Introducción
El proceso de envejecimiento poblacional, representa un reto para los sistemas de salud a nivel global, sobre todo al considerar que algunas personas adultas mayores pueden cursar por diferentes procesos patológicos, que de no atenderse oportunamente podría afectar su independencia1,2. Es relevante reconocer que algunas condiciones que aquejan la salud de las personas adultas mayores presentan una baja letalidad, no obstante, su importancia reside en su capacidad para afectar la funcionalidad y calidad de vida. Ejemplo de ello son los cambios en el estado cognitivo que pueden dar paso al deterioro cognitivo leve, que de no identificarse y atenderse oportunamente podría evolucionar a la demencia de tipo Alzheimer 3-5.
El declive de la memoria es uno de los datos reportados por las personas adultas mayores, quienes pueden emplear mecanismos compensatorios ante la disminución de su capacidad para memorizar6-8. Entre estos mecanismos se encuentran el uso de las estrategias de compensación de memoria, que son aquellos procesos que favorecen a la adaptación cognitiva y por ende a mantener una memoria eficaz pese al daño7-9.
Existen cinco tipos de estrategias de compensación de memoria las cuales se denominan como externa, interna, tiempo, confianza y esfuerzo. La estrategia externa, hace referencia al uso de apoyos de escritura, como notas, listas, calendarios o agendas. Por su parte la interna, implica el uso de mnemotecnias para favorecer el recuerdo, como repetir información de manera constante o la asociación de palabras con personas, imágenes o dibujos. En el caso de la estrategia tiempo, se refiere a realizar tareas de manera lenta o en repetidas ocasiones para recordarlo, como leer más de una vez un texto o leer lentamente un artículo del periódico. La confianza, es la solicitud de apoyo a otra persona para recordar fechas, citas o eventos importantes, por ejemplo, a un miembro de la familia, amigo o conocido. Finalmente el esfuerzo, es la necesidad de concentrarse para poder realizar tareas, como recordar una conversación, un número de teléfono o reunión8-9.
Debido a que el estado cognitivo es un elemento indispensable parar lograr un envejecimiento activo y saludable, se reconoce la importancia de abordar los cambios en la cognición, a través de pruebas de tamizaje de alteraciones en la cognición global y en específico en funciones cognitivas como la memoria. En este sentido, los profesionales de enfermería son una pieza clave, para la identificación de alteraciones del estado cognitivo y las estrategias de compensación empleadas para lograr una resiliencia cognitiva efectiva.
La revisión de literatura sugiere que existe un vacío en el conocimiento que permita comprender la naturaleza y la fuerza de correlación entre el estado cognitivo y las estrategias de compensación de memoria. Conocer estos datos es relevante puesto que a partir del tipo de estrategia empleada, podría promoverse el entrenamiento cognitivo que apoye el proceso de compensación de memoria.
Por tanto, la presente investigación tiene como objetivo explorar la relación entre el estado cognitivo y las estrategias de compensación de memoria. Adicionalmente se identificaron las diferencias en el uso de estas estrategias acorde al estado cognitivo y la relación entre los años de escolaridad y las estrategias de compensación de memoria. Este conocimiento podría apoyar en un futuro el desarrollo de intervenciones centradas en compensar el daño cognitivo y con ello favorecer a retrasar el declive cognitivo.
Materiales y Métodos
El diseño del estudio fue descriptivo correlacional. La población de interés fueron adultos mayores de 60 años o más, que asistían a un centro público de actividades recreativas en el estado de Nuevo León, México. El centro público de actividades recreativas se caracteriza por ser un espacio diurno, al que asisten las personas adultas mayores de las zonas cercanas, para convivir y realizar diversas actividades como entrenamiento físico, clases de computación, juegos de mesa, talleres de manualidades y confección, canto y baile. Además de ello, se les ofrece alimentación y atención médica y psicológica. La muestra estuvo conformada por 110 personas adultas mayores, quienes fueron seleccionados a través de un muestreo no probabilístico por conveniencia. Se incluyeron adultos mayores que supieran leer y escribir. La presencia de discapacidad visual fue considerada como criterio de exclusión.
Se empleó una cédula de datos personales elaboradaexprofeso, para obtener información de variables sociodemográficas y antecedentes de salud. Para valorar el estado cognitivo se empleó la Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA) de Nasreddine y colaboradores 10. MoCA es una prueba de tamizaje que permite identificar el deterioro cognitivo leve, a partir de la exploración de ocho funciones cognitivas:
1) visuoespacial/ejecutiva; 2) identificación; 3) memoria; 4) atención; 5) lenguaje; 6) abstracción; 7) recuerdo diferido; 8) orientación.
El puntaje corresponde a la suma de las 8 subescalas. Aguilar-Navarro y colaboradores11, propusieron puntos de corte para la población mexicana; ≤ 26 para el deterioro cognitivo leve y ≤ 24 para demencia. Sin embargo, estos puntajes no consideran los años de escolaridad, los cuales pueden encontrarse relacionados con el desempeño cognitivo en las personas adultas mayores12-13. Por tanto, debido a que la muestra presentó un promedio de escolaridad bajo se consideraron los puntos de corte acorde a los años de escolaridad propuestos por Pereira-Manrique y Reyes14 para la población colombiana. De esta manera se consideró que para los adultos mayores con 11 o más años de escolaridad, un puntaje de 23 a 24 es indicativo de deterioro cognitivo leve (DCL); de 5 a 10 años el puntaje es de 21 a 22; y cuando es menor a 5 años de 16 a 20 puntos. Acorde a los autores antes citados, se considera un probable síndrome demencial con los siguientes puntos de corte: ≤ 22 puntos cuando la escolaridad es de 11 años o más; ≤ 20 puntos con 5 a 10 años; y ≤ 15 puntos con menos de 5 años.
Las cinco estrategias de compensación de memoria fueron evaluadas con la adaptación validada al español del Memory Compensation Questionnaire (MCQ)9,15. El MCQ se compone de 33 ítems, con escala de respuesta de tipo Likert con puntaje de uno a cinco. La puntuación mínima es de 33 y máxima de 165. Para el análisis de datos, los puntajes de cada estrategia se transformaron en índices de cero a 100, en donde a mayor puntación mayor empleo de cada estrategia.
Los ítems se encuentran distribuidos en siete subescalas: cinco evalúan las estrategias empleadas en la vida cotidiana para compensar el deterioro de la memoria (externa, interna, tiempo, confianza y esfuerzo); los dos restantes son subescalas de complemento que evalúan la motivación para adaptarse a los cambios de la memoria (éxito) y la percepción del cambio en esta función cognitiva en los últimos diez a cinco años9,15.
Consideraciones éticas
La investigación se realizó bajo la reglamentación vigente en México para la investigación en materia de salud16. Se contó con el dictamen aprobatorio del Comité de Investigación y Comité de Ética e Investigación de una institución académica. Además, las autoridades del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y el personal administrativo del centro público de actividades recreativas, dieron su aprobación para realizar la investigación al interior de sus instalaciones.
Con las personas adultas mayores que cumplieron con el criterio de inclusión y aceptaron participar, se procedió a dar lectura del consentimiento informado con la finalidad de dar a conocer el propósito del estudio, los procedimientos que se realizarían y la posibilidad de retractarse de participar en el momento en que lo desearan, sin que esto generara ninguna consecuencia. Una vez aclaradas las dudas de los participantes, se procedió a firmar el consentimiento.
Análisis de datos
Para analizar los datos, se empleó el programa SPSS versión 26 en español. La consistencia interna del MoCA y MCQ, se evaluó mediante el coeficiente Alpha de Cronbach. Ambas escalas mostraron coeficientes aceptables de 0.86 y 0.79 respectivamente. Se emplearon frecuencias, porcentajes, medidas de tendencia central y dispersión, para describir las características de los participantes. Para analizar la normalidad de las variables se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov con corrección de Liliefors; debido a que las variables no presentaron una distribución normal, se emplearon el coeficiente de correlación de Spearman y la prueba Chi cuadrada, para dar respuesta al objetivo.
Resultados
Características de la muestra
El promedio de edad de los participantes fue de 72.13 años (DE=7.36). El 78.2% (f=86) de la muestra se integró por mujeres. Respecto al estado civil, 45.5% (f=50) indicó ser viuda (o), 38.2% (f= 42) casada (o), 10.9% (f=12) divorciada (o) y 5.5% (f=6) soltera (o). El 84.5% (f= 93) de los participantes cohabitaban con un familiar, de ellos el 21.8% (f= 24) vivía con el cónyuge, el 20.9% (f= 23) con sus hijos y nietos, 17.3% (f=19) con sus hijos, 16.4% (f= 18) con el cónyuge e hijos, 5.5% (f= 6) con hermanos (as), 1.8% (f= 2) con sus nietos y 0.9% (f= 1) con su madre.
El promedio de años de escolaridad fue de 4.81 años (DE=3.13); el 82.2% (f= 91) contaban con escolaridad básica (f= 84 primaria; f=7 secundaria), el 10.9% (f= 12) con estudios de preparatoria o nivel técnico y el 6.4% (f= 7) indicó no contar con estudios. Respecto a la actividad laboral el 10% de los participantes indicó aún mantenerse activos.
El 3.6% (f=4) informó no contar con servicios de salud. En cuanto a los antecedentes de salud, se identificó que los participantes presentaban patologías como hipertensión (55.5%, f=61), diabetes (48%, f=43.6), enfermedad cardiaca (10.9%, f=12) y artritis reumatoide (9.1%, f=10).
Estado cognitivo
En cuanto al estado cognitivo, se encontró que el 29.1% (f=32) presentó un puntaje indicativo de probable demencia, el 16.4% (f=18) para DCL, mientras el 54.5% (f=60) obtuvo un puntaje que indicaba un estado cognitivo adecuado.
Estrategias de compensación de memoria
Se identificó que el tiempo fue la estrategia de compensación de memoria mayormente empleada, seguida de las estrategias externa, esfuerzo, interna y confianza. Adicionalmente, en la tabla 1 se presentan la información de las subescalas complementarias.
Estado cognitivo y estrategias de compensación de memoria
Se encontraron correlaciones leves entre el estado cognitivo y las estrategias de confianza (p= 0.002) y esfuerzo (p= 0.013). El resto de las estrategias, no presentaron significancia estadística (Tabla 2). En cuanto a las subescalas éxito y cambio, se encontró relación significativa entre el estado cognitivo y la percepción de cambio (p= 0.003).
Estrategia de comprensión de memoria | Estado cognitivo | |
Rho | p | |
Externa | .055 | .571 |
Interna | -.054 | .574 |
Tiempo | .166 | .084 |
Confianza | -.291 | .002 |
Esfuerzo | -.236 | .013 |
Subescalas complementarias | ||
Éxito | -.035 | .716 |
Cambio | -.279 | .003 |
Fuente: Elaboración propia / MCQ y MoCA [TFN]
Se encontraron diferencias significativas en el uso de las estrategias de compensación tiempo (p= 0.026), confianza (p= 0.013) y la subescala cambio (p= 0.024). La estrategia de tiempo fue empleada mayormente por el grupo de deterioro cognitivo leve (Mdn= 79.16,
Estrategia de compensación de memoria | Estado cognitivo | X 2 | gl | p | ||
---|---|---|---|---|---|---|
ECA | DCL | PBD | ||||
Mdn | Mdn | Mdn | ||||
Externa | 50.00 | 30.00 | 40.00 | 2.269 | 2 | .322 |
Interna | 32.14 | 35.71 | 32.14 | 1.358 | 2 | .507 |
Tiempo | 66.66 | 79.16 | 37.50 | 7.290 | 2 | .026 |
Confianza | 20.00 | 20.00 | 37.50 | 8.691 | 2 | .013 |
Esfuerzo | 33.33 | 50.00 | 50.00 | 5.531 | 2 | .063 |
Subescalas complementarias | ||||||
Éxito | 55.00 | 55.00 | 60.00 | .406 | 2 | .816 |
Cambio | 55.00 | 50.00 | 65.00 | 10.950 | 2 | .004 |
Fuente: Elaboración propia / MCQ y MoCA [TFN]. Notas: ECA= Estado cognitivo adecuado; n= 60; DCL=Deterioro cognitivo leve; n= 18; PBD= Probable demencia; n=32; Mdn= Mediana; X2= Chi - cuadrado; gl= grados de libertad; p= significancia [TFN]
Adicionalmente, el análisis de la correlación entre los años de escolaridad y las estrategias de compensación de memoria, mostró relaciones significativas solo con las estrategias confianza (Rho= -0.290, p= 0.002) y esfuerzo (Rho= -0.280, p= 0.003).
Discusión
Los resultados de este estudio muestran que las estrategias confianza y esfuerzo, presentaron una correlación leve y negativa, con el estado cognitivo de los adultos mayores. Adicionalmente, se encontró una relación leve y negativa en la subescala cambio. Esto permite comprender que a menor capacidad cognitiva, mayor será el esfuerzo que realicen para lograr recordar información en su vida cotidiana, así como la necesidad de apoyarse en un familiar o amigo. Aunado a ello será mayor la percepción de cambio en su capacidad para memorizar.
De manera general, se encontró que la estrategia mayormente empleada por los participantes fue el tiempo, seguido de la estrategia externa, esfuerzo, interna y confianza. Estos resultados coinciden con evidencia previa 15 y sugieren una compensación centrada principalmente, en emplear más tiempo para lograr memorizar información relevante y en menor proporción de la necesidad de solicitar apoyo de una persona para lograr recordar detalles relevantes en la vida cotidiana.
No obstante, se identificaron diferencias significativas en el uso de las estrategias tiempo y confianza, acorde a la clasificación del estado cognitivo. Se encontró que la estrategia tiempo es mayormente empleada por los adultos mayores con DCL. Por tanto, estos participantes requieren mayor tiempo para recordar ya que realizan las tareas en repetidas ocasiones o las efectúan más lentamente para poder recodar información posteriormente. Por ejemplo, leer lentamente un documento o leerlo más de una vez. En el caso de los adultos mayores con probable demencia, se observó una diferencia significativa en el uso de la estrategia de compensación de memoria confianza, lo que implicaría que estos participantes requieren del apoyo de un familiar, amigo o conocido para poder recordar fechas, nombres y demás información relevante. También se identificó que este grupo percibió un mayor cambio en su capacidad para recordar información en su vida cotidiana en comparación con los otros grupos.
Evidencia previa sugiere que el cerebro busca hacer frente al declive, a través de la activación de redes neuronales alternas, esta capacidad de adaptación a su vez se asocia con el contexto e historia de vida de la persona adulta mayor, de esta manera es posible favorecer al empleo de estrategias que podrían usarse acorde al estado cognitivo6,7,17,18. En este sentido, autores han identificado que la queja subjetiva de memoria, se acompaña de alteraciones en la función del hipocampo, cortex prefrontal y a su vez por la activación de mecanismos de compensación, que buscan preservar la memoria y hacer frente al declive de la función cognitiva19-21.
Adicionalmente se encontró que a menor años de escolaridad, mayor uso de la estrategia confianza y esfuerzo, es decir mayor apoyo de otras personas para lograr recordar, así como una mayor necesidad de concentrarse para poder traer a la memoria información como números de teléfono, reuniones, fechas o detalles de una conversación. Evidencia previa reconoce que el nivel de escolaridad es un factor protector ante el declive cognitivo, ya que favorece a la activación de redes neuronales alternas que actúan como buffer para tolerar el daño3,22. Incluso se ha reportado que un bajo nivel de escolaridad, incrementa la probabilidad de desarrollar algún tipo de demencia; en comparación con aquellos con un alto nivel, quienes tendrían mayor posibilidad de lograr un envejecimiento cognitivo saludable23,24. Es relevante destacar que la mayor parte de los participantes provienen de vecindarios cercanos al centro de actividades diurnas, además contaban con una baja escolaridad, no desempeñaban una actividad laboral y eran mayormente mujeres, razón que podría favorecer a la homogeneidad de la muestra.
Conclusiones
Los resultados del presente estudio permiten concluir que las estrategias de compensación confianza y esfuerzo se relacionan con el estado cognitivo y los años de escolaridad. Así mismo, se observó que solo las estrategias tiempo y confianza, son empleadas mayormente por los adultos mayores con deterioro cognitivo leve y probable demencia respectivamente.
En este sentido, los profesionales de enfermería al ser promotores de la salud, tienen una área de oportunidad para evaluar las estrategias de compensación de memoria, se reconoce la relevancia de la valoración del estado cognitivo y estrategias de compensación de memoria de los adultos mayores, en el primer nivel de atención, ya que la identificación oportuna de la afectación del estado cognitivo y de las estrategias empleadas para compensar la memoria, podría favorecer a la aplicación de intervenciones de enfermería y multidisciplinarias, que promuevan el uso efectivo de las estrategias externa e interna, por encima de las estrategias confianza, tiempo y esfuerzo, de manera que esto contribuya a mantener la funcionalidad e independencia de las personas adultas mayores