covarrubias et al., 2007).

En el proceso de entrega del servicio de riego, se requieren conocer las eficiencias promedio del sistema de distribución de agua. Estas eficiencias deben considerarse al momento de realizar la programación de la distribución de agua. En consecuencia, resulta vital la puesta en marcha de esquemas de calendarización robusta del riego, de preferencia en “casi tiempo real”, para lograr un uso eficiente de los recursos y operar, hidráulicamente, en forma satisfactoria la red de canales (Spare, Wang, & Hagan, 1980).

Para obtener la evapotranspiración de referencia (ETo) del cultivo, con fines de determinar la capacidad del canal, se recomienda a los diseñadores de zonas de riego estimarla con base en métodos robustos como el de Penman-Monteith modificado por la FAO (Allen, Pereira, Raes, & Smith, 2006); además, utilizar el concepto de grados día desarrollo (°D), ya que es una herramienta adecuada para predecir la fenología y desarrollo de los cultivos, lo que ayudará a ajustar mejor la oferta del riego a las necesidades hídricas de los cultivos. Íñiguez-Covarrubias et al. (2011) utilizaron esta metodología para determinar la capacidad de canales. Para ello, estimaron la evapotranspiración en una zona de riego (ETzr) en cinco pasos. Adicionalmente, es importante considerar que el cálculo de láminas de riego corresponde con la capacidad útil de almacenamiento del suelo dentro de la profundidad radicular (SRH, 1973).

Actualmente, con la innovación y aplicación de herramientas informáticas, que facilitan el manejo de la información de diferentes variables útiles, es posible realizar cálculos numéricos laboriosos. Un ejemplo de esto es la estimación de los requerimientos de riego que son importantes para acoplar las demandas hídricas de los cultivos con la aplicación del riego a través de la infraestructura hidráulica (Ojeda-Bustamante, Sifuentes-Ibarra, Íñiguez-Covarrubias, & Montero-Martínez, 2011). No obstante, la idea conservadora de operación actual limita la evolución natural de las zonas de riego y la información actualizada de las variables de interés, lo que impide mejorar el servicio y genera grandes pérdidas de agua por operación deficiente en periodos de máxima demanda de riego (Íñiguez-Covarrubias et al., 2007, 2011).

Hoy en día, uno de los principales retos para los investigadores relacionados con la gestión de grandes zonas de riego, dividida en varios módulos o secciones de riego, es realizar de manera eficiente los cálculos y generar recomendaciones certeras y oportunas. Con ello, sin duda alguna, los grandes sistemas de riego se pueden diseñar y operar de forma más eficaz (Ojeda-Bustamante, Sifuentes-Ibarra, & Unland-Weiss, 2006; Ojeda-Bustamante et al., 2008).

Con base en la revisión bibliográfica efectuada para el desarrollo del presente documento, y en los trabajos realizados por los autores en varios DR, para las Asociaciones Civiles de Usuarios (ACURs), las federaciones de ACURs llamadas SRLs y la CONAGUA, se sabe que no existe un procedimiento explícito, e integrado, para implementar una gestión hidrosistémica con aplicación en sistemas de riego complejos que tienen diferentes cultivos, variedades, suelos, fechas de siembra y ciclos agrícolas. Un DR en México puede tener una o más SRLs, las cuales tienen la responsabilidad de ejecutar las obras y actividades que son comunes a dos o más ACURs.

Por lo anterior, el objetivo de este trabajo fue proponer y analizar una función en la que converjan tres variables: evapotranspiración (ET) de los cultivos, programación de distribución del agua y capacidad de los canales. Posteriormente, desarrollar una propuesta de gestión hidrosistémica en la que se conjuguen las variables con el mayor grado de flexibilidad para satisfacer al usuario y cumpla con las expectativas de aprovechamiento de los recursos hídricos. Para ello, es importante considerar las condiciones agronómicas, edáficas, climáticas y tipo de infraestructura del riego.

Materiales y métodos

Zona de estudio

El estudio se realizó en el módulo “Santa Rosa” del DR-075 localizado en el Valle del Fuerte, Sinaloa, México. En esta región, el periodo de lluvias se concentra principalmente en los meses de septiembre y octubre, muchas veces de origen ciclónico. El módulo de riego evaluado cuenta con una superficie de 34 316 ha, tiene un factor de repetición de cultivos en el ciclo primavera-verano (P-V) de hasta 27 % y se destaca como el más grande del DR-075.

El procedimiento para la asignación del riego (entrega-recepción) en el módulo “Santa Rosa” es con base en una programación de riegos semanal. La operación de la obra de cabeza (presa de almacenamiento) es responsabilidad de la autoridad federal (CONAGUA). La frecuencia del riego es programada en cada ACUR y la duración es acordada por el binomio Usuario-ACUR. El caudal entregado es limitado por la capacidad de toma granja (120 L·s-1 en promedio). Con estas condiciones de funcionamiento, el módulo de riego reporta una eficiencia global de operación anual de 51.4 %, valor que refleja el método de distribución del agua utilizado en el DR-075.

Es importante señalar que en el DR-075 existe una cultura de sistematización de la información agrícola e hidrométrica. El módulo “Santa Rosa” cuenta con una base de datos muy completa con información de los últimos 17 años agrícolas, la cual ha sido generada con el sistema de pronóstico de riego en tiempo real “Spriter” desarrollado por Ojeda-Bustamante (1999). La información climatológica histórica utilizada corresponde con los valores promedio mensual del periodo 1961-1990 de la estación meteorológica “Los Mochis”, localizada en el centro del distrito de riego. En virtud de que la zona de estudio se encuentra en una región semiárida, no se consideró la precipitación, ya que el periodo de máxima demanda de riego se presenta en los periodos secos del año.

Plan de cultivos

Se consideró el plan de riegos tipo de la zona, el cual incluye fechas y superficies de siembra por cultivo. Los cultivos más importantes en el DR-075 son maíz, sorgo, frijol, frutales, caña de azúcar, forrajes (principalmente alfalfa) y hortalizas (jitomate y papa). Las láminas netas se consideraron a nivel toma granja (donde entrega el agua la ACUR a los usuarios) y la bruta es a nivel del punto de control (donde recibe el agua la ACUR de la SRL del DR).

Las demandas hídricas de los cultivos se establecieron con fines de planeación anual. Para ello, se tomaron datos del estudio realizado por Mendoza-Robles y Macías-Cervantes (2003) en maíz, uno de los cultivos principales del módulo “Santa Rosa”. Estos autores presentan la fecha de siembra óptima en relación con la probable pérdida de rendimiento en la producción final (kg·ha-1), así como la fecha de siembra, duración del ciclo (días), ETo (mm), evapotranspiración potencial (ETp) (mm) y número de riegos.

La determinación de la capacidad hidráulica de canales se realizó bajo el método de Clement (Íñiguez-Covarrubias et al., 2011). Con fines de diseño, la eficiencia de aplicación (η) parcelaria fue de 70 % para riego por gravedad, así como para la conducción y distribución en los canales con revestimiento de tierra (SRH, 1973). La eficiencia global para diseño se estima como ηglobal = ηconducción x ηaplicación, la cual es de 49 % para los canales de tierra, tal como se reporta para el canal “Emilio Grivel”. Además, por servir a grandes extensiones cultivadas, se considera que el tiempo del servicio de riego es durante las 24 h del día.

El desarrollo de la propuesta metodológica para la gestión hidrosistémica se resume en las seis etapas siguientes:

Etapa 1. Se estima la ETo y se obtiene la ETp por cultivo y fecha de siembra. Se utiliza el concepto de acumulación de °D como criterio alterno para expresar la duración del ciclo fenológico de los cultivos y así estimar el coeficiente del cultivo en función de los °D de acuerdo con las ecuaciones de Ojeda-Bustamante et al. (2006 y 2008). En este caso, se construye una curva de la ETp para cada fecha de siembra, que integra el periodo de siembra, en la zona de riego. La ETp de un cultivo (asumida como la máxima ET sin problemas de estrés hídrico, nutricionales, térmicos o fitosanitarios), a partir de la fecha de siembra (FS) a la fecha de cosecha (FC), está dada por la siguiente ecuación:

ETp=i=FSFCKc-iETo-i (1)

Donde K c-i y ET o-i son el coeficiente del cultivo y la ETo, respectivamente, para el día i. La ET r es la evapotranspiración real bajo condiciones de campo o estrés (ET p ≥ ET r ).

Para estimar la ETp se requiere la climatología histórica y un plan que incluya los cultivos propuestos con fechas, superficies de siembra y ciclos agrícolas. En virtud de que la precipitación durante el periodo de máxima demanda es mínima en los distritos de riego de México, se asume que la ET es equivalente a los requerimientos de riego de los cultivos. Para el caso donde la precipitación efectiva sea importante en el periodo de máxima demanda de los cultivos, ésta se le debe restar a la ET diaria. Para mayor información de la metodología empleada, consultar el trabajo de Íñiguez-Covarrubias et al. (2011).

Etapa 2. Se programa el riego para cada fecha de siembra de cada cultivo. Para la determinación de la lámina de riego, es necesario conocer el tipo de suelo, la densidad aparente, la capacidad de campo, el punto de marchitamiento permanente, la profundidad de las raíces de los cultivos (para diferentes etapas de desarrollo) y la práctica de riego de cada cultivo.

Etapa 3. Con base en los resultados de la aplicación de la Ecuación 1, se construye la curva de la ET acumulada (ETc) para cada cultivo, la cual se referenciará como ET1c para indicar una curva integrada de varias fechas de siembra de un cultivo en un ciclo agrícola: otoño-invierno (O-I), primavera-verano (P-V) y cultivos perennes. Se especifican los riegos de acuerdo con cada cultivo, hasta conseguir la ET1c en cm para la superficie establecida de policultivos. En esta etapa se obtienen los resultados parciales de la cantidad de hectáreas establecidas, láminas de riego y programación del riego, y se compara el gasto necesario para satisfacer la demanda con el gasto disponible en el canal para cada punto de entrega. Ojeda-Bustamante y Flores-Velázquez (2015) señalan que ETc ≈ ETp para condiciones de mínimo estrés. Cabe señalar que, para cada día i, ET 1c = f j x ET c-i , donde fj es el peso de cada fecha de siembra j (Íñiguez-Covarrubias et al., 2011).

Etapa 4. En esta etapa se construye la curva única de hectáreas establecidas para el cultivo (en este caso del maíz) por ciclo, la cual está compuesta por las hectáreas de las diferentes fechas de siembra. Se debe iniciar con la primera decena del año agrícola (en este caso el día juliano 281), hasta llegar a la siembra total del cultivo; se toma en cuenta la superficie sembrada por fecha de siembra. En esta parte del proceso, se obtienen la cantidad de hectáreas con programación de riego para cada decena (hectáreas riego).

Etapa 5. Se integra la superficie y la ET para cada ciclo agrícola (ETciclo), considerando la ocupación por cultivo de cada ciclo P-V, O-I y perennes. De esta manera, se obtienen, parcialmente, la ETciclo, la cantidad y la ubicación específica de hectáreas con programación del riego para cada decena, lo cual facilita la estimación del gasto necesario y disponible en el canal en los puntos específicos de entrega hídrica.

Etapa 6. Se obtiene la función general conjunta de los tres ciclos (P-V, O-I y perennes) para el año agrícola, con lo que se obtiene la variable superficie con el requerimiento de riego total en la zona y por decena. La matriz de información obtenida con base en el Cuadro 1 cuenta con n columnas. El llenado de la matriz inicia en la columna n(i=1), ciclo y el día inicial (día juliano: Día), que es desde la fecha de siembra por cultivo hasta el día del término de la etapa fenológica. La columna “Cultivo” se llena con el resultado en forma tabular de la ETp por día para cada fecha de siembra de la etapa 1, el área (número de hectáreas) y, por último, las fechas correspondientes de riego para el cultivo. La columna n(i=2) es para el cultivo 2, y se repite el llenado como el de la columna n(i=1), solo que los resultados se colocan como inicio los días subsecuentes que separan la siembra de inicio del cultivo 1. De esta manera, la columna n(i=3) es para el cultivo 3, y se repite el llenado como en las columnas n(i=1) y n(i=2), colocadas los días julianos subsecuentes al inicio juliano de la fecha de siembra del cultivo n, y así hasta completar todos los cultivos con sus fechas de siembra de los ciclos O-I, P-V y perennes. Existirán tantas columnas n(i) como número de fechas de siembra de cultivos. En cada línea de la columna 6(a) se anota la superficie con cultivo de todos los días del año, que es la suma de las áreas de cada cultivo por fecha de siembra, y en la columna 6(b) se anotan las superficies por decena con riego, al final de cada día de decena.

Cuadro 1 Matriz funcional que integra la participación de cada siembra-decena para un cultivo por ciclo. 

1 2 3 4 5 6 7
Día Cultivo n(i=1) Cultivo n(i=2) Cultivo n(i=3) Cultivo n(i=n+1) Superficie (ha) Volumen demandado (1 000 m3)
ETp=i=FSFCKc-iETo-i(mm) Área (A) (ha) Fecha de riego (R) ETp, A, R …. (a) (b) (a) (b)
Establecida Regada decenal Diario Decenal

Con la matriz completa se obtienen la cantidad de hectáreas con requerimiento hídrico, las láminas de riego, que al multiplicarlas por las hectáreas se obtiene el volumen diario decenal (incluye las eficiencias totales), y el gasto necesario para satisfacer la demanda hídrica con el gasto disponible en el canal de distribución para cada punto de entrega. Como se observa, en esta etapa se logran integrar en una función conjunta la demanda de riego, la programación de la distribución y la capacidad hidráulica de los canales.

Por la gran cantidad de cálculos involucrados, los algoritmos para estimar la ET de los cultivos de una zona de riego, de acuerdo con la metodología propuesta por Íñiguez-Covarrubias et al. (2011), se codificaron en lenguaje Java, en un programa desarrollado por los autores llamado IntegraRR, basado en el programa CROPWAT (Clarke, Smith, & El-Askari, 1998), pero que utiliza el concepto de días grado desarrollo. Este programa también se utilizó para integrar la matriz funcional en el Cuadro 1 para cada cultivo, por ciclo y por año agrícola.

Resultados y discusión

Los resultados se presentan de acuerdo con el desarrollo de las seis etapas de la propuesta metodológica para la gestión hidrosistémica. De esta manera, se estimó la ETo y se obtuvo la ETp por cultivo y la fecha de siembra de acuerdo con la Ecuación 1. En las Figuras 1 y 2 se muestra la distribución de la superficie establecida por día juliano (%) para cada cultivo en el ciclo O-I y P-V, respectivamente, en el DR-075 (IMTA, 2007). En la curva de cada cultivo se indica con un punto la fecha de siembra considerada para generar las curvas.

Figura 1 Distribución de fechas de siembra en el ciclo otoño-invierno. Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA, 2007).  

Figura 2 Distribución de fechas de siembra en el ciclo primavera-verano. Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA, 2007

Las láminas de riego se aplican por cultivo de acuerdo con la política de riego y donde el número de riegos es variable, ya que el siguiente riego se aplica al consumirse el déficit de humedad permisible de acuerdo con el cultivo y la etapa fenológica. La lámina neta aplicada a los cultivos es del orden de 10 cm para los riegos de auxilio, excepto para el tomate, el cual requiere una lámina neta del orden de 8 cm. Por su parte, la lámina bruta es afectada por la eficiencia reportada por el módulo “Santa Rosa” para los ciclos O-I, P-V y perennes.

En la Figura 1 se observa que el periodo de siembra del maíz es desde los primeros días de octubre a finales de diciembre, el de frijol es de finales de septiembre a mediados de noviembre, el de papa es de finales de septiembre a finales de diciembre y el de jitomate es de principios de septiembre a finales de diciembre. Además, se observa que el cultivo de jitomate no presenta ningún ciclo con toda la superficie establecida, ya que tiene un periodo amplio de siembra, por lo que las primeras cosechas se presentan en el periodo global de siembra considerado. Para el caso del frijol, la papa y el maíz, la siembra termina antes de las primeras cosechas, por lo que presentan un ciclo donde la superficie establecida es de 100 %.

Por ser el maíz el cultivo más representativo de la zona, se muestran los resultados de la aplicación de la Ecuación 1 en este cultivo (etapa 1). En la Figura 3 se puede observar la curva de la ETp diaria del maíz para una fecha de siembra (día juliano 350, siembra decena 8), en la cual se suministraron cinco riegos con ETp acumulada de 50.62 cm. La superficie establecida en la decena fue de 1 135.51 ha, lo que representó el 10.4 % de la siembra de maíz en el ciclo O-I.

Figura 3 Evapotranspiración potencial (ETp) diaria del maíz para la fecha de siembra decenal 8 (16 de diciembre de 2004) con cinco riegos. 

La programación del suministro hídrico en esta propuesta es decenal; el día 1 se da el primer riego, y riegos subsecuentes los días 67, 87, 107 y 125. La lámina de riego es de 10 cm por evento y el intervalo de riego mínimo es de 17 días. El gasto en el canal es de 1.87 m3·s-1, el cual es necesario por las condiciones del canal con eficiencia de 49 %.

En la Figura 4 (etapa 4) se muestra la curva de la superficie establecida acumulada del maíz para el ciclo O-I, además presenta las hectáreas de riego para los periodos decenales, iniciando con la primera decena el día juliano 281 hasta llegar a la última decena, para tener una superficie establecida total de 10 918 ha. El volumen máximo requerido por el maíz en el ciclo O-I fue estimado en 557 134.56 m³·día-1, lo cual se demanda en el día juliano 99 (9 de abril de 2005), que corresponde a la ET1c máxima de 5.3 mm·día-1 y a una superficie establecida de 10 383.36 ha (Figura 4). La superficie programada decenal es de 7 129.8 ha, con un gasto de capacidad de diseño en el canal de 8.18 m3·s-1, gasto necesario de 8.17 m3·s-1 e intervalo de 16 días, esto para una programación semanal con entrega lunes o jueves, y eficiencia global de 63 %. Al aumentar la eficiencia de conducción de 70 a 90 % se alcanza un intervalo de 10 días.

Figura 4 Superficie total establecida y hectáreas de riego decenal para el maíz en el ciclo otoño-invierno. 

En la Figura 5 se presenta el proceso de integración de las curvas de ET; primero por fechas de siembra para un cultivo (ET1C), después por ciclo agrícola (ETciclo), que corresponde a la ET de cada ciclo analizado (ETO-I, ETP-V y ETPER), y por último la curva integrada para la zona de riego (ETzr) (Íñiguez-Covarrubias et al., 2011).

Figura 5 Proceso de integración de la evapotranspiración (ET) desde una siembra hasta su integración por cultivo, ciclo y zona de riego. 

En la Figura 6 (correspondiente a la etapa 5) se integran las curvas ET 1c-i de todos los cultivos del ciclo O-I para obtener la ETO-I. Se destacan los valores para el ciclo O-I con el volumen pico requerido para el día juliano 105 (15 de abril de 2005), con un volumen máximo demandado de 672 200.7 m3·día-1, ETOI de 5.172 mm·día-1, superficie de 11 643.0 ha establecidas (papa con 1 051.33 ha, maíz con 10 383.36 ha y jitomate con 208.42 ha), superficie programada decenal de 7 416.8 ha, gasto de capacidad en el canal de 8.18 m3·s-1, gasto necesario de 8.17 m3·s-1 y un intervalo de 16 días; esto para una programación semanal con entrega lunes o jueves, y una eficiencia global de 63 %. Para este caso ya se dispone de la capacidad de todo el canal; es decir, no existe restricción por capacidad.

Figura 6 Superficie total establecida y hectáreas de riego decenal para los cultivos del ciclo otoño-invierno. 

Finalmente, al completar la metodología propuesta en la etapa 6, se obtiene la matriz general integrada de los tres ciclos (P-V, O-I y perennes) para el año agrícola. En la Figura 7 se muestra la relación de las hectáreas establecidas para cada día para toda la zona de riego, además de las hectáreas con requerimiento de riego decenal para todas las decenas del año. El valor más alto se presenta el día juliano 105 (15 de abril de 2005), con un volumen máximo de 918 487.63 (m3·día-1), ETZR pico de 4.07892 mm·día-1 y una superficie de 22 518.0 ha establecidas. Para la decena del 105 al 115, con una eficiencia global de diseño de 51.3 %, se necesitaría un gasto de 21.70 m3·s-1.

Figura 7 Superficie total establecida y hectáreas de riego decenal para los tres ciclos agrícolas (otoño-invierno, primavera-verano y perennes). 

La decena con máxima demanda al sistema de riego es del día juliano 101 al 111 (del 11 al 21 de abril de 2005), con superficie de 13 548 ha, de las cuales 1 985 ha son del ciclo P-V, 7 416 ha de O-I y 4 146 ha de perenne. En este caso también se dispone de toda la capacidad del canal, por lo que no existen restricciones y se dispone del gasto de 27.185 m3·s-1. El gasto en el diseño del canal con el método de Clement es de 27.86 m3·s-1, el cual es mayor al gasto necesario en la decena máxima.

Con respecto al volumen programado utilizado bajo el plan de los cultivos, la ACUR reporta un volumen bruto programado (sin eficiencia en el punto de control al inicio del módulo) de 226 480 millares de m3, y el volumen estimado al integrar la curva de la Figura 7 es de 154 544.00 millares de m3, esto es 47 % menor al programado por los usuarios. Lo anterior constituye un indicador real de la eficiencia global del hidrosistema, es decir, del DR bajo la propuesta de gestión hidrosistémica.

Conclusiones

La sistematización decenal de la demanda hídrica de los cultivos facilita el conocimiento de la superficie asociada con el requerimiento de riego desde el inicio de la primera siembra de cada cultivo y para cada ciclo hasta el último riego demandado en una zona de riego. Con el conocimiento temporal de las hectáreas con requerimiento de riego se ajusta la distribución semanal del agua por la red; asimismo, se estima el gasto necesario diario por aplicar para todos los ciclos, esto al conocer la fecha y decena requerida.

En este caso, se concluye que la capacidad del canal, en cualquier sección de riego, no es limitante para aplicar el plan de riego. Esto implica que para cualquier otro plan de riego se tendría que repetir la metodología de gestión hidrosistémica propuesta, en la que concurren las tres principales variables de las grandes zonas de riego; es decir, la demanda hídrica de los cultivos, la programación de distribución del agua y la determinación de la capacidad hidráulica de los canales.

Con respecto al servicio de riego, se puede decir que la satisfacción plena del usuario depende únicamente de la correcta administración de la Asociación de Usuarios de Riego, ya que por la infraestructura y por las condiciones del plan de riego no existen limitantes siempre que se programen los riegos, esto de común acuerdo Autoridades - Usuarios.

Con base en los resultados obtenidos, se recomienda, ampliamente, la implementación de una gestión hidrosistémica como la propuesta para cualquier DR, acorde con los adelantos tecnológicos en materia de computación, medición, comunicación y control. Por ello, necesariamente se requiere de programas de apoyo y personal capacitado para la gestión del agua en complejos sistemas de riego de gran extensión con diferentes cultivos, fechas de siembra, tipos de sistemas de aplicación del riego, ciclos agrícolas y diferentes módulos o secciones de riego.

References

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Recibido: 21 de Noviembre de 2018; Aprobado: 16 de Noviembre de 2019

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